CAPITULO 1
Dos siluetas se movían a gran velocidad por un frondoso bosque, saltando de rama en rama con sorprendente agilidad, hasta que una de ellas se detuvo recostándose contra el tronco de un árbol.
-Vamos Sora que no tenemos todo el día... hay que llegar antes que anochezca-le decía un moreno pelilargo a un joven castaño que se encontraba sentado agarrándose el tobillo.
-Pero me duele el tobillo... creo que me lastime- dice sora, intentando contener unas lagrimas amenazaban con escapar de sus expresivos ojos café.
-No te hubieras lastimado si te fijaras por dónde vas, te adverti que aquí deverias andar con cuidado y sin embargo tú te distraes de la nada- lo reprende el mayor
-Que malo eres niisan- le responde sora haciendo un mohín
-Dobe- dice el mayor con una sonrisa en el rostro y golpeando a sora, delicadamente, con dos dedos en la frente.
- No me digas dobe, teme!!- responde haciendo un berrinche y alejándose del mayor. Se detiene un instante, un recuerdo inunda su mente, unos bellos ojos negros que lo miran con cariño; se pierde en las profundidades de aquella infinita oscuridad.
Sora, sora, SORA! - El pelinegro preocupado intenta hacerlo reaccionar sacudiéndolo por los hombros ya que se ha quedado estático mirando a la nada.
-Ita-chan- dice al reaccionar viendo lo preocupado que estaba su niisan.
-Me preocupaste, tonto, que te paso- dice abrasándolo.
-Gomenasai, no quería preocuparte. No sé que me paso... mmm... creo que recordé algo.
-Que recordaste?- le pregunta sorprendido.
-Nada importante, solo unos ojos negros, ahora que lo pienso se parecían mucho a los tuyos- responde con una sonrisa. Aunque en realidad si lo consideraba importante, sentía que el dueño de aquellas ores azabaches era alguien importante de su pasado.
Itachi lo miro un rato, con el rostro inexpresivo, que no le permitía al rubio saber que era lo que pasaba por su mente. De pronto su expresión se suavizo, se dio vuelta y aun en cuclillas dijo- Sube-
-Qué?- dijo el rubio con cara de no entender.
-Que subas a mi espalda, con ese tobillo nos vamos a tardar demasiado, así será más rápido-
El rubio subió a la espalda de su niisan y se sujeto cuando este comenzó a saltar por los arboles.
A pesar de que llevaba ya poco más de dos años con su ita-chan a veces le incomodaba estar tan cerca de su cuerpo, aun que no podía negar que le gustaba que lo llevara en su espalda, como lo demostraba un leve rubor en sus mejillas. Desde que había perdido su memoria el pelinegro siempre había estado con el cuidándolo, ayudándole, enseñándole, queriéndolo y le estaba muy agradecido por ello.
Recordaba una noche hacía ya tiempo, cuando no hacía mucho que se había despertado sin recordar nada, cuando le pregunto a su niisan por que lo cuidaba tanto.
"-Porque aun que sea para ti quiero ser el hermano mayor que debí haber sido-" fue lo que le respondió el mayor.
Esa había sido una de las pocas veces que el mayor había mencionado, por mas ínfimo que fuera, algo de su pasado. Sora sabía tan poco de su propio pasado como del de su niisan, pero mientras permaneciera a su lado estaría feliz; tendría tiempo para conocer.
De pronto una presencia extraña lo saco de sus pensamientos.
-Itachi...- fue todo lo que dijo.
-Lo sé, también lo percibí, parece que vienen hacia aquí...kuso- bajo al menor d su espalda –tu tobillo ya está mejor?- recibió un asentimiento como respuesta del castaño- bien, recuerda lo que te enseñe de cómo reducir la presencia de tu chacra al mínimo y escóndete- Dijo el mayor en tono muy serio.
-Pero...-
-Pero nada... te vas a esconder no hay nada que puedas hacer..... y que ni se te ocurra salir de tu escondite..¿Entendiste?!- le dijo mirándolo ya con el sharingan activado.
-S-sii- dijo el menor un tanto asustado y corrió en busca de un escondite que se encontrara a una distancia "segura", en la que todavía poder ver y escuchar algo de lo que ocurría donde su niisan.
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El ojinegro quedo parado en donde estaba mirando hacia un sector del bosque en el que se podía observar, a la lejanía, se acercaba alguien saltando de rama en rama.
Al acercarse Itachi noto que iba vestido con una túnica negra con nubes rojas y distinguió una larga cabellera rubia.
-Deidara- dijo para si mismo.
Al notar su presencia el rubio pelilargo se detiene a prudente distancia y lo mira con una sonrisa prepotente.
-Valla, mira lo que nos trajo el viento, una comadreja traidora, no que estabas muerto?? jejeje- se burlo- tienes suerte de que en este momento este ocupado y no pueda acabarte..... Aun que si termino rápido tal vez venga a buscarte- alardeaba. Aun que no paso desapercibido para Itachi cierto nerviosismo.
Deidara intento continuar su carrera, pero rápidamente el pelinegro lo detuvo colocándole su catana en el cuello y con la otra mano sujetando las del rubio para evitar que agarrara la explosiva arcilla.
-A quien ibas a matar?- le dijo al oído el pelinegro con una sonrisa –Mas que el cazador pareces la presa jeje…. ya no te ves tan relajado como antes.. No Dei-chan?...-
-No creas que ya has ganado.... que confiado, parece que te has deteriorado un poco con los años- dijo sonriendo e Itachi ve una araña de arcilla saltándole.
Logro evitar que el insecto explotara encima de él, pero el impacto de la explosión lo lanzo lejos de Deidara.
Una gran nube de polvo se levanto por la explosión y el pelinegro dejo de percibir el chacra del rubio.
-Kuso... escapo- dijo enojado, ahora tendrían que esconderse mejor, no podía permitir que Akatsuki supiera que seguía con vida, lo encontrarían, y con él a su joven acompañante que había jurado proteger.
Pero al disiparse un poco el polvo pudo observar el cuerpo de Deidara en el piso sobre un charco de su propia sangre y una silueta a su lado envainando una catana.
Cuando la tierra removida por la explosión se asentó completamente pudo verlo; alto, de unos dieciocho años, cabellos y ojos negros como la noche.
El joven azabache miro por primera vez a quien había retenido suficiente tiempo al rubio como para que lo matara, y en un principio quedo sorprendido, petrificado.
Itachi lo miro a los ojos y vio reflejada sorpresa de encontrarlo allí, la cual rápidamente se transformo en un profundo odio.
-Itachi -dijo el joven moreno con el seño fruncido, en posición de ataque.
-Sasuke- susurro el mayor poniéndose de pie.
-Pensé que estabas muerto- dijo Sasuke mientras miraba con odio a su hermano- pero me alegro que no sea así-una sonrisa de superioridad se dibujo en sus labios- así seré yo quien te mate.-
Activando el sharingan y desenfundo a kusanagui lanzándose al ataque, siendo detenido por un kunai de Itachi, quien al mismo tiempo le propino una patada que alejo a Sasuke de el golpeándolo contra un árbol.
Al impactar, la figura de Sasuke desapareció en una nube de humo y apareció a espaldas del mayor atravesándolo con su catana.
-Parece que has envejecido aniki, tus reflejos ya no son lo que eran, je- dijo con arrogancia el menor.
-Y parece que tu estas demasiado confiado de tus habilidades hermanito- dijo la voz de Itachi a su espalda mientras posaba una kunai en su cuello y desaparecía su copia.- Deberías rendirte, esto no te llevara a nada- sentencio con aires de superioridad.
-hmp. Debó acabarte, ya no solo por masacrar a nuestro clan si no por matar a la única persona importante para mí- dijo desapareciendo- acabaré con todos los culpables-apareció más alejado, haciendo sellos con sus manos para formar el chidori- y cómo puedes ver estoy acabando primero con Akatsuki, parece que hoy será día de dos por uno, je.-
-Si en verdad esa persona fuera tan importante para ti habrías estado para protegerla, en lugar de haberte ido con esa serpiente- dijo duramente Itachi.
-Claro que me importaba, ¡yo lo amaba!, pero tenía que acabar contigo antes de poder dedicarme plenamente a él.-dijo enfurecido atacando a su hermano.
Itachi logro esquivar el ataque y golpear a Sasuke, que desapareció y sorprendió al mayor por la espalda, quien apenas logro esquivar el ataque y golpear al menor mandándolo contra unas rocas, no sin antes recibir cierto daño por parte del chidori.
-Ríndete, si es así como piensas vengarlo no conseguirás nada; con la fuerza que tienes ni siquiera hubieras logrado protegerlo.-dijo Itachi.
-No soy tan débil como crees- dijo la voz de Sasuke dándole de lleno en la espalda con su jutsu, estrellando a Itachi contra un árbol.- Dije que te vencería, que lo vengaría.- pronunciaba acercándose lentamente a su hermano con su catana desenfundada dispuesto a darle el golpe final.
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Sora había estado presenciando la pelea desde su escondite aun que no podía oír muy bien la discusión entre su niisan y el desconocido.
Estaba muy nervioso, daba un respingo cada vez que el extraño golpeaba a Itachi y soltaba un suspiro cuando notaba que solo había sido una copia.
Pero cuando vio que el pelinegro era atacado por la espalda y que su figura no desaparecía en una nube, no pudo controlarse más.
Lanzo unas shurikens desde donde se encontraba para distraer la atención del desconocido y rápidamente se interpuso entre este y su niisan.
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POV Sasuke
Unos shurikens fueron lanzados desde el bosque, los cuales esquive con facilidad, y un joven castaño de ojos cafés se interpuso frente a mi hermano.
-Deja a mi niisan en paz!!- le grito el joven mirándome enfurecido.
Había algo en la forma en la que me miraba que me llamo la atención, pero al escuchar sus palabras deje de pensar en esas tonterías que me distraían y me dispuse a sacarlo de mi camino.
-Así que tu niisan, ja-Dije sonriendo con superioridad-Mejor muévete que no tengo tiempo para jugar contigo-
Me moví rápidamente y le propine un fuerte golpe en el estomago lanzándolo contra un árbol cercano, ni me moleste en verificar su estado o si era un clon, alguien tan débil no sería problema.
Volví a concentrar mi atención en Itachi quien comenzaba a recobrarse y ahora se encontraba parado y miraba muy preocupado hacia donde había quedado el joven.
No sé porque pero algo en su expresión me hizo voltear para simplemente dar un vistazo, y entonces quede en shock.
Allí contra el árbol donde debía estar el castaño, se encontraba un bello rubio de cabellos despeinados, piel canela y unas características marcas como bigotes a cada lado de su rostro, y sabia que aun que sus parpados estaban serrados debajo de estos debía haber unos hermosos ojos azules.
Pero no podía ser el, se suponía que estaba muerto, que Akatsuki le había extraído el kyuubi. Y a pesar de todo allí estaba inconsciente, un tanto mal herido por el golpe la persona más importante para mí, por quien había sufrido tanto tiempo, a quien había jurado vengar aun que fuera lo último que hiciera.
-Na-naruto- fue lo único que logre articular en un susurro.
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ContinuarA
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