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Siempre serás un terrorista por HikariChan

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Siempre serás un terrorista

(Junjou terrorist)

 

 

Era otro día normal en la vida del joven Shinobu. Como de costumbre estaba rodeado de tareas y estudios, y no es que no le gustaran las leyes, que era la carrera que había elegido, sino sólo que estaba un poco más frustrado de lo habitual. Pues Miyagui, aquel hombre mayor del que se había enamorado como consecuencia del destino, no lo había visitado nunca en su casa,  a pesar de ser vecinos. Estaba tan estresado por la situación que ni siquiera era capaz de concentrarse en sus estudios "estúpido derecho civil..." refunfuñó arrojando el pesado código sobre la mesa, "mejor voy a ver un poco de televisión, así me distraeré un poco".

 

Pero, cuando se disponía a salir de su habitación se tropezó con algo cayendo directo al suelo "y ahora que demonios..." en el suelo había un libro, aquel que le había regalado el mayor hace ya un tiempo. Lo tomó entre sus manos y a su mente volvieron los recuerdos del día en que se conocieron cuando lo salvó de unos delincuentes y las veces que lo había visto en la biblioteca, le había parecido un hombre muy guapo desde aquella vez que lo vio tan ensimismado leyendo un montón de libro empolvados por el tiempo; recordó los momentos juntos, la vez en que Miyagi le dio la llave de su departamento y pensó "por qué siempre soy yo quién debe ir a buscar a ese estúpido viejo" revolvió sus cabellos con una mano como para  quitarse aquellas ideas perturbadoras de la cabeza y dejando el libro sobre el escritorio finalmente salió de su habitación.

 

Por otra parte, el profesor Miyagi estaba totalmente absorto en su trabajo, revisando los ensayos de sus alumnos. Cada cierto tiempo se apretaba la sien, pues había estado toda una tarde leyendo aquellos trabajos literarios, "¿Cómo es posible que estudiantes de literatura comentan tantos errores ortográficos? Hasta un niño de secundaria escribiría mejor" cuando dijo esto último una persona se le vino a la mente, Shinobu-shin, aquel muchacho que había cambiado por completo su vida "¿qué estará haciendo ahora?" Miró la hora en su celular ya era tarde, pero no había ninguna llamada, desde hacía un tiempo que el rubio estaba actuando extraño, ni siquiera lo estaba acosando como usualmente lo hacía, había pensado ir a verlo, pero suponía que también debía estar en periodo de exámenes y no quería ser una molestia.

 

"Profesor, me voy a casa" aquellas palabras lo sacaron de sus vacilaciones internas

"hirokiii...te vas tan temprano" dijo eso aún  sabiendo que ya eran las 10 de de la noche

"Profesor, usted también debería volver a casa, ¿acaso no tiene nada más que hacer?" era común en el castaño ser tan frío, pero estaba vez le había calado profundo en el pecho, quizás fue porque era verdad, aunque fuera a casa de seguro no encontraría a Shinobu-shin preparándole una ensalada de col.

"hey, hiroki, ¿por qué no vamos a tomar algo? Recuerda que aún estas en deuda conmigo por lo ocurrido la otra vez en la biblioteca" El rostro del menor se volvió completamente rojo, mientras se movía nerviosamente tratando se hacerse el desentendido. Al poco rato después ambos adultos, iban saliendo de la escuela. Kamijou subió al auto, no quería quedarle debiendo nada a aquel sujeto, aún sabiendo que había ya había pagado el favor por el bochornoso incidente.

 

En su casa Shinobu ya no podía más por la presión, desde hacía un buen rato que no dejaba de maldecir a las leyes y a sus profesores por darle tarea para leer. Estaba en estado de vigilia, esperando escuchar los pasos de Miyagi para ir y tratar de hablarle, pero ya eran pasadas las once de la noche y aún no había ni rastros de él. Al segundo sonó su celular "es él" pensó abalanzándose sobre el móvil "Si, diga, habla Takatsuki Shinobu"

"hi, Shinobu. I just arrived to Japan. Could come and get to the airport?" era su amigo de Australia "genial, no era él y además debo ir a buscar a alguien al aeropuerto" no es que Shinobu fuera un mal amigo, es sólo que no era la llamada que estaba esperando y no tenía deseos de salir. Tomó un  taxi y en 20 minutos estaba en el lugar indicado

"hi! Shinobu How are you?" estuvieron hablando largo rato, hasta que su amigo le pidió si podía alojarse en su casa por esa noche, ya que su hotel estaba al otro lado de la ciudad y un taxi a esas horas seguro le salía más caro. "no hay problema, de todos modos a nadie le importará" dijo con cierto resentimiento. Tomaron un taxi de vuelta al departamento.

 

En tanto Miyagi y Hiroki estaban bebiendo y hablando de tantas cosas a la vez, que con el rato se volvían cada una más incoherente que la anterior. Hasta que, recobrando un poco la cordura, el mayor preguntó "Hiroki, ¿Cómo estás con él?" el castaño intentó hacer como si no entendiera la pregunta, aunque bien sabía que se refería a Nowaki "etto... ¿A que se refiere?" preguntó nerviosamente

"Es decir, ¿Se ven a menudo?" Hiroki no entendía para donde iba su pregunta, estaba bien que hubieran salido juntos a tomar y que de vez en cuando le preguntara acerca de su relación, pero ¿Desde cuándo se habían vuelto tan amigos como para hacer una pregunta así? "Profesor ¿Le sucede algo?" inquirió el joven

"bueno...verás..." el pelinegro sólo se estaba yendo en divagaciones sin responder concretamente "Es el hijo de su ex -esposa ¿verdad?" Miyagi recuperó sus sentidos como si de un momento a otro se hubiera tomado 10 tazas de café y contestó más decidido que nunca "Sí" Eso fue lo último que se dijeron antes de quedarse en un profundo e incómodo silencio.

 

Al contrario de él, Shinobu hubiera querido tener una fuerte decisión en aquel momento y decirle a su amigo que quería irse directo a casa, pero no pudo. Mientras estaban en el taxi su amigo no dejaba de hablar de el paisaje, que le gustaría verlo, que Japón es hermoso de noche hasta que al fin preguntó "Shinobu, we can go for a walk in the streets now?" a  lo cual el rubio no pudo negarse.

 

Al tiempo en que Shinobu paseaba con su amigo Miyagi terminaba de hablar con Hiroki.

"Profesor, no soy quién para juzgarlo, aunque debo reconocer que no me parece muy buena idea que se involucre con el hermano menor de su ex -esposa. Pero si a pesar de todo va a estar con él, hágase responsable como lo haría un adulto y esta vez vaya en serio" esas fueron las palabras de Hiroki. Miyagi se emocionó hasta lo más profundo de su ser y se tiró a abrazar al joven profesor "Hiroki, eres un buen niño" le decía melosamente mientras el otro intentaba zafarse de su hagarre.

 

Todo esto ocurría mientras Shinobu y su amigo habían tropezado con alguien "lo siento" les decía un alto muchacho de rostro amable. "¿Están bien?" les preguntaba mientras ayudaba a los muchachos a recoger las bolsas que traían. "Thanks for helping to pick up the bags" agradecía educadamente el joven australiano, y Shinobu, siendo de buena familia, hubiera hecho lo mismo de no haberse quedado pasmado mirando la imagen frente suyo. Allí esta Miyagi abrazando a otro tipo, aunque no estaba seguro le parecía que era el profesor de la universidad donde enseñaba Miyagi. "¿What happen?" preguntó el otro muchacho al ver que su amigo y el muchacho que los había ayudado permanecían quietos en su lugar, sin hacer el menor movimiento.

 

"Hiro-san" se movió consternado hasta la escena el joven. Shinobu también se iba a acercar, pero cuando vio que Miyagi se acercaba hacia él una fuerza desconocidazo  hizo mover sus piernas, comenzó a correr sin preocuparse de nada más.

Por largo rato sintió la voz y los pasos de Miyagi persiguiéndolo, pero luego sólo escuchó el barullo de la gente caminando por las calles.

 

No sabía que hacer, no quería volver  a su departamento por miedo a encontrarse con Miyagi, ni volver a su casa donde estaría su hermana con su nuevo novio. Ahora creía comprender porque Miyagi no lo había ido a ver o llamado, de seguro ahora estaba con aquel otro, que era mayor que él, Shinobu consideró la diferencia de edad como la causa de todo ello. ¿Qué más podría ser si no era eso? Entró a una cafetería, ya eran las dos de la mañana, pero no sabía que hacer. Estaba seguro de que el destino los había unido, pero por qué ahora los quería separar.

"¿Qué desea señor?" preguntó un joven camarero de cabello castaño y una amable sonrisa. "Café" susurró como tirando palabras a la nada.

 

El lugar estaba casi vacío, era de esperarse si ya era de madrugada, estaba sentado junto a una ventana mirando a la gente como caminaba. Al cabo de un rato, el camarero vino de vuelta "Aquí está su café señor" le entregó una taza, de inmediato le dio un sorbo, estaba caliente y amargo, pero aún así intentó seguir tomándolo. Estaba absorto en sus cavilaciones cuando el joven camarero nuevamente se dirigía a él "Señor, ¿le sucede algo?" Shinobu lo miró detenidamente pensando si era bueno o conveniente contarle algo a aquel joven amable "no nada, gracias" dijo finalmente.

 

De golpe se abrió la puerta del local y detrás de ella apareció un hombre alto vestido muy formalmente "Misaki, ¿Qué estas haciendo?" Por su reacción el aludido debió ser quien le estaba hablando hace un momento. El adulto tal como un niño encaprichado tomó el más joven, mientras que éste pataleaba para que lo soltaran,  y se lo llevó en un auto. Quedando todos sorprendidos por lo acontecido. Nuevamente se preocupó por el mismo y vio a su alrededor a una pareja que coqueteaban descaradamente frente a todos, y por un instante deseo haber elegido a una mujer, así su vida sería mucho más tranquila. En la universidad muchas chicas se le acercaban para pedirle salir, después de todo era inteligente, atractivo y tenía dinero, pero aún con eso no era capaz de tener a Miyagi queriéndolo todo el tiempo.

 

Pagó la cuenta y salió, respiró profundamente y recordó a su amigo "Diablos, lo dejé sólo" Intentó buscar su celular para contactarlo, pero no tenía carga, probablemente lo había estado llamando y él ni se había enterado. Corrió nuevamente, pero ahora al lugar original donde se encontraban, quizás, con un poco de suerte, su amigo seguiría allí. Pero sólo se encontró a si mismo siendo arrastrado hasta dentro de un auto y como conductor del auto negro a Miyagi. "Oye déjame bajar, ya no tenemos nada que hablar" insistió un par de veces, pero su acompañante nada le respondía. En menos de 10 minutos ya estaban en el estacionamiento del edificio.

 

"Déjame ir. No sacas nada con darme una excusa, no te creeré"

"¿Y por qué piensas que debería darte una excusa? No he hecho nada" decía exasperado el pelinegro.

"¿Todavía tienes cara para preguntar? Te vi con ese otro tipo"

"Era el profesor de la universidad, sólo somos amigos. Además tu tampoco estabas sólo ¿no?" le encaró el mayor

"Era un amigo de Australia-se detuvo un momento- además por tu culpa ahora está perdido en Japón se suponía que lo iba a hospedar hoy en mi casa" Se quedaron un momento en silencio hubieran querido gritarse de todo, pero bien sabían que no solucionarían nada así.

"Estuve esperando que vinieras a verme uno de estos días, pero ni siquiera llamaste" reprochó cabizbajo el rubio.

"He tenido trabajo, además no quería ser molestia, se que estás en exámenes, deberías preocuparte sólo de eso"

Shinobu, alzó la mirada fijándola en los ojos del mejor "Estúpido viejo, ya sabes que mis calificaciones son buenas, no necesito esforzarme tanto"

"Oye mocoso, a quien estás llamando viejo" recriminó el mayor, pero no pudo decir nada más, ya que Shinobu ya lo estaba besando desesperadamente "Oye aquí no. Alguien podría vernos" Miyagi lo condujo hasta su departamento "Miyagi..." dijo deteniéndose antes de entrar "Está bien, vamos a tu departamento"

 

Antes de que pudieran darse cuenta, ya estaban besándose apasionadamente, Miyagi recorría gustosamente la joven e inexperta boca del menor. Conduciéndolo sutilmente hasta la cama lo recostó en ella, mientras lo acariciaba sobre la ropa, Shinobu no tenía tantas ganas de aplazar el momento así que se dispuso a desabrocharle los botones de la camisa "Supongo que te has estado aguantando por mucho tiempo mi Shinobu-shin" dijo entre risas al ver como el rubio intentaba tomar el control de la situación y no le pareció tan mala idea dejar que lo hiciera por un momento.  El joven le quitó la camisa y se dirigió de inmediato al pecho, comenzó a succionar tímidamente, mientras que estimulaba el otro con la mano. El mayor delicadamente presionó la cabeza del niño hacia abajo "¿Quieres intentarlo otra vez?"  Shinobu lo miró un poco temeroso, sabía lo que le estaba pidiendo, pero al recordar lo inexperto y presuntuoso que había actuado la primera vez tendió a sonrojarse. Procedió a desabrochar el pantalón del mayor, acarició la erección por sobre la ropa, a pesar de que la tela se interponía entre sus pieles podía sentir perfectamente el calor que emanaba. El rubio besó el miembro del mayor y luego lo dejó al descubierto, lo tomó entre sus temblorosas manos y lamió la punta, Miyagi mantenía los ojos cerrados percibiendo el aliento del menor sobre su piel, aquella visión que tenía era definitivamente privilegiada, movió un poco el cabello que le cubrían el rostro para verlo con mayor claridad; el niño comenzaba a adquirir un leve compás, aunque su lengua se movía por todas partes sin ningún ritmo fijo. Miyagi suavemente le movió la cabeza para atrás "Ya está bien" Y se colocó sobre el menor.

 

Volvió a besar al muchacho, para luego lamer su cuello hasta el ombligo, allí se detuvo un momento lamiéndolo y llegó hasta la pretina del pantalón. De un instante a otro el chico ya estaba desnudo con una evidente erección, tomó su miembro con una mano y lo masturbó, primero rápidamente y bajando el ritmo de su mano cada cierto tiempo, Shinobu gemía por cada cambio en la velocidad que hacía el mayor, luego lo metió de golpe en su boca, se movía hábilmente sabiendo lo que volvía loco a Shinobu, mientras seguía con su ardua labor de excitar al niño al máximo  subió una de sus manos a la altura de la boca del rubio "lámelos" petición que fue acatada como una orden.

 "Cuánto tiempo vas a seguir, entra rápido" le ordenó a Miyagi el cual sólo sonrió haciendo caso omiso a su pedido el que sonaba más como una súplica. El pelinegro al fin, quitó las manos de su boca para dirigirlas a su trasero, comenzó metiendo un dedo, para posteriormente tener tres dedos dentro del chiquillo, movía sus dedos en forma de círculos para poder dilatarlo "¿Estás listo? Voy a entrar" le anunció.

 

Shinobu apretó fuertemente sus ojos al saber lo que vendría. Sintió la presión en su trasero "Estoy entrando" le comentó burlonamente al ver como las mejillas del otro cobraban un color carmín. "Pues entra ya, no me avises lo que haces" protestó mientras apretaba las sábanas. Pronto todo estuvo dentro suyo, pero se sorprendió al ver que nada sucedía, abrió sus ojos y lo que vio  fue la sonrisa arrogante en la cara de su koi "Que demon..." no alcanzó a reclamar, pues el otro ya le había encarado "Si tienes tanta prisa ¿Por qué no comienzas a moverte?" Shinobu sintió que ya no podía más era tanto su orgullo que se hubiera levantado y echado a patadas al mayor, mas era tanta su excitación que sólo atinó a mover sus caderas contra las del otro y así estuvo por un momento hasta que se quejó "no puedo así, házmelo rápido"

El mayor puso las piernas del niño sobre sus hombros y lo penetró violentamente "¿Así está bien Shinobu-shin?" pregunto, pero no recibió respuesta en palabras, sino sólo los gemidos de placer. El vaivén se volvió cada vez más frenético hasta que al fin el menor se vino y Miyagi al sentir la presión en torno a su miembro se vino dentro de su niño.

 

El día llegó nuevamente, Shinobu abrió sus ojos pesadamente y estiró una mano hacia el costado para sentir a s koi, pero se sorprendió al notar que no había nadie. Se levantó recorrió la casa y no había ningún rastro de Miyagi. "Maldito viejo" pensó y sobre la mesa descubrió una nota que decía "Shinobu, me fui a trabajar. Llegaré tarde en la noche así que come algo y duérmete temprano" Pero quien se creía que era, después de todas las cosas vividas en una noche pensaba dejarlo así como si nada.

Al cabo de un rato se oyó los golpes en la puerta, "Shinobu What happened yesterday?" era su amigo, ya lo había olvidado por completo. Shinobu le inventó una excusa y le ofreció quedarse en su casa, pero el australiano lo rechazó amablemente, además ya tenía una pieza de hotel.

 

Shinobu estuvo todo el día dando vueltas por la casa, hasta que ya cerca de las 10 de noche sintió a su vecino. Corrió hasta la puerta y se abalanzó sobre el mayor aprisionando sus labios con un brutal beso en pleno pasillo "Shi...Shinobu" titubeó estupefacto quien acababa de llegar "Piensas que puedes dejarme así, sin más, después de lo que pasó anoche. Al menos toca mi puerta para avisar que llegaste y saluda a tu novio como corresponde" dijo mientras lo sujetaba firmemente de la camisa, Miyagi aún no alcanzaba a asimilar todo aquello, pero comenzó a reír al ver las actitudes de aquel molesto chiquillo que lo tenía totalmente atrapado, no sólo desde sus ropas, sino que también había logrado capturar su corazón, su alma, todo su ser. Le acarició los cabellos "Eres tan estúpidamente lindo" dijo riendo por lo bajo

"¿Qué?" preguntó atónito  "Nunca nadie me había dicho eso" refunfuñó "Pues apuesto que tampoco nunca te había dicho esto..."

"¿Qué nunca me habían dicho?" dijo intrigado "Que eres un terrorista. Que siempre serás un terrorista"

"Y eso que signifi..." no pudo terminar, pues ahora eran sus labios los que eran atrapados por el profesor de universidad Miyagi You.

Notas finales:

Este es el primer fanfic que escribo y tambien el primer intento de lemon, se que no me quedó muy bien, pero es que era mas dificil de lo que pensé n.n

Me gustaria saber que le pareció o leer críticas constructicas, asi que porfavor dejen reviews para saber que les pareció

bye


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