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Lejos de ti.
Llevo más de un mes en esta colonia partidaria de la Alianza Terrestre, aún no sabemos que hacer con los ataques de ZAFT. La teniente a cargo está reclutando al ejército disponible en Mircalia y acrecentar las posibilidades de poder regresar a la Tierra y hablar con el jefe del la milicia. Necesito regularizar mis papeles como piloto Gundam y hacer algunos arreglos a mi movil suite, me pidieron que revisara los datos del sistema operativo.
Estoy agotado y aún no puedo creer que Azuran esté batallando. Jamás quise esto, no es justo. Lo único que quería era volver a verte en condiciones normales, un ser humano más, no como un instrumento de guerra.
-¿Por qué luchas con ellos?-su mirada fue ruda.
-porque debo proteger a mis amigos-
-Deberías estar con los nuestros, deberías estar conmigo Kira-sus ojos eran suplicantes, pero por más que suplicara no podía irme con él, habían personas importantes para mí, mi familia, mis amigos.
-lo siento, pero ahí, en esa nave están mis amigos a quienes quiero y debo proteger-
Recordar ese momento me provoca una tristeza y un anhelo casi desgarrador por verle.
Camino por el pasillo principal de la sección militar de la colonia hasta llegar a mi cuarto, que al menos posee una vista natural, hace tiempo que no observaba la naturaleza como tal: árboles, lagos, aves. Realmente extrañaba estar en casa, realmente lo extrañaba.
El mismo lugar
Las calles, el mar
La luna ilumina
Las horas de mi soledad
Y ¿Dónde estás?
Llego a mi cuarto y me siento en el alfeizar. La luna está en su máximo brillo, sé que no es real, pero al menos se parece mucho a la que se logra ver desde la Tierra, espero llegar pronto ahí, quiero acabar esta estúpida guerra lo antes posible. Suspiro.
Azuran, ¿por qué aceptaste batallar? Nosotros queríamos paz, queríamos vivir tranquilos, una vida pacífica. No entiendo que es lo que nos trajo a esto, todo ocurrió tan deprisa que mi cerebro se confunde y cree pensar que todo lo anterior fue un sueño, una dulce broma de mi subconsciente queriendo arrebatar de la manera más cruel aquellos dulces recuerdos de nuestra infancia. ¿Por qué el destino es así de cruel con nosotros? Es realmente injusto que las cosas hayan pasado así. Deberíamos poder vivir en paz, Coordinadores y Naturales, esta guerra es realmente una estupidez.
Me levanté y apagué la luz del cuarto, quiero estar a solas en este momento, no estoy de humor para ver a nadie, espero que con ello crean que descanso.
Tomé asiento nuevamente en el alfeizar, creo que el brillo de las estrellas se ve impresionante, brillan tan intensamente y con tanta libertad, me gustaría ser una de ellas y poder estar con todos los que aprecio sin necesidad de estar batallando, ya que podría verles con solo desearlo. Estiro mi brazo, quiero alcanzar una, fundirme con una estrella.
-quiero ser una de ellas para poder verte Azuran-cierro los ojos y dejo que mi palma choque contra el cristal.
-no necesitas serlo para verme Kira-
Esto debe ser una broma. Me sobresalté al oír el susurro de esa voz, volteé el rostro pero no distinguí nada más que la oscuridad de mi cuarto, era imposible que él estuviese ahí, después de todo, la colonia está custodiada y tendría que haber sido visto por alguno de los soldados si quisiese infiltrarse, además… ¿Por qué vendría a mi cuarto? Sería mejor ir a la sala de controles y sacar datos acerca de las defensas que tenemos y provocar un ataque directo y preciso. Suspiro hastiado, me estoy metiendo demasiado en la milicia, ya imagino cosas raras.
-Kira-otra vez su voz.
-me estoy volviendo loco, debo dejar de oír su voz-murmuro.
-estoy aquí-sentí como alguien me abrazaba por detrás-no grites ni hagas ruido-me dijo ese susurro.
-¿qué haces aquí Azuran?-me volteé para encararle-si te descubren es posible que te ejecuten-mis ojos suplicaban que solo fuese una ilusión de mi desquiciado deseo de verle.
-estaré bien-se cruza de brazos con una sonrisa-las defensas informáticas son fáciles de pasar, especialmente las hechas por los Naturales-se sienta en mi cama.
-¿qué haces aquí?-insistí.
-quería verte Kira-eleva su mirada y la posa sobre la mía.
Aún puedo escuchar
Tus pasos, tu andar
El viento me trae
Los besos que hoy ya no estarán
¿Y dónde estás?
Yo aquí te espero.
-¿ver-verme?-desde mi lugar lo observé atónito.
-si-se puso de pie y caminó hacia mí-deberías estar con nosotros, con los nuestros-suspira-somos iguales Kira-
-Azuran, ya te lo dije, no puedo…-cierro los ojos-hay amigos y personas importantes para mí en este lugar que no puedo defraudar-
-comprendo. Veo que no hay forma de hacer que estés conmigo-me atrajo a su cuerpo con fuerza y me rodeó con sus brazos-entonces…-susurra.
-A-Azuran-no sabía que decir o que hacer, estaba estático en sus brazos.
-sé mío, se mi compañero por esta noche-sus brazos me estrecharon y su respiración cálida chocaba contra mi cuello.
-Azuran-lo abracé también-solo por una noche…-lo estrecho-seamos como antes de esta guerra-
Y aún recuerdo
Ese momento
Tus besos al despertar
La brisa, el viento
La luz del puerto
Tan lejos en la ciudad.
Creía oír las sirenas de alerta fuera de mi habitación, pero por más que intentara enfocarme como corresponde en esos eventos importantes de la colonia, solo podía perderme en los besos tibios de Azuran sobre mi ardiente piel, mis cabellos descansaban sobre la almohada y mi respiración aumentaba conforme el lugar de las caricias. No recuerdo claramente como fue que llegamos a esto.
-A-Azuran-sus ojos brillan puros y emocionados ante mis palabras, mis brazos se cruzaron alrededor del cuello pálido para sentir más cerca ese roce de nuestras pieles desnudas.
El calor sofocante me nublaba la razón, sé que afuera estaba el caos, oía gritos y pasos fuertes en el pasillo a la salida de mi cuarto, pero nadie se dignaba a verme, despertarme o cualquiera que fuese lo que estuviesen pensado que hacía a oscuras, cosa muy distante de lo que hago realmente. Creí oír balazos, pero se me confunden con los jadeos de mi chico sobre mi cuerpo al sentirse en el punto máximo.
Sus manos sudorosas bajan y se adentran en mis partes íntimas, suelto un gemido sonoro, pero inaudible a aquellos que batallan quizás contra quien, mi mente no formula buenas ideas en estos momentos. Quiero perderme en sus ojos, en su cabello oscuro, en su nívea piel y su candente vaivén que aún no nos une.
Estoy en medio de un sopor exquisito, creo ver los vidrios empañados, pero no estoy seguro. Separan mis piernas y algo se adentra en mí.
-ah!-solté en el éxtasis.
-Kira-me muerde el lóbulo de la oreja para luego susurrarme-seamos uno, como siempre quisimos, déjame preparar el camino y al menos por esta vez, estemos juntos-jadeó al sin querer rozar su miembro con el mío.
Tomé su rostro con mis manos y lo besé como jamás creí que lo haría, sus cabellos mojados en sudor se pegaban en su piel y en la mía, su aliento a canela en contraste con su olor a shampoo, hacían un exquisito afrodisíaco para mis sentidos, me sentía embobado y perdido completamente en este sueño tan intenso.
-ya Kira-une nuestras frentes y sin dejar de vernos, siento como se adentra en mí. Duele, es doloroso, no al punto de matarme, pero si es horrible esa sensación de división, como si te partieran a la mitad, pero al mismo tiempo mezclada con una sensación mayor que da limitantes al sufrimiento. Siento su tope y como jadea desesperado en mi oído, creo volver a arder.
-Azuran por favor-suplico abrazándolo con fuerza-hazlo ya…-trago saliva-ya que luego de esto, seremos enemigos por culpa de ZAFT-
-Kira-veo sus ojos cristalinos y a la vez como una gota de agua cae de ellos. Azuran ¿Tanto deseas tenerme contigo? ¿Tanto es tu deseo de hacer que me una a los de mi raza y acabe con los Naturales? Soy un coordinador de primera generación, mis padres son naturales, mis amigos lo son, no puedo, Azuran, lo siento.
Nuestros cuerpos se unen en una danza pacífica de calor, dos cuerpos quemando en las brasas, nuestros latidos histéricos piden a gritos no separarse nuevamente y yo solo, puedo llorar.
-Ki-Kira…te, te lo suplico, ven a ZAFT, los Naturales no tienen nada que…-jadeó-nada que darte, en cambio yo…yo-aumentó el ritmo, sus palabras taladran en mi cabeza y lo único que atino a hacer es a retorcerme de placer en sus manos.
-Azuran, sabes que no puedo-mordí mi labio inferior las sensaciones eran devastadoras y el sentimiento lo sentí bullir en mis venas como los controles de mi Gundam, siento como si tuviera el control de todo, de mí, de mi destino. Siento que puedo lograr convertirme en esa estrella que espera por ti.
El frío se irá
La luz volverá
Y espero que entonces
El tiempo nos vuelva a encontrar
¿Dónde estarás?
Yo aquí te espero.
No quiero despertar, el vaivén es más fuerte, el roce de nuestras pieles nos quema y deleita. Es tan dulce que empalaga, pero tan duro que te mantiene en pie, eres el fruto más exquisito que jamás se ha probado, Azuran, solo por esta noche te daré todo lo que soy ahora.
Siento como entra y sale de mí, como estoy apunto de estallar y él, sin haber tocado mi parte más sensible, mis piernas se engrifan al no saber donde dirigir tanta corriente eléctrica, mi espalda se arquea y el desenfreno nos controla. Mis gemidos se mezclan con los suyos algo más discretos, nuestras lenguas danzan entre ellas, amenas de reunirse nuevamente. No quiero despertar, este sueño explícito, este sueño tan humanamente real e impuro a la vez. Lo que la guerra trae es dolor tras dolor y solo lágrimas al final, nadie gana, nadie pierde, pero por esta vez agradezco el que esto nos haya reunido. Estúpido. Es lo que soy ¿Desear guerra por ti? ¿De eso sería capaz? Mi mente se nubla y ya a penas creo poder mantenerme consciente con toda esa energía que despido.
-Kira, Kira-jadea mi nombre con tanta sensualidad, que parece no ser él en verdad, aquel pequeño tan tierno y siempre tan seguido de la normativa.
-Azuran, ya…ya…ah!-mi gemido lo alertó de lo que pronto desencadenaría.
Posó su mano en mi entrepierna y aunando nuestros movimientos, creó esa fricción en mí que me hizo estremecer al cien por ciento, mi corazón desenfrenado y mi respiración acelerada, siento que todo se torna nubloso y ambos, en un grito sordo nos venimos.
-Kira…regresa conmigo-le oí suplicar por última vez antes de caer en la inconsciencia.
Y aún recuerdo
Ese momento
Tus besos al despertar
La brisa, el viento
La luz del puerto
Tan lejos en la ciudad
-¡Kira! ¡Kira!-siento que me mueven fuertemente del hombro.
-eh?-abro mis ojos algo ido, no estoy seguro de lo que realmente ocurrió.
-¿estás bien?-me siento algo desorientado, pero asiento a la capitana-uno de los pilotos de ZAFT se ha escabullido dentro de la colonia, necesito que vayas a la pista de salida, saldrás a batalla de inmediato, no podemos permitir que nos destruyan antes de llegar a la Tierra-
-si, enseguida-la capitana sale de mi cuarto dándome el espacio para vestirme-miro a un costado de la cama y encuentro una nota “Lamento el alboroto, pero una noche no es suficiente. Quiero que estés conmigo Kira, no descansaré hasta haberte convertido en miembro de ZAFT”- lo siento Azuran-guardo la nota y tomando mi uniforme de piloto regreso a la batalla.
Fin.