Capitulo uno: he vuelto uzumaki naruto
En la aldea de konoha y en todo el mundo existen centro de atracciones como museos centros recreativos bibliotecas, pero en konoha el lugar más visitado sin lugar a dudas es un museo de mitos y leyendas (me encantaría tener uno) donde reúnen a seres mitológicos de aquel lugar contando sus historias sus a sañas o sus maldades
Ángeles, demonios, criaturas mitológicas es lo que se encuentra en este hermoso museo decorado según la época de aquellos años en donde se dice que existieron de verdad aterrando a los humanos como salvándolos
Sin lugar a dudas era un lugar extremadamente visitado por todos tanto visitantes como los mismos ciudadanos de por ahí, pero lo que mas llamaba la atención en este lugar era un demonio en particular llamado "el conde" y según su leyenda cuenta que este demonio de extraordinaria belleza era el único que salvaba a los humanos en un tiempo en que konoha estaba infestada de demonios por doquier. Según todos los más ancianos de la ciudad esta leyenda era muy cierta y decían que "el conde" todavía estaba vivo.
- Papa vamos apúrate ¡! - gritaba una pequeña rubia de cabello corto levantado (tipo road kamelot de d.gray-man XD para quien no la conozca) unos hermosos ojos color agua marina de tez blanca y una hermosa sonrisa. Llamaba a su padre que no venia muy lejos detrás de ella, gritaba emocionada ya que quería entrar al famoso museo de konoha y ver esas impresionantes criaturas
- Ya voy... no te preocupes aun falta para que sierren - le contesto su padre con una hermosa sonrisa el era rubio de ojos impresionante mente azules y afinados su tez era de color bronceada alto con un gran físico y unas adorables marquitas en sus mejillas
- Papa Naru ¡! - grito feliz la pequeña para tirársele enzima y este la tomara cariñosamente entre sus brazos
- Presente - le contesto con una risita y ambos se pusieron a reír.
Las mujeres lo miraban babosas un padre tan cariñoso y tan joven eran muy difíciles de encontrar
Ambos entraron al museo que estaba lleno de personas que veían felices de la vida y compraban recuerdos, pero ellos se dirigieron primero a la sala de seguridad en donde cierto hombre de cabello largo y blanco que dormía tranquilamente en sus horas de trabajo
- Te van a echar ... - dijo el rubio
- He... ¿? Naruto ¿? - dijo sin poder creer que naru estuviera allí - nieto mío de mi alma ¡! - dijo feliz para abrasarlo con fuerza - cuando llegaste ¿?
- Pues anoche... ben te quiero presentar a haruhi - le dijo con un tono de tristeza
El peliblanco le sonrió a la pequeña y esta también le sonrió devuelta
- Se parece mucho a los dos n_n
- Si...
- Papa ¿? Estas bien ¿?
- Claro ahora vamos a ver el museo - le dijo con una sonrisa para tomarle su pequeña manito
- Siiii ¡! - dijo mas que emocionada la pequeña rubia
- Ho por cierto Naruto al conde lo cambiaron de sala ahora esta el la ultima del tercer piso ya que era la mas grande
- De-de acuerdo - dijo algo raro en su tono de voz
- Y le cambiaron la ropa te va a gustar - le dijo para molestarlo y lo logro ya que el pobre estaba rojo
- Cállate pervertido ¡! - finalizo para irse de allí con la pequeña haruhi mientras el peliblanco se retorcía de la risa
El museo era mas que maravilloso era de tres pisos decorados según iban la categorías el primer piso estaban los ángeles, después las criaturas mitológicas y finalmente los demonios cada piso decorado como se debe
La pequeña haruhi miraba maravilladla todo pero se quedo con la boca abierta al ver al famoso conde
Un chico d cabello negro azabache piel extremadamente blanca ojos negros como las profundas de las noches sin estrellas y alto
Simplemente hermoso no había palabra mas perfecta para describirlo mejor, bestia de un abrigo largo hasta el suelo unos pantalones negros ajustados llenos de amarras y sierres y unas hermosas alas negras salían de su espalda (se me olvido poner que estaba sentado XD) la vista era la mas hermosa que se podía apreciar y naruto no podía dejar de mirarlo baboso
Naru le contaba la historia del conde a su pequeña que estaba mas que asombrada viéndolo con admiración
Pero todo lo bueno tiene que acabar ya se estaba haciendo tarde por lo tanto pronto el museo serraría
- Bien ya vámonos haruhi - le dijo el rubio que salía de la sala mientras la pequeña se despedía del conde
- Oyasuminasai conde n_n - le dijo feliz mientras se daba la vuelta pero antes de salir lo vio nuevamente y este la miraba directamente a los ojos con una sonrisa
- Oyasumi... - le contesto para serrar sus ojos
La pequeña rubia sonrió sonrojada y se fue tras su padre
Ya eran cerca de las tres de la madrugada y un muy lindo rubio dormía tranquilamente sobre su antigua cama sin saber que alguien en su ventanal lo miraba
Entro con cuidado a la habitación para sentarse en el borde de la cama acariciando con cariño el rostro del menor
- A pasado tanto tiempo... naruto - susurro el azabache que acercaba su rostro al del rubio para rosar sus labios - y esta vez no te vas a ir de mi lado otra vez... - dijo en un susurro