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Y que sucedió a la mañana siguiente... por gomensai

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Notas del fanfic:

Siento el retraso al publicar esta continuación de Feliz Navidad, Hebi. Pero es que entre el trabajo y la especialización de la carrera he ido de culo (perdón por la expresión), sólo deciros que había días que tenía 5 trabajos para entregar, además de las lecturas, ir a clases y combinarlo con el trabajo de la empresa...Vamos, ¡un caos! Pero bueno, aqui lo tenéis y además la proxima semana colgaré el extra, que esta acabado y sólo me falta el lemon.

 

Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto.

 

FIC DEDICADO A KAJI, POR SER LA ÚNICA QUE ACERTO QUIEN ERA EL NINJA NOEL. A l@s dem@s lectores, gracias por seguir mis chorradas y espero que os riáis mucho con esta continuación.

 

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¿Y que sucedió a la mañana siguiente?

 

(Segunda parte de ¡Feliz Navidad, Hebi!, para saber que les sucede a los personajes después de esa noche de locuras...)

 

Estaba en esa cama que no era la propia descansando, estaba a punto de amanecer, de pronto le vino un poco de olor a chamuscado y un fogonazo, abrió los ojos alarmado...

- ¡Que! ¡Pero que...si yo...si estaba...- Momento de análisis máximo, con un gran esfuerzo por su parte.- ¿Ahora estoy en mi casa?

- Hola

Se giro hacia la voz, a ese tío le conocía...

- Eres...¿el elfo?

- Pues si, que listo eres...Va a amanecer pronto y por tu gran labor como Papa Noel te vengo a entregar tu regalo. ¿Que quieres?

- Yo...yo...quiero a...- Imagen mental de lo que queria el ninja

- ¡Ah! Ya comprendo. Pobrecillo, sesión triple o vete tu a saber, en unas pocas horas...- El elfo en realidad se ‘relamía’ de gusto, la verdad es que esa noche había sido muy provechosa para él.- Pero no te preocupes, en cuanto el primer rayo de sol despunte lo tendrás aquí.

- ¿Cómo le ha ido a Sasuke?

- Pues la verdad es que muy bien, los dos son unos fieras...- “¡Y yo me haré rico!”- Si quieres tengo los vídeos aquí y por una módica cantidad serán tuyos.

- ¿Tienes vídeos de eso?

- Pues claro, no gano para nada con éste cutre trabajo de elfo, por si no te habías dado cuenta Papa Noel es lo más tacaño que te puedas hechar en la cara. El otro día intento pagar un mísero bocata con los billetes del Monopoli y los más fuerte ¡es que era el regalo de un niño!.

- ¿Monopoli?.- el ninja no sabía que narices era eso.

- Son billetes de papel...Pero como te decía, que no gano ni para un chicle, así que tengo una productora de pelis porno. Y la que filme ayer se llamara: “Brockback ninja” y te puedo asegurar que será un bombazo en ventas.

“Jo, jo, jo...¡me voy a forrar con las fans del Sasunaru! y ¡encima en calidad HD! y ¡sin censuras!, como tiene que ser”

El ninja veía al elfo que tenía los ojos perdidos y estaba empezando a baber.

“Quizás esta pensando en las imágenes que vio ayer”. De pronto el elfo siguiendo el filo de sus ideas se giró a mirar al ninja, éste por instinto se apartó y para no despertar sospechas le sonrió.

Pensamiento del elfo: “Con este también me puedo forrar, no es nada feo, aunque tiene cara de atontado...bueno, en éste negocio la cara es lo de menos...Jojojo, préparate mercado negro del yaoi, dos filmes en un sólo día.”

-Por cierto, antes de que se me olvide, tienes que devolverme el traje de Papa Noel...Es que no tenemos para comprar otro, ya no lo fabrican.

- Por supuesto.- el ninja se quito el traje y quedó con su vestimenta habitual.

- Bueno espero que disfrutes tu regalo, yo me marcho a preparar las cintas para grabar...quiero decir, me voy a ayudar en los regalos para el próximo año.- Y tal como había venido el ninja por arte de magia, se fue el elfo.

 

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En alguna parte, tirado por el suelo, de alguna taberna cualquiera de un pueblucho de mala muerte.

 

- ¿Y este tio?.- Decía el tío que le tocaba barrer el suelo, intentando limpiar el local después de una noche loca.

- ¡Cariño no lo toques, que te transmitirá pitufismo gigantil!- Decía la mujer del barrendero mirando con asco a un hombre muy grande que estaba tirado por el suelo, hasta aqui las cosas podrían ser normales, el día a día vamos; pero lo extraño es que ese hombre era azul, ¡Azul como los pitufos!, pero lo que tenía claro la señora era que los pitufos no levantaban un palmo del suelo y en cambio el que tenía allí era inmenso.

- Que no mujer..., que no es un pitufo, más bien parece un pescado, quizás es de la familia de los atúnes.- Dicho esto siguió con la limpieza del lugar. Cogió al tipo azul, con unos guantes por si acaso, y arrastrandolo como pudo lo hecho por la puerta trasera.

 

Con el golpe Kisame despertó de su borrachera, de la que aún no se había recuperado, y intento recordar porqué estaba allí, pero como aún va pedo no recuerda nada.

 

FLASH BACK

 

Kisame llegó a esa taberna, por el camino había oido hablar muy bien de ella...¡no!, la verdad es que tenía prisa por gastarse toda la pasta, por si ésta desaparecia por la mañana y ese era el único lugar que había encontrado.

Al entrar pudo ver que no era nada del otro mundo, pero que servian bebida y había posibilidad de llevarse al huerto a alguna de las chicas que había allí.

Kisame bebió un trago trás otro y a la quinta copa ya iba más borracho que una cuba, porqué la verdad es que eso de beber alcohol auténtico no era algo a lo que estubiera acostumbrado. (La verdad es que Kakuzu, además de hacer botellón con Kisame también rebajaba el alcohol con agua para que aún le saliera más barato y le durara más).

Todo borracho se hacerco a una mujer que había por allí, o eso esperaba que fuera porqué la verdad es que no veía nada por la cogorza que llevaba encima.

- Oye guappa, ...hip...¿quieges bebel... conmijjo y lueg hip... nof... vamosh... a hechar una canitaaaa... al ai...re...?

No hubó respuesta.

- Me... tomagé... tu shilencio ...como un sh...i.- Girandose al tabernero.- Dosh copitash  hip másh de lo másh fuerrrrrrrtte....ue tengasshh...hip.

Dos copas más le llegaron a Kisame, el tabernero no sabía porque quería dos, pero bueno, el tío las pagaba y eso era todo lo que contaba y le serviria hasta que se desmayara, por algo el lema del local era: “Beber hasta caer”.

Kisame cogió las dos copas y le pasó a la posible chica su copa.

- To...hip...ma   juapaaaa, tu copixuellllllaa.- Le alargó la copa y ésta cayó al suelo. Kisame pensó: “A essshta me la benefijio segurrrriiiiisshhhimoooo”.

Se bebió de un trago su bebida, aunque por ir tan trompa la mitad se le cayó del baso ensuciandose toda la capa de Akatsuki, y se acercó a la presumiblemente bella chica.

- Oy...e  shabiashh que eresh prefiosha hip.- Le paso un dedo por el pelo.- Y tie...eneshh un peloo azxulll prejjioshoooo hip...

La chica no se quejaba ante los avances del pescado de Akatsuki. Así que harto de que nunca pillara nada, decidió lanzarse a la yugular. Y besó a la presunta chica.

“Eshta tia shabe un poco rarrrrroooo, perrro buenosh por una vesssss que lijjjooo”. Y siguió morreandose con la preciosa mujer, que seguramente era corta de vista o...

- ¿Eh, Kaji, ese tio se esta morreando con la fregona o es que estoy demasiado borracho?

- No macho, estas viendo bien.- Decía el tabernero a un parroquiano que iba siempre a la taberna.- Pero bueno...no veo que ella se queje. Jajajajajaja

- Jajajajajaja

Y siguieron con lo suyo. Ni que decir que Kisame no pudo acabar de beneficiarse a la tímida fregona, para suerte de ésta, pues al cabo de un momento cayó al suelo dormido, y allí se quedó.

 

FIN DEL FLASH BACK

 

 

- Vaya pedo que llevo encima, bebí tanto que aún estoy borracho.- Decia Kisame medió sentandose. Los rayos del sol empezaron a despuntar, estaba amaneciendo.

De pronto ante sus ojos se formó una gran esfera de luz y con ella apareció algo.

- Hay va, si eres tu, mi querida Samehada

- Gigigigigi.- Saludaba la espada a su dueño, aunque no muy convencida, pues la verdad es que tubo una gran noche...

- Pero que raro...- Decia Kisame poniendo gran cara de concentración e intentando fijar su vista en la gran espada.- Juraria que antes sólo tenía una espada. ¿Samehada por qué ahora soys dos? ¿Que has estado haciendo a mis espaldas? ¿Dime quien me ha hecho tio que le corto las castañuelas?

 A Samehada le caia una gota “por la cabeza”, no porqué no hubiera estado haciendo marranadas, sino porqué las espadas no se multiplicaban: “¿Cómo puedo tener un dueño tan tonto?”

- Bueno da igual, así tengo dos por el precio de una.- Decía un Kisame muy emocionado “Si lo llego a saber, la dejó antes...”- Espera un momento, si una espada ya es pesada...dos será el doble de peso.

Kisame se hundió en la tristeza, cerró los ojos y prefirió seguir durmiendo, más adelante cuando se le pasara la borrachera ya pensaria con mayor claridad. Samehada por su parte también se quedó dormida a su lado, la verdad es que necesitaba un buen sueño reparador después de una noche loca...

 

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En la guarida supersecreta de Sasuke, ...si, esa donde hay el cartel... En la habitación de cierto chico con el pelo blanco. (Momentos antes de amanecer)

 

- Si...así se hace....Más gruesa Samehada.....Aaaahhhh.- Y con un gran gemido Suigetsu se volvió a correr.

- Gi....gii...- La espada a su lado también reposaba después de toda una noche de sexo duro y loco con el peliblanco. La verdad es que aunque cansada, estaba satisfecha pues con Kisame nunca podía dejar salir su lado más sensual y salvaje.

Lo cierto es que esa era la primera vez que hacia estas cosas, pero...no tenía nada de malo, después de todo ya hacia tiempo que era una espada adulta y ella también tenía ganas de experimentar en el terreno sexual, cosa que Kisame nunca le dejaba. “Seguro que tiene envidia de que yo ligaria más que él. En cuanto tenga la oportunidad abandonaré al frígido de Kisame...”. Pensaba la espada.

- Dios, vaya...noche...- Suigetsu intentaba normalizar la respiración. La verdad es que esa noche no habían parado, tanto él como la espada habían liberado sus instintos mas salvajes.

-Cuando estemos juntos....Imagínate cuando estemos juntos, Samehada.

- Gigigi.- Corroboraba ella a su lado.

Los primeros rayos de sol se colaron por la ventana, justo en el momento que el chico volvía a inclinarse sobre la espada, ésta desapareció en un ¡Puff!

- ¡NOOOOO! ¡Samehada!- Pero no había nada que hacer, su querida y gruesa espada había desaparecido. Suigetsu se hundió en la tristeza...

 

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En otra habitación de la misma mansión... Esta vez en el cuarto de Juugo...

 

- Arf...Arf...

Juugo intentaba normalizar la respiración, pues en el momento en que Kimimaro, en ese cuerpo prestado, había aceptado que moriria al amanecer de nuevo, se había decidido a aprovechar al máximo todo el tiempo juntos. ¿Haciendo qué?

Pues haciendo el amor con su gran amigo Juugo, y que decir que había descargado toda su frustración avanzada, por una segunda muerte, en él. Bueno eso... y el hecho de que amaba al pelirrojo y quería demostrarle todo su amor.

Pero ahora los rayos de sol habían salido y Kimimaro había desaparecido para morir otra vez. Ahora Juugo volvía a estar sin su gran amor...pero almenos no estaba sólo, tenía a Hebi a su lado.

Y ni que decir que estaba demasiado agotado como para lamentar la muerte de su amante, otra vez, vamos si ni siquiera podía moverse...

 

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Y seguimos en la guarida secreta de Hebi, esta vez en la habitación de cierto azabache...

 

- Mmmm.- Ronroneaba Sasuke por la cómodidad de dormir abrazado a un cálido rubio.

Habían pasado una fántastica noche, llena de pasión y lo único que lamentaba es que faltará tan poco tiempo para el amanecer.

- Esto...se resolvería si volvieras, teme.- Decía un rubio medio adormilado a su lado.

-¿Qué?- Pregunto Sasuke abriendo mínimamente un ojo.

- Que si volvieras a Konoha, podríamos repetir esto a menudo. O mejor dicho...cada noche.- Deciá el rubio pegandose a él de manera tentadora.

- ¿Cómo sabías que estaba...?- El Uchiha también movió las caderas, dejandose tentar

- Porque te conozco, baka.- Naruto giró para besar a su amante oscuro.

Los rayos de sol entraron por la ventana, iluminando la figura del rubio, sus ojos brillaron con intensidad.

- Creo que esto es la despedida, Sasuke.- Dijo Naruto con voz triste. Su figura empezó a iluminarse y de pronto...desapareció.

-Adios...usuratonkachi.- ¿Estaba triste por la marcha de su rubio? La respuesta era si.- Tengo que hacer algo para remediarlo.

Sasuke se puso en pie, con una nueva determinación en mente: acabar cuanto antes con Itachi, para volver a estar con el dobe. Si, la verdad es que las palabras y proposiciones indecorosas de Naruto lo habían tentado.

Fue a su armario y cogió ropa para ponerse en camino, preparó todo lo necesario para ocuparse de su hermano y salió de la habitación, con unos sellos se transporto al recibidor de la mansión.

- Suigetsu, Juugo, Karin, poneos en marcha es hora de cumplir nuestro propósito.-Llamó a sus secuaces y esperó a que aparecieran.

Esperó...esperó...y siguió esperando, nadie aparecia.

 

- ¡SUIGESTU, JUUGO, KARIN, QUE NOS VAMOS!- Alzó la voz.

 

Y volvió a esperar, seguían sin aparecer.

 

- ¡SUIGESTU, JUUGO, KARIN, VENID AQUI AHORA MISMO. QUE NOS VAMOS DE MISIÓN, COÑO!- Gritó a pleno pulmón.

 

Al cabo de media hora, apareció una mancha de agua en el suelo que se iba desplazando hasta llegar delante de él, donde empezó a tomar forma lentamente. Al final tenía delante suyo a Suigetsu, con una cara de tristeza total.

- ¡Snif!...Samehada....snif.- Lloraba desconsoladamente, mientras unos grandes lágrimones caían de sus ojos.- ¡Buuuaaa! Sasuke...

Y se lanzó a sus brazos llorando a moco tendido. El azabache no sabía que cara poner, lo llevó a una silla y lo dejó sentado con un aura oscura a su alrededor.

- Genial, uno con depresión...¡JUUGO, KARIN! Sólo iremos tres de misión, que le vamos a hacer...

 

Después de mucho esperar, vió que algo bajaba por las escaleras, bueno más bien se arrastraba, y como una oruga llegó a sus pies.

- Ya...ya....arf...estoy aquí...arf...Sasuke.- Juugo hablaba como podía porqué estaba que ni se aguantaba, de hecho estaba afónico de tanto gritar de placer durante toda la noche.

- ¿Y si te levantaras?- Decía un Sasuke con un tic en la ceja izquierda.

- Es...es que no puedo...Mi regalo fue muy efusivo y hoy no me puedo ni mover.- Decía un Juugo todo tomate por la vergüenza de tener que contarle aquello a su líder.

“Vaya panda de incompetentes...”

- No me imaginaba esto de ti, Juugo-chan.- Decía el Uchiha con ironía, su tic en la ceja había aumentado.-Genial, uno no puede venir porqué llora como una magdalena por una espada-consoladora, el otro por agotamiento físico de tanto sexo. Que le vamos a hacer...¡KARIN, VENGA QUE NOS VAMOS!.

“Supongo que me servira de algo. Además el deber es el deber, tengo que matar a Itachi con urgencia para poder ponerle las manos encima...y lo que no son las manos, a Naruto. ¿Cómo puedo haber estado tantos años sin mojar el churro?”

 

Pero Sasuke esperó y esperó, y Karin no aparecía. Así que ansioso por cumplir con la venganza de su clan, fue a su habitación. Abrió la luz y...no estaba, lo único que había allí eran miles de fotos de él. Él entrenando, él comiendo, él bebiendo, él desnudo...Un momento, ¿Cómo coño le había hecho esa foto? Pero si estaba en cueros y se le veía todo, y encima tenía dos, una con visión trasera y otra delantera...Se acercó más a ver las fotos e izó un movimiento de ceja apreciativo, ¡menudo tamaño!...¡si señor!...Por eso Naruto gemía como un loco.

- Pero que bueno estoy, es un pecado ser así...- Y dicho esto, y por supuesto quemando todas las fotos con una técnica katon, pues vete tu a saber que haría esa pervertida con sus imágenes, se marchó a la planta baja.

- ¿Donde coño estará esa tía? ¡Tsk! Menudo grupo de mierda he ido a formar, ya tenía razón Orochimaru en teneros alejados de su lado.

 

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En una dulce y romántica cueva..., un nidito de amor...vamos.

 

Los rayos del sol empezaron a penetrar dentro de la oscuridad, revelando los ocupantes de su interior.

- ¡Atchús!- estornudaba una chica que se encontraba desnuda en la fría piedra. Cosa que no notó anoche...

- Eso es que estan hablando de ti.- dijo una despreocupada voz masculina a su lado.

Karin se giró alarmada al oirla, aunque después se relajó o más bien dicho, se excitó sólo de ver al pedazo moreno que estaba a su lado, desnudo, con su largo pelo todo suelto y despeinado.

- Groar.- Rugió de gusto. Acercó su mano al brazo del chico y le pellizco.

- ¡Auch! ¿Qué narices haces?

- Es que estaba comprobando que fueras real. Nunca me había levantado al lado de semejante semental...- Poniendo voz sexy.

- Bueno, yo tampoco quería, no eres mi tipo..., aunque se ha de reconocer que en la cama no estas tan mal.- Dijo Itachi.- Sólo para pasar el rato y cuando no hay nadie mejor cerca.- Añadió más bajito para que no le oyera la chiflada esa.

Pues si, Karin había conseguido atrapar, o más bien dicho, acorralar a Itachi en esa cueva. Y al hacerlo se lanzó a por él. Y aunque Itachi se resistió todo lo que pudo, al final pensó: “Que narices...Me lo monto con esta lapa, que hace tiempo que no me tiro a nadie y así yo me desahogo. Y por la mañana ya me desinfectaré bien con lejía.”.

Así que al final, se había rendido a su destino y había descubierto que la lapa era una fiera en la cama, seguramente por lo deseperada que iba. Se estiró todo lo largo que era y se levantó dispuesto a irse, aunque algo se le agarró a los pies.

- Itachi-kun.- Dijo Karin con su “voz sexy” y poniendo morritos.- ¿No quieres repetir?

- ¡NO! Quiero decir, no. Tengo que irme ya y tu también.- Itachi, no queria volver a repetir la experiencia, la verdad es que había cosas en la vida que con probarlas una vez bastaban, y esa era una de ellas. Además ahora ya había calmado su calentura.

- ¿Por qué?- Decía ella con ojitos de cordero degollado

“Esta no me la quito de encima...Vamos Itachi piensa, que tu eras el hermano listo...” Al Uchiha mayor se le encendió la bombilla.

- Tienes que irte, Sasuke te estara buscando y seguramente estara lleno de amor por ti, aunque se haga el díficil te quiere...

Karin cogió su ropa y se fue tan rápido que a su paso levantaba una estela de humo.

- ¡Ja! Te la devuelvo hermano...Esto si que será una venganza...- Reía Itachi sólo de imaginarse al tonto de su hermano siendo perseguido por la lapa.

Después de vestirse se puso en camino, aún le faltaba buscar al idiota de Kisame, de ese también se tenía que vengar por no invitarle a bebida y a mujeres de verdad... Ciertamente esto de las venganzas era una actividad entretenida, ahora comprendia porqué a su hermano le gustaba tanto.

 

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Otra vez donde empezamos...o sea en Konoha, más concretamente en la habitación del ninja...

 

Una luz iluminó el lugar dejando enmedio de la sala a un chico, más concretamente un chico rubio de piel morena que parecia haber ido a la guerra, pues toda su ropa colgaba hecha jirones de sus brazos y piernas.

- No sabia que Sasuke fuera tan salvaje...- le dijo el ninja al rubio.

Naruto se giro al oir aquella voz tan conocida.

-¿Sai?.- Momento de incredulidad por parte del rubio, ¿Que narices hacía en casa del pintor? Aunque quizás le tendría que hacer otra pregunta a su compañero de equipo, pensó sonrojándose.- ¿Cómo sabes que ha sido Sasuke, quien me ha dejado así?

Naruto estaba rojo a más no poder, pues era evidente que su estado no había sido fruto de una pelea, bueno quizás la ropa colaría que se la había roto luchando, pero lo delataba las millares de muestras de pasión que recorrían su bronceado cuerpo. Y entre las menos evidentes estaban los chupetones...

- Muy fácil, Naruto.- Dijo Sai poniendo su sonrisa falsa, que le daba aspecto de atontado.- Yo era el sustituto de Papa Noel y quien le entregó los regalos a Sasuke y su grupo...

El rubio infló sus cachetes, al cabrearse un poco. “Así que por éste motivo aparecí de repente en la habitación de Sasuke. Y aunque no ha estado nada mal, me habrían podido consultar...”

- ¿ Y que hago en tu habitación?

- ¡Muy fácil!....¡Eres mi regalo!.- Sai vió la cara del zorrito que era de no entender nada de lo que le decían.- Verás Naruto-kun, mi recompensa por ser Papa Noel durante una noche, era un regalo, el que yo quisiera....Y ese eres tu.

-¿Para que querías que fuera tu regalo? Si ya somos amigos.- Naruto estaba desconcertado.- ¿Me puedes prestar algo de ropa?

- Quiero hacer contigo lo mismo que ha hecho Sasuke.- Naruto abrió los ojos alarmado.- Y para eso no necesitamos ropa...

Sai se iba acercando a Naruto, mientras le iba recorriendo el cuerpo con mirada lasciva, aunque eso si, sin quitar la falsa sonrisa, “Una sonrisa mantiene tranquila a la gente” Pensaba el pintor.

- Eso no puede ser Sai, somos amigos...- Intentaba razonar el rubio.

- También lo eres con Sasuke-kun.

- Pero con él es diferente....- Naruto veía que Sai en vez de detenerse seguía avanzando con decisión hacía él.- Además...¡NO ME VOY A ACOSTAR CONTIGO!.- Chilló plantándose firme.

- ¡Si, tienes que hacerlo!...Después de todo eres mi regalo, es tu obligación y hasta que no lo hagas no te podrás ir porqué estas ligado con un contrato mágico. Además cada vez más, irás sintiendo la necesidad de acostarte conmigo y al final caeras...La mágia de los regalos es muy poderosa.

- ¿De verdad?- Naruto estaba incrédulo.

- Si, me lo contó el elfo que me contrató.- Sai volvió a sonreír, había ganado.- ¿Por qué te piensas que tenías esa necesidad de acostarte con Sasuke? Piénsalo Naruto, de otra manera al veros te habrías puesto a chillarle que volviera, pero no habríais llegado a tener ese tipo de intimidad...

El rubio estaba cabreado. Sai tenía razón. Es verdad que le gustaba Sasuke, pero él no era tan lanzado como para tirarse a devorarle el cuello y otras cosas, con el tiempo si que se habría atrevido, sobretodo si el Uchiha estubiera en la aldea y hubieran fortalecido su relación, pero no en ese momento, después de años sin verse. “Aunque eso no quita que me lo pase en grande...Y que ahora si que repetiria de nuevo. ¡Mierda!, no tengo que pensar en eso, me estoy volviendo a calentar”. Pero ya era tarde para el rubio, la calentura volvía a estar allí. “Mierda...es pensar en Sasuke y ponerme a mil.”.

-¿Y bien, Naruto?.- Decía Sai, mirando el pene del rubio que estaba despertando. A su entender seguía siendo pequeño, pero bueno, para lo que tenía pensado, Naruto no haría mucho con él, además lo que le interesaba era ese pedazo trasero que se gastaba el zorrito.

Naruto miró a Sai, no tenía otra salida, además ahora ya estaba caliente y necesitaba calmarse con algo.

-Esta bien, Sai. Tu ganas.- El pintor se desnudo al momento, se notaba que tenía prisa, de hecho su miembro ya estaba despierto y tenía un buen tamaño, se había de reconocer. “Pero no gana a Sasuke...”

Sai se acercó decidido al rubio, éste a su vez se estaba dirigiendo a la cama del chico. Notaba la mirada del pintor en su cuerpo, recorriendolo con lujuría.

“Se lo que quieres Sai, pero no será como tu crees...”. Naruto sonrío con malícia. “Con Sasuke no he podido desquitarme, pero...”

Y justo cuando Sai se iba a lanzar sobre el rubio para ser el seme, Naruto izó un rápido movimiento invirtiendo las posiciones.

- Pero...¿pero qué....?- Sai estaba estupefacto, él era quien sería el dominante y no al revés.- ¿Qué haces Naruto...?

- Acostarme contigo, Sai. ¿No era eso lo que querías?.- Decía Naruto acabando de atar las manos de Sai a su espalda. Éste estaba bocaabajo encima del colchón.

- Pero yo iba a ser el dominante...- El pintor tubó que poner la cara de lado para poder hablar y respirar. Empezó a sudar de los nerviós. Eso no era lo que había deseado...

-En ningún momento me lo has dejado claro...- Naruto sabía que había ganado.

“¡Mierda! Es verdad, sólo le dije al elfo que quería a tener sexo con Naruto, pero no dije que quería ser yo el dominante”

Naruto rió, y le dió tres dedos a Sai para que los chupara, más esto se nego a abrir la boca, tenía demasiado trabajo a quejarse de que no había derecho...Así que el rubio le agarro el miembro y comenzó a masturbarle.

- Ahh.- Abrió la boca para gemir. Y fue ese momento que Naruto le coló los dedos.

El moreno estaba tan entretenido con la masturbación de su miembro, que empezó a chuparlos sin darse cuenta. El rubio se los sacó de la boca. Y rápidamente, antes de que Sai se diera cuenta de lo que sucedia, le coló uno en su entrada.

- Joder.- Se quejó el moreno por la intromisión.- Esto es incómodo, sácalo.

- Relájate, y esto se pasará enseguida. Es normal...Y lo digo por experiencia propia.

Sai, se resignó a hacer caso al rubio, después de todo probar cosas nuevas no estaba tan mal. “De hecho, desde que le hago caso a Naruto, estoy mucho mejor...”. Así que se dejó llevar y se relajó, y empezó a notar todas los estimulos que le daba el rubio.

- Mmmmm....sí.- “Esto no esta nada mal...es una sensación bastante agradable...”. 

Sus caderas empezaron a moverse buscando mayor contacto. Así que Naruto coló un segundo dedo y al cabo de unos instantes el tercero. Sai movia aún de manera más insistente las caderas, un agradable hormigueó le recorría toda la columna, y la estimulación le llegaba desde dos puntos distintos, su estómago empezó a tensarse, se iba a correr... “Mierda...no quiero terminar tan rápido...” Pero no tubo tiempo de acabar de pensarlo cuando un gran orgasmo le vino de golpe, tensando toda la musculatura de su cuerpo, en una sensación dolorosa y a la vez placentera.

Naruto, dejo descansar a Sai lo mínimo, sólo para que recuperase un poco la respiración. Y enseguida, antes de que el efecto placentero del orgasmo se le pasase, quitó los dedos de su interior, le levantó más la cadera y lo penetró.

 

- ¡AGH!- Se quejó Sai por la intromisión...“Eso a dolido...”- Que bruto eres...arf...

 

El rubio se quedó quieto...aunque era algo que le costaba, se notaba tan apretado por la musculatura interna del pintor, era una sensación maravillosa... “Aunque me sigue gustando más que Sasuke me lo haga a mi...”

Naruto acarició la espalda de Sai, para relajarle, no pensaba besarlo, eso lo reservaba para el Uchiha. Ante las suaves e insistentes caricias, Sai se fue relajando...Con lo cual el rubio pudo empezar con las penetraciones.

- Si...mmmm...más fuerte, Na...ruto...- Sai se estaba excitando de nuevo, su miembro volvía a cobrar vida. Y era algo normal, pues lo que estaba sintiendo ahora...era tan, tan...no tenía palabras para explicarlo pues nunca había sentido nada así. El placer le desbordaba, pensaba que se desmayaría de tanto placer, pero incluso así ansiaba sentir más. Se hundió más para poder tener el trasero más levantado y permitirle una mayor porfundidad de penetración al rubio. Y funcionó.

- ¡SI!.- Chilló el pintor, pues al hacerlo más profundo, el rubio había dado en un punto que le provocó mayor placer.

- Mmmm.- Dios...Sai se la apretaba cada vez que daba en ese punto que le hacía chillar como un loco. Si seguían así no iba a durar mucho más...

Naruto empezó de nuevo a masturbar a Sai, éste frente a los estímulos que le proporcionaba con la mano, además de las estocadas, movía la cadera como un loco, buscando más contacto en los dos lados.

El rubio lo estaba matando, tanto placer no podía ser bueno para el cuerpo y además él no podía hacer nada, pues sus manos continuaban atadas. Con tanta estimulación notaba que estaba a punto de volver a correrse. Apreto fuerte la musculatura de su bajo vientre intentando retrasar su orgasmo.

- ¡SAI!...arf.....- Esa presión...esa placentera presión sólo había conseguido aumentar más su placer y hacer que le faltará poco para llegar. Así que buscando su orgasmo, Naruto aumento el ritmo y la potencia en sus embestidas.

- Así...mmm.- Sai gemía como un poseso y notaba que al rubio también le faltaba poco, esas eran las embestidas finales. Una vez más el zorrito dió en ese punto que le hacía perder la cabeza y Sai ya no aguantó más. Con un fuerte gemido expulsó su semen por encima de las sábanas. Toda su musculatura se había tensado y le recorrían pequeños calambres por todo el cuerpo.

Naruto le siguió, terminando dentro del pintor. Y agotado se dejó caer sobre su nuevo compañero de equipo, al que le fallaron las piernas, cayendo los dos encima de la cama. En cuanto hubó recuperado la respiración, el rubio salió con cuidado del interior de su amigo y se levantó.

- ¿Qué Sai, se ha cumplido tu deseo?

- No como yo tenía pensado...pero si...- “¿Cómo se puede recuperar tan rápido? Si yo estoy que ni me puedo mover...”

-¿Me prestas algo de ropa, para poder irme a mi casa?- Naruto recorría con la mirada el cuarto buscando una posible fuente de ropa.

- Esta allí en ese armario de la derecha...- Le informó el pintor desde la cama

Naruto cogió unos pantalones y una camiseta de manga corta negra y se los puso.

- ¡Uff! Estoy agotado, me voy a casa a descansar. Esto que ha pasado queda entre nosotros.

 Y sin más se fue por la puerta.

- Esto...- Pero era demasiado tarde, el otro ya se había ido.- ...sigo atado...

 

Naruto llegó a su casa, se metió en la ducha...que al pobre ya le tocaba..., se puso su pijama con su gorrito y se fue a dormir. “Estoy cansadisimo, y la verdad es que he pasado una noche movidita. Y la mañana, aunque menos intensa, también ha sido agotadora.” Y sin más pensamientos en su cabeza se durmió, soñando en un guapo moreno de ojos negros y carácter orgulloso y chulito, con lo cual alguna que otra erección tuvo durante la noche.

 

En cambio en casa de otro moreno, no lo estaba pasando tan bien.

- No me puedo desatar...Desde cuando Naruto sabe hacer tan buenos nudos.

- ¿Sai? ¿Estas ahí?.- Decía entrando por la puerta el capitán Yamato.

Al ver a Sai desnudo, con el torso enganchado en el colchón y el culo levantado, por intentar incorporarse sin éxito, y encima con muestras de placer por el cuerpo, le empezó a sangrar la nariz y a cambiar la mirada.

- Capitán Yamato, ¿me puede desatar?

No hubo respuesta, aunque el ninja se empezó a acercar.

- ¿Capitán?.- Éste empezó a quitarse la ropa.- ¿Qué hace?

Yamato se tira encima de Sai, con claras intenciones de violarselo.

- ¡NOOOOO! ¿Por qué a mi? Yo sólo queria beneficiarme al rubio y en cambio he sido yo el penetrado y ahora esto...- Decía Sai mientras intentaba sacarse a Yamato de encima, con lo cual lo único que conseguia era calentarlo más.

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En alguna parte, había alguien siguiendo todo desde la pantalla de televisión que tenía conectada con la cámara que estaba en la habitación de Sai.

 

- Jjojojojo. Ya sabía yo que con éstos de Konoha me forraba...- Decía un elfo que lo veía a la vez que lo grababa mientras se frotaba las manos.

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En otra parte cerca de la casa del Uchiha.

 

- Al final tengo que hacerlo todo yo...estoy rodeado de incompetentes.- Decía Sasuke mientras se iba alejando para llevar a cabo la venganza sobre su hermano.

- ¡SASUKE! ¡SASUKE-KUN!.- Gritaba Karin eufórica de haver encontrado al azabache.

- Ya era hora, almenos servirá de algo.- Se giró para encararla.- Karin nos vamos tu y yo a matar a Ita...

No pudo acabar pues la chica se le tiró encima y empezó a rasgarle la ropa.

- ¿Pero que narices haces, chiflada?

- No te hagas el tímido, Sasukito...- Decía Karin poseída por el espíritu del amor “correspondido”.- Ya me ha dicho tu hermano que me amas, así que podemos saltarnos los preliminares y pasar a la acción ¡GOARR!

Y siguió desnudando a Sasuke como una poseída. Éste por más que lo intentara no podía sacarsela de encima.

- Itachi, cabrón...¡TE MATARÉ!- Siguió forcejeando para que no le quitará la ropa interior y no lo violara allí mismo.- ¡JUUGO, SUIGETSU! QUITADME A ESTA LOCA DE ENCIMA.

 

Sasuke gritaba todo lo que podía pero nadie iba en su ayuda...

 

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Dirigiendose por el camino por el que había deaparecido Kisame.

 

- ¡ATCHÚSSS!¡ ATCHÚS!- Estornudó Itachi. -Sufre hermano, ¡ya te esta bien! JAJAJAJAJA...

 

Y siguió riendo como un poseso durante una buena parte del camino, imaginándose la tortura de su hermano.

 

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En algún lugar de...No importa...

 

Kabuto estaba paseando por allí...no hacía nada, no tenía lugar a donde ir, no encontraba ninguna alma caritativa que lo quisiera adoptar y su infección seguía creciendo. Una infección llamada fealdad por haber absorvido a Orochimaru. Y no había ningún médico que se la quisiera tratar, de hecho él era médico y ni si atrevía a ponerse una mano encima, por si “eso”, se extendía con mayor rapidez.

 

- Que tonto he sido, con lo feo que era Orochimaru y yo me estoy volviendo igual.

 

Se caló la capucha y siguió su camino.

 

 

FIN.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, hasta aqui el final del fic, el extra es el fic desde otro personaje ( las partes iguales no las he puesto pues serian muy pesadas)

 

Gracias por leer.


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