Me pierdo en las sensaciones de tus labios en los míos, no sé en que momento llegamos a esto pero no me importa, tus labios hacen maravillas y mi corazón ansioso palpita loco mientras las emociones me desbordan, se que puede que sea la única vez que suceda y si es así lo atesorare por siempre en mi memoria.
No te quiero perder mañana así que fingiré que no fue nada si es preciso, eres mi todo, mi mundo, mi querido Shuichi, te amo con toda mi alma y se que sólo soy tu mejor amigo, no se que te arrastro a esto, si es por venganza a Eiri o que pero….
¡Ah! No logro pensar con claridad dejaste mis labios para atacar mi garganta, sé que mañana abra una marca por la fuerza que ocupas, pero soy tuyo… solo será como reafirmarlo.
Miro en medio de la oscuridad de mi habitación como tus brillante violetas brillan intensamente, es un brillo que no logro distinguir, se que nunca lo había visto antes… nunca había visto esa mirada, esa energía y se que tus ojos son como un reflejo a tu alma, pero esa mirada me está matando, me pregunto si así miraras a Eiril-san cuando estas con él…
Parezco masoquista no logro dejar de preguntarme por él cuando estas encima de mí desasiéndote de tu camisa, mis dedos viajan por tu abdomen tocando esa suave piel con la que e fantaseado por años, no hay músculos marcados aun que eso ya lo sabía, es tan solo tersa, cerca de tu ombligo siento bellitos finos, tanto que cuando te veía sin camisa creí que eras lampiño.
Suspiras mi nombre cerca de oído y me pides que te conceda esta noche, me juras que nada cambiara, que solo será una noche, el ruego me parece demasiado desesperado y tomo con mis manos delicadamente tus mejillas mientras hago que me mires a los ojos, sé que algo grave pasó y veo esa necesidad imperiosa de seguir, no me opongo sabes que no puedo oponerme a ti, acerco mis labios a los tuyos y te beso dulcemente, tus lágrimas corren sin que lo evites por tus mejillas y no puedo más que besarlas siguiéndolas hasta tu cuello; me levanto del sillón donde estaba contigo entre mis brazos y te recuesto en mi pequeña cama mientras tomo el control de la situación.
No te molesta al contrario cierras tus piernas en torno a mi cintura y te dejas guiar, gimiendo mi nombre entre suspiros, me gusta, me gusta cómo te veo, así de entregado, así de dispuesto a dejarte tomar por mí.
Siento como el calor sube hasta alturas insospechadas, la ropa hace rato que comenzó a estorbar, así que con todo el cariño del mundo deposito pequeños besos con delicadeza en tu cuello, no quiero que quede marca, no quiero saber que por mi causa una vez más tus violetas lloraran cuan él recorra tu piel como lo estoy haciendo ahora.
Desabrocho el botón de tu pantalón, con ambas manos, bajo la prenda tocando la poca piel que se asoma y siento la ropa interior que pronto seguirá el mismo camino, siento como me sueltan tus piernas y tu cuello se expone más a mis besos, me ayudas a quitar tu ropa y ahora solo quedan tus calcetines; bajo con la misma ternura trazando un camino irregular con mis labios, quiero probar cada milímetro de piel expuesta y tendré toda la noche para hacerlo, sigo viajando lentamente por tu pecho, ombligo y piernas, escucho un sonido de tus labios en protesta por haber esquivado cierta parte de tu anatomía, pero aun no quiero llegar asa parte, llego hasta los pies con ese mismo ritmo lento y con mis dientes quito uno de tus calcetines y ahora el otro con mis dedos, la ropa que quedo en mis manos termina en el piso y me alejo un poco para verte completo.
Y ahí estas sin nada que te cubra, con los ojos acuosos por lagrimas que niegas a derramar, totalmente sonrojado y listo para seguir con este juego, me acerco nuevamente a ti aun con la mitad de mi ropa puesta, no sé a qué hora mi playera blanca termino en el piso con el resto de tu ropa pero no lo pienso demasiado, veo como te estremeces al tacto de tu piel desnuda con la mezclilla tiesa de mis jeans, y beso un poco más fuerte tu clavícula sin llegar a hacer ninguna marca.
Digo tu nombre en voz baja, mi voz sale completamente ronca a causa de la excitación, suspiro de nuevo, no se cuantas veces e suspirado, pero se que han sido muchas a lo largo de varios minutos, y repito tu nombre que resuena en la habitación, pregunto si estás seguro, si de verdad es lo que quieres, tú no respondes simplemente me vuelves a besar y te remueves inquieto debajo de mí, siento como mis pulmones se embriagan de tú olor como mi piel necesita sentirte aun más cerca, sin nada que le estorbe.
Al parecer tú piensas lo mismo ya que con un poco de torpeza te desases de mis jeans, yo sólo me dejó hacer, tus deditos tocan parte de mis piernas, después de lo que parecen segundos estoy igual que tú, sin nada que me cubra, me miras y te sonrojas, sin perder más tiempo me acercas a ti pegándote completamente a mi cuerpo y me besas comenzando a moverte rítmicamente en contra de mí.
Siento tu excitación contra la mía, seguimos así algunos minutos, que se me antojan eternos, llenándonos de besos apasionados moviéndonos en contra del otro, ahora si bajo lentamente hasta donde una parte de ti esta completamente despierta sólo para mí, me gusta saber que puedo despertar estas sensaciones en ti, mi Shu-chan, mi querido amigo, sin pensarlo mucho soplo sobre tu pene y te estremeces completamente, en un rápido movimiento introduzco tu erección en mi boca y la recorro lentamente con mi lengua, tu gimes alto, tanto que tus manos se apresuran a cubrirte la boca, no quiero que te calles, quiero escucharte, sentir que esta noche será mío tu cuerpo, saber cada sensación que estoy causándote, pensar que por ahora tu corazón late al mismo ritmo que el mío, movido por algo mucho más profundo que la amistad que no quiero perder.
Con una de mis manos retiro tus manos de tu boca y tu solo dices mi nombre en protesta, sonrió internamente, tus manos buscan algo que hacer y se posan en mi cabello, jalando levemente dependiendo de lo que mi boca haga, sin perder mucho tiempo, bajo el ritmo y llevo una de mis manos hasta tus labios, pareces entender perfectamente la indirecta ya que sin perder tiempo los lames una y otra vez como si fuesen un dulce, mientras mi otra mano evita que termines antes de tiempo; ya que mis dedos están lo suficientemente húmedos los dejas y bajo mi mano hasta el sitio indicado y uno a uno mis dedos te van preparando para mi, tu gimes extasiado, dices mi nombre una y otra vez, mientras pides que por favor termine de torturarte.
Saco mis dedos de tu interior y suelto tu erección, se que no tardaras en llegar al clímax, así que alejo un poco de ti, te miró mientras una de tus manos se posa en el sitio exacto donde tu corazón palpita alocadamente, me miras con reproche por haberte dejado así, sonrió dulcemente, estoy igual de necesitado que tú, pero no quiero lastimarte.
Veo como mi pene saca el líquido pre seminal y con el intento lubricarme un poco, quiero dejar de lado cualquier dolor para ti.
Sin mayores preparaciones me acerco a ti nuevamente, mis labios capturan los tuyos con un beso demandante, poco a poco nos volvemos uno, tus piernas intentan acercarnos más aun si es posible, siento como cada parte de mi vibra de saber que soy uno con la persona a la que más e amado en este mundo, mi corazón feliz palpita dentro de mí, mientras el tuyo retumba contra mi pecho, no suelto tus labios en interminables segundos, se que por desgracias esto no será eterno, quiero recordar cada detalle de tu cara, de tu cuerpo, de las sensaciones que estas causando en mí, todo, absolutamente todo tiene que estar gravado en mi mente, necesito saber que al menos una noche me vi correspondido por ti…. Aun que sea mentira.
El momento de la sima de la más maravillosa sensación llega, la tuya antes que la mía, dejó que todo escape de mí, llegando a tu interior, respiramos totalmente agitados y doy un último beso en tu frente.
La cama es pequeña así después de salir de tu interior me recuestó a tu lado, busco a tientas las cobijas y veo como te acurrucas en mi pecho como un pequeño gatito en busca de calor, nos tapo a ambos y paso mi brazo por tu cintura para no tenerte lejos de mí, el sueño comienza a ganar terreno mientras aspiro una vez más el aroma de tus lindos cabellos rosados.
….*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-**....
Despierto con las luces anaranjadas colándose por la ventana de mi habitación, estoy sentado en el sillón completamente vestido con la ropa arrugada y medio abrochada, mi cama esta totalmente revuelta, las cobijas son un completo desorden.
Me sorprendo, ¿Qué diablos paso?... de repente cada recuerdo de la noche anterior pasa por mi cabeza, pero al verme una vez más en el sillón me pregunto si sólo abra sido un sueño creado por mi mente, una mera fantasía.
Suspiro desilusionado, todo fue tan perfecto, tan real, aun siento tus labios sobre mí, tus labios en contra de mi oído produciendo los más hermoso sonidos… pero ¿Cómo pudo pasar si sigo en el mismo lugar en el que me quede dormido?, no veo luces de ti por ningún lado. Sólo fue un lindo sueño.
Me levanto adolorido y comienzo a colocar cada cosa en su sitio, quito las cobijas de mi cama y con la misma pereza comienzo a acomodar cobija a cobija, veo que en la mesita hay una nota tuya.
Hiro:
Gracias por ser el mejor amigo del mundo.
Regreso a mí casa.
Cuídate mucho ¿si?
Nos vemos en el estudio la próxima semana
Atte. Shuichi S.
Una nota así de simple, así de corta, me llena de emoción, puede que no haya pasado nada, pero fue el mejor de los sueños, uno de tantos donde tu eres el protagonista, se que fue de los más reales que e tenido y con eso es suficiente para sentirme bien. Al menos en mis sueños tú me amas.
Después de cocinar lo que comeré en un rato veo como el cielo se oscurece, parece que lo que creí una noche completa solo fue la tarde en la que te quedaste aquí conmigo. Siento como mi cuerpo esta tenso por la incómoda postura en la que dormí esta tarde, me desvisto y me acerco al baño, el agua tibia relaja mis músculos.
Termino de darme una relajante ducha, salgo de la regadera con una toalla en las caderas y con el dorso de la mano quito el vapor del espejo, me veo en él, me sorprendo de lo que veo reflejado en el espejo… justo donde pensé que abría una marca en mi sueño, hayo una… es de un tamaño un poco grande, de un color amorotonado, no será fácil de cubrir, pero no me importa, no lo soñé, ¡No soñé nada!
Camino a grandes zancadas y veo mi celular, es la tarde siguiente al día que te quedaste, mis ojos se llenan de alegría y mi estomago gruñe por el hambre. No hay más que hacer, suspiro enamorado mientras me sirvo del sartén de la cocina y sin vestirme aun prendo el televisor mientras cómo, recordando más nítidamente mi sueño.