Se retorció entre pesadillas y una rara vigilia…. Sebastián no estaba…pero sabía exactamente donde y que estaba haciendo, sintió nausea al recordar lo pasado si hubo algo de sueño en el enseguida lo abandono…. Se sentó en la cama cansado dejándose caer de espalda contra el armazón…la cama de Sebastián… un escalofrió le recorrió el cuerpo…cuanto faltaría para terminarlo todo?
Recuerda haber sido sacado del hospital, recuerda estar en el carro de Sebastián oyéndolo discutir por celular…
“no , no te atrevas”
“si intentas llevártelo le diré a todo mundo lo que paso”
“los violadores no la pasan bien en la cárcel sabias”
A veces apretaba en volante y presionaba los dientes con furia, supuso que su padre había dicho algo para hacerlo devolverlo…como un juguete robado, como un entretenimiento de niños… Su padre siempre le llamaba al departamento que compartía con el moreno, pero este siempre contestaba por el, se sentía un poco ofendido Sebastián había brequeado el teléfono de la casa claro sin darle la contraseña, tampoco le devolvió su celular, tampoco le dejaba las puertas si no era con seguro. “Una prisión de lujo” fue lo que pensó los primeros días, Sebastián lo dejaba dormitar hasta tarde, le preparaba deliciosas comidas y postres, el armario estaba lleno de ropa de marca, tenía una laptop personal….que no era tan personal, el ya había notado como el mayor se acercaba para besarlo y de paso ver lo que hiciera en ella, revisar el historial era algo normal para el, teniendo en contra el hecho de que “su” computadora privada tenía también contraseña que tampoco sabía de esta forma el borrar historiales, conectarse a ciertas paginas, borrar conversaciones privadas de msn era imposible para el…
Suspiro prendiendo la lámpara en la mesita de noche de roble oscuro…se llevo las manos a la cara e inhalo profundamente…no sabía que hacer ahora con el plan en marcha.
Recuerda haber llegado al departamento, recuerda haber sido empujado hasta esa misma cama, recuerda el peso del cuerpo del mayor sobre si, también las manos nerviosas invadiéndole la ropa, los besos húmedos en su cuello, las lagrimas empañándole la vista…
-basta- la palabra salió como un suspiro de sus labios, los ojos rojos lo vieron con malestar.
-me niegas a mi lo que le has dado a miles….tanto te desagrado mi querido ciel?- la voz grave suena adolorida, casi tanto como el al oírlo hablar….”a miles” se repite en su mente, las lagrimas pasan de ser una ligera capa sobre sus ojos para volverse un torrente incontrolable, las lagrimas caen solas sin que su rostro cambie ni un segundo sin que ningún sollozo se le escape de la boca. La culpa taladra el rostro del mayor, que enseguida lo toma en brazos y le murmura palabras de amor. Le duele el ser amado.
-haría lo que fuera por ti para hacerte feliz-
-que tan lejos llegarías en verdad por y para mí?- la idea se vislumbra en su mente, el apocalipsis comienza en su interior dispuesto a salir y destruirlo todo, a todos, tiembla ante la idea, pero ya es tarde ciel toma en ese momento la decisión. El quiere vivir.
-seria un ángel, o un demonio, quemaría el paraíso y volvería dulce el infierno… daría y quitaría vida de ser necesario…yo…-el mayor suspira atontado del grado de sus palabras, ningunos años de estudiar la mente humana le llevarían a esto, o le harían entender el porqué, lo único que sabe es que no necesita ser un genio para conocer las verdad de sus palabras. Como estuvo seguro que destruir a Jimmy era la única solución.
-entonces se un demonio para entregarme tu fuerza, endulza el infierno porque nos quemaremos juntos en el, quita vidas para devolverme la mía…puedes con ello Sebastián?- El hombre sonríe dulce y tristemente, si es lo necesario para ciel lo haría, no lo dudaría un instante.
-todo lo que quiero es permanecer al lado suyo- incluso si es en infierno.
-si haces lo que te pido, te perteneceré, hare lo que quieras, no me ire de tu lado, no volveré a esa casa, olvidare a mis padres…te parece justo eso?- las lagrimas se habían secado en determinado momento, su voz había vuelto a ser autoritaria y poderosa, sus ojos decididos. No había más que decir….
-yes my lord-
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La puerta hace un leve ruido, sebastian aparece tras ella. Le sonríe con ternura y cariño, la sangre que le mancha toda la ropa parece carecer de sentido.
-no es bueno para su salud el estar despierto a estas horas, acaso me esperabas- Ciel sacude la cabeza una cosa como esa es imposible, no lo quiere creer.
-solo no tenia sueño- replica con frialdad y mal humor pero sus ojos curiosos divagan por la figura del mayor, busca busca…
-es esto lo que quiere?- saca de su bolcillo una pequeña bolsa plástica, ciel observa el contenido, donde un par de ojos verdes le devuelven la mirada, ojos arrancados de sus cuencas. Sonríe.
Los ojos rojos brillan con la malicia, se acerca hasta el pequeño cuerpo envuelto en un amplia pijama, se sienta a su lado, la sabanas blancas se manchan en el proceso pero ninguno les da atención, siente los brazos delgados y suaves pasarle por los hombros sujetándose a su cuello.
-buen trabajo, muy buen trabajo- es solo un susurro pero siente que arde desde el interior, “como si fueras un demonio” recuerda que le dijo ciel antes de salir en su misión “como si al volver me pudieras comer” . Era la hora de su recompensa, ese sujeto había dado algo de problemas, arrancarle los ojos hubiese sido fácil cuando estuviera muerto pero ciel los quería “viendo” ese dolor “que la última imagen que tengan en vida sea la de un demonio arrancándole los ojos de las cuencas”.
Beso el cuello perfumado a lavanda, recostándose sobre el niño de ojos azules, comiéndolo a besos tocando sobre la estorbosa ropa. Era lo más lejos que podía llegar, el verdadero mangar lo obtendría por su ultimo “trabajo” pero al diablo con eso, estaba tan feliz de tener a ciel con el. Tomo la carilla pálida entre sus manos manchando las mejillas de carmín en el proceso, beso con devoción los labios blancos y traslucidos.
-tu eres tan mío como yo soy tuyo, y de eso jamás vas a poder escapar, ciel-
Apenas era el comienzo del final.