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::*::Der Sarg des Lichts::*:: por Lieblosem

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Notas del capitulo:

Título alemán-español: [ Señor Dorian]

La sensación de no ser importante. Una soledad molesta y sensaciones encontradas. Licht desearía que la única persona ajena al hospital de la Luz que lo visita regularmente no fuera "ese" hombre. ¿ingratitud? No, solo incomodidad.

Para aclaraciones y más, pasar a notas de autor!!*

Todos sus reviews están contestados!!*

“La vida con todo y sus circunstancias son, según dicen, como una moneda y sus caras.


Totalmente distintas, pero muy poco las separa.


Así es todo.”


 


«Podría, sin temor a desertar en mi idea todo en mi es así, según lo documentado por mis oídos esa frase realmente es mi mejor ejemplo de vida actual. Aunque no sé absolutamente nada de mi pasado, seguro que no pude estar peor. Al menos antes podía ver, podía correr y valerme por mí mismo en cierto modo. Ahora no es así, ahora solo estoy aquí…sintiendo el correr de los días y las noches según lo escuchado. Ahora solo me muevo cuando otras personas lo hacen por mí. Ahora no puedo hacer nada más que quejarme y resignarme.


A últimas fechas esto se ha vuelto más que insoportable. Aun cuando mi corazón ya no está conectado a una máquina que lo ayude a latir, puedo percibir mi propio latir con más claridad que nunca. Es desquiciante. ¿Por qué soy el único que lo escucha así?, ese tum-tum, tan sonoro, tan rítmico, creo que es tan exacto que un pianista podría usarlo como una especie de metrónomo. Bueno, ese es mi pensar.


Dos caras de la moneda, ¿eh?, creo que lo comprendo. Uno nunca sabe cuando le van a tocar las peores cosas. Apenas ayer mi enfermera Seraphine me platicó durante mi revisión que Dios pone en nuestras vidas obstáculos para medir nuestra fortaleza y nuestra fe. Eso me pareció cruel, ignoró si creía en “Dios” antes del accidente, pero ahora, definitivamente no lo hago, ¿qué clase de Dios le pone como prueba a un chico un accidente que casi lo mata?, sé que no debería quejarme, sé que en este hospital se atienden peores casos que el mío y que yo solo soy parte de una estadística más. Lo sé porque así me lo hace sentir…aquel hombre».


 


Licht había despertado de mal humor. Su cuerpo presentía que había llegado el día que más odiaba desde que salió del coma. Eso era sin duda la visita de Herr Dorian, el trabajador social que una vez al mes lo visitaba para ver sus avances. Esa persona que no le agradaba por muchas razones. Su áspera voz, ese perfume tan penetrante y molesto para su ahora delicada nariz y que siempre que lo visitaba lo llamaba por un número. De acuerdo, entendía que Licht no era su verdadero nombre, pero un número tampoco lo era y Licht sentía que los números eran fríos e impenetrables, en cambio un nombre era más cálido, individual y tierno. ¿Por qué no solo llamarlo Licht y fin del asunto?, nada perdía Herr Dorian.


 


— ¿Entonces por eso te molesta?


—Doctor Feder, es que es tan molesto, no me gusta su voz, no es amigable. No pido que me trate condescendientemente solo por estar discapacitado, pero al menos podría mejorar esa parte. Se supone que los trabajadores sociales están para ayudar a la gente a sentirse mejor.


—Bueno, pequeño, es que Herr Dorian no debe mezclar sentimientos con el trabajo, aunque sí, suele ser muy brusco.


—No me gusta —comentó golpeando las palabras—, hace que me sienta como si estuviera mintiéndole. Me pone de nervios.


—Te entiendo, no es el tipo de persona que nos guste ver por estos lugares. Deberías dar gracias que solo es una vez al mes.


—Dígame Doctor Feder, ¿de él depende que siga en este hospital? —musitó con miedo.


—Bueno, no exactamente. La verdad es que la Organización para discapacitados y desprotegidos les pide a sus trabajadores sociales que evalúen a cada persona dentro del registro para dar fe de que los pacientes en verdad necesitan esa ayuda y que el dinero de los contribuyentes no se está yendo por la borda. Sábelo que no a mucha gente le gusta saber que parte de sus impuestos se está destinando a “ayudar” a gente que ellos no conocen, sienten que no deberían hacerlo. Por esa clase de gente esta Herr Dorian.


El joven hizo un mohín de incomodidad. Daba gracias que el gobierno tuviera programas como lo que era la Organización de salud y apoyo para personas discapacitadas y desprotegidas, de no ser por dicha organización, el hospital no tendría la necesidad de seguir cuidándolo, pero tener que torturarlo con un trabajador social que lo molestaba mes con mes, al menos a Licht, se le hacía un pago más que equivalente.


 


La Organización de salud y apoyo para personas discapacitadas y desprotegidas, era como su nombre lo decía un proyecto emprendedor del gobierno que pagaba los gastos médicos de personas, que como Licht se encontraban en total abandono y necesitaban ser tratados médicamente. Mes con mes mandaban a un trabajador social a investigar a todas las personas de la lista para verificar su estado de salud y avances y mandar un informe a los de recursos humanos para notificar si tal o cual paciente podían prescindir de la ayuda. Licht sentía que era una verdadera crueldad que un informe mal dado lograra hacer que una persona necesitada quedara sola a su fatalidad.


—Pequeño, ya te he dicho que no deberías preocuparte tanto. El Director Hubble desde que llegaste a su hospital ha estado muy al pendiente de ti. Aunque Herr Dorian dictaminara que ya no necesitas ayuda de la Organización, él no te dejaría desamparado, eres como su protegido oficial o algo así. Es fácil de suponer cuando te ha dejado a ti un cuarto para que pudieras estar más cómodo y tranquilo. Si bien no puede visitarte tanto como él quisiera siempre pregunta por ti. Eso es más que suficiente para que estés tranquilo.


—No sé que haría sin Herr Hubble. Seguro ya estaría muerto en alguna esquina de la cuidad.


—Eres bastante pesimista, Licht.


—Creo que soy realista. Agradezco que sea tratado como alguien que en verdad lo necesita y que obtenga más de lo que merezco, pero…—su voz se apagó.


— ¿Pero?


—Siento que jamás podré pagarles todo lo que han hecho por mí, ni a usted, ni a su hermano, a Herr Hubble, a Seraphine y toda la larga lista.


— ¡Hey! Nadie te está pidiendo nada a cambio, lo único que todos deseamos es que estés pronto fuera de este hospital, corriendo, observando todo lo bueno de la vida y que regreses a tus actividades normales.


—Y ¡¿cuáles son esas actividades, Doctor?!...porque yo…no las sé.


El Doctor Feder entendió muy bien que ese seguía siendo un tema delicado, lamentó haber dicho eso, pero era la verdad. Con o sin memoria, el día que Licht dejara ese hospital por pasos propios tendría que reconstruir su vida. Cómo lo lograra eso dependía del chico que ahora se mostraba molesto y con la ciega mirada en otro punto de la habitación.


—Lo lamento. No debí contestar así, las visitas de Herr Dorian me alteran un poco…


— ¿Exactamente como sabes que hoy es tu visita?, ni yo ni nadie te lo ha comentado.


—Lo presiento, eso es todo. Mi corazón me lo anuncia. De un rítmico latir que harta los sentidos, de pronto se vuelve histérico y alborotado, es como si gritara en suplicas que no desea estar con Herr Dorian —silenció abruptamente—. Olvídelo Doctor, no sé ni que estoy diciendo.


— ¿Sabes, Licht?, cuando un sentido se pierde, los otros se desarrollan por instinto a la supervivencia. El que no puedas ver, está abriendo tus demás sentidos, como el “sexto sentido”.


—Haré como que no escuché eso, Doctor Walde.


El Doctor Feder sabía que cuando Licht lo nombrada solo por su apellido era porque un comentario le había incomodado, pero que no se atrevía a discutir sobre el tema en cuestión. Lo miró por unos momentos y deseó como nunca decirle que aún estando en una cama inmóvil del torso para abajo se veía muy bien a la luz del sol que entraba por la ventana.


 


No mentía, la piel pálida de Licht no era la clásica de toda persona hospitalizada, si bien no se veía radiante al menos se notaba más sana que antes, los cortes y hematomas habían desaparecido por completo. Los clavos insertados en su cuerpo por las múltiples fracturas habían dejado pocas cicatrices de lo que todos pensaban. Incluso su ojo derecho que no sufrió daños, a la luz se notaba hermoso. Qué ganas tenía de decirle a Licht que en verdad era un chico afortunado. Lástima que no podía.


Licht había expresado como único capricho a los que lo atendían que no mencionaran nada de su aspecto físico como descripciones sobre su cabello, color de ojos, piel, altura, fisonomía en general. No poder verse y mucho menos recordarse le ocasionaba escozor en el corazón, así que no, no quería imaginarse como era. Todos los involucrados respetaron ese único deseo del chico.


Una media hora después el Doctor Feder tuvo que retirarse al ser boceado por la radio de que había una emergencia en su área designada. Se disculpó con Licht y lo único que le pidió fue que se tranquilizara y que dijera lo que le dijera Herr Dorian, no se tomara nada a pecho. Así sus pasos se alejaron de aquel blanco y diminuto cuarto de hospital.


En completa soledad Licht creía que en verdad era horrible vivir en un mundo de incertidumbre y aún cuando Herr Feder le explicó las razones que no tenían que preocuparle, siguió intranquilo. Quince minutos después llegó Seraphine y entonces supo que ya era la tarde, porque ese era el turno de su enfermera preferida.


La enfermera llegó amable como de costumbre, saludó a Licht y antes de que comenzara a examinarlo mencionó la hora. El chico pudo escucharla perfectamente aunque ella solo hubiese murmurado para sí misma la hora que anotaba la segunda revisión de Licht. Por primera vez en todo lo que duró el proceso no se dirigieron mucho la palabra, dándole oportunidad a Licht para contar sus latidos del corazón. Entre lo que duró la revisión y terminó pasaron quince minutos. Un conteo de mil doscientas pulsaciones…estaba seguro que su conteo estaba errado por las veces que dejó de contar para contestar la preguntas de la enfermera, pero sin saberlo hubo descubierto una nueva forma de marcar el tiempo.  Si su pulso tenía que ser de ochenta por minuto, entonces quince minutos serían…setenta y dos mil pulsaciones.


Tenía que preguntar al Doctor si estaba en lo correcto y entonces, volver a intentarlo.


Tum-tum, tum-tum. Tum-tum, tum-tum. Su corazón comenzó a sonar intranquilo. Un auto deportivo rojo se aproximaba a él a gran velocidad. Un gran estruendo y su corazón completamente audible. Entonces la sensación de caer rápidamente al vacío.


Licht despertó de sobresalto justo cuando Herr Dorian entraba a la habitación, desconcertando al trabajador social.


 


Guten Tag, chico sesenta y ocho. ¿Cómo estás el día de hoy?


Guten Tag, Herr Dorian —musitó con fastidio.


—Oh, vaya, sabes quien soy.


—Estoy ciego, no sordo, reconozco su voz a la perfección.


—Hace un mes—carraspeó—, tus informes marcaban índices bastante estables. Pedí a la enfermera encargada de ti durante la tarde que me facilitara tus nuevos resultados. No has mejorado, tampoco empeorado, eso es raro. La terapia física te ha servido en las extremidades superiores o lo que es lo mismo, en los brazos, fuera de eso no puedes moverte libremente de la cintura para abajo, aunque presentas ya cierta sensibilidad aunque es casi nula.


Pero… ¿qué tenemos aquí?...es una solicitud —su voz se tornó extraña.


— ¿Perdón? —inquirió intranquilo mientras fijaba la mirada hacía el trabajador social.


—Aquí dice que el archivo con número sesenta y ocho de la Organización de salud y apoyo para personas discapacitadas y desprotegidas, cuyo expediente esta en el Hospital Público de la Luz, ha sido inscrito para el programa de donación de órganos.


— ¡¿Cómo dice?! ¿Están ofreciendo mis órganos por si muero? —comentó asustado.


—No, no. No entendiste nada. Tu número de expediente ha sido ingresado a la base de datos en propuesta de una donación, esta base de datos registra a todos los aspirantes a un órgano pero, que por razones médicas no se les puede poner en lista de espera como tal.


— ¿Por qué?


— ¡Ay, sesenta y ocho! —Suspiró con fastidio—Dicha base de datos se hizo, porque al igual que tú, hay muchas personas que aunque tengan un nuevo órgano eso no significa que ya están sanos y “completos” —remarcó las comillas con los dedos como si Licht pudiese verlo—. En otras palabras, aunque tú obtengas esa córnea no significa que puedas ver, porque tu problema no solo está en tu ojo, si no también en parte de tu cerebro. ¿Me entiendes ahora?


 


Vaya forma de explicar las cosas. Licht sintió náuseas de lo mucho que el estómago se le comprimió por la golpeada explicación que Herr Dorian le dio sobre el tema de donación. Él dijo: sanos y completos, y la palabra completos como tal sonó perturbadora y algo burlona. ¡Carajo!, era lo último que Licht esperaba de un trabajador social…un explicación nada apta para un chico perturbado, ciego y en cama y una burla racista a su condición médica. Más que haber dicho: “ciego, no sordo”, debió contestar: “ciego, no estúpido”, y así, ¿alguien le pedía que se tranquilizara?, definitivamente iban a ser dos horas largas. Muy largas.


Herr Dorian continuó al menos por cuarenta y cinco minutos más explicando con lujo de detalles y fastidio la nueva hoja de análisis y resultados de Licht, haciéndole preguntas para verificar información y en parte haciendo un trabajo psicoanalista. A Licht le costaba trabajo contestar porque como bien dijo al Doctor Feder, lo tenía que hacer porque Herr Dorian le hacía sentir como si estuviera mintiendo.


Así era Herr Dorian y era en el Hospital de la Luz conocido bien por ello. No parecía disfrutar su trabajo y más que ayudar presionaba no solo a los pacientes con peguntas inquietantes y poco respetuosas, si no que, además de todo eso, si las hojas de resultados no presentaban informes positivos los médicos tenían que soportarlo al menos otra media hora más escuchando sus absurdas cuestiones sobre los entrevistados convalecientes. Solía pedir informes y explicaciones médicas aún cuando no entendiera si quiera lo que era una aspirina. Su interés como muchos del cuerpo médico suponían, era personal, a costa de la salud mental de los pacientes. Entre más reportes positivos diera a la Organización, él creía estúpidamente que pronto sería ascendido por hacer un eficiente y prometedor trabajo ó lo que era lo mismo: hacer que la Organización dejara de hacer gastos innecesarios de personas que solo se aprovechaban de la “buena voluntad” de la Organización y los contribuyentes.


Era un cuento de nunca acabar. Dicha Organización no solo brindaba apoyo económico a discapacitados. La palabra “desprotegidos” también aplicaba a personas sin seguro y en desempleo continuo. Muchas personas consideraban a la Organización como un “barco de ocio social” a la que desvergonzados acudían para facilitar su vida en lugar de buscarse un trabajo y mantenerse por sí solos. Lo que muchas de esas personas no entendían y entre ellas se contaba Herr Dorian, es que sí, había muchos desempleados que acudían a la Organización para hacer su vida más fácil, pero otros como Licht, habrían perecido sin ella, ya que en su caso específico, ningún familiar había ido en su búsqueda y ayuda. Nadie sabía nada de él, había sido embestido por un coche del que no se tenía ni la más mínima pista del conductor cuyo sentido moral era tan honorable como el cero a la izquierda. Porque de haber podido saber quien era el dueño de un deportivo rojo y responsable de dejar a un chico de entonces quince años en coma, ciego y paralítico, se hubiera procesado una solicitud para que se hubiera hecho cargo de los gastos médicos. Desafortunadamente no fue así. Eso…eso es lo que algunas personas no tomaban en consideración. Por personas insensibles, Licht se despertaba todos los días con el temor de ser echado a la calle y terminar como un indigente. Por personas como Herr Dorian, Licht sufría estrés y un fuerte e inestable desequilibrio emocional que lo hacía sentir una carga social. Por personas así…


—Ya para terminar, número sesenta y ocho, ¿algo que quieras decirme?


—Nada en especial. La verdad es que mi estado anímico está como siempre —mintió—, los días y las noches pasan igual, así que mis horarios de sueño comienzan a estabilizarse.


—Entonces ya te estás acostumbrando a la ceguera —comentó con voz grave.


—Creo que tiene la razón, intento no dormir después del desayuno, así sé que es de mañana, para cuando Seraphine llega, sé que ya es tarde y en la noche después de la cena no tardo mucho en dormir —musitó con aires de resignación.


—Me parece excelente que tú solo comiences a marcarte límites de tiempo aunque no puedas ver la hora. Cuando dejes el hospital será más fácil adaptarte a la vida social.


Aquel comentario pinchó el cuerpo de Licht innumerables veces, Herr Dorian era el único que al parecer no creía que Licht dejara el hospital con “nuevos ojos”.


—Como aún eres menor de edad, puedo ser benevolente y seguir tu caso para que alguna organización te ayude a conseguir un empleo y un lugar seguro donde puedas habitar, claro, no garantizo nada. Así que no lo veas como una oferta de la cual puedas fiarte, nunca sabes lo que pueda pasar antes, pero al menos ten eso a consideración. —Carraspeó la garganta.


El sonido gurutal que Herr Dorian hacía cada que aclaraba la garganta era asqueroso. Sonaba como si diez persona se sonaran la nariz al mismo tiempo o peor…


 


Licht suspiro intentado por milésima vez controlarse. Daría cualquier cosa porque su trabajador social designado fuera ligeramente menos irritable.


Ayuda... ¡bah!, Licht no quería parecer presuntuoso o mal agradecido, pero Herr Dorian sería la última persona de la que se colgaría del brazo por un poco de ayuda, desde ese punto de vista prefería terminar como menos quería imaginarse: de indigente pidiendo limosnas en las calles nevadas dependiendo de poca gente caritativa.


Momento de profunda reflexión.


De acuerdo, no, jamás terminaría así de ser evitable esa penosa situación, no importaba ya si quedaba, para no variar, mudo…pero no, debía tener al menos un poco de orgullo y amor propio. ¡Por todos los Dioses!, de no tener que “medio hablar” con Herr Dorian, habría contado sus latidos y así saber cuantos sumaban una dos horas y al menos tendría algo mucho más eficaz en lo cual entretenerse.


Al final y tras ese tiempo de auto-sacrificio, Herr Dorian se fue.


Una vez más el cuarto blanco aquel quedó sumido en el silencio. Licht creía que le estallaría la cabeza por el nuevo dolor que lo asaltaba. Pensaba entre muecas si debería tomar ese dolor como excusa y apretar el botón para que una enfermera le suministrara un analgésico o en todo caso, aguantarse hasta la hora de la cena y aprovechar su malestar para no dormir, en verdad tenía sueño, pero no debía dormir. No otra vez esa maldita pesadilla. Entonces, de la nada su corazón comenzó a tomar su rítmico sonar.


 


El Doctor Feder entró a los pocos segundos.


 


— ¿Sería mal educado de mi parte preguntar que tal te fue?


—Me ha caído del cielo, Doctor —musitó con un toque de alegría y alivio.


— ¡Oh, vaya!, eso responde mucho mis interrogantes. Veo que te ha hecho la vida imposible.


—No que va —sarcástico—, me ha dicho que intentará ser una buena persona y que posiblemente me ayude para que alguna organización me de trabajo y casa después de dejar el hospital. O ¿qué decir de esa magnífica parte en la que mencionó que mi posible transplante de córnea no me haría una persona completa?


— ¡Eso ha sonado feo! ––frunció el ceño.


—Bueno…no es que él de exactamente las mejores noticias del mundo.


—Lo dices por la donación, ¿cierto?, yo no quería decirte nada hasta ahora.


—No importa —dijo con molestia.


—Licht, no me correspondía a mí, ni a mi hermano o a las enfermeras. Así lo pidió el Director, porque fue él mismo quien anotó tú número de expediente a la Sociedad de Donación de Órganos. Lo siento  mucho en verdad, Herr Hubble esperaba poder decírtelo prontamente, solo que…como sabes ha estado muy ocupado últimamente. Debes entenderlo un poco, ¿de acuerdo?


—Sí que lo hago. Entiendo que no quiera ilusionarme.


—Licht, no estás siendo justo. Escucho molestia y a pesar de que no quieras saberlo, puedo ver claramente en tu rostro que estás bastante irritado. Te delatas.


 


Un momento de silencio.


 


—A parte de eso, Doctor. Es raro tenerlo por aquí, pensé que tenía una emergencia.


—Ya he terminado con eso. Ya canalizamos al paciente.


—No me refería a eso. Ya sé que estuvo mucho tiempo a mi cuidado, pero este piso ya no corresponde a su área si no a su hermano. ¿Dónde está el Doctor Engel?


La pregunta cayó de sorpresa para el Doctor. Una vez más confirmó que el chico que fijaba su mirada muerta en él no era para nada tonto. Por fin había notado la ausencia de su hermano.


— ¿Doctor Feder?


—Bien, eso…mi hermano está fuera de la cuidad debido a una conferencia médica. Estará ahí un par de días más.


Licht alzó una ceja incrédulo. Era extraño, particularmente el Doctor Engel solía darle salto y seña de sus futuros movimientos. Le era un poco difícil creer que Engel sencillamente no le contaría que estaría fuera de la cuidad casi dos semanas ya.


 


Esa voz…sonaba como preocupada y melancólica. Tenía notas apagadas y tristes, no le gustaba la sensación que el tono de esa voz le producía. Presentía algo más, algo mucho más oculto y torcido.


La pregunta era: ¿qué estaba pasando?

Notas finales:

Que tío de lo más, es ese Herr Dorian, ¿no? Pobre Licht, no me imagino soportando a una persona tan tosca mes con mes.

Bueno seguimos adentrando un poco más en el oscuro mundo de Licht. Lo que me recuerda abajo unas notas para aquellos que anden un poco perdidos o de plano desviados en el idioma alemán.

Lieblosem data!!*

Herr. Frau. Fräuline: Son "Señor" "Señora" y "Señorita", respectivamente. Jugen: Es joven y no tiene distinción de sexo, puede convinarse con Frau o Herr (joven señora o joven señor o joven a secas) no se una con Fräuline porque solo a las mujeres no mayores de edad se les dice Fräuline...

Guten Morgen, Guten Tag, Guten Nacht: Buenos días, buenas tardes y buenas noches, son saludos no muy formales.

Mmmm...creo que eso es todo, si tienen alguna duda, no se limiten y expresenla. Lo que me recuerda. Algunas traducciones estarán dentro del mismo relato, por lo que, si ponen atención sabrán a que me refiero.

Por ahora es todo. No olviden comentar.

Visiten mi blogspot: http://lieblosemxnatsuo.blogspot.com

BesitoSs!!* -3- MuacKSs!!*

::*::De Mis Dulces Labios A Los Suyos::*::
••†••Blutige Küsee Von Lieblosem••†••

 


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