El día del amor y la amistad, un día donde muchos aprovechan para decir lo que sienten, para reafirmar una unión o simplemente para pasarla con los amigos, y en algunas ocasiones con sus parejas si es que se tienen.
Yo no soy la excepción, pues este día lo he planeado desde hace meses, primero una cena romántica y luego, pues ya veremos… espera que… ALTO… retrocede… -¿Cómo que estas terminando conmigo?- pregunto totalmente asombrado.
-HAY KURO!!!¿Es que no escuchaste nada de lo que dije?, mira eres lindo y todo, pero… a mi me gustan mas los chicos fuertes y que no se dejan mangonear (en otras palabras mandar) por las mujeres. ¿Entiendes, no? Yo quiero a un chico que me quiera y que me haga sentir protegida y tu… - no la deje continuar porque la interrumpí
-Hannah, tu sabes que yo te quiero ¿que no te vasta solo con eso?- pregunte totalmente indignado y continúe – además llevamos ya un año juntos en que momento no te lo dije, dime cuando fue que no te demostré que te protegería totalmente- dije sintiéndome herido.
-mira Kuro, siempre me demostraste que me querías, pero entiéndelo, ya no te quiero ¿si?, así que hazme el favor de retirarte de mi vista,- dijo una Hannah totalmente enojada.
-al menos me lo hubieses dicho antes – dijo Kuro para después irse del pequeño parque en donde estaba con Hannah, sentía su corazón roto, no, su corazón estaba hecho trizas, no supo en que momento empezó a llorar, lo único de lo que fue consiente es que de un momento a otro comenzó a correr y acabo chocando con alguien.
-lo… lo siento, no… me fije- dijo con la voz entrecortada por el llanto, levanto un poco la vista y se encontró con unos ojos grises que le miraban de manera fría. Conocía esa mirada, era…
-no te preocupes nadie salió herido, Kuro- dijo el peli negro que estaba frente a el, la mirada fría que tenia momentos antes se suavizo un poco y se pudo notar un poco de preocupación en ellos – Kuro ¿Qué sucedió? – pregunto el oji-gris
-Yue, Hannah… Hannah, ella me corto, y no lo hizo en el mejor día, hoy es san Valentín y yo esperaba que ella aceptara comprometerse conmigo – sollozo Kuro, abrazándose al pecho del mayor, Yuel, se sorprendió, estaba acostumbrado a la manera tan infantil para actuar que tenia Kuro pero jamás se imagino que lo abrazara, no llevaban mucho de conocerse de hecho se conocían hacia poco mas de 3 meses y el solo había visto que se abrazaba con su prima Ciel y su mejor amigo Kai, pero con el nunca había tenido ese tipo de contacto, según Ciel porque el era muy frio y Kuro muy cálido.
-ya tranquilo Kuro, no te vez lindo llorando – dijo aceptando y devolviendo el abrazo y siendo sinceros era cierto pues la belleza del rubio ojos celestes se opacaba cuando lloraba o estaba triste, y vamos que aunque quisiera o no admitirlo estaba perdidamente enamorado de Kuro desde que lo vio, todo en el le fascinaba, su manera infantil de actuar y su sonrisa de ángel
Kuro levanto la vista totalmente asombrado, y Yuel se dio cuenta que había metido la pata hasta el fondo al decirle que era lindo. – ¿te parezco lindo? – pregunto Kuro de manera inocente y con un lindo sonrojo en su rostro y el rastro de algunas lagrimas que aun caían por sus ojos, era como ver a un niño pequeño que se avergüenza de haberse caído por no hacer caso a sus padres, aunque ese niño tuviese ya 17 años.
Extrañamente a Yuel le pareció ver un brillo en los ojos de Kuro. – No!!… yo… bueno – como era posible que ni siquiera pudiera hablar coherentemente para explicar su metida de pata, Kuro lo miro divertido y olvidándose momentáneamente de Hannah se dio cuenta que nunca en esos tres meses había visto a Yuel tartamudear o sonrojarse y extrañamente el sentimiento que había estado ocultando desde hacia algunos meses salió la luz, no pensó en las consecuencias que podría traer su acto simplemente se dejo llevar, entrecerró los ojos y paso sus brazos alrededor del cuello del moreno, pesaba que si tal vez perdía la amistad que tenia con Yuel al menos le quedaría su recuerdo.
Yuel lo vio acercarse lentamente a su rostro con ese lindo sonrojo y los ojos entrecerrados, pudo sentir sus respiraciones chocar y luego como nos labios ajenos apresaban los suyos en un beso tímido, fue un simple rose pero le encanto.
Kuro sintió como Yuel se tensaba así que dándose por vencido se separó, las lagrimas volvían a salir pero esta vez sabia que no habría nadie que pudiera secarlas, intento alejarse de Yuel, pero este al darse cuenta lo tomo fuertemente de la cintura, Kuro extrañado por su comportamiento creyó que lo golpearía pero no espero que Yuel lo besara como si su vida dependiese de ello.
Un tanto sorprendido, se dejo besar y segundos después correspondía igual o más apasionado que Yuel. Se separaron por la falta de aire pero Yue no lo soltó y junto sus frentes para ver a los ojos de Kuro, azul contra plata.
-pensé que me golpearías – dijo Kuro un poco sonrojado por como se encontraban ahora.
- ¿Por qué habría de hacerlo? – le dijo este sonriendo. Haciendo sonrojar aun mas a Kuro – te vez lindo sonrojado – dijo sonriendo de manera demasiado sexy para el pobre corazón del lindo conejito de ojos celestes.
-no estas enojado ¿porque te bese? – pregunto ocultando sus ojos con su cabello
-umm nop – dijo mientras besaba su frente
-¿podemos ir a otro lado? – pregunto un sonrojado Kuro.
- claro – respondió el moreno.
Ambos se dirigieron a la casa del moreno una vez ahí decidieron poner en orden lo que había pasado minutos antes en el parque. Un silencio incomodo se formo entre ambos hasta que Yuel lo rompió con dos simples palabras.
-te amo- fue el sonido que retumbo entre las cuatro paredes de la sala en donde estaban. – se que no debería, pero te amo Kuro, desde que te conocí, cuando me dijiste que salías con Hannah me sentí muy triste pero te apoye en todo, yo se que eres un chico, pero aun así te amo, y no desde hace tres meses sino desde hace un año, cuando te vi en el restaurant “eyes cat” – dijo interrumpiendo lo que sea que Kuro quisiese decir.
-Yuel – comenzó el rubio, desde hacia bastante que se conocían aunque solo fuese de vista y hacia unos meses que de no haber sido porque Kai y Yuel eran compañeros en la universidad ellos nunca hubiesen hablado – yo… yo… - Kuro no sabia que decir se sentía muy contento y asombrado de que sus sentimientos fueran correspondidos, si bien había estado saliendo un año con Hannah, eso solo había sido porque quería olvidar a cierto oji-gris que le robaba el aliento con solo verlo.
-no digas nada Kuro, se que no debí haberte besado, tu acabas de terminar con Hannah y… - no pudo continuar pues se vio interrumpido por un beso que le sabia a gloria.
-¿haz oído hablar del hilo rojo del destino? – pregunto Kuro sentado ahora en el regazo del moreno, aunque estaba sonrojado no quería moverse. Yuel estaba sorprendido pues de un momento a otro Kuro se había levantado del sofá donde estaba sentado y lo había besado, sentándose después en su regazo, y cabía mencionar que eso no le molestaba para nada y respecto a la pregunta pues…
-si, he oído hablar sobre eso, ¿pero que tiene que ver? – dijo un tanto intrigado.
- yo… bueno, veras… - después de inhalar y exhalar Kuro continuo – desde que he sido pequeño he visto el hilo rojo del destino, no me interrumpas – dijo al ver que el moreno quería hablar – se que suena loco, pero siempre he sido capaz de verlo quiera o no, cuando te conocí, vi que tu hilo se unía al mío – dijo alzando su mano derecha y levantando su dedo meñique – primero me asuste, porque creí que solo era una broma del destino, pero conforme pasaba el tiempo y te veía ahí en el “eyes cat” me di cuenta de que me gustabas, pero tu siempre estabas con chicas y eso me hacia sentir mal, entonces para olvidarte comencé a salir con Hannah, pero eso nunca evito que yo pensara en ti, Ciel me lo dijo, que cuando el hilo se une es irrompible e incluso la muerte es incapaz de separarlos, luego cuando hable contigo por primera vez me sentí feliz, el saber tu nombre y tus gustos e incluso que eras dos años mas grande que yo, de no haber sido por Kai tu y yo nunca nos habríamos conocido reamente, es por eso que le agradezco a mis amigos y a mi prima su apoyo y… yo te amo Yuel, no Mi Yue – dijo sonriendo como nunca antes, era una sonrisa radiante y hermosa.
-Kuro… Mi Kuro – susurro Yue antes de comenzar a besar a Kuro de manera lenta y suave, demostrando cuanto lo amaba, no tardo en ser correspondido por el rubio que paso sus manos por el cuello del mayor y este atrapo su cintura pegándolo aun mas a el si es que era posible, el beso que comenzó lento y suave, se volvió apasionado y salvaje, las lenguas luchaban por el control recorriendo la boca del contrario y el calor de los cuerpos comenzaba a aumentar, las caricias atrevidas pronto se hicieron presentes cuando Yue, agarro el trasero de Kuro y lo estrujo entre sus manos, haciendo que Kuro gimiera entre el beso. Pero como todo lo bueno debe acabar se separaron por falta de aire, ambos jadeando y deseando más del otro con un pequeño hilo de saliva uniendo aun sus bocas. Volvieron a unirse en un beso apasionado, pero que no llego a mas pues en ese momento alguien llamo a la puerta. Ambos se separaron rápidamente y con la ropa y el cabello desordenado, se voltearon a ver sonriendo cómplices Yue se dirigió a abrir la puerta, mientras que el rubio sonreía al ver como de un momento a otro Hannah había quedado olvidada y ahora tenia a la persona que amaba junto a el.
Yuel por su parte creía estar soñando, jamás creyó que el rubio lo amara, pero ahora ahí estaba en su casa y compartiendo besos con el, cuando llego frente a la puerta pregunto quien buscaba antes de abrir, recibiendo como única respuesta “el mensajero del amor” imaginando de quienes se trataba pues oía mas de una voz abrió la puerta y sonrió al ver ahí a sus amigos, los gemelos Fayr y Fay, Kai, el mejor amigo de Kuro y su compañero de colegio en la universidad, los gemelos primos de Kuro, Twiner y Winter y a la hermana menor de estos Ciel.
-hola, feliz san Valentín – dijeron el castaño de ojos miel (Kai), el peli blanco con mechas negras y ojos verde oliva (Twiner) y la castaña ojos grises (Ciel).
-feliz san valentin – respondió y se hiso a un lado invitándolos a pasar, una vez a dentro los otros también le saludaron.
- hola, espero que no te causemos problemas – dijo el peli negro con mechas blancas y ojos verde oliva, gemelo de Twiner (Winter)
-para nada – dijo guiándolos al salón principal en donde estaba Kuro, solo Fayr, Ciel y Twiner se dieron cuenta que Yuel estaba mas feliz que de costumbre y sus ojos demostraban un infinito amor, asi también que tenia la camisa un poco arrugada y el cabello ya de por sí rebelde muy desordenado. Una vez en el salón se sorprendieron de ver a Kuro con el cabello alborotado aunque se imaginaban el porque pues al ver entrar a Yuel se le tiro encima y le beso en los labios, para después sonrojarse al ver a sus amigos detrás de Yue.
-valla, Kuro que bien te lo pasas – dijo burlonamente el castaño haciendo sonrojar al rubio haciendo que los demás rieran divertidos.
- Kuro ¿Por qué no nos dijiste que ya habías dejado a la arpía rubia esa? – dijo una curiosa Ciel.
-Ciel, deja de preguntar esas cosas- le reprendieron Twiner y el peli negro de ojos rojizos (Fay) ganándose un puchero infantil por parte de esta.
-Ciel ¿enserio tienes 16 años? – pregunto el peli negro de ojos verde café (Fayr) con una gotita en la sien.
-si – respondió secamente.
-jajaja- la risa de Kuro inundo el lugar, ganándose una mirada de todos los presentes.
Después de explicar su nuevo noviazgo con Yuel, Kuro y los demás salieron a pasear y compartir ese día en parejas, pues Twiner y Winter a pesar de ser hermanos mantenían una relación sentimental, Fayr y Kai no eran la excepción así también Fay y Ciel eran pareja. El día fue entretenido para todos pues fueron al parque de atracciones, a comer a un restauran y al final fueron a una disco de moda en la madrugada como a eso de las tres todos se retiraron a sus casas y Yuel y Kuro se fueron a casa del primero a pasar el resto de la noche juntos.
Esa noche muchos vecinos se desvelaron escuchando a la recién pareja demostrándose su amor.
** cinco años después**
Todos se reunían como cada año en esa fecha tan especial, y en esta ocasión era para celebrar la unión de Ciel y Fay, que luego de casarse a los 19 y 21 años respectivamente habían tenido un pequeño de nombre Fayel. Y el quería darle una gran noticia a su amor. Pues luego de casarse habían planeado tener una familia, pero al ser hombres eso era imposible y aunque habían querido adoptar el derecho se les había negado, tuvo una gran depresión por eso pero gracias a Ciel y a Twiner había salido a delante, claro esta que también Yuel le había ayudado de sobre manera. Pero de no haber sido por la extraña bendición que Ciel y Twiner le habían hecho el no se encontraría así de feliz como estaba ahora.
Cuando todos llegaron a la fiesta que se celebraba todos los años desde hacia cinco años atrás. Comenzaron a platicar de todo lo que habían hecho ese año. Twiner que había estado un poco enfermo desde hacia unos meses para acá se levanto de su asiento llamando la atención de todos.
-yo… -dijo tomando aire para luego continuar – hay algo que quiero decirles, en especial a ti Winter – dijo demasiado serio, Winter lo miro de manera interrogante igual que todos los demás, Winter tenia miedo de que al final hubiese decidido dejarlo pues eran hermanos y su relación no era bien vista. –Estoy embarazado – dijo soltando el aire contenido y bajando la mirada, todos se habían sorprendido, pues el era hombre como era posible que estuviera embarazado.
- ¿Qué? – fue lo único que pudo articular Winter antes de saltar literalmente de su asiento e ir corriendo hasta Twiner, este pensando que su koi lo golpearía cerro los ojos, pero de un momento a otro sintió como era elevado en el aire entre los brazos de su gemelo, intrigado y una vez en tierra firme abrió los ojos, esperando ver repulsión u odio en los ojos de su gemelo, pero lo único que vio fue un infinito amor y una infinita felicidad. – ¿eso es verdad? – pregunto Winter abrazándolo y besándolo con pasión, cuando se separaron Twiner contesto a su pregunta acurrucado en su pecho –si, es verdad, soy una ángel pero no sabia que podía procrear – dijo tristemente lo que fue notado por su koi que lo separo de su cuerpo para verlo a los ojos y ser los mas sincero posible. – Me haz hecho el demonio mas feliz que pueda existir – dijo besando lentamente sus labios, sintiendo el sabor salado de las lagrimas que corrían por los ojos de Twiner, lagrimas no de tristeza sino de la mas pura felicidad. Todos felicitaron a la pareja aunque aun se preguntaban el porque lo de ángel y demonio, y Ciel previniendo la pregunta respondió.
-mis hermanos tienen sangre de ángel y demonio así como yo comparto la sangre de ambos – dijo y sonrió pues el único que sabia ese secreto aparte de su esposo era Kuro.
-yo… - dijo Kuro un tanto nervioso y sonrojado – también tengo algo que decirles – dijo yendo hasta donde estaba sentado Yuel, el cual al verlo lo tomo entre sus brazos y lo sentó en su regazo. –no te enojes conmigo ¿si? –dijo antes de continuar – Yue, estoy esperando un hijo tuyo tengo dos meses de gestación – dijo con los ojitos brillantes, Yuel ni bien lo escucho comenzó a besarlo demostrando todo su amor – me haces el hombre mas feliz de la tierra, y jamás me enojaría contigo – dijo abrazándolo aun mas hacia el mientras acariciaba al igual que Winter el vientre de su koi transmitiendo una infinita ternura.
-no es justo- se quejo Kai y su koi imaginándose lo que diría solo sonrió – yo también quiero ver a mi Fayr embarazado y tener un lindo hijo – dijo haciendo pucherito, Ciel sonriendo realmente feliz se dirigió hasta donde estaban Kai y Fayr al llegar frente a ellos dijo – yo te bendigo a ti, Fayr De Gay con el don de la concepción y la fertilidad a ti Kai Murituri te bendigo con el don de la vida para que sea dada y nunca quitada hasta que su tiempo en este mundo llegue a su fin. – una extraña luz rodeo a ambos jóvenes y poco después esta desapareció.
Ese fue un día de san Valentín inolvidable al igual que muchos otros, dos meses después Fayr también esperaba a un pequeño. El día del parto no se llevaría acabo en un hospital pues los niños no nacerían como normalmente se hacia, sino que nacerían en una esfera que saldría del vientre de su “madre”.
Twiner y Winter tuvieron gemelos, ambos niños, de nombre Yoru (oscuridad) y Akira (luz). Ambos de cabello negro y ojos verde oliva.
Yuel y Kuro tuvieron una linda niña de cabellos rubios y ojos grises de nombre Yukuina
Poco después Kai y Fayr tuvieron al pequeño Fakir de cabello castaño y ojos verde café.
Ciel y Fay después de tener a Fayel, el pequeño de ojos verde-café y el cabello castaño, decidieron tener otro pequeño de nombre Joseph de ojos grises y cabello negro muy parecido a su madre.
El día de san Valentín existe desde hace siglos y en cada lugar tiene un nombre distinto, la gente lo celebra de forma distinta yo aprendí a celebrarlo de la mejor manera, al lado de las personas que mas amo, no me importo que me vieran de manera diferente solo por estar con un chico siendo yo uno, no me importo que muchos dejaran de hablarme pues ahí demostraron quienes eran realmente mis amigos. Jamás supe nada de Hannah pero según Ciel ella se caso con un abogado que la dejo por su secretaria y sin ningún peso en el bolsillo. el catorce de febrero fue el día cuando yo conocí lo que es realmente el amor y desde ese día hace ya cinco años me convertí en el hombre mas feliz del mundo, jamás me arrepentiré de las decisiones que tome, pues se que fueron las correctas.. Es por eso que el día de san Valentín para mí es especial, es mi fecha favorita y por eso deseo que así como yo encuentren a la persona que más aman en este día.
*** Fin ***