Capítulo 7 – Lazos unidos… ¿cita?
Tsuzuki abrió sus orbes amatistas lentamente ya que la luz del sol comenzaba a asomarse por la ventana dejando entrar el día, un nuevo día. Normalmente Konoe les daba un solo día de descanso si no había algún trabajo imprescindible que debieran realizar pues ya habían hecho más que suficiente la noche anterior.
El shinigami se levantó estirándose vagamente sin abrir los ojos en su totalidad, el solo hecho de pensar que era un día sin trabajo le provocaba aún más pereza se puso de pie y caminó a la salida mirando ya un arreglado y vestido Hisoka salir de su habitación. Llevaba puesto un pantalón de mezclilla, una playera azul de manga larga. Su compañero le miró con paciencia hasta exclamar:
- Era de esperarse de ti, baka… -exclamó ya acostumbrándose de su flojera normal.
- Aún es temprano… -exclamó Tsu caminando escaleras abajo a su lado – puedo cambiarme después.
- No habrá desayuno en pijama…
- ¡¡Pero Hisoka, no tiene nada de malo!! – se defendió preocupado al escuchar tal condición pues no aguantaría mucho sin que el hambre comenzara a rondar en su estómago
- No voy a cambiar de opinión – dijo en seco adentrándose en la cocina y dejando a un shinigami berrinchudo mirándolo con el rostro angustiado.
Sin tener otra opción subió las escaleras y se adentró en su cuarto para buscar su ropa de siempre.
Hisoka muchas veces podía parecer realmente duro e insensible pero bien sabía lo frágil y solitario que se sentía. Había descubierto que tenía pesadillas frecuentemente y eso le parecía algo terrible. ¿Qué podría hacer para que desaparecieran? ¿Para que su compañero pudiera estar tranquilo? Inclusive, sólo con ver una sonrisa…
Tsuzuki sonrió ante tal pensamiento deteniéndose y mirando aquella ropa formal que siempre portaba. Tal vez debía hacer un cambio y sacar a Hisoka para divertirse. Dejó caer su cuerpo en la cama mirando el techo ¿Qué lugares le gustaban? Además de la biblioteca… Permaneció pensativo por unos momentos intentando plantearse algún sitio para aprovechar su día libre al lado de Hisoka. Volvió a guardar aquella ropa formal y en lugar de ella sacó un pantalón también de mezclilla y una playera blanca así como un saco negro pero casual y que lucía realmente cómodo.
Por otro lado Hisoka terminaba el almuerzo, sirviéndolo en dos platos mientras pensaba distraídamente. Tsuzuki era su compañero desde hacía tiempo y aunque quisiera ocultarlo y negárselo no era sólo amistad lo que sentía hacia él, era algo más. Recordar aquel bello rostro del castaño mostrando su sonrisa le provocaba un visible sonrojo en sus mejillas.
No podía ocultarlo más, era la verdad y podía percibir un cálido sentimiento abrazarle, una necesidad enorme de confesarlo se hizo presente en su mente. Sacudió su cabeza, no podría hacerlo seguramente Tsuzuki estaba interesado en alguien más, tenía muchos pretendientes porque simplemente elegiría a su compañero, es más si no llegaba a funcionar su relación s trabajo también se estropearía y debería cambiar de pareja… había muchas cosas que arriesgar…
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el mayor quien bajaba por las escaleras portando una ropa diferente lo cual le llamó la atención al rubio pero decidió no preguntar y sentarse a la mesa comenzando a comer después de las palabras de Tsuzuki.
- Ahora si puedo desayunar, ¿cierto? – preguntó sentándose antes de la respuesta.
- Sí… - respondió sin mirarle y dedicándose a comer.
Hubo un silencio mientras ambos se dedicaban a comer pues Tsuzuki estaba realmente hambriento y Hisoka permanecía dudoso de la elección que debía tomar. Fu entonces que el shinigami castaño rompió el hielo y preguntó algo que sorprendió de gran manera a su compañero.
- Hisoka, ¿Te gustaría salir conmigo? – el nombrado permaneció en silencio pues un notorio sonrojo se apoderó de sus mejillas, no podía creer sus palabras…
- ¿Q-qué dices?...
- Bueno, me pareció que sería buena idea salir un rato… estar en la casa a veces puede ser muy aburrido, además si t soy sincero… quiero pasar más tiempo contigo – respondió con una gran sonrisa dejando al chico muy confundido.
- Pero… ¿porqué?
- Pues quiero conocerte más, Hisoka… ¡¡Waaa!! ¡Te quedó delicioso! – Tsuzuki no estaba muy seguro de porqué tenía miedo de ser rechazado pero una de las razones era porque quería enseñarle un mundo diferente a Hisoka, se la pasaba leyendo, trabajando, no tenía muchos amigos ni salía a divertirse… tal vez le serviría. - ¿Y qué dices?
- Yo… - su mirada fruncida cayó al piso, no podía seguir comiendo estaba demasiado nervioso – más vale que no me estropees el día, baka…
Tsuzuki sonrió pues eso era un sí definitivo, estaba emocionado por salir con Hisoka y tenía el lugar perfecto en mente.
- De acuerdo, en cuanto terminemos saldremos ¡así que prepárate! – dijo guiñando uno de sus amatistas para seguir en su almuerzo hasta terminar satisfecho.
Hisoka perdió el hambre por lo que se decidió a esperar a Tsuzuki.
No esperaba tal situación y no sabía como reaccionar ante tal cosa pero de algo quería disimular ante el mayor, la petición lo hacía muy feliz esperaba pasarlo bien junto a la persona que más le importaba.
Y así en poco tiempo ambos salieron de su hogar caminando lentamente. Tsuzuki mostraba una sonrisa enorme mientras miraba al frente y Hisoka, como siempre, se mostraba frío e indiferente pero por dentro ocultaba su nerviosismo.
- ¿A dónde iremos? – no pudo aguantar más pues la curiosidad lo dominaba.
- Cuando lleguemos lo sabrás… - el menor lo miró con un ceño fruncido pero siguió caminando.
- Aún no comprendo porqué haces estas cosas… - se limitó a sonreírle.
El camino hacia “ese” lugar, Hisoka pasaba por un momento un tanto vergonzoso y confuso pues sus sentimientos ya estaban en orden pero el que fuera invitado a salir por parte del shinigami mayor era algo diferente. Sentía que tenía una oportunidad y quería decirle cuanto le importaba pero… no era nada sencillo y mucho menos para su persona. Era un chico aparentemente duro e insensible pero en su interior podía encontrarse tímido y frágil en especial cuando iba a confesarse ya que nunca antes lo había hecho.
El menor estaba tan absorto en sus pensamientos que no se percató cuando el castaño tapó con ambas manos los ojos esmeraldas de su compañero.
- ¡Estamos aquí! – afirmó emocionado
- ¡¿Pero qué haces, baka?! - preguntó sorprendido a la vez que molesto.
- Sólo quiero que me respondas algo antes de empezar…
- ¿Qué cosa?... – exclamó resignado ante su acto.
- ¿Prometes que si algo te molesta me lo dirás? Inclusive podemos irnos, Hisoka… - conociendo al ojiverdes, no estaba tan seguro de gustarle la idea tanto como a él.
Hisoka no comprendía muy bien porqué lo decía por lo que permaneció unos momentos en silencio.
- Sí, Tsuzuki… lo prometo…
- Bien, ¿estás listo? – separó sus manos de la visión del rubio para que se sorprendiera y la vez se paralizara pues había bastante gente. La sonrisa de Tsuzuki se desvaneció al mirar la reacción del menor - ¿Qué dices?... ¿Quieres volver a casa? – preguntó un tanto desanimado, pero tampoco iba a molestar o incomodar a su compañero.
Lo pensó un poco pero al pensar en la intención del mayor creyó que sería lo mejor una respuesta positiva.
- Estoy bien, Tsuzuki… creo que puede llegar a ser… interesante.
Tsuzuki puso una sonrisa de nuevo y tomándolo de la mano comenzó a caminar. El sentir tal contacto con éste, Hisoka no pudo evitar sonrojarse mientras miraba en otra dirección, no estaba acostumbrado a esa cercanía con Tsuzuki.
Había muchos puestos tanto de comida como juegos y mientras el castaño se distraía y parloteaba con la variedad de postres en los lugares, Hisoka permanecía en silencio, indeciso de cómo actuar.
Su compañero notó algo extraño en él, sin embargo creía que se debía a las personas en el lugar pues al ser fin de semana y lo normal era la gran multitud. Sonrió levemente y apretando suavemente la mano del menor le preguntó
- ¿Te gustaría subir a alguna atracción?
- … Bueno, sólo si tu quieres
- No me digas que te da miedo – dijo burlonamente a la vez que le provocaba.
- ¡Yo no le tengo miedo a esas cosas, idiota!
- Entonces te subirás conmigo a todos los que quiera, ¿verdad? – preguntó en forma de reto pues le encantaría ver a Hisoka como en realidad era.
- Pues claro… pero serás tú el que saldrá llorando, ¡eres peor que un bebé!
- No tienes porqué ser grosero… - exclamó en forma mostrando un gran río de lágrimas en sus mejillas - Bien… ¡subamos a ese! – señaló una montaña rusa frente a ellos, se veía enorme y muy rápida por lo que en su interior Tsuzuki pensaba…
- “Creo que ya perdí…”
- D-de acuerdo… camina… - comenzó a andar con pasos firmes hasta el juego mecánico para sentarse en el pequeño carrito al lado de Tsuzuki quien permanecía petrificado sosteniéndose del juego.
- Aun puedes decirme si tienes miedo, Hisoka…
- Mira quien lo dice…
El juego comenzó y los jóvenes que habían subido gritaban de emoción y susto excepto Hisoka el cuál permanecía indiferente y aparentando su típica actitud fría. Tsuzuki sintió un terrible miedo en un principio pero conforme seguía el juego, iba transformándose en diversión provocando que riera.
- ¡¿No es genial Hisoka?! – agregó felizmente hasta comprobar la nueva expresión del chico. Sus ojos permanecían fuertemente cerrados, el mayor sonrió sabía que Hisoka no admitiría nunca alguna debilidad por lo que sin mirarle rodeó sus hombros con un brazo y le abrazó fuertemente en modo protector.
Hisoka abrió los ojos sorprendido a reacción para mirar a su compañero algo avergonzado tanto por mostrar su temor y por el abrazo que estaba recibiendo. A decir verdad, se sentía muy bien, seguro… sonrió débilmente para corresponderle a Tsuzuki con un abrazo aún más cálido acomodándose en el hombro de éste.
Tsuzuki sintió un palpitar acelerado en su pecho y al ver la sonrisa en el rostro bello de Hisoka no pudo evitar sentirse feliz y diferente ¿Qué era ese hermoso sentimiento? ¿Por qué lo percibía ahora? Decidió callar y no arruinar el momento con alguna de sus tonterías por lo que susurró.
- No tienes por qué preocuparte ya nunca Hisoka, yo estaré siempre a tu lado para protegerte…
Hisoka escondió sus rosadas mejillas en el hombro de Tsuzuki sujetando su gabardina fuertemente. Se había olvidado del juego completamente ahora sólo se encontraba en su mundo Tsuzuki y él, era hermoso… simplemente no podía negar sus sentimientos, era obvio que le había robado el corazón hace ya mucho tiempo.
- Lo sé, Tsu… -mencionó sin más alzando su vista en un momento de fortaleza para continuar – Tsuzuki yo…
- ¿Qué pasa?...
Hisoka no pudo continuar pues el juego había terminado y todos bajaban de él imitándolos también los shinigamis provocando que se alejaran.
- Fue divertido, ¿no Hisoka?... ¡Ah! ¿Querías decirme algo?
- … Lo haré mas tarde… - dijo avergonzado comenzando a caminar.
Tsuzuki confundido le siguió llegando a su lado. Le parecía extraño cómo actuaba Hisoka, pero aún más lo diferente que se sentía. Miraba el rostro malhumorado de Hisoka por haberlo interrumpido justo antes de bajar. Le parecía hermoso, esos ojos esmeraldas brillar con la luz del sol era realmente encantador.
Hisoka pudo percibir la mirada fija sobre él y giró su rostro para encararle.
- ¿Sucede algo, Tsuzuki?
- A-ah, ¡nada nada nada! Jaja… -reía nervioso sin comprender la situación en la que se encontraba. – gracias por haber aceptado venir conmigo…
- No es nada, supongo… dime ¿ahora a donde quieres ir?
- ¡¡Ahí venden pay de manzana Hisoka!! – gritó con alegría acercándose al puesto.
- Sólo pensando en comida, glotón… ¡Hey, espera! ¡Si Tatsumi se molesta será tu culpa!
Agregó el menor acercándose a él velozmente. ¿Esa era una cita? No estaba seguro pero de algo sí, si se trataba de pasar tiempo a solas con Tsuzuki no se arrepentiría de nada, la disfrutaría cuanto se pudiera.
FIN CAP 7