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Mi Vida por loca_cool

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Notas del fanfic:

:D Hola a todos aka con un nuevo proyecto! Es un fic muy meloso que no se como temrinare. Los personajes son de Masashi Kishimotho su creador.

"" pensamientos

.-.-.-. cambios de esena

negrita recuerdos

Notas del capitulo:

:D wiii! nuevo fic! que emocion espero que les agrade y dejen muchos comentarios por favor! si quieren me dan su facebook para agregarles y toda la meña :B



 

Las nubes tronaban estrepitosamente, mientras que una lluvia inminente caí sobre sus cabezas, sin llegar a apaciguar las corriente de viento helado, ni los gritos, ni los susurros que daba esta ventisca endemoniada. El cielo gris demostraba todo su coraje y toda su bravura, dejando caer los trenos y los rayos, las centellas y los retumbos muy cerca de aquel joven muchacho que lloraba sin piedad, lloraba tanto como el cielo lloraba…


Sus ojos amargamente se teñían entre sangre y lagrimas negras y su salino llanto había marcado toda su cara, toda su faz lóbrega, bajo una expresión de sufrimiento absoluto y un dolor que calaba tan y tan profundo que difícilmente se podrían curar las heridas de este ya marcado corazón y de esta ya destrozada alma.


Sus rodillas sin fuerzas yacían hundidas en el barro y sus brazos caídos a cada lado y con su cabeza cabizbaja, dejaba que su dolor se materializara y que su agonía hablara a través de sus sollozos. Sus ordes estaban teñidas de la misma tonalidad de la melancolía, el brillo de felicidad y de orgullo, había desaparecido esa noche, aquella felicidad que lo marcaba hoy era borrada y desechada por el mismo.


Trato varias veces de parase, pero fue en vano, con las tres veces que trato de erguirse, mas de cinco veces volvió a caer de rostro contra el lodo del suelo. Sus ropajes sucios se asemejaban pocamente a lo mugrienta que estaba su alma, y de tan solo verse asi, tan lleno de inmundicia, ver sus manos y piernas llenas de sangre, sudor y tierra, al igual que su alma pero esta estaba sucia de dolor, pena y culpa.


En su escasa visión diviso a un hombre que se le paraba en frente y apenas logro conseguir fuerza y valentía para mirarle. ¡Dios como deseaba que aquel hombre fuese la Muerte y selo llevara de ese infernal mundo para que nadie vises su rostro nuevamente! ¡Como deseaba que fuera un oficial que le matase de una buena vez y asi eliminar algo de karma!


Pero ese hombre poco se asemejaba a la Muerte, aunque podía llegar a serlo, y poco se asemejaba a un oficial aunque alguna vez lo fue. Su maestro se arrodillo y con sus manos quito algo de lodo y sangre del rostro del joven, pero nunca logro arrancar las lágrimas de este, ya que aquel llanto era infinito y eterno.


Madara trato de expresar alguna palabra dulce mas fue imposible pues su lengua se trabo  justo cuando su mente ordeno una oración, no podía decir “no fue culpa tuya” o “todo estará bien” o un “no te preocupes” no podía decir nada de eso, pues anda era verdad. Partir de ahora la vida de Itachi seria, la vida del infierno, ese joven muchacho de tan corta edad, ese niñito de catorce años iba a aprender lo que era-como le gustaba llamar a Madara- MORIR EN VIDA.


-vamos, nos están esperando-dijo con voz baja, tomando su capa negra, para colocársela a su pupilo y asi resguardarle un poco de la tormentosa lluvia. Ya demasiado frio estaba su corazón para que también su piel estuviese en ese estado-si quieres llorar, llora todo lo que quieres porque a donde vamos, no podrás llorar-aconsejo mirándole fijamente mas su retoño apenas logro decir palabras coherentes.


-a…don…de va…vamos-dijo entre sollozos fuertes y desesperantes.


-al infierno-


Un ligero escalofrió rodeo el cuerpo del menor a medida que caminaba torpemente por el bosque lleno de lodo y espinas, sabía bien de ese lugar, su tío le había comentado como era y realmente, ya comenzaba a rogar por su muerte o suicidio, quería huir, deseaba huir de su cuerpo, quería que su alma se fuera de una vez.


Quien quiere vivir en el infierno en una vida y morir para ir al inferno nuevamente


¿A dónde iría si escapara de su maestro. A donde, quien lo aceptaría si ya estaba marcado y su rostro era anuncio de muerte y desgarres. Adonde puede huir él? Aunque sabe bien que al único lugar donde podría huir a partir de ahora seria al pecho de su maestro para poder llorar en el.


Sus pasos torpes pronto cesaron pues su maestro le había tomado en brazos, colocándoselo en su espalda, asi como antes Itachi colocaba a su hermanito. Instintivamente sintió melancolía y más dolor al recordar a la luz de sus ojos, mas solo se dejo llorar en silencio pues su garganta ya ardía con cada gemido lastimero.


Nada volvería a ser igual. Se acabaron las mañanas con su familia, se acabaron las carreras al colegio, se acabaron las fugadas con sus novias, se acabaron las fiestas con sus amigos, se acabaron las partidas con su hermanito, se acabaron los regaños de su padre y la risa de su madre, se acabaron las tardes de juegos, se acabaron los entrenamientos, se acabaron los días y se acabaron las noches. Ya se acabo su vida


Antes de poder reaccionar, su maestro ya le había bajado de su espalda y apenas levanto su mirar encontró las grandes puertas de esa temida organización,  una entrada llena de antorchas y grandes marcas de sangre y calaveras y huesos a los lados, había un aroma a sangre y carne que le daban ganas de vomitar y mas el espectáculo de los cadáveres que se asomaban con cada paso que se iban adentrando. Estuvo tentado a salir corriendo pero fue detenido por la mano de su maestro.


-no Itachi-le reclamo con voz fría-sécate las lagrimas y límpiate-culmino siguiendo el camino de muertos. El joven iba haciendo lo ordenado y trataba de buscar algo de paz mental para no volver a derramar lagrimas, pero era casi imposible tratar de contenerse a medida que él observaba a los cadáveres en medio  de su descomposición, ver a esas moscas parase sobre sus cuerpos descuartizados y a algunos gusanos danzar sobre ellos. Se tuvo que detener para impedirse vomitar-¡maldita sea Itachi!-le gruño Madara acercándosele.


No es que Madara deseara tratarlo como escoria, es que él sabía muy bien a donde estaba metiendo a su alumno y si no lo comenzaba a formar desde ese instante, Itachi moriría antes de tiempo en esa organización. Asi que sintiendo el mismo dolor en su corazón, le tomo por los hombros y le dio una fuerte bofetada que rompió la mejilla derecha de su alumno.


-¡ya no estás en Konoha! ¡Estás en Akatsuki asi que compórtate como tal o te vas a la maldita calle!-le grito con fuerza haciendo que los ojos del niño se volviesen a humedecer involuntariamente-deja de llorar-le gruño  pasando de sus manos hasta el mentón del joven que lo levanto con fuerza y soberbia-acá no tienes a nadie que te consuele ni que te ame, ni siquiera yo-el menor le miro algo confundido y extrañado-acá yo no soy ni tu tío ni tu maestro, soy tu líder-con violencia levanto a su alumno y lo fue llevando hasta el final del pasillo y se pararon ante una puerta de madera color purpura-Itachi, nada de lagrimas por favor-pido mirándole con una faz preocupada-aguántate como un hombre-apenas finalizada estas palabras la puerta purpura fue abierta.


El menor sintió un fuerte nudo en su garganta al ver a su nueva “familia”. Hombres de aspecto horrendo y deformado,  muy bellos pero con ojos que daban pánico y podían asustar hasta el mismo diablo. Un rubio de ojos azules le miraba con una horrenda sonrisa, mientras que un hombre de piel pálida se lamia los labios a medida que vislumbraba su figura.


Un chico de cabellos rojos le miraba con cierto disgusto y algo de odio en su mirar, inevitablemente se sintió intimidado, pero al ver a los demás miembros realmente deseo salir corriendo; uno de ellos era una especie de planta deformada pero con cara y cuerpo de humano, y mas con unos ojos amarillos que le penetraban hasta lo mas recambito de su ser; otro era un hombre de casi tres metros de altura, de piel azul y rasgos marítimos, ojos pequeños y colmillos acechantes, pero era el único que le sonreía amigablemente.


Nuevamente el deseo de salir corriendo se apareció pero fue detenido al oír la voz burlona de un albino.


-¿Ese es el nuevo Madara-sama?-rápidamente fijo la mirada del dueño de la voz: un hombre de casi veinte años, de ojos lilas y desnudo torso, que afilaba una arma de gran tamaño con una roca-carne fresca para Jashin-ante ese comentario el menor sintió un brutal temor sobre todo su cuerpo.


-yo creo que es carne fresca para mí-dijo jocoso el hombre con forma de planta, causando una leve risa entre los demás-me fascinan delgados, es más fácil despellejar la carne de sus huesos y además que son mas proteicos-Madara que estaba al lado de Itachi podía observar como su alumno estaba casi a punto de romperse.


-mm…y a mí me fascinan de esa edad-la sonrisa morbosa de Orochimaru logro hacer explotar a Madara y antes de que la serpiente pudieses insinuar otro comentario, el puño del Uchiha legendario ya había impactado contra la boca de la serpiente, seguido de una fuerte patada a la planta y de un codazo a Hidan.


Varios comenzaron a gritar entre el dolor y la impresión ante la repentina actitud de su friolento líder, más este solo con voz autoritaria y temerosa dijo:


-es no es ni el sacrificio para tu amigo imaginario de mierda-dijo mirando a Hidan-ni tu desayuno-dijo mirando a Setzu-y mucho menos tu puta personal-esta vez escupió a Orochimaru, pues su comentario fue el que más le  causo desagrado y rabia-el es mi sobrino y mi alumno-ante esas últimas palabras todos los presentes abrieron los ojo de par en par y miraron impactados al pequeño muchacho-y si alguien, alguno de ustedes le llega a tocar un solo cabello les juro que les explicare porque soy el líder de esta mierda de organización-


Ante todo ese espectáculo Itachi estaba medio perdido y algo temeroso, se sentía como una especie de carnada esperando a que le mordiera algún gran pez, pero por suerte tenía la ayuda de su maestro o al menos eso creía.


-¿Él es tu sobrinito Madara?-dijo Kisame con cierto temor en su voz-no…nosotros no sabíamos perdónanos, no sabíamos-trataba de apaciguar el hombre azulado a la fiera que se había convertido su tío-si quieres lo llevo hasta donde esta Pein para que le explique cómo es esto y sabes, para que le-antes de culminar Madara le corto fuertemente, pues tomo a Itachi de su hombro y junto con él salieron de la sala.


.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.


-¿cómo te llamas pequeño?-pregunto una voz ronca y seria, parecida a la de su maestro pero esta era un poco más educada y algo más amigable.


-Itachi Uchiha, señor-contesto. Se encontraba solo en una gran oficina, alumbrada por un hermoso candelabro que yacía en el techo, hablaba con el otro líder de Akatsuki, Nagato Pein y según lo informado por su tío, debía ser muy respetuoso y educado ante su  presencia-tengo catorce años-añadió.


-no te he preguntado tu edad-dijo sin mirarle mientras llenaba un documento-y bien Itachi de catorce años ¿Qué hace un niñito acá en mi pequeña casita especial?-comento recargando su cabeza sobre sus puños, si bien Pein siempre le habían encantado los niños, algo poco ilógico en un hombre tan cruel y frio como este, pero sin duda, todos eran algo extraños en esa organización.


-yo…yo-el menor bajo un poco la mirada como si excavara en un pasado no muy lejano-mate a mi familia, al clan Uchiha-pudo observar el ligero tic que tuvo el hombre peli naranja y casi se sentí humillado ante su mirar lleno de impresión-mi único lugar en esta vida es esto o la muerte-una ligera pero muy ligera sonrisa se formo en los labios del otro hombre al tener una explicación tan corta y parafraseada, pero lo suficiente dura y penetrante para aceptarla.


-mmm-susurro volviendo a escribir en aquella hoja-entonces Itachi, ¿Qué se siente que tu tío sea el hombre más peligroso de todo este asqueroso mundo?-decía esperando entablar una conversación mientras llenaba el documento de admisión del menor.


-normal supongo-se encogió de brazos y miro hacia el techo-¿Cómo es esto Pein?-pregunto buscando algo de información.


-yo hago las preguntas acá y usted se dirige a mí como líder y no por mi nombre-el menor trago saliva fuertemente y pidió la disculpa mas cortes que encontró-…Akatsuki es un lugar hecho para nosotros, si eres asesino estas dentro, si eres un mounstro estas dentro, si eres malo estas dentro-el menor le miraba fijamente mientras detallaba sus facciones, su piel era muy lozana y en su nariz poseía algunos pircings al igual como en sus labios-acá todos somos una enorme familia feliz-ante ese comentario el joven arqueo una ceja y le miro-feliz y disfuncional-adquirió sacando una pequeña sonrisa al muchacho, ese tipo le caía muy bien-es sencillo el trabajo, solo haces misiones, yo te daré unas pequeñas y fáciles en tu comienzo para que te vayas adaptando pero después serán un poco mas dificil-sin más el hombre se levanto súbitamente de su silla-voy a hablar con Madara, tu ve hasta donde esta Kakuzu, es el tipo que parece musulmán y pídele que te del respetivo uniforme-sin más Itachi salió a buscar a es el hombre mientras Pein se encaminaba hasta otro lugar.


El pelinaranja mantenía un leve ladeo de sus labios, asemejando a una sonrisilla que cada vez era más visible a medida que se acercaba a Madara el cual era un manojo de nervios pues caminaba a cada lado y en sus ojos estaba una mirada llena de miedo e inquietud, y ese era el motivo por el cual los labios del frio Nagato se iban incrementando.


-parece que tu novia estuviera pariendo jajajaja-se burlo de la actitud del azabache, haciéndole reaccionar con el Sharingan activado-tsk otra vez esos ojos y yo no he hecho nada para que me mires asi-el mayor dio un fuerte suspiro desactivando su mirar asesina.


-¿y bien?-pregunto algo desesperado


-¿y bien qué?-


-¡Itachi idiota!-le gruño con ganas de romperle el rostro más solo se contuvo, un poco


-esta algo traumado por lo sucedido, pero nada que un par de días de descanso y un buen vino no arregle-debido a la mirada más que mortal que le mando el Uchiha, fue mejor que el pelinaranja se dejase de bromas y hablara en serio-se ve muy calificado para esta organización y si mato a todo su clan él solo, obviamente es mucho más fuete que algunos miembros, asi que no te preocupes mucho por él. Lo pondré con Kisame, sabes que él es casi una mama protectora-Madara se lo quedo mirando fijamente con una ceja alzada.


-le arranco las piernas a su antiguo compañero Nagato, como crees que…-


-eso fue un accidente, Madara, además yo estaré pendiente de él y le diré a Konan que le dé algo de asesoría psicológica. Como es mujer-el Uchiha dio un suspiro de alivio y un dulce gracias a su compañero-es muy importante para ti  ¿no?-


-es…lo único que tengo-


.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.


El Uchiha iba caminando por la organización algo perdido debido a los millones de pasillos que se encontraban por todos lados que mirara, ya llevaba casi media hora buscando  aquel musulmán según había dicho el líder, pero lo único que había encontrado era a unas marionetas, platos sucios y ropas asqueadas.


De repente alguien choco fuertemente con el  lanzándolo al suelo, todo debido a su poca atención. Lentamente abrió sus ojos y se encontró con el hombre serpiente y un escalofrío lleno de temor a ser ultrajado le rodeo, miro esos libinosos ojos y esa larga y repugnante lengua con la que se relamía los labios, casi pudo oír la alarma de alerta roja que  titilaba en su mente.


-¿Qué haces bomboncito?-el menor tubo un severo tic nervioso ante ese nombre tan…vergonzoso


-¿a quién llamas bombón, pervertido de mierda?-no es que estuviera acostumbrado a decir vulgaridades pero siempre se incomodaba ante las miradas de ese hombre y eso que solo se habían mirado menos de dos veces.


-pues a ti, lindura-antes de que el Uchiha se pudiese levantar la mano de Orochimaru lo empujo fuertemente contra el suelo mientras se colocaba encima de él-¿te parece si lo hacemos rapidito antes que tu tío venga?-aquello era el colmo de los colmos, no solo estaba bajo una severa depresión sino que ahora iba a ser violado por un ¡hermafrodita o una mutación!


Comenzó a revolverse tratando de golpearle o de patearle, pero estaba sin fuerzas, acababa de matar a todo su clan y ni su chacra y mucho menos su Sharingan podía usar, sus manos no tenían la suficiente fuerza para serrarse y formar puños y sus atadas no eran muy rápidas ni muy fuertes, lo único que podía hacer era gritar y gritar.


-quédate quitecito-gruñía con una sonrisa, mientras trababa de quitar el uniforme Ambu e iba colando sus manos por dentro del chaleco para aprisionar los lindos pezoncitos-mmm que rica es tu piel, es tan suave y tersa-decía mientras besaba el cuello y los hombros del menor, deleitándose con sus gritos y sus pedidas de ayuda-grita mi amor, grita todo lo que quieras. Asi me excitas mas-el pelinegro ya más que desesperado  estaba asqueado, no planeaba perder la virginidad tan joven y menos en ese momento y menos con ese tipo.


-¡Es que será que les tengo que hablar en latín para que me entiendan!-el pelinegro abrió sus ojos humedecido por las ligeras lagrimas que querían escapar de sus ordes, esa voz era la de su maestro, ¡lo había oído!-¡te quitas de mi alumno ahora!-gritaba con una mueca de ira total mientras se abalanzaba contra la serpiente y le repartía numerosos golpes por todo su aterrador rostro-¡Pedófilo de mierda!-Madara ya demasiado molesto para controlarse, se desquitaba con el deforme aquel, repartiendo puñetazos y gritos.


El azabache menor fue levantado del suelo por una dama de cabellos azules y de hermosa cara y figura, la cual con mucho afecto le sacudió los rastros de suciedad que esparcían en su uniforme.


-¿estás bien Itachi-kun?-pregunto la dama con una sonrisa hermosa, logrando sacar un pequeño sonrojo del muchacho-por lo que veo si jaja-el menor trato de esconder su rostro para que no se viera su sonrojo y rápidamente seco las lagrimas que aquel pedófilo las había sacado- pobrecito, te hiso llorar... ¡Madara!-grito la mujer e inmediatamente Itachi llevo su mirada hasta su tío.


Un chibi Madara destripaba a Orochimaru literalmente con un kunai mientras este gritaba y gritaba de agonía.


-ya Madara-le decía la mujer alejando a la bestia que era su líder-¡tampoco seas tan malo!-le recrimino mientras iba arrastrando al mayor lejos de las serpiente aquella.


-es suficiente me voy de esta organización de porquería-grito Orochimaru huyendo a su habitación cual niñita desesperada.


-¡vete de mi organización maldito pedófilo porque la próxima vez te juro que te castrare!-grito con una venita en la sien que cada vez se iba aumentando.


Y después de un máximo de veinte minutos en los que se calmo su tío, Itachi fue llevad a buscarse un uniforme para su nueva vida. El tal musulmán era un hombre de cara oculta con una pañoleta que solo dejaba ver sus ojos verdes y piel morena llena de cicatrices donde se vislumbraban los hilos con los cuales la herida fue cocida.


Este con cara de pocos amigos fue buscando el uniforme para el pelinegro a la fuerza, ya que se quejaba que era una pérdida de dinero crear uniformes y se negaba rotundamente a darle una vestimenta decente al Uchiha pero después de mucha palabrería de su tío y del albino lograron sacarle el tras de tela necesario.


Itachi fue a probarse el uniforme. Se quito la chaqueta de cuero asi como la camisa de rejilla y los pantalones que estaban manchados de sangre y lodo, no servían asi que lo lanzo contra el suelo sin compasión; coloco otra camisa, esta purpura y mas cómoda, luego los pantalones del mismo color, próximamente tomo la capa roja y se la coloco, no deseo abotonarla toda asi que la dejo medio abierta y finalmente se coloco las zapatillas. Se veía…estúpido, odiaba esa ropa.


Se miro en el espejo del baño, y sin más lavo su rostro con abundante agua para sacar las marcas de sangre y lodo que aun yacían en el, arreglo un poco su cabello, rehaciendo su coleta y peinando con sus dedos los mechones alborotados. Tomo luego el esmalte uñas moradas y dio un ligero bufido, mientras pintaba sus uñas, aquello era algo…algo marica pero no podía quejarse.


-mierda-se quejo al haber pintado mal ya que la pequeña brocha ensucio casi todo su dedo índice-las mujeres están enfermas para hacer esto diariamente-volvió a comenzar y volvió a fallar pero esta vez contuvo las quejas-lo intentare con la otra mano-cambio la brocha de sus manos y comenzó a pintarse la mano izquierda pero el resultado fue peor pues la pintura callo abundante sobre sus dedos-¡maldición!-


Madara, Pein y Konan que estaban esperando a Itachi se intercambiaban miradas a medida que oían las quejas del pelinegro.


-¿necesitas ayuda?-pregunto la dama desde su asiento con una leve sonrisilla


-¡no!-tanto a Pein como a la mujer se le escaparon leves risas mas el mayor solo refunfuñaba bajamente-¿tengo que pintarme las uñas ha juro?-pregunto bajito y algo desanimado.


-si-dijo fríamente Madara


-pero si eso es demasiado…-


-¿¡demasiado que!?-gruño el Uchiha


-nada-Pein y Konan parecían estar a punto de estallar en risas como lo hacían de pequeños pero la mirada roja de su jefe les obligo a ponerse serios.


Después de un rato el Uchiha ya había hecho la interminable lucha para poder teñir las uñas de sus manos y pies de morado, estaba preparado para salir y encarar a los líderes de Akatsuki  con su nuevo aspecto y porte. Su rostro ya no se veía tan demacrado debido a todas las palabras que le decían aquellos miembros desde afuera del baño, palabras que le habían llenado de esperanza su pobre conciencia.


-¿ya estás listo Itachi?-pregunto Pein


-me…me ve estúpido-dijo el pelinegro con temor a salir-parezco un payaso de circo-decía mientas observaba el singular uniforme de la organización delictiva.


-todos llevábamos el mismo uniforme asi que  ¿crees que todos nos vemos como payasos?  Y eso que yo pensé que éramos sexys-dijo el pelinaranja haciendo reír a la mujer de cabellos azulados-pero, los uniformes atraen a las damas ¿verdad Konan?-la mujer ruborizo un poco debido a las palabras del guapo hombre.


-¡cállense!-les grito Madara ya muy harto de las estupideces de Pein y Konan-sal ya del baño Itachi-pidió dando un gran bostezo-necesito ir a dormir un rato.


El joven decidido salió del baño y Pein que andaba ronroneándole a la mujer no pudo evitar perder su mirada en el cuerpo del jovenzuelo aquel, su estomago delgado y plano era remarcado por la camisa de algodón al igual que sus largas y fuertes piernas, su piel blanca e inmaculada era tan resaltada pase a los colores negros de los ropajes. Su cabello largo y negro que caía sensualmente por su espalda atada por esa cleta que se moría por romper y liberar a esas rabiosas hebras.


-“es hermoso”-pensó el desnivelado Pein mientras se perdía en el rostro del chico, pero tuvo que ser devuelto a la realidad ya que Madara le pedía que llevase a su alumno a su nueva habitación, y lógicamente Pein no dijo que no-vamos Itachi-kun-llamo llevándolo hasta su habitación que no estaba muy lejos.


-gracias líder-susurro el joven sentándose en su nueva cama mullida y regalándole una leve sonrisa al mayor el cual camino unos cuantos pasos hasta estar cara a cara con el hermoso muchacho-¿líder?-pregunto mirándole fijamente.


-…-el hombre se inclino un poco hasta estar a la altura de su rostro y asi perderse en esos hermosos ojos grisáceos, no pudo contenerse al ver esos labios rozagantes que le hipnotizaban y le obligaban a acercársele mas y mas-buenas noches Itachi-kun-susurro regalándole un beso no en los labios sino en la inmaculada mejilla.


El menor se sonrojo inmediatamente mientras que Pein sonreía y se marchaba de la habitación con cierta satisfacción. El menor que estaba algo idiotizado debido al beso repentino, solo pudo tocarse la mejilla donde había sido depositad el beso y sin más que hacer se recostó en su cama con sumos pensamientos e ideas.



Había sobrevivido a su primer día en Akatsuki…y por lo visto, Akatsuki no era el infierno que describía su tío, o por lo menos eso pensaba...



 

Notas finales:

:D comentarios por favorrr! y hasta la proximaaa


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