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Amnesia por cutebeast64

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Notas del capitulo: Lo sé, lo sé. Merezco que me claven viva en una cruz de madera y me quemen viva por no adelantar tan seguido como lo hacía antes, pero ¡si pudiera lo haría! No es mi culpa que mi vida sea 150% más difícil de lo que parece. Me alegra haber terminado este décimo capítulo y espero les alegre a ustedes también, y todos podamos hacer la danza de la felicidad mientras lo leemos por primera vez… ¿Por favor? ¿Porfa, porfa, porfa? Bueno, supongo que lo mejor será que lean
CAP 10. ATISBOS DE UN RECUERDO TEMERARIO

Cuando abrió los ojos, aún no había amanecido. Sentía una dulce sensación de placer en su vientre y una alegría sin ningún tipo de obstáculos en su mente. Estaba acostado entre las piernas de Sasuke, posición en la que había quedado de la noche anterior y los blancos brazos del moreno le rodeaban la cintura. Sonrió suavemente al notar la medio sonrisa en el rostro durmiente de Sasuke y le dio un sencillo beso, antes de girar su rostro para ver el resto del campamento. Todos dormían en la calma de la no-terminada noche, cuyas sombras permanecían sobre todos los objetos y seres, igual a como se habían rendido al sueño horas antes. Más especialmente, la pequeña Eiko-chan parecía imposibilitada para despertar, tan sumida en sus hermosos sueños que finalmente parecían posibles.

- Es hermosa… Eiko-chan- Dijo Sasuke a su oído suavemente, haciéndolo estremecer- ¿No lo crees?
- Lo dices porque se parece a ti- Respondió firmemente el ojiazul, entrelazando sus manos con las de Sasuke, recibiendo un pequeño golpe de parte del moreno- ¿hace cuanto estás despierto?
- Poco tiempo. Te mueves mucho- Dijo abrazándolo con fuerza- Ha decir verdad, siempre lo has hecho, es solo que me había desacostumbrado-
- Pues anoche eso no pareció molestarte- Dijo el rubio travieso, alejándose de Sasuke para no ser golpeado por su comentario, pero con ese movimiento vino a su cabeza un mareo demasiado intenso que le revolvió la cabeza y lo hizo voltearse a un lado
- ¿Estás bien?- preguntó con una confusión tan certera que parecía planeada, por lo que por unos instantes sospechó haber sido envenenado, antes de que los recuerdos de aquel amor, le hicieran olvidar sus ideas y sonriera
- Solo un poco mareado, no creo que sea nada grave-
- Te convendría ir al río, está a apenas un kilómetro de aquí en esa dirección- Y señaló un punto entre el este y el sur, perdido entre los árboles verdes apenas iluminadas sus hojas por el sol- Allá podrías bañarte y tomar algo de agua-
- Está bien- Dijo levantándose con la ayuda del moreno- Me vendría bien algo de agua fría-
- Así se habla- Dijo golpeándolo en la espalda como si fuera su mejor amigo en vez de su amante- Entonces ve. Te estaré esperando justo aquí-
- Hai, hai- Dijo algo molesto golpeando al moreno en el brazo- ¿Y tú no te bañas?
- Después, si voy contigo ¿Quién cuidará de estos pequeños cachorros? ¿ah? ¿Acaso algún espíritu compasivo del amor y la infancia?- Dijo sarcástico, provocando que el rubio le sacara la lengua y saliera corriendo- Así me gusta… muñeca-

Naruto avanzó bastante rápido, sorprendiéndose de la increíble velocidad que fue capaz de alcanzar sin el mayor esfuerzo y que le permitió llegar al río para lavarse la cara mientras seguía mareado. Se quitó toda la ropa con una facilidad demasiado increíble y se lanzó al agua como una roca que impulsara brillantes olas a su alrededor, dispersando las gotas brillantes alrededor suyo, como pequeñas estrellas

Nadó un rato, feliz por poder durar tanto tiempo bajo el agua: tanto tiempo sin hacerlo y las cosas no parecían cambiar demasiado con respecto a sus días de intenso entrenamiento juvenil. El mareo pasó rápidamente, y terminado de bañarse decidió regresar junto a su familia.

Tenía frío. Sus piernas comenzaron a temblar como si no pudieran soportarlo, incluso cuando se sentía en la plenitud de sus fuerzas y cayó rendido en uno de los árboles, acostándose contra el tronco de éste. Sus piernas estaban entumidas y no reaccionaban: tenía un hambre de los mil demonios y le dolía la cabeza.

Se dejo caer en la rama del árbol y se quedó allí, jugando con los pliegues de su camiseta, mientras recuperaba lentamente su capacidad de andar. No sabía que le estaba pasando, aunque no era difícil suponer que su vida como Hokage le había quitado su resistencia para correr entre los bosques con poca comida y en condiciones que enfermarían a cualquiera. Pero como siempre, se curaría rápido… Solo necesitaba unos segundos.

- ¿Ya lo recuerdas? Que esta… no es la primera vez que te sientes así- escuchó una voz misteriosa que no venía de ningún lugar, una voz potente y lúgubre que no lo rodeaba, sino que lo llenaba
- ¿Quién es?- preguntó algo confuso mirando en todas direcciones
- ¿Aún preguntas? Es que acaso ese maldito sello ha sido capaz de ganarle a tu determinación, mocoso- Respondió la voz firme y certera, haciendo que le doliera el pecho y el vientre, como si hubiera fuego en su interior- Soy el maldito que te ha dado tantos privilegios y ha curado a tu noviecito más de una vez-
- ¿De qué…hablas?- seguramente hubiera hecho muchas preguntas y se hubiera desviado en comentarios innecesarios con aquella voz misteriosa, pero en el preciso momento en que aquel fuego le llegó a los ojos, haciendo que le ardieran como si estuvieran a punto de sangrar, pudo ver a gente que conocía demasiado bien, por haber sido sus amigos, atacando a su familia… Los Hyuuga

Era increíble que pudiera verlos a tal distancia, pero la preocupación ganó a su curiosidad y abandonando su discusión sin sentido con aquella voz que bien podría ser una alucinación resultado del hambre y el cansancio o de agua que entra a tus oídos mientras avanzas en las profundidades del agua, salió disparado hacia el lugar donde estaba su familia.

Cuando llegó al lugar en el que estaba seguro de haber visto por última vez al amor eterno de su vida, el rumor sordo del abandono le heló los huesos, mesclado con los gemidos impacientes del dolor provocado por heridas recientes… ¡¡Oh dios, la sangre…!! Las pruebas indiscutibles de una lucha por la pequeña Eiko-chan…

¡Cuántos deseos no le faltaron para lanzarse tras sus antiguos amigos y golpearlos hasta la muerte para recuperar a su hija! El dolor se extendía por su cuerpo como rasguños, como si aquella herida en su corazón fuera una piedra lanzada al centro, generando en aquella pantalla cristalina y calma, ondas tras ondas, que interceptándose unas con otras, terminaban por crear en su alma abandonada una turbulencia desastrosa capaz de desarmarlo.

- Eiko… Eiko- Repitió de manera algo insensata mientras el ardor de fuego que había sentido un poco antes comenzaba a consumirlo por dentro

Trató de encontrarla en los alrededores, con la desesperación de un cachorro que rasguña la tierra en busca de algo que ha desaparecido sin dejar rastro y sin que esto le ayude en lo absoluto a encontrarlo. Karin estaba inconsciente en una esquina, tan herida que lo más probable es que las sangre fuera suya. Suigetsu había caído presa de alguna poderosa técnica al suelo, como un charco de protoplasma trasparente y acuoso que parecía temblar al raspar el viento su superficie trasparente. Y ni Jugo ni Sasuke estaban… Y mucho menos Eiko. Ni siquiera se hacía evidente el uso de cualquiera de las técnicas que usaran ellos… acaso ¿habrían huido?

- Eikoooooooooooo- Gritó con toda la impotencia de su alma mientras sus ojos terminaban de tomar el color de la sangre y su rostro se volvía el de un demonio

Y entonces halló una simple señal que le devolvió a la realidad.

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

Hinata frenó en seco, cansada y adolorida por los golpes recibidos del portador del Sharingan, antes de que Neji lo detuviera con su ataque de tres niveles celestiales. La niña en sus brazos iba dormida por el efecto de un jutsu que se había preocupado de usar antes de que iniciara la pelea por ella.

- ¿Estás bien?- Neji se giró a verla, como reprendiéndola por su debilidad y ella solo miró a un lado- ¿Y Uchiha-chan sigue dormida?
- Sí- Dijo ella un poco molesta por la manera tan cortante en que Neji trataba a la hija de Naruto
- Bien, entonces prosigamos-

Fue un error tan simple que cualquiera lo hubiera podido cometer, pero para Neji eso fue demasiado como para que lo hubiera cometido su propia esposa; apenas hubo dado un par de pasos, la joven pelinegra tropezó con sus propios pies en un intento fallido de acelerar prontamente y la pequeña niña se soltó de sus brazos para ir a dar al suelo terroso

- ¡Shimata!- Dijo Neji frustrado, saltando para tratar de alcanzarla, pero la pequeña se estrelló contra el suelo, explotando en una pequeña nube blanca que les dejó en la maravillosa posesión de un tronco de madera podrido- ¡¡Jodido Sasuke!! Nos engañó con un Henge-

Los cuatro ojos blancos, se enfocaron en diferentes direcciones, buscando por su cuenta el lugar donde podrían encontrar al maldito de Sasuke con la verdadera Eiko. Y Hinata sonrió dulcemente al ver que su treta había funcionado lo suficiente como para que Sasuke pudiese huir con su pequeña, y ahora sí… Ella lo hacía por su Hokage.

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

Eiko-chan estaba asustada, abrazada a la capa de su padre con firmeza, preguntando con voz ahogada, el paradero de su dulce madre, cuyos azules ojos parecían infinitos y su sonrisa pura, la llenaba de calidez. Sasuke estaba en una temible desventaja, pues aunque ahora tenía los ojos de su hermano, las innumerables veces que se había visto obligado a usarlos para el bien de su nueva familia le dejaba en una situación riesgosa. Le dolían demasiado, los dos.

Jugo estaba a la defensiva, dispuesto a dar su vida por Sasuke si eso era lo que debía hacer para salvar lo que quedaba de la pequeña descendencia del clan de aquel que siempre había velado por su seguridad, incluso bajo su aspecto frío y dominante.

Los Hyuuga habían descubierto antes de lo que esperado la treta que habían dispuesto, para poder escapar a uno de los tantos escondites de Akatsuki, donde los integrantes ingresados hacia no menos de un par de años bajo las órdenes del Uchiha, les ayudarían a alejar a los jounnin de Konoha que iban tras ellos. Ahora una pelea de uno contra uno sería inevitable, y la pequeña Eiko podría salir herida. Su única opción era usar aquel jutsu; el único para el que no requería el Sharingan.

- Jugo ¡Haz el jutsu!- gritó Sasuke dejando a la niña detrás suyo e iniciando una larga serie de posiciones de manos

El peli-naranja asintió con la cabeza y realizó las posiciones de manos que le correspondían, cubriendo el cielo de nubes negras y profundas, capaces de oscurecer por completo el terreno. Ni Byakugan, ni Rinnegan, ni Sharingan podían ver a través de la oscuridad generada por aquel jutsu dominado por Jugo hacía unos años, cuando Naruto regresó a Konoha y no fue capaz de hacerlo.

- ¿Estás planeando usar ese jutsu?- preguntó Hinata con preocupación, después de todo, la última vez habían derrotado a casi toda Konoha incluyendo a la Hokage con ese jutsu… Sin embargo, ahora en vez del peligroso Naruto, estaba Jugo. Tenían algo de ventaja.
- Hinata el pergamino- La llamó su esposo haciéndola entrar en razón. Ambos Jounnin sacaron unos pergaminos sellados por Kakashi para aquella misión- ¡Liberar!-
- ¡Liberar!- Dijo Neji a su vez

De aquellos pergaminos salió una poderosa técnica que Kakashi había logrado dominar después de un duro entrenamiento, para detener aquella combinación de técnicas tan mortíferas, que Naruto y Sasuke habían aprendido a usar durante el tiempo que vivieron juntos.

Diez llamas doradas imposibles de apagar por ser de Chakra se extendieron alrededor de Sasuke y su compañero de batalla, haciendo que una luz brillante llenara el espacio, desvaneciendo la negrura del jutsu que había usado Jugo, y que así el moreno quedara atrapado en su propia sombra.

- Yo me encargo- Anunció Hinata lanzando una fuerte ráfaga de viento y chakra hacia el cielo, que se despejó de inmediato

Sasuke se mordió los labios. Había caído en la trampa del oponente, atrapado por su propia técnica y sin poder moverse, deseó que Naruto estuviera allí por los exactos segundos que le tomó darse cuenta de que eso solo empeoraría la situación.

- Lo siento, Sasuke-sama. Pero me llevaré a Eiko- dijo abrazando a la pequeña niña contra sí, logrando controlar una gran parte de sus movimientos para intentar huir.
- ¡No te la vas a llevar!- Dijo tratando de moverse, pese a la fuerza de la técnica que le tenía preso- No dejaré que me quiten todo por segunda vez ¿me oyes?
- ¡Es inútil!- se atrevió a gritar Neji dispuesto a atacarlo para que ya no se pudiera mover- No podrás vencerme-
- Esto ya no se trata de mi fuerza o la tuya, se trata de los objetivos que tenemos, y los míos son mucho más poderosos que los de alguien como tú- Dijo logrando sacar uno de sus pies de la sombra- ¡¡Voy a pelear por las dos personas que más amo en el mundo!!

«Esta sensación… Es porque se refiere a mí ¿no es así?»Tenía las manos congeladas y temblaba por la impresión de aquellas palabras, las llamas de su corazón se agitaban fuertemente «Es porque nos amamos de la misma manera, pura y sin reservas ¿No es así como debe ser el amor acaso?»

“Estaban sentados en el delgado corredor de madera que rodeaba su casa entre los arces, manzanos y cerezos de bellísimas flores de colores, acariciándose con la delicadeza de los amantes perdidos, mirándose con la profundidad del universo aprisionante y el mar distante. Ambos tocaron con suavidad el vientre del rubio, sonriendo con la alegría de quienes han obtenido más de lo que esperaban

- Hemos llegado muy lejos juntos- Susurró Naruto besando suavemente la oreja de su amante
- Y lo seguiremos haciendo- Dijo abrazándolo contra su cuerpo, aprovechando la posición del rubio para morder suavemente su delgado cuello canela- Ahora con nuestra familia-
- Es cierto- Dijo el rubio recostando su cabeza en el hombro de Sasuke para dejarse lamer y morder con más facilidad- pero ¿has pensado que haremos cuando vengan por nosotros?
- Les patearemos el trasero- Dijo Sasuke abriéndole un poco la camisa para bajar un poco más sus labios- te prometo, que jamás permitiré que nos hagan daño
- No prometas algo que no podrás hacer…-
- Tal vez no solo pero… Si te quedas conmigo, y prometes no abandonarme sin importar lo que pase; sé que podré hacerlo todo”

Ahora era el momento de que aquella bellas palabras tomaran vigencia, era su momento estelar, era cuando volvería a usar esa técnica después de tanto tiempo. Recordaba las posiciones de manos, y parte del entrenamiento que había tenido con Sasuke, pero no estaba seguro de lo que sucedería cuando la usara

- ¡Sasuke! ¡Eiko!- Entre el Hyuuga y el Uchiha, una sombra cayó, generando una gran ventisca, que consumió las llamas como un devorador de chakra, permitiendo a Sasuke correr a abrazar a la pequeña, que al abrir los ojos gritó
- ¡Mami!-
Notas finales: Ajá, Naruto ha llegado a demostrar su nueva y poderosa técnica, tan exclusiva que ni siquiera aparece en la serie. Espero les haya gustado esta “premonición” del capítulo 11. No me han dejado casi reviews en el último capítulo ¿es que ya no me quieren? ¡¡Dejen reviews para saber qué es lo que estoy haciendo tan mal!!

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