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A la sombra del elejido por hugo_lovegood

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Notas del capitulo:

Espero que lo disfruten, no he´encontrado muchos fics de Ron/Harry

El adiós de las esperanzas

 

Le costaba trabajo creerlo. Era como sí su peor pesadilla que ni siquiera había tenido se hiciera realidad. En ese momento lo único que quería era herirlos a los dos, hacerles todo el daño que pudiera; sin embargo, él les había dado su aprobación. Su reacción en el momento fue de aceptación (lo primero que le había pasado por la cabeza). Por mucho, lo más opuesto a lo que realmente sentía. Pero ¿Cómo iban a enterarse su mejor amigo y su hermana de que su corazón se desmoronaba mientras ellos eran felices juntos?

Además, todo aquello le resultaba tan injusto. Después de todo, Ginny ya había renunciado a él; ella no lo conocía tanto, no había pasado junto a él todo tipo de experiencias. Auque debía reconocer que tarde o temprano era probable que sucediera, pero se había aferrado tanto a esa fantasía en la que él era más que el mejor amigo de Harry Potter; que no se había detenido un poco a mirar las probabilidades reales.

 

Ronald Weasley se encontraba en su cama sentado con las cortinas cerradas, pues no quería que entrara alguien y pudiera preguntar por las lágrimas que corrían por sus mejillas; no le apetecía inventar excusas y mucho menos explicar lo que realmente le sucedía. Además no era propio de él eso de exhibirse llorando frente a los demás.

Después de que Harry y Ginny habían salido por el retrato de la Señora Gorda quién sabe a donde, tras haber dado una muestra de lo que sentían el uno por el otro en medio de la sala común; él había corrido a los dormitorios escabulléndose entre la multitud. La euforia de haber ganado la copa de quidditch por segundo año consecutivo con él como guardián, se había desvanecido de la peor manera. ¿Qué habría sucedido si él se le hubiera adelantado a Ginny y hubiera corrido a abrazar  a Harry primero? Por unos instantes Ron se imagino que Harry le respondía con un beso como lo había hecho con su hermana, y una emoción surgió de su corazón e inundo rápidamente todo su cuerpo; pero esta se fue tan rápido como había llegado. La idea era ridícula, simplemente ridícula. Se maldijo por haberse permitido llegar tan lejos respecto a los sentimientos que tenía hacia su amigo. ¿Cómo pudo enamorarse de él? Por más que Harry lo considerara su mejor amigo, jamás lo vería con los ojos que él lo veía ahora. Sabía que nunca  sería capaz de revelarle lo que sentía por él. Jamás lo entendería ¿Cómo podría entenderlo sí ni siquiera él era capaz de explicarse como o por que había sucedido?

 

Si tuviera que definir en una palabra lo que sentían en los últimos meses, esta hubiera sido frustración. Frustración por no poder hablar abiertamente con él o con alguien más sobre lo que sentía, por no poder ofrecerle su hombro y el calor de sus brazos en los momentos difíciles y tener que conformarse con darle unas palmaditas en el hombro y algunas palabras vacías que no decían ni una mínima parte de lo que quería transmitirle. Durante casi seis años había compartido dormitorio tanto en Hogwarts como en la madriguera y últimamente se había tenido que conformar con mirarlo dormir mientras ansiaba poder tomarlo entre sus brazos, compartir sus sueños. Algunas veces no se había resistido a rozar su rostro con las yemas de sus dedos. En una sola ocasión se había atrevido a tocar los labios de su amigo con los suyos. Pero de repente, Harry había empezado a quejarse entre sueños, y él mismo tuvo que ayudarlo a despertar. Al parecer había estado precensiando en sus sueños, como atacaban al señor Weasley.

En aquella ocasión, Ron no se había quedado con un buen sabor de boca. Aunque por otra parte (omitiendo el hecho de que su padre se encontraba en peligro de muerte) creyó que había sido lo mejor, quién sabe que hubiera sucedido si se le hubiese permitido continuar. Después de esa amarga experiencia, se prometió jamás volver a intentar algo similar.

 

Después de casi una hora de pensar en lo sucedido y sumergirse en su dolor que se hacía más intenso con cada lágrima, Ron escuchó que alguien entraba en el dormitorio. No podían ser ni Dean ni Seamus, pues ya los había escuchado llegar media hora antes, provocando que tuviera que ahogar  sus lamentos y sollozos. Por lo tanto solo podían ser Neville ó…

-¿Ron?

Al escucharlo pronunciar su nombre, su corazón había dado un fuerte latido de manera dolorosa. Ya nunca sería igual que antes, ya no se permitiría soñar con que Harry se dirigiera a él de una manera diferente, porque sabía que eso no podía suceder.

-¡Ron vamos! No puedes estar dormido tan temprano, no después de una de las mejores victorias de Gryffindor. Me gustaría que habláramos.

Ron no respondió, se limito a apretar los ojos con más fuerza, como si eso pudiera hacer más convincente la idea de que estaba dormido. Pero no quería hablar con él en ese momento. En primer lugar, porque le parecía imposible no reflejar lo que estaba pensando y sintiendo. Además, temía ser grosero con su amigo, al que después de pasado el coraje, no quería lastimar.

Repentinamente Harry abrió los doseles de la cama de Ron que acostado le daba la espalda.  

-Ron ni siquiera te has desvestido. ¿Podemos hablar? – Harry lo tomó del hombro para girarlo hacía él.

-Ah!... Harry, lo siento me sentía muy cansado después del partido y me quedé dormido- dijo Ron con la cara fruncida y por la cara y reacción de su amigo, parecía que su actuación había tenido éxito- ¿Pasa algo?

-Perdón, no creí que estuvieras dormido de verdad - respondió Harry con cara de sorpresa – Quería hablar contigo acerca de…  bueno, ya sabes.

-¿Te refieres a lo tuyo con Ginny? – Después de preguntar, Ron forzó una sonrisa que intentó pareciera de complicidad, pero más bien pareció de amenaza.

-Bueno es que… - al parecer a Harry también le costaba descifrar la sonrisa de su amigo – creí que contigo no habría…

-Pero claro que no hay problema – se apresuró a responder Ron – Harry, se trata de ti ¿Crees que prefiero que mi hermana salga con Dean o con el estúpido de Michael a que salga con mi mejor amigo? 

Esta vez la reacción de Ron fue más convincente y eso le produjo cierta satisfacción. Ya había logrado meterse de nuevo en el papel de Ron, el amigo de Harry y había dejado el del Ron que esperaba que la relación de Harry con Ginny fuera tan desafortunada como la de este con Cho.

-¡Vaya! Por un momento creí que… Bueno, en realidad tienes que saber que siempre le temí a tu reacción. No quería echar a perder nuestra amistad.

-Vamos Harry, no necesito explicaciones – respondió Ron con cara de enfado – y tampoco quiero detalles de cómo te besas con mi hermana o algo así – esas ultimas palabras eran las más sinceras que Ron le había dicho a su amigo en los últimos minutos – Vamos a dormir ¿Quieres?

-Ron ¿Pasa algo? – Preguntó Harry perplejo – mira, conmigo no tienes que fingir, si sientes que no soy el indicado para tu hermana puedes…

Si Ron había podido controlarse hasta el momento de manera medianamente satisfactoria, su autocontrol había llegado a un punto en el que ya no podía más.

-¡No se trata de eso! – Había comenzado a subir la voz - ¡Tu no lo entiendes! ¿Quieres dejarme dormir?

¿Por qué? ¿Por qué había insistido tanto? Él tenía la culpa de que se le escaparan esas palabras. El culpable de siempre, el responsable de que estuviera sufriendo en secreto desde hace casi un año y medio: el glorioso Harry Potter.

-Ron, no lo entiendo ¿Entonces de que se trata? Y no me digas que lo deje y me quede así porque no lo pienso hacer.

-Perdón Harry – Ron se había controlado un poco, pues se dio cuenta de que provocaría más preguntas – me encuentro bien, no me pasa nada importante, no tiene nada que ver contigo- mintió.

-Pero claro que tiene que ver, sino ¿Por qué te comportas así solo conmigo?

-Verás Harry, ahora que se lo que sucede contigo y con Ginny y ustedes se corresponden, pues la tienes muy fácil, pero no para todos es así, hay situaciones… pues más difíciles – Ron no sabía cuanto había dicho y no quería saberlo.

-Ah! Entonces se trata de eso – respondió Harry sonriendo con cara de entenderlo todo.

Ahora quién parecía no entender nada era Ron.

-¿Qué? ¿De que hablas? – titubeó

-Ron – Harry enfoco sus ojos verdes en los azules de Ron – tienes que dejar de fingir conmigo. Es decir, soy tu mejor amigo ¿no? ¿Por qué nunca has querido hablar conmigo de eso abiertamente? Podrías perder mucho por no decir las cosas.

-Harry, tu… ¿tu sabes lo que me pasa? – preguntó Ron atónito.

-Pero por supuesto que lo sé. Tu eres el que se empeña en disimularlo cuando ni siquiera tiene sentido.

                Ron observaba perplejo a Harry ¿De verdad sabía algo acerca de sus sentimiento hacía él? Era imposible. Algo andaba mal ahí, las cosas no encajaban del todo.

                -Bueno y si en verdad lo sabes ¿Qué piensas de eso? – preguntó Ron para indagar más sin delatarse en caso de que estuviera equivocado.

                -¿Pues que voy a pensar? – respondió Harry aún sonriendo - ¡Adelante!, verás Ron, Hermione no puede decir que lo que siente por ti es precisamente indiferencia ¿Verdad? Solo es cuestión de que hablen y dejen de intentar herirse el uno al otro.

                -¿Her… Hermione? – preguntó Ron que empezaba a entender

                -Claro - respondió Harry con cara de asombro - ¿Hablabas de ella no? ¿No estarías hablando de Lavender verdad? –Harry se asusto aun más y se levantó de la cama - ¿No habrás vuelto a comer de los calderos de chocolate de Romilda?

                -Por supuesto que no. Tienes razón. Debería de dejarme de tonterías y hablar con Hermione, pero ya hablaremos en otra ocasión ¿quieres? Tengo mucho sueño – dijo Ron con desenfado, dando por terminada la conversación.

                -Valla Ron, a veces me sacas unos sustos del demonio.

                Ron se limitó a sonreír.

 

                Por unos instantes Ron Había creído que Harry lo había descubierto, y a juzgar por la reacción de este, no le había asustado la idea, incluso lo había encontrado divertido. Pero ahora que lo pensaba, sonaba muy ridículo. La reacción de Harry si se enterara de la verdad seguramente no tendría nada que ver con eso. Había reaccionado así porque creía que se trataba de Hermione, tal vez fue una suerte para él que Harry la hubiera mencionado.

                Al pensar en ella a Ron se le dibujó una sonrisa en el rostro. Ojala realmente se tratara de ella, todo sería más fácil. Y no es que ella no le atrajera o le gustase, incluso tenía intenciones de arreglar las cosas con ella y los celos que había sentido hacia Krum habían sido reales; pero eso era otra cosa. Lo que sentía por Harry estaba más allá de lo que sentía por Hermione, o de sus ridículos juegos con Lavender.

 

                Ambos se levantaron para quitarse las túnicas y ponerse los pijamas. Después, Harry miró a Ron y le dijo:

                -Oye, volviendo a lo de Ginny; en verdad te agradezco que lo hayas  tomado así. No se que hubiera hecho si no lo hubieras aceptado.

                Ron lo miró y asintió con la cabeza. Harry le tendió la mano y Ron le respondió estrechándosela.

                -Siempre y cuando las cosas no cambien – Dijo Ron encogiéndose de hombros.

-Y ¿Por qué habrían de cambiar? – respondió Harry y abrazó a su amigo en señal de que no sería así.

Ron sonrió y apretó a su amigo con fuerza. Después de todo valía la pena que siguieran siendo amigos por momentos como ese. Por él, podría agradecerle todos los días más de una vez por aceptar su relación con Ginny.

 

Hugo Lovegood

 

Notas finales:

Espero les haya gustado. Haya sido así o no, espero que dejen sus comentarios


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