Capítulo 14 – Técnicas prohibidas
Las clases habían terminado hacía unos cuantos minutos. Hisoka se encontraba caminando por los pasillos de la escuela y después de un momento divisó una gran puerta de madera… Obviamente no podía faltar el hecho de ir a visitar la biblioteca y descubrir la gran cantidad de libros que había en ella, con lo mucho que le gustaba leer.
Entró en el lugar mirando que casi estaba vacía. Claro, seguro todos esos estudiantes sólo les importaba el momento en que las clases terminaban, sí que eran inmaduros.
Había gran cantidad de libros, de todo tipo por lo que miraba todos ellos con gran interés. Tomaba algunos en sus manos para hojearlos pero no parecían atraerle como hubiera gustado. Encontró uno de cocina y sonrió, debía extraviarlo antes de que su pareja lo encontrara. Sus pensamientos se perdieron cuando su vista se detuvo en un libro en especial. Un libro negro que tenía en su título letras doradas que decían “El secreto de la vida eterna: Shinigamis”. Realmente no le llamaba mucho la atención ese título, pero tuvo una extraña sensación al momento de tomarlo entre sus manos. Ese libro aguardaba sentimientos de todo tipo, seguro pertenecientes a otras personas.
Comenzó a hojearlo provocándole una enorme sorpresa al examinar su contenido. Sus orbes se abrieron de par en par mientras leía una que otra inscripción, definitivamente lo llevaría a su alcoba para leerlo con detención.
Hisoka se encontraba en la ducha mientras pensaba en aquella presencia que tanto odiaba. De nuevo sólo había logrado ver Muraki, ver su silueta alejándose de él como si nunca hubiera pasado nada, pero eso apenas comenzaba. Era la oportunidad perfecta para vengarse de él pero detestaba que tuviera que ser disimulado en su estadía en el instituto, además de averiguar lo que en realidad tramaba.
Las gotas de agua dejaron de resbalar por su cuerpo unos momentos después de que cerró la llave para tomar su toalla y comenzar a secarse sin borrar esa expresión de ira en su rostro, obviamente no se encontraría tranquilo, teniendo a Muraki viviendo en el mismo edificio que él.
Terminó de secarse para colocar la toalla sobre una silla y comenzar a ponerse su ropa interior. Escuchó que tocaban su puerta pero hizo caso omiso de ello mientras se mantenía hundido en sus pensamientos. No esperaba a nadie y tampoco quería socializar a menos que fuera…
- ¡Hisokaaa! ¿Cómo te ha ido en tu primer día? Ya te extrañaba – el castaño había entrado a la habitación gracias a sus poderes de teletransportación pues ya que el rubio no abría su puerta, decidió cerciorarse de que estaba bien.
Mientras tanto Hisoka le miraba con un aura oscura rodeándole pues estaba apenas cambiándose y Tsuzuki había tomado la iniciativa de entrar a su habitación sin avisar y aún más, descaradamente ahora estaba en su baño… Eso no se quedaría así...
Después de unos minutos Hisoka sacó al mayor del baño de una patada para azotar la puerta sin decir palabra alguna y controlar su ira.
Al caer Tsu al piso, mostró su forma chibi con gran cantidad de lágrimas en sus ojos mientras movía esa colita que tanto le caracterizaba al mismo tiempo que bajaba sus orejitas.
- ¡Pero Hisoka, no he hecho nada malo! –se quejó aún en el suelo haciendo un puchero – no tienes porqué enojarte, somos pareja y vivimos juntos, es normal entrar al baño al mismo tiempo. Además ya te he visto así antes, hasta hicimos “esas cosas” y no tiene nada de malo mientras nos queramos… - hubiera seguido con sus reclamos si no es porque Hisoka ahora estaba listo y después de abrir la puerta del baño dio un golpe en la frente del otro.
- Primero… ¡No debemos mostrar nuestros sentimientos en la escuela, idiota! Si saben de lo nuestro es muy probable que te despidan y a mí que me expulsen, necesitamos permanecer aquí hasta saber lo que Muraki planea; y segundo… ¡ESE TIPO DE COSAS NO SE DICEN EN VOZ ALTA, TSUZUKI! ¡ERES UN PERVERTIDO!– un notable rubor se apoderó de sus mejillas al instante en que gritaba a su compañero.
- ¡Waaaa! ¡¡L-l-lo siento, Hisoka-sama no volverá a ocurrir!! – respondió de inmediato haciéndole unas cuantas reverencias, pues ya sabía cómo se ponía cuando en verdad se enojaba.
Hisoka suspiró, bien conocía a su compañero y sinceramente adoraba que fuera así, solamente que se encontraba tan pensativo en el asunto y recordando el coraje hacia Muraki que sentía, podía desesperarse un poco más de lo normal.
- De acuerdo… y por cierto, respondiendo a tu pregunta, supongo que me fue bien… No hice mucho realmente – respondió ante la primer cuestión de su shinigami. Al escuchar su voz más tranquila y notar que estaba respondiéndole se incorporó para mirarlo cerciorándose de que ya se encontraba bien. Sonrió y pudo contestar:
- Seguro ahora, a parte del más guapo, eres el más inteligente del salón – rió un tanto para sí mismo esperando que Hisoka no se molestara.
- ¡C-cállate, baka! – respondió sonrojado sin mirarle - ¿y a ti qué tal te fue?...
- ¡También estuvo muy bien! He dado clases a tercer año. Al parecer les han gustado mi clases o tal vez sea porque soy irresistible ~ - bromeó acomodando su cabello arrogantemente.
- … Sí, claro… - dijo con cierta molestia pues no le gustaba para nada esa idea – o tal vez solo te están tomando el pelo… - dijo seriamente mientras acomodaba su toalla en el baño con la finalidad de que se secarse.
- ¡Qué cruel eres, Hisoka!… sólo estoy bromeando… - agregó con un puchero para después volver a la realidad, tenían que planear su estrategia por lo que se incorporó para mirarle un tanto serio – Hisoka, ¿qué vamos a hacer en cuanto a Muraki? Me parece que se ha retirado, pues ya han terminado las clases, pero él dijo que investigara en las noches.
- Seguramente es una trampa, pero si es cuándo podremos descubrirlo en el intento debemos venir.
- Es cierto, además… – tomó la mano de su pareja con ternura para sonreírle – si nos protegemos el uno al otro no hay porqué temer.
Hisoka le miró al momento en que la mano de su pareja le tomó la propia y escuchando esas dulces palabras no pudo evitar sonreír levemente.
- Sí, de eso no tengo duda… Por cierto Tsuzuki… - a su mente había venido aquel libro negro que encontró en la biblioteca – Sé que es un cambio drástico del tema pero… Los shinigamis pueden utilizar su energía espiritual en diferentes tipos ¿no es cierto?
- ¿Eh? pues sí… - se quedó un tanto confundido ¿porqué Hisoka se interesaría en ese tema? - ¿porqué lo preguntas?
- Bueno… - miró el libro que se encontraba en la pequeña mesa al lado de su cama. No estaba seguro de cómo reaccionaría Tsuzuki pues la expresión que había puesto anteriormente no parecía muy alegre – bueno, me pasé por la biblioteca y encontré un libro sobre eso, las técnicas del poder espiritual.
Tsuzuki sintió algo de pánico al escuchar tales palabras por lo que sus labios permanecieron intactos al igual que sus amatistas sobre el rostro confundido del rubio.
- … E-eso está prohibido, Hisoka – respondió al fin después de la torturante espera para el menor.
- ¿Prohibido? ¿Y eso por…?
- Es demasiado arriesgado, muy pocos logran controlar su poder espiritual a ese nivel, si llegas a sobrepasarte aunque sea un poco podrías terminar con tu existencia – continuaba hablando seriamente – nosotros estamos hechos de energía espiritual, Hisoka… El sobrepasar nuestro límite o perder el control haría que nuestro cuerpo se desintegrara…
El menor escuchaba con tanta atención como le era posible. Desde un inicio había tenido la meta de estar por lo menos a la misma altura que su compañero, ahora pareja, y aún seguía teniendo ese objetivo, no quería ser una carga para Tsuzuki. Tsuzuki pudo leer sus pensamientos al instante en que miró esas bellas esmeraldas por lo que de inmediato continuó hablando mientras lo tomaba de los hombros.
- ¡No quiero que siquiera pienses en hacerlo, es algo que tú no puedes controlar, es muy peligroso! – al escuchar sus palabras, Hisoka frunció el ceño de inmediato obligándolo a alejarse de él.
- ¡¿Qué no puedo controlarlo?! ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso he dicho que voy a hacerlo? – sus palabras expresaban toda esa molestia que sentía al escuchar lo que su pareja había pronunciado.
- Soy la única persona que en verdad te conoce. No necesitas decírmelo para saber que es lo que quieres, si no quisieras hacerlo no me lo habrías preguntado. - respondió mirándole con preocupación y a la vez aún serio - Entiende Hisoka, te lo digo por tu bien, no quiero perderte por algo como eso… no es necesario…
- … Tú no puedes comprenderlo… Si me conocieras no dirías eso… - dijo con suma molestia mientras se dirigía hacia la puerta principal y la abría rápidamente – tengo que hacer tareas antes de que salgamos a investigar a Muraki, así que será mejor que te vayas..
- Pero Hisoka, no…
- ¡Sólo vete, Tsuzuki! No quiero verte…
A Tsuzuki le dolieron sus palabras. Hisoka no era alguien con quien se pudiera dialogar fácilmente.
- Está bien… nos veremos más tarde… - dijo un tanto triste mientras salía de la habitación del menor con la mirada perdida en sus pasos.
Hisoka no tardó en cerrar la puerta mientras un par de lágrimas se derramaban por sus mejillas, aún dominado por esa ira que le había provocado su compañero pero le demostraría que se equivocaba…
FIN CAP 14