Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amnesia por cutebeast64

[Reviews - 214]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, actualicé bastante pronto en comparación con otras veces, porque las canciones de Vocaloid me han inspirado de sobra para este nuevo capítulo. Espero esto les sirva para que me esperen mientras termino el manga del concurso y vuelvo a actualizar… Las canciones que aparecen por partes son:


Regret Message http://www.youtube.com/watch?v=vPj-AVXNCVI


Re-Birthdayhttp://www.youtube.com/watch?v=scOhILx6Epw


Servant Of Evilhttp://www.youtube.com/watch?v=EcUxsc4J-j4


Todas de Vocaloid. La primera es cantada por Rin Kagamine y las otras dos por Len. Espero les guste, es de una saga completa, así que si quieren conocer la historia de estas canciones, deberán verla desde el principio (el orden es: Daughter of Evil, Servant Of Evil, Daughter of Revenge, Principe de Azul, Daughter Of Green, Regret Message y Re-Birthday). Espero les guste, me esforcé al máximo por que quedara de su agrado. Espero no se aburran tan pronto de esta historia para un desafío…

CAP 8. CANCIONES DE CUNA

 

Hace mil años ya que una leyenda hay, sobre ese preciso lugar, si escribes tu anhelo en un pedazo de papel y lo arrojas en una botella al mar…

 

-       Aún no…- Susurró mientras observa atentamente las olas agrupándose en la orilla, unas tras otras, uniéndose hasta formar pequeñas nubes blancas y esponjosas en las rocas, que luego se diluían entre las rocas, hasta desaparecer…-

-       ¿Qué haces, hijita?- preguntó una anciana mujer acercándose a la niña de cuatro años que permanecía sentada entre la hierba, contemplando las olas.

 

Al ver que la mujer se acercaba, la niña escondió en los pliegues de su vestido de flores rosadas la botella que tenía entre sus manos, sonriéndole tiernamente, con lo que el cabello negro le cubrió sus hermosos ojos azul marino, lo que la obligó a ponérselo tras la oreja.

 

-       Nada madre- Dijo dulcemente, esperando que la mujer no hallara la botella

-       ¿Sigues lanzando botellas al mar?- preguntó la mujer tratando de quitarle la botella, a lo que la pequeña se resistió con todas sus fuerzas, hasta hacerla renunciar- ¿Porqué lo haces…?

-       Porque así dice la leyenda… de mil mares…-Dijo la niña dulcemente, mientras sus azules ojitos se llenaban de verdadera agua transparente-

 

…y lo arrojas en una botella al mar, no debes dudar que un día se hará realidad… Y te traerá una dicha sin final…

 

-       Si quiero que algo pase, solo tengo que pedirlo… Pero aún no funciona ¿Es acaso porque no estoy en ese pequeño puerto a lo lejos en el mar?- Dijo tratando de secarse las lágrimas- Mi papá me lo dijo, mi papá siempre me cantó esa canción…-

-       ¡Idiota!- Dijo la mujer golpeándola en el rostro, por lo que la niña la miro antes de seguir llorando- ¡Deja de hablar de ese mal hombre, tu madre soy yo, y él es solo alguien que te hará daño si se acerca a ti!

-       ¡No es cierto, papá me quería mucho!- Gritó de nuevo, antes de recibir una segunda cachetada, que la hizo llorar nuevamente, esta vez con un pequeño atisbo de rencor en su mirada

-       ¡Era un traidor, un desertor…!- Siguió diciendo la mujer, sin que la niña le pusiera cuidado. La pequeña tomó el frasco entre sus manos y lo lanzó al agua, para que se lo llevaran las olas…- ¿me vuelves a desobedecer? ¡Vuelve aquí!

 

“No quiero volver… No quiero ir de nuevo con esa mujer. Mi padre es una buena persona, estoy segura de que él me quiere mucho. Él me dijo que mi madre también me amaba, y que estarían conmigo…”

 

-       Pide un deseo, una nueva ilusión, escríbelo en un papel, dentro de un frasco, avienta sin temor, el océano te lo hará realidad. Que la fe que hay en ti, tu frasco pueda llevar, y el deseo que contiene, puede en el brotar, el silencio se desvanecerá hacia las olas del mar… Todo lo recuerdo, siempre estabas junto a mí, pero mi egoísmo te hacía sufrir. Y con todo tu amor, siempre en mis deseos cumplir, dejando tu dolor atrás. Mi vida nunca lo podrá remediar, comprendo que estuve mal, deseo otra oportunidad. Mi anhelo lo entregaré al mar…- “la canción que papá me cantaba… no puedo olvidarla nunca…”

-       ¡Cállate imbécil!- Y un nuevo golpe se afirmó en su rostro…

 

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

 

-       ¿Segunda hija? ¿es que acaso tuvimos una primera?- Dijo algo confuso el rubio, mientras corría con Sasuke entre los árboles, esperando a llegar al lugar indicado por el pelinegro.

-       ¡Atarii!* Son dos hijas, eso significa que hubo una primera y una segunda- Se burló Suigetsu en el tono con el que los presentadores de concursos dan los premios

-       ¡No se distraigan hablando! Estamos a punto de llegar- Dijo Sasuke alegremente y con un cierto nerviosismo en la voz-

-       Pero Sasuke, tus heridas… No las he tratado adecuadamente- Chilló Karin enojada, tratando de hacerlo regresar en sus cabales, pero el moreno ni siquiera la escuchaba…- ¡¡Bakka Naruto!! Al menos dile algo para ver si reacciona-

-       ¿Eiko-chan?- Dijo al aire, como tratando de acordarse de algo muy importante. Después de todo era el nombre de su hija-

-       Eiko Uchiha- Dijo Sasuke como si hubiera captado sus palabras, aunque quizás solo hablaba para sí mismo- La última vez que la vi tenía cuatro años, un corto cabello negro y unos tiernos ojos de color azul. Sonreía mucho y adoraba las canciones de cuna, pero yo no me sabía ninguna de las que cantabas para dormirla…-

-       Así es… No se sabía ni las más sencillas- Dijo Suigetsu con el insoportable tono de hermano menor que adoptaba junto a Sasuke- Pero Eiko-chan no quería que le cantáramos nosotros sino él…-

-       Así que tenía que ingeniármelas con las canciones que recordaba de mi familia en el barrio Uchiha y algunas que cantamos juntos- Sasuke se veía tan feliz, tan genuinamente feliz… que sintió todo su corazón estremecerse suavemente por esa sensación de cariño tan profundo…

-       ¿y cómo te separaste de ella… de Eiko-chan?- Preguntó dulcemente, cambiando el semblante del moreno a uno de terrible angustia. Un kunai, desde su mano atravesó el viento, pasando por su lado, cortando algunos de sus rubios cabellos para incrustarse en el pecho de Kiba, quien desapareció con un jutsu de reemplazo…

 

Inmediatamente, Taka se puso en formación de ataque, y sin saberlo, Naruto también ejecutó la formación en el momento en que Sasuke levantó la mano para dar la señal. Todos lo miraron de reojo con un sonrisa y luego las cinco miradas se dirigieron al oponente, que en compañía de sus dos perros ninja, los había estado siguiendo.

 

-       Kiba- Dijo Naruto suavemente levantando la mano a modo de saludo- ¿Qué haces aquí?

-       ¿Yo? Detenerlos- Dijo firmemente- ¿realmente creyeron que sería tan fácil? No soy el único que se imaginó que vendrían por Eiko-chan, pero si soy el primero en atacarlos para que retrocedan.

-       No vamos a retroceder tan fácil- Dijo Sasuke apuntando la Katana al cuello de Kiba, por lo que Naruto intercedió por el moreno

-       ¡Sasuke, no lo hagas!- Pidió dulcemente, sujetándole del brazo- Yo quiero pelear con él. No quiero que le hagas daño-

-       El no me hará daño- Dijo apareciendo entre Sasuke y Naruto, para sujetar al rubio entre sus brazos y alejarlo de Taka- Al único al que quiere lastimar es a ti-

-       No Kiba. Él no me hará daño…- Dijo tratando de hacer a Kiba entrar en razón, pero el peli-castaño, sordo a sus palabras, solo le gruñía al pelinegro como marcando su terreno- ¡¡KIBA!!

 

Fue un solo golpe en el rostro el que hizo que Kiba finalmente volteara a ver a Naruto, que se mantenía firme en contra de él, con la misma determinación de su adolescencia. Kiba se colocó la mano en la boca llena de sangre que goteaba por su piel y lo miró con sus negruzcos ojos…

 

-       ¿Qué te pasa? ¿ya te lavó el cerebro con un genjutsu o qué? Tú ya lo habías superado-

-       No Kiba. Esto lo hago por mí, porque yo lo quiero y no lo voy a dejar atrás… ¿Acaso abandoné a algún amigo?- Dijo haciendo que Kiba se quedara quieto y mudo- ¿Acaso lo he hecho? No pienso regresar a mi puesto de Hokage sin Sasuke… Y sin recordar mi pasado-

-       Pero…-

-       Ya Gaara me lo dijo… Que el pasado solo me va a hacer daño, pero aunque no lo creas… Duele más esta incertidumbre…-

 

Sasuke logró ver a través de los ojos de Kiba que este ya no los seguiría y, haciéndole una seña a Suigetus para que esperara a Naruto, prosiguió con los otros dos miembros de Taka hacia el Puente de Naruto, esperando encontrar a la pequeña Eiko-chan cerca.

 

-       Sasuke se ha ido- Dijo Kiba suavemente- ¿¡No ves que te ha abandonado por tercera vez!?

-       No me ha abandonado. Va por Eiko-chan- Dijo como si pudiera saberlo sin siquiera necesitar de las palabras de Sasuke- lo siento aquí en mi pecho, la conexión con Sasuke… Puedo ver ese lazo entre nosotros, ese lazo que hasta hace unos días veía como cortado… Si no es él la persona que amo ¿entonces quien?-

-       Conmovedor Kitsune-kun ¿Podemos irnos ya? Ya todos sabemos que te ama mucho y que nunca te olvidaría o dejaría atrás, pero me preocupa que Sasuke se olvide de que YO existo- Dijo Suigetsu intentando motivarlo a seguir corriendo

-       Hai, hai- Afirmó el rubio mientras sacaba la lengua juguetón-ya voy… No se te ocurra dejarme-

-       Claro que no. Sasuke podría matarme-

-       ¡Espera Naruto…!- Kiba sacó un kunai y Akamaru ladró fuertemente

 

AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA

 

-       Cuando mis ojos abrí, yo solo ahí me encontré, en un triste cuarto, rodeado de oscuridad. A nadie podía ver y nada podía escuchar, soy una persona temblando en la eternidad. Todo el cielo era gris, podía ver un umbral, existía una llave que no podía alcanzar. Un sonido escuché, alguien me quería hablar, una voz que en mi vida volvía a escuchar. Ante mí, ella me iba a mencionar: “tu crimen nunca se podía olvidar, tu sufrirás y la culpa pagarás ya”. Mil recuerdos aun puedo yo ver, momentos donde solo estabas tú. Mi pecado quiero detener, pero solo puedo ver como lloro por quererlo reponer. Es la razón por la que yo sufro. Quiero volver a esos días donde yo reía…- En ese momento la dulce voz de la niña, se quebró, recordando sin duda, aquellos momentos tan felices que había pasado con su padre antes de que todo eso pasara, antes de que los separaran.

 

Estaba oscuro y hacía frío. Ese había sido su cuarto, oculta en el ático de una casa ninja familiar, procurado a ella para que pudiera permanecer escondida de su padre, con excusas de que él podría llegar a hacerle daño. Pero ella confiaba firmemente en él, y por eso, seguía pidiendo día y noche porque la sacara de aquel lugar y la llevara de vuelta a sus días… Y mientras eso pasaba, solo podía seguir cantando aquellas canciones que él le cantaba cuando era niña…

 

-       Mis muñecas no puedo mover, esposas con un rojizo color, por la sangre de la gente que derramo por topar conmigo. En mis pies solo cadenas que, tienen brillo de color azul, por el llanto de la gente que nos quería ver rendidos. “Lápiz-lazuli” ella solo me podía mencionar. Aún no sé de quién es esa voz, que me viene a cantar .El tiempo ya lo perdí, aun no quiero volver, y sigo observando la llave en el umbral. De nuevo yo la escuché, un canto tan celestial, un canto que solo me venía a sanar. Esa hermosa canción, tenía algo especial, algo que solo podía significar…Ahora era mi canción, una canción para mí, una melodía de amor para mi alma- Ya las lágrimas corrían por sus tiernas mejillas.

 

Ella lo sabía, sabía que esa mujer que la llamaba hija y le repetía que era su madre no lo era. No podía serlo, porque su madre era la persona más hermosa del mundo, con cabello rubio corto y alborotado, piel canela…Era quien le había heredado esos hermosos ojos azules, esas marcas en forma de bigotes en sus mejillas, esa piel tersa de color canela y esa voluntad tan intensa, para poder con todo…

 

-       Desde la abertura de ese umbral, una luz brilla dirigiéndose a mí ¿Qué será? Veo un alma, ese mensaje viene solo de ti. Y la llave comenzó a girar, la dueña me volvió a llamar: “Tus pecados no puedo borrar, y quiero tenerte en el infierno. Sin embargo todo el mar habló, es una orden de un superior, vamos a cambiar todo lo sucedido en el proceso…” Las esposas veo yo caer, con solo una indicación: “Después de tu agonía serás feliz solo renaciendo”. Las cadenas también veo caer. Se dirigen solamente a mí: “Hoy será tu cumpleaños vívelo contento”. Todo a mí alrededor, veo que se vuelve de color. Pronto yo volveré a ti… Mi alma gemela-

 

 Cuando la canción terminó, al igual que cuando era aún más pequeña, se quedó profundamente dormida. Murmurando las palabras de la canción en medio de sus hermosos sueños, único lugar en el que podía estar tranquila ahora que estaba tan lejos de su verdadero hogar.

 

Pudo ver su linda casa, con lisos pisos de madera y con vanas divisiones de madera que separaban ligeramente la habitación de la cocina y la sala. Corría lentamente por entre aquello bellos corredores que rodeaban la casa, mientras el sol daba en su rostro y los árboles que la rodeaban comenzaban a dejar caer sus flores de colores. En el piso estaba dibujada una rayuela en tiza de color blanco, por la que saltaba infantilmente, de un lado a otro, mientras cantaba aquella misma canción:

 

-       Las esposas veo yo caer, con solo una indicación: “Después de tu agonía serás feliz solo renaciendo”. Las cadenas también veo caer, se dirigen solamente a mí: “Hoy será tu cumpleaños vívelo contento”. Todo a mí alrededor, veo que se vuelve de color. Pronto yo volveré a ti… Mi alma gemela-  Cantaba tiernamente con su voz infantil.

 

Se abrió la puerta que estaba junto a su juego y su padre apareció en la entrada, con el negro cabello sobre su rostro y una dulce sonrisa en sus labios, recostado en la entrada con calma para verla jugar. Al notarlo, la pequeña detuvo su juego y corrió por entre los corredores para abrazarse de aquella hermosa capa negra con nubes rojas que la hacía sentir tan segura. Su padre se arrodilló a su lado para abrazarla, mientras ella reía dulcemente…

 

-       Nee, Eiko-chan ¿Te había contado ya que esa canción parece hecha a mi medida?- Dijo el hombre cuando la risueña niña lo hubo soltado

-       Sí, sí… ya me lo habías dicho. Pero me gustaría que me lo contaras de nuevo- Dijo mientras él se sentaba en el corredor.

-       Entonces siéntate conmigo y te cuento- La niña inmediatamente se sentó, y recostó su cabeza en las piernas de su padre, que le acarició el cabello oscuro mientras veía las flores caer- la verdad es que, algo así me había pasado. Me había dejado llevar por una venganza sin sentido, y ya estaba a punto de ser castigado por mis pecados…-

-       Sí, si… pasa a la parte en que aparece mamá…- Dijo con la misma irresistible hiperactividad de Naruto

-       Pero si tu mamá ya había aparecido mucho antes de que eso pasara- Dijo haciéndole cosquillas, por lo que la pequeña se retorció hasta que logró huir de su padre, y ya más calmados ambos, volvió a sentarse a su lado, siempre a una distancia prudente- pero bueno. Él siempre había querido que yo regresara a Konoha, y fue entonces cuando nos encontramos en el Valle del Fin por segunda vez… Y me di cuenta del error que había cometido y lo enamorado que estaba de él…-

-       Y fue como si su voz te diera una canción solo para ti, que lograra salvarte de tu prisión…mami es tu Alma Gemela ¿no?- Dijo infantilmente, antes de que Sasuke se abalanzara sobre ella para seguir haciéndole cosquillas

-       No me dejaste decir el final, cuando sabes que el final es mi parte favorita ¿por qué, por qué, por qué?- Dijo sin dejar de molestarla, por lo que la pequeña entre risas siguió corriendo y corriendo, tratando de huir de él por entre toda la pequeña casa en la que las flores seguían cayendo-

 

Cuando finalmente, Sasuke cansado cayó al suelo, subyugado por la pequeña que seguía corriendo y tratando de hacerle cosquillas y despeinarlo, diciendo que se rendía ante tan poderosa Kunoichi, la niña finalmente, igual de cansada se recostó sobre su pecho dispuesta a descansar…

 

-       ¿me dices como es mamá?- Dijo la niña

-       Bueno pues, no sé cómo decirlo en palabras… Es alto, atractivo, fuerte como un león y terco como una mula, además nunca se ha rendido ante nada. Tiene el cabello dorado y revuelto, la piel tersa y acanelada, una hermosa sonrisa en su rostro siempre lo acompaña. Además, él tiene unas marquitas en sus mejillas igual a estas preciosas que tienes tú- Dijo delineando las marquitas de la pequeña- Y unos ojos azules tan hermosos como los tuyos-

-       ¿Porqué no está con nosotros?- Dijo infantilmente- ¿Es que hice algo que no debía?-

-       Claro que no, Eiko-chan. A tu mami se lo llevaron lejos hace mucho, y no he podido ir por él, porque está atrapado. Seguro que allí donde está, estará pensando en ti, y si tienes un deseo en tu alma…-

-       Como en Regret Message- Dijo recordando una de las canciones

-       Si, como en Regret Message, él seguramente podrá venir y pasar su cumpleaños con nosotros- Dijo con una sonrisa haciendo que la pequeña sonriera- Lo traeré para que esté contigo, sin importar lo que pase-

-       Papi… te quiero mucho…-

 

Un gran estruendo la hizo despertar de aquel recuerdo, y darse cuenta de lo lejos que estaba de su padre, lo que la hizo estar a punto de llorar, logrando controlarse lo suficiente como para que las lágrimas se quedaran suspendidas en sus hermosos ojos… Como seguían sonando golpes, gritos y ninjutsus en la parte de abajo, se atrevió a abrir la puerta del ático, sin importarle el castigo, con una de las técnicas de escape que su padre le había enseñado.

 

-       ¿Dónde está Eiko?- Le mirada diabólica en los rojos ojos de aquel hombre cuya katana estaba llena de sangre y que atacaba a la mujer que se hacía pasar por su madre, la asustó por unos instantes, los instantes en los que terminaba de caer en cuenta de que él…

-       ¡Papi!- gritó abriendo por completo la puerta, bajando corriendo las escaleras, mientras el moreno se quedaba completamente estático al oír aquellas palabras

-       ¿Eiko… Eiko-chan?- Preguntó girando sus hermosos ojos rasgados hacia la pequeña de seis años que venía corriendo a sus brazos.

 

Unas brillantes lágrimas salieron de sus ojos negros y sus manos temblaron. La katana cayó al suelo, seguida por él, que quedó de rodillas frente a su pequeña hija, que atravesando la sala en unos instantes se abalanzó sobre él…

 

Tanto tiempo, tanto tiempo creyendo que su pequeña niña había muerto, para verla corriendo hacia él, con esos hermosos ojos y esa preciosa sonrisa, que la hacían sin duda, una de las dos mujeres más hermosas del mundo, pues su otra hija también lo era… Estaba vulnerable, no hubiera movido ni un músculo para evitar que la niña viniera a sus brazos. Temía tanto que se le fuera de entre las manos otra vez que no se atrevía a decirle nada… la pequeña dio un par de salticos y finalmente lo abrazó.

 

Ese cabello negro tan hermoso, esos bracitos tan lindos, rodeándole el cuello. Una sincera sonrisa se marcó en su rostro y la abrazó con todas sus fuerzas, sujetándola contra su pecho, como si fuera el último aliento de vida que le quedaba. Esa hermosa niñita a la que amaba tanto…

 

-       Mi princesa tú eres y yo sirviente soy, el destino que un, mismo rostro otorgó. Y para protegerte como siempre debió ser, en un siervo del mal yo me convertiré… Cómo se esperaba de nosotros al nacer, una bendición de campanas y felicidad, pero el mundo adulto y su egoísmo atacó, y nuestro futuro fue, dividido en dos. Sorpresas hay muchas en este mundo, y se convirtió en nuestro enemigo. Mi deseo es protegerte hasta el final, para tu sonrisa volver a contemplar. Mi princesa tú eres y yo sirviente soy, el destino que un, mismo rostro otorgó. Y para protegerte como siempre debió ser, en un siervo del mal yo me convertiré…- Aquella era la canción que le cantaba a su pequeña en las noches en que no podía dormir ninguno de los dos, desvelados por el croar de las ranas o los truenos que asustaban a la niña…

 

 Al escuchar aquella canción de sus recuerdos, le pequeña comenzó a llorar, mientras Sasuke la abrazaba más contra su pecho, decidido a no dejarla ir de nuevo ni aunque lo mataran por eso… Y pareciendo que su deseo querían cumplir, una katana apareció en el borde de la puerta, esperando a clavarse en su espalda…

 

Mi princesa tú eres y yo sirviente soy, el destino dividido en la ira de los dos. La merienda de hoy es un delicioso flan, te escucho reír, se que te hago muy feliz. Pronto este reinado llegará a su fin, a mano de las naciones que enojadas están. Si esto merecemos yo no veo otra opción, asumiré mi pena y la tuya también. Te prestaré mi ropa, no debes de llorar, póntela quiero que escapes, no mires nunca atrás. Compartimos rostro, esto funcionará, nadie más que nosotros sabrá la verdad-

Notas finales:

Okay, espero les haya gustado. Son mis tres canciones favoritas de esta saga (que ni siquiera sé cómo se llama porque Hannon2400 fue la que me hizo conocerla). Creo que no tengo nada más que decir… Espero se esté entendiendo bien la historia y les haya gustado. ¡Estoy esperando sus reviews! Y gracias a todas las personas hermosas que me han dejado reviews hermosos… intentaré contestarlos en mi tiempo libre…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).