Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Okama, amor a primera vista por Paz

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este domingo, durante la tarde, me he empleado a fondo para acabar los fics que eran más antiguos, así pues, aquí tenéis el capítulo final de esta historia. Un saludo a todas que me habéis seguido anónimamente, que son muchas  y también a las que me dejasteis  un comentario. Gracias.

Okama, amor a primera vista

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 11: Su nuevo amor

 

Aquella mañana había amanecido desapacible, sin embargo, ninguno de los dos se sintió molesto por ello, el vientecillo que circulaba entre las losas del cementerio calmaba sus ánimos, bastante caldeados después de una noche en la que hicieron más de un descubrimiento.

Caminaban casi hombro con hombro, intentando que sus manos no se buscaran, queriendo sentirse unidos, más aquel no era el lugar adecuado para demostraciones de cariño y ambos se contentaban por sentir de tanto el tanto el roce de sus dedos y la leve caricia que ese toque significaba para ambos.

Finalmente, Hanamichi tomo un camino entre losas y se detuvo delante de una, se inclinó para limpiar el lugar alrededor de la piedra, renovó la arena de los cuencos y encendió unas varillas de incienso, alrededor, colocó unas piezas de fruta como ofrenda y un ramo de flores que fijo sobre la tierra húmeda.

Recogió la basura que había amontonado metiendo en la bolsa que sostenía Keigo, luego los dos se acuclillaron ante la losa que ostentaba dos palabras, el patronímico de Kaede, Rukawa y Kitsune. Unieron sus manos con la cabeza inclinada y rezaron durante unos minutos y al cabo de ellos, sin levantar la mirada, Hanamichi comenzó a hablar.

-Hola Kaede... aquí estoy..., he venido y no estoy solo, Keigo esta aquí conmigo, tal como tú nos viste. No quiero que sigas pensando que has cometido un error conmigo, lo que hice fue a sabiendas. Desde donde estés deja de pensar en que actuaste mal. Nunca que dije que me enamoré de ti apenas mis ojos se posaron en ti, aquella mañana en la terraza donde nos vimos por primera vez, pero terco como era ni yo mismo quise reconocerlo y me estuve diciendo a mi mismo que estaba enamorado de una chica, te preguntarás a que se deben mis palabras, después de tanto tiempo que ha transcurrido desde entonces y ahora que tu no estas, justamente por eso, si entonces te lo hubiera dicho tu hubieras sido infeliz porque hubieras tenido que plantearte otra solución a tu problema. Yo conocía tus miedos, lo supe apenas pasamos aquella noche en el hotel del amor, después de perder yo la apuesta con Yohei, tu viste en aquella transformación la manera de evitar tus miedos y yo acepte, así que no quiero que sigas pensando que hiciste mal. Ahora que ya hemos aclarado ese punto, pasemos al siguiente, has planeado poner un buen obstáculo en mi tranquila existencia, aunque de ti podía esperar eso y mucho más, no podías irte sin dejarme una parte de ti. Gracias, Kaede, ahora puedo decirlo sin sentirme avergonzado, tu muerte supuso para mi un dolor muy grande, me sentía desamparado, hubo momentos que pensé que hubiera dado mi vida por saber que tú estábamos a mi lado, se que es una actitud egoísta porque entonces tu estarías pasando por lo que yo pase. Discúlpame. Ya he desempolvado mi titulo y tengo un trabajo que me mantiene ocupado, sin tiempo libre para mi mismo y ni para rememorar el pasado, no creas que te he olvidado, eso nunca pasara, pero si reconozco que ahora mi corazón late y mis pensamientos están puestos en la persona que me enviaste. -Dio un largo suspiro- no es que haya dejado de quererte, pero ahora le amo a él. Ni yo mismo se como sucedió, solo sé que un día me dí cuenta que le amaba y eso que sabía que tenía que tratarse de un impostor por usar tu identidad, por hacerme creer que eras tú. Imagino la sonrisa que hay en tus labios, pero te aseguro que no fue divertido. Aquel día yo estaba muy estresado y pensé que nada mejor que leer un libro de onis y yureis, no te rías porque no fue nada divertido ir a abrir la puerta a un viandante perdido, durante una noche tormentosa y encontrarme delante de ti, te juro que todo mi valor se diluyó en un segundo. Nunca antes pase tanto miedo. Estaba convencido que habías vuelto para... bueno, ahora no importa lo que pensé. Solo recuerda que si alguna vez intentas contactar conmigo, no te presentes de improviso, me dará un sincope. Llámame suavemente y dime "Soy yo"... y así sabré que eres tú. -Dejó escapar una risilla ante esa declaración.- Disculpa me he apartado de lo que realmente iba a hablarte, de la razón de mi presencia aquí, bueno, no solo la mía también esta Keigo -se volvió a mirarle y alargó su mano para tomar la suya y cuando la tuvo se incorporó con él, quedando los dos de pie ante la tumba- Conmigo esta Keigo, bueno, eso ya te lo diga al principio, tengo que reconocer que una vez más estabas en lo cierto, después de ti solo una persona podía conseguir que me enamorara. Le amo y quiero agradecerte que le pusieras en mi camino, aunque me sentiría mucho más feliz si hubieras tenido más tiempo para contarle tú mismo quien era él y quien tú  y no me refiero por carta, si no personalmente. -Se volvió para quedar frente al muchacho y tomando su otra mano le mantuvo así durante un largo rato- Keigo..., -aunque no era necesario porque su mirada estaba fija en él, obtuvo así su completa atención- se que va a resultarte complicado comprender quien eres, ni yo mismo creía que fuera posible. Aquí reposan las cenizas de Kaede, la persona que te llamó su hermano y que te dio su nombre, todo comenzó hace mucho tiempo... -sus palabras comenzaron a brotar de un modo natural, hablándole de la relación que mantenía con Kaede, de su marcha de Kanagawa, de la conclusión de sus estudios donde nadie les conocía para luego mudarse a otra ciudad como un matrimonio convencional, le hablo del amor que se tenían, de la enfermedad de Kaede y de su muerte, de su regreso a Kanagawa a petición de el, de cómo entretanto en California, al otro lado del océano una pareja de científicos trabajaban contra reloj para conseguir una cura para su enfermedad- Solo que esas personas cometieron un error, le hicieron creer que lo que estaban creando era una cosa, no un ser idéntico a él, un doble de Kaede, lo que la ciencia ahora ha llamado un clon.

-Eso es lo que soy..., un doble de otra persona.

-Físicamente, eres idéntico a Kaede, podías pasar por su hermano gemelo y nadie lo pondría en duda, el te quiso cuando te conoció, y cuando escapaste del laboratorio donde estaban confinado, y te viste implicado en un asesinato, Kaede hizo todo lo posible para sacarte de allí, no porque pensará que tú habías sido creado para salvarle de una muerte segura, sino porque te amaba como al hermano que deseaba tener, no buscaba sacrificarte... -soltó su mano y la metió en su bolsillo, allí donde guardaba la carta de Kaede, la puso en sus manos- Lee sus propias palabras, solo así comprenderás sus sentimientos hacia ti.

Le miraba mientras él leía, viendo en su rostro las expresiones que su lectura le provocaban, cuando acabo levantó sus ojos llorosos y se la devolvió.

Keigo se volvió hacia la losa, junto sus manos e inclinándose musito.

-Yo también te quiero, hermano. Gracias por todo lo que me has dado. Te prometo que le haré feliz.

Hanamichi le abrazo por la espalda y minutos después tras la despedida se alejaron juntos.

Si alguna de ellos hubiera podido verlo, hubieran visto la figura del hombre parado junto a su tumba y hubieran podido escuchar sus palabras.

-Se que le harás feliz, gracias Keigo. Adiós, Hanamichi, mi dulce amor. -y el espíritu de Kaede se desvaneció en el aire, su presencia allí ya no era necesaria.

17 de abril de 2011

Fin

Paz

Notas finales:

Acabe... acabe..., me siento feliz, aunque finalmente no fuí capaz de escribir el lemon... espero que podaís disfrutar el de Pez de Abril. Un saludo y muchas gracias por leerme.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).