CAP 9. FAMILIA
- ¡¡Sasuke imbécil!!- El grito de Kiba le era inconfundible, giró sin dejar de sostener a la pequeña en sus brazos y miró con los ojos espantados hacia el lugar en el que la katana lo esperaba para matarlo
Sacó su espada pero iba a ser demasiado tarde, el Gatsuga de Kiba apareció tras el hombre que sostenía la katana y antes de que pudiera lastimar a Eiko o Sasuke, la espada había caído al suelo, con su usuario herido de muerte por la poderosa técnica de Kiba, quien quedó de pie frente a un sorprendido Sasuke.
- ¿Acaso querías que te mataran? ¡¡Bakka!!- Kiba quería golpear a Sasuke, y lo hubiera conseguido de no ser por cierto rubio que lo retuvo justo antes con una sonrisa tierna
- ¿Estás bien Sasuke?- preguntó el ojiazul al verlo tan sorprendido
- Sí- Dijo sonriendo, antes de soltar por primera vez a Eiko, quien al quedar libre miró de arriba abajo a Naruto antes de ocultarse en la capa de su padre- ¿Qué sucede Eiko-chan?
- ¿Eiko?- Naruto se acercó un poco a la niña, arrodillándose en el suelo para verla mejor. Era tierna y tenía un rostro angelical, con marcas zorrunas idénticas a las suyas, piel igual de canela y ojos que parecían robados de su rostro, aunque con el cabello idéntico al del hombre que la trataba de llevar hasta Naruto con los brazos
“Era una mañana calurosa de verano, el azul del cielo se dispersaba entre las ramas de los árboles que se agitaban con el viento, tratando seguramente de desacalorarse. Estaba acostado, pues se había puesto bastante débil con el parto y miraba como Sasuke permanecía en la puerta de la casa, arrullando a la bebé recién nacida. La otra niña dormía en el suelo, exhausta sin duda
- ¿Y cómo la vamos a llamar?- había preguntado, haciendo que Sasuke se asustara un poco, antes de notar que se trataba de él y sonriera
- No sé. Tiene ojos azules y cabello negro- Dijo acariciando el delicado rostro de la niña
- ¿Eso que tiene que ver con el nombre?-
- Todo tiene que ver con el nombre- Dijo a modo de explicación levantándose con la bebé que acababa de despertar en brazos, para llevarla junto a Naruto
- Bien pues, tal vez un nombre con “Kuro”, haga referencia a su cabello negro- Dijo Naruto- Y un “Mizu” a sus ojos azules… ¿Kuromizu?
- ¿Estás escuchando lo que dices? Pareces un niño- Dijo sentándose junto al rubio para cederle a la pequeña, que los miraba inquieta
- Soy un niño…- Dijo haciendo un puchero
- Ajá… un niño con dos hijas y un esposo. No sabía que Padre irresponsable y mal esposo era la nueva definición para niño- Dijo mofándose del chico
- Entonces tú también eres un niño- Dijo sacando la lengua enojado
Los dos se quedaron por un instante en silencio, contemplando a la pequeña niña que los miraba sin comprender lo que decían. Era tan pequeña que Naruto la podía sostener fácilmente en su brazo, y tan encantadora que no podían evitar contemplarla embelesados
- ¿Y entonces?- preguntó Naruto tras un largo silencio
- Ko… sería como acortar Kuro ¿No crees?- Pensó Sasuke en voz alta
- Okay, pero ¿Qué nombre suena bien con ko? Mariko, Mashiko, Koshiko, Roshiko, Moshiko, Sakiko, Setsuko, Sasiko, Akoshi…- Enlistó recibiendo negativa tras negativa de parte del moreno- ko… ko… ko… eko… neko… meko… sako… ¿qué tal Eriko?
- No me gusta. Suena a hombre… aunque… Eriko… erko… riko… ¿Qué tal Eiko?- Dijo haciendo que Naruto sonriera- Entonces será Eiko Uchiha-
- ¿No habíamos acordado que la segunda llevaría mi apellido?-
- Pero es que Eiko Uchiha suena mucho mejor que Eiko Uzumaki…- Dijo algo incómodo- Además soy yo el que está intentando recuperar su clan ¿Qué te cuesta dejarle el apellido Uchiha?
- Claro… No le hagas caso a mi estúpida dignidad…- Dijo sarcástico- pero ¿qué más da? Eiko Uchiha será… ¿No querrías de paso llamarme a mí también Naruto Uchiha?
- ¿Harías eso por mí?- Dijo sacando unos brillitos de sus ojos negros
- No…-
- Ahhhh… Pues que lástima- Dijo haciendo un puchero
- No sé porqué… jamás me imaginé que fueras tan infantil cuando te conocí… Supongo que porque siempre usabas tu máscara de “Odio al mundo” ¿O no?”
Todo eso vino a su mente en el momento en que unió el nombre y el rostro de la niña… Acercó sus manos al rostro de la pequeña y le acarició el rostro con ambas manos, delineando a quien había venido de él…
- Vamos… Saluda a mami… te prometí que te la traería ¿ves que cumplo mis promesas?- Dijo Sasuke empujando a la niña hacia el rubio que pareció ignorar el ser llamado mami…
- ¿Ma…mamá?- Dijo Eiko algo nerviosa acercándose al rubio que le acariciaba las mejillas con dulzura y que asintió levemente- ¡¡Mami!!
Eiko lo abrazó con tanta fuerza que sintió que se ahogaba, antes de poder abrazarla y estrujarla contra su pecho, recordando esa sensación de tantas veces que la había abrazado para consolarla en las noches en que despertaba atemorizada…
- Eiko… Mi Eiko… Mi bebé- Dijo abrazándola y besando su cabello, recordando cada una de esas veces en las que la había abrazado, y le había dicho que la quería, y le había enseñado… tantas cosas…
- Nuestro bebé…- Dijo Sasuke besándole suavemente en los labios antes de abrazar también a su pequeña, a quien se le desbordaban las lágrimas perladas…- estamos juntos…
- Juntos…-
AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA
- ¿Cómo pudieron entrar si teníamos seguridad?- Gritó el Hokage de reemplazo golpeando el escritorio- ¡No deberían de haber llegado hasta Eiko! ¿es que son ineptos?
- Todo fue por culpa de ese desertor de Kiba- Anunció el peli-castaño de ojos blancos mirando de reojo al joven Sarutobi que golpeaba la mesa sin interrupción
- ¿Y qué? Sigue siendo un error de todos. ¿No habíamos prometido a Tsunade que separaríamos a Naruto de Sasuke?-
- No se preocupe, esta vez iremos mi esposa, Sai y yo. No lo permitiremos que se lleven a nuestro Hokage-
Neji abandonó de inmediato la oficina del Hokage, sin una sola muestra de respeto al joven a quien consideraba un malcriado y falto de dignidad. Afuera estaba Hinata, jugando con su primer hijo de cinco años de edad, que parecía divertirse mucho con los bloques de armar…
- Hola pequeño- Dijo Neji levantando a su hijo, quien trató de soltarse a modo de juego, antes de quedar definitivamente atrapado y resignarse- Y mi bella esposa ¿Con quién dejaremos a Shiromaru mientras estamos fuera?
- Podríamos, etto, dejarlo con Sakura- Dijo ella tiernamente, tomándose del brazo de Neji para salir de aquel lugar- ¿Y adónde vamos?
- A interceptar a Naruto y Sasuke cuando traten de regresar a la casa en la que vivían- Dijo terminantemente- necesito que vengas conmigo para que te lleves a Eiko mientras yo peleo contra Sasuke y Naruto ayudado por Sai-
- ¿Eiko? ¿Te refieres a la hija de Naruto?- Preguntó sorprendida quedándose atrás- ¿ya la han recuperado?
- Así es. Por eso tenemos que actuar rápido y sin lastimar a la niña- Dijo sin prestarle atención
- Pero… ¿No sería mejor dejarlos tranquilos?-
- Es por el bien del Hokage- Shiromaru quedó en el suelo, mientras Neji se lanzaba contra su esposa como la primera vez que había peleado contra ella, sin atreverse a hacerle daño- No quiero que esté con ese bastardo… Solo lo lastimará más-
- Pero…-
- Cállate-
AMNESIA-SASUNARU-AMNESIA
Naruto estaba sentado, contemplando a la dormida Eiko, quien sonreía dulcemente mientras repetía palabras de la canción que Sasuke le cantaba al oído, con la dulzura de un arrullo. Había anochecido, las estrellas llenaban el cielo y una hoguera les permitía verse los rostros. Suigetsu roncaba en su rincón, mientras Karin intentaba taparle la boca, en medio de sueños, con su almohada, y Jugo, disfrutando de sus tapones para oídos dormía tranquilo.
Pronto Eiko se quedó dormida, respirando tranquilamente. Al darse cuenta de eso, Sasuke se levantó cuidadosamente y se acercó al rubio que los había estado observado por un largo rato, con una expresión perdida en la tranquilidad de la niña…
- Es hermosa- Dijo al sentir a Sasuke sentado a su lado, abrazándolo de la cintura y besándole suavemente en el cuello
- Sus padres lo son- Dijo con un deje de pretensión el Uchiha que ya había empezado a apoderarse de su cuello con un par de mordiscos
- Es increíble… Que no la recordara- Dijo algo triste el rubio- sabía que algo me hacía falta, pero jamás me imagine que fuera una hija-
- Y un esposo…- Dijo Sasuke levantando la mano de Naruto con una de las suyas para ver el anillo de oro que tenía el chico en su dedo anular- El que te dio el anillo que no te has quitado ¿cómo pudiste olvidarme teniendo ese anillo en tu poder?
- Es que… Sakura me dijo que yo se lo había comprado- Dijo quitándose el anillo para mostrarle a Sasuke el grabado que había en el anillo- Ves, hay una N y una S, así que ella dijo que la N era de mi nombre y la S del suyo. Jamás pensé que me mintiera-
- ¿Entonces, según ella ustedes estaban casados?- Dijo algo extrañado el moreno, comenzando a meter sus manos bajo la camiseta del rubio
- Nos íbamos a casar… pero supongo que eso ya no importa- Dijo volteando a ver a Sasuke- tengo a las dos personas más hermosas del mundo conmigo-
- ¿Estás viendo doble?- Dijo Sasuke burlón haciendo que Naruto le pegara un codazo disimulado- Si ya, ya entendí… También quieres a Suigetsu y no niego que sea atractivo pero…
- ¡Sasuke!- Dijo a modo de reprimenda- No sabía que hicieras ese tipo de bromas de mal gusto…-
- Ya, ya… es que, tener a mi hija me hace mucho más feliz de lo que crees ^^ no hacía bromas de este tipo desde que vivíamos juntos-
Una de las manos de Sasuke llegó al borde del pantalón del rubio, quien sobresaltado trató de alejarse de él, sin embargo el moreno había pasado una de sus manos por su espalda y le tenía abrazado contra él, por lo que no pudo alejarse demasiado…
- ¿Qué sucede…?- preguntó Sasuke algo confundido lamiéndole la mejilla suavemente, por lo que el rubio se estremeció apenas un poco
- No… no deberíamos hacer esto- Trató de convencerlo, sintiendo como la mano del moreno que estaba en su pecho, comenzaba a acariciarle en uno de los pezones- Ahhh… para Sasuke…-
- ¿Porqué…? No sería la primera vez… Y además nadie nos va a ver- Dijo Sasuke sin dejar de lado su ataque sensual, acariciándole suavemente, en medio de sus besos
- Pero… si Eiko, o Suigetsu… o cualquiera se despierta…- Dijo tratando de controlar sus gemidos, mientras Sasuke comenzaba a desabrochar su pantalón
- Eiko-chan no se va a despertar… Está profunda. Suigetsu tiene el sueño más profundo que si estuviera inconsciente, Karin está demasiado ocupada entre dormir y opacar los ronquidos de él con la almohada y Jugo tiene tapones en los oídos. Nadie se va a despertar. Estamos solo tú y yo… Como los primeros meses que estuvimos juntos-
- Aún así yo… No recuerdo haber salido contigo todavía… Esto es raro para mí… Todavía te siento como a un amigo- Trató de contenerse, antes de que Sasuke le tomara una de las manos y la pusiera sobre su miembro despierto, lo cual lo hizo abrir los ojos enormemente para mirarlo inquisitivo…
- Entonces será igual que la primera vez… Que te hice mío- Murmuró usando su mano para guiar a Naruto, en aquellos toques- Ahhh… Había estado extrañando el calor de tus manos…-
- Sasuke… yo…- Dijo tratando de alejar su mano, pero Sasuke solo se abrió el pantalón y le puso la mano dentro de este, mientras seguía por su lado, acariciando al rubio- Ahhh… No creo que esto… sea correcto…-
- No te preocupes… te prometo, que esto te va a hacer bien…- Un par de besos hicieron al rubio dejar de hablar, y comenzar a seguirle la corriente al moreno- Estás haciéndolo bastante bien…-
- Gracias…- Dijo algo nervioso, con el sonrojo subido a sus tersas mejillas y sus ojos entrecerrados
- No hagas eso, me provocas demasiado- Dijo Sasuke aumentando su ritmo, por lo que el rubio giró la cabeza con un gemido antes de aumentar su ritmo también- Y es que te he extrañado demasiado…-
El beso se intensificó y la saliva comenzó a correr por la barbilla del rubio, que al sentir que se le iba el aire soltó a Sasuke y se giró ligeramente, haciendo que Sasuke también tuviera que parar. El moreno sonrió ligeramente y se movió un poco para quedar sentado con Naruto entre las piernas.
- ¿Te sientes mal…?- Preguntó limpiándole el rostro con el dorso de la mano
- No… Continúa por favor- Dijo mirándolo con la determinación marcada en sus preciosos ojos azules- Estoy… comenzando a recordar algo-
- Está bien…- Abrió la chaqueta del rubio y la bajó para poder besar los hombros canela del chico- ¿Quieres llegar hasta el final?
- Sí…- Susurró mientras afirmaba con la cabeza
Sasuke terminó de abrir el pantalón del rubio y se lo bajó, junto con la ropa interior hasta sacarlo por completo, dejándole vulnerable, lo que el ojiazul sintió de inmediato, entrecerrando los ojos y doblándose sobre sí mismo
El Uchiha también se bajó un poco la ropa interior y levantó a Naruto, penetrándolo a la vez que se lo sentaba sobre las caderas, abriéndole las piernas para quedar más cómodo… Naruto cerró los ojos y se tapó la boca, como intentando detener sus deseos de llorar por el dolor recién descubierto. Sus pies, a lados completamente opuestos apenas si rozaban el suelo, siendo Sasuke su punto de apoyo total en aquella zona tan incómoda…
- Tranquilo dobe- Murmuró el moreno a su oído, acariciándole el miembro para que no le doliera tanto la intrusión. Tanto tiempo sin ese tipo de contactos lo habían devuelto a esa estrechez algo dolorosa de la virginidad-
- Muévete- Pidió el rubio algo más calmado, entrelazando la mano de Sasuke con la suya
- Pero…- Sasuke iba a decir que era mejor que primero ambos se acostumbraran a esa sensación pero Naruto comenzó a moverse por su cuenta- Ahhh… dobe… Para ó me voy a venir antes de tiempo…
Naruto había apoyado firmemente sus pies y manos en el suelo, lo que le permitía auto-penetrarse, dejando a Sasuke abandonado a esta sensación, tratando de detenerlo con ambas manos, pero sin conseguirlo… Los ojos del rubio tomaron una tonalidad de sangre y las marcas en sus mejillas se acentuaron, su fuerza y velocidad aumentó hasta el punto de que Sasuke ya no pudo seguir intentando retenerlo y solo pudo sujetarlo de la cintura y tratar de controlarse…
- Ahhh…- Se mordió el labio dejando que un hilo de sangre corriera por sus labios- Creo que recuerdo esto… Solo un poco-
En su mente ya aparecían los recuerdos distantes, de tantas noches que había pasado abrazado a Sasuke como a su única salvación posible, mientras era domado salvajemente, llena su piel de sudor y sus labios de esencia a Sasuke… La manera en que sus dedos se resbalaban en la espalda sudorosa del moreno y sus piernas temblaban ligeramente, mientras todo su cuerpo se tensionaba ligeramente… Como aquellos ojos negros brillantes en medio de la oscuridad tomaban la sensual tonalidad carmín del Sharingan para dominar sus movimientos, el singular modo en que cada caricia y beso se tornaba una nueva manera de competir…
Esos recuerdos… no iba a volver a perderlos… jamás. Esa sensación de estar completo, esa sensación de unión con una persona tan distinta a él, simplemente no podía dejarla ir de nuevo. Se movió un poco más rápido, y finalmente se corrió haciendo que el moreno lo hiciera también… esa sensación… La amaba…
Neji cerró los ojos a tal espectáculo y se giró enojado. Sus ojos ocultaron el Byakugan que había usado para rastrearlos y se encontró de frente a Hinata, quien lo miraba preocupada…
- ¿Y entonces?- Susurró algo preocupada sujetándole de los bordes de la camisa de color blanco
- Atacamos al amanecer- Dijo seriamente moviéndose en la dirección contraria para evadirla, pero la chica lo sujetó fuertemente
- ¿Porqué no atacar ahora? Tenemos todo a nuestro favor para una emboscada. La oscuridad, que están desprevenidos, que podemos ubicarlos fácilmente y que tenemos la misma facilidad a la hora de la huída, cuando yo tenga que llevarme a Eiko…-
- No. He dicho que no…- Contestó firmemente Neji- Solo piénsalo. Incluso teniendo ambos el poder del Byakugan, ellos dos están mucho más adaptados a la oscuridad que nosotros y son casi el doble… La técnica de Sasuke será mucho más difícil de controlar y evadir en la oscuridad, además tu sabes que no podemos en un enfrentamiento físico contra Naruto…Ni siquiera si estuviera solo y menos de noche y en luna nueva…-
Hinata tembló y cerró los ojos enojada y frustrada… Si no eran capaces de vencer a Naruto era porque tanto él como Sasuke se habían vuelto mucho más fuertes después de irse a vivir juntos y ella… Ella… Ella no había podido entrenar más, se había vuelto aún más débil y penosa… No había podido ayudar a Naruto ni una sola vez, mientras él había hecho todo por ella.
- ¡¡Entonces dejémoslos ir!!- Chilló frustrada con las lágrimas asomando en sus ojos de perla
- ¿Has perdido la cabeza?- Respondió girándose lentamente para atravesarla con su Byakugan y dejarla helada- ¿vas a ir contra la aldea, contra los deseos de quienes nos han acogido? Esto lo hacemos por el bien de Naruto y de la aldea así que deja de decir imposibles…-
- Pero… Sasuke salvó a Shiromaru… Y nosotros, solo les hemos hecho daño… ¿Porqué no podemos devolverles el favor?-
- Eso hacemos al alejarlos. ¡Sabes lo que puede pasar si Naruto recupera la memoria y vuelve a hacer ese jutsu! La aldea podría estar en mayor peligro que durante el ataque de Pain y lo sabes…
Hinata se quedó quieta y miro a Neji con sus blancos ojos llenos de lágrimas. El Byakugan le dejaba ver el dolor que sentía su esposa, podía notar que le hacía incluso más daño con esas palabras que durante su primer combate. Casi pudo sentir la marca del pájaro enjaulado sobre su frente y la tristeza se consumó en sus ojos.
“Siempre le mostré mis lados malos a Neji y eso lo lamento…” ¿No eran esas las palabras de su padre antes de morir por el bien de su hermano, intentando librarse de aquella maldición? Trató de sujetar a su esposa y decirle que todo iba a estar bien, pera ella le golpeó en la mano y salió corriendo por entre el bosque.
Corriendo y llorando… Cuando esa determinación aparecía en sus ojos blancos se parecía mucho al Naruto de seis años que no hacía más que llorar y quejarse, tratando de convencerlos a todos de que sería Hokage… Las hojas comenzaron a caer, formando la extraña sombra de una araña en el suelo, rodeándolo… Cubrió uno de sus ojos… Hinata ya no estaba cerca…
¿Dónde estaría Shiromaru en esos momentos? Tal vez durmiendo en casa… Ojalá pudiera verlo… pero… no podía…
Una lágrima corrió por su mejilla mientras se quitaba la cinta ninja de la frente…
Y la marca del pájaro no estaba…
Y Hinata no estaba…
Y siguió llorando…
No debería estar allí…
Pero ahí estaba…
Gracias a Naruto…
Y no podía ayudarlo…
Y pidió disculpas una vez más….
Y trató de buscar a Hinata, pero no la vio…
“Yo cambiaré el destino de los Hyuuga por ti”
Y Naruto se acostó en los brazos de Sasuke, y sonrió… y le dio un beso… Karin finalmente se durmió entre los brazos de Suigetsu, quien la abrazó como un hermano protector… Jugo sonrió en medio de sus sueños… Hinata durmió en medio de su tristeza y sus deseos deshechos de ayudar a Naruto… Neji lloraba quieto entre la luz brillante de las estrellas…
Y Eiko siguió soñando con la rayuela del corredor que jugaría con su madre, los abanicos rojos que usarían en el verano mientras pasaban por alguna feria, las frutas que comerían mientras andaban por algún pequeño camino entre los árboles, los ríos sobre los que aprendería a caminar para ir tomada de las manos de sus padres, las lámparas naranja que pondrían cuando acabara el estío, las estrellas que vería en las laderas de su casa cada noche, los paseos para recoger leña y encender la chimenea durante el invierno, los sacos y chaquetas que tejería junto a su madre para que su papá no pasara frío cuando fueran a hacer figuritas en la nieve… las estatuas de hielo que su papá le haría a ella y a su mamá con su Katon… los cerezos a los que se subirían para recoger flores rosadas y ponerlas en el columpio cuando llegara la primavera… el hermoso viaje a la playa para jugar en el mar cuando se han terminado de descongelar las aguas de Hokkaido y todas las flores que recogería para hacerle una corona a su madre… Una hermosa corona que le hiciera verse hermoso mientras la balanceaba en el columpio de enredaderas rosadas que había afuera de su casa, clavado a un cerezo tan alto que no podía treparlo…
Y tal vez, su padre le enseñara como hacer un Katon o un Futon, y pudiera trepar sin usar las manos a ese árbol de cerezo… y pudiera calentar a sus padres con un Katon en el invierno… y pudiera ser la mejor kunoichi del mundo… Y un día, volver al mar para darle las gracias por tal felicidad…
Pero no debes construir castillos en el aire…