Las tardes a esas alturas de año eran bastante frías. Para mi no había diferencia alguna, creo que mi corazón es mas frío que el mismísimo Polo norte, no podría sentirlo. Mantenía mi rostro bajo, no podía dejar de pensar en esa persona, de la cual me enamore, la cual fue arrebatada de mis brazos, No puedo vivir sin el mientras el no esta a mi lado vivo. Te amo, no se como continuar, Te necesito a mi lado.
Mis manos se aferraban fuertemente a mi pantalones aprisionándolos intentando dejar salir toda esa angustia y rabia que sentía, mi corazón latía salvajemente contra mi pecho, mis dientes se presionaban, estaba angustiado, con ira, quería que me devolvieran lo que me quitaron, mi amado, era todo lo que quería.
Un Ruido me hizo levantar mi rostro rápidamente, un sonido dulce, lleno de alegría y recuerdos, la risa de dos pequeños niños al jugar, me quede observándolos tranquilamente, con algunas lagrimas aun en mis mejillas.
[FLASH BACK]
— ¡Taka-chan!, Mira lo que acabo de comprar –Se acercaba a mi sonriendo con algo en sus manos-
— Ah?... Aretes –Dije confundido aceptando el regalo-
— Si, ese es para ti, Y este será mío –Dijo con una sonrisa-
— Pero Sano… No podemos usarlo ahora… no creo que a mi madre le guste la idea…
— Lo se, es por eso que los guardaremos hasta los 16, Mas te vale no perderlo –Me dijo mientras me daba un golpecito en mi frente-
— ¡Si los guardare muy bien!, Pero Sano… -Dije mirándolo preocupado-
— ¿Qué cosa?
— ¿No crees que dolerá demasiado?
— Solo lo necesario, no te preocupes Taka-chan, Yo sostendré tu mano, solo es una punzada, No tengas miedo…
— Si es así… ¡Ya no tendré miedo!
[FIN FLASH BACK]
Mi memoria se nublo por completo, el recuerdo era el que me hacia perturbarme, me sentía totalmente vacío. Me levente de aquella banca del parque, comencé a caminar desganado, como si todo me resbalara. Llegue hasta mi casa, estaba en el total silencio y oscuridad, me dirigí hasta mi habitación sin encender ningún luz, y me deje caer en mi cama, pesadamente.
Comencé a recordar ese día en el cual todo cambio por completo para mi, aquel hombre siniestro que nos intercepto en un callejón, no pude ver su rostro, en una de sus manos llevaba aquel objeto punzante, La desesperación de Sano por protegerme, Luego la expresión de sano al ir cayendo al suelo. Me deje caer junto a el, a un recuerdo esa sensación de la calidez de la sangre de sano en mis piernas, Mi voz quebrada pronunciando tu nombre en desesperación, Sostuve tu cuerpo con todas mis fuerzas, tratando de mantener ese pequeño hilo de vida del cual tu dependías, seguía pidiendo ayuda ahogándome en mi llanto, Tus ultimas palabras, me suenan recientes.
— Taka… T-Te amo…
Su sonrisa torcida, sus ojos perdían ese brillo que me cautivaron siempre, su respiración dificultosa ya no estaba, Su rostro de dolor se había desvanecido, el ya no estaba junto a mi, llevándose todo de mi, nuestras promesas, nuestro futuro, todo se había ido en manos de ese hombre. Quizás debería terminar con todo esto, y volver a estar junto a ti, es eso lo que esperas ¿No?
Me sentía extraño, me puse de pie lentamente como si mi cuerpo no me perteneciera, camine hasta un pequeño botiquín de donde tome tres frascos de vidrios llenos de pastillas, las necesitaba, seria lo único que me ayudaría terminar con esta agonía, Me dirigí hasta la cocina donde tome una botella de alcohol, la combinación de estas dos cosas seria el total veneno, Con mis impotentes manos tome tres pastillas, Iba a llevarlas hasta mi boca, cuando unos golpes en mi puertas me interrumpieron, trata de ignorarlos pero la insistencia me hizo dudar, deje todo en su lugar y fui hasta la puerta abriéndola lentamente, para mi sorpresa no había nadie, Salí un poco de mi departamento y mire hacia ambos lados, Me estaban fastidiando, estaba a punto de cerrar la puerta, cuando vi una carta en el suelo, la mire con curiosidad, Tome aquella carta, cerré la puerta y me dirigí hasta mi living sentándome en mi sofá. Mire lo que llevaba escrito, el tan solo verlo me hizo tener una desesperación, prácticamente rompí el sobre abriendo la carta.
Takanori, lo ultimo que te pido es que continúes con tu vida, Disfrútala lo mas que puedas, es precioso tenerla y sentir que al siguiente día tus pulmones podrán satisfactoriamente aspirar el oxigeno de un día nuevo, ya no importa si no estoy contigo, porque tu tienes toda una vida por delante, por eso quiero que te enamores de nuevo, y que lo hagas con todas tus fuerzas, al igual como me amaste, para mi tu vida en lo mas importante y siempre… te amare.
Sano.
Corrompí en un llanto que parecía insaciable, estaba confundido, estas cosas no deberían suceder, aun así, me servían de apoyo lleve la carta hasta mi pecho y me aferre fuertemente a ella, Gracias Sano… Te amo… Solo con esto se que tengo que seguir solo por ti, solo por tus recuerdos. Me dirigí a mi cuarto, me acosté lentamente en mi cama, la única luz que entraba era desde un pequeño espacio de mi cortina, y una silueta al lado de esta, que lentamente se desvanecía.
Siempre iras, adonde vallan mis pensamientos
Iré corriendo en soledad, perdiéndome, ¿cierto?
Tan inalcanzable, Tan inalcanzable
Nunca te encontré
Llegue a derramar todas las lágrimas por las cosas con las que tuve paciencia
Como siempre vuelves
Siempre te espero! Pero lo se
Por ahora tu abres la puerta y dejando ver como se va tu silueta
El mañana ciertamente quiero que vuelvas
Sentí el sueño de por medio, tenia la carta en mi pecho, como aquellas noches que dormía junto a mi amado sano, Aquella silueta se desaparecía lentamente, hasta que pude divisar la sonrisa de sano, para luego desaparecer, me robo un ultimo suspiro antes de quedarme dormido profundamente.
Hace 3 semanas atrás que cumplí 24 años, han pasado 7 años, desde aquella carta que recibí de Sano. Se puede decir que tengo una vida calmada, sin apuros, tengo un buen trabajo y una mascota, decidí ponerle Koron, es realmente adorable, y me hace compañía. Aun sigo aferrandome a aquella carta por las noches, y aun puedo divisar aquella silueta en la oscuridad de mi habitación.
Hace unos días atrás fui a la inauguración de un nuevo restorán, que quedaba a unas pocas cuadras de mi casa, Un joven como de mi misma edad fue el que me atendió, ese día, Me llamo bastante la atención, era muy alto, Rubio, Con una extraña bandita en su nariz. Hace mucho que no sentía ese pequeño calorcito en mi pecho, me sonrojaba cada vez que me hablaba para tomar mi pedido, a partir de ese día comencé a ir todos los días. Si no tenia suerte de ser atendido por el me conformaba con verlo caminar por el restorán con los pedidos de alguien mas.
Hasta que un día este camarero se acerco a mi para tomar mi pedido con una gran sonrisa, solo que ahora no comenzó con un típico, “Buenas tardes ¿Qué desea llevar?, Hoy fue diferente.
— Si que te gusta cenar aquí –Me dijo con una sonrisa un tanto lasciva-
— Oh… S-Si… Me agrada aquí –Dije desviando mi mirada sonrojado y nervioso-
— ¿Cómo te llamas?
— ¿Mm? ¿Y-Yo? –Dije mirándolo aun mas sonrojado-
— No… Le digo al otro hombre bajito de por allá… ¡Si por supuesto a ti te digo!
— Me llamo Takanori Matsumoto… Pero puedes decirme Ruki.
— Mucho Gusto Ruki, Yo me llamo Akira Suzuki, pero tu puedes llamarme Reita –Me dijo en un tono muy sensual, yo solo sonreí avergonzado-
— Mucho gusto Reita.
— Y Dime Ruki no te Gus –Reita fue interrumpido, por un hombre, creo que era su jefe-
— ¡Akira!, Vamos hombre muévete… No te quedes parado como un idiota hablando con los clientes
— Si, Si… Lo siento Ruki, debo seguir en mi trabajo
— Si no hay problema –le dije sonriendo-
Seguí comiendo tranquilamente, siguiendo con la mirada a Reita, de vez en cuando el me miraba sonriendo, yo se la devolvía de lado. Una vez termine de comer, deje el dinero pegando la comida con la propina, antes de salir del lugar, mire hacia todos lados, buscando a Reita pero no logre verlo, de modo que camine hasta la salida di unos pasos hacia fuera y choque con alguien.
— No podía dejar que un enanito se fuera solo a casa.
— ¿Disculpa?... Como me llamaste –dije con cara de reproche-
— Ruki eres un enanito…
— Eso no es cierto…. Tú eres demasiado alto…
Reita acerco una de sus manos hasta mis cabellos y los desornado con una sonrisa muy calida en sus labios, me sonroje de inmediato mirándolo nervioso, sonreí tímidamente y baje mi mirada.
— No te preocupes por eso, Me gusta inclinar un poco mi cabeza para poder mirarte a los ojos.
Lo único que conseguía hacer era sonrojarme y ponerme nervioso, todo lo que me decía, me hacia sentir una mariposas en el estomago, y sentía como mi corazón latía fuertemente golpeando contra mi pecho.
— ¿Te acompaño hasta tu casa?
— B-Bueno…
Durante el camino hablábamos de trivialidades, Solo que Reita de vez en cuando trataba de provocarme, solo que yo no podía corresponderle nada, me sentía demasiado débil ante sus coqueteos, había estado demasiado tiempo solo, que sentía miedo de hacer algo mal. Cuando llegamos a casa, Reita extendió su mano para despedirse de mi, yo acepte estrechando su mano, Pero luego el da un jalon a mi brazo atrayéndome hacia el, me aprisiono rápidamente entre sus fuertes brazos, pude sentir su embriagante aroma varonil, entonces sentí sus labios contra los míos, se alejo un par de milímetros y mordió suavemente mi labio inferior.
— Hasta pronto Ruki….
Reita se dio media vuelta y siguió su camino, Yo lleve mi dedo índice hasta mis labios sorprendido, Me di media vuelta y entre a mi departamento, Me deje caer sobre mi cama, me sentía realmente bien, las cosas iban mejor que nunca, Reita sin duda me gustaba demasiado, quería estar junto a el, sentía un calor recorrerme todo el cuerpo. Aun así recordé cuando tenia tan solo 14 años de edad con Sano ya éramos novios oficiales, pero que podíamos hacer estábamos realmente enamorados, Tres hermosos años de novios.
Al pasar el tiempo yo ya no necesitaba aquella carta para dormir, incluso aquella silueta ya no se aparecía por mi habitación en plena oscuridad.
Luego de eso tenia mas razón para ir al restaurante donde trabajaba Reita, Cuando el lugar cerraba nos quedábamos solo, y entre los estantes de playos y vasos nos escondíamos para estar juntos.
Reita me beso apasionadamente, introduciendo su lengua en mi boca, yo jugaba con ella, puse mis brazos en su cuello atrayéndolo más hacia mí, quería sentirlo por completo, Reita poso sus manos por debajo de mi camisa acariciándome suavemente, yo comenzaba a suspirar sobre sus labios, sentía mis piernas temblar, podía sentir mi miembro erecto rozando exquisitamente contra el de Reita.
Luego Reita dio unos pasos hasta sentarme sobre un mesón, Desabrocho mi camisa, mientras besaba y lamia mi cuello dejando marcas en el, luego Reita comenzó a bajar lentamente dejando un camino de saliva, luego comenzó a morder y lamer uno de mis pezones.
— Ahh…Mh… Reita…
— ¿Te gusta Ruki?
— Mm…. Si… -Dije mirándolo sonrojado-
Reita seguí bajando hasta mi bajo vientre, desabrocho lentamente mis jeans, y me los quito tirandolo por algún lugar del restorán, Reita se acerco con una mirada lasciva hasta mi miembro presionándolo con sus labios por sobre los boxers. Si Reita quería torturarme lo estaba consiguiendo.
— ¡Ahh!... Reita… P-Por favor…
— ¿Qué quieres Ruki?... Anda dímelo…
— Por favor… Tócame más…
Reita me sonrío lascivamente, y bajo mis boxers, lentamente dejando expuesto mi ya erecto miembro, Luego Reita con su mano comenzó un vaivén lento, de arriba hacia abajo, presionando mi punta. Luego lamió la punta de mi miembro yo solo eche hacia atrás mi cabeza gimiendo aun más. Luego lo metió de lleno en su boca subiendo y bajando aumentando la velocidad, ayudándose Con su mano. Luego de unos minutos no podía aguantar mas ya iba a terminar.
— Reita… ¡Ahh…! No puedo más….
Reita aumento aun más el ritmo hasta que termine en sus labios, Reita trago toda mi esencia subiendo para besarme nuevamente. Reita llevo dos dedos hasta mis labios, yo comenze a lamarlos lentamente y algo nervioso, sabia lo que iba a suceder ahora.
— Ruki…. ¿Eres virgen?
— Si… -Dije timidamente-
— Prometo que sere cuidadoso, dolera al comienzo ya veras como te acosumbras
Asenti timidamente, segui lamiento los dedos de Reita hasta que el los retiro de mi boca, Me hizo acostarme sobre el meson, luego llevo un dedo hasta mi entrada y lo introdujo lentamente.
— Ahh….
No pude evitar gemir de dolor, Reita se acerco a mi y me beso introduciendo su lengua en mi boca intentando calmarme, movio su dedo, luego introdujo el segundo, ya no dolia demasiado comenzo a moverlos, Hasta que comenze a gemir de placer, se esta sintiendo bien, Reita retiro sus dedos de mi entrada, bajo sus pantalones junto con sus boxers, Tomo su miembro erecto, y comenzo a introducirlo en mi, Di un desgarrador gemido de dolor y lleve ambas manos hasta los brazos de Reita apretando fuertemente. Reita dio un ronco gemido cerca de mis labios.
— Estas demasiado estrecho…
— Duele….
— Lo se… esto te duele mas que a mi, pero relajate… todo va a estar bien.
Trate relajarme un poco entonces movi mis caderas contra el cuerpo de reita para indicarle que continuara, Reita comenzo a embestirme muy despacio, Suspirando sobre mis labios mientras yo gemia. El dolor habia desaparecido lo unico que podia sentir era placer.
— Reita… Ah… Mas… Mas rapido
Reita aumento la velocidad de las embestidas, mientras me besaba apasionadamente, lleve mis brazos hasta su cuello y abrí mas piernas, hasta que reita tocara ese punto erógeno en mi.
— Retia, no puedo mas ya… Ah… Voy a terminar.
— Mh… esta bien… juntos… termines juntos
Retia tomo mis caderas y dio las ultimas estocadas, hasta que sentí su calida esencia dentro de mi, entonces yo termine sobre mi vientre. Reita se dejo caer sobre mi con la respiración dificultosa y me beso tiernamente.
— Te amo…
— Y yo a ti Reita….
Esta noche le demostré a Reita todo el amor que sentía por él. Salimos del restorán, tomados de la mano, de vez en cuando miraba a Reita caminar con una tranquila sonrisa en sus labios, Tenerlo cerca ahora, es lo mejor que me puede estar pasando. Mire la hora en mi pequeño Reloj, Eran las 2 de la madrugada. Llegamos hasta mi departamento, Reita se acerco a mí dándome un cálido beso en los labios.
— Que descanses Ruki…
— No… Reita… Quédate conmigo –Dije llevando ambos brazos hasta su cuello-
— ¿Quieres que pase la noche contigo?
— Si… -Dije escondiendo mi rostro en su cuello-
— Está bien…
Entramos a mi departamento y nos fuimos hasta a mi habitación, nos preparamos para dormir. Me metí a la cama, luego busque poder acomodarme entre los fuertes brazos de Reita, El me recibió sonriendo, besando mi frente. Luego dimos descanso a nuestros cuerpos.