Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crème Chocolat Moka por Yoko_Nakajima

[Reviews - 342]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas tardes, mis querid@s yaoistas!

Aquí de nuevo, actualizando el fic^^ Mhh... 

Este capítulo no tiene nada que ver con lo que tengo escrito en mi cuaderno: alargué los diálogos y los cambié por completo... Y también la gran diferencia es que en el capítulo que escribí en mi cuaderno no hay pelea... pero acá sí la hay... Por eso me ha costado más trabajo y tiempo... Así que...

Esperemos que les guste!

 

Los cuatro se encontraban arremolinados en un pequeño sillón. De izquierda a derecha estaban sentados: Gaara, Kiba y Shikamaru; y horizontalmente, sobre los tres anteriores, se encontraba recostado Naruto. Gaara acariciaba los rubios cabellos de Naruto, suavemente, mientras éste jugueteaba con Shikamaru... con sus pies.

-      ¡Deja de hacer eso, Naruto! - exclamaba

Los presentes soltaban pequeñas risas. Lo que estaba haciendo Naruto, era dar pequeños golpes al rostro de Shikamaru con su pie.

-      ¡Por Dios! ¡Vaya que eres persistente! - decía molesto el pelinegro.

Naruto soltaba sonoras carcajadas, pero, no importaba lo que Shikamaru dijera o hiciera, el rubio no dejaba de molestarlo. De repente, cuando se reía, sintió un movimiento dentro de su vientre, lo cual hizo que se callara de golpe. Sonó como si el rubio se hubiese quedado sin aire, pero en realidad no era así.

-      ¿Qué sucede, Naruto? - le preguntó Gaara, un tanto alarmado

-      Se... se movió - titubeó. Se quedó un momento callado, después una enorme sonrisa se dibujó en su rostro: - ¡Sasuke, el bebé se movió!

-      ¿Sasuke? - inquirió Kiba. Gaara soltó un bufido de molestia

Naruto se quedó callado. ¿Qué había dicho?

-      ¿Q-qué dije? - preguntó nervioso

-      "¡Sasuke, el bebé se movió!" - repitió Shikamaru haciendo burla del tono de su voz.

Maldita sea... El Uchiha seguía metido en su mente. Bajó la mirada y se mordió el labio inferior. ¡Maldita sea! No sabía por qué lo había dicho, Sasuke ni siquiera estaba con él, nunca se le notó interesado. Verlo ese día, realmente le había afectado. De un momento a otro comenzó a sentirse muy triste. Se levantó lentamente y con cuidado de no lastimarse ni de lastimar a los otros. Cuando hubo estado de pie, se dirigió a su habitación, sin decir palabra alguna. Todos lo siguieron con la mirada.

Naruto abrió la puerta. Miró su habitación. Estaba cálida, puesto que los rayos del sol penetraban, iluminando toda la estancia y creando un ambiente placentero, pero al mismo tiempo, era triste. Cerró la puerta tras de sí. Se encaminó a la cama y se recostó en ella. Involuntariamente comenzó a acariciar su vientre. "Y él no estuvo aquí para verlo" pensó. "Él no quiso estar aquí para verlo" Suspiró y se incorporó. De su buró sacó una foto. Era la que tenía pegada en la portezuela de su gabinete. Se veían tan felices ambos. Otra foto se asomó por el cajón. Era una donde estaba Sasuke sentado en el columpio. Naruto sonrió tristemente, y, con su dedo, recorrió la fotografía en el área del rostro del azabache. Colocó las fotografías a su lugar.

Volvió a recostarse y poco tiempo después, se quedó dormido.

 

-      ¿Qué le sucedió? - preguntó Gaara

-      ¿Recuerdas al chico que nos encontramos en Les Halles? - le inquirió Shikamaru

-      ¿Cuál de los dos? - frunció el ceño

-      El que te cayó mal - rió Kiba

-      Sasuke, el más chico - respondió el pelinegro

-      Ah... sí - suspiró el pelirrojo

-      Él... - carraspeó antes de continuar - Él es el padre del niño.

Gaara hizo una mueca de molestia. No le agradaba para nada el tal Sasuke, y ahora Shikamaru le decía que él era el padre... ¡Qué desastre!

-      ¿Y por qué demonios lo dejó solo? - preguntó el pelirrojo irritándose cada vez más.

-      Por estúpido - respondieron Kiba y Shikamaru al unísono, obviamente, con tonos de voz distintos. Kiba lo había dicho más socarrón y Shikamaru más serio.

-      Eso es obvio... - bufó Gaara irónico - Pero... ¿cuál fue la verdadera razón?

-      Por su restaurante - dijo Shikamaru - Naruto siempre ha tenido buenas ideas, y Sasuke se sintió amenazado. No sabe lo que es competir... ni perder.

-      ¿Qué insinúas? - preguntó desafiante, el pelirrojo

-      Sasuke se sintió amenazado en cuanto te vio - dijo en tono calmado - No sabe competir... No sabe perder... Allá tú el cómo quieras tomar mis palabras.

Gaara no contestó nada. Shikamaru siempre había sido un tipo bastante inteligente, Naruto se lo dijo. Así que no debía subestimar sus palabras. De pronto, algo interrumpió sus pensamientos. El timbre estaba sonando. Gaara se levantó del sillón y se dirigió a la entrada. Abrió la puerta y... soltó un bufido de enojo. Era ese molesto Uchiha... de nuevo. Traía una pequeña bolsa consigo. Gaara apretó el marco de la puerta con su mano, se estaba conteniendo de golpearlo, lo miraba de mala gana, Sasuke lo hacía igual.

-      ¿Qué quieres? - le inquirió con apatía

-      ¿Qué más? - exclamó - Quiero ver a Naruto

-      ¿Para qué demonios quieres verlo? - se acercó a él, peligrosamente y lo tomó por el cuello de su camisa.

-      No te importa - sonrió petulante

-      Dime... - aspiró profundo, conteniéndose con dificultad - Dime o te parto la cara.

-      Sí... cómo no - soltó una risa altanera

Gaara bajó la mirada, para que la expresión de Sasuke no le provocara. Y no es porque no quisiese golpearlo... Lo deseaba... Pero, tal vez, si lo hacía, podría lastimar más a Naruto, que al propio Sasuke.

-      ¿Qué? - inquirió el azabache - ¿No me ibas a "partir la cara"?

-      ¿Eso es lo que quieres, bastardo? - exclamó

-      Me gustaría mucho ver cómo lo intentas - sonrió altivo

El pelirrojo no se contuvo más. Sasuke y su tonito de voz lo pedían a gritos. Le lanzó un puñetazo directo a la cara, haciendo que el azabache trastabillara hacia atrás. Sasuke miró su mano, estaba manchada de sangre, después el labio le comenzó a punzar.

-      ¡Imbécil! - gritó el azabache.

Tiró la bolsa que traía al suelo, y se lanzó contra el pelirrojo, haciéndolo caer, quedando él encima del aludido. No dudó en golpearlo, lo hizo una vez, dos veces, mientras  seguía recibiendo golpes, de igual, o mayor magnitud. Hasta que sintió ser levantado por alguien.

-      ¡Suéltame! - gritaba Sasuke.

Shikamaru era el que lo había alzado. Kiba contenía a Gaara de igual manera. Antes de ser levantados ambos, el pelirrojo alcanzó a darle otro golpe.

-      ¡Calma, calma! - exclamaba Shikamaru, aún así seguía sonando tranquilo.

-      Naruto está dormido, par de idiotas - dijo Kiba, molesto - ¿Quieren despertarlo y que se encuentre con dos niñas tirándose de los cabellos?

-      ¡Eres un idiota, Kiba! - gritó Gaara - ¡Suéltame! ¡No he terminado con este bastardo!

-      ¡Ni yo, contigo! - respondió Sasuke.

-      Eres bastante fuerte, ¿no? - dijo Shikamaru, mientras forcejeaba con el Uchiha.

-      ¡Claro que lo soy! - soltó el azabache

-      ¿Entonces por qué demonios no fuiste lo suficientemente fuerte, como para contener a tu lado a Naruto? - le preguntó, de manera hiriente. Sasuke dejó de retorcerse y se soltó del agarre de Shikamaru.

-      Esta no es... - titubeó - Esta no es la manera en que yo hubiese querido conocerlos...

Shikamaru levantó la bolsa del suelo y se la entregó a Sasuke, éste la miró, el plástico tenía manchas de sangre por todos lados.

-      Háganme el favor de limpiarla, antes de dársela - pidió Sasuke. Estaba a punto de irse, cuando Kiba lo detuvo.

-      Entra - bufó. El azabache se viró. Gaara ya no estaba presente - Voy a curarte esas heridas.

-      No... gracias... yo... - se vio interrumpido, Kiba lo había halado dentro de la casa.

-      Voy a comprar hielos, Kiba - dijo Shikamaru, y cerró la puerta tras de sí.

Ya dentro de la casa, no vio absolutamente a nadie. Se oía cómo corría el agua en otra habitación... debía ser Gaara. Sasuke se quedó de pie, dándole la espalda a la puerta.

-      No te quedes ahí - dijo Kiba - Siéntate.

-      No... - negó también con la cabeza.

-      No te lo estoy preguntando - Kiba lo miraba enojado. A Sasuke no le quedó otra cosa más que obedecer...

Cuando estuvo sentado, Kiba se retiró. El azabache alcanzó a oír cómo farfullaba.

-      Shikamaru idiota - decía entre dientes - Sí había hielos...

Sasuke frunció el entrecejo, extrañado. Shikamaru no era tan "idiota" como para no saber algo tan simple... Kiba regresó con alcohol, gasas, algodón y hielo. Se sentó a un lado de Sasuke, y con un algodón con alcohol, comenzó a limpiarle la cara. El azabache soltó un leve quejido.

-      Supongo que hay otras cosas que te duelen más que esto - dijo - No seas llorón.

-      ¿Y tú cómo sabes? - preguntó.

-      ¿Crees que no le veo la cara a Naruto, cuando, siquiera, dice tu nombre? - inquirió, distraído - ¿Crees que no he notado lo que le duele lo que le hiciste? Y ¿en verdad crees que lo vas a recuperar así de fácil? ¿Peleándote con Gaara? ¡Por Dios!

-      No me pelee con él, para que Naruto me vuelva a querer - dijo - Lo hice por mero impulso.

-      ¿Volverte a querer? - inquirió sorprendido.

-      Sí... - suspiró

-      Él ya te quiere - dijo - No importa si él está molesto o dolido contigo, siempre va a quererte. No importa lo que le hagas, él siempre te va a querer.

-      ¿Ah, sí? - exclamó Sasuke - Entonces ¿por qué me trata así? Le soy indiferente

-      Eso no es cierto - dijo Kiba, sonriendo - No me estás entendiendo. ¿Acaso nunca pensaste, ni siquiera un poquito, que Naruto pudiese estar fingiendo?

-      ¡Bah! - bufó - Naruto no sabe mentir

-      A mí me parece que sí - contradijo el castaño - Lo único que lo delata, es su mirada. Con razón lo perdiste tan rápido - soltó una risa - No lo conoces.

-      Tienes razón - dijo - No lo conozco. Pero no por eso me voy a dar por vencido.

-      Esa voz me agrada - se rió. Ya había terminado de limpiarlo - Te voy a poner un gasa.

-      Déjalo así - se negó el azabache - Ese...

-      Gaara - volvió a reírse

-      Él... - bufó - Ya debe estar por salir. Será mejor que me vaya.

-      Está bien.

Se despidieron. Sasuke estaba a punto de irse, cuando Kiba lo detuvo.

-      Naruto está en su habitación - dijo - Pero está dormido... ¿Quieres que lo despierte?

-      No - negó - Dale esto cuando despierte...

Extendió la bolsa hacia Kiba.

-      Claro - dijo

-      Nos vemos - agitó la mano e intentó sonreír, pero le dolía.

Se dirigió a la puerta sin decir más, y salió por ella. Al hacerlo, casi al instante, Gaara apareció en la sala.

-      Qué  bueno que se fue - bufó el pelirrojo

Kiba soltó una risa. Se dirigió a la mesa del comedor y dejó ahí, la bolsa. Se volvió con Gaara y se sentó en el sillón.

 

Dio una vuelta y sintió un poco de frío en los brazos. Abrió los ojos lentamente. Ya estaba oscuro. Se incorporó poco a poco. Bostezó y parpadeó varias veces. Se había quedado mucho tiempo dormido. "Ahora ya no podré dormir en la noche" pensó. Se levantó de la cama y salió de la habitación.

-      ¡Naruto! - exclamó Kiba cuando lo vio - ¡Por fin despertaste! Pensé que tendríamos que llamar al príncipe azul para...

-      Basta, Kiba - bufó Gaara, molesto

-      Sí, Kiba - sonrió somnoliento el rubio. Volteó a ver a Gaara y notó las heridas en su rostro. Se alarmó y fue hacia él - ¿Qué te pasó?

-      Nada... - viró su rostro para que no lo viera...

-      Vino Sasuke - dijo Kiba

-      ¿Y qué tiene que ver él en...? - se paró en seco. Después exclamó enojado: - ¿Sasuke te hizo eso?

-      ¡Bah! - bufó Kiba - Debiste de haber visto como quedó el Uchiha.

Gaara soltó una risa. Naruto no sabía con quién enojarse, si con Gaara o con Sasuke. Ambos se habían hecho daño.

-      Qué gracioso - se cruzó de brazos.

-      Oye... - Kiba recordó la bolsa - Te trajo algo. Está en la mesa.

Naruto se sobresaltó. Bajó los brazos.

-      ¿No vas a ir a ver qué es? - le preguntó el castaño

-      S-sí - titubeó.

Se dirigió a un paso sutilmente rápido. A Gaara le molestó esa tenue reacción. El rubio divisó la bolsa. Ya iba a tomarla, cuando vio que estaba manchada de sangre. "Dios mío... ¿A qué hora se pelearon así?" pensó. Abrió vacilante la bolsa y revisó su contenido. Suerte tuvo Sasuke, porque nada de lo que estaba dentro había sido dañado. En el interior de la bolsa, había un pequeño recipiente de plástico, una camiseta para bebé y una nota.

La nota decía:

"Hasta el fondo del recipiente hay una sorpresa. Lo que descubrirás, eso, es lo más importante para mí."

El rubio guardó la nota en uno de sus bolsillos, tomó el envase y lo abrió. Era un pastel tiramisú. No era muy grande, a penas y rebasaba la extensión de su palma abierta. Fue por una cuchara y comenzó a comerlo. Sonrió al instante de llevarse la primera cucharada a la boca. "Hizo dos cosas que odia..." pensó "Un postre... italiano" Soltó una risa. Continuó dándole grandes cucharadas. Estaba ansioso por descubrir qué había al fondo que era tan importante para Sasuke. Cuando hubo terminado, se encontró con que un trozo de papel encerado cubría algo. Quitó con cuidado el papel... Vio al fondo... Era un espejo... Y se estaba reflejando en el... "¿Yo?... ¿Yo soy lo más importante para él?"

 

•         •         •

 

Sasuke caminaba por las desiertas calles que conducían a su casa. "Ojalá se haya dado cuenta de lo que quise decir con el espejo" pensaba una y otra vez. Se estaba atormentando demasiado. Suspiró. Le preocupaba más el que Naruto no diera por enterada la sorpresa, que cualquier otra cosa en el mundo.

Estaba comenzando a descender la temperatura. Discretamente, apretó el paso, y se cruzó de brazos. Inmediatamente después le vino la imagen del chico pelirrojo, que lo miraba de mala gana en el umbral de la puerta. "Me odia" se dijo, y sonrió satisfactoriamente.

Cuando iba acercándose a su casa, se encontró que, en los escalones principales, se encontraba sentado un chico pelinegro, de expresión despreocupada, que miraba hacia el cielo.

-      ¿Qué haces aquí? - le preguntó cuando estuvo lo suficientemente cerca

-      Mirando lo bonitas que son las nubes - respondió - ¿Y tú?

-      Viendo a un tipo que mira lo bonitas que son las nubes - dijo, mientras sonreía de lado - Y también intentando entrar a mi casa

-      ¿Vives aquí? - le preguntó.

-      Eso creo - soltó - Hablo en serio, Shikamaru, ¿qué haces aquí?

-      Y yo igual hablo en serio - dijo - Ya te dije que estoy viendo las nubes. Por extraño que parezca, desde aquí, precisamente en la escalinata de tu casa, es donde se ven mejor.

-      Por favor - bufó Sasuke

-      Está bien - dijo - Estoy aquí, porque quería hablar contigo.

-      ¿De qué? - se sentó a un lado de Shikamaru

-      Tú bien sabes de qué - sonrió de lado

-      ¿Por qué?

-      ¿Qué eres tú para Naruto? - le preguntó, haciendo caso omiso a la cuestión que le había plateado el otro.

Sasuke suspiró.

-      Supongo que soy muchas cosas para él... Lo más probable soy quien le ha arruinado la vida, para siempre.

Shikamaru se puso de pie frente a Sasuke.

-      ¿En serio crees eso? - le preguntó, curioso - Qué raro... él dice otra cosa

-      ¿Qué dice? - inquirió

-      Que eres el padre de su hijo - respondió - Y que "no importa lo que me haga, siempre lo voy a querer" Y que, además de eso, eres su amigo.

-      ¿Por qué me dices todo esto?

-      Porque no estás entendiendo - remarcó Shikamaru - El ser humano siempre está mintiendo. El ser humano cree estúpidamente que el amor y el odio son sentimientos emparentados, siendo que son totalmente opuestos. O amas a alguien o lo odias, pero no las dos.

-      ¿Qué intentas decirme con esto? - inquirió irritado

-      Kiba, Naruto y yo, siempre hemos creído en eso - respondió - Amamos a nuestros amigos y odiamos a nuestros enemigos, jamás al revés. Dime de una buena vez qué hacemos contigo, Uchiha Sasuke. ¿Qué eres para nosotros?

-      No lo sé

-      Esa no es una respuesta válida - dijo - Dímelo de una buena vez, sin pensarlo mucho. ¿Amigo o enemigo?

-      ¡Amigo! ¿ya? - exclamó Sasuke, exasperado. Shikamaru sonrió.

-      Una última cosa... ¿Qué es Naruto para ti?

Sasuke se quedó callado

-      ¿Por qué tengo que decirte?

Shikamaru alzó los hombros despreocupadamente.

-      Ahora eres mi amigo, Naruto es mi amigo. Me importa mucho con quién esté, y para lo que esta persona es.

-      Él es más que mi amigo - respondió Sasuke - En pocas palabras, él es lo más importante para mí.

El despreocupado Shikamaru esbozó una sonrisa, seguida de un bostezo. Pero ¡qué dolor de cabeza! Sasuke frunció el entrecejo, extrañado... No había conocido a una persona así en su vida. Pero... "Ya tengo otro amigo" pensó, confundido, Sasuke

-      Que tengas buenas noches - dijo a manera de despedida

Sasuke lo observó alejarse. "¿Qué demonios fue eso?" murmuró para sí. "Qué chico tan más extraño... Vaya amistades que tiene Naruto" pensó.

Sacudió la cabeza como intentando quitarse los pensamientos que lo abrumaban. Abrió la puerta de su casa y la oscuridad de ésta se lo tragó...

 

 

Notas finales:

Ya respondí los revis del capítulo anterior... fue rápido, porque fueron bien poquitos n_n'

Sales, nos leemos!

Sayonara, Datte bayo!

Yoko


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).