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El secreto del ángel por zandaleesol

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Personajes: Harry Potter/Severus Snape

Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.K. Rowling, no percibo beneficio económico por esto.



El secreto del ángel



&&&



Draco se mantuvo en el mismo lugar, no podía creer que le hubieran descubierto finalmente. La única explicación posible es que su hechizo contra Potter se había roto, no entendía cómo, había borrado los recuerdos de lo sucedido en ese lago hacía casi un año.


——No tenemos intención de hacerte daño, sólo queremos al bebé ——dijo Dumbledore mirando hacia donde estaba Narcisa con el pequeño en brazos.


La mujer al oír aquello se sintió aterrada, no entendía que hacían ellos ahí, cómo habían descubierto a su hijo; no comprendía por que Dumbledore hablaba de querer a su nieto.


——¿Draco qué está sucediendo? ——preguntó la mujer rubia.

——Es claro que nos han descubierto madre ——respondió Draco sin moverse de su lugar, pues la varita de Severus le apuntaba directo al corazón.

——Narcisa, será mejor que convenzas a tu hijo de que se entregue sin oponer resistencia, por su propio bien ——advirtió Dumbledore.

——Dumbledore déjenos ir, nos iremos de este lugar y jamás volverán a saber de nosotros, por favor.

——Los dejaré ir, pero deben entregarme al bebé primero ——dijo Dumbledore.

——¿El bebé? Se ha vuelto loco, ¿Por qué le entregaría a mi nieto? ——dijo la mujer rubia abrazando protectoramente al pequeño que se mantenía muy quieto.

——¿Tú nieto? ——preguntó Severus incrédulo, luego miró a Draco con odio.

——Ese no es su nieto, es mi hijo ——dijo Harry acercándose un paso más hacia la mujer.


Narcisa retrocedió incrédula.


——Estas loco, este bebé es mi nieto.

——No estoy loco señora, ese bebé es mío. Su hijo hace un año entró a mi casa y se lo llevó luego de atacar a mi esposo ——dijo Harry mirando con odio a Draco ——, pero me atacó a mí antes.


Narcisa miró a su hijo y al ver el rostro de Draco no tuvo dudas de que Harry le decía la verdad. Ahora entendía muchas cosas, el trato de su hijo con el bebé, aquello que decía sobre su venganza contra Snape, todo tenía sentido.


Dumbledore dirigió su varita en dirección a Narcisa, la mujer intentó proteger al bebé y a ella misma, no entendía que pretendía el director.


——¡Finite Incatantem!


El hechizo de Dumbledore envolvió al bebé con una luz azul. Narcisa miró al pequeño con atención y se sintió abrumada cuando vio que su aspecto comenzaba a cambiar o mejor dicho a retomar el verdadero. El cabello seguía siendo negro, pero los ojos antes oscuros ahora eran de un intenso verde esmeralda, sintió una profunda pena y miró a su hijo con rabia.


——¿Cómo fuiste capaz de una infamia semejante? ——dijo la mujer rubia.


Draco con la mirada fría no manifestó ni el más mínimo arrepentimiento.


——Él lo merecía madre, tenlo por seguro ——respondió Draco mirando con odio a Severus.

——¿Y yo también merecía ser engañada de este modo? Hiciste que me encariñara con un bebé que nunca fue tuyo.


Draco esta vez no respondió.


——Siempre supe que tenías un corazón duro, porque así fuiste enseñado por tu padre, pero que tu crueldad llegara hasta el extremo de robarle el hijo a este pobre muchacho ——dijo Narcisa.

——¡Pobre! ——exclamó enojado Draco ——. Potter no tiene nada de pobre madre, y además él me importa muy poco.

——Sí, eso está muy claro, siempre lo odiaste eso lo sé, pero creo que llegar al extremo de quitarle a su hijo…

——Él lo hizo para vengarse de mí Narcisa ——terció Severus.


La mujer lo miró con frialdad.


——Mi hijo hizo algo horrible y jamás estaré de acuerdo con su actuar. Pero ahora comprendo porque lo hizo.


Severus miró a la mujer con asombro.


——¿Creías que ignoraba que por años fuiste el amante de mi esposo y que luego lo abandonaste por ese muchacho? ——dijo Narcisa señalando en un gesto con la cabeza a Harry.


El rostro de Severus se torno más pálido que antes.


——Siempre supe que Lucius te amaba a ti ——continuó Narcisa ——, se casó conmigo sólo para unir las fortunas de nuestras familias. Tú, un mestizo pobre y sin ningún atractivo fuiste el verdadero amor de mi esposo.


Harry oía cada vez más preocupado a Narcisa, que aún mantenía a su bebé en los brazos y al parecer sin la menor intención de querer regresárselo. Decidió intervenir.


——Señora ——dijo Harry ——, ni mi hijo ni yo tenemos la culpa de eso.


Narcisa miró seriamente a Harry.


——Sé que no tienes culpa, pero tú esposo si la tiene.

——Tienes toda la razón Narcisa, soy culpable, pero Harry no lo es y tampoco mi hijo. Por favor regrésale el bebé a Harry, no es justo que él siga sufriendo y pagando por mis culpas.

——No lo hagas madre ——susurró Draco ——. Él merece seguir sufriendo, él traicionó a mi padre y a nuestra causa, fingía servir al Señor Tenebroso mientras ayudaba a Dumbledore.

——¿Nuestra causa? La causa de tu padre y tuya querrás decir, nunca fue la mía.

——¡Madre! ——exclamó Draco furioso.

——Tu padre murió Draco y también el Señor Tenebroso, esa causa de la que hablas terminó hace mucho y ya lo dije, nunca fue mi causa ——dijo Narcisa mirando al bebé de Harry que en ese instante enredaba con sus pequeños deditos el cabello rubio de la mujer ——. Es un bebé maravilloso.


Harry temblaba de pies a cabeza, lo único que deseaba era tener a su pequeño Ángel en los brazos por fin.


Narcisa lo levantó la mirada hacia Harry. No prolongaría más el sufrimiento del muchacho. Avanzó hacia el chico.


Draco intentó detenerla pero la varita de Dumbledore le apuntó amenazadoramente.


——Permite que tu madre haga lo correcto.


Draco abandonó al instante su intención ante la amenaza.


Narcisa se detuvo frente a Harry y luego de besar la frente del pequeño que había creído su nieto por tanto tiempo lo puso en brazos del muchacho que lo recibió con los ojos llenos de lágrimas.


Extrañamente el pequeño Ángel, no lloró al encontrarse en los brazos de quien era un extraño. Harry lo estrechó suavemente y besó su cabeza.


——Mi pequeño Ángel, creía que jamás volvería a tenerte en mis brazos ——susurró el muchacho de ojos esmeraldas ——. Gracias, señora.

——No me des las gracias, es tuyo. Tal vez no lo creas, pero realmente quiero a este bebé, saber que es tu hijo no ha cambiado mis sentimientos por él.

——Se lo agradezco señora, cuando recordé que había sido secuestrado me aterraba la idea de que sufriera mal trato.

——Nuestro elfo Gigli lo cuidó muy bien te lo juro, y yo le he querido mucho.


Tras estas palabras Narcisa se apartó rápidamente pues no quería prolongar su cercanía con el bebé pues le resultaba muy difícil apartarse de él. Luego miró a Dumbledore.


——¿Qué pasará con mi hijo? ——preguntó la mujer al viejo mago.

——Creo que esa respuesta ya la conoces Narcisa. Lo siento, pero el delito de tu hijo no puede quedar impune.


La mujer miró con profunda tristeza a su hijo.


Draco en cambio tenía la mirada más fría que había mostrado jamás. Sabía que oponer resistencia era inútil, él no estaba a la altura de un mago como Dumbledore, sin embargo tampoco le importaba mucho su destino, hacía tiempo que su corazón había perdido la capacidad de sentir, sólo se dejó conducir por el anciano mago. Al pasar junto a Severus le dedicó una mirada de odio y lo mismo hizo con Harry y el pequeño Ángel que se había dormido en brazos de su verdadero padre.


Narcisa derramó lágrimas, pues comprendía el destino que le aguardaba a su hijo, por años había logrado evadir al Ministerio. Cuando su hijo ya no podía verla las fuerzas la abandonaron de pronto y cayó de rodillas al suelo llorando amargamente.


Tanto Harry como Severus sintieron profunda compasión por ella. Severus y Harry intercambiaron una mirada. El muchacho de ojos esmeraldas se acercó a su esposo y con el mayor de los cuidados puso al pequeño Ángel en sus brazos, Severus cerró los ojos emocionado al sentir el calor y el aroma delicioso del pequeño que había creído perdido para siempre.


Harry se acercó a Narcisa que continuaba en el suelo. Se inclinó despacio y le tocó el hombro.


——Lo lamento por usted señora Malfoy, pero no puedo sentir lo mismo por su hijo.


Narcisa miró levantó el rostro y se enjugó las lagrimas.


——Lo sé, mi hijo tendrá el destino que él mismo eligió.


Tras estas palabras la mujer se rehízo y por fin se levantó del piso miró a Harry con dignidad.


——Estaré bien. Será mejor que se vayan ——dijo Narcisa mirando a Severus ——. Ya tienen a su hijo, estoy segura que lograran olvidar esta pesadilla y tendrá una buena vida.


Harry volvió a mirar a Severus. El hombre creyó comprender lo que preocupaba a su joven esposo, asintió con la cabeza.


——Señora Malfoy, no creo que deba quedarse en este lugar.


Narcisa miró en derredor y sonrió con tristeza.


——Esta sigue siendo mi casa a pesar de todo.

——Estoy seguro de que este lugar no guarda los mejores recuerdos para usted ——respondió Harry.

——Es cierto, no todos son buenos, pero estaré bien, quizá regrese a Italia.

——La soledad no es buena para nadie, me encantaría que viniera con nosotros. Nuestra casa no es tan grande ni tan cómoda como esta mansión, pero es un verdadero hogar.


Narcisa miró incrédula a Harry.


——Además no me gustaría que Ángel pasara la Navidad sin su “abuela”.


Narcisa se cubrió el rostro para ocultar las lágrimas.


——No puedo aceptar eso… No lo merezco ——dijo la mujer entre sollozos.

——Usted a cuidado y ha querido a mi bebé, y estoy seguro de que a pesar de saber que no hay lazos de sangre de por medio usted aún lo ama mucho. En su corazón Ángel siempre será su nieto.

——Harry tiene razón Narcisa. Por favor ven a nuestra casa, sólo faltan unos días para Navidad, esta será la primera que pasaremos con nuestro hijo, deseo de corazón que tú estés con él también.

——Son demasiado generosos a pesar del gran daño que les hizo mi hijo…

——Severus y yo sólo deseamos dejar atrás lo malo ahora que hemos recobrado nuestra felicidad ——dijo Harry mirando a su hijo ——, realmente me haría feliz que aceptara venir con nosotros, puede quedarse el tiempo que usted desee.


Narcisa sonrió a través de su tristeza y espontáneamente abrazó al muchacho.


——Gracias Harry… Seré feliz al seguir mimando a mi nieto.



&&&



La noticia de que el bebé de Harry y Severus había sido encontrado se expandió con rapidez por toda la comunidad mágica. El diario El Profeta le dedicó un amplio reportaje a la noticia y la casa de Harry se llenó de cartas de felicitaciones.


Ron y Hermione pasaron todas las tardes por casa de su amigo para visitar a Ángel, para ellos era maravilloso ver a Harry tan feliz. Aquella casa triste y apagada había recuperado esa armonía y felicidad que habían perdido un año atrás. Eso sí que en un comienzo la presencia de Narcisa en la casa les resultó algo incomoda, pero no por que tuviesen algo contra ella, sino simplemente era que la mujer les intimidaba un poco.


Pero no tardaron en darse cuenta de que Narcisa ya no era la mujer altiva y desdeñosa de antaño. Era una mujer solitaria que había volcado su afecto hacia el hijo de Harry, al que había creído su nieto, y que a pesar de saber que en realidad no lo era sus sentimientos por Ángel no habían cambiado.


Harry esa noche buena admiraba el árbol Navideño con aquel ángel de cristal brillando mágicamente, y con su otro Ángel en los brazos. Esos días Severus y él habían pasado cada minuto del día con su bebé. Harry había temido que Ángel mostrara incomodidad con su cercanía, después de todo durante todo un año habían estado separados. Pero para felicidad del muchacho Ángel desde el primer momento había mostrado congeniar con él y con Severus, ambos casi habían llorado cuando el bebé les regaló la primera sonrisa y con el paso de las horas y los días aquella característica del bebé se había acentuado, sonreía continuamente y balbuceaba palabras ininteligibles que hacían la delicia de sus padres.


Severus los observaba desde la entrada a la sala. La felicidad perdida hacia un año no creyó fuese posible recuperarla esa Navidad. Sigiloso caminó hacia donde se encontraban los dos seres que más amaba en el mundo.


——Jamás creí que esta Navidad sería la más feliz de mi vida ——habló el hombre de ojos negros cerca del oído de Harry.


Harry sonrió espontáneamente al escucharlo.


——Debo agradecer a ese accidente en ese auto muggle Sev, creo que haberte olvidado fue lo mejor que pudo sucederme.

——Sí, tienes razón mi amor ——respondió Severus ——. Aunque yo me sentí muy mal cuando comprendí que no estabas jugando y realmente te había olvidado de mí.

——Sé que te causé mucho dolor amor. Me porté tan mal contigo ——dijo Harry con pesadumbre.

——Debemos olvidar todo lo malo, ahora que estamos juntos los tres sólo pensaremos en la felicidad.

——Así será amor.


De pronto Ángel lanzó un grito lleno de entusiasmo, el ángel de cristal que brillaba en la punta del árbol Navideño destelló.


——¿Viste eso Sev? ——preguntó Harry con asombro mientras el pequeño en sus brazos levantaba sus manitas queriendo alcanzar aquella luz que había brillado extrañamente.

——Claro que lo vi.

——Es muy extraño que brille de ese modo, ¿no crees?

——Lo compraste en una tienda de artículos mágicos, no sería raro que no fuese sólo un simple adorno navideño.

——Lo vi brillar de ese modo aquel terrible día en el lago.

——Olvida eso Harry.

——No puedo Sev, debes comprender que la vida por desgracia no está hecha sólo de bellos recuerdos.

——Por supuesto que lo sé Harry, pero casi toda mi vida estuvo hecha de malo momentos, cuando me enamoré de ti por primera vez sentí la vida podía ser mejor aunque jamás tú me amarás.

——Pero sí te amé y me diste mucho trabajo hasta que por fin aceptaste que nuestro amor si podía ser posible.

——Siempre has sido muy obstinado, y me alegra que así sea ——respondió Severus con un sonrisa.


Ángel se había quedado muy quieto en los brazos de Harry, el muchacho lo miró con ternura.


——Se ha quedado dormido ——susurró el muchacho de ojos esmeraldas.

——Creo que deberíamos llevarlo a su cuna, pronto comenzaran a llegar nuestros invitados ——propuso Severus.

——Sé que es algo obsesivo de mi parte Sev, pero quisiera tenerlo cada segundo de mi vida así como está ahora.

——Es natural ese sentimiento después de tanto tiempo separados de él. Pero no debes preocuparte Gigli es feliz cuando se debe ocupar de Ángel.

——Lo sé, y hablando de Gigli, aún no sé que haremos con él, ya tenemos a Dobby y no necesitamos a otro elfo domestico, la casa no es tan grande, ya ha habido peleas entre ellos.

——Narcisa me ha dicho que pronto partirá a Italia, es seguro que se lleve a Gigli con ella.

——Me agrada que ella esté con nosotros.

——A mí también me agrada Harry, pero ella entiende que pronto debemos volver a la normalidad, somos una familia y las abuelas deben ser sólo una visita ocasional.

——Sev no me gusta que digas eso.

——No soy yo quien lo ha dicho amor, ha sido la misma Narcisa.

——Eso es totalmente cierto ——dijo una voz en la entrada del salón.


Al instante Harry y Severus se volvieron. Narcisa de pie en el umbral sonreía feliz.


——Veo que nuestra preciosidad se ha dormido ——dijo la mujer mientras se acercaba.

——¿De verdad estás pensando en marcharte a Italia? ——preguntó Harry.

——Sí creo que debo hacerlo, ustedes y Ángel necesitan ser una familia.

——Pero Narcisa de verdad que estamos felices de que estés con nosotros.

——Eso lo sé querido ——dijo la mujer mientras acariciaba la mejilla de Harry ——, pero las abuelas deben ser un visita esporádica, aunque les prometo que vendré a visitarlos muy seguido.

——¿Y cuándo te marcharás? ——preguntó Harry sin ocultar su decepción.

——Después de año nuevo, pero me tendrán por aquí otra vez al inicio de primavera.


Las llamas de la chimenea de la sala comenzaron a crepitar y se tornaron verdes.


——Los invitados comienzan a llegar ——dijo Severus.

——Llevaré a Ángel a su habitación ——dijo Harry.

——Iré contigo ——dijo Narcisa.


Severus se despidió del bebé con un beso y se dispuso a recibir a los invitados a la cena de Nochebuena.


&&&



Pasaban la una cuando por fin Severus y Harry despidieron al último de los invitados a la cena. Había asistido todo los Weasley con sus respectivas familias. La velada resultó alegre, la más alegre que recordaban Harry y Severus.


Ahora subían tomados de la mano los peldaños de la escalera que les llevaba al cuarto de su hijo. Al entrar encontraron a Dobby sentado en un mecedora tejiendo, al verlos entrar el elfo de inmediato se levantó.


——¡Dobby! Pensé que Gigli estaba cuidando a Ángel ——dijo Harry con asombro.

——Estaba señor, hace una hora le dije que se fuera a dormir, Dobby ya estaba desocupado después de atender a sus visitas y ahora podía ocuparse de su bebé, señor.

——Te lo agradecemos mucho Dobby ——dijo Severus con un sonrisa.

——¿No hubo problemas entre ustedes Dobby? ——preguntó Harry con cautela.

——Ningún problema señor Harry Potter, Gigli sabe que yo soy el elfo de esta familia y que él sólo es un invitado ——dijo Dobby con tono solemne.


Severus y Harry intercambiaron una mirada.


——Dobby nos gustaría que te llevaras bien con Gigli, él no estará aquí mucho días más, Narcisa partirá a Italia después del Año Nuevo y lo llevará con ella ——dijo Severus.


Dobby abrió los ojos con sorpresa pero luego se mostró bastante feliz con la noticia.


——No se preocupe señor, Dobby mantendrá muy buena relación con Gigli.


Harry se había acercado a la cuna de Ángel para observarlo dormir. Sonrió al verle con unos calcetines que el elfo había tejido, rojos con pequeñas Snich doradas.


——Gracias por los calcetines Dobby, te quedaron muy bonitos.


El elfo dio saltitos de alegría.


——Ahora Dobby está tejiendo un gorro para el bebé, el invierno está muy frío.


Dobby salió de lo más feliz de la habitación, el bebé ahora quedaría al cuidado de sus padres.


Severus se acercó hasta donde estaba Harry para observar los calcetines tejidos por Dobby.


——Debo reconocer que Dobby cada vez se perfecciona más en el arte de tejer calcetines ——dijo el hombre de ojos negros sonriendo.

——Me tejió unos iguales cuando estaba en mi tercer curso en Hogwarts, y debo reconocer que me encanta que ahora se los teja a mi hijo.

——Siempre te ha querido ——dijo Severus.

——Y yo a él ——respondió Harry sin apartar sus ojos de Ángel.

——Es muy tarde amor, debemos ir a descansar.

——Quiero quedarme aquí Sev.

——Entonces nos quedaremos ——dijo el hombre de ojos negros y sacando su varita convocó una amplia cama.


Harry lo miró feliz.


——¿Ya lo había adivinado verdad? ——preguntó el muchacho de ojos verdes.

——Pues sí, ya sabía que desearías dormir aquí en el cuarto de Ángel, y a decir verdad yo también quiero hacerlo, dentro de media hora será Navidad y el mejor regalo que podía recibir es despertarme junto a los dos seres que más amo en la vida.


Harry tomó con cuidado a Ángel para no despertarlo y lo puso sobre la cama que había convocado Severus.


Luego cada uno de los padres se acomodó a cada lado y observaron con ternura al pequeño. Se observaron brevemente a los ojos y sonrieron con idéntica alegría, por fin se sentían felices y completos, habían recuperado aquello que a muy pocos se les concedía, la felicidad perfecta.


FIN


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