-Miku-san, ¿estas aquí?- Entre tocando la puerta levemente sin encontrar a nadie, mis ojos se fijaron en el gran pastel en medio de la sala, extrañado me acerque y al mismo tiempo llamaba a Miku-san.
-Que raro, ¿para que me pidió que viniera si no se encuentra? – Susurre un poco molesto y desconcertado aun mirando el pastel gigante, estire mi brazo para tocar el nevado pero antes de poner un dedo sobre este del pastel sale Miku-san muy alegre tirándose encima de mi.
-Nyappy Birthday Taku-chii – Dijo Miku-san uniendo sus labios con los míos, el sabe a fresas y eso me encanta, después de un rato de estar besándonos el aire hacia falta así que el se separo de mi lentamente, en ese momento lo contemple… lucia extremadamente hermoso, llevaba puesta la ropa del Pv de Cherry Saku Yuuki, el sabia que me encantaba como se veía con esa ropa… inocente… sexy.
Sonreí llevando mi mano hacia la mejilla de el, acariciándola levemente. – Gracias Miku-san te amo – dije antes de llevar mi mano hacia la nuca de este y atraerlo hacia mis labios, recorría casa parte de la cavidad de Miku-san expresándole en ese beso cuanto lo deseaba y el me transmitía lo mismo, de la nada el se separo de mi.
-Vamos a la habitación Taku-chii, te tengo otra sorpresa – Me levanto con ayuda de el, llego a su habitación contemplando como esta llena de velas por todas partes dándole un toque romántico a la habitación, fijándome bien encima de la mesita al lado de la cama habían varias cosas… Sake, fresas, chocolate y… unas esposas.
Eso me hizo sonreír, voltee a ver a Miku-san y este también me estaba mirando, me acerque a el besándole con pasión sintiendo como Miku-san me correspondía de la misma manera, el empezó a caminar hasta que sentí el tope de la cama, me deje caer hacia atrás, viendo como el camina hacia la mesita de al lado, tomando la botella de Sake entre sus manos, llevándoselo a la boca tomando de este.
Vi a Miku-san posarse sobre mi pelvis, inclinando su torso para besarme y traspasarme el sake que acababa de tomar, tengo que admitirlo el sake de la boca de Miku-san sabe mucho mejor, delicadamente di una media vuelta quedando encima de Miku-san, baje mis labios al cuello de este comenzando a morder suavemente, oyendo un pequeño gemido de parte de el.
Me separe para quitarle despacio la chaqueta roja que llevaba, miraba fijamente los ojos de Miku-san estos me transmitían deseo y pasion, lleve mis manos al bode de la camisa blanca que tenia empezando a subirla lentamente mientras que bajaba un poco mi cuerpo para que mis labios llegaran a torso de este, besando poco a poco la piel de él.
Ante tal gesto Miku-san arqueo un poco su cuerpo, demostrandome que le gustaba lo que hacia. Termine de quitarle la camisa, vi como Miku-san tenia las mejillas rojas de la pena y también sentía que yo también estaba sonrojado, reí un poco buscando las esposas que vi en un principio al encontrarlas agarre con mi mano libre una muñeca de Miku-san aprisionándola entre el hueco de la esposa, para después hacer lo mismo con la otra muñeca.
Con una mano sostenía ambas muñecas por encima de la cabeza de Miku-san, con la otra empecé a acariciar el pecho de él, hice que abriera las piernas para posarme en medio de estas, aun sonriendo hice un pequeño movimiento de cadera para que Miku-san se diera cuenta de cómo me tenia, llevando mis labios a un pezón comenzando a succionar y a morder delicadamente, oiga cada pequeño gemido salir de los labios de él.
-Eres mi mejor regalo Miku-san te amo demasiado- Susurre mirándole a los ojos acercándome hacia su boca para besarlo, escuche un leve “Yo también te amo demasiado” antes de sellar sus labios con un beso, succionaba los labios de Miku-san con pasion de a tanto también los mordía levemente para no hacerle daño. Baje mis labios de nuevo a su cuello, succionaba un poco la piel de esa parte preparándola para lo que venia, le mordí fuerte… casi enterrándole los dientes en la piel, Miku-san pego un grito entre doloroso y placentero mientras que yo me separaba para verle de nuevo.
-Ta…Takua por… favor… - Susurró Miku-san, yo sabia lo que significaba así que bese de nuevo el cuello de él bajando lentamente besando cada parte del cuerpo de Miku-san, mis manos se dirigieron a los pies de él quitándole las botas que traía para después llevar mis labios a uno de sus dedos de los pies, lamiéndolos lentamente mientras mis manos recorrían los muslos de Miku-san, después lleve mis manos al bode del short que él comenzando a desabrochar el botón y bajándole la cremallera logre quitarle el short rápidamente y junto al short la ropa interior.
A mi vista quedo la erección de Miku-san, y sin dudarlo lleve mi mano hacia ella cerrándola alrededor de esta, Miku-san soltó un gran gemido que me hizo sonreír, se retorcía un poco por el placer que le causaba, comeze a masturbarle lentamente mientras escuchaba como gemía cada vez mas frecuente y se retorcía de bajo de mi. Lleve mi boca a la punta de la erección de Miku-san besándole esta con delicadeza para después meter toda la longitud de él en mi boca, eróticamente lo lamía y masturbaba con mi boca intercalando a veces besos, mis manos se entretenían con los pezones pellizcándolos suavemente.
Miku-san estaba a punto de terminar lo sabia, así que acelere un poco la masturbación sintiendo como las manos de Miku-san me jalan un poco el cabello, gemía fuertemente hasta que llego el orgasmo con un gran grito de satisfacción, trague toda la esencia de Miku-san levantando mi mirada para verlo, estaba jadeando y sonrojado así que de nuevo tome su parte con una de mis manos comenzando a masturbarlo de nuevo, viendo como de nuevo se convierte en una erección.
-Takuya! – Grito eróticamente, yo por el contrario me separe de el viéndole con cariño pero tenia una gran idea en mi cabeza. – Miku-san si quieres que te lo meta, ven a hacerme lo mismo que te hice – Me senté en la cama esperando a Miku-san, por supuesto yo aun cargaba la ropa por andar pendiente de mi pequeño príncipe, pero no me preocupe cuando sentí que Miku-san me quitaba rápidamente la camisa, sonreí por lo rápido que lo hacia, sabia que estaba desesperado así que quitándome los pantalones junto con la ropa interior comenzó a masturbarme con ambas manos, tome con mi mano los cabellos de Miku-san llevando su boca hacia mi erección, él con delicadeza comenzó a lamer mi parte lentamente, me estaba surmeguiendo en un mar de placer junto con Miku-san.
Al estar semi-consiente que estaba pronto a llegar al orgasmo, violentamente agarre a Miku-san y lo tire a la cama boca arriba colocándome entre sus piernas. – Takuya… te deseo- Susurro a penas ya que la excitación podía mas que el, yo jadeaba también así que lleve dos de mis dedos a la boca de Miku-san para que este los lubricara, este comenzó a lamerlos sabiendo lo que venia y al estar lo suficientemente lubricados lleve uno de mis dedos a la entrada de él penetrándolo, vi en su rostro cierta molestia así que me acerque a besarlo mientras movía mi dedo dentro de él, adentre el segundo dedo esta vez Miku-san gimió dulcemente pero con un poco de dolor, yo lo consolaba besándole suavemente, cuando él comenzó a mover sus caderas al ritmo que llevaba con mis dedos sabia que ya estaba listo.
Tome mi parte con mis dedos llevándolo hacia la entrada de Miku-san, mirándole fijamente le sonreí con amor viendo como el me sonríe también susurrando un “Te amo” lo penetre con un poco de violencia, Miku-san se retorció bajo mi cuerpo llevando ambos brazos tras mi cuello para abrazarme, me mantuve quieto para que se acostumbrara a tal invasión. –Ta… Takuya… comienza…- Dijo débilmente, comencé a salir y entrar lentamente, los gemidos de Miku-san opacaban los míos que eran débiles, lleve una de mis manos a la parte de Miku-san para comenzar a masturbarlo, en ese entonces acelere mis movimientos penetrándolo mas fuertemente mientras oía cada grito que él emanaba de su boca.
Sabiendo que ya estábamos cerca del orgasmo, agarre fuertemente los muslos de él aumentando mas la velocidad de penetración, en todo el cuarto nada mas se escuchaban los gritos de placer de Miku-san y mis gemidos que habían aumentado, sentí algo húmedo en mi torso y un gran grito de parte de Miku-san, supe que llego al orgasmo y al poco rato después llegue yo terminando dentro de él, caí encima de Miku-san sintiendo los pequeños espasmos del orgasmo de el.
Cuando acabaron mis espasmos salí de Miku-san tumbándome aun lado de el, le quite las esposas para después abrazarlo atrayéndolo a mi, enredando mis piernas con las suyas, lo bese lentamente mientras le acariciaba el rostro, al separarme de el le sonreí. –Te amo Miku-san – Le susurre en el oído, -Yo también te amo mucho Takuya- Me sonrió abiertamente para después mirar hacia la mesita que estaba al lado de la cama. –Mira Takuya, nos olvidamos del chocolate que había y las fresas también- Comento mientras yo dirigía mi mirada a la mesita, aun sonriendo me coloque encima de Miku-san. –La noche aun no termina Miku-san- Él me sonrió sabia que la noche se haría larga para ambos, ya que es mi cumpleaños y pienso disfrutarlo con Miku-san hasta el amanecer.