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Maho Neko: Especial De Parejas por Neko_Yami

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Notas del capitulo:

El último especial por fin esta aquí.

Capítulo dedicado a Kurisu chibi,Soundless Voice y a Rokuria por que se morían por leerlo ;)

 Capítulo 5 §

♥ Yue x Akari ♥

Cuando mamá me contó la historia de cómo papá y ella, se habían conocido, no pude evitar imaginarme que era idéntica a las historias de las novelas románticas, o a las películas que pasaban por televisión. Desde ese momento, no podía dejar de pensar e imaginar de vez en cuando como sería mi historia de amor, como ocurrirían las cosas cuando conociera al amor de mi vida.

El día en el que finalmente me enamoré de alguien, fue cuando otra pregunta surgió en mi mente… ¿Qué duele más? ¿Qué la persona a la que tú amas no corresponda tus sentimientos? ¿O que la persona que tu tanto quieres corresponda tus sentimientos, pero no sea la correcta para ti? Sigo pensando que la segunda opción es la más dolorosa.

 

***

-¡Nyaaaaa! ¡Que bien se siente respirar el aire de Urem de nuevo!

Exclamé con voz emocionada, dejando mis maletas en el suelo, y estirando los brazos.

-Date prisa “pequeño engendro de la luz”.-Habló Yue al lado de mi, mientras miraba el reloj de un parque cercano-. Estamos retrasados, y si no nos apuramos en llegar tal vez se preocupen por ti.

-¿Otra vez con lo mismo?-Dije con voz molesta, bajando las orejas y viendo a Yue con recelo-. Me vienes diciendo eso desde que nos bajamos del tren.

-Por que es tu culpa que ahora estemos retrasados.-Yue volteo a verme, hablándome como lo hace una madre que regaña a su hijo-. Como te quedaste dormido en el tren, nos bajamos una estación después de la capital de Urem.

-Ay, vamos, no me eches toda la culpa a mí. Tú tampoco te diste cuenta por que no despegabas la vista del libro que te prestó Mizu. Debiste darte cuenta que debíamos bajarnos, pero tampoco ibas poniendo atención.

-¿Yo debo saberlo? Es la segunda vez que visito Urem ¿lo recuerdas?

El silencio reino por parte de ambos, y sólo nos dedicamos a vernos con enfado y molestia. Eso era muy común y ya no me sorprendía, a pesar de que consideraba a Yue como uno de mis mejores amigos, muy a menudo peleábamos por tonterías y nos molestábamos por diversión. Nuestra rutina era pelear, y después de 5 minutos comportarnos como si nada malo hubiera pasado. Dando un suspiro bajo, y tratando de tranquilizarme, continué hablando, esta vez con tono más relajado:

-Bueno, a fin de cuentas no nos bajamos tan lejos, llegamos a una estación de otra provincia de Urem. Y gracias a ese extranjero amable que nos dio aventón logramos llegar a la capital.

-¿Extranjero amable?-Exclamó Yue con sorpresa-. Ese tipo no era amable, era un pervertido.

Cuando Yue mencionó eso, comencé a recordar nuestro encuentro con el extranjero. Durante todo el trayecto en su auto, el chico no paró de coquetearme e invitarme a salir, al tiempo que decía cosas como que me vería excelente con un traje de Sweet Lolita o de maid. Yo sólo reí nerviosamente, tratando de cambiar el tema de conversación, Yue por su parte, le dedico miradas asesinas al chico por el espejo retrovisor.

-Tienes razón, creo que si era un pervertido…

Susurré finalmente con timidez.

-En fin, ya no tiene caso seguir discutiendo esto, lo importante es que ya estamos aquí.-Yue dio un pequeño suspiro de resignación, y comenzó a caminar cargando mis maletas y las suyas-. Andando Akari…

-¿Eh? Yue, déjame cargar mis maletas, tu no podrás con todas.

-Claro que puedo… No soy un debilucho como tu, “pequeño engendro de la luz”.

-¡Deja de llamarme así!-Reproché caminando rápido para alcanzarlo-. ¿Cómo te sentirías tu si te pusiera un apodo?

-Adelante, inténtalo.-Respondió Yue, con su característica sonrisa fría y engreída-. Soy demasiado perfecto como para que alguien me ponga un apodo.

No respondí nada, simplemente lo miré con molestia, inflando los cachetes, después de ver eso, una sonrisa dulce y cálida se formo en el rostro de Yue.

 

***

-¡Oh! ¡Aka-chan, Yue-kun, que gusto me da que hayan llegado por fin y que estén tan bien!

Nos exclamó con alegría mi abuela, mientras me atrapaba en un cariñoso abrazo.

-Si oba-chan, finalmente estamos aquí.

Le respondí devolviéndole el abrazo, Yue hablo con tono educado atrás de mí, haciendo una ligera inclinación de cabeza:

-Muchas gracias por permitirme pasar otras vacaciones con ustedes, Kisushi-san.

-Ni lo menciones Yue-kun.-Mi abuela finalmente me soltó, y volteo a ver a Yue con cariño-. Sabes que eres bienvenido aquí, también deja de ser tan respetuoso conmigo y llámame “oba-chan”.

-¡Ah, no diga eso por favor! Yo no podría, usted se merece todo mi respeto.

Yue era un chico muy maduro y educado, pero que en el fondo era alguien muy tímido, eso lo sabía perfectamente. No pude evitar reírme en voz baja cuando su rostro se sonrojo ante el comentario de mi abuela. Este al darse cuenta que me estaba riendo, desvió la mirada y se sonrojo más.

-Je, je, je…-Río dulcemente mi abuela-. De acuerdo Yue-kun, no te obligaré si no quieres, y por favor, discúlpame si te incomode. La comida ya está casi lista… ¿Qué les parece si les digo a los cocineros que vayan sirviendo sus platos y comemos los 3 juntos?

-¡Siiiii, comida, que bien! ¡Muero de hambre!

Exclamé con emoción, restregándome las manos al imaginarme lo deliciosa que me sabría la comida. Cuando los 3 estábamos a punto de comer, mi madre apareció en el comedor de repente.

-Buenas tardes a todos.

Dijo con voz débil. Al verla, mi corazón se detuvo por un momento, se veía más pálida y delgada que la ultima vez que la había visto, es decir, en las vacaciones de verano. Rápidamente me levante, y me dirigí a ella para saludarla.

-Oka-san, me siento feliz de verte.

La abrasé con cariño, y ella me correspondió el gesto depositándome un beso en la nariz. Mis suposiciones eran ciertas, su piel también se sentía mas fría, estaba empeorando poco a poco, a pesar de que los síntomas eran los mismos.

-Buenas tardes, Yurumi-san.

Saludó Yue con respeto, levantándose del comedor, y haciendo una inclinación de cabeza.

-Hola Yue-chan, que gusto que hallas venido con Aka-chan estas vacaciones también.

-Oka-san…-Le susurré con voz preocupada-. Si te sientes débil, deberías seguir descansando en cama.

-Estoy bien Aka-chan, no te preocupes. Comeré con ustedes y después me iré a descansar, te lo prometo.

Respondió mi madre con serenidad, mostrándome una enorme sonrisa. Durante la comida, toda la plática fue de nuestro primer año en Maho, pero la tensión sobre la salud de mi madre no desapareció ni un segundo.

 

***

En un abrir y cerrar de ojos, el 23 de Diciembre llegó. Yue, la abuela, unos cuantos cocineros y yo nos pusimos de acuerdo sobre que sería lo mejor para el gran banquete que preparábamos en la víspera de Navidad. Finalmente, decidimos que ese año prepararíamos platillos del extranjero. Ya con toda la lista preparada, Yue y yo salimos a hacer las compras necesarias para el banquete de Navidad, ya que si nos demorábamos más en comprar todo, era probable que se acabaran.

 

***

-Muy bien, como esta vez será comida del extranjero, tenemos que comprar los ingredientes en la zona comercial de Urem-. Me explicó con alegría Akari, mientras íbamos en el lujoso auto conducido por su chofer.- Ahora que recuerdo… La vez pasada que viniste no te mostré la zona comercial ¿verdad?

-No.

Respondí tratando de sonar tranquilo, y de que no se notara la emoción que me daba ir a hacer las compras a solas con Akari.

-¡Nyaaaa, te va a gustar Yue! ¡Hay muchas cosas interesantes! Tiendas de comida, de videojuegos, de juguetes, de mangas… ¡y de comida!

-En pocas palabras… todo lo que te gusta. Y en serio que eres un glotón, dijiste comida 2 veces.

-¿Eh?... Ah… Si, pero… Eso no es todo, ¡ya lo verás!

El auto finalmente se detuvo, y el chofer nos escoltó hasta la entrada principal de la zona comercial.

-Akari bocchan,-dijo con respeto el chofer, haciendo una ligera inclinación- por favor, llámeme cuando termine y desee volver a casa.

-De acuerdo, lo haré. Muchas gracias Osori-san.-Akari le dedico una dulce sonrisa a su chofer, este tras regresársela, subió al auto y se fue. -Muy bien… ¿A dónde deberíamos ir primero?-Susurró Akari con tono pensativo, mientras observaba minuciosamente la lista de compras que habíamos hecho. Por mi parte, sólo me dedique a observarlo en silencio como siempre lo hacía-. Creo que lo mejor sería ir primero por el cordero, ya que es común que se acaben rápido en estas fechas y… ¡Mira esa tienda!

Cuando Akari alzó el tono de su voz, me hizo reaccionar de mi ensoñación de mirar su alegre y hermoso rostro, y de inmediato voltee a ver la tienda que me estaba señalando. Era una tienda de muñecos de felpa y muñecas. En la vitrina de la tienda, podían apreciarse pequeños y diversos trajes, confeccionados detalladamente a mano.

-¡Cuanta ropa nueva les han llegado! Aquí es donde le compro la ropa al Sr. Almendra… ¡Debo comprarle estos nuevos diseños que tienen!

-Pero… ¿y las compras de Navidad?

Pregunté, mirando a Akari con confusión mientras entrábamos en la tienda.

-No te preocupes por eso, tenemos mucho tiempo aún para hacer eso.

Después de unos minutos, salimos de la tienda cargando varias bolsas, y Akari se mostraba realmente feliz y satisfecho de las cosas recién adquiridas.

-Bueno… ¿ahora vamos por el cordero?

-¡Si! El edificio donde lo venden esta por aquí… ¡Mira esa chamarra!

-¿Qué?

Susurré incrédulo, mirando en la misma dirección donde lo hacían los emocionados ojos de Akari. Esta vez se trataba de una tienda de ropa masculina.

-¡Guaaau, toda esta ropa se ve tan bien, y es de mi estilo! No me he comprado ropa nueva desde que entre a Maho… ¡Vamos Yue!

Cuando menos me di cuenta, Akari ya estaba dentro de la tienda, observando varios suéteres de estampados alegres y coloridos, como la ropa que él siempre solía usar. Mientras Akari miraba detalladamente la ropa, yo sólo permanecí en una esquina de la tienda, desaprobando lo fácil que siempre se distraía por cualquier cosa. Así estaba perdido en mis pensamientos, cuando reaccioné al ver como se acercaba a mí, con semblante alegre y emocionado.

-¡Mira Yue, esto es perfecto para ti!

Me sorprendí al ver como Akari se acerco demasiado a mí, nuestros rostros habían quedado sólo a centímetros de distancia, y sólo atiné cerrar los ojos, tratando de calmarme a mi mismo, y no aprovechar esa cercanía para hacer alguna locura. En ese intervalo, sentí como Akari había colocado algo en mi cabeza. Al abrir los ojos, y mirarme frente a un espejo de la tienda, vi que se trataba de una elegante boina negra de cuero, la cual tenía alrededor un cinto con remaches. Debía admitir que se me veía bien, y era muy de mi estilo, pues siempre usaba ropa oscura, con algunos accesorios roqueros.  

-¿Por qué no lo compras Yue? ¡Se te ve bien!

-¿En serio lo crees?

Pregunté con inseguridad, volteando el rostro para que Akari no notara mi sonrojo.

-Claro… ¿Por qué lo dudas?

Preguntó ingenuamente Akari, mostrando esa enorme sonrisa que me hacía enloquecer. No conteste nada, simplemente me quité la boina y la puse en su lugar, al tiempo que volvía a hablar con tono despreocupado.

-Yo no necesito ropa, así estoy bien. Continúa escogiendo cosas para ti.

Akari me miro en silencio y con semblante confundido por varios segundos, pero después, volvió a sonreír y se dirigió a darle otro recorrido a la tienda. Después de varios minutos, pude ver un montón de ropa en el mostrador la cual Akari se veía con toda intención de comprar.

-¿Así que este es el síndrome del niño rico?-Pensé viendo a lo lejos a Akari dándole una brillante tarjeta de crédito a la alegre vendedora de la tienda-. A fin de cuentas, Akari está acostumbrado a malgastar el dinero como la mayoría de las personas ricas.

 

***

Al salir de la tienda de ropa, íbamos cargando más bolsas. Yue había comenzado a mencionar de nuevo el tema del banquete de Navidad, cuando fijé mi atención a otra tienda interesante, se trataba de una tienda de videojuegos.

-¡Al fin salió el juego del “amo de la espada V”! ¡Esperé meses por ese juego, debo comprarlo!

Justo me dirigía corriendo a la tienda, cuando escuche la fría y enojada voz de Yue detrás de mí.

-Ya basta Akari.-De inmediato voltee hacia él, y supe que no era nada bueno, al ver la mirada de frialdad y desaprobación que me estaba demostrando-. Recuerda que vinimos aquí a comprar las cosas para el banquete Navideño, y estas compras que hiciste no tienen nada que ver… ¿Qué no te das cuenta lo duro que trabajan tu mamá y tu abuela para darte todo lo que necesitas? Por muy poderoso que sea el clan de Zarael, no tienes por que estar malgastando el dinero de esta manera, en cualquier tontería que vez frente a ti.

-¿Quién te crees para hablarme así?-Pregunté comenzando a alzar el tono de mi voz, sintiéndome muy molesto. Lo que acababa de decir Yue, me había parecido insolente-. Como gaste el dinero no tiene nada que ver contigo… ¿Además que demonios pasa con esa actitud que has tomado conmigo desde hace tiempo? Regañándome como si fueras mi mamá, sobreprotegiéndome hasta del más insignificante peligro… ¡No necesito eso! ¡Ya te he dicho que no soy una señorita en apuros! ¡No necesito ningún caballero en brillante armadura que me defienda!

Incapaz de controlar mi enojo, le había dado la espalda a Yue al gritarle todo eso. Cuando volví a verlo, sentí a mi sangre helarse por un momento. Yue estaba cabizbajo, su mirada era muy triste y decepcionada, era la primera vez que lo veía mostrar un semblante tan desolado como ese.

-Lo siento mucho… No tenía idea de que te sentías así… No volverá a repetirse.

Dijo Yue con voz tímida y un poco baja, sin atreverse a mirarme. No lo podía creer… ¿En serio mis palabras habían herido tanto a Yue? ¿Por primera vez era yo quien lastimaba a Yue y no al revés? De inmediato, verlo tan triste, me hizo sentirme igual a él, triste de saber que lo había lastimado y herido al no saber controlar mi enojo. Al verlo así, fue cuando me di cuenta por primera vez que verlo triste, causaba un gran dolor en mi corazón. Yo también desvié la mirada, sin saber que decir, cuando mi mirada se poso en una tienda. Al verla, rápidamente tome la mano de Yue, este al sentir el tacto, me miró con sorpresa.

-Vamos Yue, acompáñame.

Me dirigí corriendo a la tienda, aún sosteniendo la mano de Yue.

 

***

Se trataba de una tienda de música, no tenía intención de comprar nada, sólo había llevado a Yue para tratar de animarlo. Por fortuna, mi plan había dado resultado, pues después de un rato, Yue se mostraba como si nada hubiera pasado, mirando muy interesado los diferentes CDs de la sección de rock. Mientras los veíamos, Yue me contaba cosas sobre los CDs que le llamaban la atención, o los de sus grupos favoritos. Hablar así con Yue, era algo que me gustaba mucho, ya que por leer tanto, Yue era un chico muy culto que sabía muchas cosas de diferentes temas, y al hablar con él, siempre aprendía algo nuevo.

Me contaba la historia del rock, como todo había empezado con los famosos bluseros de Missisipi como Muddy Waters, hasta que poco a poco, el blues, el R&B, el jazz, entre otros tipos de música fueron evolucionando hasta convertirse en rock, siendo algunos de los primeros exponentes Elvis Preasly y Bill Halley. También, Yue me contó que había empezado a escuchar rock, por que su papá también lo hacía, esto fue algo que me dio gusto saber, ya que raramente Yue hablaba de su pasado o de su familia.    

-¡Esto no puede ser!

Escuché a Yue exclamar de repente. Al oírlo, de inmediato me acerqué hacia él para ver que podía haberlo hecho reaccionar así.

-¿Qué sucede?

-No tenía idea de que este CD ya había salido, lo había estado esperando un año entero.

-“Tributo a Jimi Hendrix”.-Leí el título del CD que Yue tenía en sus manos-. Hendrix… ¿Era ese guitarrista tan bueno que me contaste la otra vez?

-Si, varios guitarristas muy buenos y famosos sacaron covers de canciones de Jimi Hendrix para este CD tributo. Muchos de ellos son de mis favoritos, entre ellos está Kyousuke.

-¿Kyousuke? ¿Te refieres a Kyousuke de Hathor?

-Si…

Sin decir nada más, vi a Yue poner el CD en su lugar, y mirarlo en silencio con el rostro decepcionado.

-Si lo deseas tanto, deberías comprarlo Yue.

-¿Qué? … No, no puedo. Se vienen los gastos de Navidad, no puedo gastar más de lo necesario, tengo varias cosas pendientes que comprar como regalo… Así está bien, podré sobrevivir sin él.

Yue se dio media vuelta, y continuó mirando CDs. Con lo que Yue acababa de decir, me hizo recordar que él me había contado, que sus padres antes de morir, habían tenido la buena idea de dejarle a Yue y su hermano mayor una muy buena cantidad de dinero en el banco, en caso de que algo malo pudiera pasarles. Por desgracia eso paso, y ahora Yue sólo dependía de ese dinero, al menos, hasta el tiempo que se graduara de Maho y consiguiera un trabajo por su cuenta.

Me sentí muy mal de ver como Yue dejaba ese deseado CD en su lugar, todo por que él no podía malgastar el dinero, y me hizo entender todas las palabras que acababa de decirme antes de entrar a la tienda. Había gente que no podía hacerlo, gente que debía cuidar lo más posible el dinero, y yo simplemente lo malgastaba con lo primero que me gustara o llamara la atención, en serio que había sido un inconsciente y caprichoso al hacer eso.

 

***

Al finalizar con las compras esa tarde, y volver a casa, tras comenzar a poner unos cuantos adornos en el árbol navideño, Yue accedió acompañarme a comprar unas deliciosas crepas.

-Normalmente, las cenas de Navidad siempre las hacíamos afuera del templo principal de Dasarev, todos los del clan nos reuníamos ahí.

-Ummm… Ya veo, pero eso de comer afuera debió ser muy divertido, admito que es algo bastante original.

Camino a casa, Yue y yo habíamos comenzado a platicar de cualquier simpleza como siempre, cuando un chico se nos venía acercando por el camino de regreso a mi casa. Al acercarnos más, alcancé a ver el rostro del chico con claridad, sentía que estaba soñando.

 

***

-¡Akari-san, en verdad eres tú! Que sorpresa, no esperaba encontrarte aquí así.

Frente a nosotros, se encontraba un chico alto y esbelto, debía tener nuestra edad. De cabello un poco largo, por debajo de los hombros, lo llevaba suelto y era castaño. Tenía unos ojos pequeños que reflejaban mucha confianza, de color miel. Una enorme sonrisa asomaba en su rostro, este chico además, tenía un porte sofisticado y gallardo. Mi primera impresión de él, es que era de esos chicos amables, divertidos y sociales que agradaban a todos. Su vestimenta iba muy pulcra, sin ningún detalle fuera de su lugar. Demasiado perfecto para mí gusto.

-Tsubasa…-Susurró Akari con voz sorprendida. La manera en que Akari lo miraba era singular, nunca antes lo había visto tan sorprendido, parecía como si estuviera en shock-. ¿Qué haces aquí? Yo creí… yo creí que nunca ibas a volver a la capital de Urem.

-Si, yo también creí eso-. Respondió Tsubasa con voz tranquila-. Pero nos permitieron volver para pasar las vacaciones de invierno con nuestra familia, y de inmediato pensé en venir a verte, pues supuse que en Maho también les debieron haber dado vacaciones.

-Ah… ya veo…-Akari volteó el rostro, y una pequeña y tímida sonrisa apareció. Era demasiado raro su comportamiento, demasiado tímido e inseguro, era la primera vez que lo veía así-. ¡Cierto! Tsubasa, te presento a Yue, él es mi amigo, y mi compañero de equipo en Maho.

-Mucho gusto Yue-kun.

Tsubasa me sonrió cortésmente tendiéndome la mano, yo no quería tomarla, pero lo hice para no ofenderlo pues suponía que era buen amigo de Akari.

-Igualmente.

Contesté sin emoción alguna, mientras Tsubasa me escudriñaba con la mirada. Algo había en él que no me agradaba, pero más bien, creo que todo era por la manera tan singular en que Akari se comportaba frente a él. De repente, Tsubasa volvió a hablar:

-Tu aspecto es muy peculiar e interesante Yue-kun, es raro, es la primera vez que veo a Akari-san acompañado por alguien como tú.

No contesté, me mordí la lengua para soportar la tentación de responderle con frialdad o sarcasmo, pues no quería quedar mal frente a Akari.

-Esta bien Tsubasa-. Habló Akari con dulzura, sin despegar la vista ni un minuto del chico-. Él es un muy buen amigo mío, no hay problema.

Tsuabasa miró a Akari, contestando con voz mas calmada y tranquila.

-De acuerdo… Fui a buscarte a tu casa, pero tu abuela me dijo que habías salido a pasear. Por eso, pensé en venir a verte de nuevo mas tarde, cuando te encontré aquí. Que gusto me da saber que estas bien, y te esta yendo bien en Maho.

-Gracias… A mi también me dio mucho gusto verte.

La mirada de ambos, no se desvió ni un momento, se miraban a los ojos con cariño, Akari le dedicaba a Tsubasa una mirada muy dulce y enternecida, como nunca antes vi que mirara a alguien. Comenzaba a deducir lo peor, cuando Tsubasa se acerco a Akari, y lo tomo de las manos.

-¿Podemos hablar un momento?

-Ah… ¿Ahora mismo?-Al ver como Tsubasa hacía un movimiento de afirmación con la cabeza, Akari se sonrojo, y tras unos segundos de silencio, volvió a hablar con voz baja-. Lo siento, ahora mismo voy con Yue regreso a casa, y debemos seguir con los preparativos de Navidad… ¿Puede ser mañana?

-Claro, no hay problema… ¿Te parece bien mañana a esta misma hora?

-Si, claro Tsubasa.

 

***

Una vez nos despedimos de Tsubasa, y volvimos a casa de Akari, continuamos adornando el árbol navideño. Toda la tarde, Akari estuvo demasiado callado y pensativo, cosa que era raro en él, no soy nada estúpido, de seguida, supuse que tenía que ver con su encuentro con Tsubasa.

Esa noche, como nos habíamos acostumbrado desde la primera vez que vine a Urem, Akari y yo conversábamos en la terraza que conectaba nuestras habitaciones, pues decidí quedarme en la habitación que me habían dado la vez pasada. Tomábamos chocolate caliente para resistir el frío, pero Akari seguía igual, tenía que averiguar que pasaba entre él y Tsubasa, aun cuando presentía que la verdad me iba a doler, era mejor saberlo de una vez. Preparándome mentalmente, le pregunté con voz fría y desinteresada:

-¿Qué te pasa? Has estado muy serio y callado toda la tarde, cuando se supone que el que normalmente es así soy yo…

-…

-¿Tiene que ver con ese chico llamado Tsubasa?

De inmediato, hubo reacción por su parte, Akari volteo a verme muy sorprendido. No dije nada más, sólo lo miré como quien mira un cubo de hielo derritiéndose en la acera.

-Si…-Habló finalmente Akari con voz baja y triste-. No esperaba verlo aquí, no se suponía que él iba a venir aquí nunca más… Verlo otra vez, me sorprendió mucho… Me hizo entender, que nada ha cambiado…

-¿Cambiado?

-Si… Para serte sincero… Tsubasa es mi ex-novio…

Casi me ahogo con el sorbo que le di al chocolate caliente al escuchar eso. Yo pensaba escuchar que era el chico que le gustaba, de ninguna manera me esperaba eso, cambiaba por completo todo. De inmediato me vinieron a la mente los intentos de conquista de Hikari y Yuki en Maho, hasta mis intentos ocultos de acercarme más a él… ¿Por esa razón Akari nos había ignorado todo este tiempo? ¿Por que estaba enamorado de Tsubasa y no había podido olvidarlo? Si, era lo más probable, de inmediato recordé cuando le pregunté a Akari si había estado enamorado, y él me había contestado que si (Ver Maho Neko I: Cap. 25). Se refería a Tsubasa, todo este tiempo, su corazón fue ocupado por Tsubasa, obligándolo a ignorar a cualquier otra persona a su alrededor.

-¿Tu tenías novio?-Le pregunté con tono pícaro, volteando a ver con incredulidad, y maldad-. ¿El “pequeño engendro de la luz”, despistado e inocente, andaba de cariñoso por ahí con otro chico?  En serio que no me esperaba eso.-Akari no me contesto nada, desvió la mirada, sonrojándose, muy avergonzado.-No, imbécil, detente-. Pensé para mi mismo-. No lo trates así ni lo hagas sentir mal sólo por que no te corresponde. Akari necesita ahora un amigo, alguien que lo escuche pues es obvio que se siente muy triste. Si, sin importar que, a mi me interesa más verlo feliz que cualquier otra cosa.-Pensando eso, me tranquilicé, y lo miré con algo de pena, tratando de hablar con seguridad y calma-. Discúlpame, no quise avergonzarte, es sólo que en verdad me sorprendió… Si los 2 aún parecen quererse tanto, ¿Por qué razón ya no estas con él?

-Yue… ¿En serio puedo contarte esto?

-¿Tu quieres hacerlo?

-Si, pero… ¿no te aburrirá? No es algo que te interese ¿verdad?

-Claro que me interesa, pues eres mi amigo… Además te lo dije ¿oh no? Si algo te hace sentir triste, o preocupado, háblame sobre eso, pues yo te escucharé, y trataré de ayudarte. (Ver Maho Neko I: Cap. 20)

-Muchas gracias Yue-. Akari me sonrió de forma dulce, al menos, pensé, que si podía hacerlo sonreír así, era más que suficiente para mí. Tras unos segundos de silencio, comenzó a contarme la historia-. Tsubasa forma parte de la primera familia del escuadrón de seguridad de Zarael. Es decir, que todos en su familia son entrenados desde muy pequeños para formar parte del escuadrón que se encarga de proteger Urem. Los de la primera familia del clan, son designados para encargarse de proteger y custodiar a los líderes del clan. Desde muy pequeño, designaron a Tsubasa para que cuidara de mí, aún cuando somos de la misma edad, pero él es un gran peleador, y muy hábil con sus hechizos y conjuros. Como sea, gracias a eso, hemos estado juntos desde que teníamos 8 años, y con el tiempo, me fui enamorando de él, y hace un año, Tsubasa me confesó sus sentimientos, y decidí estar con él.

-Un año… duraron todo un año, juntos… Sin duda, no hay manera de competir contra eso…

Pensé, tratando de concentrarme en la historia de Akari, e ignorar el enorme dolor que comenzaba a sentir en mi pecho.

-Aunque nuestra relación, fue algo raro, o más bien, yo debería decir que lo soy…-Continuó Akari, sonriendo tímidamente, con tristeza-. En todo ese año, nunca permití que Tsubasa me besara… A lo mucho, nos tomábamos de la mano, lo único que sabíamos, es que disfrutábamos de nuestra compañía, nos preocupábamos uno del otro, y nos queríamos mas de lo que llegamos a querer a alguien más. Siempre… ha resultado difícil para mí, expresar mis sentimientos, tanto en palabras como en actos, por eso, pensar en besar a alguien… Aún me da demasiada pena, nervios y miedo… Tsubasa se comportó muy amable y paciente, y nunca me obligó. Pero, antes de decidirme entrar a Maho, comenzó a haber problemas en otra provincia de Urem, muchos robos, apariciones de seres malignos o dragones, por lo que, se vieron obligados a transferir a Tsuabasa a esa otra provincia, y lo peor, es que tenía que estar encargado de esa provincia por tiempo indefinido, su padre incluso le compró una casa para que viviera ahí. Y cuando me llego la carta de aceptación a Maho, al saber que yo también tendría que irme a otro país, fue cuando decidimos terminar. No tendría caso seguir juntos, pues no podríamos vernos, ni hablar normalmente, estar separados, iba a ser demasiado doloroso para ambos.

-Pero… cortar por eso, aún cuando los 2 se seguían amando… Es algo tonto ¿no crees? Es decir, algún día podrían volver a verse, si así lo deseaban, estar separados, no quiere decir que no podrán volver a verse jamás.

Me sentía muy mal y triste en ese momento diciéndole todo eso. Akari hablaba de su maravillosa relación con su ex-novio al chico que estaba perdidamente enamorado de él en secreto. No se si se podía decir que era un masoquista oyendo eso, un imbécil por no irme corriendo de ahí, o simplemente, una persona tan enamorada de otra, que sólo lo escuchaba para animarlo y tratarlo de hacerlo sentir mejor.

-Eso fue sólo una excusa hecha por mí…

Contestó Akari en voz baja, con la mirada pérdida.

-¿Excusa?

-Tsubasa me dijo lo mismo que tú, pero, en mi interior… había algo que me decía que si seguía con él, las cosas irían mal. Por eso, fui yo el que corto con él. Yue, tienes razón al decir que soy un chico caprichoso y mimado, estoy consciente de que lo soy. Desde que mi padre murió, todos me han sobreprotegido demasiado. Como hijo del líder, viví lleno de lujos y comodidades, siempre había alguien que resolviera mis problemas. Por eso, otra de mis razones para entrar en Maho, era formarme más carácter, tratar de resolver las cosas por mi mismo, sin depender de nadie más, por que, quiero convertirme en un gran líder algún día. Tsubasa era de esas personas también. Nunca me dejaba pensar por mi mismo, ni tratar de resolver algo, él me sobreprotegía demasiado, cuidándome de cualquier cosa que pudiera causarme daño. No sólo eso, era demasiado posesivo conmigo, pocas veces, permitía que alguien se me acercara demasiado, o tratara de ser amable y simpático conmigo. A veces, me sentía amarrado por él, como si no pudiera ser yo mismo u opinar. Aún cuando yo lo amara tanto, esos pensamientos no se iban de mi lado. Si seguía con Tsubasa, terminaría siendo lo que no quería, un inútil que siempre dependería de los demás, un líder cobarde y débil. Yue…-Akari volteó a verme con preocupación, una mirada desesperada, y suplicante-. ¿Crees que soy un tonto al pensar eso? En verdad amo a Tsubasa, en todo este tiempo, no pude dejar de pensar en él, pero siendo así… ¿Por qué siento que no es lo correcto estar con él? Es contradecirme a mi mismo, no me entiendo…

-¿Qué quieres que te diga?-Pregunté un poco molesto, de verlo tan preocupado y aturdido-. Yo no soy experto en el amor, ni nada por el estilo. Si te digo algo ahora, sólo serían comentarios llenos de razonamiento y lógica, sin tomar en cuenta tus sentimientos… ¿En verdad quieres oírlos?

-¡Si! Si te pregunto, es por que quiero saber tu opinión, para mi, tu opinión siempre será muy importante y valiosa.

-Toma las trizas de mi corazón, y despedázalas más con tus manos. Lo único que soy, es un masoquista-.Pensé con ironía, dando un enorme respiro, sintiéndome más triste al ver como Akari estaba aguantándose las ganas de llorar-. Si crees que no es correcto para ti, entonces no tienes que obligarte a que lo sea.-Cuando Akari oyó eso, volvió su mirada a mí, poniendo toda su atención en mis palabras-. Aún cuando ames tanto a alguien, no quiere decir que sea la persona correcta para ti. Si no es esa persona que tu sientes que puede hacerte feliz, entonces no tienes por que estar con él si realmente crees que no es lo correcto. Las personas creen que en el amor, lo más importante es pensar con el corazón, pero yo opino que debes usar tanto el corazón como la cabeza. Si Tsubasa nunca podrá hacerte completamente feliz, y siempre vas a estar dudando, no tiene caso que sigas tratando de disolver esas dudas. Akari, tu siempre olvidas pensar en ti mismo, piensa en un futuro lo que vas a necesitar y lo que te hará feliz. Es verdad que eres un chico muy caprichoso, y a veces hasta un poco cobarde, pero pocas veces te das cuenta, de la enorme fuerza y luz que hay en tu interior, y de todo lo que puedes lograr con sólo proponértelo. La prueba más clara de eso, es que estas cuestionándote de que es lo mejor para ti, y lo que deseas hacer para mejorar en un futuro. No todos se ponen a pensar eso, tenlo por seguro…

Acabando de dar mi opinión, simplemente fijé mi vista al frente, dándole otro sorbo a mi taza de chocolate caliente, haciendo en lo que soy experto, ocultar mis sentimientos, y mi dolor. Sacando de mi cabeza mis deseos de decirle a Akari  que lo amaba, y que yo de ninguna manera iba a asfixiarlo así si me daba una pequeña oportunidad. Escuche a Akari levantarse de la banca donde estaba, al verlo, me sorprendió ver que su rostro estaba mucho más tranquilo que antes:

-Gracias Yue, en verdad, te agradezco por escuchar mis tontos problemas… Creo que ya es hora de irnos a dormir.

-Adelante, yo me quedaré aquí un rato más, aún no me acabo mi chocolate caliente.

-Ah… Me quedaré contigo entonces…

-No, descuida, así está bien, ve a dormir si así lo deseas.

Le sonreí para tratar de convencerlo, él hizo ademan de seguir insistiendo, pero después desistió al verme sonreír. Me dio las buenas noches y se fue a su cuarto, mientras yo miraba mi taza de chocolate caliente vacía en mis manos. Le había dado esa excusa para quedarme un rato a solas, aspirando el frío viento de la terraza, observando la hermosa luna en cuarto creciente frente a mí. Esto es algo de lo que muchos temen pasar al enamorarse, que le rompan el corazón, y les doy toda la razón, es uno de los peores dolores que he experimentado en mi vida.

 

***

Al día siguiente, en la mañana del 24 de Diciembre, preparábamos los últimos detalles para la celebración de la navidad. Todo estaba tranquilo, hasta que Tsubasa apareció en casa de Akari para recogerlo, y que los 2 salieran a charlar, como lo habían mencionado el día anterior. Era obvio que ambos aún se amaban, por lo que pensé que era mejor para mí, irme preparando en caso de que Akari decidiera regresar con él, a pesar de lo que me había contado la noche anterior. A fin de cuentas, antes que mis sentimientos, siempre me preocuparía más por verlo feliz, ya que sólo me bastaba eso a mi para ser feliz también.

Me encontraba ayudándole a una sirvienta con unos adornos para el árbol que consistían en unas campanas, cuando la abuela de Akari apareció. Ella me pidió de favor que fuera de nuevo a la zona comercial de Urem, pues hacían falta más ingredientes para la cena de Navidad, los cuales se dieron cuenta a última hora que faltaban. De inmediato acepte, jamás podría negarle algo a la abuela o a la madre de Akari, ya que a las 2 las apreciaba mucho. Aunque la abuela de Akari insistió en que me llevará el chofer, yo la convencí de que prefería ir a pie, ya que una larga caminata siempre me servía para distraerme, y en ese momento, en verdad lo necesitaba.

-Aprovechando este viaje, compraré los regalos de Navidad, como sea, pensaba venir en un rato más a comprarlos…

Pensé mientras me dirigía a la zona comercial, al tiempo que iba contando el dinero que traía en mi cartera. Había tomado un atajo que me había sugerido el chofer al verme salir de la casa, en ese momento atravesaba los espesos arbustos de un parque. Estaba a punto de salir de ellos, cuando vi a 2 personas a lo lejos, sentados en una de las bancas del parque. Mi corazón se estrujo en mi pecho al acercarme más, y darme cuenta de quienes se trataban.

Eran Tsubasa y Akari, los 2 estaban abrazados, se estrechaban con mucha fuerza, como si temieran que al soltarse, no podrían hacerlo de nuevo. Mis piernas se sentían de plomo, no podía mover ni un músculo, por lo que permanecí oculto tras los arbustos.

-No tienes idea de cuanto te extrañé Akari-san…-Escuche con voz dolida y calida a Tsubasa-. Este año lejos de ti, fue un martirio para mí, no había un día en el que no pensara en ti.

-Yo también deseaba verte Tsubasa… Aún cuando sabía que debía olvidarte, no podía hacerlo, en mi interior, siempre desee verte, y poder volver a estar junto a ti, tenerte en mis brazos como ahora.

Le respondió Akari con voz calmada, casi como en un susurro, como en un sueño.

¿Qué demonios hacía ahí oyendo todo eso? Junté fuerzas, y como pude, me seguí por la parte trasera del parque para que ninguno de los 2 me viera, eso era lo único que me faltaba para incomodarme más.

-Al menos… Tsubasa te quiere tanto como tu a él, y es capaz de hacerte feliz.

Pensé como consuelo, mientras me dirigía en silencio a la zona comercial.

 

***

-¡Es hora de abrir los regalos!

Gritó Akari con entusiasmo, una vez terminamos de cenar el delicioso banquete preparado por los cocineros. Esa era la costumbre que tenían en Urem, cenar todos en familia, y justo cuando daban las 12, es decir, en la madrugada del 25 de Diciembre todos se juntaban bajo el árbol para abrir los regalos.

Akari abrió los regalos de parte de su madre y su abuela, consistían en un hermoso peluche de una ovejita, y el otro era un colorido gorro tejido a mano. Desde que había vuelto a casa, Akari se veía muy feliz y contento, como normalmente era, lo más probable es que hubiera aceptado los sentimientos de Tsubasa de nuevo, por lo que me dije a mi mismo que tenía que irme haciendo a la idea.

-Yue, ¿esta bien si abro tu regalo?

Me preguntó Akari tomando el regalo con envoltura verde y roja, mostrándome una enorme y dulce sonrisa.

-Claro.

No pude más que devolverle la sonrisa, sintiéndome emocionado de que Akari abriera el regalo que con tanto cariño le había comprado. Al hacerlo, sus ojos se abrieron y vieron más grandes de lo que normalmente eran, y habló con tono muy sorprendido y azorado:

-Yue… No te hubieras molestado… No se que decir… ¡Es el “amo de la espada V”! ¡Ese juego que tanto quería! ¡¡Gracias Yue!!

-Yue-chan, no consientas tanto a nuestro Aka-chan, o se pondrá peor de lo que ya es.

Dijo la madre de Akari, con voz dulce y cálida.

-¡Nyaaa, oka-san, no digas eso! Que mala eres…

Le reprochó Akari, sonrojándose e inflando los cachetes. Todos en el cuarto reímos, y una vez se calmaron las cosas, la abuela de Akari me habló con tono cálido y hogareño.

-Yue-kun, nosotras también te agradecemos tu regalo. El collar y los aretes que nos regalaste a mi hija y a mi son hermosos, muchas gracias. También tenemos un regalo para ti que te escogimos entre las 2, aquí tienes, recíbelo por favor.

-Muchas gracias, en serio, no se hubieran molestado.

Respondí con voz tímida, tomando el regalo que Kisuchi-san me estaba ofreciendo. Lo abrí lentamente, pensando en que ya tenía muchos años sin recibir un regalo. Una vez quité la envoltura, la caja de un video móvil nuevo se encontraba frente a mí.

-Esto… Kisuchi-san, Yurumi-san…-Balbucee sin encontrar las palabras adecuadas-. No se hubieran molestado, esto es demasiado costoso… En verdad, no era necesario…

-Yue-kun…-Me interrumpió Kisuchi-san con voz calmada-. Mas que un lujo, hoy en día tener un video móvil es necesario para cualquier emergencia que pueda presentarse. Cuando Aka-chan nos contó que no tenías uno, de inmediato pensamos que sería lo adecuado para ti, acéptalo por favor, ya verás que te será muy útil.

-Pero…-Insistí con timidez, bajando las orejas-. ¿Por qué me regalan esto? Sólo soy el amigo de Akari, y no hay razón para que me den algo así.

-Aún así, nosotros te consideramos como parte de nuestra familia también Yue-chan.-Habló esta vez Yurumi-san, mirándome con cariño-. Acéptalo, piensa que es una forma de agradecerte por cuidar y proteger tanto a nuestro Aka-chan.

Los 3, Akari, Kisuchi-san y Yurumi-san me sonreían con cariño y dulzura, y por un momento, me sentí como en casa. Sentí como si mi mamá, papá y Xei-ran estuvieran a mi lado en Navidad como antes, como cuando era más pequeño y no tenía que preocuparme ni temerle a nada. Simplemente les sonreí de la misma manera, y les agradecí con voz baja. Estaba mirando la caja de mi nuevo video móvil, cuando Akari habló esta vez, acercándose a un regalo debajo del árbol.

-¡Yue, aún no abres mi regalo! ¡Ábrelo por favor!

Con mucha emoción, y gritando como sólo él sabía hacerlo, me acercó un pequeño regalo con envoltura azul y dibujos de lunitas alrededor. Rápidamente lo abrí, sintiendo a mi corazón agitarse en mi pecho, mientras comenzaba a ver poco a poco de lo que se trataba.

“Tributo a Jimi Hendrix”… Si, no había equivocación, aún así, lo releí varias veces, pero eso era en verdad lo que decía la portada del CD que estaba en mis manos. Sabía que no importaba cual fuera el regalo que me diera Akari, a mi me parecería fabuloso, pero sin duda, este había superado todas mis expectativas. Akari sólo estaba frente a mí, con su enorme e ingenua sonrisa de siempre. No dude ni un segundo en agradecerle por el regalo, pero, aunque le agradeciera mil veces, no bastaría para hacerle saber lo feliz que ese regalo me había hecho.

 

***

A pesar de lo feliz que me habían hecho los regalos que recibí, y de los maravillosos momentos que había pasado en esa Navidad, no podía dormir. La idea de que Akari estaría con Tsubasa no me dejaba tranquilo, y me hacía sentirme triste. Dándome cuenta que por más que lo intentara, no lograría dormir, decidí salir a la terraza y observar la luna hasta que me diera sueño, como siempre lo hacía cuando tenía insomnio.

Cuando salí a la terraza, me sorprendí de ver a Akari apoyado en el barandal, dándome la espalda.

-Akari… ¿Por qué estás aquí?

Al oír que lo llamaba, volteo a verme, y me sorprendí de ver como las lágrimas caían sin cesar de sus ojos.

-Ah… Yue, lo siento, no te oí.-Respondió con voz nerviosa, limpiándose rápidamente las lágrimas-. ¿Acaso no puedes dormir?

-Eso no importa ahora.-Dije con rudeza, acercándome rápidamente hacia él, muy preocupado-. ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras? ¿Algo malo pasó?

Akari sólo desvió la mirada, mostrando una sonrisa pequeña y apenada.

-No te preocupes, no es nada malo.

-Dime por favor, que te pasa.

-No quiero hacerlo… Si lo hago, pensaras que soy un idiota…

-¡No lo haré! Akari, por favor…

-Es… por Tsubasa.-No respondí nada, lo primero que me vino a la mente, fue la idea de irlo a buscar y golpearlo por hacer llorar a Akari. Pero al volver a oír su voz, me tranquilice-. Creí que lograría ser fuerte, incluso me la pase muy bien esta noche con todos, pero a final de cuentas, no fui capaz de resistir la tristeza… La tristeza de saber que nunca volveré a estar con él.

-Acaso… ¿te rechazó?

-No… Hoy al ver a Tsubasa, él me pidió que volviera a ser su novio. En un principio, casi acepté, pero tras pensar en todo lo que hablamos tú y yo, eso me hizo entender que Tsubasa no es lo adecuado para mí, y por… por mucho que me duela… Debo olvidarme de él, y seguir con mi vida.-Las últimas palabras, Akari las dijo con sollozos, cerrando los ojos, tratando de no llorar. Tras unos segundos, continuó hablando, con voz débil y amargada-. Nada ha cambiado, Tsubasa me quiere mucho, pero sólo quiere que dependa de él. Me hizo miles de preguntas sobre ti, e incluso me pidió que abandonara Maho… No entiendo por que las cosas tuvieron que ser así, y a pesar de que lo quiero tanto, no soy feliz con él. Quisiera no seguir tan triste, ni permitir que esto me afecte, pero me duele, me duele mucho.

-Eso es por que tú lo permites.

-¿Eh?

-Si ya no quieres seguir sufriendo, entonces no lo hagas. Deja de una buena vez de pensar que las cosas siempre serán como tú quieras, y que todo en la vida será color de rosa, por que no lo es. Por mucho que duela, debes ser fuerte, y entender que a veces debes alejarte de las cosas que amas.

-Yue…-Sollozó Akari, mirándome con dolor y rencor-. ¿Por qué siempre tienes que ser tan cruel?

-Te equivocas, sólo soy realista. No tenía caso seguir aferrándose a algo que por mucho que quieras, en un futuro terminará afectándote, o haciéndote infeliz. Es como una droga, no es más que una ilusión de que nos hace feliz, siendo que en el interior nos afecta y nos va destruyendo.

Akari ya no me respondió. Simplemente, bajó la mirada, y continuó llorando en silencio, cubriendo su rostro y sentándose en una de las sillas de la terraza. La verdad era, que yo no tenía tacto para esos asuntos, ni me gustaba ocultar la realidad con ilusiones baratas o esperanzadoras. Pero, recordando todas las cosas que Akari me había dicho cuando me había negado a abrirme hacia él, fue cuando entendí que era lo que tenía que hacer.

Me acerque a él, sentándome a su lado,  y lo tome de los hombros, atrayéndolo hacia mí, y abrazándolo, al tiempo que le decía con voz cálida y suave:

-Sabes que no soy de los que hace sentir bien a los demás con mentiras o palabras de aliento, pero es lo mejor ahora que llores, es justo como siempre me lo dijiste a mi, guardarte todos estos sentimientos, a la larga no te hará ningún bien.- Akari levantó su rostro, y me miró con mucha sorpresa e incredulidad. Cuando hizo esto, le limpié con el dorso de mi mano una lágrima que resbalaba por su fría y pálida mejilla, y le continué hablando con suavidad-: No es grato el verte llorar, pero llora hoy por Tsubasa todo lo que necesites, para que ya no vuelvas a hacerlo jamás. Verás que esto sanará con el tiempo, tú eres capaz de salir adelante, Akari…

Tras decir esto, sentí como Akari me apretó con fuerza los brazos con sus manos, y apoyo su cara en mi pecho, volviendo a llorar. Cada sollozo que salía de él, cada lágrima que caía sobre mi, era como ácido quemándome, el verlo así me devastaba, pero sólo podía estar con él, sujetarlo con fuerza, que sintiera que estaba a su lado.

-Al menos esta vez, no fui yo quien te hizo llorar.

Pensé sujetándolo con fuerza, atrayéndolo más hacía mí.

-Esto es vergonzoso.-Dijo Akari con voz gangosa y entrecortada-. Siempre termino llorando frente a ti.

-Eso es por que eres un chico sumamente débil y llorón.

-¡No es justo! … A… ahora… no tengo… el valor para defenderme… Ca… cállate…

Me reclamo entre sollozos. Finalmente, después de unos minutos más, los sollos comenzaron a cesar, y la respiración de Akari comenzó a normalizarse, pero seguíamos en la misma posición, hasta que Akari volvió a hablar, con su rostro aún apoyado en mi pecho.

-Yue… ¿Por qué eres tan bueno conmigo?

-¿Por qué? Soy tu amigo, ¿oh no?

-¿Es por eso?

Preguntó Akari, levantando su rostro finalmente, alejándose de mí, y mirándome a los ojos ingenuamente, una mirada que hizo a mi corazón latir con fuerza al ver lo lindo que se veía. No podía decirle la verdad, en estos momentos, lo que menos necesitaba era una confesión de amor, o cualquier acto que causara un malentendido.

-Esto no es nada, comparado con lo que has hecho tú por mí. Fuiste paciente, me ofreciste tu amistad y ayudaste, aún cuando yo era más frío que un témpano de hielo, o más desagradable que una patada en el trasero.-Al oír esto, escuché a Akari soltar una tímida risa, cosa que me hizo sentir mejor al darme cuenta que comenzaba a recuperar el ánimo-. Por eso, siempre te estaré agradecido, y te ayudaré en todo lo que sea necesario sin dudarlo ni un segundo.

Cuando acabé de decir eso, sentí como algo frío y mojado caía en la punta de mi nariz. Al voltear hacia arriba, me sentí sorprendido al ver como pequeños y blancos copos de nieve comenzaban a caer alrededor de nosotros.

-¿Nieve?

-¡En verdad está nevando!-Exclamó Akari con alegría, levantando sus manos para que la nieve cayera en ellas-.Habían pasado 3 años desde la última vez que nevó en Urem… ¡Ah, es cierto!

Miraba con atención la nieve, cuando vi como Akari se acerco a mí, y en un acto que me sorprendió y estremeció todo mi cuerpo, Akari me tomó de los hombros, y acercó su rostro al mío. Nuestros rostros estaban tan cerca, que podía sentir su cálido aliento sobre mi cuello, incluso nuestros cuerpos estaban muy juntos. Sólo atiné cerrar los ojos, juntando toda la fuerza de voluntad que tenía para no aprovechar esa cercanía y probar los labios con los que había soñado besar desde hace meses. En ese intervalo, sentí los suaves y pequeños labios de Akari sobre mi mejilla ¿Era un sueño? ¿Tan triste estaba que ahora soñaba eso? No, en verdad había pasado, lo supe al abrir mi ojo, y ver el hermoso rostro de Akari a mi lado, con los ojos cerrados, y sus dulces labios aún besando mi afortunada mejilla derecha.

Al separarse Akari, me mostró una enorme sonrisa, y me dijo con inocencia y alegría:

-Tenemos una creencia en Urem. Al ver caer los primeros copos de nieve, debemos besar a la persona que este más cerca de nosotros, de esa manera, tendremos suerte tanto la persona que recibió el beso como el que la besó para el próximo año… ¿Verdad que es una creencia muy rara e interesante?

-Y maravillosa.

Pensé sintiéndome flotando entre nubes rosas, corazoncitos y brillos de colores. Debía tener cara de idiota en ese momento, y estar mucho más rojo que cualquiera de los papas noel que se paseaban por las calles en esas fechas. Por supuesto que la única persona que podía ponerme en ese estado, era Akari, nunca me hubiera imaginado que me daría un beso, aunque fuera por una creencia, me sentía feliz, y soñaba despierto, el pareció no darse cuenta de nada, pues siguió sonriéndome con dulzura, agitando su delgada cola negra de lado a lado con lentitud.

Finalmente reaccioné cuando Akari volvió a apoyar su cabeza en mi hombro, y me dijo con un tono de voz bajo y relajado, mientras seguía mirando la nevada:

-Que tengas suerte Yue, espero que el año que venga, sigamos siendo buenos amigos.

-Eso sería un honor para mí.

-Gracias, por… ajuuum… todo.

Habló Akari entre bostezos, yo también comenzaba a sentirme cansado. Continuamos viendo caer la nieve, hasta que Akari se quedo profundamente dormido a mi lado. Viendo eso, lo cargué con cuidado, y lo lleve a su habitación, dejándolo en su cama, y cobijándolo con las suaves y felpudas sábanas. Al hacerlo, pude ver el dije que le había regalado adornando su cuello. (Ver Maho Neko I: Cap. 24) No imaginaba que Akari lo usara también para dormir como yo, ya que yo sólo me lo quitaba al bañarme para que no se maltratara. Tras ver a Akari dormir con tranquilidad en su cama por unos cuantos segundos, volví a mi habitación, pensando en lo mucho que mi amor había crecido hacia él, desde que me había dado cuenta que me gustaba.

Esa noche, dormí como un bebé, mis sueños también fueron muy dulces, no hace falta mencionar, que Akari apareció en ellos durante todas las vacaciones de invierno.

+ Fin +

 

Notas finales:

Yieeeei,x fin lo pude terminar *saca la champagna para brindar* Pues me esforzare por acabarlo rápido y lo logre,lo cual fue un milagro pues si estuvo muuuuy largo,pero en fin,me dije que como eran los protas y era un especial,era valido hacerlo asi xP

De nueva cuenta,hice una entrada en el blog con aclaraciones con algunas cosas que tal vez no todos entendieron,así que aquí les dejo el link por si gustan pasar a verlo: http://mahoneko.blogspot.com/2010/06/aclaraciones-especial-5-yue-x-akari.html

Bueno,solo anunciare que me tomare una semana de descanso para empezar con la segunda temporada x fin!!! *w*

Muchas gracias a todos los que pusieron comentarios y tmb leyeron estos especiales,me da gusto que les hallan gustado,y es tanto asi,que estoy considerando hacer otro en un furturo,ustedes me diran ke opinan ;)

Espero les halla gustado este especial,que en lo personal me encanto como quedo,muy romantico,dulce y hasta triste,justo lo ke keria.Apuesto a que estos especiales sirvieron mucho para entender muchas cosas de la primera temporada que era lo que deseaba juar ;P

Nos vemos luego,espero sus opiniones sobre cualkier cosa *3* Chau chau


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