Consecuencias de una traición premeditada
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 17: El regreso de Kaede
Kaede regresa a su casa, llevando en su regazo a sus dos pequeñines, un bello bebé de cabellos pelirrojos y un bebé de cabellos negros. Aunque habían nacido el mismo día, había una diferencia de dos semanas en la concepción. Kaede estaba embarazado de Hanamichi cuando se dejo llevar por la desesperanza, desde entonces, no solo perdió a Hanamichi, sino que el incipiente grado de amistad que empezaba a haber entre él y Mito se deshizo por su cobarde acción.
Fue justamente, Mito quien le puso en antecedentes de lo sucedido con Hanamichi cuando fue a la Agencia para enterarse de los pormenores durante su ausencia.
Se sorprendió bastante al ver a Mito allí. Se disculpó por lo que le hizo.
-Espero que haya valido la pena por todo lo que has perdido -le dijo Mito con acritud- Todo por lo que ha pasado Hanamichi ha sido por tu culpa.
-¡¡Qué!! ¿De qué hablas? ¿Qué le ha pasado a Hanamichi? ¿Dónde esta él? Había encontrado rastros de su paso por el piso y pensaba que seguía viviendo allí. -le creía trabajando en la Agencia.
-Nadie lo sabe... todo lo que supimos de él, fue a través de terceras personas. Él te fue a buscar a Tokio, Miyagi le dijo que te había visto tomando el JR.
-Si estuve unos días en Tokio, pero me fui enseguida.
-Hanamichi es lento para calmarse, me vino a ver cuatro semanas después de enojarse con nosotros. -no se quitaba culpa- Me contó una historia increíble. ¿Lo conseguiste? -sentía curiosidad por saber si era padre.
-¿Qué es lo que sabes de Hanamichi? -preguntó sin contestar su interrogante.
-Al parecer durante su búsqueda se encontró con los hermanos Kawata ¿Les recuerdas?
Si.
-Ellos regentaban un local de alterne en Shinjuku ni-chome -todos sabían que era una de las zonas gays de Tokio- Hanamichi me contó que se encontró con el más pequeño.
-Era una mole de más de dos metros. -recordó Rukawa.
-Si, por lo que oí, ahora es una mole de músculos.
-Ya entonces lo era.
-Vayamos a lo que importa, Hanamichi comenzó a hablar con él y le invitó a entrar, estuvo charlando con los hermanos unos veinte minutos, recordando el partido que habíais jugado, les contó que te buscaba y ellos quedaron en llamarlo si sabían algo de ti, preguntarían entre sus conocidos. Al parecer Mikio se encaprichó con Hanamichi y con la colaboración de su hermano, le prepararon una trampa. Hable con Hanamichi justo el día que le llamaron, diciéndole que tenían noticias de tu paradero. Me llamó todo ilusionado para contármelo y me dijo que posiblemente, en poco tiempo estaba de regreso contigo. Nunca más volví a saber de él. Como si se hubiera esfumado, la policía contacto con los hermanos Kuwata, reconocieron haber estado charlando con él, mucha gente le había visto ese día, pero no que le llamaran, por las declaraciones de algunos clientes, ninguno recordaba haber visto a un pelirrojo en el local. Les hicieron un par de redadas de improviso, pero no descubrieron nada, finalmente la policía desestimó la denuncia por desaparición diciendo que Hanamichi se marchó por su propia voluntad.
-Y desde entonces no sabes de él? -preguntó cuando se detuvo para tomar un vaso de agua.
-Tómatelo con calma, hay mucho más...
-Me disculpas un segundo... -antes de esperar su contestación, salía del despacho, fue entonces cuando al quedar la puerta abierta Yohei escuchó un suave llanto. Al momento, Kaede regresó llevando un cochecito bastante grande.- Están hambrientos ¿dónde puedo calentar agua?
Señalo hacia una cafetera, mientras se levantaba para ver al bebé. Dejo escapar una exclamación de sorpresa al ver dos bebes, uno de cabellos negros, el otro pelirrojo.
-¿Son gemelos? -preguntó perplejo.
-No, fueron engendrados en diferentes fechas, aunque nacieron el mismo día, -el más pequeño se llama Yoshimichi, el gordito, Ikkei -mientras se ocupaba de prepararles sus biberones.
-Eso significa qué...? -miró con asombro a Rukawa.
-Los médicos se equivocaron, estaba embarazado cuando yo...-aún se sentía avergonzado cuando recordaba su ardid para embarazarse.
Cuando los bebes dormían plácidamente con sus estómagos llenos Yohei retomó el relato de lo que sabía acerca de Hanamichi.
-Me encontré con Maki hace un par de semanas, necesitaba modelos para una campaña publicitaria y acudió a nosotros, vino por aquí un par de veces, cuando supo que esto pertenecía a Hanamichi, no supo ocultar cierto sobresalto, cuando quise saber a que se debía se mostró bastante renuente a hablar, finalmente conseguí que me contara lo que sabía, quiso dejarme claro que él lo que sabía lo había oído por boca de un amigo, no me dio su nombre -se apresuró a aclararle- que a su vez lo supo por terceras personas, al parecer durante una orgía en casa de un reconocido productor de cine había mostrado a sus amigos más íntimo su nueva mascota dejando que todos ellos la probaran. Se trataba de un hombre pelirrojo, un ejemplar fuera de serie por lo que oyó decir.
-¿Sabes el nombre de ese productor?
-No. Según ese amigo, lo que Maki pudo decirme, es que el hombre actuaba como si estuviera drogado, en ningún momento se rebeló.
-En una ocasión, oímos decir que Maki estaba muy interesado en probar a Hanamichi -dijo Kaede- Hanamichi se sintió halagado, pero aseguro que nunca tendría ese placer. Según parece Maki sabe muchas cosas, no sería él ese amigo del que te habló. Tal vez estaba dentro de ese circulo de amigos selectos -comento Rukawa como si no le afectara la conversación que llevaban a cabo.
-No lo sabía..., -era la primera noticia que Maki mostrara interés por Hanamichi- pero te diré que yo también pensé que sabía demasiado.
-Tendremos que hacerle una visita. ¿Conoces su dirección?
-La averiguaré.
-Me gustaría saber todo lo posible sobre su vida, aficiones, trabajo, amantes, cosas así y si vive por encima de sus posibilidades. Puedes contratar a un investigado..., correrá por mi cuenta sus honorarios.
-No va a ser necesario, tengo a las personas adecuadas para remover todos los trapos sucios que guarde Maki.
-De acuerdo... tengo que irme... llámame cuando sepas algo.
-¿No vas a preguntarme por tus intereses en la Agencia?
-Estando en tus manos, tengo la seguridad que van bien, sin embargo, otro día cuando resolvamos este asunto hablaremos de negocios.
-Bienvenido, Kaede... tienes unos bebés preciosos. -dijo ya sin resentimiento en su voz, cuando estaba a punto de salir de su despacho. Ver a su hijo le ayudó a limar asperezas. En ningún momento creyó que lo había conseguido.
-Gracias..., puedes venir a verlos cuando quieras... sigo viviendo donde siempre. Le satisfacía saber que a pesar de su mala acción Mito le había disculpado y supo que su hijo había logrado ese prodigio.
Dejarle ver al bebé fue un acto controlado, sabía que ningún padre se resistiría al encanto de su propio hijo, solo que no esperaba encontrarse con Mito tan pronto.
Ahora solo le quedaba esperar para saber todo lo necesario para dar con el paradero de Hanamichi.
Cuando estuvo en el "Centro" pensaba que Hanamichi, si bien no le había perdonado por su acción, bien podía aceptarlo a su lado cuando le presentara el bebé que ambos ansiaban tener.
Era una actitud egoísta, él era así y nada le haría cambiar. Además era vengativo cuando le provocaban y como supiera que le habían hecho daño, él actuaría en consecuencia.
Continúa en el próximo capítulo
Paz