CAP 5. LA TRISTEZA DEL UCHIHA
Estaba sentado junto a Sasuke, como si fuera su ángel de la guarda. Ni siquiera podía explicarse a sí mismo la razón de ese extraño comportamiento, cuidando del representante de Akatsuki –aquel grupo subversivo que varias veces había intentado quitarle el Kyuubi y había lastimado a valiosos amigos suyos- olvidando por un momento todos aquellos problemas, enfocado únicamente en proteger la vida de ese hombre… Instintivamente pasó su mano por el rostro blanco nieve, con la naturalidad de quien lo ha hecho miles de veces, y una sonrisa tenue se dibujó en los labios del moreno, haciendo que su expresión de angustia se mitigara
Cerró los ojos solo un instante y pudo ver a ese mismo chico de todos sus recuerdos recurrentes, acostado en la cama de un hospital, inconsciente, mientras él sentado a su lado, esperaba encontrar la manera de que estuviera bien de nuevo, apoyada su cabeza en sus brazos cruzados sobre la cama…
Abrió los ojos nervioso. Cada vez le daba más temor imaginar que aquellos extraños recuerdos, pudieran ser efecto de algún genjutsu para llevarlo dócilmente. El pañuelo sobre la frente de Sasuke, había alcanzado la temperatura del moreno, así que se la quitó de la frente para humedecerla en un balde de agua fría que había cerca.
En lo que recordaba jamás había tenido de cuidar de nadie como lo hacía con el moreno, pero, desde el más simple acto de remojar el pañuelo hasta la difícil vigilia de toda la noche, la llevaba a cabo con una perfección tan asombrosa, que parecía haberlo hecho muchas veces antes. En cuanto hubo puesto el pañuelo sobre la frente del moreno para apaciguarla fiebre que indicaba su rápida recuperación, bostezó cansado. Llevaba veinticuatro horas exactas junto a la litera improvisada del moreno, en una cueva del camino, protegiendo su sueño, así que tras darle un beso en la frente al hombre de casi veintisiete años, salió a caminar un poco.
La luz pasaba entre las ramas de los árboles, y las aves trinaban calmadas, volando a través de las hojas brillantes que caían desde el cielo, como una pequeña llovizna de gotas verdes, que revoloteaban en círculos, movidas por el viento, antes de caer al suelo. Una de tantas hojas cayó en su frente, y por un instante, recordó a Ero-Sennin, el pueblo Tanzaku, el entrenamiento del Rasengan, la apuesta de Tsunade por el colgante del Primer Hokage. Le hubiera gustado tener ese colgante entre las manos, pues verlo siempre lograba calmarlo, pero se le había perdido cuando Sasuke lo había raptado de Konoha…
Sonó como el balde de agua en el interior de la cueva se caía, regando todo su contenido, y una maldición entre las sombras, así que corrió adentro, notando que Sasuke se había levantado algo mareado y no del todo recuperado, tirando el balde al suelo.
- Mataku… ¿No podías haberte quedado quieto?- Dijo molesto suspirando cansado al notar el desastre- Deberías descansar para reponerte, así dijo Karin antes de irse…-
- Naruto tu… ¿Lo recuerdas todo verdad?- Dijo el moreno con una amplia sonrisa marcada en su rostro, mientras se lanzaba a abrazar al rubio con todas sus fuerzas, besándolo desesperado- ¿Qué más podría hacer que me trataras de esa manera tan familiar? Que recordaste quien soy yo
- ¿De qué hablas? Recuerdo lo mismo de siempre- preguntó confuso- ¿Qué se supone que debo recordar sobre ti?-
Sasuke notó su error de inmediato y retrocedió algo avergonzado, cayendo de nuevo en su cama, algo nervioso, tirando algunas de las cosas que había cerca, y logrando que Naruto repitiera su primer insulto, antes de ponerse a recoger las cosas.
- Creo que sería más fácil para todos si solo me dijeras que es lo que tengo que recordar… hacerlo de esta manera es bastante doloroso ¿sabes?- Dijo el ojiazul mientras se ponía la mano en la frente molesto- ¿Acaso éramos novios, amantes, esposos? ¿Por qué no solo me respondes, en vez de ponerme a hacer todo este esfuerzo?
- Si te lo dijera… Es posible que no me creyeras, siempre has tenido miedo de lo que no puedes entender-Dijo algo enojado- Bibiri-kun-
De inmediato apareció en su mente esa imagen, caminado por las afueras de Konoha junto con aquel moreno, que paraba y se giraba para verlo con sus ojos negros cortantes “¿Kegashita ne ka, bibiri-kun?”*.
- ¿Puedes repetirlo?- Pidió tratando de que no se le fuera el recuerdo que aparecía tan vívido en su mente, al escuchar la voz del moreno
- ¿Qué quieres que te repita, dobe?- Dijo extrañado, antes de que se escuchara la inoportuna interrupción de Karin
- Sasuke-kuuuun ¿estás mejor? Te traje algo de hierbas medicinales-
- No te preocupes por él… <<Mala hierba nunca muere>>, Sasuke es sin duda el mejor ejemplo de ese conocido dicho popular- Dijo Suigetsu entrando tras ella- En cambio, me preocupa Naruto ¿has recordado algo nuevo pequeño zorrito?
- No, nada- mintió al sentir el brazo de Suigetsu sobre sus hombros, soltándose con un simple golpe que deshizo en agua el brazo del peliblanco
- Naruto- Llamó Sasuke, haciendo que sus ojos azules fueran directo a encontrarse con los negros de él- Taka y yo, tenemos asuntos importantes que discutir ¿Podrías salir?
- Está bien- Dijo extrañado saliendo lentamente de aquella cueva, tropezándose en el camino con Jugo, ante quien se excusó de inmediato
- ¿está eso bien, Sasuke? ¿Qué tal que se escape?- preguntó la pelirrojo con su voz irritante- Ese chico más parece una parte de Taka que un objeto, como dijiste que sería-
- ¿me repites que tiene eso de malo?- Comentó Sasuke indignado
- Prometiste que no inmiscuirías tus sentimientos por él con la misión ¿Qué tal si Madara decide venir y matarlo? Tratarías de detenerlo ¿verdad?- Chilló la pelirroja- Pondrías en peligro todo lo que hemos logrado por un sentimiento que no es correspondido-
- Si eso es lo que te preocupa, conseguiré que corresponda- Dijo de inmediato- Ahora, tenemos que turnar las patrullas…
Eso fue lo último que escuchó, porque sentado afuera de la cueva, prefirió taparse los oídos para no tener que escuchar todo lo que decían de él, y que no lograba entender del todo. Quería saber de una vez por todas que era lo que había pasado antes, que era lo que todos ocultaban, que era lo que Sasuke esperaba que recordara…Cerró los ojos con fuerza, y se prometió a sí mismo, no abrirlos hasta no tener al menos un recuerdo importante, concentró todas sus fuerzas en recordar. A Sasuke, la mirada de Sasuke, el cabello de Sasuke, el olor de Sasuke, los besos de Sasuke, las caricias de Sasuke…
El atisbo de un recuerdo apareció en su mente, apretó los dientes tratando de alcanzarlo, pero se le iba entre las manos, concentró toda su energía en recordar, pero todo se le hacía confuso… Comenzaba a dolerle la cabeza pero no quería rendirse, no en ese momento. Se concentró aún más, y entonces pudo verlo…Hacía frío, era posible que estuviera lloviendo pero no estaba seguro. Afuera estaba demasiado brillante para que lloviera -¿tal vez nieve?- y adentro estaba oscuro. Estaba sentado sobre un piso de madera, junto a una litera extendida en el suelo, una litera con flores de colores brillantes. Sonaba la puerta abriéndose, por lo que giraba lentamente para ver hacia la puerta… era Sasuke, con su capa de Akatsuki sobre los hombros y la mirada firme. Si Sasuke estaba en la puerta ¿entonces a quien cuidaba? <<¿Está mejor?>> preguntó el moreno sentándose a su lado, para tomarlo por la cintura y besarle el cuello suavemente <<Eso espero. No se ha despertado aún>> respondió mientras sujetaba la mano de Sasuke con la suya <<Tienes miedo de que sus ojos se vean rojos cuando despierte ¿verdad?>> <<Al contrario. Es lo que más me gustaría en este momento>>
- Oye Naruto- la voz de Sasuke lo sacó de su recuerdo, para verlo frente a él, tendiéndole la mano que sujetó para ponerse en pie- Dije que iba a llevarte a dar un paseo, y es mejor que lo hagamos-
- ¿A dónde?- inquirió restregándose los ojos, totalmente exhausto por los recuerdos
- Solo sígueme y no hagas demasiadas preguntas- Dijo halándolo hacia el bosque, no demasiado lejos, pero lo suficiente para que Karin no alcanzara a sentir su presencia, luego hizo un jutsu para desvanecer las dos presencias- presiento que Karin va a enviar un reporte falso-
- ¿reporte falso? ¿pero a quién?- preguntó confuso
- A Madara, el líder de la organización- Dijo mientras sus ojos se volvían rojo sangre, enfocados en el interior oscuro de la cueva a la vez que abría un pergamino y preparaba un pincel con tinta
- ¿Líder? Creí que tú eras el líder- Dijo sin entender, haciendo que una sonrisa afligida cruzara el rostro de Sasuke
- Solo soy la cara de la organización. El verdadero líder siempre está oculto… Pero tú ya lo sabías, hace mucho tiempo- contestó- ahora has silencio, tengo que concentrarme…-
Naruto lo miró confuso y miró sobre el hombro de Sasuke hacia la cueva. Karin escribía apresuradamente en un gran pergamino, y Sasuke imitaba sus movimientos, anotando los rápidos kanjis en la caligrafía nada elegante de la chica en el pergamino que sostenía en su mano…
Cuando Sasuke escribió el último trazo apresurado, sus ojos azules se estremecieron de miedo y rabia, levantó la mirada contra Sasuke, encontrándose con esos ojos rojos de sangre, pero no con furia, sino con una calma mortuoria, que parecía anunciar una gran desgracia…
- ¿Qué quieren hacerme…?- Dijo con la voz en un hilo ahogado
- Es la misión, entregarte para que sellemos el chakra demoniaco que nace en tu interior…- Dijo con firmeza- Luego… morirás-
- ¿Morir?- Preguntó asustado- ¿para eso quiere Karin que venga Madara…? ¿para sellarme?
- Sí, porque sabe que quiero protegerte, solo él sería capaz de vencerme… Así que tienes que huir- Dijo mientras los ayudaba a levantarse, acariciándole el cabello con su mano derecha-
- ¿Huir? ¿Sasuke, hablas en serio?- preguntó el rubio sin creerlo- ¿No te harán nada si escapo ahora?
- Probablemente traten de asesinarme, pero no me importa. Accedí a esta misión porque creí que ya no sentía nada por ti, pero mi corazón sigue latiendo por ti, todo lo que soy es por ti… Te necesito para seguir viviendo, es por eso que… Necesito que huyas y busques la verdad. Si puedo te alcanzaré, pero por ahora conformémonos con un beso y una despedida-
Lo sujetó de la cadera y lo besó en los labios, el rubio sorprendido al principio por lo repentino, pronto se calmó y cerró los ojos, dejándose llevar por aquel hombre que le daba la libertad a costa de la suya.
- Espérame en un lugar seguro- le susurró al oído al terminarse el beso, abrazándole de la cintura- Te alcanzaré para cuidar de ti, pero ahora tengo que volver y darte tiempo de huida… Sayonara, Kitsune-chan-
Luego lo empujó hacia un pequeño barranco, que le dio impulso para correr, y con una sonrisa se volvió hacia la cueva donde taka esperaba a su líder y al Kyuubi, para llevarlo al punto de encuentro, donde Madara llegaría al anochecer.
Al sentirse libre, juna sonrisa invadió el rostro del Kitsune, que corrió cada vez más y más rápido. Problema de Sasuke, si trataba de alcanzarlo; volvería a Konoha a dirigirla en contra de Akatsuki, pues ya conocía el punto de encuentro de todos los Akatsuki, acabaría con todos ellos en un solo golpe de suerte. ¿Podría ser algo mejor que eso?
Si no se equivocaba estaba a apenas unos kilómetros de uno de los puntos de seguridad de Konoha, solo tendría que correr un poco para llegar, y teniendo la condición física que tenía eso no sería nada… ¿Entonces porqué se detenía, cayendo de rodillas al suelo y sujetándose el pecho?
<<No vuelvas a tocarlo, o lo lamentarás>> eso era lo que Sasuke había dicho al salvarlo de aquel que casi lo ahoga, apareciendo como su salvador
<<No quiero que tu sueño muera>> había dicho el moreno enviándole un beso con la punta de los dedos
<<¿Quién soy? O más bien quisieras preguntar ¿Qué soy para ti?>> Dijo acercándose a él para sujetarle la mejilla con su mano derecha, y hacerlo ver directo en sus negros ojos acostándose sobre él, sujetándolo de la barbilla para besarlo hasta dejarlo callado y quieto.
<<Si no comes a las buenas, será a las malas>> Sasuke se puso tres bocados de arroz en la boca, se acercó a él y le sujetó la barbilla con la mano derecha, haciéndole abrir la boca…Luego lo besó en los labios, con la boca abierta, dejándole toda la comida en el interior de su boca para que no pudiera botarla, aprovechó para pasar la lengua por el borde de sus labios y se separó alegre.
¿Porqué todos los recuerdos de Sasuke venían a su mente sin cesar? ¿Por qué no podía olvidarse de esa mirada y esos besos? ¿Porqué la idea de traicionarlo le dolía tanto? ¿Porqué su corazón parecía detenerse al estar lejos de él? ¿Por qué era tan doloroso acordarse de él?
Una lágrima cruzó su mejilla al pensar en seguir corriendo, traicionando la confianza de él, y sin poder evitarlo, buscó con la mirada un sitio seguro para esperarlo. Su corazón estaba como loco por ir lejos, así que buscó una cueva cualquiera para descansar y dejó a un sapo de vigilancia en la roca de la entrada, acostándose a dormir, mientras Sasuke lo alcanzaba…
Lo primero que vio fue una tienda de comestibles, de paredes y puertas de cristal, por la que se podían ver las miles de cosas que estaban a la venta; pocas y todas repetidas varias veces, ordenadas por la fecha de vencimiento. Una luz blanca sobre él, atraía a los insectos, y el permanecía sentado en la banca, con una paleta de naranja que se derretía en sus manos, llorando sin remedios, siendo que ya Iruka se había ido para dejarlo solo… Soltó la paleta y salió corriendo, llorando, corriendo y llorando… No se detuvo ni aún cuando atravesó la barrera de Konoha, en medio de la noche, siguió corriendo en medio de su tristeza y los recuerdos de su maestro… Y corrió hasta que, exhausto, cayó de rodillas en la cabeza de la estatua del primer Hokage, aquella del Valle del Fin. Llovía, en medio de la noche, y las nubes casi blancas adornaban el cielo oscuro…
- ¿Porqué, porqué pasó esto?- Sollozaba golpeando la estatua
- ¿Tú también perdiste a alguien…- escuchó una voz conocida y levantó la mirada. Era el pelinegro, con la capa de Akatsuki tirada a un lado, mirando su espada con intenciones suicidas-…y no pudiste hace nada?
- Sasuke ¿Qué haces aquí?- preguntó levantándose aún llorando
- Lo mismo que tú- dijo secando sus propias lágrimas- lloro por alguien-
- ¿Piensas volver a Konoha…?- Preguntó de inmediato
- No. Quiero estar contigo- Saltó hasta quedar a su lado y lo besó- Quiero ser la persona que más ames en el mundo… Quiero dejarte algo para que no puedas olvidarme nunca-
- ¿Que no te olvide nunca?- Inquirió nervioso, al sentir a su amigo besándole el cuello, sin atreverse a negárselo- ¿Por qué quieres eso de mí? ¿Porqué no vas tras Sakura, o Ino o…?
- Porque tú eres a quien más quiero, eres mi piedra de toque**, necesaria para que pueda vivir… No me dejes ahora, no me dejes-
- No lo haré… Sasuke-
Luego Sasuke lo besó largamente, en medio de los sollozos de ambos, quitándole la chaqueta con delicadeza, para seguir besando su cuello con la delicadeza y a la vez, desesperada firmeza de quien cree que podrían quitarle lo que sostiene con tanto anhelo.
Abrió los ojos al escuchar el distintivo croar de la rana que había dejado afuera y se levantó de un salto, dispuesto a encarar a quien hubiera llegado tan cerca como para llamar la atención de su rana especial.
- ¿Naruto, estás ahí?- Sonó afuera y por un instante solo pudo, de todos, pensar en una sola persona
- ¿Sasuke?- Pero su error se vio confirmado por la figura del chico de largo cabello castaño y ojos perla, que entraba por la cueva- ¿Qué haces aquí, Neji?-
- Trato de salvarte Naruto- Dijo con una sonrisa- Tenemos que irnos, vi al Uchiha acercarse por el Sur-
- ¿Sasuke viene?- preguntó y sin querer una suave sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar el nombre- ¿Está cerca?
- Si, tenemos que irnos antes de que llegue-
- ¡Neji! ¡Sal antes de que vaya por ti maldito hipócrita! ¿Estás con Naruto?- Sonó la voz de Sasuke en el exterior, haciendo que ambos se estremecieran
- Espera a que se distraiga y huye- Dijo Neji saliendo al exterior, para luchar con el pelinegro- ¡Estoy solo! Naruto ha dejado su rastro en varias partes para confundirnos-
- A ti. Ahora mismo está recordando su amor por mí- Dijo autosuficiente sacando su espada- Conozco tu jutsu ¿Aún quieres luchar o prefieres decirme dónde está Naruto?
- Te mataré si le tocas un cabello- Dijo Neji lanzando una poderosa onda de chakra, que el pelinegro esquivó sin inmutarse- ¡Muérete! ¡Naruto está mucho mejor sin tu recuerdo, que solo lo masacraba, y lo hacía infeliz!
Neji se abalanzó contra el Uchiha, que pronto descubrió el secreto de su técnica, golpeándola en el vientre, a lo que él respondió con un directo ataque en el estómago que lo hizo retroceder para sacar la espada donde se reflejaron ambos rostros; el suyo y el de Neji.
- ¡Yo no lo hacía infeliz, eran ustedes… ustedes que nos separaron! ¡Ustedes que nos quitaron lo que más nos importaba en el mundo, haciéndonos sufrir frente a una tumba que jamás debió existir, enviando flores a la nada, porque no teníamos ni siquiera su pequeño cuerpo para recordarla!- Los ojos de Sasuke ya se habían llenado de lágrimas y sus ataques se volvían más predecibles
- ¡ustedes condenaron esa vida por sus pecados! ¡Ella jamás debió de nacer en un principio!- Bramó logrando acertar un golpe en el pecho de Sasuke, en cuyos labios apareció un hilo de espesa sangre
- Mentira… No digas cosas que no cree, puedo verlo con mi Sharingan- Dijo tristemente- Aunque me hubiera gustado verlo antes de que la lastimaran y no ahora, que no tengo más para recordar su dulce sonrisa… que a Naruto. Y aún así, quieres quitármelo…-
Sin saber porqué, oculto como estaba en aquella cueva, oyendo las palabras de Sasuke, tan firmes y dolorosas, atravesando el espacio y su corazón, las lágrimas brotaban como hacía años que no lo hacían… Y no podía dejar de llorar, su corazón dolía tanto, dolía tanto… la imagen de esa tumba en su mente, lo hacía sufrir tanto…
- Solo le haces daño. Lo mejor que puedes hacer es morirte- Dijo el de cabello castaño, al notar que Kiba preparaba desde lejos el gatsuga- No llores más Uchiha. Nunca más serás la causa de que Naruto llore y maldiga-
- Gatsuga- Sonó la voz de Kiba, quien se había lanzado con la poderosa técnica contra el moreno, quien con esa herida en el pecho apenas si sonrió al notar próxima su muerte, mientras Neji se alejaba- ¡Morirás maldito Uchiha!
- ¡Sasukeeeeeeeeeeeee!- Sonó la voz de Naruto, que habiéndolo visto todo, corrió sin pensarlo hacia el moreno
“Por favor…” Sus pasos resonaban en medio del bosque, Sasuke lo miró con sus negros ojos brillantes y melancólicos “Dame la habilidad para llegar a su lado, por favor”