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~ Junto a ti ~ por Tsu Asato

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Notas del capitulo:

Hola Minna!! ~~ intenté no tardarme mucho esta vez y bueno aquí les traigo otro capi!! ^^ 

Gracias a las peticiones de varios de ustedes y a mi mente yaoieska xD hice un capítulo con LEMON por lo que las personas que no gusten de este género les pido esperen el siguiente capi ^^

En fin! Los dejo con el capítulo 11 ~ Disfrútenlo!!!

 

 

Capítulo 11 – Estrellas al amanecer

 

 

Todo ese día había sido tan diferente para ambos shinigamis. Habían tenido muchas sorpresas y tropiezos tanto con personas, agradables y detestables como con los sentimientos que ya desde algún tiempo necesitaban salir del corazón del rubio y los que el shinigami mayor guardaba sin siquiera percatarse de ellos. En fin, todo había resultado positivo.

 

Tanto Hisoka como Tsuzuki podían anticipar que Muraki seguramente planeaba algo, como ya muchas veces antes lo había hecho. Eso les preocupaba a ambos, pero no podían esconder su alegría al encontrarse ahora juntos sabiendo que el otro le correspondía de la misma manera.

 

 

Hisoka sabía de sobra que su pareja pasaría hambre en la noche si no tomaba por lo menos un bocadillo por lo que decidió preparar algo para cenar, así también podrían pasar más tiempo juntos antes de ir a descansar.

 

Tsuzuki tomó entre sus manos el plato vacío mientras lo extendía frente a Hisoka.

 

-       ¿Me das más?

-       No… - contestó en seco mientras terminaba su comida tranquilamente – es el tercer plato, si sigues así no podrás dormir bien.

-       Aah, vamos Hisoka, sólo uno más ¿Si? – Suplicaba Tsuzuki mostrando su peculiar forma chibi de perrito. Permanecieron un momento callados hasta que el menor suspiró y se puso de pie tomando el plato del castaño.

-       Sólo uno más… - se dirigió a servirle más.

-       Gracias Hisoka… En verdad eres un gran chef ~~

-       Convenenciero… - le entregó el plato mientras se ponía a lavar el suyo pues le gustaba tener todo ordenado y limpio.

 

Tsuzuki permanecía comiendo alegremente cuando sus amatistas se posaron sobre Hisoka, recordando ese lindo  y sincero “Te amo” hace unas pocas horas. El menor sintió su mirada y giró su rostro algo sonrojado.

 

-       ¿Qué pasa?..

-       ¡¡Dímelo otra vez!! – respondió Tsuzuki mientras le sonreía.

-       ¿Decirte qué?

-       Que me amas… - respondió para seguir comiendo sin dejar de mirar esas mejillas que cada vez más tomaban un color rojizo que poco a poco cubrirían todo su rostro.

-       ¡N-no tengo porqué repetírtelo! – agregó volviendo a lo suyo.

Tsuzuki terminó por llenar su apetito y sin más se levantó de su sitio para acercarse al menor y besar su mejilla.

-       Yo si puedo decírtelo… Te amo, Hisoka… - dijo tiernamente mientras le tomaba del mentón para rosar sus labios contra los del chico.

Éste al sentirse avergonzado solo desvió su mirada y respondió casi en susurro:

-       Sabes que yo también a ti… Baka…

 

Tsuzuki estaba tan feliz de escuchar esas palabras que no dudó en terminar por posar sus labios sobre los de Hisoka en un profundo beso el cual fue correspondido por el menor quien posó sus manos sobre el pecho de su pareja disfrutando el contacto y la cercanía de  la persona que más amaba en el mundo.

 

Tsuzuki dudaba un poco si podía actuar o no pero se decidió a abrir la cavidad del menor con sus propios labios para dar paso a esa traviesa lengua a la que poco a poco fue correspondiendo Hisoka con suma pena pero dispuesto a transmitir sus sentimientos.

El rubio se encontraba avergonzado por tal acto del mayor pero una cosa era segura, le encantaba y no dejaría ese dulce y a la vez apasionado beso sólo por sentirse apenado.

 

Las manos de Tsuzuki pasaron por su espalda provocándole un suspiro y un escalofrío que le erizó la piel rápidamente provocando que se separara.

Al notar que Hisoka había roto el beso, se preocupó. Tal vez estaba yendo demasiado lejos en su primer día como pareja. Qué egoísta había sido.

 

-       Lo lamento, Hisoka… Lo que menos quiero es hacerte daño. No volveré a hacerlo ¿Me perdonas?-  el de ojos esmeralda sólo le dedicaba una mirada comprensiva y tierna pasando sus manos a las mejillas del mayor.

-        Está bien Tsuzuki… Quiero seguir – respondió dejando a Tsuzuki sorprendido por aquellas palabras. Sabía que Hisoka le amaba pero ¿en verdad quería hacer eso con él? Es decir, con lo que había pasado hace ya tiempo con Muraki…

-       ¿Estás seguro? Puedo esperar todo el tiempo que necesites…

-       Baka, no me hagas repetírtelo… - dijo mostrando su rostro levemente molesto mientras su sonrojo permanecía en sus mejillas. Al percatarse de que Hisoka quería continuar lo tomó en sus brazos y comenzó a caminar -  ¡Aah! ¡Tsuzuki, puedo caminar solo! No…

 

Su boca fue silenciada por los labios de Tsu nuevamente sobre los suyos besándolos ansiosamente mientras sonreía. Hisoka le respondió de inmediato pasando sus brazos sobre el cuello de su pareja mientras se dirigían a la habitación del menor y Tsuzuki lo recostaba en su cama para después quitar su corbata y camisa pues el calor comenzaba a hacerse presente en todo su cuerpo.

 

Hisoka sintió un poco de nervios al ver al mayor tan decidido pero no iba a admitirlo tan fácilmente y mucho menos cuando se trataba de Tsuzuki. Finalmente el castaño se colocó sobre el cuerpo de Hisoka sintiendo cómo ambos corazones latían con fuerza presas de esa nueva experiencia.

 

Tsuzuki volvió a besar esos dulces labios de su niño con toda la pasión que podía mostrarle, mientras que Hisoka posaba sus manos sobre los hombros de éste quien después de unos momentos comenzó a examinar la piel de Hisoka por debajo de su playera, dejando salir unos cuantos suspiros por parte del más joven,

 

Tsuzuki se alejó de su rostro y quitó de un jalón la playera del menor dejándolo aún más apenado que antes. No perdió más tiempo y bajó sus labios al cuello del joven para lamerlo y morderlo suavemente pues a pesar de sus ansias, temía herirlo por lo que procuraba acariciarlo con el mismo cuidado que se merecía.

 

Hisoka se limitaba a dejar salir diferentes y leves sonidos de su boca. No podía compararse los sentimientos que estaban dominándolo con esa furia e impotencia que sintió cuando estaba siendo presa de ese excéntrico doctor. Las manos del rubio pasaron a su espalda acariciándola suavemente mientras  cerraba sus ojos para disfrutar tales sensaciones. Sus cuerpos estaban calentándose rápidamente a causa de las caricias provocadas por los dos y que hipnotizaban a su pareja en un embriagante placer.

 

El castaño bajó por todo el pálido cuello de su pareja hasta llegar a su pecho y comenzar a morder y lamer una de sus tetillas provocando que el menor subiera el volumen de su voz para gemir placenteramente mientras se sostenía de la espalda de su pareja. Tsuzuki vio el momento de comenzar a desabrochar el pantalón de su Hisoka y lo hizo sin dejar de degustar esa dulce y placentera sensación que le dominaba al seguir con sus atenciones.

 

Poco a poco bajó sus pantalones dejándolo con la ropa interior solamente para separarse del menor y posar su frente contra la contraria.

 

-       ¿No te incomoda?

-       No… - dijo un tanto avergonzado por esa mirada tan diferente en Tsuzuki pero que era realmente atractiva para cualquier persona. Simplemente lo hipnotizaba.

-       Te quiero, Hisoka… - dijo dando un suave beso en sus labios.

 

Llevó su mano bajo la prenda íntima de Hisoka para palpar y acariciar suavemente su entrepierna provocando  que un grito lleno de éxtasis saliera de la boca de Hisoka acompañado de leves gemidos que llenaban la oscura habitación con su presencia.

 

A Tsuzuki le parecía tan sensual ver de esa forma al menor. Le encantaba escuchar esas palabras que sonaban como si de un canto de ángeles se tratara. Hisoka había sido su ángel siempre, le había rescatado de su gran obscuridad e inclusive ahora lo hacía el hombre más feliz en todo Meifu.

 

El menor permanecía suspirando fuertemente mientras sus uñas se enterraban en la suave piel del castaño el cual también suspiraba, no tanto por el dolor que le causaba sino por el dolor que se convertía en puro placer a causa de las heridas que sanaban en un dos por tres gracias a su gran capacidad al ser shinigamis.

 

Hisoka no quería quedarse atrás por lo que inició un nuevo beso, perdiendo toda vergüenza presente. Se trataba de Tsuzuki, ¿Por qué debería tener vergüenza frente a él? Se sentía por demás feliz, debía demostrárselo, si no podía decirlo con claridad debía utilizar otra estrategia por lo que también comenzó a desabrochar sus pantalones sin dejar de soltar gemidos a causa de la mano intrusa del mayor.

 

Tsuzuki se sorprendió un poco pero eso mismo le sedujo más y decidió quitar la única prenda que cubría el frágil cuerpo del menor. Se separó de él un poco mientras le acariciaba la mejilla; confiaba en el amor de su pareja pero no quería causarle más daño.

 

-       Puedes decirme si quieres que pare…

-       E-está bien, quiero que me hagas tuyo, Tsuzuki… - respondió apenado por sus palabras pero con toda la sinceridad que sus labios podían exclamar.

-       Bien…

 

Sin más Tsuzuki quitó tanto sus pantalones como su ropa interior dejando a un Hisoka apenado por ver ese hermoso cuerpo que le pertenecía a su pareja, sin embargo no podía evitar sentir el deseo que lo embargaba y que provocaba pensar en que quería sentirlo dentro suyo en ese mismo instante.

 

El castaño tomó las caderas de menor con cuidado para introducir sus dedos en su en su cálida entrada. Veía necesario prepararlo pues no quería lastimarlo mucho, Hisoka se limitaba a soltar nuevamente suspiros cargados de pasión que eran música para los oídos de Tsuzuki.

 

-       Ya… aah… y-ya entra, baka… - agregó con dificultad mientras el menor le sonreía y éste retiraba su dedos del interior del chico.

 

Se acomodó sobre las caderas del menor mientras miraba su bello rostro ruborizado y acalorado, retiró uno de los mechones de su húmedo cabello pues tapaba parte de dicho rostro, besó su frente y comenzó a entrar levemente en él.

 

Hisoka se aferró fuertemente de las cobijas, dejando salir un grito de dolor mientras esperaba acostumbrarse pronto pues en verdad dolía y sus manos comenzaban a temblar. Tsuzuki pudo percatarse de ello por lo que decidió repartir besos en su rostro esperando así calmarlo un poco.

 

-       ¿Estás bien, Hisoka? – preguntó preocupado.

-       S-sí… continúa…

 

Tsuzuki no estaba del todo convencido pero accedió moviéndose suavemente sobre su cuerpo mientras su hombría entraba y salía del interior del menor. Hisoka intentaba parecer más fuerte pero no podía evitarlo y lágrimas comenzaron a salir recorriendo su bello rostro. Tsuzuki recargó su frente contra la contraria de nuevo.

 

-       Te acostumbrarás en poco tiempo…

 

Continuó el nivel en sus envestidas provocando que el menor cerrara sus ojos con fuerza. En efecto el dolor comenzaba desaparecer dando paso a un extraordinario placer recorriendo cada parte de su cuerpo. Tsuzuki estaba agotándose pero su deseo era mucho más fuerte por lo que continuaba con sus movimientos mientras acariciaba la mejilla del menor.

 

-       Te… amo, Tsu… - dijo con dificultad el menor provocando una enorme satisfacción en su pareja.

-        También te amo… Hisoka… - besó sus labios al instante, esta vez de una forma tierna y dulce procurando mostrar ese verdadero sentir que ambos tenían el uno por el otro.

 

Finalmente Hisoka se corrió sobre el abdomen de su pareja y en poco tiempo Tsuzuki fue el que liberó su esencia en el interior del menor, provocando alejarse de su rostro para suspirar gravemente y sonreír después de lo sucedido.

Salió con cuidado de él para dejarse caer a su lado mientras ambos intentaban recuperar el ritmo de su respiración.

 

Ninguno podía describir ese sentimiento tan lindo y la experiencia de haber hecho el amor con la persona que más querían en el mundo.

 

-       ¿Te lastimé? – preguntó Tsuzuki mientras miraba a Hisoka con una leve sonrisa.

-       No… - agregó el menor mientras se recorría y acomodaba en el pecho de su pareja. Tsuzuki comenzó a acariciar su cabello para posteriormente darle un rápido beso en su cabeza y agregar:

-       Gracias, Hisoka… fue magnífico! – el menor avergonzado le dio un pequeño golpe en la frente. – ¡Aaau!  ¿Que no te gusto?

-       ¡Baka! ¡¡No digas ese tipo de cosas!! – reprochaba mientras comenzaba a sentir que el sueño se apoderaba de su ser. Tsuzuki también se encontraba realmente exhausto por lo que al mirar esos adormilados ojos de su niño le susurró al oído.

-       Te amo… descansa Hisoka…

El menor alzó la vista y depositó un rápido beso en sus labios mientras sonreía.

-       También te amo, baka…

 

Y así ambos shinigamis se dejaron dormir en los brazos de Morfeo, dejando así una sonrisa en sus labios por esa experiencia tan inolvidable para ambos.

 

Notas finales:

Weno, espero le haya gustado! Gracias por su tiempo y aprovecho para dar las gracias también a las personas que me han comentado desde un principio! ^^

Nos vemos en el próximo capi ~~ cuidense!!


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