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Crème Chocolat Moka por Yoko_Nakajima

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Notas del capitulo:

Lo prometido es deuda y aquí está el segundo capítulo. 

Aparece por fin Naru-chan! :3!

¡Qué lo disfruten!

Esta era una muy buena oportunidad para Ino. Ahora que el chef no estaba, ella podía hacerse cargo de la cocina. Ya estaba comenzando a habituarse, cuando Itachi le prohibió tomar cualquier decisión como si fuera la chef en jefe, tendría que consultar con él primero. Ino refunfuñaba. Pero a decir verdad, era mejor así.

Itachi se encontraba en una situación. Sasuke no regresaría en un buen tiempo, e Ino no podía hacerse cargo de todo, todavía no tenía la experiencia necesaria. Tendría que buscar un reemplazo temporal y de ser mejor alguien que apoyara a Sasuke, en materia laboral.

El pelinegro mayor se encontraba pensando en eso... cuando sonó el teléfono.

-      Maison Du Lion ¿Puedo ayudarlo?... Sí... Pues en este momento no hay vacantes... Aunque... sí... Hubo varios problemas y el chef en jefe tuvo que tomarse un descanso... ¿Tiene usted experiencia?... Ah, qué bien... ¿Podría venir como a la una?... Claro, aquí lo esperamos... Gracias... ¿Cómo?... Es el chef Uchiha Sasuke... Muy bien... Gracias... Hasta la una...

Itachi colgó sonriente. Viene un chef en el momento en el que es más necesitado... Era genial. Se ausentó un poco de su puesto y se dirigió a la cocina.

-      ¡Ino! - exclamó Itachi

-      ¿Sí? - dijo ella limpiándose las manos con su mandil

-      A la hora de la comida, vendrá un chef a entrevistarse - dijo él - Quiero que me acompañes, para así saber con quien estamos tratando

-      ¿Vas a reemplazar a Sasuke? - preguntó ella molesta

-      No - respondió Itachi - El chef se llama... ¿Cómo me dijo?... ¡Ah, sí! Uzumaki Naruto, y quiere trabajar brazo con brazo, con Sasuke... Yo jamás reemplazaría a mi hermano, ¿estás loca?

-      Está bien - dijo ella - ¿Entonces viene en una hora?

-      Sí - respondió él

-      Ojalá sea rápido - bufó Ino - Ya me está dando hambre...

Itachi soltó una risa y salió de la cocina. Ino se dirigió a la barra para adornar unos platillos.

-      ¡Ten Ten! ¡Sale! - gritó Ino... Ten Ten hablaba por teléfono - ¡Ten Ten!

Ino, enojada por el hambre y porque no la escuchaban, le quitó el teléfono a Ten Ten y lo colgó.

-      Te lo devuelvo cuando termines - dijo quedo - Ve a entregar esos platos ¡ya! Faltan escasos minutos para la hora de la comida

Ten Ten la miró con el ceño fruncido y se fue a recoger los platos. Ino se guardó el teléfono en una de sus bolsas del pantalón. La rubia todavía cocinó unas cuantas cosas más y las adornó. El teléfono de la pelinegra sonaba constantemente, pero Ino no le prestaba atención.

Al fin llegó la hora de la comida. Todos los cocineros comieron hasta que se fue el último cliente. Cerraron el negocio un rato.

-      ¿Todavía no llega? - preguntó Ino limpiándose los labios que tenían restos de una deliciosa crema...

-      No - respondió Itachi - Tendremos que esperar un poco más...

No fue mucho el tiempo que tuvieron que esperar. Una de la tarde con veinte minutos, a esa hora llegó el nuevo miembro del equipo. Itachi e Ino lo recibieron bastante bien, lo hicieron sentar frente a una de las mesas. Ya cuando estuvieron habituados, comenzaron la entrevista.

-      ¿Dónde trabajaba antes? - preguntó Ino seria. Itachi se sonrió por la seriedad con la que tomaba las cosas.

-      Pues estuve de sous-chef en un restaurante en Italia - respondió el rubio

-      ¿Por qué se fue? - Ino ladeó una sonrisa y frunció el entrecejo.

-      Quería probar otras cosas - respondió - Renuncié y vine a vivir aquí a París...

-      ¿Cuánto tiempo trabajó ahí? - preguntó Itachi. Ino lo volteó a ver con aire desafiante, pero el pelinegro no le prestó atención.

-      Diez años.

Itachi e Ino se quedaron callados... Eso de "probar cosas nuevas" no era la respuesta verdadera, eran muchos años estando ahí... pero si era por motivos personales, no había por qué molestarlo.

-      Está bien - concluyó Ino en voz baja a Itachi

-      Muy bien - sentenció el azabache mayor - Por esta ocasión no le pediré ninguna formalidad. Está como chef a prueba. Si demuestra buen desempeño, tal vez se quede permanentemente.

-      Gracias - respondió sonriendo el rubio - ¿Y el chef cuando llega?

-      No lo sé - dijo Itachi en un suspiro - Pero estoy seguro que regresará... Sasuke ama su cocina...

Itachi tenía razón... Sasuke no resistió la tentación ni dos días completos, porque al día siguiente, al atardecer, regresó. Según él, estaba listo para cocinar...

-      Buenas tardes, Itachi - dijo al entrar

-      ¿Sasuke? - preguntó inquieto - ¿Qué haces aquí?

-      Ya he regresado - dijo - Ya estoy listo

-      Está bien - asintió - Hay una sorpresa detrás de esa puerta.

El mayor señaló las puertas rotatorias de la cocina con su mano.

-      ¿Sorpresa? - preguntó Sasuke - Ya sabes que a mí...

-      No te gustan las sorpresas - completó la frase - Ya sé, ya sé... Tus tontas reglas... Ve a verlo al menos.

-      ¿Verlo? - Sasuke frunció el entrecejo. Se quitó la chamarra, los guantes, el gorro y los dejó colgados en un pequeño perchero detrás de la recepción...

-      Sí, verlo - repitió Itachi

Sasuke se subía las mangas de la filipina mientras atravesaba las mesas para poder llegar a la cocina. Al abrir las puertas se encontró con el rubio chef, con ópera de Pavarotti en su cocina, simulando cantar como él y todos a su alrededor riendo, incluso Ino, que era una de las más serias.

-      Menuda sorpresa - murmuró Sasuke para sí. El rubio se percató de su presencia.

-      ¡Chef! - exclamó Naruto. Al oír esto, los presentes guardaron silencio y volvieron al trabajo. Sasuke dejó que las puertas se cerraron detrás suyo y se cruzó de brazos. - Qué gusto conocerlo.

Naruto se acercó al azabache y le extendió la mano, éste último no quiso ser grosero y le devolvió el saludo. Todos los demás veían la escena, tensos.

-      No quiero ofenderte, pero... ¿puedo saber qué haces aquí? - preguntó el pelinegro.

-      Itachi me contrató como ayuda, mientras usted no estaba - respondió simplemente

Sasuke se dio media vuelta enojado y salió de la cocina. Naruto intentó explicarle mejor las cosas, pero no escuchó. Se acercó al pequeño mostrador de la recepción y se recargó en él. Miraba furioso a su hermano.

-      ¿Qué pretendes? - exclamó molesto - ¿Acaso es una broma? Ese tipo de allá no es un chef - señaló con su mano las puertas rotatorias, pero sin virarse.

-      Claro que lo es - respondió Itachi sereno - Trabajó diez años en un restaurante en Italia.

-      ¿Buscabas reemplazarme?

-      ¡Claro que no! - exclamó el mayor - Él tenía muchas ganas de trabajar contigo. Era una ayuda

-      ¡No necesito ayuda! - gritó

-      Cálmate, Sasuke - dijo Itachi - Trabajarás con él, porque te lo estoy ordenando...

Sasuke refunfuñó entre dientes algo que Itachi no pudo entender... Se dirigió a la cocina, con los puños cerrados. Al entrar, ahí estaba él... Con su pantalón holgado de colores que parecían pijamas y con zapatos  hechos de plástico suave anti derrapante, que parecían pantuflas... Sasuke respiró hondo y se dispuso a trabajar. "¡Cocina italiana!" pensó Sasuke "Con lo mucho que me gusta" y se dirigió a su estación.

-      ¡Qué bueno que regresó, Chef! - exclamó Naruto. Sasuke sólo escudriñaba la menuda figura del rubio, discretamente y de arriba abajo - Creo que ni siquiera me presenté; me llamo Uzumaki Naruto

-      Uchiha Sasuke - dijo éste sonriendo

-      Soy un gran admirador de su aderezo de azafrán - dijo él en un tono muy amable... - ¿Cuál es el ingrediente secreto que utiliza?

-      Si te lo dijera, ya no sería secreto, ¿verdad? - dijo Sasuke mientras salteaba un poco de verduras picadas.

-      Es cierto - dijo Naruto entre risitas

Sasuke estaba a pocos pasos de la estación del rubio, así que se cruzaron varias veces en el transcurso del día. El pelinegro se encontraba cocinando una sopa de cebolla, cuando Naruto se le atravesó frente a él, para tomar una especie.

-      Necesito eneldo - dijo Naruto sonriendo.

Los rostros de ambos quedaron uno muy cerca del otro. Sasuke se quedó perplejo, y por inercia se acercó más a los carnosos labios del rubio, pero éste último se alejó para agregarle la especia a una preparación de albóndigas. Al pelinegro se le agolpó el calor en las mejillas. Bajó la mirada, y siguió preparando la sopa.

-      Ino - dijo Sasuke - Pásame dos platos hondos, por favor.

-      Oui, Chef - obedeció la rubia

Ino dejó los platos en la barra de servicio. Sasuke tomó una pequeña olla por el mango. Se acercó donde se encontraban los platos y vertió delicadamente el contenido sobre ellas.

-      Chef - Naruto se encontraba detrás de él y antes de que pudiera reaccionar, colocó un pequeño ramillete de albahaca debajo de la nariz del pelinegro

-      ¡Ah, qué bien huele! - dijo Sasuke en un suspiro. Volteó hacia donde el rubio, estaba sonriendo de una manera angelical. Sasuke no quiso resistirse más y se acercó a los rosáceos labios del rubio...

 

Notas finales:

Bueno, ya es todo por hoy, mis querid@s yaoistas!^^

Espero que les haya gustado, pronto lo continuaré para todos los que sigan aquí^^

Sayonara, Datte bayo!

Yoko


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