Ya empezaba a ser frío. Las nubes daban un delicado y hermoso paisaje nocturno en el momento que tapaban medianamente la luz de la gran luna que adornaba todo el ambiente.
La poca sombra que se creaba, tapaba parte de la ciudad, parte de la hermosa vista que regalaba el balcón del departamento de aquel sonriente chico.
Miraba perdido el movimiento casi nulo de las nubes, pensando en que o más bien dicho, en quien.
Soltó un delicado y muy sutil suspiro de sus labios prácticamente perfecto. Manteniendo esa gran sonrisa marcada en los mismos. - Dios...Un año ¿ya?...- hablo, a pesar de que se encontraba sólo en aquel departamento. Pero sabía que en unos cuantos minutos todo cambiaría.
Entro a su departamento cuando sintió que a pesar de estar con una buzo, éste no ayudaría a quitar el frio.
Sonrió o mejor dicho, aumento aún más su sonrisa al notar y recordar que tenía todo tan hermosamente preparado. En el comedor, unos pétalos de rosa eran el camino hacia la mesa de centro, la cual estaba adornada con un pétalo rojo y otro blanco dando un toque esencialmente delicado; la botella de vino negro estaba en mitad de la redonda pero espaciosa, los cubiertos: todos en donde debían estar. Y la infaltable copa dándole el toque delicado.
El olor a la comida se sentía en el aire, sí. Él había cocinado, es que... Era un momento especial y debía de hacerlo de tal manera.
Por fin sonó el tan esperado timbre. Era él! ... A pesar de ya llevar un año de tan hermosa relación, ninguno daba el paso para poder decir "deseas vivir conmigo?" ... Pero no importa, el conocido como "escandaloso" bien sabia que esas palabras pronto saldrían de los labios de SU novio.
Abrió la puerta y lo que vio fue lo que esperaba. Pocas veces Yoochun era tan romántico, pero la ocasión lo valía. Venia con un ramo de flores, sí, algo cursi pero un detalle hermoso para el momento. Se acerco a su pequeño delfín y le dio un suave y corto beso en sus encantadores labios. Éste ni dudo en responderle, pasando sus manos por el cuello del otro mientras lo miraba a los ojos- Yoochun - susurró delicado por encima de sus labios, caminando de espaldas haciendo que su pareja entrara al departamento cerrando la puerta-
Lo siento si me demore Junsu...Pero... La chica encargada de entregarme las flores, se demoraba millones - hablo sin percatarse de la decoración preparada. Realmente todo estaba muy oscuro y eso le extrañaba un poco. Además...Ese delicioso aroma a comida no ayudaba a aclarar las dudas que poco a poco se iban formando en su mente-
No te preocupes, llegaste a tiempo... Te tengo una...”sorpresa-regalo" - hablaba mientras se acercaba a Chunnie con coquetería volviendo a llevar sus manos alrededor de su cuello, para ésta vez, besarlo tomando la iniciativa. Cerrando sus ojos, mientras con los segundos que pasaban hacia el beso un tanto más apasionado-
- Si esta era su sorpresa-regalo, era más que maravilloso. Pensó, llevando las manos a la cintura de su pequeño para responderle pero antes de que todo lo que había creado su mente pervertida llegara a llevarse a cabo, el menor se separó con una maliciosa mueca marcada en los labios - No Yoochun esa sorpresa vendrá más adelante - hablo coqueto robando un fugaz beso de los labios del mencionado. - Ven - indicó, colocándose detrás de él con la intención de taparle los ojos con sus manos y comenzando a caminar- no me hagas trampita he! no tienes que hablar - decía en su oído, hasta posicionarlo en el lugar indicado en donde se mostraba la mesa decorada - Bien - dijo al sacar las manos de encima de los ojos para que pudiera ver.
Era extraño, siendo él que preparara todo eso. El que debía haber hecho ese trabajo sería Yoochun...O bueno, todos pensarían eso... Así sería una situación "normal" ¿pero qué importaba eso? Si el gesto era lo que valía-
Junsu... -logró crear palabra. Sintiendo como inconscientemente se iba creando la sonrisa en sus labios - Está todo tan hermoso, amor - dijo mientras veía gracias a la poca luz que daban las velas, las cuales, había encendido Junsu antes de abrir la puerta - Yo...Yo debí haber hecho todo esto, Junsu - hablaba mientras caminaba hasta la mesa -
No, no... Hey! Yo lo preparé, así que no me quites las ideas - dijo mientras caminaba hacia la cocina para poder ir a buscar la comida- toma asiento ¿Si? - tomo las cosas necesarias, adornando los platos para poder servirlos. Pero sintió como unas manos pasaban por alrededor de las propias, ayudándolo con su labor. Sintiendo de igual manera el cuerpo detrás de él, marcando ciertas partes que más de una vez había visto. - Te ayudo? - habló a su oído y a pesar de la pregunta, ya estaba llevando los platos hacia la mesa, y Junsu lo seguía sonrojado.-
Se sentaron por fin ambos en la mesa, uno enfrente del otro. Dedicándose mutuas sonrisas y miradas de vez en cuando.
El silencio se apoderaba lentamente del lugar. Pero aún así era tan delicioso sentir las respiraciones de cada uno, que lo volvía excitante para ambos... Pero a pesar de ello, todo el silencio se desapareció cuando la voz de tono bajo de Yoochun habló - Feliz aniversario Amor - Fue el primero quien lo dijo durante toda la noche.
Hace un año que Yoochun en ese mismo lugar, en una cena muy parecida a esa, le había dicho si quería ser su novio lo cual, el tan alegre Junsu ni siquiera le respondió con palabras. El beso que devoro por completo los labios del mayor fue la respuesta perfecta.
Al parecer, los dos lo habrían recordado y eso hizo que los dos soltaran una delicada carcajada. - Te amo Park Yoochun - hablo luego de beber un poco de vino.-
Kim Junsu, me tienes vuelto loco. - le respondió, mientras se levantaba un poco para poder alcanzar el cuerpo del contrario y besar sus labios con delicadeza - Delicioso el vino ¿No? -dijo al degustar las mencionadas gracias a que el gusto aún lo mantenían los labios de Junsu -
Más me gusta el sabor que tienes en tus labios. Dime ¿Lo venden por ahí? -bromeo mientras llevo una de sus manos a las mejillas de Yoochun para que no se alejara y pudiera mantenerlo cerca de sus labios-
No, creo que sólo lo porto yo, pero no te preocupes que es sólo para ti – dio un cortito beso en los gruesos labios de su novio para luego tomando su mano, es que volvió a sentarse y poder terminar su comida-
Es mejor, que termines de comer rápido, creo que el postre, te encantará – dijo el coqueto Junsu mirándolo algo desafiante a los ojos-
¿Si? Vaya, ¿Es dulce y delicioso? – Comprendiendo a que se refería es que lo miro coqueto a sus hermosos ojos-
Como para repetirse – se levanto de la mesa sin antes juntar los platos vacíos sin ningún momento dejar la conexión de sus miradas y soltar pequeñas risitas que no dejaban de ser tiernas para su novio. –
Caminó hasta la cocina para dejar los platos, su intención era lavarlos ahora para no hacer molestias al otro día, pero las frías manos de su novio lo detuvieron, haciendo que dejara los platos sucios estirados en el mueble. Mientras los besos delicados que comenzaban a esparcirse por todo su cuello, hizo que se tirara un poco hacia atrás chocando con el cuerpo completo de Yoochun.
Soltó una pequeña sonrisita, dándose vuelta y afirmándose del frío mueble. Lo miró por unos instantes y delineo sus labios con la yema de su pulgar. – Eres perfecto, Mi Yoochun – Posesivo era tono con el que hablo, para luego devorar por completo esos labios que tentaban a cualquiera.
El más alto lo tomo de las caderas con suavidad, mientras iba introduciendo su mano por debajo de la playera. Junsu caminaba hacia atrás en dirección a las escaleras, mientras la unión que iban creando con sus labios no se detenía por nada del mundo.
Yoochun hablo entre aquel beso apasionado, diciendo un suave ‘Te amo’. Junsu tomo de su mano y subió las escaleras mirándolo con coquetería mientras se relamía los propios labios.
Abrió la puerta de su habitación y un olor tan delicioso y dulce. Sin duda era vainilla, pensó Yoochun.
El cerrar de la puerta casi nulo dio inicio a lo que los dos estaban esperando de hace bastante tiempo.
Recostándose en la cama, fue que llamó a Chunnie, como tan cariñosamente le agradaba decirle. Éste no lo pensó y se subió a la cama, rodeando el cuerpo del menos con sus cuatros extremidades, mirándolo, su rostro perfecto; aquel sonrojo suave en sus mejillas que insinuaba a comérselo sin dudarlo. La sonrisa de niño bueno marcada en su boca pero sabiendo perfectamente que era todo un demonio.
Sin duda, tenía al hombre perfecto entre sus brazos.
Cerró los ojos al igual que su pareja y lo beso con pasión y lujuria a la vez. Delineó sus labios con la punta de su lengua, insinuando que los abriera para poder explorarle como tantas veces ya lo habría hecho.
Junsu pasó sus manos por el cuello de su novio abriendo sus labios, sintiendo como la lengua del contrario iba rozando cada parte de aquella húmeda cavidad.
Sus manos comenzaron a desabotonar peligrosamente cada uno de los botones, dejando su pecho al descubierto, acariciándolo con sus manos. Deteniendo el beso para poder besar su cuello. Yoochun no era de esos que le gustaba dejarse dominar, pero… En todo ese año que habían estado juntos, realmente, Junsu le robo algo más que el corazón.
De igual manera, ésta no era la ocasión que lo dejaría hacer lo que quisiere. Por lo que separándose un poco, para poder subir su playera y dejando su pecho al descubierto. Beso cortamente sus labios y comenzó a bajar por la blanca piel de su amor.
Primeramente, ataco ese cuello que tantas veces ha recorrido y aún así todas las veces que han hecho el amor lo encuentra como si fuera la primera vez.
Dejó notorias marcas en el mismo, como si quisiera demostrar que era solamente de él y así sería por toda la eternidad
Llevó sus labios hasta uno de los rozaos botones, mirándolo en cuando al rostro, sintiéndose lleno al ver esa amplia sonrisa en los labios de su pequeño.
Una mano fue marcando el camino desde su ombligo hasta los pantalones del mismo, con la intención de bajarlos es que jugó un poco haciendo el momento un tanto desesperante. Pero al fin, comenzó a bajar el zipper de su pantalón.
Ese y el rápido respirar de los labios de los dos, era el único sonido que había en la habitación y eso hacia un ambiente más que excitante.
Bajo junto a sus pantalones, también el oscuro bóxer de Junsu, dejando al aire libre su semiduro miembro. Se relamió los labios tan pervertida mente, que la risita algo nerviosa de Junsu no pudo evitarse.
Creo un camino de besos desde su pecho, hasta la entrepiernas del mencionado, sin quitar la vista de la carita tan tierna que tenia Xhia en ese minuto. Tomó entre sus manos su falo, y comenzó a darle suaves caricias para poder despertarlo ya por completo. Beso el rosado glande, ya esta vez, cerrando sus ojos comenzó a introducírselo en su boca. Sintiendo un gusto algo amargo pero soportable. Acariciando los genitales, es que comenzó a subir y abajar por la extensión, haciendo un concierto de gemidos comenzara a salir de los labios de Junsu.
No pudo evitar una sonrisa mental, y continuó con su trabajo.
Un intruso dedo fue bajando hasta llegar al rosado orificio de su pequeño, lo delineo por el borde e introdujo tan sólo la punta para luego, fríamente sacarlo de su interior y subir aquella misma mano hasta los labios de él.
Notó en seguida la indirecta y lamió como si la vida se le fuera en ello, los largos dedos de Yoochun, aunque la tarea era algo complicada con tales expertas caricias en su parte baja, se esforzó lo que más pudo. Cuando se creyó que ya estaba listo, sacó su mano de los labios de su niño y la volvió a bajar hasta su entrada.
Saco de sus labios el miembro de Junsu y llegó hasta los labios del mismo para poder besarlo con pasión, igual o más que lo que le había besado al inicio.
Introdujo, en el mismo momento en que su lengua entro en su boca, un dedo por completo en su interior. Comenzando a moverlo circularmente, sintiendo los ahogados gemidos gracias al beso, de Junsu.
No espero mucho cuando introdujo el segundo, seguido del tercero de inmediato. Junsu no opto por más que cerrar sus ojos, a pesar de las tantas veces que había estado con Yoochun, algo que odiaba era que fuera tan apurado en ocasiones.
Habría y cerraba sus dedos en forma de tijeras, para poder hacer que su interior se fuera acostumbrando y dilatando un poco más rápido.
Cuando lo creyó listo, se separó de su cuerpo sacando lentamente sus dedos, mirándolo a los ojos y relamiendo sus propios dedos sintiendo el gusto de su interior.
No pudo evitar la risita nerviosa Junsu, mordiendo sus labios coquetamente – Rico? – preguntó
Delicioso – le respondió, comenzando a sacar sus pantalones, bajándolos por completo conjunto a su bóxer. Y volviendo a recostarse encima de su koi. Llevó una de sus manos a su propio Falo, guiándolo hasta la pequeña entrada. – Pero más… Delicioso es esto- dijo y lo beso de inmediato, entrando de una sola embestida en su interior. Haciendo que, Junsu se separara del beso gimiendo o mejor dicho, soltando un quejido por eso, sin poder evitar el ‘estúpido’ de sus labios. Pero aún así, sabía que todo ese dolor, se volvería un placer encantador.
Espero algunos minutos, y comenzó a moverse lenta pero profundamente, besando su cuello con dulzura y ternura.
Fue Junsu esta vez, el que comenzó a mover sus caderas para poder hacer el movimiento más rápido y Yoochun no demoró en captar la señal. Comenzando a moverse más rápida y duramente.
Los gemidos de ambos inundaron por completo el ambiente. Tomo entre sus manos el miembro de su uke y fue masturbándolo al ritmo de sus embestidas. Sabiendo que esto llevaba al placer máximo de su gloria a Junsu.
Ahh.. Ahh!! Yoochun!...M-más! – gemía en su oído, mordiendo el lóbulo del mismo, mientras los movimientos de sus caderas no paraban.
Su sudado pecho subía y bajaba más rápido que de costumbre, sintiendo ese conocido escalofríos es su espina dorsal cuando Yoochun llegó hasta su próstata.
Embistiendo fuertemente sintiendo como el interior de Junsu se apretaba, sabiendo que poco le iba a quedar al igual que él.
M-me…C-corro… - dijo bajito el menor, soltando un sonoro gemido de sus labios, al sentir como su blanco y pegajoso líquido salía de su interior –
La contracción en su interior fue tan placentera que llevo hasta el límite a Yoochun, apretándolo fuertemente entre sus brazos y dando una dura embestida en su interior, fue que soltó su semen en su orificio. Respirando cansadamente, dejándose caer casi por completo encima del cuerpo del más bajo.
K-k-kim…J-junsu… - hablaba despacito a causa del cansancio –
Mhm? – estaba con los ojos cerrados, intentando recuperar el aliento, acariciando los oscuros cabellos de su amado Chunnie –
Quieres…Irte …A vivir conmigo?....
Fin