CAP 24. TENSHI NO SHARINGAN
- ¿Y crees que solo porque eres inmune a uno de mis venenos podrás vencerme?- Sakura miró a Naruto de manera despectiva y arrogante, incluso cuando su interior ardía en una furia descomunal al sentir que su mejor veneno se había vuelto inservible…Luego, para retomar el control de la situación decidió mentir un poco- Es más, tengo cientos de venenos más poderosos que ese…
- Mentirosa…-Ino, a diferencia de sus compañeros de equipo, había logrado regresar a la habitación de la que había sido lanzada, pero estaba tan herida que probablemente no podría hacer gran cosa en contra de la imponente Sakura que la miraba como a un trozo de basura común- Tú me dijiste…que ese era tu veneno más poderoso…que ni siquiera tú podrías hacer algo más eficaz que eso…-
- Cállate- la voz de Sakura era tan neutral que daba miedo, notándose el atemorizante intento de modular sus reacciones para que nada se mostrara como debilidad a su oponente…
- ¡Además me dijiste que habías gastado años desarrollándolo! No pudiste desarrollar nada que alcanzara ese nivel…y una muestra de eso, es que tu nuevo veneno es solo una mejora del primero, eso…-
- ¡Te dije que te callaras, basura!- Antes de que Ino pudiese reaccionar y defenderse, el puño de Sakura la golpeó en el estómago, lanzándola nuevamente por los aires, al mismo lugar donde había caído la primera vez pero con heridas mucho más graves…Sakura sonrió de manera perversa y luego giró para decirle a Naruto con un tono comprensivo totalmente falso- Lo siento cariño, han interrumpido nuestra conversación, pero todo estará bien ahora.
- Eres detestable- Naruto no dudó al decir esas palabras, fijando sus hermosos orbes azules en la chica que apenas si frunció el ceño al escuchar esas palabras antes de torcer su rostro en un sonrisa siniestra y burlesca
- Lo dice la “puta” del principal traidor…- Gaara trató de levantarse, hallando apoyo en el hombro de Temari, quien abrazando a las dos niñas, trató de salir por la puerta principal…- Deténganse en este momento…
- ¡Por favor Sakura, solo deja a las niñas en paz!- Chilló temari desesperada, apretando los dientes y entrecerrando los ojos, formándose un gesto fiero y a la vez maternal en su bello rostro
- Te mataré si sales- Sakura no parecía estar mintiendo. Temari miró a las dos pequeñas que ocultando sus pequeños rostros llorosos entre sus manitas, trataban de mostrarse fuertes. Luego miró a Gaara, quien agotaba el poco chakra que le quedaba en mantener la barrera que contenía a Madara.
Podría tirarse por el hueco de la pared y volar sobre su enorme abanico; pero eso solo funcionaría si llevaba a Gaara ó a las dos niñas. No podría salvarlos a ambos por mucho que se esforzara en conseguirlo, eso estaba bastante claro para ella, pero sin embargo, no quería dejar a ninguno atrás…
- Naruto…Cuídalo- Las palabras de temari salieron acompañadas por una sonrisa del pelirrojo, que se dejó caer pesadamente contra una de las paredes, conteniendo el sangrado entre sus manos, usando todas las fuerzas que tenía para controlar el campo de arena que sin embargo, debía de estarse desmoronando.
El rubio, comprendiendo de inmediato lo que la kunoichi de Sunagakure estaba planeando se mandó sobre Sakura, tratando de golpearla con todas sus fuerzas en el estómago, pese a lo cual la chica detuvo el puño de una de sus manos. Naruto levantó sus orbes azules para amenazar a la peli-rosada con ellos y luego le mandó un nuevo puño más potente que el anterior. La chica levantó la mano y la colocó sobre su cabeza reteniendo el puño, pese a lo cual, la tremenda fuerza pasó por su cuerpo haciéndola estremecer y terminó por romper el piso bajo ella.
Temari aprovechó el momento y la distracción de la ninja médico para saltar por el agujero que se encontraba en la pared, y sacando el abanico de la funda que mantenía colgada a su espalda, lo abrió en todo su esplendor plateado que le hacía parecer una gota de luna, para volar lejos de allí, llevando a las dos pequeñas abrazadas a su pecho para no caerse.
Los ojos verdes de Sakura se abrieron con sorpresa antes de afilarse con furia, para terminar de romper el piso bajo ella y sin soltar las manos del rubio, dar la vuelta en el aire, poniendo a Naruto bajo ella para caer sobre él… Naruto soltó un gemido ahogado lleno de dolor, mientras cerraba los puños tratando de volver a levantarse, sin embargo, ese golpe no solo había sido tremendo, sino que le había dado en todo el vientre.
- Eres un idiota…- Murmuró Sakura mientras caminaba por la pequeña habitación solitaria a la que habían caído hasta llegar a la pared, que rompió de un solo golpe para ver a Temari alejándose en el plateado abanico. Pareció tomar medidas visuales y analizar la corriente de aire, como si planeara alcanzarla de alguna manera. Naruto revisó atentamente su vientre con ambas manos, esperando que a su bebé no le hubiese pasado nada malo y al darse cuenta de que nada parecía dolerle o fuera de lugar, se levantó…
- Sakura…yo soy tu oponente- Dijo llamando la atención de la chica que apenas si se dignó a enviarle una mirada llena de asco y odio, antes de seguir con sus propios asuntos- Soy el Hokage, TÚ líder, y sin embargo me traicionaste y me quitaste todo lo que tenía así que…
- El idiota número uno de la aldea, eras la bestia que todos ignoraban. ¿Acaso no recuerdas los maltratos que recibiste de los aldeanos, las burlas de tus propios compañeros de clase y la desconfianza de todos a tu alrededor? ¿Hokage? No me hagas reír. Ese título te fue regalado por pesar…- Naruto se quedó en silencio, sorprendido por aquellos recuerdos que venían vagamente a su mente, lastimándolo tanto como lo haría cualquier arma- Pero claro. No puedes recordarlo, no puedes recordar el dolor ¿Verdad? Eso es porque nosotros sellamos esos recuerdos, para que no tuvieras que sufrir con eso…
- Pero yo…Mis amigos de la academia, Sai y tú eran mis…-
- Mentira. Nadie hablaba contigo en la academia; incluso yo te tenía miedo. Todo eso son recuerdos que metimos en tu mente por medio de diversos jutsu…Tú nunca tuviste nada, pero te dimos un pasado relativamente feliz en el que no tenías que pasar por todo eso, y aún así dices que te quitamos todo lo que tenías- Sakura detuvo por un instante su análisis de la situación y volteó a mirar a Naruto con su rostro torcido en una mueca de odio y repulsión- Al contrario, te dimos una vida mucho más feliz. No tenías que pensar en el Tenshi no Sharingan, en la destrucción de la aldea a manos de Pain, en la dolorosa infancia que tuviste…ni siquiera en la rata asquerosa que tenías por esposo; Eras feliz ¿No es verdad?
- Ignorar es felicidad ¿es eso lo que estás tratando de decir?- las palabras de la kunoichi no habían estado ni cerca de conmover al Hokage, al contrario, le estaban dando más fuerza para pelear contra ella- Solo porque no sabía que me había tratado como a una bestia o porque había olvidado que tenía a dos hijas ¿se supone que fuera feliz? ¡Yo era mucho más miserable en ese entonces!
Naruto se sujetó el pecho, como si tratara de encontrar su corazón y bajando la cabeza, trató de ocultar las vagas lágrimas que amenazaban con aparecer en sus ojos, mientras la chica trataba de controlar la risa para mantener el sentimentalismo de la escena que sucedía frente a sus ojos.
- Era como si me hubiesen cortado una mano o una pierna. No podía verlo, pero te juro que podía sentirlo… ¡Mi corazón sufría y yo ni siquiera recordaba la razón! Quiero recordar cada momento feliz y triste, porque todos forman parte de MI vida. ¿Puedes comprender eso?- Si tan solo pudiese razonar con ella, aquellos hermosos recuerdos de cuando eran niños no tendrían que verse rotos por una pelea a muerte…
- No puedo. Pero si tanto deseas recordar, entonces…- la voz de la chica resonó en un eco que pareció tratar de introducirse a la fuerza por los oídos del rubio para así poder herirlo…- Por segunda vez, mataré a tus hijas frente a tus ojos y te alejaré de tu esposo. Veremos si eso te hace entonces más feliz…
- ¡Sakura detente!-Chilló corriendo hacia ella con los brazos abiertos para atraparla entre ellos, pero incapaz de llegar antes de que ella saltara por el agujero hacia la rubia que volaba sobre el abanico. Los ojos azules del rubio se abrieron de par en par y trató de advertir a la rubia al tiempo que saltaba tras la peli-rosada en un intento desesperado de proteger a sus hijas- ¡Temari!
- ¡Naruto!- Gaara que había estado observando todo por el hueco que conectaba ambas habitaciones se inclinó un poco más para ver lo que sucedía y el piso frágil terminó de romperse…
La barrera de arena se desmoronó dejando que dos cuerpos cayeran al vacío, ante los ojos de todos los presentes que apenas si eran capaces de salir de la impresión. Solo uno de los dos estaba vivo…y no era Sasuke…
AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA
Las llamas negras lo llenaban todo, transformándose cada vez en algún arma distinta que se lanzaba contra Madara, quien trataba de consumir la mayor cantidad con su Sharingan antes de esquivar, pese a lo cual algunas llamas lograban alcanzarlo en ocasiones, obligándolo a usar sustituciones especiales que consumían bastante de su “interminable” chakra
- Ya te estás cansando…-El tono malicioso que tomó la voz de Sasuke se mezcló perfectamente con la macabra sonrisa que se perfilaba en su rostro al escuchar la agitada respiración de su oponente, cuyo cuerpo parecía haberse agotado por el agitado movimiento y el uso excesivo de chakra…
Sin embargo, Sasuke ya estaba empezando a llegar a su límite de fuerza y resistencia. Sus piernas y brazos temblaban, el Susan’o titilaba, apareciendo y desapareciendo por momentos, sus ojos le dolían tanto que apenas si podía soportar mantenerlos abiertos y la sangre que los llenaba le molestaba hasta el punto de que tenía que hacer un esfuerzo mortal de su mano para limpiarlos. Madara no estaba preocupado porque con la habilidad que poseían sus ojos, podía ver que a Sasuke ya no le quedaba demasiada vida por delante; tal vez no duraría ni diez minutos.
Su corazón se estaba deteniendo, los débiles vasos sanguíneos de los pulmones se estaban rompiendo uno a uno, su tráquea se estaba cerrando…En conclusión, todos y cada uno de sus órganos se estaban rompiendo, acabando a una velocidad exagerada con su vida. La técnica que Sasuke se había atrevido a utilizar con tanta prepotencia realmente tenía un precio demasiado alto como para ser considerada útil.
- Solo te quedan cinco minutos- Analizó Madara y Sasuke, notando que su fachada de fortaleza no serviría de nada se dejó caer de rodillas al suelo. Los tendones de sus pantorrillas se estaban rompiendo uno a uno; no podría volver a pararse.
Rasguñó la arena con las uñas que, debilitadas hasta el extremo por causa de la técnica se partieron ante el simple contacto con la arena, llenándole las manos de sangre y dolor. No apretó los dientes porqué temió que se le pudiesen romper también y levantó la mirada para atacar a Madara, quien permanecía parado en un extremo, recuperando el aliento. Trató de gritar pero se dio cuenta de que la voz no saldría por su débil garganta. Tenía tantos deseos de cerrar los ojos, o aunque fuera de parpadear, pero al mismo tiempo tenía miedo de no poder volver a abrirlos…La técnica era peor de lo que había imaginado; realmente toda su energía vital se estaba convirtiendo en el chakra que mantenía a Susan’o.
Apuntó hacia Madara con las pocas fuerzas que quedaban en su cuerpo destrozado y la sangre se mezcló con las lágrimas, en medio de aquel doloroso suicidio que esperaba, pudiese salvar a sus hijas… Cerró los ojos, exhausto y adolorido a un extremo temerario, enviando su último aliento en forma de una flecha de chakra que debería de atravesar a Madara… Luego simplemente se dejó caer…
- ¡Sasukeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!- El grito desgarrador llegó a sus oídos obligándolo a abrir con mucho esfuerzo los ojos, estaba casi muerto, cayendo al vacío…Y Madara seguía vivo. Al parecer la prisión de arena se había roto justo a tiempo para permitirle huir de su flecha ¿Qué podía hacer ahora? ¿Qué le quedaba por hacer?…O acaso ¿No quedaba ya nada que él pudiera hacer?
- Se ha acabado tu tiempo Sasuke…-
En el instante en que su cuerpo se estrelló contra el piso, sonando como una caja llena de porcelanas que se rompen una tras otra al caer, la voz de Madara se encontró con sus oídos, llenándole de un dolor aún más intenso que el de su cuerpo arruinado que empezaba a llenarse de sangre…ese era el instante de su muerte y lo único que podía ver era a Madara parado frente a él. Le hubiera gustado besar a Naruto una vez más, probar esos exquisitos labios y juguetear con esa resbaladiza lengua que le acariciaba con dulzura, sentir aquella piel tan suave y amasar con sus manos aquellas nalgas tan deseables…Y escuchar los gemidos, sí, eso era lo más importante, escuchar esa hermosa voz gimiendo por él…
Y sus hijas… ¿Cómo serían cuando grandes? ¿Seguirían siendo kunoichi o trabajarían en algo más? Y eso sí, si algún chico se pasaba de listo lo torturaría con alguno de sus ninjutsu. Ellas debían de tener solo lo mejor, y su otro bebé que venía en camino ¿Sería niño o niña? Ah, tenía tanta curiosidad y tantos deseos de estar allí para abrazarlos a todos, para experimentar nuevamente lo que era tener una familia. Las lágrimas salían de sus ojos provocándole un dolor bestial, pero no podía frenarlas; había tantas cosas que quería hacer y tantas otras que sabía que tenía que proteger…Pero su cuerpo ya no serviría para hacerlo…Ya no podría…
- ¡Mierda, mierda y más mierda!- Gritó forzando sus adoloridas cuerdas bucales y su laringe hasta que sintió un desagradable sabor a sangre. Seguramente no había sentido el dolor porque el resto de su cuerpo estaba sufriendo de un dolor mucho más agudo. Trató de apoyarse en sus manos y piernas para levantarse pero era inútil, las partes de su cuerpo que no estaban rotas estaban demasiado débiles para ayudarle… ¿Porqué no solo había muerto con esa caída? ¿Por qué además tenía que sufrir de la impotencia de ver a su enemigo frente a él sin poder hacer nada para matarlo? ¿Por qué tenía que sufrir de esa humillación?
- ¡Sasukeeeee!- la voz de Naruto…Esa voz cortada por las lágrimas y ahogada en el sufrimiento era de la única persona a la que había querido alejar de las lágrimas a toda costa…
- Papi- Sus hijas… ¿Por qué estaban llorando? ¿Por qué aquellos cuya sonrisa deseaba proteger sonaban tan llenos de dolor? ¿No había nada que él pudiera hacer? ¿No podía acaso hacer otra cosa que llorar tirado en el suelo, esperando a la muerte en silencio?
- Escúchalos bien Sasuke, porque esta será la última vez que lo hagas- tenía la razón pero él…no quería escuchar ese llanto, no quería escuchar ese dolor…
Le dolían los brazos…seguramente tenía los huesos rotos. Pero aún así estiró sus manos frente a él lo mejor que pudo y formó un sello, incluso sus dedos manchados de sangre dolían; pero algo tenía que hacer, para que ellos dejaran de llorar y pudiesen volver a sonreír como en los días en los que todo estaba bien.
- No te esfuerces de más Sasuke…- Madara solo tuvo que dar un paso hacia adelante para lastimar gravemente las manos del moreno, impidiéndole formar un sello- Tu cuerpo no soporta ni siquiera el toque más débil ¿Qué crees que puedes hacer?
- No PUEDO hacer nada- concedió Sasuke, haciendo un nuevo esfuerzo, esta vez apoyado en los codos, para tratar de levantarse- ¡Pero por ellos TENGO que hacerlo!
SASUNARU-AMNESIA-SASUNARU
- ¡No te dejaré!- Sakura logró alcanzar el abanico y sujetándose con todas sus fuerzas empezó a balancearse, tal vez tratando de conseguir un aterrizaje de emergencia o quizás para estrellarlo contra alguno de los árboles. Naruto había saltado tras ella y utilizando una secuencia de clones para maniobrar en el aire, logró sujetarla de la cintura, tratando de impedir sus movimientos y quizás tirarla a un lado
- ¡Detente Sakura!- Chilló el rubio sin soltarla, incapaz de golpearla incluso cuando había dicho que la mataría para proteger a su familia y la chica, completamente consciente de ello, le golpeaba con las piernas, tratando de obligarlo a soltarse…- por favor, entiende…suéltalo o nos vamos a estrellar… te lo suplico
- ¡No suplicas lo suficiente!- Chilló ella aún más enojada
- ¡Por favor!
En el preciso instante en que Naruto dijo por favor, temari saltó hacia un lado, dejando el abanico desocupado. Los dos ninjas de Konoha se miraron sorprendidos y miraron hacia la derecha donde un hermoso y gigantesco cuervo de tinta, llevando como pasajeros a Sai, Gaara, Temari y a las dos niñas se alejaba volando lo más rápido posible. Naruto sonrió…
- Gracias-
Sakura cada vez se acercaba más y más al límite de furia que podía soportar y completamente frustrada llevó el abanico hacia uno de los árboles, consiguiendo que se rompiera en insignificantes pedazos, obligando a Naruto a saltar hacia uno de los árboles mientras ella se mantenía en el otro…
- ¡¡Sasukeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!- El grito de Naruto hizo que la chica se girara y viera al pelinegro muerto, cayendo entre el cielo oscuro y tranquilo. Si no estaba muerto, pronto lo estaría…Una risa maniática salió de sus labios, obligándola a cerrar los ojos y retorcerse, llena de una felicidad demasiado grande. Su enemigo estaba muerto ¡Muerto!
Cuando finalmente se calmó y pensó en burlarse un poco del rubio, el chico ya no estaba a su lado, sino saltando entre los árboles al lugar donde Sasuke había caído y ella, totalmente aterrada salió corriendo tras él golpeando los árboles en su camino para tratar de frenar el avance del rubio que sin embargo seguía encontrando la manera de seguir y seguir adelante, tratando de encontrar a Sasuke cuanto antes para devolverle la vida de alguna manera; de alguna manera…
- ¿Papá está…-Miki no podía ver lo que sucedía, pero escuchaba perfectamente los sollozos. Escuchaba a su hermana, a Temari y a Gaara llorando por Naruto, y escuchaba a este último llorando por Sasuke y sin embargo…no podía escuchar a su padre. Acaso estaba…-…muerto?
Eiko cada vez lloraba con más y más fuerza, seguramente mordiéndose los labios. Miki la abrazó de manera protectora y Eiko se aferró con fuerza a su hermana, tratando de controlar los gemidos incontrolables al sentir que su padre quizás…ya no estaba en este mundo…
- M-muerto…-
De todas las personas ¿Porqué era su padre el que tenía que morir y no aquellos que despreciaban la vida lo suficiente como para buscar rehenes y crear venenos…? ¿Porqué su padre que siempre había sido bueno con ella y le había dado dulces y colombinas y no aquella mujer tan despreciable que la había humillado y maltratado en el pasado? ¿Por qué?
- Sai-nichan…Usaré esa técnica…- Miki lo dijo con tanta seguridad que incluso Sai tuvo miedo por un instante y estirando una mano hacia ella trató de detenerla con algún argumento inútil
La venda cayó de los ojos de Miki mostrando un color rojo brillante con miles de líneas negras que lo atravesaban en todas direcciones, mostrando una complicada forma de rosa oriental, que parecía cerrarse hacia el centro; el Tenshi no Sharingan… Luego juntó sus manitas en un sello que solo Sai había visto alguna vez en un libro para luego enseñárselo a la niña…
- Ninjutsu…- El cuervo negro quedó atrapado en una pequeña burbuja de brillante color azul y todo lo demás, se lleno de un negro intenso y poderoso
- Sasukeeeeeeeeeeeeeeee-
La voz de Naruto fue lo último que sonó en aquel paraje que pronto se inundó de aquellas llamas, hasta el punto de consumir todas y cada una de las cosas que se encontraban cerca, dejando un enorme cráter en cuyo centro permanecía el cuerpo inmóvil de Sasuke…Eran las llamas del verdadero Sharingan… Luego Temari sostuvo el cuerpo inmóvil de la niña entre sus brazos, como si se tratara de una muñequita…
**AMNESIA**
- ¿Hokage-sama?- la voz le hizo levantarse de un salto sobre su silla, totalmente adormilado, para encontrarse con los ojos azules de Ino, quien parada frente a él sostenía un montón de papeles que al parecer necesitaban ser revisados por el Hokage.- Es usted igual a la Godaime…
- Ah, gomen, gomen…la verdad es que anoche no pude dormir demasiado bien- Sonrió el rubio mientras se estiraba en la silla, tratando de desperezarse y la hermosa secretaria, dejaba los papeles en el borde del escritorio y se iba con una sonrisa un poco mentirosa-
- Claro, claro…Usted debió tener una noche muy “agitada” ¿No?-
- ¡No fue por eso!- la chica ya había cerrado la puerto tras ella cuando él gritó eso, así que probablemente no lo escuchó demasiado bien. Ah, pero de verdad que no era por lo que ella creía. No había podido dormir porque Satsu y Syo, habían estado enfermos y él se había visto obligado a pasar toda la noche suministrándoles los medicamentos…- Hoy iré más temprano a casa…
La sonrisa del rubio no disminuyó ni un poco mientras leía los informes y los firmaba o sellaba tan rápido como podía, esperando terminar cuanto antes para poder ir nuevamente con sus dos hijos y revisar que se encontraran bien. No creía que estuviesen demasiado mal, después de todo Hinata debía de estar cuidando de ellos pero aún así quería comprobarlo con sus propios ojos…
- Mamá…- la puerta se abrió de golpe y una rubia alborotadora de doce años, con el rubio cabello corto hasta los hombros totalmente despeinado y los negros ojos afilados que parecían en desacuerdo con el resto de su imagen entró corriendo y riendo…- ¡Gennin, gennin, gennin! ¡ya logré ser un gennin!
Como muestra de su gran habilidad en su mano tenía la cinta ninja de color azul oscuro que denotaba su nuevo rango, cuya placa metálica brillaba un poco menos que la hermosa sonrisa de la niña que corrió a los brazos del Hokage para ser abrazada.
- Así que pasaste la primera prueba…eh ¿Y quién era tu instructor?- Inquirió Naruto algo confundido
- Kiba-sensei. ¡Pero si te lo dije ayer!- Dijo la niña molesta mientras hacía un puchero
- Ah, Kiba…Es un buen amigo, aunque no puedo decir lo mismo de sus habilidades como instructor… ¿Cómo fue que llegó a jounin en primer lugar?
- ¡No digas eso, me costó mucho trabajo vencerlo!- Chilló la niña sacando la lengua…
- Ma…- La pelinegra que acababa de llegar venía arrastrando la maleta con un aire algo deprimido- Yo también quiero ser gennin
- No puedes todavía. Tienes que terminar con La Academia primero- Dijo Naruto de manera comprensiva
- Pero yo SÉ que puedo pasar el examen que tuvo Miki ¿Si lo paso podría ser gennin de una vez o no?-
- ¡Como si eso fuera posible, bakka Eiko!- Chilló miki totalmente irritada mientras zarandeaba al rubio de un lado a otro- Dile que no puede hacerlo ¡Porque todavía es muy débil!
- Bueno, ya que Miki pasó su examen ¿Por qué no salimos a comer Ramen especial de Miso con cerdo?
- ¡SÍ!-
Las dos niñas mágicamente dejaron de pelear y se sentaron en una de las sillitas más cercanas, jugando entre ellas hasta que Naruto terminara su trabajo para que pudiesen salir a comer… Al parecer una de las cosas que todos sus hijos habían sacado parecido a él era su gusto por el ramen…
Al terminar la tarde, Naruto entregó los papeles y sujetando a cada una de sus hijas con una mano se dirigió tranquilamente a las afueras de la ciudad, a aquel lugar conocido como el barrio Uchiha, introduciéndose con calma por entre la puerta de madera para avanzar por el largo camino de casa iguales, deteniéndose frente a la última
- Tadaima- Anunció el rubio y las dos niñas le imitaron, quitándose los zapatos mientras hablaban y dejando las maletas a un lado. Los pasos lentos y constantes de una persona vestida de jounnin
- Okaeri, Naruto…- Naruto subió el pequeño escalón hacia el piso de madera y se paró en la punta de los pies para besar en los labios al pelinegro que le acababa de saludar
- No creí que hubieses regresado ya de tu última misión, Sasuke…- Dijo el rubio con su suave voz al ver los ojos casi blancos del moreno, que parecía bastante agotado y cojeaba, herido por su última misión- Ah, no solo debiste de habérmelo informado a mi primero ¡Tu Hokage! Sino que además me haces preocuparme en vano…deberías rendirte con lo de las misiones ¡Mi sueldo es bastante para mantenernos a todos!
- ¿Y entonces que vas a hacer con mi orgullo? Vas a terminar de aplastarlo y luego lo tirarás por la ventana como si nada ¿no es verdad?- Dijo Sasuke mordaz, aunque más parecía una de sus muchas peleas que mantenían desde niños
- ¿Y qué si lo hago, el Uchiha no podría soportarlo?-
- ¿Qué noticias tienen mis princesas?- ignorando completamente el intento de insulto del rubio, Sasuke estiró la mano vagamente hacia adelante hasta encontrarse con la cabeza de Miki, a la que acarició lentamente
- ¡Pasé el examen! Ahora soy una verdadera gennin- Sonrió la niña orgullosa
- Yo también podría pasarlo si me dejaran hacer el intento- Susurró Eiko con un vago aire de presunción y Miki le sacó la lengua
- Vamos niñas no peleen… ¿No les dije que íbamos a comer ramen de celebración?-
- ¿Ramen?- Dos pequeños niños de cabello negro y ojos hermosamente azules aparecieron en el borde de la puerta con un gesto de felicidad, corriendo hacia el rubio que se arrodilló para abrazarlos- ¡Yo quiero, yo quiero!
- ¿Soy el único en la familia a quien no le parece buena idea comer siempre ramen?
- ¡El ramen es muy saludable y debería de ser la comida los 365 días del año!- replicaron a coro cinco de las seis personas de la casa y Sasuke tuvo que resignarse a comer ramen…otra vez. Ah ¿Porqué sus hijos habían salido todos de la misma manera?
Naruto le sonrió y dejándose rodear por uno de los grandes brazos, se fue caminando lentamente resguardado en el cuerpo fuerte del hombre que amaba; no importaba que Sasuke hubiese perdido la vista y con ello todas las posibilidades de usar el Sharingan. Con el solo hecho de estuviera sano y salvo, estaba más que feliz. Claro que en el momento se había enojado con Sasuke por haber hecho esa técnica y lo había apaleado con sus propias manos, pero ahora, todo era diferente; él era feliz así. La vida de Sasuke y aquella hermosa reunión familiar se la debía al hecho de que Gaara hubiera descubierto en algún antiguo pergamino de técnicas prohibidas de SunaGakure la manera de transferir el poderoso tenshi no Sharingan a otra persona y que Sai le hubiese enseñado aquel jutsu a Miki para que lo utilizara en un caso extremo.
En el momento en que Miki completó la transferencia cayó inconsciente entre los brazos de Temari, mientras el Sharingan que ahora se encontraba en los ojos de Sasuke le llenaba de una nueva oleada de chakra que frenó la destrucción creada por el Kinjutsu Yami no Kokoro y logró curar la mayor parte de sus huesos rotos y órganos internos arruinados, permitiéndole levantarse para utilizar una enorme oleada de Amateratsu, que llenó un área de 50 km a la redonda, siendo retenidamente únicamente por las burbujas de chakra que Miki había alcanzado a formar antes de caer inconsciente, alrededor de todas las personas que ella quería proteger.
Madara y Sakura habían sido consumidos por las llamas sin que quedara rastro alguno de su existencia en el planeta… Naruto al romperse la burbuja que lo protegía había corrido en línea recta hacia Sasuke, llorando y gritando, abrazándolo en cuanto llegó a su lado…
- Kegashita ne ka? bibiri-kun- Se mofó Sasuke con la misma frase que había utilizado hacía muchos años para burlarse de Naruto en su camino al país de las Olas. Naruto le había golpeado sin ganas en uno de los brazos y sin dejar de llorar, se había inclinado sobre el moreno para besarlo de la manera más apasionada en la que pudo, curando a Sasuke…
- Eh… ¿Tus…ojos?- Cuando Naruto separó el beso pudo ver los ojos casi blancos del moreno, fijos en algún lejano punto del horizonte- ¿Porqué están blancos?
- ¿Eh? ¿No los tenía cerrados?- Sasuke algo sorprendido trató de abrir los ojos con sorpresa- No…no puedo ver nada…
La única consecuencia que le quedó a Sasuke al haber usado el Tenshi no Sharingan, era haber perdido la vista y con eso, haber sellado aquella técnica prohibida para el resto de la eternidad. Habían regresado a la aldea, instalándose en una de las muchas casas del distrito Uchiha, en el que ahora se habían instalado muchas otras familias de clanes diversos, devolviéndole la vida a aquel lugar desolado. Naruto Hokage, Sasuke un Jounnin. Las cosas no podían ir mejor para ellos, permitiéndoles recordar solo los momentos felices de aquella larga y tortuosa travesía que había sido sus vidas…
- Pero sin tus ojos…- Había insistido el rubio, ahogado en el dolor de ver a la persona que tanto amaba perdiendo una de sus habilidades más importantes
- No te preocupes, sin importar cuánto tiempo pase, la única cosa que jamás podré olvidar será tu rostro sonriente…Mientras pueda escuchar tu voz y sentir tu piel, el resto no importa…Puedo vivir con el recuerdo de tus ojos-
El recuerdo de tus ojos. Aquella frase le había hecho llorar hasta el cansancio apoyado en el brazo de Sasuke, mientras las flores de cerezo del jardín se colaban por la ventana sin que Sasuke pudiese verlo…Lo recuerdos son lo más importante en la vida, son los que determinan la persona que eres. No solo los recuerdos felices o las aventuras que interesan a los curiosos, sino los recuerdos tristes y los recuerdos monótonos…todos los recuerdos importan para formar a una persona.
Jamás se volvería a levantar llorando y sin saber la razón. Ahora atesoraría cada pequeño instante de su vida, cada pequeña expresión de sus hijos y cada dulce beso de su esposo. Jamás olvidaría…Guardaría todos sus recuerdos, hasta el día en que la muerte tuviese que cazarlo…Lo recordaría todo…
**Owari**