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Las diferentes formas del amor por Perla la Leona

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Notas del capitulo:

Aclaraciones: Gravitation y sus personajes pertenecen a su creadora Maki Murakami.

Agradecimiento especial a mis amigas Chaotic Kittie y Lalamy, muchas gracias por su apoyo, su ayuda y dedicación a éste nuevo proyecto que inicio, una vez más, gracias por el beteo.

Aunque este fanfiction esta dedicado a mis autoras favoritas, este capitulo quisiera dedicárselo a: Hika y Fernanda Samira, ustedes fueron mis primeros comentarios incognitos y se los agradezco mucho.

Capitulo 1


El invierno en mi corazón


*


No eran ni las cinco de la mañana cuando gracias a los ruidos matutinos del exterior se percató que estaba más despierto que dormido. Aun así mantuvo los ojos cerrados y se removió bajo las cobijas, de inmediato deseo no haberlo hecho, el frio del crepúsculo matutino invadió su capullo de calor.


Abrió un ojo y comprobó lo que pensaba, había dejado abierta la ventana, otra vez.  Apretujándose mas contra si mismo para mantener el calor de las cobijas cerro los ojos nuevamente, fue cuestión de minutos cuando volvió abrirlos para ver la hora, trece minutos para las seis, ¿En que momento se había quedado dormido?


La luz ya se filtraba por la ventana, con desgano se incorporo, junto sus manos al reverso y estiro sus brazos todo lo que pudo al frente, los huesos de su columna tronaron, después giro el cuello y percibió de inmediato la tensión acumulada.


Tenía más de tres meses sin poder dormir de corrido una noche y a pesar de los sedantes que el doctor le había prescrito él se sentía tan desmotivado y cansado como siempre. Sin ninguna gana de levantarse planto sus pies en el suelo alfombrado.  Se levanto y tendió la cama.


Empiece por las cosas básicas—. Le había dicho su siquiatra.


¡JA!, como si tender la cama, bañarse, lavarse los dientes y prepararse para un día insufrible de trabajo lo fueran a llevar algún lado. A pesar de todo, hizo exactamente eso, tendió su cama, se baño, se lavo los dientes y se alisto para aquel día insufrible de trabajo.


¿A dónde se había ido sus sueños?, ¿En que momento ir a la disquera se había convertido en un martirio?... ¿Desde cuando sus sueños no eran mas que una estupidez?


Tenía la respuesta, y podía darla en términos de días, exactamente 62, porque el mes pasado había contado con 31 días, además exactamente ayer se había cumplido dos meses desde que el escritor le pidió que saliera de su vida.


Meditándolo profundamente era mas tiempo… podría iniciar el conteo desde el momento en que Yuki se empezó a portar mas indiferente de lo usual, cuando fueron días corridos sin que siquiera lo tocara, cuando su voz empezó a sonar mas agresiva que de costumbre, más fría.


Terminando de cambiarse se dirigió a la sala del pequeño apartamento que compartía con su mejor amigo y se sentó en el sillón a esperar a que éste se levantara, de más esta decir que eso ya era común, no había día en el que Shuichi no se despertara antes de las cinco. Por más que Hiro fuera compresivo estaba claro que tenia límites, límites que se podían fácilmente rebasar si te metías con sus horas de sueño, por ello procuraba no despertarlo antes de su hora habitual.


En mutismo total dejó pasar los minutos restantes antes de que Hiro apareciera por la sala, en cuanto el guitarrista estuvo dentro de su rango visual, Shuichi lo saludo con alegría.


buenos días Hiro, ¿dormiste bien? preguntó Shuichi con una sonrisa.


Otra vez te levantaste temprano respondió Hiro con un poco de preocupación.


Hiro se acerco a su amigo, extendió una mano hacia el rostro cansado de Shuichi, con un dedo delineo las pequeñas marcas de cansancio que se dejaban ver bajos sus ojos.


Creo que deberías tomar el té que te recomendó tu mamá, no creo que se buena idea que sigas tomando esas pastillas si no están surtiendo efecto.


Déjalo Hiro, el doctor dijo que pasaría un tiempo antes de que hicieran efecto expuso Shuichi con confiada calma.


¿Cuánto tiempo? Las has estado tomando por más de un mes, deberían por lo menos hacer que duermas bien.


Duermo bien Hiro, no te preocupes. ¿Qué vamos a desayunar? Preguntó Shuichi buscando cambiar el tema—. Se me antojan unas tostadas con mermelada y café


De ninguna manera.


pero K siem…


No importa lo que diga K, solo en Estados Unidos las tostadas con mermelada y café se considera desayuno, así que en su lugar comeremos un poco de arroz con sopa de miso y pescado empanizado, además tú tienes prohibido el café Terminó Hiro poniéndose de pie para preparar el desayuno.


No había forma de ocultar el gesto de desagrado que se formo en la finas facciones de Shuichi, su estomago había gritado un gran NO en respuesta después de escuchar la tentativa de desayuno.


Suspirando Shuichi se puso de pie y siguió a su amigo a la cocina, sabía que Hiro tenía razón, el café estaba fuera de su dieta desde que inició su tratamiento, al ser un líquido altamente irritante y los medicamentos fuertes, la combinación de ambos solo tendría como resultado una gastritis severa o incluso una ulcera.


Pero no podía evitar extrañar el café y las tostadas con mermelada por las mañanas, después de todo ese había sido su desayuno por mucho tiempo, exactamente el tiempo que vivió con Yuki.


“Incluso en las cosas mas pequeñas me acompañas” reflexionó Shuichi mientras se sentaba en la mesita de la cocina y observaba a Hiro preparar todo.


Inconscientemente Shuichi busco la cafetera en la cocina sin encontrarla, Hiro no tenia una, solo usaba una moderna tetera para el té. El recapacitar que no se encontraba en lo que consideraba su hogar, hizo que sus pulmones se sintieran oprimidos y una molesta sensación se alojó en su garganta.


Todo era diferente, tan diferente…                 


El despertar solo en una cama individual, en vez de una gran cama con su novio a un lado; el extraño ambiente carente del olor a cigarro, Hiro fumaba, pero no al grado que su casa quedara impregnada de ese aroma.


Secretamente fumaba un cigarro en su cuarto antes de dormir y después abría la ventana para evitar que Hiro se diera cuenta, lo último que necesitaba era un sermón sobre lo perjudicial que era el cigarro para su garganta. El olor a cigarro entre las cobijas y su boca  hacía que su mente entrara en trance, recordando aquellos días en que su vida era perfecta.


Pero la alegría de esos días se había ido,  la primavera se termino de golpe convirtiéndose en la noche de un crudo invierno que parecía no tener fin, como una pesadilla de la que no puedes despertar.


Muchas veces deseó con todas sus fuerzas que al despertar Yuki estuviera del otro lado de la cama, pero por más que lo deseara y le suplicara a los Dioses que le regresaran su felicidad, día tras día despertaba para seguir viviendo la cruel realidad.


Yuki se había ido, lo había abandonado para nunca más volver. No importaba cuanto rezara para que ese cruel hombre abriera los ojos, viera la luz y entendiera que la persona que debía estar a su lado era él.


Ahora se encontraba solo en un llano frio y sin rumbo, las estrellas no brillaban, la luna no se veía en el cielo y pareciera que la noche jamás fuera a terminar. El alba no se asomaba en el horizonte y las fuerzas para mantenerse en pie bajo esa cruda noche de invierno se estaban agotando.


El calor de unos brazos rodeándole por la espalda lo regresaron a la realidad, Hiro apoyo el mentón en su hombro y lo abrazo mas fuerte. El conocido ardor en sus ojos se hizo presente y apretó fuertemente los ojos para evitar que las lágrimas salieran, los brazos que lo envolvían lo estrecharon con más fuerza y la cálida voz de Hiro llego a sus oídos.


Tranquilo Shu, pronto pasarasusurró Hiro con calma, pese que su interior deseaba hacer pedazos a ese estúpido que había llevado a su amigo a ese estado.


Shuichi coloco las manos en los brazos de Hiro en gesto de aceptación,  ladeo su cabeza para apoyarla en la cabeza de su amigo y con un suspiro entrecortado libero su tristeza.


Durante varios minutos el silencio en la cocina de aquel apartamento era interrumpido por sollozos entrecortados y balbuceos de consuelo.


Poco a poco Shuichi era mas consiente del calor que generaba el cuerpo de su amigo, de lo agradable y reconfortante que era ese abrazo, el aroma de Hiro inundo su sistema y con ello su lastimado corazón encontró una paz momentánea.


El sonido de algo hirviendo llego a los oídos de Shuichi y con voz pausada dijo:


Hiro, la sopa esta hirviendo.


¡AH!exclamo Hiro soltando a su amigo y apagando la olla —. Parece que no le paso nada… ¿Te sientes mejor?


Si, vamos a desayunar sino se nos hará tarde. respondió Shuichi mientras secaba los restos de lágrimas en su cara.


Hiro observo intensamente a Shuichi buscando verificar sus palabras, convencido empezó a servir los alimentos. Pese a su rechazo inicial por la comida, Shuichi comió con gusto, una sopa caliente y humeante le abrían el apetito a cualquiera.


Al terminar, Shuichi lavo los trastes mientras Hiro se alistaba para salir a NG corporation, el cantante finalizo la limpieza antes de que su amigo estuviera listo, así que decidió prender la televisión, en cuanto su dedo estaba a punto de picar el botón de encendido se arrepintió.


La última vez que había visto la televisión se había llevado una desagradable sorpresa, en el noticiero y su sección de espectáculos daban la nota de que el famoso Yuki Eiri estaba estrenando amante, una hermosa mujer aparecía junto a Yuki en aquella foto que aparecía en la pantalla, foto en la cual era mas que evidente el tipo de relación que llevaban.


Afortunadamente para él, cuando la prensa quiso alguna declaración por parte suya, Seguchi.san había usado sus influencias para que lo dejaran en paz. Aun le extrañaba que hubiera tenido ese detalle con él, sobretodo por que Seguchi.san no había intervenido de ninguna manera para conseguir un trato similar por parte de la prensa hacia Yuki.


No le había dado muchas vueltas al asunto, supuso de inmediato que el escritor le había pedido a Seguchi.san que no se metiera, o tal vez se debía a que ya no eran familia desde el divorcio de Seguchi.san con Mika, aunque esta ultima posibilidad la descartó, ambos tenían una relación tan estrecha que iba mas allá de que fueran cuñados.


¿Estas listo para irnos? —. Escuchó la voz de Hiro, cortando el hilo de sus pensamientos.


Si dejó el control remoto en el sofá y se dispuso a salir del apartamento, tomó su mochila, su abrigo y salió en compañía de su amigo.


*


Para Shuichi el trayecto hacía a la compañía disquera era su “momento” favorito del día, el viento en su cara, la velocidad de la motocicleta, el ruido que se producía al pasar velozmente los automóviles, era en ese corto lapso que sentía que todos sus pensamientos se iban con el viento para ser devorados por el ruido del tráfico.


Desde que vivía con Hiro, su tradición de llegar tarde se había terminado, situación  que hacia muy felices a sus compañeros de trabajo, no obstante, más de uno de ellos prefería sacrificar esa trivial felicidad en pos de que Shuichi volviera sonreír como antes.


Al llegar al edificio, Hiro estacionó la motocicleta justo en el momento en el que Suguru llegaba al lugar. Se saludaron con un movimiento de cabeza y emprendieron su camino al interior del edificio.


Suguru nunca creyó que el mutismo de Shuichi llegara a incomodarlo, siempre se había quejado del constante parloteo del vocalista, jamás pensó que el día que sus deseos se cumplieran lo encontraría insoportable. Por ello, desde que el cantante se había sumergido en su mundo interno, Hiro y él llenaban el silencio con charlas triviales e inclusive llegaba a participar en las bromas promovidas por K o Hiro.


Entrando al estudio que se les había asignado para sus ensayos, se percataron que K ya se encontraba en el lugar, no alcanzaron a dejar sus pertenencias cuando K apunto con su arma a Shuichi.


Muy bien muchacho, abre la boca, es hora de tu dosis del día dijo K con una pastilla en su mano libre del arma.


Sabes, no es necesario que tú me des mi medicamento, puedo llevar el control solocontestó Shuichi con molestia mientras tomaba la pastilla de la mano del americano.


NO, estas cosas son muy peligrosas, hay una línea muy fina entre seguir un tratamiento y volverse un adicto.


¡A ti te importa muy poco que me vuelva un adicto, lo que disfrutas es de tener el control de la situación!explotó exasperado Shuichi antes de tomarse su pastilla, pasándosela con un vaso de agua.


Eso solo es un plus terminó con alegría K mientras palmeaba la cabeza de Shuichi como si fuera un cachorro.


Ya que terminaron de drogar a Shindou podemos empezar con el ensayoexcepto Suguru con molestia.


 


 ¡JA!


 


La expresión irónica de Shuichi y la sonrisa triste que siguió fue percatada por todos en el estudio.


Lo siento Shindou, no quise decirlo de esa forma se disculpó de inmediato Suguru—. Yo solo…


Descuida interrumpió Shuichi—.Se que no querías decirlo de esa forma, es solo que pensé en lo patético que me he vuelto, parece ser que solo drogado puedo  llevar mi vida de una manera decente.


Shu no… —.Esta vez fue Hiro el que intentó intervenir.


¡Vamos! iniciemos el ensayo, por suerte los efectos de esta cosa son casi inmediatoscortó Shuichi con frialdad mientras caminaba a su lugar detrás del micrófono.


Sin saber que más decir, Hiro y Suguru se dirigieron desanimadamente a sus puestos, con un suspiro resignado, K encendió el equipo para después dar la señal de inicio. Con los ánimos por los suelos y en un ambiente tenso iniciaron el ensayo.


El intro de una nueva canción de grupo llenó el estudió y la voz e interpretación de Shuichi fue tan enérgica y apasionada como siempre, no obstante a que su estado anímico era el peor en la historia de Bad Luck.


Los amigos de Shuichi se encontraba desconcertado por sus cambios de ánimo, en un principio las interpretaciones del cantante habían sido tan penosas como siempre que se separaba del escritor, pero en las ultimas semanas los había sorprendido con una racha de interpretaciones perfectas.


Lo que desconocían los compañeros de Shuichi era que, el cantante había encontrado la manera de que su deplorable estado emocional inspirara su interpretación. Durante las secciones con su siquiatra, el doctor le había dado un consejo:


Lo que sientes en tu interior, concéntralo y vomítalo mientras cantas”


¡Bueno!, el doctor no había dicho “vomitar”, pero a él le gustaba como sonaba. Su tristeza era tan profunda que se equiparaba a la más alocada de sus alegrías, si hablábamos de energías y sentimientos, su estado desanimado actual tenía la misma potencia que su estado entusiasta del pasado.


*


En el último receso del día, el ambiente en el estudio no había mejorado, Shuichi se había retraído constantemente y cuando hablaba solo lograba que sus amigos se sintieran peor. A esas alturas Hiro y Suguru estaban completamente desanimados. El cantante les dirigió una ligera mirada de culpa:


“Yo y mi grandísima boca, porqué no pude mantenerme callado” pensó Shuichi con remordimiento, fijo su mira en K, el cual observaba a sus compañeros y se llevaba una mano a la cabeza para rascar su nuca, al parecer no sabía como elevar el ánimo de sus músicos.


Voy a al baño, ahora regreso anunció Shuichi y sin esperar respuesta salió de la habitación.


El silencio en el estudio reino hasta que fue derrocado por Suguru.


En ocasiones me siento culpable de odiar al joven Eiri, extraño al Shindou de antes.


No sientas culpa, yo también lo odio replicó de inmediato Hiro.


Vamos, no podemos culpar a Yuki.san por la decisión que tomóTerció K—. Aunque no es precisamente mi persona favorita en este momento.


Con un suspiro resignado todos en el estudio bajaron la cabeza desanimadamente


*


Mientras, Shuichi se dirigía a la azotea del edificio, necesitaba aire puro con urgencia. Salió del elevador en el último piso, abrió la puerta que daban a las escaleras de emergencia para terminar de subir, caminó uno pasos y se apoyó pesadamente en uno de los grandes tanques de agua que había ahí.


Se dejó deslizar por la fría superficie hasta quedar sentado, el tanque de agua proyectaba sombra así que estaba cómodo, sacó los audífonos de entre sus ropas, se los puso en sus oídos, seleccionó una carpeta de música en su reproductor y se dejó llevar por la música.


Con su cabeza recargada hacia atrás, mantuvo su mirada fija en el cielo. El ambiente que empezaba a ser cálido le recordaba que el invierno estaba llegando a su fin, pronto la primavera llegaría a la ciudad.


La letra de la canción que escuchaba resonó en su cabeza.


Él soñó que el amor nunca moría…


 


Pero su sueño había sido apartado, destruido y vuelto polvo.**


“ él se fue cuando el otoño llego”*


 


Aun soñaba que Yuki regresaría junto a él y seguirían viviendo felices como siempre, pero había sueños que no podían realizarse, como las tormentas que no se pueden eludir.**


“Yo tuve un sueño de cómo seria mi vida, tan diferente de este infierno que ahora vivo”*


 


Yuki le había dado la lección más dura de su vida…


Los sueños solo eran eso…


Sueños.


 


Aun recordaba la rabia, el dolor y la desilusión que se llevo cuando se enteró por las noticias de que Yuki ya tenía otra amante. No podía creer lo rápido que el escritor había seguido con su vida, como sí él hubiera sido solo una aventura pasajera.


Tal vez la rapidez con la que Yuki consiguió otra amante era un reflejo de lo deteriorada que estaba su relación y él nunca se dio cuenta. Para él el recordar su relación con Yuki era viajar a un mundo donde solo existía la felicidad, el amor y la pasión de tener la persona más amada a su lado.


Que iluso había sido al pensar que Yuki sentía lo mismo al estar a su lado…


Su siquiatra había insistido en que él estaba idealizando las cosas, pero que podía hacer, su cerebro se rehusaba a olvidar las cosas bellas que había vivido con ese hombre. El doctor le había pedido que procurara recordar las cosas como fueron, sin negros y blancos, no podía hacer eso, se negaba a vivir en un mundo gris. De esa forma su vida se planteaba en un pasado blanco y brillante en contraposición de un presente negro y deprimente.


Quizá el escritor podría haberlo olvidado en tan poco tiempo, pero él no podía, él no podía olvidar a su Yuki. Shuichi todavía podía sentir en su piel el ardor por la ausencia de sus caricias, de sus besos…¿Cómo podía olvidarlo sí todavía lo amaba?


“Puede que no se trate de olvidar” pensó Shuichi


“Con el tiempo dejaras de pensar en ello y cuando recuerdes, solo será eso, un recuerdo” —. Las palabras dichas por su madre llegaron a sus pensamientos.


¿Cuánto tiempo tendría que pasar?, de la forma en la que sentía parecía que faltaba mucho, pero mucho tiempo.


Aun que…Ahora que lo pensaba…


Ya no era como en los primeros días, cuando no podía parar de llorar y los ensayos eran un completo asco. Era cierto que cuando se entero que Yuki ya tenía una nueva amante, su depresión se volvió más profunda, al punto que necesitó tratamiento siquiátrico y secciones con el medico.


Aun así, viéndolo bien, la medicación no era tan mala, aunque lo mantenían en un estado de aturdimiento que le disgustaba, era como sí las pastillas bloquearan su espontaneidad. Además el doctor era muy agradable, le dejaba pensando en cosas extrañas y su secretaria siempre le daba un dulce al final de cada sección.


¿Estaría entrando en la zona gris de la que le hablo el doctor?


El sonido de la puerta de la azotea al abrirse llamo su atención, giro levemente su cabeza en esa dirección sin abrir sus ojos, esperando un balazo por haber huido de los ensayos decidió no moverse, de todas formas K lo llevaría a cuestas al estudio, para que molestarse en levantarse.


¿Estas dormido?


Nop, esa no era la voz de K, sonaba como…abrió los ojos de golpe para entrecerrarlos de inmediato, la luz del sol lo había encandilado. La imagen de Seguchi.san quedó grabada en su retina, por un momento podría compararla con la de un Dios que baja del cielo, con ese porte elegante, seguro y toda esa luz rodeándolo, incluso su cabello rubio había parecido por un momento de oro.


Medito un poco la anterior alucinación, empezaba retractarse sobre su opinión de que la medicación no era tan mala, estaba pensando cosas absurdas, ¿Dios? Claro que no, se trataba del mismísimo Diablo encarnado en hombre.


Usando su mano de visera bloqueo el exceso de luz que lastimaba sus ojos, Seguchi se puso enfrente de él bloqueando de esa forma el sol.


K esta destruyendo el edificio buscándoteescuchó que Seguchi le decía.


Lo siento —. Fue todo lo que respondió


Miro a su alrededor y se dio cuenta de algo, la sombra se proyectaba de otra forma, volteo hacia arriba y notó que el sol se había movido mucho de su lugar, inconscientemente giro su muñeca para ver la hora.


Al parecer tienes mas de dos horas desaparecido comunicó Seguchi —.Por lo que veo, te quedaste dormido, ¿no es así?


Eso creo—. Mordió su lengua en gesto de torpeza y llevo una mano a su nuca—. Lo siento mucho.


Touma no respondió, avanzo un poco y se sentó aun lado del cantante. Shuichi lo miro levemente extrañado, pero no dijo nada. Touma extendió su mano hacia uno de los audífonos de Shuichi y se lo colocó.


Sabes, escuchar este tipo de música no ayudara a tu estado de ánimodijo después de un rato en silencio—. Deberías escuchar algo mas alegre.


El tono divertido de Seguchi hizo sentir cómodo a Shuichi, así que pregunto sin pensar.


¿Cómo que? dijo con curiosidad.


No se respondió Touma haciendo un gesto reflexivo —. Nittle Grasper por ejemplo, he escuchado que es una banda muy buena.


Shuichi rio un poco ante el tono tan curioso que había usado Seguchi.


Yo también he escuchado eso agregó Shuichi con una leve sonrisa.


También he oído que tienen un tecladista muy bueno tocando para ellos, lo llaman “el ingenioso Touma”continuó Seguchi


¡Oh! Si se de quien hablas, me gusta mucho las técnicas que usasecundó Shuichi siguiendo la broma mientras su sonrisa se ampliaba de a poco.


Y no solamente goza de una buena técnica también dicen que es muy apuesto bromeó Touma


La risa de Shuichi fue trasparente


Si, si lo es dijo sin pensar en nada más


Seguchi se quedo callado por un momento y fijo su vista en el horizonte


Me imagino que K ha hecho un escándalo, creo que debo volver mencionó Shuichi al notar que el silencio se prolongaba.


No te preocupes, déjalo que te encuentre, te has estado portando tan bien que K a estado muy aburrido, dejemos que se entretenga un rato.


¿Esta seguro de eso? K puede llegar a exagerar las cosas a grados insospechados informó Shuichi con cautela.


Sip, estoy seguro. Déjame ver que más tienes ahí continuó Touma extendiendo la mano para que Shuichi le entregara el reproductor.


Shuichi le dio el pequeño reproductor y observó como Seguchi buscaba entre las canciones de la carpeta que escuchaba.


Deberías cambiarle el nombre a esta carpeta y titularla “para desgarrar el corazón”, todas las canciones son muy tristes, veamos que mas tienes aquí Touma eligió otra carpeta del repertorio—. Esto esta mucho mejor


La carpeta que había elegido tenia canciones Pop-j, en ese momento se escuchaba  Akeboshi interpretando Yellow Moon.


El sonido del piano y los violines acompañaban a los dos hombres esa tarde de invierno, el sol iniciaba su descenso, aun así les brindaba su calor.


Shuichi oyó con atención la letra de la canción, decía en una pequeña estrofa que los sueños existen, en otra estrofa hablaba de “algo mágico cambiando”.****


“esto cambia cada día”***


Sintió como la armonía de la música embalsamaba su corazón, mientras el sol caída en las lejanías de la ciudad de Tokio.


No supo por cuanto tiempo más estuvo ahí sentado en compañía de Seguchi, solo sabía que por la poca luz que había en el ambiente y la expresión de sicópata de K cuando lo encontró, que había sido mucho tiempo.


Esa noche antes de ir a la cama, no fumo ningún un cigarro y la ventana permaneció cerrada.


Y así fue como una noche de invierno poco a poco dio paso a al alba de primavera.



Existen instantes mágicos que van pasando inadvertidos y, de pronto, la mano del destino cambia nuestro universo.


Paulo Coelho


A orillas del río Piedra me senté y lloré

Notas finales:

* Fragmento de la canción I dream a dream de la opera “Los miserables”, traducido literalmente.


**Estas líneas fueron inspiradas por la letra de la canción: I dream a dream de la opera “Los miserables”


*** Fragmento de la canción Yellow Moon de Akeboshi, traducido literalmente.


****En estas líneas hago mención de la letra de la canción Yellow Moon de Akeboshi, en una interpretación y traducción literal.


¿Preguntas frecuentes?



  • ¿Touma fue asquerosamente feliz?: Sí, si lo fue.


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