Hm, y después de tanto tiempo, después de tantos tropiezos, termine otra vez lastimándote, otra vez hiriendo tus sentimientos... tú, mi amigo del alma... perdóname por no haber sabido lo que era mejor para ti, lo que querías y lo que te pudiera hacer feliz... perdóname por no saber comprenderte, perdóname por alejarte de la persona a quien más amabas, por... por existir en tu vida, ya que sé que fue un error... Perdóname por todos mis errores y por todas las veces que te vi caer y lo único que hacía era hundirte más pensando que te rescataba de un infierno...
Perdóname...
Matt.
Esa fue la nota que nunca debió de haber sido vista... la nota que nunca debió salir a la luz... la nota de todos mis arrepentimientos, todos mis errores... ojala algún día me pudieras perdonar... aunque sé que no lo harás, aunque sé que en el fondo de tu corazón me guardarás resentimiento por haber arruinado tu vida...
Han pasado dos meses desde que “eso” sucedió, ocho desde la última oportunidad, doce desde la vez que cometí el mayor error de mi vida... el hablarte, el haber contactado contigo para volver a entablar amistad, para volver a saber de ti... para ser una carga en tu vida... lo lamento
Recuerdo que había pasado ya un mes desde que nos habíamos reencontrado y yo te había pedido un favor... pero... ahí caí en cuenta de lo que pasaba... pero por más inteligente que hubiera sido, nunca hubiera adivinado el futuro que a los tres nos aguardaba... verdad, Near? ...
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Caminaban por la calle los dos jóvenes, la gente le veía raro no por ser los dos quienes caminaban, si no por cómo iban vestidos, pero eso a los dos nunca les importó.
-De verdad eso fue lo que sucedió? vaya nunca lo hubiera imaginado, Near. –Decía el pelirrojo poniendo atención a todos los relatos que decía Near acerca de todo lo que había sucedido en su ausencia.
-Pues créelo Matt, eso fue todo lo que sucedió... –Dijo el albino asintiendo con la cabeza, enredando un mechón de su cabello.
De repente, el celular del mayor comenzó a sonar. Matt lo sacó del pantalón y vio quien era, torció la boca y miro el teléfono con algo de disgusto.
-Espérame un momento, debo atender esto, ¿si? –Dijo sonriéndole para alejarse después a contestar.
Near, lo único que hizo fue quedarse viéndole todos los gestos que hacía con las manos y las meucas de su rostro. Momentos después, Matt colgó el teléfono y se dirigió de nuevo al menor.
-¿Sucede algo? –Preguntó el menor enarcando una ceja.
-Si... –Dijo suspirando pesadamente. Quien sabe que fue lo que le cruzó a Matt por la cabeza, pero era una idea tal vez muy loca... pero aún así se animó a decírsela al menor.
-Mira, hay un tipo loco que me persigue y acosa por toda la cuidad, podrías estar un rato con él y quitármelo de encima? –Preguntó Matt sonriéndole.
-Ah... lo siento Matt no puedo... –Dijo el menor haciendo que el pelirrojo enarcara una ceja. Comprendía que no lo hiciera, pero no sabía el motivo lo cual despertó su curiosidad.
-Y ¿por qué? -
-Porque veras, yo tengo a alguien, y eso sería estarle engañándole, ¿entiendes? –Dijo el albino sonriendo de lado al recordar quién era ese “alguien”
-Oh ya veo –Dijo Matt con su típica sonrisa. Le despeinó los cabellos a Near y le sonrió – No te preocupes entonces, sigamos que de seguro te han de estar esperando –Comentó divertido.
Días después de eso, Matt no volvió a ver a Near hasta después de un par de semanas. Matt fue a la casa del albino ya que estaba aburrido y quería ver si con él podía estar un rato, charlar ya que eso era lo que habitualmente hacían. Abrió la puerta de la casa del menor y se sorprendió con lo que se encontró. La casa era un completo desastre, las paredes estaban manchadas de algo rojo lo cual no era sangre, parecía más pintura, los papeles desordenados, ropa tirada, los cuadros que tenía rotos, los cristales igual y los espejos no se quedaban atrás.
Una vez el pelirrojo había salido del trance, fue rápidamente a buscar al menor, tal vez habían asaltado su casa, tal vez habían venido por Near y le habían hecho algo, Matt no podía con tanta preocupación que se formó en menos de un minuto. Llegó hasta la habitación del menor donde solo se escuchaban sollozos, haciendo que de inmediato Matt se preocupara más por el menor ¿¡Que rayos le habían hecho para que estuviera llorando!?
Se agachó debajo de la cama por el lado contrario y le miró.
-Near... ¿qué sucedió? ¿Te hicieron daño? ¿Estás bien?- Preguntó Matt acariciandole la mejilla al menor.
Este no le respondió, solo negó con la cabeza, haciendo que Matt torciera la boca y saliera de ahí al igual que sacó a Near por el otro lado. Lo sentó en la cama y se arrodilló frente a él.
-¿Qué sucedió? –Preguntó Matt. Él no comprendía el por qué el menor estaba de esa manera, pero quería saberlo para de alguna manera ayudarle.
Near no podía decir nada ya que las palabras eran ahogadas por el llanto. Sin saber cómo, Near se abrazó a Matt llorando más fuerte, desahogándose en él.
Paso rato antes de que el menor pudiera volver a hablar, pero Matt se había quedado con él.
-Re-recuerdas la vez que te dije... que había alguien conmigo... –Dijo en un susurro, ya que en su voz había rastros de que el llanto hacía amago de volver a salir.
-Si... –Dijo Matt abrazándole, ya se temía por donde iría el asunto.
-Pu... pues ese alguien... es –Se le cortó la voz y las lágrimas volvieron a salir- Era Mello... –