Sobre antojos y repulsiones
Sakura lo había pasado a buscar temprano para ir a la tienda que estaba a unas cuantas calles, Tsunade le había dicho que debía empezar con una dieta estricta para que los bebes se desarrollaran sin complicaciones y ella se había ofrecido a ayudarlo. La peli rosa llevaba una lista que le había dado la rubia mientras Naruto la seguía con un carrito pero al ver que este se iba llenando su amiga decidió cambiar de puesto para que no se cansara.
-Sakura-chan, no creo que esto sea necesario- es que ver tanta comida de diferentes aspectos le era extraño en sí, lo único que compraba era ramen y con eso era más que suficiente, según él.
-nada de eso Naruto, debes empezar a comer más sano y no solo ramen, ya oíste a Tsunade-sama sobre la dieta.
-si, pero no creo poder comer tanto yo solo, aun cuando tenga que hacerlo por tres- dijo apuntando al carrito
Sakura vio el carrito que estaba a punto de desbordarse y se sonrojó levemente al caer en cuenta que Naruto vivía solo. Sin hacer comentario comenzó a dejar la mitad de los productos sobre otro carrito desocupado para luego dejarlo olvidado en algún otro sitio de la tienda, ya los empleados de esta se encargarían de devolverlos a su sitio.
Olvidaba que su rubio amigo vivía solo y por lo tanto debía llevar menos que para su familia… de vez en cuando acompañaba a su madre para hacer las compras y llevaban más o menos la misma cantidad de productos que estaba llevando para el rubio. Suspiro con tristeza y dio gracias que el rubio no lo notara. Él no tenía una familia como ella, una madre cariñosa que lo esperara con la comida caliente o un padre que le diere consejo cuando lo necesitase…
-Sakura –chan, ¿podemos comprar jugo de tomate?- pregunto el rubio con una botella con el rojo liquido entre las manos
-no creo, debemos hacer que el dinero que nos dio Tsunade-sama nos alcance para comprar algunas otras cosas que necesites- estuvo a punto del golpearse contra un muro, iba a llevar un carrito completamente lleno hasta hace solo un minuto y se había olvidado del dinero con el que contaban. Tsunade-sama le había entregado a ella el dinero para las compras para que el rubio no la gastase de manera inecesario y ella iba a hacer lo mismo.
-pero es que quiero tomar jugo de tomate- puso ojos de esos que ponen los niños pequeños para conseguir lo que quieren, eso sí sin resultado
-no Naruto
-¡es que necesito un jugo de tomate!- lloriqueo
-Naruto… ¿tienes antojos?
-¿Are?- pestaño confuso- creo…que si- la mirada azul cambio de inmediato dándole un brillo especial, llevo una mano a su vientre y sonrío como lo haría cualquier madre.
-está bien, toma el dichoso jugo de tomate, y lo pagaremos en la caja- sonrío y siguió caminando con el carrito, aun le faltaban un par de cosas de la lista, seguida por Naruto quien literalmente se trago la botella de jugo, valla que era complicado eso de los antojos ¿a quién en su sano juicio tomaría jugo de tomate por que si? Aun habiendo otros sabores, quien sabe que otras cosas se le ocurrirían comer al rubio durante su embarazo.
-Sakura-chan, no estoy inválido- Sakura llevaba la mayoría de las bolsas de la tienda, pasándoles unas pocas a Naruto que además eran las con productos más livianos
-no Naruto, debes evitar el peso extra
-no es justo- hiso un gesto enojado frunciendo los labios de manera graciosa, siempre hacia solo las cosas y que los demás las hicieran por él le molestaba.
Llegaron a la casa del rubio y después de dejar todo debidamente arreglado en el mueble de cocina se dedicaron a revisar la ropa del rubio.
-¡Naruto!, ¿! como puedes tener solo trajes naranja ¡?
-esto… ¿me son cómodos y me gusta el color?- una sonrisa nerviosa se posaba en su rostro, algo bueno de todo esto es que Sakura no lo había golpeado, seguramente por respeto al estar embarazado a otra cosa.
-uff-suspiro- tenemos que cambiar esto, uno no está mal pero no puedes tener solo trajes naranjas, ahora deberás comprar ropa mas holgadas para no aplastar tu estomago y un cambio de color no estaría mal…mmmm….-poso una mano sobre su barbilla- quizás algo en azul te vendría bien-
-de verdad esto no es necesario-una gotita estilo anime descendió por la sien del rubio, miro el reloj-despertador que estaba colocado en su mesita de noche dándose cuenta de la hora, eran casi las dos de la tarde-Sakura-chan, ¿no deberíamos comer algo?, ya es algo tarde
-¿Qué?- salió de su mundo de ropa y tiendas para ver al mismo reloj de su amigo- o es verdad, debes comer a tus horas y ya te pasaste.- cerro el cajón de la cómoda para dirigirse a la cocina, que estaba a unos pasos.-hoy yo cocinare pero que no se te haga costumbre
-¡hai!
Decidió cocinar algo rápido debido a la hora, saco una lata de atún del mueble de cocina y lavo una lechuga para picarla en tiras y la dejo en agua, luego vacio el tarro de atún en un recipiente para quitarle las espinas, una vez hecho esto junto la lechuga con el atún, le agrego algo de limón, un poco de aceite de oliva y una pisca de sal, lo revolvió todo puso los platos sobre la mesa y saco el tarro con mayonesa de la nevera para ponerla sobre la mesa, dos tenedores y los vasos con jugo de Naranja.
-lávate las manos que esto ya está listo
-hai- luego de unos momentos el rubio salió del baño y se sento en una de las sillas- ¿Qué es esto?
-se le llama salmón con lechuga solo que con atún en vez de salmón- sonrió de medio lado
-se ve bien
-es algo ligero pero nutritivo, el pescado te hará bien- tomo el tarro con mayonesa y lo abrió, con una cucharilla le puso un poco a su plato- ¿quieres?
-está bien, es la primera vez que como algo así
-si solo comes ramen es obvio que no conozcas algo tan sencillo como esto- puso algo de mayonesa sobre el plato del rubio
-jeje, creo que tienes…- el olor a la mayonesa inundo sus sentidos y sintió unas terribles nauseas, llevo una mano a su boca por acto de reflejo
-¿Naruto?
Rápidamente se levanto y corrió en dirección al baño ante la mirada sorprendida de Sakura quien al escucharlo vomitar también sintió nauseas. Evitando también devolver lo poco que había alcanzado a comer, por no decir nada, se dirigió al baño.
-¿Qué paso?- pregunto mientras pasaba la mano por la espalda de su amigo tratando de que se aminorara la sensación en él.
-creo que no quiero mayonesa- dijo antes de volver a vomitar
“Con los antojos viene las repulsión a ciertos alimentos”, recordó las palabras de la Hokage y sin querer noto lo que el rubio vaciaba al retrete y como el jugo de tomate de esa mañana se iba por este. Sintió ganas de vomitar y salió del cuarto del baño antes de querer hacer lo mismo que el rubio.
-creo que he empezado a odiar la mayonesa- escucho una nueva arcada por parte del rubio- y el jugo de tomate…