BONUS 3. MATRIMONIO
- ¿Qué piensas de nuestra vida ahora?- la voz de Sasuke lo sacó de una de sus más bellas ensoñaciones para traerlo a una linda realidad, sentado en el suelo de madera de una linda casa, observando cómo florecían los árboles, sintiendo el calor de ser abrazado por otra persona
- Estoy feliz- Sonrió a la vez que sujetaba con sus delicadas manos los brazos del moreno que permanecían a su alrededor, abrazándole, sintiéndose protegido por el cuerpo del mayor, quien al notar aquel infantil intento de auto-protección, sonrió y se ajustó con más fuerza contra él, besándole suavemente en el cuello, donde terminaban los rubios cabellos e iniciaba la tersa piel
- ¿Te arrepientes…?- preguntó el moreno contra la piel de su cuello haciéndole reír-
- ¿De qué? Tengo un hogar- Dijo observando la casa tras él- Tengo una familia- Sonrió el ojiazul a la vez que sujetaba su vientre de ocho meses bajo la linda blusa de embarazada casi trasparente- Logré salvar a mi mejor amigo de la oscuridad de su corazón, y que estuviese conmigo…-
- Pero…- Agregó el moreno al ver la ligera decepción marcada en el rostro del rubio-
- Nunca logré ser Hokage- Murmuró a la vez que se resbalaba por el cuerpo del moreno, hundiéndose en ese cuerpo tan poderoso que le protegía del mundo exterior- Tanto esfuerzo para nada…-
- Lo lamento, deseaba demasiado tener una familia y a la vez, tomé demasiadas decisiones equivocadas- Murmuró el moreno
- Teme…- Dijo el rubio enojado a la vez que le pegaba un codazo que le hizo reaccionar adolorido- No me importa ser un Ninja Renegado si es al lado de mi mejor amigo…-
- …Y esposo, dobe- Completó el moreno
- ¿Cuándo nos casamos? Ni siquiera tengo anillo de matrimonio ‘tebbayo- Renegó el rubio molesto a la vez que se paraba y miraba a Sasuke, mostrándole su dedo anular vacío
- Si te regalara un anillo, probablemente lo venderías para comprar ramen- Dijo el moreno cerrando los ojos incómodo
- ¿Tan mal piensas de mí?- Inquirió molesto inclinándose y apoyando sus manos en la cintura- El collar de la Godaime era valorado en más de tres montañas y jamás lo vendí para comprar ramen…-
- Pero quisiste hacerlo- Aclaró el azabache
- Pero no lo hice-
- Lo rompiste en la pelea con Pain- Volvió a rebatir el moreno, haciendo que el rubio se pusiera rojo de la ira
- Fue un accidente, además, tu dijiste que cada vez que me hacías el…esto…e…mmm…esto…teníamos…- El pelinegro sonrió divertido al ver como el ojiazul se trababa al intentar decir “sexo”, por lo que más enojado todavía, el ojiazul cortó la frase con un- ¡Tú entiendes!...cuando hacíamos “eso”, sellabas el poder del zorro…
- ¿Eh?- Por unos segundos el pelinegro no recordó la mentira con la que había conseguido tener tanto sexo con el rubio, por lo que al recordarlo, tuvo que salir del tema con un clásico- Ah, eso… ¡Sí, sí, claro que sí! Eso mismo, ja, ja, ja…
- Usosuki*- Dijo el de piel canela haciendo un puchero- Pero si te quieres llamar mi esposo ¡Tendrás que darme un anillo y darme una boda decente!
- Bien. ¿Quieres un kimono tradicional o un lindo vestido de novia occidental?- Una venita palpitante apareció en la frente del rubio
- ¡Esmoquin para ambos!- Chilló impaciente apretando los puños
- ¿Y qué vas a hacer con el bebé? ¿Desaparecerlo mágicamente? Y no, no hay ningún jutsu para hacer eso- respondió a la pregunta no formulada del rubio- Solo acéptalo y ponte un lindo vestido de novia-
- Entonces kimonos matrimoniales negros** para ambos- Insistió a la vez que bajaba la cabeza molesto
- ¿Porqué sigues insistiendo en esas pequeñeces?- Inquirió molesto el moreno a la vez que ponía su codo en la rodilla y su rostro sobre la palma de su mano
- ¡Para ti son pequeñeces porque tú no vas a ponerte un vestido de chica!- Vociferó inquieto
- Pero ya tienes puesta una ropa de chica- El moreno señaló el atuendo del rubio cuyo rostro se encendió
Una linda blusa de embarazada de color azul marino casi trasparente en la que se notaban los pezones acaramelados, con un moño azul metalizado por decoración justo donde terminaba el escote, mangas bombachas y cortas como las de los vestidos para niñas pequeñas, pantaloneta negra y ancha, casi como una falda y los pies descalzos. En realidad parecía una chica. Si se hubiese puesto un moño rosa en el cabello probablemente nadie le hubiese reconocido como hombre.
- ¡No me jodas! Me la pongo solo porque nadie me está viendo- La vulnerabilidad del rubio en esos momentos era increíble, y encantadora-
- Yo te estoy viendo- Dijo el moreno a la vez que se paraba y sujetaba los pezones del rubio a través de la ropa, estimulándolos hasta conseguir un gemido. Luego le lamió el cuello lentamente- Y te sienta bien, nena…-
El rubio lo empujó, pero al estar el moreno tan bien parado, la reacción fue la opuesta, y el rubio terminó por resbalarse en el escalón de la casa y caer al suelo. Al ver lo que estaba por pasar, el pelinegro rápidamente se movilizó a la espalda del rubio, sirviéndole de apoyo en la caída…
- Ay…- Dijo el rubio a la vez que se paraba. Todo su cuerpo había caído sobre el moreno, por lo que el golpe no había sido tan fuerte como para provocarle ningún daño- Me he vuelto más fuerte y resistente. No tenías por qué hacer algo como eso…
- Itta, itta, ittai…- Repitió molesto el moreno a la vez que se levantaba, sintiendo el golpe y el peso del rubio en cada fibra de su cuerpo- Y también estás más pesado-
- Idiota, eso es tu culpa- Murmuró el rubio a la vez que agachaba la cabeza molesto, golpeando al moreno para dejar salir su furia- ¡Tú fuiste el que me dejó embarazado! ¿Acaso te arrepientes?
- Para nada. Tú eres para mí, la persona más importante del mundo y la única de mi corazón ¿Con quién más iba a tener un hijo? ¿Ah?
- Entonces que te cuesta darme un anillo…- Dijo sonrojado por las palabras del moreno
- ¿Sigues con eso?
AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA
- ¿Es esto realmente necesario?- preguntó Suigetsu molesto al encontrarse vestido con un caluroso kimono negro que le hacía sentirse a punto de derretirse
- Ten- Advirtió el moreno pasándole un tarro de yogur que el peliblanco tragó de inmediato, sonriendo amigable- Y sí, sí es necesario, porque tienes que ser el padrino de la niña…
- ¿Por qué yo? ¿No sería Jugo un mejor padrino?- Inquirió el peliblanco molesto a la vez que trataba de quitarse el kimono, consiguiendo un golpazo de parte de Sasuke que le hizo detenerse
- Con sus accesos de ira, solo yo podría controlarlo, y se supone que un padrino cuide de mis hijas cuando yo no esté ahí ¿Lo entiendes?- Lo miró el moreno amenazante
- Hai- Respondió de inmediato a la vez que sonreía tratando de aplacar la furia del azabache- ¿Y será Karin la madrina?
- Naruto escogerá a la madrina…igual si tuviese que haber escogido a la madrina, seguirías siendo tú mi primera opción- Respondió el moreno cruzándose de brazos decidido haciendo que Suigetsu levantara la ceja incómodo- Y sí, usarías un kimono blanco y un harisen***
- Jódete Sasuke- Respondió el peliblanco haciendo un puchero-
Un poco después, Sasuke salió seguido de Suigetsu por el amplio salón de un enorme templo antiguo, con los pétalos de Sakura flotando en el aire y aquel olor de paz y quietud inundando los corazones de los presentes. Iruka y Kakashi-sensei habían asistido a modo de padres, al ver que ninguno de los dos chicos tenía familia viva a la cual invitar.
Al fondo del salón, frente al sacerdote de larga barba blanca y brillante calva que tocaba la campana para atraer a los espíritus de la buena fortuna y el amor, se encontraba Naruto sentado, recibiendo la bendición matrimonial con el rubio cabello cogido de manera que se veía aún más femenino y el hermoso kimono blanco que descubría sus hombros y bajaba por el resto de su cuerpo, cubriéndolo encantador. Las delicadas manos puestas en el piso de madera frente a él, los ojos azules cerrados y la posición de su cuerpo tan recatada. A su lado estaba sentada de una manera bastante formal y con un kimono de color crema, la chica de cabello negro y ojos blancos que había sido invitada como madrina, observada de cerca por su celoso esposo.
Sasuke llegó hasta el lado del rubio y disculpándose con una reverencia por lo tardía de su aparición, se sentó a su lado, recibiendo las bendiciones de la boda, atando el nudo que les uniría en sagrado matrimonio y saliendo del templo con las bendiciones de sus amigos. Cuando los amigos se asomaron por las ventanas, espiando a los dos enamorados, los encontraron parados frente a frente bajo un hermoso árbol de Sakura, recibiendo el ojiazul un anillo de plata por parte del moreno y besándolo a cambio.
AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA
- Aaah… kyaaa…ahhh…Sasuke…no…- gimoteó el ojiazul a la vez que se mordía el dorso de la mano para no gritar.
El Kimono blanco estaba abierto, dejando ver sus erectos pezones de caramelo y su vientre acanelado lleno de saliva apasionada. Sus piernas temblaban en el aire y sus nalgas sudadas eras ajustadas por las manos fuertes del moreno que le mantenía en esa posición, con las piernas abiertas y levantadas, permitiéndole entrar a ese cuerpo.
- Tu vientre es demasiado grande- Comentó el moreno al sentir la incomodidad de aquel vientre a la hora de penetrarlo
- Es tu culpa ‘tebbayo- Sollozó el rubio, tratando de controlar sus lágrimas de dolor por aquella intrusión en su frágil cuerpo de canela
- Aguanta un poco más, dobe- Pidió
- ¡No me insultes cuando estamos haciendo el amor, Sasuke-teme!- Chilló el ojiazul a la vez que sujetaba con fuerza las mangas del kimono, tratando de controlar el placer y el dolor que sentía con aquella penetración, antes de gritar algo
- Entonces aguántate, usuratonkachi- Respondió frunciendo el seño y abriéndole las piernas aún más, obligándose a sí mismo a entrar un poco más, tratando de alcanzar la dulce próstata del ojiazul, oculta por el embarazo y casi inaccesible- ya casi llego…joder, eres demasiado estrecho…-
- Ittai, Sasuke- Gimoteó al sentir aquel miembro internarse en lo profundo de su ajustado cuerpo, pasando por el calor de su interior hacia lo más profundo, acariciándole por dentro- Todavía no llegas…está demasiado adentro para ti…-
Trató de detenerlo el ojiazul al notar que en realidad, con lo estrecho que se encontraba, sería difícil si el moreno se internaba más… y por lo tanto, sería complicado que llegara a tocar su próstata
- Solo córrete de una vez y no te preocupes por mí- Susurró a la vez que respiraba profundamente, llenando sus pulmones de aire y entrecerrando los ojos
- ¡Maldito usuratonkachi! Si no quieres que te insulte, entonces tu tampoco me insultes- Pidió el moreno inquieto a la vez que forzaba el cuerpo del rubio para entrar un poco más- ¿Estás diciendo que no es suficientemente grande, idiota?
- No, no es eso- Sollozó el rubio a la vez que, desesperado por lo que sentía, soltó las mangas del kimono para aferrarse de la espalda del moreno, gimiéndole al oído- Tu tamaño me gusta Sasuke, es perfecto, me hace sentir bien ‘tebbayo… No desearía que tu cuerpo cambiara ni un poco…
El pelinegro se sonrojó inmediatamente estando a punto de correrse en el interior del rubio al escuchar esas palabras, controlándose lo suficiente como para sujetar con más fuerza las nalgas del rubio, abriéndole un poco más para tratar de llegar más adentro.
- Lo que quería decir es que…estoy demasiado estrecho y…quizás tú… no puedas llegar… así que, no tienes que preocuparte…- Trató de aclarar el de ojos azules, antes de que el moreno, quizás más enojado por sus palabras, le abriera un poco más las piernas y ajustándose con fuerza contra sus caderas, le penetrara hasta el fondo del cuerpo, logrando llegar hasta aquel punto…- ah…ahhh… aaahhhhhh, Sasuke-kun….
- Lo hice- Murmuró alegre al notar la expresión del lujuria en el rostro del ojiazul- Si ves que si podía hacerlo…Tocarte donde te gusta-
- Ahhh, Sasuke….kimochi-ii****- Gimió el rubio a la vez que se dejaba poseer, sujetando con una de sus manos, el miembro caliente de su pertenencia, tratando de aguantar lo más posible para tener a Sasuke adentro por tanto tiempo como pudiera- había extrañado, tenerte adentro-
No mentía ni un poco. Había pasado bastante tiempo desde la última vez que hacían el amor, y extrañaba esa oscura sensación de placer que le provocaba el cuerpo de Sasuke al penetrarlo hasta el fondo, acariciando su próstata, dominándole suavemente, obligándolo a desear más-
- Córrete…- Pidió el moreno a la vez que le obligaba a soltar la mano y ambos se corrieron rápidamente, besándose de manera apasionada, mientras el moreno sostenía esa mano llena de blanco esperma, en la que residía el anillo que le había regalado- Naruto…daisuki…
- Sal…- pidió el rubio incómodo por la posición en la que se encontraba, con las piernas totalmente abiertas y el moreno metido entre ellas.
- Mou chotto dake…*****- Pidió el moreno haciendo que el rubio sonrojado tuviese que acceder, sin moverse de su posición, mirando al techo, sintiendo aún en su interior el caliente cuerpo de Sasuke…
- Daisuki…-
Si, la vida era perfecta en esos momentos… entonces ¿Por qué? ¿Por qué todo se había vuelto tan complicado? Akatsuki, madara, Konoha, La Godaime Hokage, Sakura, Karin…tantas cosas complicadas, tantos problemas que aún no venían venir… e incluso el más peligroso de todos el Tenshi Amateratsu******