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Crème Chocolat Moka por Yoko_Nakajima

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Notas del capitulo:

Konichi wa, mis querid@s yaoistas!!!!

He adorado sus comentarios!!! muchas gracias!!!! me ayudan a continuar este fic!

¿Ya leyeron el último manga de Naruto?... ¬¬ Damn! Ojalá que ya aparezca Gaara... ya lo extraño... ¿Alguien sabe cuándo demonios terminará el relleno de Shippuden? ¡Ya me hartó! xDD... Hahahahaha... Ando de hiperactiva.. 

Bueno... dejo de desvariar para traerles el capítulo!

¡Qué lo disfruten!

 

Pocos minutos después de las tres de la mañana, Sasuke se giró en la cama para abrazar a Naruto, pero su lado estaba vacío. Las sábanas continuaban tibias, lo que significaba que no llevaba mucho tiempo fuera. Se levantó hasta quedar sentado en la cama, con la mitad del cuerpo aún dentro de las cobijas. Volteó a ver a la izquierda y a su derecha, pero, además de que estaba oscuro, no pudo divisar la silueta del rubio. Se incorporó y comenzó a caminar a tientas por la habitación, hasta llegar a la puerta, giró el picaporte y una tenue luz se alcanzó a ver en el primer piso. Continuó caminando, bajando por las escaleras y doblando a la izquierda. La luz provenía de la cocina. Empujó un poco la puerta, dejándola entreabierta.

Ahí estaba él. Sentado frente a la mesa, escribiendo. A un lado de su cuaderno, había un delgado bonche de hojas de papel. Sasuke miraba embelesado cada gesto que hacía. Hasta que el rubio arrancó una página, para corregir lo que ya había escrito. Al pasar a transcribir una frase, una ligera sonrisa se esbozó en su rostro.

-      Hola - musitó el azabache

-      ¿Sasuke? - exclamó Naruto, no se había percatado de su presencia, comenzó a tomar sus papeles y a guardarlos dentro de su cuaderno, lo cerró.

-      ¿Qué es eso? - preguntó, mientras se acercaba

-      Es una simple canción - sonrió nervioso, se levantó, tomó por los hombros al azabache y le dio un ligero beso en los labios - Regresemos a la cama.

-      ¿Puedo leerla? - Sasuke no se movió ni un ápice

-      Prefiero que no - respondió

-      ¿Por qué?

-      La leerás, Sasu, pero todavía no está lista

-      No importa, por favor, déjame leerla - le pidió suplicante

-      Bueno - suspiró, se hizo a un lado y le dejó leer lo que escribió.

-      ¿Cuál de todos es? - preguntó revisando todos los papeles

-      El que aún está en el cuaderno - contestó - No es ninguna que esté arrancada.

Sasuke retiró todas las páginas sueltas y leía su contenido furtivamente y de reojo. Era una canción muy dulce, por lo que alcanzó a leer en ella. Por fin llegó a tan ansiada página...

-      Sasu - musitó Naruto

-      ¿Sí? - el azabache no despegaba la vista del papel

-      Aún no está terminada - dijo, frotando su cabello

-      Pero si está muy bien así

-      No lo suficiente - sentenció el rubio

-      ¿Por qué?

-      No es lo suficientemente buena... porque es para ti.

Sasuke despegó la vista de la hoja y volteó a ver a Naruto, sorprendido.

-      ¿Esta canción es p-para mí?

El rubio asintió con la cabeza. El azabache volvió a leer el contenido de la hoja:

 

"A través del más cálido cordón de cariño

Tu amor me fue enviado

No estoy seguro qué hacer con él

O dónde ponerlo

Estoy a punto de llorar

Y a punto de simplemente llamarte

Y simplemente sugerirte

Que vayamos a ese lugar escondido

Ahora he sido un poco tímido

Pero puedo oler una pizca de esperanza

Para casi haber consentido a mis dedos

A acariciar

Los dedos que me han sido dados para tocar con ellos

Pero con cuidado, con cuidado

Ahí yace mi pasión escondida

Ahí yace mi amor

Lo esconderé debajo de una servilleta

Y lo pondré a dormir

Lo mantendré en un lugar escondido

Él es el más hermoso, el más frágil aunque fuerte

Oscuro y divino

Y con el más pequeño de sus movimientos

Se esconde a sí mismo

Inventa un encanto que lo hace invisible

Se esconde en su cabello

¿Puedo esconderme ahí también?

Esconderme en su cabello

Buscar consuelo

Santuario

En ese lugar escondido"*

 

Sasuke no sabía qué decir. Le parecía todo muy bonito. Nunca creyó que a Naruto se le diera eso de escribir. Por lo visto era todo una caja de monerías. Y era suyo. Todo suyo

-      Te quedó muy bien - concluyó el azabache - Gracias

-      ¿No crees que necesita mejoras? - inquirió, nervioso, Naruto

-      Claro que no - sonrió y le dio un beso en los labios - Es lo mejor que me han hecho en mi vida.

-      No hablas en serio - el rubio se sonrojó, notablemente

-      Por supuesto que sí - dejó el cuaderno en la mesa y tomó el rostro de Naruto entre sus manos - Eres lo mejor que me ha pasado, Naru. Ni en mis más fantásticos sueños, me imaginé que alguien como tú pudiera existir. Pero ¡mira! Ahí estás...

Naruto se sonrojó y sonrió. Se acercó y besó al azabache, éste saboreó los labios del rubio. Ese sabor dulzón, más exacto como azúcar. Y por más que lo besaba, nunca se le iba ese toque azucarado. Cuando se separaron, el azabache viró ligeramente su mirada y vio sobre la mesa un vaso de leche... con chocolate.

-      Con razón estabas despierto - bufó - ¿Chocolate?

Naruto soltó una risita.

-      Se me antojó - musitó - Ya sabes...

-      Sí - dijo - Ya sé, amor.

El rubio soltó un bostezo. Su mirada se notaba adormilada, haciendo que se viera más adorable.

-      Vamos a dormir - continuó el azabache - Tengo que levantarme en dos horas...

-      ¿Por qué?

-      Siempre voy temprano a Les Halles

-      ¿Puedo acompañarte? - le inquirió

-      No, mi amor - le dio un beso en la frente - Quédate aquí. Yo vendré por ti en la mañana, y podrás acompañarme al restaurante si quieres, ¿está bien?

-      Mhh... - hizo un puchero encantador - No... no está  bien...

-      Bueno... - suspiró al verse derrotado por esa miradita celeste que lo derretía - Si logras levantarte, vendrás conmigo... ¿Ahora sí está bien?

-      ¡Perfecto! - exclamó

Sasuke tomó a Naruto de la mano y lo encaminó a la habitación. Cuando estuvieron ahí, se dirigieron a la cama, se acostaron en ella, se cubrieron con las cobijas y casi al instante, se quedaron dormidos.

 

 

La alarma sonó a la hora se siempre. Cinco de la mañana. El rubio sintió como si no hubiese dormido ni dos segundos. Al oír el espantoso ruido del molesto reloj despertador, se cubrió con la almohada.

-      ¡Apágala, Sasuke! - exclamaba con la voz cansada

Sasuke se levantó adormilado y apagó el escandaloso aparato. Después miró a su compañero. Le quitó la almohada del rostro. Estaba profundamente dormido. "Sabía que no se iba a despertar" pensó. Sonrió y salió de la cama, sigilosamente. Se vistió rápidamente. Salió de la habitación, no sin antes echarle un último vistazo a Naruto. Se puso únicamente su abrigo y se dirigió al mercado.

Cuando hubo llegado, se encaminó hacia donde siempre. Donde Chôji.

-      ¡Hola! - exclamó el azabache cuando estuvo con su amigo

-      Sas, ¿Cómo has estado? - preguntó el hombre

-      Bastante bien - sonrió de oreja a oreja

-      ¿Cómo está Naruto? - inquirió

-      Excelente - respondió con un dejo de orgullo en su voz - Quiso acompañarme, pero se quedó dormido.

Chôji soltó una risa. Sasuke le sucedió.

-      ¿Qué vas a llevar? - Chôji esbozó una sonrisa

-      Hoy será una noche especial, Chôji - le dijo - Vendrá un crítico de cocina y necesito camarones, pero bien frescos...

-      Muy bien

Chôji se dispuso a buscar lo que Sasuke le había pedido. Cuando lo hubo hecho, los guardó cuidadosamente en una bolsa.

-      ¿Cuánto va a ser? - preguntó el azabache

-      Cinco euros - respondió

Sasuke hurgó en el bolsillo de su pantalón, y sacó un billete de a cinco. Se lo entregó a Chôji. Tomó sus cosas y se despidió de su amigo.

El azabache miró su reloj. Todavía le restaba un poco de tiempo. Así que decidió pasearse por el mercado, y, de paso, satisfacer su curiosidad. Llegó a un local. El de la familia Haruno. Y ella no estaba ahí. En su lugar estaba su madre, ésta agitó su mano, a manera de saludo. Sasuke le devolvió el gesto. "Hasta su madre sabe que hizo mal..." pensó y sonrió satisfactoriamente. Sakura había abandonado, y así era mejor. Ya no tendría que volver a verla. Volvió a mirar su reloj. Decidió regresar a su casa. Tal vez Naruto estaría echando pestes, porque no había podido levantarse y acompañar a su amado... Sasuke soltó una risita. Apretó el paso.

 

Cuando llegó a su casa, al abrir la puerta, la casa tenía un olor a comida. Se encaminó a la cocina. Cuando empujó la portezuela rotatoria, se encontró con Naruto, ya aseado y vestido. Se encontraba haciendo el desayuno, frente a la estufa. El azabache caminó sigilosamente, dejó sus cosas sobre la mesa y abrazó por detrás al rubio. Aspiró el olor de su cabello al tiempo que le daba un pequeño beso en la nuca.

-      No me despertaste - dijo Naruto, fingiendo enojo.

-      El trato era que te despertaras solo - sonrió. El rubio suspiró. - ¿Qué estás cocinando?

-      Es un simple omellete - respondió - ¿Quieres uno?

-      Por favor - le dio un beso en la mejilla - Voy a bañarme

-      Sí - Naruto se viró un poco y le dio un beso en los labios.

Sasuke salió casi corriendo de la cocina.  Naruto soltó una risita y continuó cocinando. Ya le faltaba poco, así que unos momentos después, vació el contenido del sartén en un plato. Dejó el traste humeante en la mesa. Sacó otro de un gabinete, también sacó otro huevo, y, con una sola mano, lo quebró y dejó que saliera su contenido sobre un recipiente de plástico. Comenzó a batirlo con un tenedor, cuando estuvo completamente homogéneo, vertió la mezcla en el sartén con aceite caliente. Esperó un poco a que se cociera, antes de agregarle especias, verduras, y, en especial, queso. Cuando estuvo completamente cocido, lo dejó caer en el plato, lentamente, y lo colocó en la mesa. Sacó varias naranjas, las cortó a la mitad e hizo jugo con un extractor. Lo sirvió en dos vasos de vidrio. El resto lo dejó en una jarra, igual de vidrio. Todo lo dejó bien acomodado sobre la mesa. Casi al tiempo que terminó de ordenar todo, Sasuke entró a la cocina.

-      Qué bien huele - dijo el azabache en un suspiro

Naruto lo vio detenidamente de arriba abajo. Estaba radiante. Ya estaba vestido con su uniforme de chef y el olor que desprendía su piel le era muy placentero. Se acercó a él para abrazarlo. Sasuke se sobresaltó, pero le correspondió. Al separarse, le preguntó:

-      ¿Por qué fue eso?

-      No lo sé - sonrió y alzó los hombros, tiernamente, el rubio - Me dieron ganas... Oye... ya está listo el desayuno

-      Gracias - le devolvió la sonrisa y le dio un beso en los labios.

Ambos se sentaron frente a la mesa a comer. Sasuke cortó un pedazo del omellete con su tenedor y lo introdujo en su boca.

-      Te quedó bien - sentenció Sasuke

-      Gracias

El azabache recordó lo del crítico que vendría esa noche.

-      ¿Vas a acompañarme al restaurante? - le preguntó

-      Sólo si tú quieres - dijo el rubio.

-      Claro que quiero - afirmó Sasuke - ¿V-vas a... regresar?

Naruto se le quedó viendo. Lo estaba pensando.

-      No sé... - respondió, al fin

-      Hoy... - comenzó - Hoy... va a venir un crítico de cocina al restaurante.

-      ¿Y luego? - inquirió el adorable rubio, intuyendo lo que Sasuke le diría.

-      Emm... - balbuceó - ¿Podrías?... ¿Ayudarme?

-      ¡Oh! - las deducciones de Naruto fueron correctas - El gran Chef Uchiha Sasuke, ¿necesita de mi ayuda?

-      Naru... - bajó la mirada - Si no quieres regresar al restaurante, está bien... Pero... a la gente le gusta tu comida... Sólo ésta vez...

-      Está bien - soltó una risa - ¿Qué pensabas prepararle?

-      Aún no lo sé - bufó - Tenía una idea... de hecho compré algo con Chôji... pero...

-      Vaya - sonrió. Se quedó callado, observando la nerviosa expresión de Sasuke - Ya idearemos algo, Sasu. Ahora termina de comer.

El azabache sonrió y terminó de comer. Naruto lo miraba, embelesado. Casi no tocaba su comida. Sasuke tomó el vaso con jugo y lo bebió de un solo trago.

-      ¡Con cuidado! - exclamó el rubio

-      ¡Vámonos ya! - se levantó de un brinco

-      Está bien, está bien - sonrió - Vamos.

Sasuke notó que Naruto no había terminado de comer.

-      ¿No vas a terminártelo? - preguntó

-      Ya... - carraspeó - Ya no tengo hambre

-      Come siquiera la mitad, amor - le pidió.

-      En serio, Sasu - dijo - Tengo el estómago revuelto... No tengo hambre.

El rubio se levantó de la silla. Sasuke se le quedó viendo, preocupado. Pidiéndole con la mirada que terminara de comer, para que no le pasara nada. Pero Naruto lo tomó de la mano, para salir de la cocina. Al llegar al vestíbulo, el azabache tomó el abrigo del rubio y lo extendió para ponérselo a su propietario. Después tomó el propio y se lo puso, igual. Salieron de la casa, con las manos entrelazadas... 

 

 

Notas finales:

¿Qué tendrá mi lindo Naru?... ¿Será algo grave?... Ya verán...

¿Algún revi, mentada de madre, felicitación? ¿Algo?

xDD

Sales, nos andamos leyendo! Mañana habrá un capítulo bien emocionante! Bueno... eso digo yo... Se enterarán un poco del pasado de Naru, antes del tercer capítulo de transición...^^

Sayonara, Datte bayo!

Muchos besitos para ustedes, mis yaoistas!

Yoko ^o^/

* Esta es una canción llamada "Hidden Place" de la cantante, compositora, actriz y diosa de la nieve islandesa: Björk. Del álbum "Vespertine"


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