Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La historia de un mago por takeru_256

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hooooooooolaaaaaaaaa owo aqui estoy publicando mi nueva idea xD llebava con este fic meses pero ahora es que me animo a subirlo

A decir verdad se me ocurrio derepente, un rato de fastidio en el que quise desahogar mi amor por el yaoi y la magia y este fue el resultado owo espero les guste tanto como me a gustado a mi escribirlo n.n

Ah! y lo siento mucho, para los que hallan leido mi otro fic, enserio, juro que no recordaba que lo habia publicado D:! ya van 8212315315313 mil añós sin actualizar pero pronto lo actualizare x3 enserio lo siento x3

Y bueno, ahora  si ya es todo n.n disfruten la historia, y recuerden, una gran aventura puede llegar al tan solo voltear en una esquina =D!.

Notas del capitulo:

Hooooooooolaaaaaaaaa owo aqui estoy publicando mi nueva idea xD llebava con este fic meses pero ahora es que me animo a subirlo

A decir verdad se me ocurrio derepente, un rato de fastidio en el que quise desahogar mi amor por el yaoi y la magia y este fue el resultado owo espero les guste tanto como me a gustado a mi escribirlo n.n

Ah! y lo siento mucho, para los que hallan leido mi otro fic, enserio, juro que no recordaba que lo habia publicado D:! ya van 8212315315313 mil añós sin actualizar pero pronto lo actualizare x3 enserio lo siento x3

Y bueno, ahora  si ya es todo n.n disfruten la historia, y recuerden, una gran aventura puede llegar al tan solo voltear en una esquina =D!.

Cuenta la leyenda que cada 200 años, aparece entre los aldeanos de la pequeña aldea Okami un joven mago con un pesado destino sobre sus hombros, este destino es, evitar la ira de los Dioses, mejorando su magia y ofreciéndoselas, junto a su vida  para que puedan conservar su poder y así  mantener la paz y armonía.

 

Esta tradición llevaba largo tiempo, y el heredero de dichos poderes mágicos era respetado y ayudado por los aldeanos  hasta que el día de cumplir con su destino llegase, sin embargo, no todos lo hacían felizmente, dado a que este “Destino” implicaba su muerte, y mas aun porque para ese día, aun eran jóvenes, ya que la tradición dictaba que a los 17 años del joven, era tiempo de cumplir con lo que le correspondía.

 

Ya habían pasado 212 años desde que el último mago entrego su vida, es decir que ya, hace 12 años había nacido un nuevo sucesor de esta tradición, su nombre era Akima Shiro, era un chico castaño, medio alto, de piel blanca y ojos color café, era un chico alegre aunque algo tímido, y en cuanto a su “don” aun no lograba dominar bien la magia, aunque con lo que se esforzaba para lograrlo seguro que pronto lo conseguiría.

El vivía solo, debido a que su madre había muerto de una enfermedad hace unos 2 años, ella nunca acepto por completo el destino de su hijo, dado a que le entristecía mucho la corta y dura vida que tendría, sin embargo al final, antes de morir, le dijo a su hijo “Shiro… recuerda que eres el dueño de tu propio destino, y que siempre, sin importar lo que pase, todo tiene una solución” y en cuanto su padre, se separo de ella antes de que el naciera así que nunca le conoció. 

Shiro era un chico bastante alegre y había logrado sobrevivir solo gracias a la ayuda de la gente de allí, era un poco torpe pero muy determinado con lo que se proponía, vivía en una pequeña casa casi a las afueras del pueblo, le gustaba allí porque era un lindo lugar y tenia fácil  acceso al bosque, donde practicaba la magia y buscaba frutas y agua frescas para comer de vez en cuando, amaba la fruta.

Ese día Shiro estaba entrenando en el bosque como de costumbre, practicaba hechizos y conjuros de viejos libros que le fueron dados por los aldeanos un poco después de nacer, cuando de pronto, practicando un conjuro rompió una de las ramas de un árbol, la cual le callo encima a un oso y el oso se levanto furioso, la cara de horror de Shiro en ese momento no tenia descripción, porque aunque era un mago y podía librarse de la situación con facilidad, aun le quedaban demasiadas cosas por aprender y no sabia muy bien como deshacerse del oso.

Hizo lo primero que le vino a la mente, correr, corrió y corrió en quien sabe que dirección, pero por mas que corriera no conseguía librarse del oso, el animal era bastante velos, así que… plan B, tratar de detener al oso con magia.

-Terra magnitude- pronuncio el joven mago deteniendo sus pasos en seco, haciendo que la tierra comenzara a temblar y muchas ramas de árboles cayeran sobre el oso, no serviría para detenerlo pero al menos ganaría tiempo, así mientras el oso se deshacía de las molestas ramas el chico corría nuevamente y pensaba en algún conjuro que lo ayudara a zafarse de la situación ya que nuevamente, el osos estaba por alcanzarle

-Fira Raide- Pronuncio nuevamente haciendo que un pequeño camino de fuego surgiera desde detrás de sus pies hasta donde se encontraba el oso, pero lo que consiguió fue que el oso corriera mas rápido, buscando salir de aquel caliente camino –¡¡No puede ser!!- grita el joven resignado y corriendo aun mas rápido, y lo peor sin nuevos conjuros en mente, al menos ninguno para deshacerse del gran problema que venia tras el.

-¡Moriré! ¡Moriré! ¡Moriré!- gritaba desesperado mientras corría y le daba gracias a los dioses de que al menos no tenía que hacer testamento ya que no tenia nada que se le pudiera “dejar” a alguien

-Grrrrrr- Se escucha el gruñido del animal que ya estaba prácticamente sobre el, ya estaba muerto, o al menos eso creyó hasta….

-¡Agáchate!- Se escucho una voz a lo lejos, a lo cual el hizo caso, y al agacharse una piedra golpeo la cabeza del animal haciendo que este retrocediera y dándole tiempo al mago de volver a levantarse y buscar a quien le salvo

De entre los arbustos salio un chico de cabello negro y ojos del mismo color, vestía una camisa color verde, atravesada del codo derecho hasta la línea del pantalón por una cinta, la cual sostenía una espada que sobresalía de su espalda, también llevaba un pantalón marrón, unas botas de un marrón mas oscuro y detrás de su espalda, un bolso mas o menos grande, se veía de unos 13o 14 años y era un poco mas alto que Shiro

-¿Estas bien? ¿Que hace un niño como tu caminando solo por un bosque tan peligroso?- Hablo el chico que acababa de aparecer frente a el

-¡¿Como que niño?! ¡No soy un niño! Además tu también lo er….- No pudo seguir ya que un gruñido a su espalda le hizo recordar que no era el momento para discutir la edad, el oso se había parado en dos patas y estaba listo para atacarlos.

El otro joven se puso frente a el y saco su espada, la espada tenia una hoja reluciente y filosa, se notaba que estaba bien hecha, tenia la agarradera de color dorado y había una joya circular azul al final de la misma, el oso retrocede un poco al ver el objeto filoso frente a el, lo cual le da a Shiro tiempo para ponerse junto al otro chico, teniendo en mente que no lo dejaría llevarse toda la gloria

-Emmmm niño… creo que es mejor que te quedes detrás-

-Yo también se hacer algo, ¡y no soy un niño!- 

-Como sea…-

El joven de la espada se acerca al oso y trata de hacerle un corte en una de sus patas, pensando que con suerte el oso se iría asustado, sin embargo el animal reacciona y da un manotazo tirándole hacia atrás.

-Demonios… si se quedara quieto un momento….- 

-Puedo hacer eso-

-¿Que? Niño… ¿Porque no mejor observas?-

-¡¡¡Que no soy niño!!! Y tu solo ataca al oso, yo me encargo de distraerlo-

-Pero… como?- 

-Tú solo hazlo-

-De acuerdo….- El joven se aproxima nuevamente al oso para atacarlo con la espada

-Terra Magnitud- Nuevamente Shiro pronuncia ese hechizo, haciendo que  el suelo temblase y el animal se tambalease de un lado a otro buscando mantener el equilibrio

Ya con el oso distraído fue fácil propiciarle un golpe en una de sus patas, y al verse herido, el oso corrió y se adentro nuevamente en el bosque alejándose de ellos

-¿Y eso que fue…?- Pregunta el otro chico guardando su espada

-¿Eso?-

-Si…Eres mago… eso quiere decir que tu eres…-

-Si, soy el nuevo sacrificio- dice sonriente, como si fuese algo natural

-valla manera de decirlo la tuya….-

-jeje… bueno, no te eh dado las gracias por salvarme así que… gracias- Dice Shiro sonriendo

-No hay de que…¿Como te llamas?-

-Soy Akima Shiro… ¿y tu?- 

-Yo soy Matsuo Ikuto mucho gusto-

-¿Y de donde vienes?, ¿Eres de aquí? Nunca te había visto-

-No, soy de Trasden, una aldea algo lejos de aquí-

-¡Wow! ¿Y que haces aquí?, ¿Con quien viniste?-

-Vine solo, estoy en un viaje-

-¿A si?, ¿Tu solo? ¿Y porque viajas?-

-Busco Al hada Kimiko-

-¿El hada Kimiko?-

-Si, es una poderosa hada, nadie sabe donde habita realmente, pero dicen que tiene un  poder más  grande que el de cualquier mago o adivino, su poder es comparable al de un Dios, y también dicen que a la persona que la encuentre le será concedido un deseo-

-¡Wow! ¿Y que pedirás tu?-

-Aun no lo se, talvez vivir despreocupado o buena salud de por vida o algo así -

-Ya veo, ¿Y cuanto tiempo te quedas aquí?-

-No lo se… un par de días pensaba en descansar-

-¿Donde te quedaras?-

-En el bosque… aquí traigo una tienda de acampar y con la comida de  aquí estaré bien-

-¿Pero no es peligroso?-

-Naaaa ya lo eh hecho varias veces en distintos lugares-

-mmm ¿Porque no mejor te quedas en mi casa?-

-¿Seguro? ¿No se enojaran tus padres?-

-No, vivo solo-

-¿Enserio? ¿Tan pequeño?-

 -Mira quien lo dice, el que viaja el solo-

-Buen punto, bueno esta bien entonces-

-¡Bien! Vamos allá y comamos algo, muero de hambre-

-ok… ¿Y por donde es?-

-Es por….- Shiro mira a los alrededores –¡Demonios!- Grita frustrado -Me eh perdido huyendo del oso-

-jajajajajajaajajajaja valla niño- Habla Ikuto burlón

-¡Calla!- grita algo apenado -Igual la puedo encontrar-

-¿Si? ¿Y como?-

-Magice Rastrum- el joven mago cierra los ojos –¡por allá!- dice después de un tiempo, abriendo los ojos nuevamente y tomando la mano de Ikuto para guiarle

-¿Eh? ¿Y que fue lo que hiciste?-

-Es el “Magice Rastrum” es un conjuro que me deja saber los últimos lugares donde use magia, y uno de ellos es donde entreno que esta cerca de mi casa-

-mmm ya veo… jeje nada mal para un niño-

-¡Calla!-

-jeje-

Caminaron un poco mas y llegaron a otro lugar del bosque, era un lugar con bastante espacio ya que no tenia árboles en medio, todos estaban a su alrededor y a un lado de varios árboles había un pequeño arrollo, también se podían notar algunas marcas de quemaduras o hojas y ramas de árboles rotas y quemadas como resultado del entrenamiento de Shiro

-Es aquí- Dice Shiro quien aun tenía sujetada la mano de Ikuto, pero ninguno parecía darse cuenta

-Emmmm- hablo por fin algo sonrojado el chico de la espada haciendo que Shiro se diera cuenta de lo que hacia.

-¡L-Lo siento!- Se disculpo mientras soltaba su mano de golpe y se ponía igual de rojo que su compañero

-jeje…- ríe nervioso –¿Y donde es tu casa?-

-Es por aquí- Empieza a guiarle a cierto punto del bosque donde a lo lejos se ve una pequeña y confortable cabaña de madera, del techo sobresalía una chimenea, al frente tenia un par de cubetas vacías y por delante se podía ver la  puerta del mismo material de la casa, con algunas líneas verticales talladas en ella.

-Esta es mi casa- Dice una vez que han llegado, abriendo la puerta e invitando al otro joven a pasar.

Por dentro la casa era bastante bonita, desde la puerta se podía ver la chimenea, y un par de sofás frente a ella para sentarse en las frías noches, en el suelo frente a la chimenea había una pequeña alfombra, del otro lado había una pequeña mesa de madera  con dos puestos, uno de cada lado y sobre ella una canasta con algunas frutas y cerca  de la mesa estaba la cocina un poco desordenada pero no se veía mal.

-Oh… tu casa es muy bonita-

-¿Enserio? ¿Te gusta?-

 -Si, me gusta bastante-

-Gracias, ahora entremos, enseguida preparo algo de comer-

Ambos entran a la casa y Ikuto se sienta en uno de los sofá, mientras espera a que Shiro prepare la comida, ya que por mucho que le insistió, el joven mago no quiso dejarle ayudar con la excusa de “ser descortés dejar trabajar a un invitado”

Un rato después Shiro sale de la cocina con un par de platos en la mano

-¡Listo!- Pone el par de platos sobre la mesa y lo llama a comer y ambos empiezan a comer, una vez que terminan Shiro ayuda a Ikuto a arreglar sus cosas en su cuarto y luego salen para que Ikuto conozca la aldea.

La aldea era un pequeño lugar, con muchas casas construidas de piedra y madera, por todos lados se veían los comerciantes vendiendo distintas cosas, y también varias personas caminando hacia distintos lugares, era pequeña pero bastante activa

-Y allá es donde vive la adivina- Dice Shiro señalando a una de las muchas casas dentro del poblado.

-¡Oh! ¿Adivina?-

-Si, ella es muy buena y es la única adivina de aquí-

-¿Enserio? ¿Y adivina la suerte de cualquier persona?-

-Si, en tanto se lo pidas creo que lo hará-

-¡Suena divertido! ¿Podemos ir?-

-¡Claro!, ¡Vamos!-

Caminaron hasta la casa de la adivina y una vez allí tocaron la gran puerta de la casa

-¡Yui-san!- Grito Shiro después de tocar la puerta, un poco después ella abrió, ella era una mujer un poco alta con una larga cabellera color negro que llegaba hasta un poco mas abajo de su cintura, su cabello estaba cubierto hasta la mitad por un velo color violeta, que llegaba, por la parte delantera hasta un poco mas abajo de su frente, vestía un hermoso vestido color morado, muy decorado con pequeños detalles en la cintura.

-¡Joven Shiro! ¿Que lo trae por aquí?-

-¡Hola Yui-san! Pues estaba dándole un recorrido a mi nuevo amigo, su nombre es Ikuto y viene de lejos, el tenia curiosidad por conocerla y saber si podía leer su fortuna-

-Mucho gusto joven Ikuto- dice la adivina mientras se voltea a donde esta el chico y le sonríe –Soy la adivina de esta aldea, mi nombre es Yui y con gusto les leo la fortuna- ella sonríe nuevamente –ahora pasen adelante y siéntense en la sala Shiro sabe donde es en un momento estaré con ustedes- y sin decir mas la mujer les empuja adentro y cierra la puerta

Ambos chicos entraron a la sala de la casa, Ikuto se sorprendió, era una habitación algo extraña, con muchos cetros de varios colores y tamaños colgados en la pared, también pequeñas repisas con líquidos de distintos colores, noto también que olía a incienso lo cual daba un agradable ambiente y tenia en medio un par de sofás a los lados de una mesa

-Ven, sentémonos- dice Shiro llevándole a uno de los sofás

Una vez sentados esperaron un momento por Yui, quien entro al poco tiempo

-Bien… ¿Empezamos?- Pregunta ella mientras toma asiento en el sofá contrario al que están Ikuto y Shiro

-Si, empecemos- Dice Shiro poniendo una de sus manos sobre la mesa, mientras que Ikuto observa curioso

-Oh… había olvidado que el joven Ikuto no conocía mi método de adivinanza, lo siento – Ella lo mira – Bien joven Ikuto, mi método consiste en tocar a las personas para saber que tipo de cosas sienten o piensan y…. la verdad no lo se explicar bien, mejor ves como se hace ¿esta bien?-

-Si… entiendo- Ikuto pone su mano sobre la mesa como lo hizo Shiro

-Bien… entonces todo esta preparado- La mujer cierra los ojos y toma las manos de ambos, una con cada mano, luego de eso no se escucha nada… todo es silencio, hasta que ella habla nuevamente

-Joven Ikuto… ¿Que es eso que tanto le preocupa?- Pregunta ella dejándole sorprendido, siquiera habían pasado 5 minutos y ya sabia que estaba preocupado –Estas…. Huyendo ¿verdad? Pero, a pesar de huir, quieres volver al lugar de donde huyes, ¿Por qué? –Vuelve a hablar la adivina  dejando al joven viajero aun mas sorprendido, realmente lo que Shiro le decía era verdad, esa mujer era buena en lo que hacia.

-Me… me echaron de mi pueblo natal, y no quiero volver hay, sin embargo, mi padre aun esta hay y el es todo lo que me queda…-

-¿Por qué el no vino contigo entonces?-

 -Porque cometió un crimen contra esas personas, y si deja la aldea... Le perseguirían hasta matarlo, acusado de traición-

-Ya veo…El esta muy preocupado, siempre a orado por tu bien, espera volver a verte pronto-

-Si, definitivamente, iré a verle otra vez-

-Eso le gustaría…-

Nuevamente reina el silencio en la habitación, Shiro escuchaba atentamente lo que ella decía, no sabia nada de eso, aunque era natural ya que después de todo llevaba conociendo al chico 5 minutos prácticamente, pero por lo que escucho, parecía que el también había pasado por cosas bastante duras

-Shiro… Te felicito… te estas esforzando en lo que haces-

-Si, estoy haciendo lo mejor que puedo-

-Eso es bueno…-

Nuevamente hubo silencio

-Por lo que puedo ver… parece que el destino les esta dando una oportunidad a ambos, parece que el conocerse, les ayudara a ambos a tomar una decisión-

-¿Una decisión?-

-Así es y parece que ya es tiempo de ir al siguiente paso- La mujer los suelta y se levanta del sofá, dirigiéndose a un punto de la sala donde había un par de gabinetes de madera y, al estar frente a ellos los abrió y saco una pequeña tabla de forma circular

-Esta, es una tabla elemental- comenzó a explicar Yui mientras tomaba asiento nuevamente –A diferencia de mi método natural, es decir el que use anteriormente, esta tabla, usa la energía elemental y un poco de energía mágica para revelar una parte del destino de las personas- Ambos jóvenes la miraban atentamente, ni siquiera Shiro, quien ya había ido con Yui varias veces había visto ese objeto antes – Shiro… te la mostré hoy porque ya tu poder mágico es el requerido para poder usarla contigo, sin embargo, tendrás que ayudarme -

-¿Ayudarte?

-Así es, esta tabla era pasada de generación en generación en mi familia, hace ya muchos años, nosotros los adivinos, éramos capaces de invocar los poderes de la tabla por nuestra cuenta, usando nuestros propios poderes mágicos-

-Es decir que…. ¿Yui-san tu también tienes magia?-

-Algo por el estilo…. Es decir, no es como tu magia con la que se puede usar conjuros o hechizos, es magia que nos era útil solo para el arte de la adivinación-

 -Ya veo…-

-Sin embargo, con el paso de las generaciones ese poder se ha ido debilitando, dejando a los adivinos actuales sin el poder necesario para utilizar este tipo de herramienta por nuestra propia cuenta, y por tanto requerimos del poder de otro ser mágico, que pueda prestarnos el suficiente poder para cumplir nuestro trabajo-

-mmm y ¿Porque esperaste hasta ahora para decirme eso? Se que eh madurado en poderes y eso… pero no percibo tanto poder mágico proviniendo de esa cosa… así que hace uno o dos años no se me hubiese hecho tan difícil manejarla-

-Talvez tengas razón, pero según la tradición de la aldea, no se le puede revelar su destino por este método al “mago elegido” hasta que no halla alcanzado cierta madurez, por temor a algún fallo, por falta o exceso de poder-

-O sea que ¿A los que se sacrificaron hace más de 200 años, también hicieron esto?-

-Así es, es una tradición, normalmente su destino revela lo que deben hacer para terminar de madurar mágicamente-

 -Entiendo…-

-Bueno… ahora hagámoslo- Dice ella, mirándoles a los dos y acomodando la tabla boca arriba sobre la mesa, la tabla era algo grande y tenia forma circular, en el medio tenia dibujado un gran rombo, cuyas esquinas sobresalían por 4 lados del circulo, cada esquina era de un color distinto, los colores eran, azul, verde, rojo y blanco, con un símbolo elemental dibujado en cada uno de esos colores, en el centro del rombo, tenia una pequeña estrella de 6 puntas, rodeada de extrañas escrituras en color negro.

-Bien, les explicare rápidamente, esta tabla elemental, tiene 4 partes que ayudan a funcionar su magia, la primera es la representación de los 4 elementos básicos, agua, tierra, fuego y aire, que están representados por los colores y los símbolos de las esquinas, la segunda es el rombo del centro, que representa la relación que tienen todos los elementos entre si, uniendo cada una de las esquinas donde están los colores y símbolos, la tercera es la estrella del centro, cuyas puntas, representan la unión de los elementos para la creación de algo nuevo, por ejemplo la unión del agua y el aire frío para formar el hielo y por ultimo están las letras alrededor de la estrella del centro, escritas en una antigua lengua de esta aldea, las cuales, son un viejo conjuro para absorber la magia del adivino y mantenerla en la tabla, y también para pasar las “visiones” de la tabla al adivino, que es lo que nos ayuda a ver el destino de las personas, o diciéndolo mas simplemente, ayuda a ver algo del futuro, aunque no es exactamente decir lo que pasara mañana o pasado, si no mas bien, advertir sobre futuras pruebas o dificultades que tengan que pasar las personas mas adelante-

-creo que entiendo-

-si, yo también-

Hablan ambos jóvenes después de escuchar la explicación.

-Bien ahora lo que tienen que hacer es poner una de sus manos en cualquiera de los lados de la tabla, y joven Shiro, concéntrate, y deja fluir tu magia para que la tabla comience a funcionar, yo me encargo del resto- Dice ella poniendo también su mano sobre la tabla y cerrando los ojos.

Poco después se siente el poder de la magia de Shiro empezando a fluir y se ven iluminarse las escrituras en el centro de la tabla, Yui simplemente permanecía tranquila con sus ojos cerrados y su mano sobre la tabla, mientras los otros dos simplemente, observaban

-Les espera un largo viaje- Hablo ella con sus ojos cerrados –Un largo y peligroso viaje, en búsqueda por el cambio de su destino- hablaba de ella sin cambiar de expresión, simplemente hablaba, como si lo estuviese leyendo –Pasaran por muchos lugares, conocerán distintas personas, y… se fortalecerán mientras vallan avanzando, todo para conseguir aquello que desean, sin embargo, el resultado de este viaje será definido por sus acciones, y por su cooperación, el uno con el otro, se necesitan para sobrevivir, tu joven mago, necesitas las habilidades de un guerrero para resguardarte mientras realizas conjuros a la hora de enfrentarte a algún peligro, pero mas importante,  necesitas a un compañero, alguien que te acompañe en todas esas pruebas que te esperan de aquí en adelante… y tu joven guerrero, posees un corazón y una determinación dignas de admirar, sin embargo, no podrás sobrevivir solo en el viaje que te propones realizar, por eso necesitas a alguien que te apoye en los momentos que dudes de tus metas, y te ayude a seguir adelante con ella.- Después de eso, ella termino de hablar, y las letras de la tabla perdieron su brillo, volviendo otra vez a como eran antes

-Shiro…. Todo indica que tu destino es, compartir este viaje con el, parece que es lo que te hace falta para dominar completamente tus poderes- ella se levanta y guarda la tabla, sacando algo mas de la gaveta donde la tenia guardada –Esto… te debía ser entregado al menos un par de años mas adelante- Dice mostradote una varita de madera, con escrituras parecidas a la de las la tabla grabadas en ella –Sin embargo… parece que no volverás aquí en bastante tiempo así que…- La mujer se la entrega

-¿Que es esto Yui-san?- pregunta observándola curiosamente

-Es una varita, un artefacto que ayuda a amplificar la magia, con ella ya no tendrás que usar los conjuros para invocar a los elementos básicos, sin embargo lo mas recomendable es usarlos para la creación de elementos ambiguos como el hielo, y claro también con los largos y algo complicados conjuros, que suelen ser los mas poderosos…. Sin embargo para usarla necesitas una gran concentración, ya que no estarás utilizando el conjuro que es la base del surgimiento de la magia a la hora de un hechizo-

-Ya veo… Gracias Yui-san- Shiro sonríe

-Y… Joven Guerrero, el que viniera a esta aldea y conociera a Shiro no fue una coincidencia, era su destino emprender este viaje junto a usted, usted es alguien con una determinación digna de admirarse, y estoy segura que en un futuro no muy lejano será alguien muy fuerte, por eso… le pido que por favor cuide del joven Shiro… ya que el es muy importante para todos nosotros- Dice ella mirándole

 -Claro, mmm.. Yui-san, cuidare de el-

Yui se levanta y toma una de las pociones de una estantería, entregándosela a Ikuto, la poción era de color rojo y venia en una botella circular, un poco más pequeña que la mano

-Esa es una poción curativa, de seguro les será útil mas adelante, pero úsenla moderadamente, ya que en esa cantidad, solo podrán usarla dos o tres veces-

-Esta bien… gracias-

-Bien… esto es todo lo que puedo hacer por ustedes, de aquí en adelante es decisión propia que harán y que caminos tomaran, por favor… cuídense mucho y regresen con  bien-

-Claro- dicen ambos levantándose y dirigiéndose a la entrada

-Muchas gracias señorita Yui-

-No hay porque- ella les sonríe –Hasta pronto, cuídense mucho- dice luego viéndoles a ambos salir

Después de salir de la casa de la adivina y terminar el pequeño recorrido por el pueblo, ambos fueron a casa de Shiro nuevamente, necesitaban hablar, y tenían mucho de que… por parte de Shiro, sentía curiosidad de saber que le había pasado a su nuevo amigo y porque le habían echado de la aldea donde vivía antes, y por parte del otro chico, simplemente quería saber que clase de persona era el compañero que tendría durante su largo viaje.

Cuando ambos llegaron, el cielo se teñía de un ligero color negro, es decir, que ya la noche empezaba a caer, entraron a la casa y Shiro preparo un par de bazos con jugo de frutas, para que luego ambos se sentaran en los sofás frente a la chimenea a conversar

-Y… ¿me dirás?- Pregunta Shiro curioso después de sentarse

-¿Decirte que?-

-El porque te echaron de donde vivías-

 -Pues... es una historia un poco larga…-

 -Adelante, hay mucho tiempo-

-Bueno…- Suspira - Trasden es un lugar bastante pequeño, tiene pocos habitantes por tanto también es un lugar muy tranquilo, hace ya varios años mi madre llego a ese lugar buscando la calma, claro que yo aun no había nacido, allí fue donde conoció a mi padre, y al poco tiempo se enamoraron y se casaron, luego de eso nací yo, siempre todo les fue muy bien  eran muy felices juntos…. -hizo una pequeña pausa, luego aspiro hondo y siguió hablando –Y bueno…la gente de la aldea era bastante estricta en cuanto a sus creencias, podría decirse que estaban obsesionados con ellas, y pues… las creencias de mi madre no eran las mismas que las de ellos, talvez por venir de un lugar distinto, mi madre practicaba una religión llamada budismo, adorando a un dios llamado buda, mientras que las personas de la aldea, practicaban todos el cristianismo, creyendo en un dios totalmente distinto, claro sabiendo eso mi madre nunca quiso revelar su religión, solo a mi padre que decidió mantener su secreto, por el bien de nuestra familia, todo fue bien hasta que cumplí 10 años, cuando mi madre decidió iniciarme en su religión, ya que con eso me había educado desde que nací, me iniciaría con un ritual parecido al que los cristianos llaman “bautismo”, claro todo se realizaría a puerta cerrada y en secreto de la gente de la aldea, sin embargo, a mitad del ritual, un viejo amigo de la familia entro, y vio cosas que hacían obvia la practica de otra religión, luego… el se lo contó a las personas…. y apedrearon a mi madre por blasfemia ante su Dios…ella murió ese día… -Su voz se empieza a escuchar un poco quebrada, como si estuviese a punto de llorar –Luego de eso, acusaron a mi padre por apoyarla, sin embargo no le hicieron nada, el solo era un viejo herrero, y practicaba la misma religión que todo el mundo así que simplemente le perdonaron pero a mi… que había sido educado e iniciado en otra religión… me exiliaron de ese lugar…- No aguanto mas y comenzó a llorar al recordar aquellas cosas tan dolorosas

-Lo siento… por hacerte recordar eso…- dice Shiro mientras se acerca y le abraza, apegándole a su cuerpo para que pueda llorar en su hombro –Desahógate… eso es bueno…- Dice mientras le acaricia el cabello

-Sabes… mi espada… me la hizo mi padre- Pronuncia entre sollozos –El… no quiso dejarme… pero no tuvo opción… así que me dio esa espada para que pudiera defenderme-

Esa era la primera vez que Ikuto se desahogaba con alguien, nunca pudo hablar con nadie de lo sucedido, ya que nunca permaneció mucho tiempo en algún lugar como para hacer amigos, y si los hacia, simplemente hacia como si todo estuviese bien, como si simplemente viajara por gusto, pero esta vez… se lo había dicho a alguien, y a pesar de ser triste el recordar, se sentía muy bien al descargar esa pesada carga de sus hombros

Por otra parte Shiro simplemente le consolaba, por alguna razón, deseaba llevarse bien con aquella persona, y debía llevarse bien con el porque seria su nuevo compañero en un largo viaje.

Luego de eso y de un rato mas hablando, ese largo día termino, Shiro se sentía bien, porque a pesar de que siempre era muy bien tratado por las personas de la aldea, era solo por los adultos y sentía que solo lo hacían por obligación ya que el al final seria quien los “salvara”, pero con Ikuto era diferente, esa persona estaba con el porque así lo quería, no por ninguna obligación y mas aun le abría su corazón, contándole ese tipo de historias que le había contado, eso realmente le hacia feliz, y en cuanto a Ikuto también se sentía feliz, por finalmente no tener que dejar atrás a una persona a la cual le empezaba a tomar cariño.

Amaneció el siguiente día, asomándose tenues rayos de sol por las ventanas de la pequeña casa, el primero en despertarse fue Ikuto, quien había dormido en uno de los sofás de la sala, tenia mucho tiempo que no dormía tan bien, también mucho tiempo desde que no se sentía tan a gusto con alguna persona, así que feliz se levanto a hacer el desayuno, para luego ir a despertar a Shiro quien a su parecer dormía bastante, fue hasta su habitación y toco la puerta, y al no escuchar respuesta entro, al entrar comenzó a mirar alrededor, la habitación era de tamaño normal, con un pequeño armario de un lado y una pequeña cama pegada a la pared de mas atrás, al otro lado tenia una ventana y junto a ella una gran mesa de madera, sobre la cual tenia muchos manuscritos, que según suponía Ikuto eran de donde sacaba sus hechizos.

Se acerco lentamente a la pequeña cama, y allí estaba Shiro, durmiendo placidamente con una colcha cubriéndolo hasta el cuello, su rostro reflejaba placidez, felicidad, cosa que fugazmente le robo una sonrisa a Ikuto, junto con un igualmente fugaz pensamiento de que Shiro se veía… no sabría como decirlo… talvez… ¿lindo? Si, creo que esa es la palabra indicada, pero no fue a su cuarto a verle dormir, así que sentándose a un lado de el en la cama lo tomo por los hombros y lo sacudió suavemente

-Oye…levanta el desayuno esta listo-

-No…quiero dormir- dice con tono flojo sin abrir los ojos

-Pero el desayuno…- 

-Es muy temprano…-

-Anda levanta…. No seas perezoso-

-Quiero….¡¡DORMIR!!- Abre de golpe los ojos de golpe, Ikuto juró haber visto que sus ojos brillaban en un rojo intenso, solo pudo pensar “esto no es bueno….” Antes de que viniera la parte fea –¡¡Explosión!!- grita Shiro haciendo que una gran honda explosiva salga alrededor, mandando a volar a Ikuto y dejando una gran cantidad de humo salir por las ventanas y la habitación patas arriba, lo único que quedo en su lugar fue la cama, sobre la cual estaba Shiro durmiendo placidamente como si nada hubiese pasado.

Ya pasada 1 hora el joven mago se despierta, ya que después de la pequeña demostración de su mal genio al despertarse contra su voluntad Ikuto decidió esperarlo un rato

Después de levantarse y arreglarse, salio a lavarse la cara a un arrollo cercano, y luego entro nuevamente a su casa, encontrándose con Ikuto quien le esperaba para desayunar

-Buenos días, ya era hora de que te despertaras-

-Jeje es que no me gusta despertarme temprano-

-Si, se nota, la próxima vez te picare con un palito desde lejos-

-jajajajajaja lo siento, es que cuando me despierto temprano me despierto un poco malhumorado-

 -¿Un poco? Si eso es un poco no quiero saber como serás cuando de verdad estés de mal humor-

-jajajajajajaja lo siento, lo siento, tratare de no herir a nadie la próxima-

-si, o tendré una muerte prematura jajajajaja-

Después de eso se sentaron a desayunar, y entre charlas y risas ese día paso, dando paso a varios días parecidos, realmente eran felices ambos, durante ese tiempo habían logrado conocerse mucho mejor, ya Shiro le había contado a Ikuto lo de sus padres, y le había dicho algo que jamás le dijo a nadie, le dijo de su miedo a la muerte, y a su destino, de lo cual solo recibió como respuesta un “Ya veras que todo saldrá bien” junto con una sonrisa de esas que dicen que tienes el apoyo incondicional de una persona.

Los días siguieron pasando y el día de irse finalmente llego, ya habían comenzado a arreglar todo, habían comprado provisiones como comida, lámparas, navajas de bolsillo, bolsas de dormir y otras cosas que les ayudarían a su supervivencia al menos por un tiempo razonable, también llevaron unas cuantas mudas de ropa, y un par de bolsos para cargar con esas cosas y las demás que levaban

Shiro llevaba en su bolsillo un pequeño libro de conjuros, que contenía, los largos conjuros para la invocación total de los elementos, y amarrado a su pierna derecha un porta navajas más o menos grande con la pequeña barita que le había dado Yui dentro de el, mientras que Ikuto llevaba su espada tras su espalda y en un bolsillo del bolso la poción que le había dado Yui aquella vez que la vio

-¿Estas listo?-

-Si, estoy emocionado, esta será la primera vez que viaje a algún lado-

-jeje y esta será la primera vez que yo viaje acompañado-

-Bien… ¿nos vamos?-

-¡¡Si!!- Con estas palabras comienzan a caminar adentrándose en el bosque

Y así comienzan su largo camino, sin saber a donde ir, ni que les espera mas adelante, pero ambos emocionados, por todo lo nuevo que estaba por venir, y por lo que esperaban del desenlace de ese largo viaje que apenas daba inicio.

Notas finales:

Bien, este fue el primer cap, espero que les halla gustado n.n dejen sus comentarios!

Ah, por cierto para dudas, sugerencias, quejas, felicitaciones o cualquier cosa que se les ocurra aqui esta mi correo takato_takaishi@hotmail.com

Y ya es todo xD bye beee

Mil gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).