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Amnesia por cutebeast64

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Notas del capitulo:

Llegamos al capítulo 20, lamento la tardanza. Para quienes han estado leyendo mis otros fic saben la razón, para los demás, yo vivo en Colombia, justo donde ahora están esas horribles inundaciones, y estuve varios días tratando de recuperarme. En todo caso, espero lo disfruten y dejen por favor algún review y buenos deseos para la recuperación de mi casa y mi inspiración. Gracias y lean

CAP 20. RECUERDO FATÍDICO: LA TERCERA TÉCNICA DE SOMBRA Y LUZ

 

Era duro tener que trabajar como un Ninja Mercenario, especialmente teniendo que seguir las órdenes del maldito imbécil de Madara y su estúpida organización de segunda. Odiaba a Akatsuki tanto como podía hacerlo, y sin embargo, era la única manera que tenía de sacar adelante a su familia que apenas estaba iniciando.

 

Y por si fuera poco, la organización para la que trabajaba estaba detrás de su esposo, lo que le obligaba a mentirle muchas veces a su superior y encubrir sus pasos cuando regresaba a casa, siempre esperando que no le siguieran.

 

Pero, aún con tantas preocupaciones como un mundo que empezaba a colapsar por guerras, varias recompensas sobre su cabeza, unos subordinados que parecían obedecerla más a Madara que a él y el problema de Akatsuki persiguiendo a su querido esposo; cuando llegaba a su hogar después de terribles y pesadas misiones que lo dejaban herido hasta donde era posible, caminando casi por inercia y deseando rendirse cuanto antes a aquel desagradable estilo de vida, veía a su amado esposo con el cabello rubio recogido de manera que no se le fuera sobre su rostro aniñado, afanado para preparar la cena, con la pequeña y adormecida Miki colgada en su espalda de manera práctica.

 

Se quedaba unos segundos detenido así frente a su casa, contemplando por la ventana a su amado que parecía haberse olvidado de sus propios sueños para encargarse de una familia que no estaba en sus planes. Naruto era todo lo que siempre había deseado y un poco más, era simplemente el amor de su vida.

 

Avanzaba lentamente, pensando en lo duro que debía ser para Naruto haberse olvidado de ser Hokage para estar con un Ninja renegado que tenía varias recompensas por su cabeza y que jamás podría darle la vida calmada que tanto había disfrutado en la aldea. Luego abría la puerta, y sentía aquella calidez de hogar que parecía recuperarle de todos sus pesares.

 

-       Okaerinasai, Sasuke- Sonaba la dulce voz de su sonriente esposo desde la cocina.

-       Tadaima…- Susurraba exhausto antes de dejarse caer sobre alguna silla cualquiera, y los ojos azules brillaban atemorizados

-       ¡Sasuke estás herido! ¿Qué hiciste idiota?- Chillaba dejando la comida en el fogón y corriendo hacia él

-       Una misión… ¿Estás enojado?- preguntaba al ver el seño fruncido de su amante y sentir los ligeros golpes en el brazo

-       Claro que estoy enojado… Siempre terminas todo maltrecho…- El rubio se acercó lentamente a él, abrazándole con todas sus fuerzas de manera que sentía aquel aroma particular del rubio rodeándole e inundándolo hasta la última fibra de su ser…-

 

Rodeaba aquella delicada cintura con sus brazos, sintiendo como su corazón se aceleraba ante aquel contacto y levantando un poco el rostro, capturaba los labios del rubio… Entre aquel pequeño y excitante juego de sus lenguas, liberaba el sello del chakra del Kyuubi, que pasaba del cuerpo del ojiazul al del moreno, curando todas las heridas que pudiese tener… tenía totalmente controlado el poder de su amante, tratando de evitar a toda costa que Madara o los Akatsuki pudieran encontrarlos

 

-       Naruto, te amo…- se atrevía a murmurar de vez en cuando, notando la sorpresa y el miedo en los ojos azules puestos frente a él…

-       No digas cosas como esas, teme- Ante esas respuestas, no le quedaba otra que creer que el ojiazul simplemente no quería tener esa relación con él y solo estaba cumpliendo con la obligación de cuidar de la pequeña Miki, y sin embargo…

-       De verdad, te amo mucho- repetía tratando de conseguir una reacción diferente en el confuso y vacilante rostro del Jinchuriki- ¿me amas tú?

 

Luego quizás la comida empezaba a quemarse, la leche se regaba, Miki lloraba o cualquier otra cosa pasaba, y Naruto la aprovechaba para no decir nada, escapando de él como podía. Comía con ánimos, acompañado por un rubio que no paraba de hablar sobre todas las cosas que Miki había hecho, que Miki había dicho…que Miki había sonreído. Naruto era una buena madre…y muchas veces le provocaba decírselo para verlo enojarse, pero no lo hacía.

 

Podía estrecharlo entre sus brazos, y besarlo largamente, intoxicarse con aquel dulce aroma que desprendía y hundirse indefinidamente en aquel estrecho interior hasta agotarse, escuchando en su oído aquello deliciosos gemidos, aquellas dulces palabras, aquel placer que el rubio había aprendido a sentir con él y solo con él…

 

-       Sa-Sasukeee…- Gemía repetidamente mientras enganchaba sus uñas en los hombros del moreno, los ojos azules reflejando la plateada luz de la luna que entraba por entre las cortinas, los labios sonrojados y llenos de saliva, el cabello rubio desordenado, el rostro lleno de sudor, el cuello lleno de marcas de besos y chupetones… Todo su ser hallando una nueva identidad en el placer

-       Naruto…- Decía él cuando notaba que estaba cerca al orgasmo

-       Ahhh…Sasuke, Sasuke, Sasuke… Más adentro, onegai- gemía el rubio totalmente desvergonzado, habiendo perdido con el tiempo aquel pudor homofóbico de las primeras veces

-       Ya, ya…no te impacientes- Murmuraba entre dientes, tratando de controlar su placer, mientras sujetaba aquellas nalgas tan deseables y le obligaba a abrir más sus piernas para sumirse un poco más en el paraíso

-       Ahhh…sí, Sasuke…- Afirmaba el rubio con los azules ojos entrecerrados y la mirada perdida, moviéndose al compás del pelinegro, sintiendo aquellos vaivenes que llenaban su cuerpo una y otra vez- Te amo, Sasuke, te amo…

-       Te amo, Naruto- Respondía él, a la vez que le robaba un suave beso, sintiendo como aquel frágil y sublime cuerpo bajo él, temblaba al eyacular, estrechándose alrededor de él, obligándole a su vez a culminar en el interior del chico, cuyas uñas parecían haberse clavado con todavía más fuerza a sus hombros…

 

Luego Naruto se quedaba dormido entre sus brazos, totalmente agotado, sin decir una sola palabra sobre Konoha, el Hokage o los países Ninja, quizás demasiado ocupado con su nueva vida… Y aún en esos momentos, Naruto parecía más cálido, más feliz que cuando estaba en la aldea; quizás, con menos preocupaciones que en ese entonces.

 

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

 

-       Lo siento…- Madara asintió aprobando la decisión del moreno y Naruto se mordió el labio inferior en busca de serenidad.

 

Lo entendía. Más importante que él, más importante que Sasuke, más importante que el mundo entero, eran sus hijas, y Sasuke lo había pensado también

 

-       Entendido, Uchiha bastardo- Sonó aquella voz apagada y sin ninguna emoción aparente que correspondía al joven que había aparecido en la pequeña ventana sin previo aviso; el reemplazo de Sasuke- Ve por ellas…-

-       ¿Sai?- Murmuró Naruto haciendo fuerzas para tratar de ponerse en pie. Sintió como los pequeños granos de arena, reunidos hasta rodearlo por completo, le sujetaban con fuerza, rompiendo la barrera de tablas en el proceso mientras la vela se apagaba

-       Mierda- Alcanzó a decir Madara al sentirse acorralado, antes de utilizar uno de sus muchos jutsu para derretirse y caer al piso inferior, siendo seguido por un gran cúmulo de espesa tinta que al caer a su lado, tomó la forma de un dragón de tres cabezas que rugió imponente y trató de atacar, obligándolo a retroceder antes de usar una técnica de fuego que destruyó una de las cabezas, mientras las otras dos, trataban de matarlo.

 

Un cúmulo de tinta negra cayó sobre aquel cuello destruido, reformando sin esfuerzo la cabeza faltante, que se lanzó al ataque, tratando de asesinar al molesto madara que levantó la mirada hacia el pelinegro que permanecía en el piso superior, mandándole una ráfaga de Amateratsu que estuvo a dos pasos de cogerlo, pero que al abrir un agujero en el suelo, le permitió a Madara dar un salto y darle una patada en el pecho que lo mandó contra la pared. El pelinegro se giró quedando de pie en la pared y sacando su pergamino, dibujó rápidamente tantos animales reales y fantásticos como pudo, antes de que un Katon dirigido hacia él le obligara a tirarse hacia las celdas, siendo seguido por el pelinegro, que ejecutó sin demasiado esfuerzo al dragón que trataba de alcanzarlo y destruyó una a una, las creaciones que le impedían seguir adelante.

 

Cuando Naruto finalmente pudo ver de nuevo, se encontró con los hermosos ojos verdes de Gaara, iluminados lateralmente por la luz de la luna que permanecía suspendida en el cielo, iluminando lateralmente a aquellas gigantescas nubes grises que empezaban a cubrir el cielo. Había sido salvado.

 

-       ¿Gaara, pero cómo supiste?- Murmuró algo adormilado, sintiendo como la mano suave pasaba por su mejilla, acariciándola suavemente y quitándole los rubios mechones del rostro que aún sostenía algunas lágrimas

-       Sai me llamó…- Murmuró el pelirrojo, haciendo que el ojiazul se sonrojara un poco al recordar que Gaara era el amante del pintor que estaba arriesgando su vida para mantener a Madara ocupado- Y también me dijo de la decisión de Konohamaru

-       ¿Konohamaru?- preguntó atemorizado. La mirada verde descendió hasta el suelo, donde una multitud de ninjas de Konoha esperaban para llevarlo de regreso a la aldea, vivo o muerto.

 

Tembló al darse cuenta de eso y trató de buscar consuelo en los ojos del chico que le había salvado, y le llevaba sobre una nube de arena hacia el otro lado de la prisión, donde al parecer, Temari esperaba con medicinas y probablemente algún antídoto para el veneno

 

-       No te preocupes… traje refuerzos- Murmuró el Kazekage, y al dar la vuelta en la esquina de la prisión el rubio pudo ver a todos los hábiles ninjas de la Arena, preparados para entrar en guerra por él…

-       ¿Porqué, haces todo esto por mí?- Preguntó con la voz ahogada

-       Porque tú hiciste lo mismo por mí en más de una ocasión- Admitió el pelirrojo de manera tranquila con una sonrisa apenas perfilada, mientras se permitía descender hacia el campamento donde Temari les esperaba preocupada

 

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

 

Cuando tenía tiempo libre, lo pasaba con su pequeña Miki, tan hermosa como un ángel y tan calmada como uno. Raras veces lloraba y siempre que lo veía cerca, extendía sus pequeñas manitos para ser alzada. Naruto siempre la vestía con ropas de muñeca, lo cual, unido al hecho de que ella era callada y sedentaria, con bucles dorados y ojos claros, la hacía parecer una de esas muñecas que vendían en las tiendas occidentales.

 

-       ¡Sasuke!- estaba reposando de algunas heridas en un día como cualquier otro, cuando ese grito le despertó, y preocupado por lo que pudiera haberle pasado a su esposo, corrió escaleras abajo, llegando ante la cuna donde el rubio miraba idiotizado a la niña- mira Sasuke, se sentó sola…

 

La pequeña levantó la mirada hacia Sasuke, sentada por su cuenta en la cuna y levantó los brazos, como acostumbraba. Naruto la tomó suavemente y la volvió a acostar sobre la cama. Miki giró dulcemente entre las sábanas y volvió a sentarse, ante las miradas de sus padres

 

-       ¡¿No te parece lo más maravilloso que has visto en tu vida?!- inquirió el rubio, y el pelinegro asintió levemente, acariciando la cabeza de la niña, quien al sentir ese contacto volvió a levantar las manos, esperando como siempre, ser alzada-

-       Sí, es maravilloso- Respondió amenamente mientras alzaba a la bebé, acunándola entre sus brazos

-       ¡Ah, Sasuke, eres un padre maravilloso!- Dijo Naruto con una amplia sonrisa llena de emoción

-       ¿Eso crees?- Murmuró sin creerse mucho las palabras que le acababan de decir y el ojiazul asintió rápidamente, parándose en puntillas para darle un beso en la mejilla

-        Estoy agradecido…de haber tenido esta hija contigo, y de que seas mi esposo…-

 

Palabras tan hermosas, dichas por unos labios tan puros y un corazón tan sincero. Finalmente, después de tanto tiempo y tantos tropiezos, había dado con una familia, con un esposo que le adoraba y una hija preciosa… había dado con un tesoro

 

-       Papá…- Los dos chicos se quedaron congelados y corrieron ante la cuna al escuchar las dos sílabas más preciosas del mundo, dichas en la voz de su pequeño retoño

-       ¿Qué quieres Miki?- preguntaron a coro, y al darse cuenta de ese hecho, se irguieron y se miraron mutuamente

-       Yo soy tu seme, así que soy papá- Anunció el moreno seriamente, dando la impresión de “No importa lo que digas, seguiré siendo tu seme y por lo tanto, seguiré siendo el padre”

-       ¡Pero yo también soy un hombre! ¿Se supone que me diga Mamá?- Al ver que el azabache estaba listo para asentir, continuó con la frase- No lo voy a aceptar, yo quiero que me diga papá

-       ¿Vas a confundirla a esta tierna edad? ¿Qué nos diga Papá 1 y Papá 2?- Naruto asintió, recibiendo un firme golpe en la cabeza- para Nada, estuviste embarazado y diste a luz… ¡Eres la madre!

-       ¡es exactamente porque hice todas esas cosas complicadas que tú nunca harías que merezco que me diga papá!- Luego se giró de manera brusca hacia la siempre-seria Miki- Vamos dilo Miki, di que soy tu papá

-       Mami- Murmuró la niña antes de girarse hacia Sasuke- Papi

 

Miki sin duda había sido bendecida por el espíritu Santo para poder diferenciar fácilmente a sus progenitores. Y así inició, la oscura época en la que Naruto sería llamado Mami y Sasuke Papi

 

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

 

-       ¡Miki, Miki! ¿Dónde estás? ¡Responde!- Gritó desesperado, utilizando todas las fuerzas de las que disponía para correr como poseso por entre los corredores, tratando de encontrar a la niña entre las jaulas repletas de prisioneros.

 

Había salido corriendo del lugar en cuanto notó que Sai y Gaara habían llegado para ayudarle a él y a Naruto (o más bien dicho a Naruto y por consecuencia, a él), esperando poder encontrar a la niña. Escuchaba las explosiones provocadas por las técnicas de Sai al ser destruidas por Madara. En cualquier momento, el Uchiha se cansaría de jugar y utilizaría alguna de sus técnicas más poderosas para matar a Sai y luego seguirle.

 

Jamás le había agradado Sai, y sabía que ese odio era mutuo, pero aún así estaba confiando en él para poder ir por sus hijas… Se preguntaba si aquel ninja de la Raíz sería capaz de sobrevivir a madara o si acaso tendría algún plan para vencerlo… sin embargo, en ese momento tenía que enfocarse en buscar a la niña… ¿Cómo se vería, después de cuatro años de encierro?

 

Se movió raudo al sentir las presencias de otros ninja acercándose, y trató de ocultarse entre las robustas columnas que empezaban a tambalearse al destruirse sus bases por la batalla entre Madara y Sai. Al creerse a salvo, se giró e imprimiendo tanta fuerza como era capaz en sus pies, pensó en dar un gran salto en la dirección opuesta, para alejarse cuanto antes de los ninjas, pero un fuerte puño en su rostro le mandó volando por los aires, atravesando varias paredes hasta dar contra unas rejas de metal.

 

Trató de levantarse, sus piernas temblaron y se estremecieron. Sangre espesa salió de su nariz, sus ojos, su boca y sus oídos. Sintió como si algo muy pesado estuviera apoyado en su pecho, dificultándole la respiración y a la vez, las descargas de dolor que atravesaban su sistema nervioso le obligaban a tratar de conseguir más aire para reponerse.

 

Conocía esa sensación…La conocía demasiado bien…

 

«Estaba agazapado en el exterior del apartamento, usando aquellos ojos, orgullo de su clan para ver a través de aquellas ventanas empañadas por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.

 

-       Veamos esos ojitos- Dijo tratando de quitarle la venda a la pequeña que permanecía sentada en la silla, pero la mano rápida y fiera del rubio se lo impidió con un golpecito en la mano

-       No. Sería demasiado peligroso- Dijo mientras afilaba la mirada y apretaba los dientes, como si se tratara de un animal salvaje

-       ¿Cómo quieres que trate sus ojos si no puedo quitarle la venda, ah, pedazo de imbécil?- preguntó ella molesta a la vez que trataba de golpearlo

-       Miki tiene una especie de Sharingan que no había aparecido desde hace más de 20 generaciones en el clan Uchiha. El Tenshi no Sharingan- Replicó seriamente- Si sueltas la venda, podrías morir

-       Así que incluso tienes bajo tu poder un Sharingan legendario- La rubia de largo cabello y ojos azules apareció en una esquina, haciendo que el rubio, sintiéndose amenazado sujetara a su hija entre sus brazos y retrocediera, tratando de llegar a la puerta

-       ¿Qué hace ella aquí?- Preguntó incómodo, pensando en la manera más viable de escapar

-       Ya habíamos considerado que Sasuke y tú eran ninjas demasiado poderosos, y varias veces habíamos expuesto la posibilidad de eliminarlos o ponerlos bajo custodia, antes de que otros países lo hicieran- Murmuró la chica de ojos verdes mientras se movía, cubriendo la ventana para que Naruto no tuviese oportunidad de huir por allí- Aún así no era prioridad capturarles

-       Sin embargo, al obtener algo tan poderoso como el tenshi no Sharingan se han convertidos en Prioridades para Konoha- Murmuró la rubia moviéndose hacia el rubio, de manera que podría acorralarlo y evitar que huyera por la puerta.

 

Sasuke se mantenía congelado junto a la ventana. Tenía que pensar cómo salir airoso de esa situación tan complicada, salvando tanto a Naruto como a Miki, pues no pensaba dejar a ninguno

 

Una bomba de humo llenó el apartamento y todas las luces se apagaron. Una sonrisa llena de satisfacción ilumino el rostro del rubio al pensar que Sasuke estaba cerca. Ino era la que estaba más cerca, además después de haber desarrollado las técnicas de posesión mental a puntos críticos gracias a la ayuda de Sakura y Shikamaru, podría ser peligroso dejarla, así que corrió hacia ella y la sujetó del brazo. Los ojos de Naruto se abrieron y sintió como si todo su cuerpo vibrara y los latidos de su corazón aumentaran en potencia, estando a punto de saltar fuera de su pecho

 

Ino trató de soltarse y al girar entre las sombras, tratando de ubicar a su enemigo para quebrarlo con alguna de sus técnicas mentales, se topó con unos ojos rojos en medio de la oscuridad, como rubís envueltos en llamas; como los ojos de una bestia. No era Naruto el que estaba a su lado… ¿O sí?

 

-       Tercera técnica oculta del clan Yamanaka: Maji sekai no henka suru*

 

Sonrió al notar que la técnica había funcionado y retrocedió, tratando de ir hacia Sakura para decirle sobre el plan. Entonces sintió como si el piso a su alrededor se estuviera derritiendo, creyendo que quizás era un jutsu de Naruto y Sasuke dio un salto y se pegó al techo. Al ver a Sakura en peligro corrió hacia ella y la levantó del brazo…

 

-       Oh, Ino-cerda…no has mejorado en nada- La peli-rosada que permanecía colgada de su brazo descolgó la cabeza hacia atrás con una sonrisa que se había cada vez más y más grande, dejando ver hasta las últimas muelas de la mujer… El brazo que sostenía se volvió de huesos que se soltaron y la chica de ojos verdes, convertida en huesos y sangre cayó al suelo

 

Aterrada trató de correr pero las tablas parecían estarla capturando, se aferró con fuerza de unas y sintió como su cuerpo, vaporoso como si se tratara de un espíritu se quemaba lentamente…

 

-       ¡Ino, Ino!- Trataba de hacerla reaccionar la de cabello rosado al encontrarla tirada en el suelo, convulsionando por el miedo y lo mucho que aquella pesadilla le afectaba mentalmente- ¿Qué le hiciste a Ino?

-       Tercera técnica de Luz y Oscuridad; Kuro Sharingan no Kagami no Jutsu completada- Sonrió el rubio, en cuyos ojos antes azules, ahora brillaba el poderoso rojo del Sharingan- Usé mi Sharingan para devolverle su jutsu

-       ¿Qué has hecho? ¿Porqué tienes el Sharingan?- preguntó Sakura molesta, levantando a Ino para ponérsela en la espalda para huir

-       ¿Ibas a alguna parte frentona?- Naruto simplemente se apareció ante ella con una sonrisa perversa y los ojos Sharingan afilados que brillaban entre la oscuridad. Un solo puñetazo la hizo caer al suelo, dejando caer a Ino hacia un rincón de la habitación

 

Ese no era Naruto, o más bien dicho, no era solamente Naruto y Sakura se dio cuenta rápidamente. Seguramente era una fusión de poderes. Naruto ya no tenía a Miki en brazos, así que la chica de ojos esmeralda buscó a la niña que caminaba paso a paso hacia la ventana… Ahí debía de estar Sasuke…

 

Se puso en pie y golpeando a Naruto con toda la fuerza de la que disponía, lo envió volando varios metros, haciéndolo atravesar la puerta de la entrada y volar unos cuantos metros más hasta quedar tirado en mitad de la calle, sangrando por la nariz, la boca, los oídos y los ojos, temblando sin parar.

 

-       Maldita- Murmuró Sasuke, apareciendo en la ventana para coger a la niña antes de que la de ojos esmeralda pudiera atraparla, amenazándola con sus ojos rojos- ¿Qué fue lo que le hiciste?

-       Es mi jutsu- Los dientes blancos brillaron en la oscuridad- ¿No te afectó a ti también?

-       No estaba apropiándome del cuerpo de Naruto, solo le traspasé una parte considerable de mi chakra y de mi propia personalidad- Dijo seriamente a la vez que desaparecía en su sombra, para aparecer junto al rubio…»

 

-       Ah Sasuke-kun… creí que Madara te detendría, pero no contaba con que Sai y Gaara se revelarían…- Aquellas botas también las recordaba, levantó la mirada borrosa por tanta sangre y alcanzó a distinguir la figura de la chica- Lo siento Sasuke-kun, pero Naruto es mío

-       Sakura…-

-       No te preocupes, aumenté el efecto del veneno. Esta vez no podrás pararte para oponer resistencia-

 

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

 

Se acurrucó en una esquina, ocultándose detrás de la cama en un pequeño resquicio que había protegido con un poderoso jutsu que Sai le había enseñado por compasión. Estaba aterrada por lo que escuchaba; explosiones, gritos, el inicio de una guerra. La última vez que había escuchado algo así, la habían separado de sus padres y de su querida hermana menor. ¿Eran esos sus padres tratando de sacarla de aquella oscura y sucia prisión en la que había sido confinada desde la infancia?

 

-       ¿Quién está ahí?- Preguntó asustada al escuchar los pasos apresurados que se habían detenido frente a su celda, apoyándose en las rejas de metal, provocando un ligeramente aterrador sonido. Temblaba y no estaba segura de querer saber la respuesta a su pregunta

-       No tienes que tener miedo. Soy yo- Murmuró la voz femenina del otro lado de las rejas, tratando de darle la confianza suficiente como para salir de su escondite- Buena chica, te llevaremos con tus padres…

-       ¿De verdad?

-       De verdad-

 

Miki recordaba esa voz de hacía ya un tiempo, cuando su madre la había llevado a la aldea por primera vez para que revisaran sus ojos. Vaciló por unos instantes, pero terminó por creer en las palabras y no en aquel presentimiento que hacía a su corazón temblar y doler.

Notas finales:

*La trasformación del mundo real


 


Hice este capítulo más largo que los demás, espero lo hayan disfrutado y me dejen un review de compensación. Ya saben que está por terminarse esta historia, y espero me den sus ideas y sus reviews…


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