Cap. 10: El Nuevo Equipo 7 / parte 1
“No llores por la leche derramada”
Había lanzado su ataque, ya lo tenía arto de tantas palabras sin sentido. Como haría equipo con alguien tan débil y molesto. Verla ahí parada pidiendo que la dejara unirse a él solo le traía recuerdos de cuando se fue de la Hoja. En esa vez solo le había dejado inconsciente pero actualmente ya no le importaba ser tan suave con ella así que saco su espada sin dudarlo y utilizo uno de sus ataques. Su semblante cambio cuando vio una silueta que le traía mucha nostalgia –Estúpido Dobe- pensó mientras veía sin inmutarse como Naruto se interponía entre Sakura y el ataque de su Kusanagi.
El verlo ahí recibiendo el ataque no le había causado mayor pesar, su frialdad había llegado a niveles que hasta el desconocía. El pensaba que la muerte de su hermano se había llevado con el los últimos rasgos humanos que le quedaban. Pero su cuerpo no mentía y aunque su mente quisiera negarlo, su piel se había erizado un poco al verlo. Al igual que Sakura ya lo tenían cansado, porque simplemente no podían dejarlo ir –Tu eres mi mejor amigo- aquellas palabras de Naruto llegaban para atormentarlo nuevamente.
Decidió dejar todo aquello, era tonto quedarse viendo aquella patética escena. En ese momento mientras se retiraba logro ver algo, Naruto lo veía fijamente, sus labios se movieron “Regresa conmigo” aquello había hecho que su corazón latiera rápidamente, aquel sentimiento lo hacia sentir incomodo, el amor solo lo haría débil, el rubio lograba causar sensaciones que el odiaba sentir –Jamás regresare, resígnate Naruto- pensó mientras le daba una ultima fría mirada mientras su ex compañero caía al suelo estrujando su camisa.
*--//--*
Se puso furioso consigo mismo, justamente en ese momento tenia que recordar eso dándole más coraje la razón por la cual corría –Ese idiota- pensó mientras saltaba por los techos de las casas para llegar más rápido a Ichiraku. Desde pequeños, Naruto lo había perseguido queriendo sobrepasarlo, vencerlo, peleando con él por cualquier tontería, llevándolos a tener lo más parecido a una estrecha amistad que hubieran tenido con otra persona. Se protegían entre ellos y fue este deseo de proteger que irónicamente lo había llevado a buscar mas poder. Una y otra vez Naruto lo había buscado diciéndole que regresara e incluso en esa ultima vez….
No se explicaba como el dobe había podido olvidarlo si supuestamente él era tan importante en su vida.
Por fin, ahí estaba el restaurante. Llego y rápidamente abrió la tela blanca, su respiración era agitada por la velocidad que había usado para llegar. Al parecer todavía no se recuperaba al 100% de la pelea que había tenido contra Naruto y del interrogatorio de Ibiki, de hecho en sus entrenamientos también le faltaba un poco el aire por momentos pero no le gustaba aceptarlo. Sus ojos divagaron por todo el lugar, no era grande así que no tardo mucho en darse cuenta de que aquellos dos ya no estaban.
-Ch maldición- bufo por lo bajo.
-Si buscas a Naruto- Inicio Teuchi mientras preparaba unos fideos –Salió con su compañero hace unos minutos, al parecer los solicitaban en la torre Hokage.
-Gracias- dijo para irse rápidamente.
5 minutos antes…
Desde hace unos días había experimentado nuevas sensaciones, las cuales por más que buscara en los libros no encontraba descripciones que se asimilaran a sus padecimientos. Cuando estaba junto a Naruto, sus palpitaciones aumentaban, sus manos incluso sudaban y cuando veía directamente a sus ojos azules, sentía como sus mejillas se ponían cálidas –A eso llaman sonrojarse- había reflexionado al leer una novela romántica. Al parecer ese tipo de libros eran los que mas se asemejaban a lo que el sentía y que por recomendación de Hino había comenzado a leer.
Lo había estado pensando y aunque no sabía como hacerlo correctamente simplemente se dejo llevar por lo que sentía, tal cual era su naturaleza. Su inocencia y naturalidad eran de sus características más notables y admirables. Cuando le habían dicho que formaría parte del equipo 7, pensaba que solo era una misión más, pero ese había sido el momento en que su vida comenzó a cambiar, ese quipo se había convertido en lo más cercano que tenia a una familia. Cuando conoció a Sasuke, este no le había parecido en lo más mínimo, aquellos ojos aunque similares a los suyos eran fríos y sin emociones. No comprendía como Naruto al ser tan cálido podía seguir persiguiendo a alguien así de frio.
Si él hubiera tenido la oportunidad de Sasuke y ser la persona especial de Naruto, él no lo hubiera rechazado. Sai también había sufrido, él sabia lo que era la soledad, el dolor, pero eso no lo había hecho querer destruir todo a su paso tal como Sasuke. Sai había visto como Naruto sufría cada vez que lo veía y el testarudo pelinegro no regresaba. Comparaba el Naruto de antes siempre preocupado, triste y saliendo herido con el Naruto de ahora, feliz y sin sufrir, el quería que eso no cambiara, su felicidad seria la propia ¿Y si esta fuera una señal de que era su oportunidad? Si él no quiso aceptar la mano Naruto cuando este se la ofrecía luego que no venga a llorar por la leche derramada.
Tomo aire y se lo propuso, era ahora o nunca.
-Naruto, Me gustas- había soltado con semblante serio, sintiendo como sus manos sudaban.
Naruto que terminaba su plato de ramen, trato de captar las palabras que habían salido de la boca del pelinegro. Coloco su plato sobre la barra y miro con detenimiento a su compañero y aunque por un momento dudo, al parecer comprendió lo que estaba pasando.
-Tu también me gustas Sai- dio una palmada en el hombro del otro ninja, continuo –Me gusta como podemos entrenar por horas y horas, eres el compañero perfecto-ttebayo
-Mmm Naruto yo…
-¡Chicos!- dijo una pelirosa a sus espaldas –Los he estado buscando, Tsunade sama nos solicita en la torre, Kakashi sensei ya esta allá.
-¡Genial! Al fin una nueva misión- dijo el rubio mientras emocionado salía de la tienda.
-Nos vemos allá Sai- dijo Sakura antes de ir tras Naruto
En Ichiraku quedaba un muy confundido ninja, el cual no sabia que había hecho mal. En los libros luego de esa declaración terminaban con un abrazo o besos. Sabia que Naruto era muy despistado –Solo tengo que intentar de otra forma- se recordó. Al haber perdido la apuesta, pago la cuenta de ambos –Gracias- dijo dando su característica sonrisa antes de salir tras sus otros dos compañeros.
En la actualidad…
Sasuke seguía corriendo sobre los techos de las casas. No recordaba la última vez que había estado en la torre, no podía negar que eso lo ponía un poco ansioso. Mientras corría sentía un poco de dolor en sus costillas, pero no puso reparo en eso, tenia que llegar y hablar con Naruto. Su orgullo no podía aceptar que luego de tanto perseguirlo ahora simplemente lo olvidara, tenia que preguntarle, tenia que hablar con él, tenia que hacerlo entrar en razón –Pero ¿Por qué?- aquella pregunta que su cerebro le había hecho le había dado un pequeño escalofrió y sintió sus piernas desistir un poco, pero rápidamente siguió corriendo, lo único que tenia claro era que tenia que ver a Naruto.
Al llegar a la torre pudo sentir la presencia de algunos Ambus ocultos, al parecer todavía lo tomaban con precaución. Sin tomarles importancia y tratando de recuperar la compostura quito un mechón de su rebelde cabello negro y lo coloco en su lugar y camino hacia la puerta de madera de la oficina de la Hokage. Toco tres veces y una voz que conocía muy bien le indico que podía pasar.
Entro y la fuerte luz proveniente de la gran ventana tras la Hokage lo cegó por un momento y eso le trajo un amargo recuerdo del pasado, vio al tercer Hokage sentado y frente a el listos para recibir su primera misión las siluetas de 4 ninjas, aquello le había traído mucha nostalgia. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz de la habitación vio las mismas sombras de 4 ninjas, solo que esta vez una de esas sombras no era la suya, si no la de su reemplazo. Sus negras pupilas se enfocaron en el traje naranja de la habitación.
-Sasuke, entras en el mejor de los momentos- dijo la Hokage y todos en la habitación se dieron la vuelta para ver la persona que acababa de entrar.
-Yo solo necesito hablar con…
-Si- dijo cortando lo que Sasuke estaba a punto de decir. La rubia ceniza con mirada seria, continuo –Tu y yo tenemos muchas cosas de que hablar y esta es la ocasión perfecta- paso a ver a Kakashi y le dijo -Bueno equipo 7 pueden retirarse, mañana tienen que partir temprano para su misión.
-Si Hokage sama- dijo Kakashi para luego retirarse con sus chicos.
Sasuke permanecía con la mirada fija en Naruto y su escolta, estaba esperando tenerlo cerca para poder hablar con él. Al parecer todos sabían que tenía alguna clase de amnesia y se lo habían ocultado a ambos, pero tenía que decirle al dobe la verdad.
-Naruto yo…- comenzó al verlo acercarse.
-¡SASUKE!- grito Tsunade desde su escritorio –Tú te quedas, tengo cosas que hablar contigo.
-No puedo…
-He dicho que te quedes Uchiha Sasuke.
El pelinegro conocía esa mirada y si bien sabía que podría con ella, seria atentar contra su supuesta “libertad” y por otro lado también seria atentar contra su estadía en la aldea. Naruto había sido lo más cercano que tenía a un amigo, un hermano, lo que le estaban haciendo le parecía injusto y si se iba probablemente Naruto jamás lo recordaría. Ese último pensamiento hizo que un escalofrió recorriera su espalda.
-Hasta luego Uchiha- dijo Naruto con su conocida sonrisa mientras se retiraba hablando de lo más entretenido con Sai.
Uchiha
Luego de unos segundos el cuarto quedaba en silencio. Sasuke decidió quedarse, tendría más oportunidades de hablar con Naruto al salir de esta reunión improvisada con Tsunade, solo tenia que seguirle el juego. Con su semblante frio e inmutable camino hacia el frente y se paro frente al escritorio de la rubia ceniza.
-Esto definitivamente me trae recuerdos- dijo como comentario agridulce.
-Tenía planeado tener esta conversación contigo pero no había encontrado el momento –Comenzó la hokage -Quería ser yo la que te informara de la situación – hizo una pausa, quito los documentos que tenia frente a ella y se recostó sobre el respaldo de su silla –Y en cuanto te vi entrar supe que de alguna forma ya te habías enterado.
-Oh, entonces comprenderás el porque debo hablar con él.
-Si, pero no puedo permitirlo.
-¿A que te refieres?
El ambiente dentro del cuarto comenzaba a sentirse pesado.
-A ti no te importa lo que pase con Naruto, lo has demostrado en más de una ocasión. Pero para mí él es como mi familia y no puedo permitir que lo sigas destruyendo.
-¿Destruyendo?- lo que había dicho Tsunade le había dolido en cierta manera. Su cara fría comenzaba a perderse en una mueca de disgusto, para el también era lo mas cercano a una familia –El tiene que saber la verdad.
-¿Para que? Tú cortaste todos tus lazos con la aldea y en especial con Naruto, no tienes el derecho...
-El que tiene que tomar la decisión es el, no ustedes.
- Estos meses que no te ha recordado han sido los más felices para él…
-No me importa si fue o es feliz. Si el decide dejarme en su pasado lo aceptare pero tiene que tomar la decisión por su cuenta. Paso persiguiéndome durante años para que ahora simplemente no me recuerde…
Un estruendo sacudió el escritorio luego que las palmas de la rubia lo golpearan. A este punto Sasuke por su lado estaba a un paso del escritorio, su mirada era mas que retadora al igual que la rubia frente a él.
-Al parecer sigues siendo un idiota egoísta, pero eso ya lo sabia- Guardo nuevamente la compostura y regreso a verse relajada –Es por eso que le dije a Ibiki que colocara un Jutsu en tu cerebro.
El semblante arrogante del pelinegro se vio por unos segundos afectado por lo que acababa de escuchar. Estaba acostumbrado a tener el mando de todas sus acciones y saber cual era su siguiente movimiento, pero desde que había llegado nuevamente a la aldea, era como si todo el muro de hielo que había construido con dolor y lágrimas se derritiera.
-De que demonios hablas- reclamo Sasuke colocando las palmas de sus manos de manera amenazadora sobre el escritorio.
-No podía arriesgarme, sabia que en algún momento sabrías que Naruto no te recordaba y por tu orgullo y egoísmo harías todo lo posible para decirle la verdad y al parecer no estaba equivocada.
-Tu…
-Así que, cada vez que intentes recordarle a Naruto quien fuiste en su vida, serás atacado por un dolor de cabeza, tan fuerte y agudo que ni siquiera te dejara pensar en tu propio nombre.
-¡No pueden hacer esto!- la furia del pelinegro era tal que sus ojos comenzaban a tornarse de un rojo carmesí.
-No sabemos si el estado de Naruto es permanente o pasajero, pero dejaremos que todo continúe como hasta el momento- Tsunade sabía que estaba al mando de la situación y el pequeño frente a ella jamás la había intimidado y hoy no seria la excepción –Si él decide recordarte no me opondré y hare que Ibiki remueva ese jutsu- Se inclino hacia adelante y enfrento cara a cara al Uchiha –Pero por el momento, dejaras a Naruto en paz.
-Maldición…
-Pero- su tono había cambiado a uno mas relajado –Te daré un regalo. Si tanto deseas que Naruto te recuerde, te reasignare en el equipo 7.
-¿A que te refieres?- dijo extrañado el pelinegro.
-Mañana el equipo 7 se ira a una misión de rango A. si tu deseas que él te recuerde tendrás que comenzar desde 0 su amistad. Es lo más justo que puedo hacer por ti Uchiha.
-No caeré en tus estúpidos juegos- dijo haciendo un puchero mientras comenzaba a retirarse.
-La decisión es tuya, nadie te esta obligando a nada- Sasuke seguía caminando –De todas formas Sai parece haberse acomodado bien en el grupo- dijo de manera sisañosa en el momento que el pelinegro llegaba a la puerta.
Por un segundo se detuvo, su mano formo un puño al escuchar aquel nombre y una arruga se formo en su frente cuando a su espalda escucho una pequeña risa. Salió del cuarto cerrando la puerta de un solo golpe.
-Aunque no lo quieras aparentar, eres todavía un niño Uchiha Sasuke.
Al estar afuera de la torre, miro al cielo y trato de respirar con más tranquilidad. Recordó cada palabra que la rubia le había dicho –Pero ¿Que pasaba si solo eran alardeos para que no le dijera nada a Naruto?- era una posibilidad. Comenzó a caminar, lo más probable era que Naruto ya estuviera en su cuarto haciendo las maletas para la misión de mañana. Conociéndolo le emocionaban las misiones de rangos altos. Recordaba como se ponía cuando eran niños.
El cuarto de Naruto no estaba muy lejos de la torre Hokage así que a Sasuke no le llevo mucho tiempo el estar a pocos pasos del lugar. Por su mente pasaba la idea de sus primeras palabras, de cómo encararía al rubio y de cómo le haría recordar cada una de sus misiones juntos, de sus rivalidades, de su pelea en el hospital, cuando se enfrentaron a Gaara, cuando pelearon en el valle, de su…
-Pero que demoni…- en ese momento llevo sus manos a la cabeza, sentía como su cerebro era taladrado por una aguja muy fina de manera tan lenta que incluso podía sentirla deslizándose entre la carne de su piel. El dolor era tal que sus rodillas se doblaron haciéndolo caer sobre ellas. Tomo la poca fuerza que le quedaba para concentrarse y pensar en otra cosa por ejemplo su odio hacia Ibiki en esos momentos.
Pasaron por lo menos 25 minutos antes de que pudiera volver a escuchar sus pensamientos. Su frente estaba bañada en sudor y sus manos frías como el hielo. Al parecer las amenazas de la Hokage eran ciertas y solo con pensar en decirle la verdad a Naruto le podría costar muy caro. Cuando pudo caminar nuevamente se dirigió a su casa, si ponía un pie en el cuarto de Naruto con esa clase de pensamientos, terminaría como una bola de baba en el suelo.
Al llegar a su casa, el silencio pareció serle el mismo paraíso, eran las bondades de vivir solo en un lugar tan grande. Fue directo a su cama y se tendió en ella con los brazos abiertos, solo quería descansar. La idea de irse de la aldea de una vez por todas, paso nuevamente por su lastimado cerebro –Te regresare a Konoha- un recuerdo llegaba para atormentarlo –Ya estoy aquí idiota- dijo como un susurro antes de que sus ojos se cerraran entre recuerdos melancólicos de un rubio y una promesa.
6:00 am
Naruto se había dormido hasta tarde preparando lo que llevaría para la misión. Aunque no era del rango que deseaba, al parecer podrían tener un poco de acción. Unos ladrones habían secuestrado al Señor Feudal del país del Té y habían amenazado con matarlo si no les daban el dinero y en especial una joya sagrada que solo ese país tenia. Se había levantado y arreglado, tomo su mochila y se dirigió a la puerta, estaba ansioso por salir de la aldea a una nueva aventura, todavía habían algunos poderes que tenia que probar.
Al abrir la puerta de su cuarto, sus ojos azulinos se toparon con unos azabaches que lo veían detenidamente tomándolo por sorpresa. Por unos segundos parecía como si su corazón se ponía nervioso ¿Porque? Tomo la compostura y arreglo la mochila en su espalda.
-Sai me asustas-ttebayo- dijo con sus ojos cerrados haciendo una mueca.
-Disculpa Naruto, Sakura me envío para buscarte- dijo con una sonrisa –Ella pensó que te podrías haber dormido.
-Tengo ya varias semanas sin salir de misión, lo que menos hice fue dormir jaja.
-Solo esperemos Kakashi Sensei no se tarde demasiado- comento Sai haciendo referencia a las malas costumbres del mayor.
Mientras los dos jóvenes ninjas caminaban hacia la puerta, una pelirosa esperaba sentada en una banca de madera la llegada de sus compañeros.
-Hombres y su mania de llegar tarde- dijo mientras apretaba sus puños imaginando la cabeza peliplata de cierto maestro.
-Buenos días.
-¡Kakashi Sensei!
-Lo siento Sakura chan, pero esta vez si que no fue mi culpa- dijo haciendo un pequeño gesto de disculpas, traía una carta en la mano así que continuo –Vengo de la oficina de la Hokage, al parecer podríamos tener un invitado sorpresa.
-¿Sorpresa?- dijo la pelirosa intrigada.
-Al parecer Sasuke ya sabe la verdad sobre Naruto.
-¿QUE?- exclamo exaltada
-Pero tranquila, Tsunade sama tomo sus medidas y colocaron un jutsu en el cerebro de Sasuke pera que no pueda decirle nada a Naruto.
-Era de esperarse de uno de los 3 Sannin- dijo Sakura un poco más relajada aunque le intrigaba saber que haría Sasuke ahora que sabía la verdad o si le daría igual.
-Pero…
-¿Que pasa Sensei?
-La Hokage lo reincorporo al equipo 7.
-¿QUE?- El corazón de Sakura no sabía como reaccionar ante aquella noticia. Naruto se lo había prometido y ahora su mayor deseo se cumpliría, Sasuke había regresado a la aldea y ahora serian compañeros nuevamente.
-Pero todavía no es nada seguro, lo dejo a decisión de Sasuke, así que habrá que esperar para saber cual fue su decisión.
-No creo que Sai lo tome de buena forma- comento por lo bajo Sakura recordando los cortos encuentros que esos azabaches habían tenido.
-Sai, te dije que corrieras- gritaba un rubio acercándose al punto de reunión.
-Quien pensaría que Kakashi Sensei llegaría antes que nosotros- dijo un pelinegro que llegaba solo unos segundos después de Naruto.
-Bien, espero hayan empacado todo lo necesario- dijo Kakashi guardando la carta en su mochila.
-¡OK, VAMOS!- dijo un emocionado rubio.
Mientras caminaban a la puerta Sakura se mostraba pensativa en lo que su maestro le había confiado. Sasuke no eran de los que llegaba tarde y estaban a punto de salir de la aldea. No sabia que sentir ya que si él regresaba al equipo ¿Cuál serian sus intenciones? Obviamente no seria por ella aunque sabía muy bien que era lo que mas deseaba, entonces ¿Por Naruto? Todavía recordaba como lo había nombrado en sueños…
-Buena suerte equipo 7- les dijo un ninja con una banda en la nariz haciendo que Sakura dejara lo que estaba pensando.
-Gracias chicos- dijo el peliplata haciendo una señal de despedida con la mano.
Sai y Naruto como era lo usual de las ultimas misiones iban hablando sobre cualquier cosa mientras que Kakashi leía su nuevo libro ero. Sakura vio una última vez la gran puerta de madera. Había albergado la ilusión de volver a ver a Sasuke, de que se uniera al equipo y quien sabe, probablemente podría conquistarlo. Vio a sus compañeros frente a ella, le daba un por de envidia el que se llevaran tan bien. Dio un pequeño suspiro, había podido vivir sin Sasuke por todos estos años, una misión no iba a perturbarla. Al parecer no regresaría con ellos.
Caminando un poco mas adelante..
(Sonido de estomago hambriento)
-Tu siempre empacas de todo menos comida- dijo un pelinegro mientras buscaba en su mochila.
-Ya sabes como me pongo Sai, me emociono tanto que ni siquiera duermo o como en las mañanas-ttebayo.
-Si, es por eso que siempre hago bolsa de arroz para desayunar- dijo sacando una pequeña bolsa de su mochila y sacando una suculenta bola de arroz hacia Naruto.
-¡SAI ERES LO MAXIMO!- dijo emocionado el rubio mientras comenzaba a degustarla –Con lo bien que cocinas-ttebayo- dio una gran mordida a su bola de lo mas feliz.
Sai saco otras dos bolas de arroz y las repartió a sus otros compañeros de equipo, quedándose con una para él. Desde que se habían transformado en su familia, siempre se tomaba la libertad de hacer estas pequeñas cosas por ellos. No importaba que tan fácil o peligrosa fuera la misión, sabia que todos eran como Naruto y se olvidaban de cuidarse. Además, había leído en un libro que al ser amado se le llega mejor por el estómago…
-Oh, parecen toda una excursión infantil- dijo una voz delante de ellos.
El corazón de Sakura parecía que se saldría de su pecho al saber de quien era esa voz. Kakashi dejo de masticar por un minuto ya que ni siquiera el lo creía posible. La sonrisa de Sai se transformo en una línea inexpresiva mientras que Naruto comía de lo más tranquilo su bola de arroz.
Sentado en una piedra frente a ellos estaba un pelinegro vestido con su característica camisa blanca y pantalón negro con morado, cabello rebelde y mirada fría.
-Al parecer los malos hábitos no se pierden, llevo bastante esperándolos- dijo bajándose de un salto.
-¿Esperándonos?- dijo Naruto con la boca todavía masticando el arroz.
-Ah, si- dijo Kakashi regresando de su estado de Shock ya que ni siquiera el había pensado que llegaría, continuo –Sai, Naruto. Por órdenes de la Hokage, Sasuke Uchiha se unirá a nuestro equipo y nos acompañara en esta misión.
-Esta misión será muy interesante- dijo el pelinegro mientras con su mirada aguda pasaba de Naruto a Sai y aunque se mordía la lengua por decirle que en si no era que se uniera si no que REGRESABA a ser parte del equipo, una punzada en su frente le recordaba que no era lo mejor.
-Al fin podre verte en acción Uchiha- dijo Naruto muy animado para luego seguir comiendo su bola de arroz junto a Sai.
Uchiha…
-Bien, el equipo 7 listo para la misión- dijo entusiasta el peliplata, aunque ni siquiera el sabia en como terminaría todo esto.