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Crème Chocolat Moka por Yoko_Nakajima

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Notas del capitulo:

Konichi wa, mis querid@s yaoistas!

Hoy hay pregunta del millón!!!! Espero que sepan a que me refiero!!! xD...

Sino, entonces tendrás que leerlo... hehehe...

Bueno... qué otra cosa?... mhhh... En el capítulo de hoy vendrá el crítico... [Bueno en realidad es mujer] hehe... Sólo que Sasuke estaba tan distraído por el asunto de Naru, que no lo recordó... hahaha... [Qué excusa tan más jodida] La verdad es que me equivoqué, en lugar de poner una "a" puse una "o" xDD... Gomenasai! hehehe...

Bueno, ya sin más preámbulos:

¡Qué lo disfruten!

 

Al pasar por el umbral de la puerta, Sasuke y Naruto se encontraron con una adorable escena: Itachi y Deidara se estaban besando. El azabache menor soltó un bufido y desvió la mirada, por su parte, el rubio, dejó escapar una exclamación, seguida por una risita.

-      Oye, Sasu - Naruto sonreía pícaro

-      ¿Qué? - el azabache lo miró, extrañado

-      ¿Así nos veremos de lindos cuando nos besamos? - le preguntó al borde de la risa, y expectante a su reacción.

-      ¿Q-qué? - exclamó titubeante, ruborizándose

-      Me encanta hacerte sonrojar - se acercó al azabache, lo tomó por el cuello de su filipina y le dio un beso profundo en los labios.

Itachi, al oír la exclamación de Sasuke, se separó suavemente de Deidara.

-      ¿Qué sucede? - preguntó el rubio, con un rubor en las mejillas y el embeleso en los ojos. El mayor sonrió y sutilmente señaló a la pareja frente a la puerta.

Deidara se viró, cuando se dio cuenta, no pudo evitar enternecerse.

-      ¡Ay, pero qué lindos! - exclamó sin querer, haciendo que la pareja se sobresaltara y se separara. Itachi soltó una risa.

-      Oh... - bufó Sasuke - Deidara...

-      ¡Hola, Deidara! - saludó Naruto, sonriendo, mientras se acercaba al mayor para saludarlo. Sasuke ni siquiera se dio cuenta, y, cuando lo hizo, siguió al rubio, torpemente y a trompicones.

Ambas parejas se saludaron. Sasuke le dijo a su hermano, que Naruto solamente estaría para ayudarle con el crítico, y que aún no estaba seguro de si el rubio ya había aceptado el empleo en Borgoña.

-      Ya te dije, Sasuke - susurró Itachi a su hermano - Él no lo ha aceptado.

El menor suspiró y le dedicó una sonrisa. Después de eso, se despidieron de la pareja y se dirigieron a la cocina.

-      Deidara trabaja en el café - dijo el azabache, mientras ambos se preparaban para otro día - Lo administra. Pero a veces tiene que salir, por negocio y porque a veces va a visitar alguna sucursal...

-      Entonces... - el rubio se encontraba sentado en uno de los bancos de los vestidores - ¿Por qué atiende en el mostrador?

Sasuke soltó una risa. Naruto lo miró confundido.

-      Porque está loco - respondió - Le dije que busque a alguien que se encargue de hacer los negocios, o que se encargue del café... pero le gusta hacer ese tipo de cosas por sí mismo.

-      Eso no es malo - dijo el rubio - Pero, ¿Itachi no se molesta por eso?

-      Al principio sí - Sasuke se sentó a un lado de Naruto - Pero después comprendió que así es Deidara, y que así tiene que quererlo...

Naruto se quedó callado. Era similar su situación con Sasuke, a éste le molestaba su actitud revoltosa y ruidosa, pero con el tiempo comenzó a acostumbrarse, y, también con el tiempo, llegó a amarlo.

-      Vamos, Naru - dijo Sasuke con una sonrisa - Te prometo que no trabajarás, sólo dime qué hacer.

-      ¿No soy parte del equipo? - preguntó el rubio.

-      Nunca me dijiste que ibas a regresar - respondió Sasuke

-      Es cierto - reconsideró Naruto - Bueno... Te voy a decir una cosa... El trabajo en Borgoña aún no lo he aceptado... Así que, relativamente, sigo sin empleo... entonces...

Sasuke sonrió.

-      Supérate, mi amor - le dijo - Obtén tu propia cocina.

-      ¿Estás seguro? - le preguntó, incrédulo.

-      Sí... - sonrió - Me va a ser difícil estar lejos de ti, pero te quiero. Y si tú eres feliz teniendo tu propio negocio, yo igual...

-      Ay, Sasu - sonrió, enternecido - Cambiaste demasiado...

-      ¿Ya no te gusto así? - le preguntó

-      Al contrario - respondió - Te quiero todavía más.

El azabache soltó una risita, se acercó al rubio y le dio un ligero beso en los labios.

-      ¡Bueno! - exclamó - A trabajar entonces.

-      Pero... - titubeó Sasuke - Prométeme que no harás esfuerzo.

El rubio sonrió, comprensivo.

-      Está bien, te lo prometo - dijo Naruto

-      Gracias - suspiró aliviado, mientras se levantaba

Ambos salieron de los vestidores, para dirigirse a sus estaciones.

-      ¿A qué hora llega? - preguntó Naruto

-      Por la tarde - respondió - Es una mujer, aún no recuerdo su nombre. Viene de Japón. No es muy alta, de cabello castaño.

-      Increíble - exclamó - ¿No sabes cómo se llama?

-      No... - bajó la cabeza

-      Se llama Ayame - intervino Hinata

-      Qué gracioso - dijo el rubio - Cuando fui por primera vez a Japón, conocí a una mujer con el mismo nombre...

-      ¿En serio? - inquirió Sasuke

-      Sí - asintió Naruto - No en las mejores condiciones, pero sí... ¿Recuerdas cuando te conté que el primer día que llegué a Japón casi destruyo un local de ramen?

-      ¡Ah, sí! - Sasuke se rió.

-      La Ayame que yo conocí era la hija del dueño - sonrió.

-      Falta que sea la misma mujer - Hinata sonrió.

Después de un poco más de conversar, todos continuaron con el trabajo, hasta ya bien entrada la tarde, como si fuera un día normal. A Sasuke por poco y le da un ataque de pánico cuando Itachi le dijo que Ayame había llegado.

-      Siéntate un rato - dijo Naruto al ver a que a Sasuke le empezaba a faltar el aire

-      P-pero... yo... necesito - a cada pausa daba un gran bocanada de aire

-      No - le puso el dedo sobre los labios - Eres un exagerado. Cuando recuperes el aliento, regresarás a trabajar.

-      E-está... bien

-      ¡Ya no hables! - le dijo y le dio un tenue beso en los labios

El rubio regresó al trabajo. Ten Ten regresó con la orden de Ayame.

-      ¿Qué quiere? - preguntó Naruto a la chica

-      Vino Sangiovese - respondió - Y... con lo que gustes "atacarla"

Naruto soltó una sonora carcajada. Sí... era la misma Ayame que conoció en Japón. Pero el rubio decidió que no era el momento todavía de decirle que él era el muchacho insolente que irrumpió en el local de su padre... Era mejor esperar.

-      ¡Hey, Sasuke! - exclamó el rubio

-      ¿Qué sucede? - el azabache se estaba recuperando, se acercó

-      ¿Tienes alguna idea de lo que le prepararás? - preguntó

-      Quiero que tú me recomiendes algo - dijo

-      De entrada tenía ganas de darle Revuelto de Berenjenas* - se cruzó de brazos.

-      ¿Por qué? - inquirió - Es algo muy sencillo

-      Digamos que conozco sus gustos - respondió el rubio - Además, si lo que te preocupa es la sencillez, haremos algo más difícil en el plato fuerte.

-      Muy bien

Y comenzaron a trabajar. Ten Ten le llevó el vino. Cuando ella salió por la puerta rotatoria, Naruto alcanzó a ver la pequeña figura de la mujer. "No ha cambiado en nada" pensó.

El movimiento en la cocina era más notable que otros días, y es que estaban preparando con más velocidad de la normal. Cuando estuvo completamente terminado, el rubio lo dejó en la barra de servicio, y comenzó a espolvorearlo con albahaca picada, comprobó la sazón y le indicó a Ten Ten que ya estaba listo.

-      ¿Qué haremos después? - preguntó, nervioso, Sasuke

-      Tallarín con Trillas - sonrió complacido - Sirve que usamos los camarones que compraste...

-      ¿Q-qué? - titubeó

-      Confía en mí, por favor - dijo

Sasuke tenía deseos de hacer una rabieta, pero se contuvo. No iba a volver a perder a Naruto por una estupidez.

-      Confío en ti, mi amor - le sonrió

El rubio amplió su sonrisa y se pusieron a trabajar. La receta no estaba muy difícil y no tardaba mucho en hacerse. La cocina volvió a adquirir vida y mucho movimiento.

-      ¿Ya está el tallarín, Hinata? - preguntó Naruto

-      Le faltan cinco minutos - exclamó ella, desde su estación

-      Sasu, por favor, prepara los platos - pidió el rubio

-      Vale - sonrió él

Cuando el tallarín estuvo cocido. Hinata lo escurrió, le agregó perejil y lo incorporó a la salsa que Neji había preparado previamente. Después lo sirvieron en los platos.

-      ¡Ten Ten! - exclamó el rubio. La chica se acercó, tomó los platos y salió de la cocina.

Ese preciso momento, en el que Ten Ten atravesó la puerta rotatoria fue uno de los más tensos para Sasuke. Naruto se acercó a la ventanilla de la puerta y observó. Ten Ten se había quedado de pie, en una esquina junto a Itachi y Deidara. Ayame observó el platillo, una ligera sonrisa se esbozó en su rostro y escribió en la diminuta libreta a un lado de ella. Después tomó el tenedor, para probar. Lo saboreó y... su rostro adquirió una expresión extraña. No se podía saber si le había gustado o simplemente le había desagradado. Ayame llamó a Ten Ten. Sasuke también estaba asomado por la ventanilla. La chica se acercó a las compuertas.

-      Quiere ver al chef - dijo Ten Ten al entrar

-      Ay, no... - suspiró Sasuke - No le gustó

-      Vamos, Sasu - le animó el rubio - Ve

-      Acompáñame, por favor - le pidió - Además tú hiciste todo...

-      P-pero... - titubeó

-      ¡Por favor!

Naruto suspiró y asintió. Ambos salieron de la cocina, acercándose lentamente a la mesa de Ayame. Cuando estuvieron frente a ella, ninguno de los dos se atrevió a hablar.

-      ¿A cuál de los dos tengo que felicitar? - preguntó con una sonrisa. Miró a Naruto, curiosa. Lo reconocía. Pero no se ubicaba.

-      A él - respondieron Naruto y Sasuke al unísono, mientras señalaban al otro.

La mujer rió alegremente.

-      Está bien... a los dos - sonrió - Felicidades. Los Tallarines en especial me recordaron a alguien...

-      ¿A quién? - se atrevió a preguntar Sasuke

-      A un muchacho que conocí en Japón - sonrió, con añoro. Levantó la vista - Se parece mucho a usted - dijo, dirigiéndose al rubio...

-      ¿En serio? - exclamó - De casualidad... ¿se llamaba Naruto?

Ayame se le quedó viendo, sorprendida.

-      S-sí... - titubeó - ¿Lo conoce?

-      Siento extraño que me hables de usted, Ayame - rió, nerviosamente

-      ¡¿Naruto?! - exclamó ella, atónita. Sasuke soltó una risa. - ¿El hijo de Minato?

-      El mismo - el rubio sonrió.

-      Qué pequeño es el mundo - dijo - Pero... por favor... concédanme el honor de sentarse conmigo.

Sasuke haló una silla extra y le ofreció sentarse a Naruto, éste hizo un leve puchero, le daba un poco de escozor, por llamarlo de alguna manera, que Sasuke hiciera esas cosas. "Tal vez sea porque le dije que está a prueba" pensó. Después, el azabache se sentó igual.

-      Ahora, cuéntame, por favor - dijo Ayame

-      ¿Por dónde comienzo? - preguntó el rubio

-      Desde que te fuiste, claro está - respondió

-      Pues, como sabes - comenzó Naruto. Sasuke ya sabía lo que el rubio diría - Yo regresé primero a Sicilia, antes que mis padres... Pero cuando hube estado allí, en dos semanas no supe nada de ellos... No volvieron.

-      No me asustes, Naruto - Ayame rió, nerviosamente.

-      El avión en el que iban, se estrelló - soltó el rubio - Después, decidí volver a Japón, para que Shikamaru y Kiba me acompañaran a Toscana.

-      ¿Por qué lo hiciste? - preguntó Ayame - Pudiste bien, llamarlos.

-      Quería irme de esa casa - dijo Naruto - Quería olvidarme de todo eso que me sofocaba... Además de que quería verlos y quedarme unos días con ellos, con cualquiera de los dos.

-      ¿Por qué no me hablaste? - preguntó la castaña

-      Nunca pensé que yo te agradara - respondió el rubio - Ya sabes... por lo de la pelea en el local de tu padre...

-      ¿Estás loco? - exclamó - Fue sólo un pequeño altercado... Además no creo que Kiba se haya molestado tanto.

Sasuke sonrió, ligeramente.

-      Bueno, el caso es que cuando le dije todo eso a Shikamaru y a Kiba... - carraspeó - Me apoyaron y mucho. Kiba no pudo acompañarme, porque tenía varios pendientes en la escuela, a pesar de que eran vacaciones. Shikamaru fue el que me acompañó en el viaje, pero sólo dos meses, después regresó a la escuela.

-      Ya veo... - suspiró Ayame

-      Después conseguí trabajo como Chef - dijo - Bueno... Como que estudié, y después comencé a trabajar... Mi mismo jefe me enseñó todo lo que sé ahora...

Ayame volteó a ver a Sasuke, y después a Naruto.

-      En Toscana fue donde conocí a mi primer amor - dijo

La mujer volvió a ver a Sasuke, pero éste negó con la cabeza, sonriendo, indicándole que Naruto  no hablaba de él.

-      Sabaku no Gaara - dijo Naruto, con un toque de añoranza en su voz, que molestó a Sasuke. - Mi relación con él estuvo oculta por cinco años, y no estaba completa... Me sentía vacío. Su padre, mi jefe, terminó por descubrirnos y me despidió. Yo no tenía la intención de alejarme de Gaara, pero algo dentro de mí me dijo que tenía que movilizarme...

-      Siempre es bueno probar cosas nuevas - dijo Ayame dándole la razón al rubio.

-      Entonces, vine a Francia - dijo - El hermano de Sasuke, Itachi, me contrató... Pasaron muchas cosas después de eso... Estoy esperando un hijo de Sasuke... y... eso es todo...

El azabache se ruborizó. Ayame sabía lo que el tono de voz del rubio significaba: "Hablamos de eso, después" Sasuke estaba presente, y no quería decir algo que pudiese herirlo.

-      En fin... - suspiró el rubio - ¿Cómo fue que te convertiste en crítica?

-      Mi padre me impulsó a hacerlo - sonrió - Además de que me encanta viajar...

Naruto sonrió. Continuaron platicando un poco más, hasta que se puso el sol. Antes de irse, Ayame les dijo que su crítica se publicaría al día siguiente en el periódico. Sasuke pudo respirar, por fin, aliviado. Ambos regresaron a la cocina. Sólo trabajaron un poco más, habían estado platicando bastante con Ayame. Cuando cerraron el restaurante, al irse preparando todos para irse, Sasuke abordó a Naruto, a solas.

-      Toma - le dijo sin más, entregándole un trozo de papel, y ocultando su mirada con el cabello. Estaba sonrojado. Naruto lo tomó, vacilante.

-      ¿Qué es?

-      Léela

El rubio miró vacilante la hoja, y la abrió:

 

"Es gracioso como

Incluso ahora

Sigues apoyándome después de todas las cosas que he hecho

Eres tan bueno conmigo

Esperando pacientemente

¿Y no es triste que aún tengas que preguntar si me importa?

Nunca dije que fuera perfecto

Pero puedo sacarte de aquí

Caminar sobre conchas esta noche

No puedo hacerlo esta noche

Y no puedes decir palabra porque saltaré por tu cuello

Así de nervioso estoy

Nunca dije que fuera perfecto

Pero puedo llevarte a casa

Me estoy deprimiendo

Trabajando demasiado duro

Llevándome a mí mismo a la muerte

Tratando de derrotar los errores en mi cabeza

¡Qué desastre he hecho!

Seguro que todos cometemos errores

Pero es que ellos me ven tan grande

Que creen que soy inmune al dolor

Caminar sobre conchas esta noche

No puedo hacerlo esta noche

Y no puedes decir una palabra porque saltaré por tu cuello

Así de nervioso estoy

Estoy rogando por un milagro

Pero no podré sostener mi respiración

Nunca dije que fuera perfecto

Pero ¿Puedes llevarme a casa?"**

 

Al terminar de leerlo, Naruto se acercó a Sasuke y le susurró al oído:

-      Claro que puedo - después le dio un beso en los labios.

-      Necesito hacerte otra pregunta - le dijo en voz susurrante y dulzona

-      ¿Sí?

Sasuke hurgó en uno de sus bolsillos del pantalón y sacó algo que estremeció al rubio: una cajita cuadrada, negra. Después el azabache le susurró al oído:

-      Sé que es muy pronto, pero...

Se alejó, para después arrodillarse. Abrió la cajita para que el rubio pudiera ver el contenido: Era un reluciente anillo. El corazón de Naruto dio un vuelco, mientras latía con fuerza. Todos se encontraban viendo esa escena: Hinata, Ino, Ten Ten, Neji, Itachi y Deidara. Entonces, vino la pregunta:

-      ¿Quisieras casarte conmigo?

 

 

 

Notas finales:

¡¡¡¡¡¡Aaaaahhh!!!!!!! ¿¿Están igual de emocionad@s que yo??

xDD.... hehehe... bueno... ya veremos que le responde Naru...

Ahhh! Y... ya respondí todos los revis.

Oyes, Noctis... Se me olvidó responder una de tus preguntas, ahí va [Y para tod@s los que esperan lemon]: Pues tienes razón mi querida Noctis, no habrá lemon hasta que Kouya haya nacido... 

Hehehe... ¿Eso era todo?... Pues... sí... xD...

Sayonara, Datte bayo!

Muchos besitos para ustedes, mis yaoistas!

Yoko ^o^/

* El Revuelto de Berenjenas, es lo que conocemos como Ratatouille... n___n' [Adoro esa película xD]

** La canción que me he fusilado hoy se llama: "Drive You Home" de la banda de rock Británica-Estadounidense Garbage, del álbum "BeatifulGarbage" ^^

PD. La próxima actualización será el Viernes 16 de Abril [Que, por cierto, ese día es el cumpleaños de Kaze, n__n'] Ahh! Y pues l@s tendré en suspenso, porque el capítulo que viene es uno de transición... Será un enfoque más amplio de lo que Naru platicó con Ayame... 


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