Era una noche sin luna, y las calles de la ciudad eran iluminadas únicamente por la luz que daban las luminarias puestas a una gran distancia una de otra.
Por una de estas calles, un chico corría desesperadamente, con múltiples heridas en los brazos y torso…lloraba no a causa del dolor, sino del miedo de que los hombres que lo perseguían lo llegaran a alcanzar.
-No te resistas!!!, no importa cuanto corras te alcanzaremos igual!!!!!!!!!!!!!!!-decía uno de los dos hombres, corriendo mas a prisa para alcanzar a su “presa”.
-¿Por qué?-se preguntaba a sí mismo el pequeño chico-¿por qué me tiene que pasar esto a mí??-pensaba, mientras lagrimas recorrían sus mejillas.
El chico se estaba cansando, sus piernas no le daban más…tenía miedo de que esos pervertidos cumplieran la promesa hecha cuando vieron su pequeño y delicado cuerpo por primera vez: violarlo. Al momento de verlo lo acorralaron y uno empezó a quitarle la ropa, mientras otro hombre lo tocaba y empezaba a masturbarlo. En un pequeño descuido de sus captores, el chico escapó y se echó a correr. Pero ya no daba más…se estaba resignando…se tropezó y cayó al piso, no tuvo tiempo para levantarse cuando esos pervertidos ya lo habían atrapado nuevamente…Había un auto cerca, el cual usaron los captores. Lo afirmaron contra el auto y le cortaron la poca ropa que le quedaba, mientras el chico no podía hablar a causa del miedo y los sollozos, uno lo masturbaba con las manos, mientras otro solo miraba con lujuria el cuerpo del pequeño.
-Ey!!-dijo el otro hombre que estaba afirmado en el auto, junto a la escena de violación.-yo también quiero jugar un poco-dijo, con mucha lujuria.
-Está bien- dijo, mostrándose molesto-chúpasela-dijo, al mismo tiempo que le hacia una llave al chico, impidiendo que moviera los brazos, y dejándolo frente al hombre que lo acompañaba, este obedeció lo que su amigo le decía, se arrodillo y comenzó a masturbarlo con la boca, mientras el pequeño solo gritaba de dolor y desesperación.
-Creo que ya estás listo -dijo el hombre que lo sostenía por la espalda, susurrándole al oído. Lo sostuvo con una mano, y con la otra se iba a desabrochar el pantalón, pero antes de eso…
-¿Qué están haciendo?-dijo una voz muy varonil desde la espalda del secuestrador n° 1 (mejor les pongo numero, así es muy confuso…)-si van a hacer algo, consíganse un motel-dijo.
-Deja de molestar!!!!!-grito el secuestrador n°1, y en ese mismo segundo movió su codo hacia atrás con la intención de noquear al desconocido, pero este golpe fue parado por el sujeto y, acto seguido, le disloco el brazo, haciendo que callera al piso por el dolor causado. El secuestrador n° 2 escapó muy rápido, y no se vio para adonde fue.
El chico se que anonadado, no por lo sucedido, si no por la apariencia de su salvador: era un hombre alto de 1.80 o más, musculoso, pero no llegando a los extremos, cara seria, tez blanca, pelo negro con reflejos rojos, corto…y sus ojos…estos fueron los que llamaron más la atención del pequeño: eran de un color muy hermoso… indescriptibles…. era como mirar un lago de agua cristalina…ver el fondo de este…
El hombre, al sentir que alguien lo miraba, fijo su vista en el pequeño, sabía que estaba allí, pero no se había dignado a mirarlo…se quedo un momento mirando su cuerpo desnudo, era un chico de 1.50, ojos grandes de color miel, pelo algo largo casi hasta el hombro, despeinado, con muchos cortes en el cuerpo…
-gracias-dijo el pequeño chico, sonriendo amablemente.
-no es nada-dijo el hombre mirando a otro lado.
-Él es!!!-dijo el secuestrador n°2 señalando al hombre. El pervertido ya no estaba solo, venía acompañado de muchas personas más, cargados de armas.
-fuu…-suspiro el hombre-me voy.-dijo mientras abría la puerta del auto, empujando al chico dentro de él, y cerrándole la puerta, se subió rápidamente y avanzo a toda velocidad…
-¿Adónde vamos??-preguntó el pequeño, con bastante miedo.
-¿Cómo te llamas?-preguntó este, ignorando la pregunta.
-Kaori-respondió-y usted?
-Kai-respondió-¿Cuántos años tienes?
-17-respondio-y usted???
-28-respondió, vio el cuerpo desnudo de kaori, lleno de heridas…-¿ellos te hicieron eso?
-ah?-dijo mirándose el cuerpo-eh…No…mi padre me pegó a causa de que llegue tarde a casa…-dijo triste, desviando la mirada.
-qué?-dijo el hombre…al escuchar eso paro el auto en seco, asustando a kaori. Dio media vuelta y volvió a andar. Y no volvieron a hablar hasta que kai estacionó el auto en una casa bastante grande y le dijo que se bajara.
Al llegar adentro, kaori se desmayó al poco caminar.
-ah?... ¿qué paso?-se preguntaba a si mismo, tocándose la cabeza.
-te desmayaste-respondió kai, que estaba sentado al lado de la cama. Se levantó de la silla, y se acercó a kaori, dejando una mínima distancia entre sus caras causando el sonrojo de kaori, le colocó una mano en la mejilla.- ¿Cómo estás?, ¿por qué e estaban violando?
-ehe…-dijo kaori, tratando de evitar la mirada de kai-bueno…necesitaba dinero, y mi padre me dijo que me prostituyera…que con eso conseguiría dinero rápidamente…quería hacerlo, pero cuando llegó el momento…no pude…iba saliendo del “local” cuando llegaron esos hombres…me dijeron que me querían hacer suyo…escapé, pero me volvieron a alcanzar…cuando me iban a violar justo llegó usted…y me salvó-dijo, sonriéndole.
Kai se acercó más a kaori y acarició sus labios con los suyos…kaori se sorprendió mucho, pero no lo alejó… participó en el beso…se alejaron un momento, pero solo unos centímetros…kaori le miraba muy sonrojado…este se iba a acercar más, cuando kai se levantó bruscamente y se volvió a sentar. Kaori se sorprendió mucho…y con sus dedos tocó suavemente sus labios, recordando ese dulce beso…
-¿quieres hacerlo?-le preguntó kai, causando el sonrojo y asombro de kaori-¿quieres tener sexo conmigo esta noche?-volvió a preguntar, como si fuera lo más normal del mundo.
-e he…yo….-dijo kaori, estaba nervioso, quería decir que sí, pero las palabras no le salían…se había enamorado de un completo extraño…
-je…-se rió kai, poniéndose encima de kaori, acarició suavemente su rostro y se besaron, esta vez con pasión…la mano de kai fue bajando cada vez más, llegando a su trasero, kaori se iba sonrojando cada vez más y sentía que todo su cuerpo ardía…kai le sacó los pantalones en un movimiento rápido, hiso lo mismo con la blusa rota que llevaba puesta kaori…tocándole las piernas desnudas, recorría cada rincón del cuerpo de su pequeño, que lo encendía cada vez más…comenzaba a desearlo más, sus caricias fueron a parar en su entrepierna, y los besos bajaron por su cuello, y comenzó a lamerlo, escuchando como kaori gemía a causa del placer que le era entregado, masturbándolo cada vez más rápido, kaori sentía que ya no podía más…
-dime- dijo kai, parando todos sus movimientos-quieres que te lo meta?-kaori se sorprendió-se que estas herido, pero no puedo evitarlo-dijo acercándose a su oído-¿quieres o no?-preguntó una última vez.
-yo…-dijo, nervioso, y más sonrojado que antes, tragó saliva y respondió-sí…