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Cangrejo, cangrejo por danyleo

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Notas del capitulo:

El que más me gusta es éste...

ero, repito, espero que me hagan saber todos los errores...: CANGREJO, CANGREJO

 

Se acercaba lentamente a su templo, estaba muy cerca y sabía de sobra que no podría detenerse ahora; debía decírselo para terminar con la tortura que él mismo se había puesto, bien sabía que a pesar de intentar poner una fecha, ese sentimiento había comenzado desde mucho tiempo atrás.

 

Sus pasos se detuvieron frente a la imponente entrada del cuarto templo, la cual era cubierta ahora por una puerta tallada en bronce con detalles plateados simulando una enredadera de plantas.  Respiró con fuerza y luego levantó su mano para tocar la puerta.

 

El sonido se expandió en la sala de Cáncer y el dueño, que estaba recostado en el sillón de tres piezas, pensando en su amor secreto, recordando la fugaz sonrisa que había presenciado gracias a un tonto comentario de Milo durante el entrenamiento, lo hizo soltar un pequeño suspiro de niña enamorada, el cual se vio interrumpido por aquel molesto sonido en la puerta; se levantó pesadamente, de mal humor porque alguien había osado interrumpirle, esperaba que fuera algo importante o que solo fuera alguien que deseaba atravesar su templo, ojalá se fuera rápido porque si uno de sus compañeros estaba ahí para pasar un rato con él, simplemente le tomaría de un brazo y lo sacaría a patadas de su templo.

 

Llegó a la puerta de entrada, abrió, y lo único que pudo hacer fue poner una cara de asombro debido a la impresión que le causó semejante visita... Y  por supuesto ese era precisamente su amor platónico, imposible y secreto... se dio cuenta de su situación y tratando de parecer impasible ante tal presencia solo pudo acotar:

 

--Hola, ¿Qué deseas?

 

El otro se sonrojó levemente al sentir esa mirada tan profunda, como lo era la de Death Mask, y tomando valor de quien sabe donde dijo:

 

--Yo... pues... vengo a...

 

--Si vas a atravesar mi templo, pasa con gusto.-Interrumpió Cáncer tratando de ser indiferente, aunque en realidad le costaba formular una frase completa.

 

--No, no vengo a pasar por tu templo.-Respondió el sexy sujeto

 

--Si no vienes a eso, de seguro vas a querer invitarme a algo como hacen los demás-No deseaba ser grosero pero estaba nervioso realmente.

 

--Pues no, de hecho no.

 

--¿Entonces?

 

--Vengo a hablar contigo de algo muy importante para mí.

 

--¿De algo muy importante para ti? ¿No será que me vas a dar un sermón?

 

--No, tampoco es un sermón.

 

--Bien entonces pasa-dijo finalmente el canceriano.

 

Ambos caminaron hasta la pequeña sala del cuarto templo y después de sentarse, Death Mask le pidió al otro que comenzara.

 

--Verás... yo no se como empezar a decirte esto, es algo que yo tampoco comprendía en un principio, pero luego me vi en la necesidad de intentar hacer algo al respecto, ya que se convirtió en algo muy difícil de controlar.

 

--Y... ¿Qué tengo que ver yo en esto?

 

--Pues...

 

Death Mask esperaba que lo que su amor tenía que decirle era aquello que él había callado durante tanto tiempo; si era eso moriría ahí mismo de felicidad... pero si no, moriría de tristeza. Mientras él pensaba eso, el otro que había titubeado para decirle todo lo que sentía, suspiró y susurró:

 

--Tú eres la causa de mi problema...

 

En ese instante todo un mundo se vino abajo para el cuarto custodio, ¿Acaso aquel al que tanto amaba, le acababa de decir que era la causa de su problema? Eso solo significaba una cosa: Su amor le odiaba. Pero... un momento, ¿Qué tal si en realidad aquel bello mortal le correspondía en sentimientos? Podría ser una posibilidad, él no sería pesimista y estaba dispuesto a saber cual de las dos era la correcta.  Entonces se animó a preguntar, haciendo uso de todo su autocontrol:

 

--¿Y por qué?

 

El joven se quedó perplejo ante la pregunta ¿tanta preparación durante horas frente al espejo para nada? Pero es que se quedó sin habla, debido a su nerviosismo, se le había olvidado lo que tanto practicó justo en el momento adecuado para decir lo que se había guardado durante tanto tiempo.

 

--Bueno... porque... tú...

 

--Yo...- Le animó a continuar Mask.

 

--Tú me gustas-Bien solo diría lo necesario. (En realidad era lo único que su mente pudo procesar en ese momento)

 

¿Death Mask había escuchado eso que acababa de brotar de la boca de su querido?

¿Acaso EL le gustaba a...? No podía ser cierto, de seguro su mente le jugaba una mala pasada, eso le sucedía por estar siempre pensando en su lindo caballerito de oro; por lo cual tuvo que asegurarse si había oído bien y entonces preguntó.

 

--¿Yo... te gusto?- Las palabras se atoraron en tu garganta.

 

--Si, me gustas desde hace mucho tiempo, solo que no había podido decírtelo por cobarde.-Se lamentó el caballero, ya muy sonrojado.

 

¡Vaya! Su mente no le había fallado, si era realidad lo que oyó ¡¡En verdad él le amaba!! Más feliz no podía ser.

 

--Tú nunca serás cobarde... el cobarde aquí soy yo, que contrario a ti nunca pensaba decírtelo, incluso me juré morir sin que tu supieras mis verdaderos sentimientos.

 

--¿Cómo dices? ¿Yo... yo...?

 

--Si tú me gustas también.

 

--No... no lo puedo creer.

 

--Pues créelo.

 

El caballero solo posó una mirada de confusión y alegría frente a Death Mask que en ese instante solamente trataba de grabar esos ojos en su mente para siempre. Ambos se quedaron quietos frente a frente, mirándose con gran intensidad y pasión; pero a pesar de eso los dos no sabían como empezar a decir o hacer algo, se sentían nerviosos, pero Death Mask tan solo guió sus instintos y se inclinó para besarle, el otro solamente comenzó a cerrar sus ojos, como para dándole permiso de besarlo... sus labios se unieron en un leve roce, apenas sintieron los labios del otro, pero el canceriano deseaba algo más que un beso, sabía que era apresurado, solo que en verdad le deseaba y no solo le gustaba sino que le amaba con locura, así que continuó probando sus labios... ¡Por Athena! Esos labios eran tan dulces...

Pulsó un poco más para intentar introducir su lengua en la húmeda cavidad del otro y poder terminar de saborearle, el santo abrió su boca y una batalla dio comienzo y entonces sus cuerpos comenzaron a reaccionar ante las sensaciones que ese candente beso estaba provocando, se juntaron un poco más y Death comenzó a recostar a su amor en el amplio sillón donde se hallaban, le acarició por encima de la ropa por todo su torso y deseó arrancar esa toga que el sujeto llevaba, mientras trataba de impregnar en su piel la esencia de finos jazmines que poseía el caballero, el otro le acariciaba insistentemente la espalda... Su momento de ensoñación terminó cuando el aire faltó y tuvieron que separarse; sus labios se encontraban rojos y un poco hinchados por la fuerza con que se besaron, pero poco les importó, se devolvieron la mirada y como si se hubiesen puesto de acuerdo telepáticamente, el cáncer removió la toga de su amante, se puso de pie y comenzó a quitarse también su ropa, pero el otro le detuvo diciendo:

 

--Espera, quiero hacerlo.

 

Ante la propuesta, no pudo más que dejar que el otro hiciera su trabajo y vaya que sabía hacerlo; le quitó la playera pasando levemente sus finos dedos como por casualidad en la morena piel, lo cual le causaba escalofríos al otro. Después fue el turno del pantalón... El italiano estaba tan nervioso con ello, no sabía que era lo que tenía en mente su compañero, pero pensaba que era algo muy malo, porque tenía una mirada llena de lujuria.

 

Fue ahí cuando sintió la delgada mano recorrer lentamente el cierre de su jeans, sus pantalones descendieron hasta llegar a sus tobillos, rápidamente levantó un pie y después el otro pues estaba descalzo, y el pantalón fue a dar quien sabe donde.  Ahora iba la ropa interior... ¡Uy! Que nervios, solo que no lo demostró; El otro tomó la orilla y comenzó a tirar suavemente hacia abajo, para deshacerse de ellos.

Ambos no dejaban de observar como la prenda se deslizaba en las piernas del Cáncer y dejaba a la vista un semi erguido miembro, el sujeto tan solo se relamió al ver suculento órgano y se apresuró a bajar el bóxer blanco sacándolo del cuerpo de su cangrejo, y luego tomando ese trozo de carne entre sus manos, comenzó a masturbar a Death Mask, que lo único que podía hacer era gemir ante tan osadas  caricias que le estaban brindando; el canceriano sabía que no tenía porque estar sin hacer nada así que comenzó a besar de nuevo al chico, y con cautela, le tomó en brazos. Ahora estaban en las mismas condiciones y seguro que ninguno podía ni quería detenerse. Se comían a besos y las caricias de los dos eran muy excitantes para el otro y sus erecciones en un pequeño roce, provocaron una descarga de placer que les hizo gemir aun entre besos.

 

Death acercó a su cuerpo al chico, y lo condujo hasta su habitación; ya en ella, lo recostó en la cama y recorrió lentamente con su boca, su cuerpo entero, pasando por su cuello, dejando una marca rojiza que define su propiedad... sus dulces pezones que estaban erguidos debido a la gran excitación que sentía en ese momento y luego, más abajo su abdomen tan suave y bien marcado, para seguir con su vientre bajo y aquel imponente miembro que se mostraba en su máximo esplendor frente a él... La tentación de metérselo a la boca y hacer gritar de placer al joven le era demasiado, sabía que debía ir despacio, pues era la primera vez del otro y él no quería que se decepcionara de su comportamiento, pues como muchos dicen... "todo a su debido tiempo"; ya tendría tiempo para todo. Por ahora sólo debía concentrarse en el placer del otro, y así lo hizo; esquivó sus genitales y comenzó a subir de nuevo por su torso, hasta encontrarse de nuevo con esos finos labios que le fascinaban, continuó besándolos y volvió al cuello, dejando caminos de saliva...

 

Pequeños gemidos por parte del joven se hicieron presentes y conforme las caricias de Cáncer avanzaban, más fuertes eran. De pronto el italiano se detuvo, al intentar averiguar porqué, el otro guardián se sorprendió de la posición en la que estaba el canceriano: se hallaba situado entre sus piernas a punto de meterse su miembro a la boca; sintió un rubor de vergüenza llegar hasta sus mejillas, pues a pesar de estar con el amor de su vida la posición era por demás embarazosa. Death Mask le dio un beso justo en la punta, esto descolocó al otro y lanzó un gemido ahogado, luego recorrió con más besos y lengüetazos el miembro que parecía ponerse más duro, por fin se lo metió a la boca embarrando de saliva ese falo que deseaba largar su néctar lo cual no tardó en suceder, el semen surgió espeso y copioso dejando a su dueño exhausto sobre las sábanas azules de la cama.

 

Cáncer volvió al ataque después de beber toda la esencia de su amante... subió sobre el pecho del guardián y vio sus ojos fuertemente cerrados a causa del placer, poco a poco sus párpados se abrieron y mostraron esos bellos ojos que Death tanto admiraba. El peliazul se estiró un poco y sacó un tubo de lubricante de la pequeña mesita de noche, colocó un poco en uno de sus dedos y comenzó a introducirlo en la estrecha entrada de su compañero.

 

--Death... espera.

 

--Dime-dijo conteniendo la respiración

 

--Yo... yo... soy virgen

 

--Lo sé.

 

--Pero duele.

 

--Confía en mí, lo último que haría sería dañarte.

 

--¿De verdad?

 

--De verdad.

 

--Sigue entonces...

 

El italiano no oyó dos veces la respuesta y siguió con su trabajo intentó meter el dedo lubricado en aquella entrada y lo consiguió, lo movió lentamente en círculos y luego metió otro dedo el cual arrancó un gemido del chico recostado, al final tres dedos se encontraban dilatando el interior del santo, quien era besado fuertemente por el sexy y atractivo italiano, el cual al notar la relajación de su compañero procedió a lubricar bien su miembro e intentó introducirlo en su amado, quien al sentirlo por reflejo cerró sus piernas que fueron abiertas de nuevo por el cuarto custodio... Esta vez el chico se relajó y Death pudo introducir un poco la punta, dejó que pasaran unos segundos y de un solo golpe introdujo su miembro en aquel cerrado orificio; cerró sus ojos y permitió que su compañero se acostumbrara a la sensación; aunque no pudo ver las lágrimas que recorrieron las mejillas del jovencito.  Después de unos segundos, el pelilargo comenzó a moverse indicándole al mediterráneo que estaba listo, Mask entendió el mensaje y comenzó un vaivén lento que poco a poco se convirtió en un mete y saca incesante... sus estocadas eran rápida y firmes, tanto que en un movimiento encontraron ese punto sensible en su interior que hizo gemir a ambos con intensidad... En uno de tantos movimientos el Cáncer llevó su mano al turgente miembro de su compañero y comenzó a masturbarle con el mismo ímpetu con el que lo penetraba haciendo que el otro gimiera sin restricciones, continuaron pero ambos sentían que el orgasmo estaba por llegar y el primero en largar su semen fue el pelilargo que solo dio un gemido ahogado y por último Death Mask que al oír a su amante lo único que pudo hacer fue dar un par de estocadas más y dejó salir su néctar que como un río llenó el interior del otro y comenzó a escurrir entre sus muslos.

 

Se dejaron caer pesadamente en la cama y al salir del cálido cuerpo del joven Death Mask se dio cuenta de que el semen estaba mezclado con sangre, se alarmó un momento pero cuando volteó notó una mirada de felicidad y ternura en su compañero logró darse cuenta de que no importaba mucho.  Ninguno decía nada hasta que un momento después el pelilargo quiso aclarar algo:

 

--Death...

 

--Mmm...

 

--Aclárame una cosa.

 

--¿Qué quieres que te aclare?

 

--¿Qué seremos ahora?

 

--Pues se supone que novios.

 

--¿Cómo que se supone?

 

--Si. Digo, ambos nos queremos y estamos aquí teniendo sexo, es lógico que seamos pareja.

 

--En eso tienes razón.

 

--Entonces, somos novios ¿Los demás deben enterarse?

 

--Supongo que sería conveniente mantener un perfil bajo de todo esto, por lo pronto, ya luego les diremos y si no pues que se den cuenta.

 

--Vaya, tienes todo planeado.

 

--Claro, he esperado mucho tiempo para todo esto.

 

--Mmm... Creo que sería bueno dormir un poco- dijo el Cáncer acomodándose con la cabeza de su amor sobre su hombro derecho.

--Claro, mañana será un gran día. Te amo Death, buenas noches.

--Yo también te amo...Shaka.


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