Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Indesición" por xshimaxyuux

[Reviews - 181]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno un nuevo fic *o* jajajaj ya ya, es medio dramático pero bueno...

 

Estos bombones ni ninguno me pertenece ¬¬ para mi mala suerte TOT y bla bla bla ya lo saben todo jajaja

Notas del capitulo:

Aquí les dejo un capi... a ver que les parece =)

 

Lo siento pero haré sufrir a los dos u,u abuuu

 

jaja pero bueno espero sus comentarios TOOOT y dénle una chance TOOOT

Era una mañana como todas: “Fría”. Se acercó un poco más al imponente mar frente a él. Los recuerdos eran una viva película revelada por su mente. Como lamentaba tener memoria en esos momentos; su corazón se estrujó al sentir las emociones que provocaban en él aquel hermoso, pero lúgubre paisaje… para él.

 

- “Un mes” – susurró a la eterna masa que se extendía sobre su horizonte. Hacía un mes que había estado ahí con su castaño… Cómo las cosas pueden cambiar tan rápido y de forma tan drástica?... Ya no lo sabía… Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.

 

Para celebrar su aniversario, sí, ya se cumplía un año juntos. No pudo negarse ante su petición: “Un paseo al mar”. Le habían pedido el fin de semana libre a kai, el líder de la banda en la cual formaban parte; “Ambos eran guitarristas”. Así pasaron juntos esos días demostrando su amor de todas las formas posibles; no había duda para nadie: “Los dos se entregaban incondicionalmente”. Justo en ese preciso lugar al cual su pareja lo había, poco menos arrastrado diciéndole que tenía algo importante que decirle… algo que solo debía ser en ese lugar. Intentó mil formas de que le contara aquello; más no tuvo suerte. No obtuvo ni media palabra, siempre la misma respuesta con una tierna sonrisa en sus labios: “Ya verás, ya verás, no seas impaciente”.

 

Sin protestar ni cuestionar… se dejó arrastrar por la suave arena bajo sus pies de vez en cuando observaba de reojo al castaño, su rostro estaba serio con la mirada perdida en algún lugar. Una gran preocupación lo embargó, qué significaba ese cambio? Momentos antes la felicidad se desbordaba de aquel fino rostro y ahora?... Ahora estaba sombrío, ausente. Caminaron unos metros más hasta llegar a la distancia en la cual se encontraba en esos momentos… recordando todo como si fuera un maldito sueño, una maldita pesadilla que acabó con su vida, o gran parte de ella.

 

Lo vio detenerse, por reacción natural también lo hizo… esperó de forma paciente a que el castaño emitiera alguna palabra, pero nada! Solo el romper de las olas llegaba hasta sus oídos, aquel fuerte golpe que nacía del choque inevitable del salado líquido del cual el mar era dueño. Los minutos pasaban… se hacían eternos a espera de una frase! Era paciente, pero esta vez la ansiedad de saber lo que el castaño quería decirle lo tenía intranquilo…

 

- Y bien? – Intentó comenzar la comunicación, pero la persona a su lado seguía sumida en sus pensamientos. Levantó ambos brazos para tomar de forma delicada los hombros de su pareja mirándolo intensamente – Me dirás qué es lo que sucede? Qué es lo que te tiene así?- Cuestionó preocupado ante una posible respuesta negativa. El castaño giró su rostro para enfocar su visión en el mar y luego en el pelinegro, se soltó del agarre en el cual se encontraba y suspiró de forma pesada. Parecía estar buscando valor… valor para algo.

 

- Hace mucho tiempo en este lugar – Uruha comenzó a relatar de forma amena cada palabra era tan solo un susurro que se escapaba de sus labios – Juré que no le iba a entregar mi corazón a nadie – El pelinegro simplemente observaba en silencio – Metafóricamente lo saqué y lancé a las profundidades de este océano- Un nuevo suspiro y sus facciones se relajaron para formar una diminuta sonrisa – Pero apareciste tú – dijo de forma infantil y tierna- Aoi no pudo hacer más que reír ante las muecas de su pareja- Nunca pensé que alguien sería capaz de curar una a una las heridas que mi alma tenía, sin darme cuenta ya estabas calado profundamente en mi corazón y volví a sonreír… - Hizo una pausa, parecía recordar algo cuando de forma lenta y pausada alzó sus manos al frente y luego a su pecho sonrió y dirigió sus manos al pecho de Aoi – Te lo regalo – El pelinegro lo observó de manera detenida, sí, le estaba dando su corazón… pero porqué momentos antes parecía estar en un letargo? A pesar de las dudas que lo atormentaban le devolvió la sonrisa y cubrió con sus manos las del castaño.

 

- Muchas gracias, me siento halagado – Le respondió sin desprender su vista del rostro frente a él – Pero sácame de una duda o no me sentiré el indicado para recibir algo tan preciado – Uruha lo miró alzando una de sus cejas en forma de pregunta.

 

- Dime? – le cuestionó… estaba intrigado

 

- Porqué estabas tan ausente antes de comenzar a hablar? – El castaño no esperaba esa pregunta… no sabía que responder… sabía de antemano que lo mejor era hablar con la verdad. Soltó un profundo suspiro para decir todo aquello que guardaba hace ya bastantes años, pero que aún lo recordaba como si hubiera sido ayer…

 

- Esto es difícil.. – pronunció de forma lenta. A simple vista se podía deducir que el trabajo para hablar era demasiado!

 

- Si no quieres hacerlo no te obligaré – le respaldo su pareja de forma cálida.

 

- No te preocupes, lo haré, pero es un poco largo. Nos podemos sentar? – Le preguntó de forma melancólica. El pelinegro asintió afirmativamente. Ambos chicos se sentaron en la suave y blanda arena, ambos mirando al mar. La brisa marina jugaban con sus cabellos, logrando un look despreocupado que a ambos les sentaba de maravilla.

 

- Sabes que tengo todo el tiempo que quieras – le sonrió dándole fuerzas para continuar, gesto que el castaño intentó devolver, pero no pudo…. Ni siquiera se reflejó en sus facciones.

 

- No te has preguntado porqué dejé en este lugar lo que se supone te hace sentir además de permitir que vivas, respires y muchas otras cosas más?- Todo pasaba muy rápido. Sí, había sido extraño; inclusive curioso el hecho de querer desprenderse de esa parte tuya, claro, hipotéticamente. Aún así… porqué querer dejar de sentir? Una condición autoimpuesta de forma voluntaria por su castaño.

 

- Porqué? – cuestionó pensativo.

 

- Fácil – Dijo de forma amarga – Porque alguien lo hizo trizas. Antes de ingresar a la banda y conocerte – comenzó el relato ­– Era un niño ingenuo lleno de vida y espontaneidad. Mis padres jamás me han querido, siempre me han discriminado por mi apariencia física y como castigo me encerraron en un internado de solo hombres con la errónea idea de con ello lograr ser más “varonil”- La voz del castaño se volvía lúgubre y sus ojos estaban perdido en aquel mundo de antaño que las reminiscencias lograban relatar – Todos fueron muy amables conmigo por ser nuevo y obviamente por mí apariencia. Los constantes acosos ocurrían casi todos los días, inclusive algunos llegaban al extremo de obligarme a besarlo. Fueron los peores meses de mi existencia. Sabía que aquello no podía continuar así. Mis padres prácticamente me abandonaron en ese lugar. No tenía nada a mi alcance para huir de ahí – Uruha detuvo su relato un momento. Su vista seguía perdida.

 

- Qué más sucedió? – preguntó preocupado y molesto el pelinegro. Jamás! Jamás había pensado que el pasado del castaño fuera así!

 

- Luego de dos meses conocí a Masahiro –

 

- Masahiro? –

 

- Sí, Masahiro. El comenzó a defenderme de todo aquel que intentaba propasarse conmigo, día a día nuestra amistad se fortalecía más y más. Hasta que un día Masahiro me confesó que estaba enamorado de mí -  porque su pareja le esta contando aquello precisamente a él! Su boca se arqueo ligeramente en molestia. Aún así el castaño no notó ese cambio por estar sumido en sus recuerdos – A mí nunca me habían atraído, mucho menos desee a un hombre, pero con su declaración algo en mí interior se removió. No le respondí nada solo atiné a salir corriendo, pero bastaron dos días para comprender mis sentimientos por él. Me había enamorado , como era la primera persona por la cual sentía aquello, juraba que era amor –

 

- Amor? –

 

- NO! – Casi grita Uruha al adivinar lo que Aoi pensaba – Fue un error por favor – dijo casi con lágrimas en sus ojos – No te cuento esto para que me odies – bajó su cabeza, unas traviesas gotas luchaban por salir de sus ojos, no quería! Sintió como los finos y suaves dedos del pelinegro levantaban su rostro para depositarle un sutil beso. El castaño lo miró sorprendido e ilusionado.

 

- Te amo – Le susurró sin despegar sus labios de los del castaño el cual al escucharlo no pudo evitar abrazarlo. Se tiró a su regazo y lloró… era la primera vez que lo veía así. Su llanto le desgarraba el alma… no sabía que hacer, solo se limitó a acariciar sus cabellos: suaves y acompasadas caricias que lograron poco a poco aplacar los sollozos de Uruha.

 

 El castaño se acurrucó entre los brazos del único hombre que lo ha respetado y amado… ahora sí sentía amor. Amaba a ese pelinegro que con el tiempo cautivó su corazón, y más difícil aún: “Sano heridas invisibles para el resto, pero tan profundas para él”.

 

En esa posición siguió hablando ya más tranquilo.

 

- Así nos comprometimos… estuvimos meses juntos… todo el día… - De nuevo una pausa, aquellas reacciones no le gustaban para nada, a pesar de todo no dejaba de consolarlo- Hasta que un día comenzaron a enviarme notas anónimas diciendo que – su voz comenzaba a quebrarse y el cuerpo entre sus brazos se tensaba suavemente – No les hice caso… estaba supuestamente enamorado. Un día  nos escapamos del colegio, me llevó a muchos lugares para terminar en la casa de alguno de sus amigos… bebieron… mucho… yo no estaba acostumbrado a ese tipo de licor… todos estaban encendidos… sin saber como… terminé encerrado en una habitación… todos… me tocaban… - sus lágrimas habían vuelto y con mayor intensidad, su cuerpo temblaba de forma perceptible- Yo no quería …. –

 

Aoi estaba en shock, no lo podía creer!. Por su mente pasaron muchas imágenes creadas por su imaginación, pero un temblor entre sus manos lo devolvió a la realidad sacando de su corazón todo sentimiento de venganza… Argh!! Ni siquiera lo podía describir!. Al ver a al persona que más amaba en ese estado por un estúpido pasado le hizo dejar las cosas muy claras: “Primero estás tú”. Con una de sus manos destapó el demacrado rostro del castaño. En sus ojos había una profunda tristeza, con uno de sus dedos secó las lágrimas que seguían escurriendo sin detenerse.

 

- No llores – le susurró con tono dolido. No le gustaba verlo sufrir – Ya pasó, ahora yo estoy aquí – le susurró tiernamente, al escuchar aquellas sutiles palabras sus lágrimas comenzaron a cesar, los recuerdos se esfumaban y la agonía por ocultar ese dolor decaía- Por favor – Se acerco para besar sutilmente los labios del castaño. Contacto que fue bien recibido y devuelto, era tan solo un roce; un simple roce. No exigía nada a cambio.

 

El castaño no quería esperar… sentía que necesitaba más que nunca ese poder de sanar que solo Aoi le podía brindar…. Intensificó aquel beso, ambas bocas estaban activas, deleitándose con sus sabores mutuamente. Duró algunos segundos, el pelinegro había terminado antes aquel beso para juntar su frente con la de su amante, sí, su amante, Uruha era y seguiría siendo todo para él!.

 

- Quiero- susurró lentamente ante una mirada bañada de una gama de luces, eran muchos los sentimientos que se reflejaban en aquellos hermosos ojos- que intentemos olvidar tu pasado. Te amo y aunque me moleste lo que te hicieron – el cuerpo del castaño volvió a tensarse – Jamás dejaré de quererte. Siempre estaré a tu lado Mi Shima – le sonrió.

 

Esas palabras bastaron para traer a Uruha a la realidad levantando sus brazos de forma efusiva y posarlos sobre los hombros de su pareja. Aquel acto los lanzó a ambos contra el escurridizo suelo sonriendo de alegría.

 

- Te amo, Te amo -´le repetía una y otra vez el castaño en voz alta. Se sentía protegido en esos fuertes brazos que le sostenían. Dichoso de haberse enamorado, porque ahora sí sabía lo que significaba la palabra amor.

 

Había sido un fin de semana llenó de contingencias. Una fuerte ola lo sacó de sus pensamientos. Miró la hora en su reloj de mano: “Se esta haciendo tarde”. Debía volver al estudio para el ensayo. Próximamente tendrían un concierto y no podía darse el lujo de faltar por más que así lo deseara. Con pesimismo llego hasta su coche. Un largo camino lo esperaba, largo y solitario.

 

Una amargura lo invadía con cada kilómetro que avanzaba. Podía recordarlo: Luego de ese grandioso fin de semana ocurrió… El castaño fue protagonista de un brutal accidente, accidente que le costó perder gran parte de su memoria… de sus recuerdos… a él. Al saber la tragedia corrió como nunca lo había hecho hasta el hospital, le preguntó a cuanto doctor y enfermera se cruzará por su camino. Uno de ellos le indicó el número de la habitación en la cual estaba internado. Lo vió dormido, se veía tranquilo… su alma volvió al cuerpo, se había imaginado lo peor! Salió despacio, sin ruido de aquel lugar en busca de más información. Dio con el paradero del médico tratante y le explicó lo que sucedía.

 

El golpe había sido muy fuerte provocando como consecuencias de éste contusiones. Una de ellas logró remover o en el peor de los casos borrado su memoria temporalmente…

 

Le advirtió que cuando despertara tal vez lograra reconocer a algunos de sus seres queridos, pero no era seguro.

 

La espera fue eterna, luego de tres largos días el castaño abrió sus ojos… el doctor les permitió ingresar a los cuatro a la vez.

 

Primero Kai… el cual fue recibido con una gran sonrisa por parte del castaño… luego Reita, Ruki y al final él. El bajista también fue recordado pero la imagen del vocalista era confusa. Aquello se podía deducir de las facciones del castaño. Aún así solo recordaba el nombre y que trabajaban juntos… Cuando Uruha posó su vista en su rostro… pudo distinguir la desconfianza y la inseguridad… una gran opresión n su pecho se acrecentó… pudo distinguir como el primer guitarrista se acercaba a Reita y le consultaba sin bajar la voz.

 

- Reita, quién es él? – La expectación se hizo presentes en el rostro de todos, para luego dar paso a la sorpresa.

 

- Eh?! No lo recuerdas??? – preguntó atónito

 

El pelinegro simplemente observaba la escena sin dar crédito a lo que sucedía… Una gran tristeza se apoderó de él, al parecer era al único que no recordaba. Ruki se acercó hasta el pelinegro para poner una mano sobre su hombro en forma de apoyo.

 

- Acaso es tu novio? – Preguntó sorprendido, sin saber porque algo en su interior se removió dando paso a una leve molestia ante aquella pregunta.

 

- Qué?!!! – Exclamaron todos a la vez

 

- No es mi novio – dijo apresurado Ruki

 

- Es la segunda guitarra de la banda – secundó el líder intentando que Uruha recordara algo.

 

Aoi solo podía observar… todo pasaba en cámara lenta para él… inclusive luego de los ya 30 días que han pasado le costaba trabajo aceptarlo. No había ningún indicio de que le recordara… No lo había…

 

Sin darse cuenta ya estaba fuera de la disquera. Dio un gran suspiro para ingresar. Ahí iba de nuevo… la rutina diaria: “Esconder mis sentimientos y creer que nada pasa”

 

“Un día de estos no soportaré más y me iré lejos” susurró a la anda en un sublime suspiro para ir a la sala de ensayos donde todos debían estarle esperando… Incluso el castaño…

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Esooo!!!

 

Espero sus comentarios y nada n.n ojalá y les haya gustado o sino xD para qué seguirlo subiendo digo yo jajaja


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).