“Un preludio de lluvia a comenzado a caer,
una melodía fluye, si yo pienso en aquella amada persona…”
El sonido rítmico de las gotas golpeando el cristal, es lo único que se puede escuchar en el vacío de mi apartamento, en uno de los últimos de este edificio del color de la nieve. Las luces de la ciudad, es lo que capta mi mirada.
Pero, no es lo que esta en mi mente. No. En ella, estás tú.
Mi querida Princesa…
Siempre he tratado de captar tu atención, por ti las cosas que hago, tienen sentido, por ti, cambie la imagen del chico de dulce y frágil apariencia, a la de un galante vampiro…
Pero, siempre esperando me permitas ser tu principe…
Recuerdas, a caso, el día en que nos conocimos?
Yo mantengo esa memoria, atesorada aquí, en mi corazón…
Un encuentro casual, un día como cualquier otro… Tú, con esa carita de enfado que tanto me hace sonreír… cuando al fin te calmaste, te invite un café…y me sonreíste por primera vez…
Esa sonrisa, que desde hace tanto, me hace soñar y hace que mi corazón vibre…
Para cuando comenzamos con la idea de este nuevo proyecto, no podía concebir tanta felicidad. Ahora no sólo compartiríamos el escenario, no, junto a los chicos, compartimos un sueño, luchando codo a codo, para no sólo tocar la cima, no, sino para pasarla…
Pero tú seguirás sin corresponder este sentimiento…
Maldita sea, las lágrimas me traicionan nuevamente, mientras me siento sobre el banquillo del piano que perteneció a mi madre…
“Los pensamientos me presionan interminablemente,
en la insomne noche, agobiantemente, tanto, que mi respiración esta bloqueada,
los pensamientos no dejan de retumbar…”
Recostado sobre las frías teclas del piano, incapaz ya de sacar estos sentimientos de mi pecho, a través de sus melancólicos sonidos, escucho como la lluvia sigue cayendo con fuerza, incansable…
Tanto como las lágrimas que derramo cada vez que pienso en ti, y que surcan mis mejillas…
Se suponía tomaríamos un descanso breve, ahora que nos disponemos a “dominar el mundo”, y durante este, tendría que componer algunas letras para nuestro próximo material…
Pero no puedo hacer nada, ya no… Tú lo ocupas todo…
Tú y la sentencia que diste hace tres días…
Desearía poder dar una vuelta por allí… pero no puedo, si me enfermo, seguro se preocuparían, y no deseo eso…
Por que tú…. tú me quieres, pero sólo como amigo….
“La lluvia esta jugando el poema del amor de aquella amada persona,
la sombrilla de cristal de este corazón,
esto golpea, esto fuerte, esto aguarda la derrota, esto…
Por que no hay final para esta lluvia…”
Camino por las calles, me creía un loco por salir con esta lluvia, pero, hay bastantes caminantes, sin nombre, y posiblemente, tan atormentados como yo…
Sólo los que no tienen nada que perder, se tiran así a las noches oscuras, frías, sin luna y con las lágrimas del cielo, acompañando su dolor…
Intento encender un cigarrillo. Si me vieras, ya me estarías mirando ceñudo y me lanzarías un regaño… “Debes cuidar tu voz” Me dirías.
Y tus ojos chocolate se clavarían en los míos por unos segundos.
Un mágico instante, que me llevaría lejos, a un lugar donde solo estoy yo, contigo…
Se que me veo de lo más patético, lo sé, pero, ya no hay más que hacer.
Tú, que eres mi mejor amigo, tantas veces me has confiado cosas…
Hace tres días que me dijiste, después de una entrevista para un programa de TV, que no irías a cenar con nosotros…
Tú, mi amada Princesa, tenías otros planes…
Y yo… yo soy tan cobarde que no puedo confiarte esto…
Princesa, clavaste un rosa en mi corazón…
*~*~*
“Ah… el latido del corazón siempre suena en el agua acumulada,
cubriendo en los pensamientos, aquel temblor…”
El joven de largos cabellos rubios, se levantó del sofá donde estaba. No tenía sueño. La verdad, le sentaban muy mal los días libres. Prefería mantenerse ocupado. Aunque era necesario ese breve lapso de libertad. Lo necesitaban, tanto anímica, como físicamente...
Si no fuera por la lluvia, seguro que hubiese ido a visitar a Thomas, el joven inglés que era su todo. Si, aquel al que había conocido hacía tiempo, y con el que salía en secreto.
Era, más que nada para no causar algún escándalo o cosas así. Una pena no haber podido decirle nada a Kamijo, su mejor amigo desde hacía años. Y no por que no quisiera. No, era por que no sabía como decirle…
Le preocupaba ver desprecio o algo peor en aquellos ojos tan dulces, e inocentes, que el mayor poseía…
Y ahora, días atrás, su anhelo, había sido escuchado. Cuanto había esperado por escuchar las palabras: “Quieres… quieres casarte conmigo, Hii-chan?”
Casi había llorado de la emoción… Y, ahora, ya no podía seguir escondiendo su amor por el joven inglés…
Eran ya tres días desde que, cuando hacían planes para irse a cenar, le había confesado todo al rubio vocalista…
El joven, le había escuchado sin decir una palabra. Serio, totalmente inexpresivo…
Y se había temido lo peor…
Más el joven solo había dicho, con tono neutro, carente de emoción…
“-Entonces, si te gustan los chicos… bueno… no es nada malo, creeme…
-se que no es normal… oh! Creí que… que me despreciarías, Kami….- le había abrazado, pero el chico apenas y se había limitado a pasarle un brazo por los hombros, demasiado frío…
-yo jamás, eres… eres mi… mi mejor amigo. El amor no distingue sexo, es un sentimiento tan grande y fuerte que cruza cualquier barrera…
-eres muy dulce… eh… se lo dirás a los chicos por mí? Tengo que ir a cenar hoy con él, su familia esta de visita, y quiere que… me conozcan…
-claro, Hizaki… Tú…eres feliz con él, verdad…
-oh si! El es tan atento, tan sensato, tan varonil tan….! Te agradará! Eh! y sabes que tiene una prima francesa muy linda? Tal vez pueda lograr que te la presente…!
Pero el chico y apenas forzó una sonrisa
-Gracias, pero… no… Bueno, vete antes de que se te haga tarde, Hime-chan…”
Y desde ese instante, ya no había tenido contacto con el joven cantante…
Tocaron el timbre. No imaginaba a nadie saliendo para ir a visitarlo con tan malo clima…
Y al abrir, se encontró con el joven de mirada aceitunada, que tenía por prometido.
-Thomas! Que haces aquí…?!- dijo mientras el chico entraba quitándose el abrigo. No estaba empapado en lo absoluto…
-Quería verte, acaso no puedo?- una sonrisa se dibujo en sus labios, pero pronto se borró- sucede ago, Hizaki?
-eh? no… no por que…?
-te ves… como preocupado…
-no…. no es nada… sólo que no me gustan los días libres, casi no tengo mucho que hacer… y bueno, no creía que se pudiera andar con esta lluvia!
-eres el primero que oigo que se queja por unas pequeñas vacaciones, Hiza
-ni lo menciones, Kamijo siempre se ríe de mi por eso… y mira que el es igual de paranoico con el trabajo…!
-Por cierto, no me has comentado que paso con él…
-cierto, con todo el asunto de la cena… Yo… bueno, supongo que bien… tal vez sólo se…
-que sucedió, te dijo algo malo? Si es así, salgo ahora mismo a par…
-no, no!!- se apresuró a atajarlo el guitarrista- nada de eso, fue muy dulce… ya sabes como es él… sería… incapaz de… de…
-herirte…?
-eso… si… pero… Thomas… lo noté extraño… no se como… pero… fue como si el Kamijo que yo siempre he conocido… el aristocrático cantante, el tierno y animado joven… el romántico… el niño… el… no… no se que pasa con él… Ojala pudiera saber que es lo que piensa… creí que me llamaría esa noche, y no lo hizo…
Y sabe que lo esperaría, despierto hasta tarde… pero no llamó…
Aún recuerdo una vez que planeábamos el cumple de Teru… platicamos hasta las 3 de la mañana!
-Hizaki, quiero que me respondas algo, y que sea de corazón…-le cortó el inglés
-eh? si… claro…
-Nunca te has sentido atraído por el?
-eh?!! pero… pero que cosas dices Thomas! El… el es mi mejor amigo, casi como mi hermano…!
-Eso no es una excusa
-además el es… el no es… a el le atraen las chicas!!
-estás seguro de eso?
-eh… yo…
-dime, acaso le has conocido pareja en todos estos años que llevan de amigos…?
-no…
-Hizaki, mi pequeño Hizaki- tomo su rostro entre sus manos- yo, que no le conozco… Hiza, acaso no te das cuenta?
-cuenta de que?
-el te conoce mejor que yo, el, siempre esta allí para ti… Que no lo ves? Hizaki, el esta enamorado de ti…
“Si el sonido no se deshace nunca,
al menos cantaré dentro de mi corazón,
preludio de lágrimas,
con esta voz que tiembla…”
El frío me cala hasta los huesos. Estoy totalmente empapado. Y aún así, no me importa lo más mínimo…
Sólo me importa que el se alejará de mi, tendrá unos brazos donde llorar, alguien a quien dedicarle esas sonrisas… Y yo sólo podré mirarlo de lejos, en la cercanía del escenario que compartimos…
Ahora todo será su querido inglés…
Y no se si podré soportarlo. Seguir con el papel de mejor amigo…
Me pregunto si habrían cambiado en algo las cosas, haberle dicho que lo amo…
Me alegro de no haberlo echo… así, no me mirará con pena… Por que es obvio que lo ama.
Me dejo caer de rodillas. El dolor en mi pecho es tan fuerte que apenas y lo puedo soportar.
Doy gracias al cielo que llueve, deja que mi tristeza se funda con las frías gotas y se entierre en el suelo…
De lo más profundo de mi pecho, surge mi voz, grave y entrecortada, llamando entre susurros quebrados al corazón que no me corresponde…
“La lluvia esta jugando el poema del amor de aquella persona,
la sombrilla de cristal de este corazón,
esto golpea, esto es fuerte, esto aguarda la derrota,
por que no hay final para esta lluvia…”
Que hacía, enfundado en su abrigo más calido e impermeable, con el cabello simplemente suelto, bajo aquella sombrilla, buscando como loco al vocalista rubio?
Como había sido tan ciego de no ver lo que el chico sentía? Del daño que le había echo, inconscientemente, pero que igualmente había provocado… ahora se explicaba el por que de aquellas miradas, del por que de muchas cosas…
Y no sólo a él, si no a Thomas, el joven le había dicho que lo pensara bien, que se convenciera si era verdad que no sentía ni lo más mínimo por el cantante, que lo esperaría, pues su amor por el era tan grande, que incluso, se haría a un lado si amaba al ex Lareine..
Sólo quería que él, Hizaki, tomara una decisión, y que fuese la correcta…
Y sin pensarlo dos veces, había salido en dirección al departamento del mayor, grande fue su sorpresa al encontrarlo vacío y en un estado que reflejaba una profunda tristeza…
Preocupado, se había lanzado en su búsqueda… Si tenía que buscar por toda la ciudad, lo haría, no importaba cuanto le tomará encontrarlo… Tenía que ver en su mirada si eran ciertas las palabras de Thomas, si era verdad que el cantante lo amaba…
“Dentro del corazón aquello esta rompiéndose, diciendo ¨ permanece a mi lado ¨,
desde que no te puedo verte nuevamente,
simplemente amando hasta decir, ¨ permanece a mi lado ¨…”
Perdía ya las esperanzas de hallarlo, cuando vislumbro una silueta en medio de una calle casi vacía…
Y no cabía duda que era él…
Aún llevaba la ropa que se había puesto después de la entrevista, y que constaba de una camisa de manga larga, blanca, pantalón negro, y zapatos de vestir. Sólo le falta el saco y la corbata que había llevado…
Y estaba totalmente empapado… Cuanto llevaría allí, bajo la fría e incesante lluvia??
-Kamijo…?
El joven cantante, no podía creer que estuviese escuchando esa voz… seguro que ya estaba desvariando…
Pero, si era así, por que ya no sentía las gotas sobre su ya mojado cabello rubio?
Se giró un poco…
Y allí estaba él, mirándolo preocupado. Por que?
-oh, Hime-chan- dijo con suavidad, en su voz se adivinaba que había estado llorando- Que haces aquí…? Si te mojas, cojeras un resfriado…- esbozó una débil sonrisa
-Mira quien lo dice… Kamijo, mírate, estas todo mojado… y… has estado fumando…?- dijo al ver a los pies del chico varias colillas de cigarro
-no necesito que me regañes, Hizaki-se puso de pie con rapidez; asomaba ya en su rostro la sombra de una barba incipiente… - perdóname…- susurró, apartando la mirada
De verdad que el chico estaba mal…
-Kamijo, anda, vayamos a un lugar seco, tienes que darte un baño, tomar algo… y…
El cantante, le puso uno de sus largos y fríos dedos de pianista sobre los labios, pidiéndole silencio…
-Hizaki, es tarde que te lo diga, es… perdóname… pero esto me esta matando… Hizaki… Yo… yo… te amo…!
-Kamijo…
-Se que lo amas, se que jamás… Hizaki, sólo… sólo quería decírtelo…- apretó los puños, impotente- Tú, prométeme por favor que serás muy feliz con él… y que…
-así que es verdad… -susurró, casi como para sí- Kamijo, yo… creo que… creo que yo no lo amo tanto como creía…
-no digas eso, que mis estupideces no te afecten, Hime-chan…!
-Kamijo, siempre creí que… bueno que te gustaban las chicas… que jamás podrías fijarte en alguien como yo… que sólo podría ser tu amigo, tu mejor amigo… Y de verdad, llegue a creer que esto que siento aquí- se llevó una mano al pecho- era sólo el cariño que sentía por ti, como amigo… como si fueses mi hermano…
Pero… yo…
-Hizaki, de verdad, basta, tu no crees eso… perdóname… oh… diles a Yuki y Teru que lo siento, pero ya no puedo seguir…
-que cosa? Kamijo, por favor, que no lo entiendes? No, no lo entiendes, por que ni yo mismo lo había entendido hasta hoy, Yo… yo también te amo…
El pequeño guitarrista, sollozante, soltó la sombrilla que llevaba y le arrojo los brazos al cuello al mayor, buscando sus labios…
El cantante le abrazo con suavidad, y correspondió al tierno y desesperado beso…
Hizaki rompió el contacto con suavidad, y le miró fijamente. Aquellos ojos de niño que le llenaban de una calidez que ahora ya podía clasificar…
-Kamijo, jamás digas que te irás de mi lado…
-no, mi querida princesa, yo jamás me podría ir de tu lado, por que mi corazón es tuyo…