—No eres más que un puto perro! Actúa como tal! —
Mello gritaba lleno de rabia, a un Matt destrozado
—Para mí solo eres un juguete!... excitación… una simple sesión de sexo!—
—Pe-pero porque me hablas así? Yo se que tu también me quieres… me amas!—
El pelirrojo cayó de rodillas en el suelo, no encontraba la solución; de que manera le haría entender, el dolor de no ser correspondido.
—Yo s-siento tu amor, estoy seguro; cada caricia lo demuestra…—
El rubio levanto bruscamente al pelirrojo; lo observo con desprecio, lo detestaba tanto!. Aprisiono su cuerpo boca abajo contra el suyo. A tirones, Mello consiguió quitarle la camisa; bajó su mirada, vio el toroso desnudo; de piel tersa, hermoso.
Pero en ese momento no tenía la mente clara; mantenía un sentimiento que era más fuerte que el; era temible. Araño al pelirrojo, lo mordió, dejando fuertes marcas. No podía controlarse, estaba confundido.
—Mello!... me duele! Para por favor!!!— sus lagrimas se regaban por el suelo de la habitación
—Te voy mostrar… quien manda!—
Mello liberó una de sus manos, hurgó en el bolsillo de su pantalón, donde encontró una pequeña cuchilla;
“Tal vez… así pueda liberarme…” pensó.
Comenzó a pasearla por los hombros de Matt, rozándola, descendiendo por toda su espalda; Matt cayó en cuenta de que era, esa fina punta de metal que sentía, y su cuerpo temblaba involuntariamente.
—N-no… Mello, no es capaz de hacerme algún daño…—
—Ah… quieres ver que si lo haría?... te voy a demostrar, solo eres un juguete!—
Apretó la mano en la que sostenía la cuchilla, la separó, hubo un movimiento ágil y…
SI TAN SOLO PUDIERAS ENTENDER,
MIL VECES TE LO EXPLICARE OTRA VEZ
ERES TAN BUENO PRETENDIENDO QUE ESTAS BIEN,
EVITAR PALABRAS DE MÁS EXCUSAS INVENTAR,
PODERTE TOCAR NO PUEDO PARAR
TE JURO QUE YO NO PUEDO PARAR.
Mello hizo un corte ligero por la parte alta, en el dorso de Matt
—AHAH! P-por favor, DETENENTE!... TE AMO!—
Un segundo corte, aun más profundo, la sangre comenzaba brotar de las heridas, y Matt solo gritaba de dolor.
El rubio palideció, su mirada se volvió sombría; acababa de derramar la sangre de la única persona que se preocupaba por el… de la única persona que le había dicho que lo amaba.
Tomo la cuchilla y la guardo en el bolsillo delantero de su camiseta oscura.
Bajó el pantalón de Matt y se deshizo del suyo. Sin siquiera pensarlo… lo penetró.
El pelirrojo solo alcanzo a ahogar sus gritos escondido entre sus brazos. Sentía el desgarré. Sentía el ardor y sin embargo, el no se opondría a nada. Solo desea que su rubio comprendiera algún día, El dolor del amor.
Sintió como Mello se vino dentro de su cuerpo; y cuando saco su miembro de golpe Matt quedo paralizado y sin aire.
La cruda realidad vino de pronto a Mello, acababa de violar a Matt… lo torturo…ahora mismo se hallaba sobre el piso desangrándose.
—Eres un idiota Jeevas!!! ¡¿Cómo fregados dejaste que te hiciera esto?!—
El pelirrojo lo miro directo a los ojos. Mello tuvo un escalofrió, no podía creer que, a pesar de la deplorable imagen, aquellos ojos verdes aun estaban llenos de vida… de esperanza… de amor.
El rubio no soportaba ver el sufrimiento que le había causado a Matt. Se sentía impotente, el ser más despreciable del mundo, él no se merecía nada.
Como pudo, Mello se levanto, se puso el pantalón, y salió huyendo de la habitación.
Matt no quería dejar solo al rubio, empleo su fuerza en alzarse; como pudo, se envolvió en una sabana y se fue tras de Mello.
SI HOLA NO TE HUBIERA DICHO YO,
JAMAS TENDRIAMOS QUE DECIR ADIOS,
NO ME MERECES YO SOY MUCHO PARA TU CORAZON
ESTA DISCUSION A NADA LLEGARA,
PUES NO HACES NI EL MINIMO ESFUERZO,
DEJAME! DEJAME OPINAR…
Mello se encontraba a punto de correr hacia la planta baja; miró las escaleras pero cuando estaba de descender por ellas, escucho:
—MELLO!!!—gritó el pelirrojo que lo había alcanzado—No te asustes Mello, y-ya eh dejado de sangrar… no pasa nada… estoy bien!—
—Matt! Aléjate de mi! No quiero herirte de nuevo!—
—No, Mello… tu no me hieres… me haces feliz—
El pelirrojo avanzaba poco a poco y el rubio, atemorizado retrocedía.
—SOY UN MALDITO BASTARDO! MI CONCIENCIA NO ME DEJARA VIVIR NUNCA POR TODO LO QUE TE HE HECHO SENTIR!—Mello temblabá
Matt seguía avanzando, se encontraba a menos de un metro
—Quieres re-remediarlo Mello…Quieres sentir mi dolor?—
—ALEJATE!!!—Mello intento retroceder, pero el espacio se había terminado.
Perdió el equilibrio, tomó a Matt por el brazo. Pero el pelirrojo se encontraba muy débil, tanto, que su peso lo venció, los dos cayeron por la escalera, quedando inconscientes.
NO HACES NI EL MINIMO ESFUERZO
DEJAME,
DEJAME OPINAR!
El rubio abría lentamente sus ojos, quiso moverse, pero se sorprendió al sentir, todo su cuerpo entumecido, su mirada solo distinguía una imagen borrosa ¿Dónde se encontraba?
—Es-ese olor… Donde estoy?...es olor …¡¿Un hospital?!— Su respiración se volvió rápida, se sentía vulnerable— ¡¿Alguien me escucha?!... ayuda!... Matt … estas ahí? —
Sintió como alguien acariciaba cuidadosamente su pecho y borrosamente vislumbro una cabellera rojiza y despeinada
—Mail! Estas bien?! … ayúdame a levantarme y vámonos, ya sabes que no me gustan los hospitales—
—No Mello, nos quedaremos aquí por mas tiempo…—susurró el pelirrojo
La visión de Mello dejo de ser borrosa, y miro claramente a Matt… vestido de blanco, con guantes plásticos… completamente pulcro. La verdad es que Matt parecía un doctor
—¡¿De que hablas idiota?¡ acaso… tengo algo mas grave?—su expresión se crispó—estoy enfermo? —
—Justamente, estas enfermo…—afirmó Matt
El pelirrojo acerco una mesita con bisturí , y comenzó a pasar uno por uno, observándolos.
—Matt, no debes jugar con eso… eh… de que estoy enfermo? Moriré?—preguntó el rubio
—No, no morirás…— tomó un pequeño cuchillo y lo paseo por el abdomen del rubio, quien solo podía percibir el frió del objeto—Quieres saber de que estas enfermo? —
Las facciones del pelirrojo cambiaron, se miraba mas temible que nunca—Estas enfermo de avaricia…vanidad… eres un ególatra! No tienes sentimientos!... si, si estas enfermo… enfermo de soledad! ¡NO CONOCES EL AMOR QUE SIENTO POR TI, NI TE DAS CUENTA DE CUANTO ME DUELE! —¡MATT, IDIOTA, NO ME INTENTES ASUSTAR! ¡ESTAS LOCO! —
—Mi querido Mello… ¡EL AMOR NOS HACE PERDER LA RAZÓN!—
Matt tomó con fuerza el bisturí y sin piedad lo enterró en el pecho de Mello
—AHAHAH—Mello grito de dolor y jadeante dijo—¡¿Qué intentas hacer Jeevas?! ¡Vas a matarme! —
—No, con la muerte no lo pagarías! Te diré lo que are… te transplantare mi corazón…—
TENEMOS UNA CITA EN EL QUIROFANO
VENDRA EL DOCTOR ME APLICARA CIRUGIA
ME SACARA EL CORAZON TRANSPLANTE DE CORAZON
AHI TE VA MI DOLOR…
Matt cortaba a diestra y siniestra el delicado pecho de Mello
El rubio intentaba moverse, pero no podía, pero no lo lograba; solo sentía un dolor punzante.
La bata que portaba el pelirrojo se encontraba bañado en sangre y ese mismo olor; olor a sufrimiento, que penetraba en toda la habitación.
Inexplicablemente vio como Matt sacaba un pequeño bulto rojo, eso era?... no podía ser! Era imposible… EL CORAZÓN DE MIHAEL KEEHL!
El pelirrojo sonreía salvajemente. Colocó el corazón sobre un recipiente plateado. Se quito la bata a tirones y dejó su cuerpo al descubierto; Irónicamente Mello observo, que en su pecho llevaba una línea punteada.
Matt tomó el bisturí de nuevo y con un alarido de dolor hizo un corte sobre aquella línea.
La sangre corría, su piel mas pálida que nunca quedaba empapado en ese denso liquido rojo.
Tomo unas pinzas y las introdujo dentro de su mismo cuerpo, de golpe jaló de ellas y otro bulto rojizo salió. EL CORAZÓN DE MAIL JEEVAS.
Matt puso su propio corazón en el mismo recipiente plateado. Tomo el corazón del rubio y con ayuda de las mismas pinzas, lo introdujo en la insición de su pecho; acompañado de fieras carajadas, comenzó a coser la herida. Al parecer no le dolía.
Termino rápidamente y miró a Mello
—Ahora si… sabrás lo que se siente… cuando amar llega a dolerte—
El pelirrojo con sumo cuidado tomó su corazón; deposito un calido beso y brutalmente lo inserto en el pecho del rubio.
Mello perdió el conocimiento.
MENTIRAS DIJISTE SABER POR QUE
ES ALGO QUE SIEMPRE EH QUERIDO SABER
INVENTARE ALGUN CASTIGO PARA HACERTE SUFRIR
LAS COSAS NO SE VAN A QUEDAR ASI
PERMITEME HACERTE SUFRIR POR FAVOR
PUES NO EXISTE EL AMOR
Mello reaccionaba, pero que sucedía…. Seguía sin sentir su cuerpo, ni siquiera podía verlo, se encontraba en un espacio oscuro y nada mas.
De pronto, como si fuera una sala de cine, una pantalla gigante se levanto, eh imágenes comenzaron a proyectarse.
Un rubio destrozado yacía en el suelo de una habitación; estaba siendo agredido por un pelirrojo, que rápidamente lo desvistió, y lo penetro, sin reparar en los gritos de dolor que salían de la boca del rubio.
—¿Q-qué es esto?—Mello podía escuchar su propia voz, pero también oía sus propios gritos, salidos de la pantalla gigante.
—¡MATT! ¡DETENTE! ME DUELE…—Mello gritaba mientras veía como el pelirrojo forzaba al rubio.
De la nada, el pelirrojo saco una cuchilla; y la paseó por la espalda del rubio, haciéndolo temblar
—¡MAIL NO LO HAGAS! ¡NO ME LASTIMES!—
El pelirrojo hizo un leve corte y la sangre del rubio brotó cubriendo su espalda
Mello se mantenía aterrorizado por aquella sádica escena.
—No pu-puedo creer q-que yo fui capaz de hacerle eso…—su voz se quebraba
TENEMOS UNA CITA EN EL QUIROFANO
VENDRA EL DOCTOR ME APLICARA CIRUGIA
ME SACARA EL CORAZON TRANSPLANTE DE CORAZON
AHI TE VA MI DOLOR…
La imagen cambió, y fugaces recuerdos con forma de fotografía empezaron a desfilar por la mente de Mello.
En todas ellas aparecía Matt, cuidando, nesecitando, amando a Mello.
—No tenia idea… de cuanto me amas…—
Su voz dejo de ser débil, una ilusión corrió por su mente.
—Yo también quiero esforzarme para amarte… ¡Quiero una segunda oportunidad! —
De nuevo Mello perdió el conocimiento.
ROBAME EL DOLOR, QUIERO QUE SEPAS QUE SE SIENTE
PARA QUE ME PIDAS PERDON
Una vez mas despertaba, reconoció el hospital de antes; aun no podía moverse, pero al fin estaba comenzando a recuperar su tacto. Así notó que algo helado se encontraba en su abdomen. Con mucho trabajo, levanto un poco su cabeza, y quedo horrorizado:
Matt se encontraba sobre el, sin moverse, con los ojos abiertos y mirada perdida, mezclado entre lagrimas y sangre.
—MATT! NO! HABLAME! LO SIENTO… POR FAVOR PERDONAME!—Las lagrimas y el coraje de no poder ayudarlo el rubio no soportaría quedarse sin su pelirrojo; así que con todas sus fuerzas le gritó—¡MAIL JEEVAS, YO TE AMO! —
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Un rubio algo inconsciente se movía violentamente mientras gritaba entre sueños:
—Yo… yo t-te amo… Mail… —respiraba rápidamente
—Roger!! Roger! Mello esta despertando!—gritaba con emoción un chico pelirrojo que se encontraba al lado del rubio—Mello! Mello! Despierta! Háblame por favor! —
—MATT TE AMO!—El rubio salto y despertó gritando esta ultima frase.
—Mello! HAS DESPERTADO!—El pelirrojo sonreía con emoción
—eh?...—pronuncio Mello algo desconcertado… que hacia Matt ahí parado a su lado… si lo acababa de ver muerto (?).
Instintivamente se levanto de la camilla en la que se hallaba; se quito la bata que traía puesta y vio unas grandes puntadas sobre su pecho. Miro atónito a Matt, lo tomo por los hombros y los zarandeo de lado a lado.
—Matt?! Matt?! Por que estas vivo?!—al rubio se le iba el aire—I-idiota! Ja-jamás vuelvas a intentar transplantarme nada! Tu… tu no eres doctor ni nada! Eres mi perro y ya! —
—Auch! Mello? De que hablas?—
—N-no te hagas el inocente m-maldito idiota! Tu… tu transplantaste nuestros corazones…—
—EH?! Mello yo… no—
—Joven Keehl! Al fin despertó!—dijo sonriente Roger mientras entraba en la habitación— Pff que alivio! Tienes casi tres meses en coma! Estábamos muy preocupados por usted! —aseguro Roger mientras se acercaba y abrazaba al confuso rubio.
Al separarse Mello le dijo:
—R-Roger… de que estas hablando?—Mello abría mas y mas los ojos— Yo… en coma? P-pero si fue culpa de Matt! Matt y su estupida idea de hacerme sentir lo que yo a él…—Mello se horrorizo por culpar a Matt— Pero no! El no tiene la culpa! La tuve yo! —Comenzó a señalar las puntadas sobre su blanca piel—Esta herida la hiciste tu; pero…—
—No—contesto Matt firme— Yo no fui… Fuiste tu mismo…—
—Si, ya lo sé, me lo merecía! Fue el mismo dolor que cause en ti que…—
—NO!—Matt lo callo y continuo hablando— Al caer por las escaleras aun llevabas la navaja abierta, Recuerdas?... así la guardaste en el bolsillo de tu camiseta… Cuando caímos se… enterró en tu pecho…—La voz del pelirrojo comenzó a quebrarse
—Joven Mihael… la verdad es que el hecho de que este vivo… es un milagro…—le dijo Roger con voz temerosa
—Cof Cof; A veces…—un joven ojeroso entraba a la habitación hablando con los demás—Cuando una persona esta a punto de morir y se arrepiente de lo malo que ah hecho, eso a lo que llamamos “Dios” se apiada y nos da una segunda oportunidad para vivir… y redimirnos—
—L…—Mello estaba sorprendido ante las palabras de L, aunque… no podía creerlo, en verdad Matt nunca había cambiado sus corazones? En realidad no había nada de Matt, dentro del rubio? —G-gracias L… creo que entendí lo que me dices—
L le dedico una sonrisa, y luego se dirigió hacia Roger
—Roger tenemos que hablar con el doctor, deben examinar a Mello de nuevo…—el ojeroso tomo del brazo a Roger, arrastrándolo fuera de la habitación; y al partir miro a Mello y le dijo—Mello! Deberías agradecerle a Matt… el cuido de ti, todos los días… fue el que mantuvo la fe en que tu despertarías pronto— y se fue
Matt algo sonrojado bajo la mirada
—G-gracias Matt—dijo el rubio suavemente
—Mello… que fue lo que dijiste antes de despertar?—
—eh?! Yo?—Mello lo recordó— ammm… no lo s…— “Prometí ser sincero y cuidar de él” pensó el rubio— mmm… Lo que d-dije fue… Te amo Matt…—
Los ojos del pelirrojo brillaron; se acerco al rubio y lo tomo de una mano
—Y… eso es verdad?—dudo Matt mientras sus ojos se humedecían
—Claro que lo es! No dudes de mi nunca! Te amo Matt!—afirmo el rubio mientras se acercaba a los labios de Matt; dándole un húmedo y calido beso— Gracias… no solo por esta vez… si no por todo el tiempo que has cuidado de mi…—
—Y-yo… quiero estar siempre a tu lado y cuidar de ti… yo también te amo Mello—Matt era tan feliz; al fin Mello lo había aceptado; sabia que de ahora en adelante su rubio estaría para el; por siempre.
Mello se lanzo a los brazos de Matt, pero un dolor punzante recorrió su brazo y lo hizo estremecerse. Volteo y noto que tenia un suero, por el cual corría un liquido de intenso color rojo.
Matt noto la extraña mirada del rubio al mirar el suero; así que intento aclararle el por que.
—Oh! Es que… perdías mucha sangre… eh hicieron esa transfusión.. . pero tranquilo… tu vida ya no corre peligro por eso—
El rubio seguía observando la sangre correr por el tubo hasta su brazo, y sintió un cosquilleo por todo el cuerpo; no uno cualquiera, si no, uno calido y confortable
—M-Matt… de quien es esa sangre?—
—…—el pelirrojo le sonrió—Es… Era mía…—
Mello le devolvió la sonrisa, y esta vez fue Matt quien se acerco para besarlo.
El rubio comprendió, al final de todo, si había algo de Matt dentro de el. Esa sangre… ese amor.
TRANSPLANTE DE CORAZÓN
AHÍ TE VA MI DOLOR.