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De lo que aconteció a Harry Potter a consecuencia de seguir a su "inquietud" por Aluminia

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Notas del fanfic:

:3

Notas del capitulo:

Un oneshot muy sencillo, en realidad espero que les guste

Después de la guerra, Harry Potter supo que nunca volvería a ser el mismo, mucha gente importante para el había fallecido, las cosas le cambiaron por completo, pero jamás imaginó que tal vez aquella escena que presenciaba le cambiaría aún mas.


 


Era cierto, el acabó con Riddle para siempre, no había más amenaza, todos deberían estar a salvo, pero algo le inquietaba, y su inquietud tenía nombre y apellido: Draco Malfoy. Lo había estado vigilando con el mapa del merodeador, no se animaba a seguirlo, ¿Con que justificación?, solo esperaba que Malfoy le diera un buen motivo y ya vería ese hurón saltarín, Harry le pisaría los talones.


 


Fue esa tarde de sábado que ocurrió todo, Harry se quedó en su habitación terminando los deberes, pero la curiosidad mató al gato, suerte que Harry no era un gato, sacó el mapa del merodeador y buscó a Malfoy, lo encontró en el baño de los prefectos y ¡Sorpresa!, justo en el mismo baño donde su mejor amigo, Ron Weasley se encontraba.


 


El niño de oro, ni tardo no presuroso, corrió al lugar, escabulléndose sin hacer el mínimo ruido, pensaba atrapar a Malfoy con las manos en la masa, y en efecto, lo encontró con las manos ocupadas, pero en ninguna “masa”, trató de pensar que era un error, una broma cruel, pero no era así.


 


-Ma…Malfoy- gimió su amigo pelirrojo. Ron estaba completamente desnudo, acomodado en cuatro puntos, detrás de el estaba el rubio Slytherin, con todo puesto solo con el cierre abajo, sostenía a Ron fuerte de las caderas y…oh, Dios… ¡Estaban teniendo sexo!


 


-¿Te gusta, comadreja?- Preguntó Malfoy con lasciva, disminuyendo su ritmo.


 


-Ahh…si, me gusta- respondió el pelirrojo, Malfoy bajó el ritmo aún más.


 


-¿Continúo?- susurró el Slyhterin al oído del Weasley que se encontraba tan rojo como su cabello.


 


-Ah, si…si, sigue…más…-


 


-¿Más?-


 


-¡Si!,  por favor,  dame mas duro- suplicó Ron, ruego que fue atendido por el heredero Malfoy, acelerando su vaivén, los gemidos por parte del Weasley se intensificaron.


 


-¡Ahhh, Malfoy…me voy a correr!-


 


-¡Joder, Weasley, aguanta!-


Unas embestidas mas bastaron para que el pelirrojo soltara su semilla en el frío suelo, Malfoy salió de u interior y terminó en los glúteos redondos del hermoso Weasley, el joven rubio se levantó repentinamente, se subió el cierre y salió del baño, dejando a Ronald en el piso jadeando por su encuentro.


 


Harry se encontraba oculto, completamente rojo, ¿Por qué Ron lo había hecho con Malfoy?, ¿Por qué se había acostado con ese idiota Slyhterin?, el niño-que-vivió salió de su escondite y siguió al hurón desde una distancia prudente, algo se traía ese cabrón entre manos y Harry lo iba a descubrir, continuó con su persecución hasta un olvidado pasillo de Hogwarts donde Malfoy dio la vuelta, el Gryffindor dio vuelta también, pero ni rastro de Malfoy, de repente alguien lo jaló del brazo, metiéndolo a un salón desierto.


 


-Se que me has estado siguiendo, Potter- habló su captor, cerrando la puerta a base de hechizo.


 


-No se de que hablas- se escudó Harry, tratando de salir.


 


-No te hagas el tonto- Al decir esto, Malfoy acorraló a Harry contra la puerta.


 


-Déjame en paz, Malfoy- Harry trató de escapar pero fue inútil.


 


-Nos viste en el baño, a Weasley y a mi, ¿cierto?- la pregunta del Slyhterin hizo temblar al niño de oro.


 


-No se a que te refieres- Las palabras del muchacho Potter sonaron falsas gracias a su sonrojo.


 


-También puedo contigo- susurró sensual el rubio, lamiendo la oreja de su Némesis que se estremeció ante el contacto, el joven Malfoy tomó aquello como una invitación, una muy tentadora, rápidamente bajó al cuello de Potter, lo mordisqueó con deseo, haciendo gemir al Gryffindor, Draco se deshizo de la capa del niño dorado y comenzó a aflojarle la corbata, Potter parecía no reaccionar, el placer le nublaba la mente, cosa que el heredero Malfoy aprovechó para quitarle la camisa, dejando el torso de su adversario desnudo, bajó desde el cuello hasta el pecho del niño-que-vivió, donde comenzó a lamer el par de pezones cafés, se concentro en uno, succionando y mordisqueando hasta dejarlo rojo, luego paso al otro procediendo de igual forma.


 


-¡No!- el grito de horror del Gryffindor, apartando al rubio de su pecho. –…déjame salir Malfoy-


 


-Cállate, tu me seguiste- Habló el Sly, apoderándose de los labios de su rival, Harry sintió aquel beso mas de lo que hubiera deseado,  ¿Cómo se le había ocurrido llamar “beso” a lo que había tenido con Cho y Ginny?, no eran nada comparados con los labios expertos del rubio platino, ambas lenguas comenzaron a jugar con lascivia, dejándose poseer el uno por el otro, el placer de lo prohibido e incorrecto era tan delicioso.


 


-¿Po…por qué lo hiciste con Ron?- Harry habló curioso.


 


-Por humillarlo- contestó el Malfoy, mordiendo el labio de Harry.


 


-¿Por qué quieres follarme?- Esta vez Harry apartó al Slytherin halando el cabello rubio con delicadeza.


 


-Por que me excitas, por que te deseo- Fue la contestación del príncipe de las serpientes, Potter buscó rastro de mentira en los ojos grises, pero no lo encontró.


 


Una mano traviesa perteneciente al rubio se deslizó hasta la abultada entrepierna de Harry, comenzó a acariciar sobre la tela, después le abrió los pantalones y acarició sobre la ropa interior, en un impulso desenfrenado, Harry trató de igualar la situación, deshizo el botón y el cierre del Slytherin y le acarició el pene, ambos jóvenes acercaron sus cuerpos y comenzaron a restregarse, sintiendo el calor subir por sus cuerpos.


 


Lo siguiente fue desnudarse por completo, entre caricias y besos, terminaron en el piso tocándose como desesperados, Harry estaba debajo y Malfoy estaba encima, comenzaron a frotarse entre si, la necesidad de contacto era inmensa, ambos miembros ya erectos se rozaban cada vez con mas deseo, el preseminal escurrió por los dos penes, Draco bajó hasta el sexo palpitante de Potter, comenzó a lamerlo lentamente, desde la cabeza hasta la base, luego regresó a la punta y la introdujo en su boca haciendo círculos con la lengua.


 


-mmmm…se siente…tan bien, ahhh- ronroneaba el león, acariciando el cabello del Slytherin –así, ahhh…lo haces increíble…-


 


La serpiente albina comenzó a introducir mas la virilidad del Potter en su boca, succionando con voracidad, salivando para producir más placer a su enemigo jurado,  acariciaba los testículos del niño-que-vivió al tiempo que chupaba, Harry se estremeció sintiendo venir el orgasmo.


 


-Ahhmmm…ah, Draco…- suspiró el de los ojos esmeralda, corriéndose en la boca del platino, el sly bajó hasta la rosada entrada de Harry, utilizó el semen y su saliva como lubricante, comenzó a lamer para preparar al león que se arqueaba de placer ante el contacto, la mano experta de Draco se aproximó al virginal orificio, introdujo su dedo corazón, después agregó el anular, Harry se tensó ante la intromisión.


 


-Tranquilo, Potter, será peor si no hago esto, ¿estás bien?- al recibir la afirmativa continuó con su tarea, dilató el orificio lo suficiente, se acomodó mejor entre las piernas del Gryffindor quien enseguida se abrió para el, Draco tomó su pene con una mano y con la otra masturbó el erecto miembro del niño de oro, el Sly guió su hombría a la entrada del azabache, introdujo la cabeza de su pene y sintió al moreno serpentear bajo su cuerpo.


 


-Ah, Draco…duele- se quejó el león, aferrándose al cuello del príncipe Slytherin quien le besó en los labios, el muchacho rubio empujó lentamente hasta que consiguió meter la mitad de su virilidad, se sentía demasiado excitado, el interior de su Némesis era apretado y cálido, le estaba dando demasiado placer, quería embestirlo y partirlo en dos, y seguramente lo hubiera hecho a no ser por ese extraño sentir de amabilidad y afecto que le invadió el pecho al escuchar los jadeos del Gryffindor.


 


-Dime cuando estés listo- susurró Draco en los labios de Harry, haciéndolo temblar de placer, rápidamente se enfrascaron en una danza de lenguas colmada de sensaciones, la boca del león tenía un sabor dulce y achocolatado, mientras que la del heredero Malfoy tenía un gusto a menta y hierbabuena, una combinación inusual…pero deliciosa.


 


-Ya, ya puedes…- habló Harry, mirando al Malfoy a los ojos, tal vez no lo había notado antes pero el hurón desteñido tenía unos ojos hermosos y transparentes, el Sly se perdió en la mirada esmeralda de Potter, tardó unos segundos en reaccionar, de una embestida se hundió por completo en Harry, el niño de oro enseguida soltó un grito de dolor, unas gotitas saladas salieron de sus ojos pero el rubio platino las seco a base de besos, el príncipe de las serpientes comenzó a moverse en su interior buscando un punto en específico, al encontrarlo el Gryffindor arqueó la espala y gimió con fuerza, Harry pensó en las veces que había estado con Ginevra Weasley antes de terminar su relación, en esos momentos sintió que penetrarla era lo mas placentero del mundo, pero ahora se arrepentía de sus palabras, sentir el miembro palpitante de su rival era lo mas exquisito que jamás había sentido.


 


-Ahh…Potter, eres delicioso…me encantas- le decía el Slytherin al oído a Harry, haciéndolo estremecer, embistiéndolo cada vez con mas fuerza en ese punto que volvía loco al Gry, sintiendo como ese miembro largo y grueso entraba y salía una y otra vez de su cuerpo, la fricción que producían las paredes del niño de oro daban a la serpiente albina mucho placer.


 


-Dime Harry…-pidió el león, y continuó gimiendo –Ahhh…ahí, si, ahhhh, más fuerte-


 


-Harry, Harry…me encanta estar dentro tuyo, es tan placentero…ahh, Harry- Le gemía el rubio platino al de ojos verdes, las embestidas eran cada ve mas feroces y erráticas, el momento estaba cerca


 


-Draco, me voy a correr, ya no aguanto- gimoteó el azabache, asiéndose de la espalda del Sly.


 


-Yo igual, espera… ¿Puedo venirme dentro?...- el Gryffindor asintió, al instante el joven Malfoy aceleró el ritmo, entrando y saliendo con mas brusquedad, la cara de su enemigo era sinónimo de placer y dolor, el muchacho de ojos esmeralda se corrió manchando con su semilla los vientres de ambos, las contracciones de placer hicieron que el Sly se viniera, Potter sintió la calidez de su amante derramarse en su interior, el rubio, rendido de cansancio, se dejó caer sobre el Gry que lo recibió entre sus brazos, besándolo y acariciándolo con parsimonia.


 


-Eso…fue delicioso- habló por fin el moreno, aún sintiendo los efectos del orgasmo, el rubio platino sacó su miembro del interior de Harry, haciéndolos temblar a ambos.


 


-Demasiado, diría yo- declaró el Slytherin, abrazando a Potter. –Hay que hacerlo de nuevo alguna vez-


 


-Pero esta vez yo te la meto- se quejó el Gryffindor.


 


Draco habló con sarcasmo –Claro, cuando quieras.-


 


 

Notas finales:

ojalá les haya gustado

 

saludos :3


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