¿Qué quieres perro?- dijo con desinterés Mello, tragué saliva. Se encontraba sentado en el sillón
Mi apodo es Matt, en este preciso momento estoy pensando del suicidio que estaba a punto de cometer, si, un suicidio si le decía aquello a él era más que seguro que me mataría de un solo balazo en menos de tres segundos, aún así tenía que hacerlo ya había callado bastante y simplemente mi mente ya no aguantaba más
Mello tú me gustas- ¡Al fin! Pude decirlo, para venir a ayudarlo en el caso de Kira sin protestar era para estar a su lado y Mello ya debería comprender mis razones. Cerré los ojos automáticamente esperando lo peor pero pasaron 10 segundos y no hubo respuesta alguna. Abrí un ojo para comprobar que no estaba ya en cielo.
Me quité los googles para verificar lo que estaba presenciando, Mello tenía cara de haber visto un shinigami sus pupilas estaban achicadas demostrando terror hasta dejó caer al suelo su chocolate a medio comer
Para desgracia de mi pequeña esperanza no había signo de ningún sonrojo ni destellos en sus ojos, nada, sólo esa expresión de incredulidad –Mel(?!)- No acabé de hablar y ya tenía el puño de Mello en mi estomago dejándome sin respiración y tirándome al menos 3 metros atrás.
-No digas mariconadas Matt- se levantó sin decir palabra alguna y fue directamente a su habitación y cerró con un gran portazo.
Seguramente le era incomodo estar cerca de la persona que acababa de declararse aunque para el rubio haya sido una broma.
Tenía que aceptar las consecuencias de mis actos –Al menos no terminé muerto- susurré para mí mismo, me coloqué los googles de nuevo y decidí echarme en el sillón donde antes estaba Mello (y también donde siempre dormía) agarré el chocolate que antes había dejado caer su dueño y terminé de comerlo, al menos eso, un beso indirecto sería mi recompensa por mi hazaña del día.
Sin darme cuenta caí en brazos de Morfeo.
Veía todo nubloso (¿Cuándo fue que me desperté?) me di cuenta que estaba en la cama de Mello, exactamente en cuatro patas encima de él aun dormido, acerqué poco a poco mi rostro hasta el suyo.
Sus labios eran tan deseables, labios carnosos pidiéndome conexión con los míos no dudé en hacer presente su pedido.
Abrió los ojos, ¡LO HIZO!, ahora sería mi funeral después de todo.
-MATT ¡¿PERO QUE COÑO HACES AQ—?!- por el susto aparte frenéticamente mis brazos de su costado pero fue aun peor ya que me balancee cayendo de cara en una parte que nunca debía tocar, su entrepierna.
Escuché que soltó un leve suspiro, guie mis ojos a su cara y esta estaba sonrojada con los ojos fijos al vacío disfrutando de ese pequeño contacto.
Seguramente era sonámbulo, tal vez esto era un sueño, quien sabe entre la oscuridad no podría estar seguro de nada.
Sólo que quería más de él…
-Mello…- susurré a su oído y pude sentir como tiritaba y respiraba profundamente.
Parecía… que lo disfrutaba…
Seguí con mis deseos que hasta entonces los había frenado con esmero. Toqué su cuerpo sin excepción alguna y terminé haciéndole felación. Dichoso de la imagen que me daba su cuerpo sudoroso y sus muecas de placer además de sus gemidos no controlados mientras pronunciaba mi apodo seduciéndome a que continúe hasta el final.
Y así lo hice.
Después de todo era un sueño…
¿Cierto?...
Desperté sumamente cómodo y me levanté como todos los días pero al abrir mis ojos me hallé en el cuarto de Mello, desnudo y con él igualmente al otro lado del colchón escondido entre las sabanas.
Me limpié los ojos con los puños ¡pero aun así seguía ahí!
Él… me torturaría antes de morir…
Calma, solo saldré sin hacer ruido y haré como que no estuve aquí. Hasta tal vez me salve.
BUMMMM
No di ni 3 pasos y una bala cruzó ligeramente por mi oreja dándole solo al pelo. Quedé totalmente perplejo, volteé lentamente viendo a Mello sentado en la cama, aun se encontraba tapado con las sabanas –M-A-I-L J-E-E-V-A-S MALDITO BASTARDO…- dijo con voz de ultratumba apuntándome con su pistola y con una faceta de psicópata recién despertado (¿y qué era?)
Y esto era muy grave, que me llame por mi verdadero nombre significa que realmente estaba cabreado.
PUM PUM PUM
Disparaba en todas las direcciones en donde intentaba escapar, dejándome atrapado. Oí sus dientes rechinar y apuntó a mis pies para seguir disparando y haciéndome saltar casa medio segundo
PUM –ESTUPIDO MAIL- PUM PUM – TE APROVECHASTE DE MI- PUM- Y PENSABAS IRTE SIN DECIR NADA- PUM PUM- ME VIOLASTEEEEEEEEEEEE- PUMPUMPUMPUMPUM tric
Las balas se habían acabo…
Respiraba rápidamente por el tremendo susto, Mello intento seguir disparando pero al notar que no había municiones tiró con ira el arma en contra mío y se tapó con las sabanas.
Tonto Matt, tonto matt, tonto matt-Podía escuchar sus bajos quejidos y su respiración convulsiva- ¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿QUE HACE AHÍ??????!!!!!! LARGATE VETE
Yo aun no me movía y el notó eso.
¿¿¿QUE ACASO QUIERES QUE TE DE UN PREMIO JEEVAS??? TE HE DICHO QUE TE LARGUES MALDITO- abrió el cajón del buró al lado de su cama sacando nuevas balas, por instinto de supervivencia corrí lo más rápido que pude y salí del cuarto no sin antes cerrar la puerta detrás de mí.
Me puse ropa y abandoné el hotel lo ates posible y estuve corriendo por las calles hasta cansarme y me detuve en un parque completamente exhausto.
Pasaron las horas sin darme cuenta, decidí sentarme en una de las hamacas el lugar estaba desierto ya que era hora de almuerzo.
El rubio saca un rastreador de una de sus chamarras de cuero en su ropero y apretó el botón de buscar y este comenzó a tintinear –Como si fuera a dejar que te vayas tan fácil Matt…
¿Por qué me disparaste sin intenciones de acertarme?...
Lo sé… Mello no tiene tan mala puntería.
