CAP 11. TODO EL ODIO CONTENIDO; LA TERRIBLE PRIMERA TÉCNICA DE SOMBRA Y LUZ
- Futton; Yorukumo no jutsu*- Las manos canela estaban separadas apenas un poco y se dirigían hacia el cielo, era la premonición de lo que Neji y Hinata habían considerado en su plan, como el peor de los escenarios.
Naruto había recordado la primera de las Seis Técnicas de Fusión Sombra y Luz. Esas técnicas habían sido usadas; cuatro de ellas, durante la destrucción más profunda de Konoha y dos durante la misión de capturar a Miki. Si además de esa que estaba siendo usada en contra de ambos portadores del Byakugan, Naruto recordaba las otras cinco, Konoha estaría inmediatamente en una alarma de nivel superior, y aún así, podría ser fácilmente destruida.
Lo último que Hinata fue capaz de ver antes de que aquella neblina negra de poderoso chakra le impidiera seguir usando su Byakugan y la dejara totalmente vulnerable a cualquier ataque, fue como los ojos de Naruto brillaban en un color rojo sangriento; parecía como cuando al encerrarse a una madre Tigresa con sus cachorros en una situación de peligro, esta se dispone a dar su vida con tal de defenderlos.
- Neji, corre- Le pidió la chica mientras trataba de llegar a su lado, antes de que fuera demasiado tarde como para huir, atrapados por aquellas oscuras nubes tormentosas que impedían ver a más allá de tu nariz.
- ¡Es una estupidez!- Dijo Neji empujándola a un lado- No me van a vencer
La pelinegra cayó herida a un lado, y se quedó completamente quieta, pareciendo que temiera que con solo moverse los dos Ninjas más poderosos de toda la nación del fuego la mataran a ella y a su esposo; Cuando Naruto estaba con Sasuke parecía olvidarse de lo que eran sus amigos y las promesas de protegerlos, aunque eso, era más que evidente, al imaginarse que todos esos “amigos” solo querían separarlo de la persona que más amaba, para luego matar a esta última entre las peores torturas posibles.
- No merecemos perdón alguno- Dijo tristemente, quedándose quieta en el suelo, mirando tristemente a la nada, con la esperanza de que Naruto hallaría las fuerzas para perdonarlos otra vez…
El poder que ahora corría por sus venas era mayor del que jamás se hubiera imaginado capaz de poseer; casi se podía decir que ahora finalmente entendía porque era él y no otro el Rokudaime Hokage de Konoha. No solo podía mantener un jutsu tan temerario, sino que podía ver a través de este con total calma, sin siquiera tomarse un esfuerzo mínimo.
Sabía que era lo siguiente que debía hacer para que Sasuke no quedara en la misma desventaja en la que ahora se encontraban sus perseguidores; se acercó lentamente a él, y dijo contra sus labios, en medio de un delicado beso casi desesperado…
- Técnica Secreta: Me o kaise**-
Los ojos de Sasuke se volvieron inmediatamente del mismo color y forma de los que correspondían a su querido amante; de esta manera encontrar en las sombras a sus “queridos” perseguidores no era ni siquiera difícil.
Neji seguía intentando atravesar aquellas nubes con todas sus técnicas, desde la más simple del puño Suave hasta las últimas, dominadas durante sus patrullas por Konoha al ser nombrado para esto por el chico rubio contra el que tenía que pelear en esos mismos instantes.
- Ni lo intentes; bien sabes que esta técnica está por encima de las tuyas- Escuchó la voz a su derecha, lanzó un golpe en esa dirección, pero ya Sasuke había cambiado su posición y lo miraba con sus rojos ojos, pretencioso- ¿ya dejaste de pegarle a la nada?
- Bastardo- oyó la respuesta de Neji y sonrió apenas un poco
- No me interesa lastimarte, y sé bien que incluso si me interesara, Naruto me mataría solo por inferir que quiero lastimarte, así que, supongo que solo te daré una seria advertencia. No te acerques a mi familia-
El poseedor del Byakugan se quedó así, de espaldas a Sasuke, en un silencio que para Sasuke pareció una rendición, pero que en lo más profundo, era solo una espera para usar su nueva técnica. Tal vez esa técnica fuera imposible de destruir para alguien como ellos, pero si sabía la ubicación exacta de Sasuke, podía matarlo.
Espero, se concentró en recordar el lugar del que había oído que venía la voz, y trató de calcular la distancia exacta a la que estaría el Uchiha y su imponente presencia… 1, 2, 3 metros…
- ¡Estás muerto!- Se lanzó, puso la mano en alto y golpeó en medio de aquella profunda oscuridad, alcanzando a lastimar el brazo del moreno, quien de inmediato se puso a la defensiva
Naruto se acercó lentamente a Hinata, y al verla en ese estado, más que desear golpearla por tratar de llevarse a su pequeña, una pequeña luz de compasión se iluminó en su alma; esa era la chica que le había dicho que lo amaba, y con la que…
“Miró lentamente a su alrededor, todo se veía simplemente perfecto. La casa de los Hyuuga era y siempre había sido imponente, pero con aquella nueva y encantadora familia lo era aún más. Hinata estaba sentada en el corredor, mirando hacia el sitio en que Neji entrenaba comúnmente, pero que ese día, se hallaba vacío. Su largo y bellísimo cabello negro resbalaba suavemente por su espalda hacia el suelo, apenas alcanzando a rozarlo. Era muy bella, y su embarazo, aunque aún no era notorio, la hacía ver el doble de encantadora
- Y entonces, Naruto-kun ¿Estás viviendo lejos?- Preguntó dulcemente, sonriendo con ternura, mientras tomaba un rico dulce de un tazón que había dejado en el suelo
- Bastante- Respondió jugueton, ampliando su sonrisa antes de lanzar un grito enojado- ¡¡Miki!!
La pequeña niña rubia de ojos profundamente negros había tomado toda una manotada de dulces del pequeño tazón y algunos de ellos se le habían caído al suelo
- Perdón- Dijo infantilmente soltando todos los dulces, que cayeron en el regazo de su falda, haciendo que las lágrimas de la pequeña brotaran inevitablemente de sus ojos cubiertos por una bella venda de color negro marcada con el símbolo Uchiha, y corrieran salvajes por sus mejillas- Gomen, gomen, gomenasai
- No te preocupes Mikarin-chan- Dijo Hinata recogiendo los dulces para volverlos a poner en el tazón- Si no ha pasado nada-
- Eres muy amable- Dijo el rubio abrazando a su pequeña niña, que no dejaba de llorar infantilmente-
- ¿Y cómo se va a llamar?- preguntó la pelinegra señalando el abultado vientre del ojiazul, quien la volteó a mirar con la curiosidad de un gatito-
- Eiko- Dijo de inmediato- Sasuke quería un nombre que tuviera “ko” y optamos por ese nombre-
- Ahh… Oye, se le ha mojado la venda con las lágrimas ¿le traigo otra?- Dijo Hinata al notar que la niñita, efectivamente, tenía la venda llena de lágrimas-
- No te preocupes, siempre tengo otra en caso de emergencia ¿Cierto belleza?- Dijo suavemente a la niña, antes de hacerle una dulce petición materna- Cierra los ojitos
La niña asintió y cerró sus ojos, mientras Naruto le quitaba la venda de los ojos, le secaba las marcas de lágrimas con el borde de su negra camiseta y luego le ponía otra venda nueva de color naranja
- Ya puedes abrirlos- Dijo sonriente y la niña sonrió también, incluso sin verlo a través de la venda
- Dobe- la voz era inconfundible
- Otosan- Dijo la niña levantándose para correr hacia el Uchiha, que venía oculto con una capa negra y que la recogió entre sus brazos
- Ya es hora de irnos-
- Hai…”
Con la que se había abierto a contarle todos los pesares de su familia deshecha; simplemente le era muy difícil imaginarse a esa chica que lo miraba con los ojos plateados confundidos, usando aquella terrible técnica contra él; aquella técnica para devorar recuerdos ¿qué le había hecho él, cómo la había lastimado para que quisiera recurrir a eso?
- ¿Qué te hice?- preguntó tiernamente y la chica se puso a llorar sin consuelo, tratando de secarse los ojos con el dorso de la mano
- Yo creí que había cambiado… lo siento, lo siento- Siguió llorando y él, compadecido se arrodilló a su lado y la abrazó- Yo no quería, pero Neji me dijo que era lo mejor para ti; para que dejaras de llorar en mi hombro cuando nos reuníamos-
Al escuchar el otro nombre Naruto pareció entenderlo todo; Neji siempre había guardado demasiado rencor y no era difícil imaginar que quizás, aquel chico de cabello castaño y agudos ojos, era el que realmente se había tomado el trabajo de intentar lastimarlo.
Sasuke ya estaba peleando contra el pelicastaño, que trataba de suponer los movimientos de Sasuke con base a aquellos que conocía de siempre; aquello simples errores en los movimientos, que Sasuke no había podido corregir con el tiempo y el entrenamiento. En un momento sintió tanta frustración de haber confiado en él…
“Estaba sentado en el bar de Ramen de Ichiraku; Ayame atendía, pues su padre, el viejo Teguchi había muerto hacía ya un par de años. Pidió otra ronda de ramen y se quedó mirando el plato lleno de fideos que flotaban. En ese momento de su vida se sentía demasiado vacío. El lazo de su corazón estaba roto.
- ¿estás bien?- Neji entró y se sentó a su lado, haciendo que girara sorprendido
- Si claro- Dijo fríamente, como se había vuelto costumbre en él
- Iba a darte el reporte de las misiones de hoy, pero como no estabas en tu despacho supuse que estabas aquí…-
- Neji… ¿porqué a veces me siento tan vacío?- preguntó dulcemente, mirando el cuenco de ramen con la mirada extraviada en el hilo rojo que se desprendía de su corazón
- Los arrepentimientos son vacíos en tu corazón. Pero sé que tú no tienes ninguno, así que no te preocupes. Tú amas a Sakura, ella a ti; cuando te cases te darás cuenta de que las cosas son más fáciles con alguien que te ayude a pasarlas
- Sí, eso creo… gracias- Dijo suavemente”
Todo ese tiempo, habían sido mentiras; le había ocultado que el verdadero amor de su vida era Sasuke, le había mentido con respecto a tener más familia que su pueblo de Konoha, había encubierto toda aquella historia que comenzaba a aparecer en su mente, y lo que era aún peor… le había quitado la memoria y había convencido a Hinata de que era lo correcto
Se lanzó al ataque, sin ninguna contemplación; firme seguro, iba a usar sus puños para vengar tanto olvido. “Tu destino es perder ante mí” Escuchó esas palabras de nuevo “Mi destino es el de un pájaro enjaulado”, los recuerdos del maldito de Neji se agolpaban en su mente a cada instante
- ¡Muere!- Lo golpeó en la cara, haciéndolo desequilibrarse de la rama en la que estaba. El peli-castaño trató de hacer algo para no caerse, pero el chakra no fue capaz de sostenerlo, y sin visión, era difícil suponer de dónde cogerse para no herirse
- ¡Neji!- Chilló la esposa del que caía
“Neji tenía sujeto a un pequeño bebé de cabello blanco como sus ojos, cubierto por una bella manta de su clan; el primer hijo que nacía sin pertenecer a Souke o Bouke, el primero que no usaría la marca del pájaro enjaulado, pero tampoco la portaría
- Se llama Shiromaru- Dijo presentándoselo- Como Hokage deberías bautizarlo oficialmente-”
Ese maldito… ese maldito, ese maldito, ese maldito…
“Estaban en aquella reunión de nacimiento del nuevo hijo de la familia Hyuuga
- Te agradezco por cambiar el destino de los Hyuuga-“
“Solo quiero que seas feliz” ¿porqué, mientras lo veía caer hacia el suelo sin saber cómo defenderse, no podía dejar de recordar todas esas cosas buenas que lo impulsaban a saltar, y salvándolo decir “me debes otra”? Se mordió los labios y saltó entre la oscuridad sosteniendo al joven en sus brazos a la vez que deshacía el jutsu, dejando a Sasuke desprevenido y vulnerable, por lo que tuvo que desactivar el jutsu también.
- ¿Qué haces dobe?- Gritó Neji al verse salvado y de nuevo, con la ventaja de la situación. Eso simplemente no se lo quería creer- ¿Porqué ayudas a tu rival?
- No lo sé- Chilló irritado, apretando sus puños con la furia contenida de su alma- Quería lastimarte por todo el daño que me causaste, pero aún así no puedo. ¡Defiéndete en un combate real!
Se alejó de él una distancia suficiente como para que ninguno de los dos tuviera la ventaja, y luego levantó el puño en el aire, como cuando eran apenas un par de gennin en un examen para determinar su destino.
- Juro que venceré- Dijo apretando con fuerza. Hinata permanecía en el suelo y Sasuke había ido con su hija, para cuidarla de cualquier jutsu que accidentalmente diera sobre la pequeña
- No puedes hacer nada. Creí que tu habías decidido tu destino, pero Sasuke solo te hace sufrir; lo menos que puedo hacer por ti es ayudarte a salir de aquel destino tan patético- Pareció lanzarse al ataque. Naruto se había preparado para recibir el golpe
- No importa. ¡Atácame hasta que tu odio se aminore y tu alma consiga la verdadera paz!- Dijo extendiendo sus brazos
Pero no se dio cuenta de lo que realmente era importante, para cuando lo notó ya era tarde y el ataque de chakra del portador del Byakugan ya iba por los aires contra su pequeña hija, y su amado esposo. Saltó y recibió el impacto, no solo soportándolo, sino logrando enviarlo de vuelta contra el de ojos plateados, que inmediatamente activó su kaiten para evadirlo
- Ese día cambié el destino de los Hyuuga, pero no me di cuenta de que debía cambiar tu destino también- Dijo el rubio y justo en el instante en que kaiten frenaba, atravesó su barrera y lo golpeó en el rostro, lanzándolo contra Hinata, quien abrió los brazos para recibirlo y aminorar el golpe- esta vez no lo hago por mi orgullo de mal perdedor, lo hago porque, si existe un destino para mí en todo este mundo, ese es, estar con mi familia.
- Tus ojos definitivamente son más agudos que los míos- Dijo tras un instante de silencio. Al parecer, tu si puedes ver el verdadero destino de las personas a tu alrededor
- No. Solo me atrevo a sentir con mi corazón. Tal vez deberías intentarlo un día de estos-
Neji sonrió y se levantó con la ayuda de su esposa.
- Supongo que por esta vez… Me ganaste Naruto, siempre lo haces…-