El silencio, compañero de la noche, que solo lo interrumpe los suspiros de recuerdos que a duras penas emite mi alma, mientras agoniza tu ausencia, y se pregunta ¿Porque no estas aquí? ¿Por qué no vuelves? … Mientras tanto te pienso, y te recuerdo tan bello, dulce y alegre; con las hermosas marquitas en tus mejillas, que siempre me gustaron, tu piel aterciopelada impregnada por ese sutil aroma que se obtiene en los campos de alcatraces… ahora solo me queda admitir que aquel aroma me volvía loco, porque nadie más que tú lo poseía… mis sonrisas aparecen cuando veo tus ojos azules en la nada, brillando de la manera más hermosa e inocente y pienso nuevamente en ¿Por qué no estas aquí?
Tú eres la tristeza de mis ojos
Que lloran en silencio por tu amor
Me miro en el espejo y veo en mi rostro
el tiempo que he sufrido por tu adiós
Será que tanto te extraño, que pienso en aquel día tan alegre y triste al tiempo, en que te vi y que se paralizaron mis sentidos al ver tu pequeña silueta frente a mi puerta, recuerdo ese sentimiento que me envolvía e invadía solo al verte con un rubor en las mejillas mientras reías paranoicamente cuando yo te miraba con el ceño fruncido y la boca medio abierta, preguntándote el porque de tu repentina visita; un fuerte palpitar dentro de mi pecho, que se hacia más fuerte mientras pasaban los minutos, capaz de mover montañas y de hacer cosas imposibles e inimaginables. Esa tarde fue una de las mejores que he tenido en mi vida, porque pude estar un día entero a tu lado, disfrutando de tus pésimas bromas, de tus anécdotas interminables, y… de tu compañía… las horas pasaban lentamente, o quizá yo lo sentía así, porque el tiempo se congelaba cuando tu presencia estaba a mi lado, haciéndome compañía, negándose a dejarme solo.
Obligo a que te olvide el pensamiento
pues siempre estoy pensando en el ayer
prefiero estar dormido que despierto
de tanto que me duele que no estés
Por vez primera las carcajadas de mi risa inundaron mi hogar, y quise con toda el alma que nunca terminara aquel momento, recuerdo que estábamos sentados en el sofá de mi sala, mientras jugábamos con el play station un juego de zombies que tu adorabas; te invite a beber algo, a lo que aceptaste gustoso, diciéndome que te caería de maravilla un vaso de leche, entonces fui directo a la cocina, para buscar en el refrigerador tu ansiada bebida… no me di cuenta en que momento entraste en la cocina, sin hacer ruido alguno te situaste detrás de mi, pronunciando con algo de nerviosismo mi nombre… voltee asombrado y asustado al tiempo ¿Por qué tenias ese tono de voz? ¿Por qué pronunciabas de aquella forma tan dulce mi nombre provocando cosquillas en mi estomago?
-Que pasa Dobe? –Respondí tajante, aún con una sonrisa en el rostro, ocultando la preocupación que me albergaba mientras te miraba expectante, a la vez que sacaba el tarro de leche del refrigerador-
-Yo… Etto… no vine a tu casa a saludarte… -contestaste con un nerviosismo notablemente evidente en la voz, cosa que me alarmo aún más- de hecho yo… vine para decirte algo… sumamente importante….- tus ojos azules me miraron temerosos, tus labios se movían levemente, mientras que jugabas con tus dedos, haciendo más evidente aún tu nerviosismo-
-De que se trata? –La sonrisa que tenía desapareció rápidamente, a lo que mi rostro se torno nuevamente serio… carente de expresiones… provocando que tu mirar se fuera tornando temeroso-
-Escucha…yo… no se como… decir esto… -tus mejillas se sonrojaron nuevamente a lo que me pregunte el porque de esa reacción- … lo que pasa es que yo… verás… no se como sucedió… pero… me he… enamorado Sasuke… y la persona que ha robado mi corazón… has sido tú…
Como quisiera ahhh que tú vivieras
que tus ojitos jamás se hubieran
cerrado nunca y estar mirándolos
Abrí los ojos con fuerza, soltando inconcientemente el tarro de leche, que ‘en cámara lenta’ cayo al suelo, rompiéndose por el rudo contacto que tuvo a causa de la caída, esparciendo la leche por el suelo, mientras que pequeños fragmentos de cristal salieron volando al acto, aterrizando en un lugar más alejado de la caída, y yo, seguía envuelto en el asombro, incapaz de moverme un milímetro…
Me miraste dolido, seguramente interpretando que sentía asco y repulsión por aquella hermosa confesión, tus ojos se llenaron de cristalinas lágrimas, mientras que mordías con fiereza tu labio inferior, tratando de calmarte y no llorar frente a mí, giraste rápidamente tu lindo rostro, evitando mi mirada.
-Yo… no se que decir… -dije, intentando calmar el ambiente- no se como…actuar…
-Ah? –Me miraste sorprendido, mientras una lágrima resbalaba por una de tus mejillas, un calor reconfortante llegó a mi pecho, nunca había conocido a un ser tan inocente, hermoso y puro en mi vida… porque… pese a haber tenido una vida igual de dura a la mía te mantenías tan inocente?- yo… solo… es lo que siento y… entenderé si no me correspondes porque… ambos somos chicos no?... seria raro… y… lo siento… -finalizaste mientras fijabas tu mirada en la leche derramada, al tiempo que secabas tus ojos con la manga de tu chaqueta naranja-
-Porque te disculpas?- pregunte, mirándote confundido-
-Por haberte dicho esto… porque… seguramente… no querrás volver a verme jamás… -tu voz se empezaba a quebrar, mientras que más diminutas lagrimas caían de tus azulinos ojos; empezaste a sollozar… un dolor punzante se apodero de mi pecho, haciéndome sentir alguien miserable por hacer llorar a un pequeño e indefenso ángel… - quizá fue un error haberte dicho esto… -esbozaste una pequeña sonrisa, probablemente, intentando que se viera como las que ofrecías cuando estabas alegre; pero en vez de eso, sacaste una horrible y deforme mueca- solo olvídalo si?... y no me odies… -te acercaste lentamente a mi, evitando pisar el caos bajo nuestros pies, para luego, tomar con tus manos mi rostro, acercándolo cuidadosamente al tuyo, mientras cerrabas los ojos; depositando lo que he considerado lo ‘más hermoso que experimente en mi vida’, un suave y tierno beso-
Amor eterno e inolvidable
tarde o temprano estaré contigo
para seguir amándonos
No se en que momento terminamos en mi habitación, cuando me di cuenta, nos besábamos desesperadamente, retirando con violencia la ropa que cubría nuestro cuerpo, mandándola a volar por un lugar desconocido en la habitación; antes de que pudiéramos terminar de retirarnos los pantalones, te arrojé con fuerza a la cama, a lo que me miraste sorprendido… yo por mi pare te ofrecía una de mis mejores sonrisas, no una hipócrita y vacía, una de esas sonrisas…que solo tú podías ver… quedaste acostado boca arriba, mirándome fijamente, con el rostro sonrojado; lentamente me subí a la cama, caminando a gatas sobre ella, posicionándome encima de ti… lentamente baje mi rostro hasta que quedo a unos centímetros del tuyo…no entendía porque no era capaz de detenerme… era como si mi cuerpo reclamara hacer algo que yo quería pero no tenia el coraje de hacer hasta ese momento… sentía tu respiración dar de lleno en mi boca, fije mis ojos en tu rostro, nunca te había visto así, con la cara sudorosa, los ojos entrecerrados y los labios tan llamativos…incitándome a probarlos… en un rápido movimiento, aprese tus labios con los míos, comenzando a besarte de una forma apasionada, cargada de lujuria, deseo y… amor… infiltrando mi lengua en tu deliciosa cavidad, recorriéndola por completo; disfrutando de tu exquisito sabor que, por alguna razón… me volvió adicto a ti… pronto tu lengua dejo el temor a un lado y comenzó a moverse al ritmo de la mía, en una lucha que ninguna ganó por falta de oxigeno.
Comencé a besar tu cuello, succionándolo, lamiéndolo, sintiendo la necesidad de marcarte en ese momento como MIO… solo MIO… tus manos se posaron en mi nuca, halando suavemente mi cabello, mientras que suspirabas en susurros, excitándome aún más… baje lentamente por tu torso, haciendo lo mismo, besándolo, succionándolo, dejando pequeñas marquitas rojas, alrededor de el, muestra irremediable de que YO era tu dueño…
Rápidamente, colé una mano bajo tu pantalón, acariciando tu ya erecto miembro por encima de los boxers, mientras que la otra mano la situaba bajo tu espalda, acariciándola, bajando lentamente de ella hasta tus glúteos, apretándolos con hostilidad… situaste una mano sobre tu boca, evitando que saliera alguna clase de sonido, cosa que me hizo sonreír, eras realmente un pequeño e indefenso ángel…
Sin dejar de atender tu zona baja, pose mis labios sobre tus botoncitos rosados, lamiéndolos y mordiéndolos hasta que se ponían duros, un ronco gemido escapo de tus labios, sin contenerme más arranque de un tiron tus pantalones, y luego tus boxers, dejando al descubierto tu miembro que rogaba un poco de atención… baje lentamente hasta tu entrepierna, a lo que aprovechaste para sentarte de inmediato…
-S-Sasuke… que vas a….hacer? –Te oí preguntar; nuevamente sonreí… de inmediato introduje tu miembro a mi boca, lamiendo con sensualidad aquella delicada extensión, saboreándola, disfrutando de los gemidos que arrancaba de ti… gemidos que YO arrancaba de ti.
Mi corazón latía con violencia, dando brincos en mi pecho, por algún motivo me sentía nervioso de que mis caricias te desagradarán. Abandone la labor de atender tu miembro, separando lentamente mi boca de él, soltaste un bufido de molestia, mientras que hacías un puchero tan típico de ti… yo simplemente te mire fijamente, recorrí tu cuerpo con mi mirada; quizá fui muy afortunado al tenerte así esa noche, pero no quería que fuera solo una ocasión de sexo salvaje e irracional… quería entregarte por medio de aquella acción todo… mi amor desenfrenado, mi orgullo, mis sonrisas, mis alegrías y así mismo mis tristezas; simplemente quería entregarte mi vida… pero, también quería que tu me entregaras todo de ti, no solamente tu cuerpo, que me entregaras esa energía que cada día me llenaba de ganas de vivir…
Yo he sufrido tanto por tu ausencia
que desde ese día hasta hoy no soy feliz
y aunque tengo tranquila mi conciencia
se que pude haber yo hecho mas por ti
Acerque mi rostro al tuyo, grabando en mi memoria tus facciones infantiles, tus labios rosados, tus marquitas de kitsune, y sobretodo aquellos hermosos y puros ojos azulinos que perduraran en mi memoria con el pasar de los años…
Me veías sonrojado, tu pecho subía y bajaba rápidamente a causa de la respiración agitada que nos embarcaba, me limite a besarte, sentía una necesidad agobiarte de tenerte y no dejarte ir jamás…
Aunque esa noche no pude hacerte MIO en cuerpo como quería a causa de el temor que se apodero de ti, pude fortalecer mi vinculo contigo, pude conocerte más y enamorarme aún más de ti…
Cubrí tu cuerpo con una manta, a lo que un leve rubor se poso en tus mejillas, cuidadosamente me recosté a tu lado, ambos mirábamos inquietantes al techo, como si en él hubiera algo interesante aún cuando no era así… Con cierto temor te recostaste en mi pecho, ocultando tu rostro en él, yo, simplemente me deje hacer y luego comencé a acariciar tus rubios cabellos…
Oscura soledad estoy viviendo
la misma soledad de tu sepulcro
tu eres el amor del cual yo tengo
el más triste recuerdo de Acapulco
-Sasuke…? –llamaste-
-Si?
-Eres virgen? –Tus ojos azules se posaron en mí-
Abrí los ojos con rudeza, aquella pregunta era… inesperada… -Si… lo soy… -evite tu mirada girando el rostro, evitando que vieras el rubor que se había posado en mi rostro- y tu Dobe?
-Yo… también… también… Sasuke…Etto… lamento que… por mi bobo temor no hubiéramos… tenido… bueno… nuestra primera vez…- sentí tu calida respiración en mi torso- esque… yo… no estoy… listo y…
-No importa- interrumpí-, no hay prisa si?
Sonreíste de manera tierna, cerrando los ojos, soltando leves carcajadas en el acto.
-Si…
-Naruto… -te mire fijamente-
-S-si? –preguntaste intrigado-
-Que es exactamente lo que… tú… sientes por mi? –Pregunte de manera neutra, muriendo por saber la respuesta-
-Bueno… yo… simplemente te amo Sasuke…
-Y… porque… que te gusto de mi?
-La verdad… -posaste uno de tus dedos índice en tus labios mientras me mirabas- no tengo idea Sasuke… demo… -te sentaste en la cama, dejando al descubierto tu pecho canela, con mis marcas en el y en tu cuello- …de algo estoy seguro ttebayo…
-De que? –pregunte intrigado, mientras me movía sobre la cama para sentarme-
-Pues… Si tu preguntas si te necesito Sasuke, la respuesta es: por siempre.... Si tú preguntas si me iré, la respuesta es: …nunca, Si tú preguntas que es importante para mí, la respuesta…eres tú... –Acercaste tu rostro al mío para juntar nuestras frentes- y… Si tú preguntas si te amo, la respuesta es si:… con todo el corazón.
-Te amo… -susurre débilmente, escondiendo mi cabeza en tu cuello mientras te abrazaba de forma sobre protectora, a lo que tu correspondiste el abrazo- …y… lamento… no haberlo dicho antes… te amo… te amo…
-Sasuke… -comenzaste a sollozar, tus lagrimas caían de lleno en mis cabellos- yo… hoy vine a confesarme porque… estoy… muriendo Sasuke…
-Que? –levante el rostro violentamente, rogando haber escuchado mal- que dijiste…?
-Yo… tengo leucemia Sasuke… pronto moriré –esbozaste una sonrisa débil, acompañada de pequeñas lagrimas- …. Y… y… no quería morir sin que… supieras… que te amo ttebayo...
-Porque no me dijiste antes que estabas enfermo ah?!!, porque?!!!- grite acongojado, sin poder evitar que mis ojos lagrimearán-
-Porque… no lo sabía… hasta ayer me…entere….y…ayer… no me hubiera importado morir ttebayo- te aferraste con fuerza a mi, llorando en silencio- pero hoy… sabiendo que mis sentimientos… son correspondidos… me hace difícil… aceptarlo…no quiero morir Sasuke… no quiero…
Como quisiera ahhh que tú vivieras
que tus ojitos jamás se hubieran
Cerrado nunca y estar mirándolos
amor eterno e inolvidable
Tarde o temprano estaré contigo
para seguir amándonos
Amor eterno (amro eterno) eterno...
Después de eso, quise complacerte en todos tus caprichos, deseando que disfrutaras el tiempo que te quedaba a mi lado, tus sonrisas eran más constantes, y tú animo seguía intacto, sin embargo, físicamente estabas decayendo; perdiste peso de forma alarmante, tenías nauseas, sangrabas por la nariz constantemente y tu fuerza había disminuido notablemente.
Los doctores dijeron que tu enfermedad estaba muy avanzada ya, y que aunque te tratarán, solo alargarían unos días más tu vida. Aún así tus ganas de vivir eran admirables, diste todo de ti para no perder la batalla contra la muerte, pero no fue suficiente, con el tiempo… tu salud empeoro de forma alarmante…
La última vez que te vi., estabas en un cuarto de hospital, sobre una amplia cama, conectado a varias maquinas que, supongo, te ayudaban a vivir más; tenias sobre tu rostro la cánula de oxígeno que te ayudaba a respirar con más facilidad, aquella imagen me abatió por completo, nunca espere verte en esa situación tan horrible, nunca espere verte tan débil … tan vulnerable…tú… solo sonreías, intentando convencerme de que todo saldría bien, pero yo sabía que ese… era el final.
Tu abuelo jiraiya te abrazaba con fuerza, como si de esa forma pudiera mantenerte atado a esta vida, mientras lloraba amargamente, suplicándote que te quedases junto a él, que no lo abandonaras ya que eras lo único que le quedaba desde la muerte de su hijo y su esposa.
Cuando por fin me fue posible acercarme a ti, me senté a un lado tuyo, mirándote con nostalgia, haciendo todo lo posible por no derrumbarme frente a ti, para no transmitirte el miedo que sentía al estar a punto de perderte. Como la primera vez, tomaste con ambas manos mi rostro, inclinándolo hasta que mi frente toco la tuya… y luego, susurraste las mismas palabras… que la primera vez…
Si tu preguntas si te necesito Sasuke, la respuesta es: por siempre.... Si tú preguntas si me iré, la respuesta es: …nunca, Si tú preguntas que es importante para mí, la respuesta…eres tú... y… Si tú preguntas si te amo, la respuesta es si:… con todo el corazón.
-Porque mientes Naruto… -susurre mientras gruesas lágrimas salían de mis ojos- cayendo cerca de los tuyos…-
-No estoy mintiendo… -susurraste con la voz casi inaudible-
-Si lo… estas haciendo –cerré mis ojos con fuerza, dejando a un lado el orgullo me permití llorar frente a ti… ya no me importaba- lo estas haciendo… dices que no te iras… pero estas mintiendo…. Te iras y me dejarás solo nuevamente…
Abriste tus zafiros azules, sorprendido por mi reacción.
-Jamás… pensé verte así…de vulnerable… Uchiha… -dijiste con la voz cortada, en tono de burla- …yo… no mentí con eso… yo… siempre estaré contigo… aunque no me puedas ver… y… si tu… me recuerdas… si me tienes presente en tu memoria… es como si yo nunca me hubiera ido… -Rebeldes lagrimas lograron su cometido de por fin huir de tus ojos, resbalando por tus mejillas-
-Naruto… nadie sabe en realidad que es lo que tiene, hasta que enfrenta el miedo de perderlo para siempre… y yo…nunca me di cuenta de lo que sentía por ti… nunca valore tu amor al ignorarlo… y es ahora… cuando estas a punto de dejarme… que ruego con todas mis fuerzas… que te quedes junto a mi…
-Sasuke… yo…
Espere paciente tus palabras, pero estas nunca llegaron a mis oídos, tus manos soltaron mi rostro… y me asuste… sentí el peor temor del mundo… abrí los ojos buscando tu mirada, esperando verte mirándome sonriente y nostálgico, pero no fue así… mi corazón fue triturado en menos de nada al verte con la cabeza recostada hacia un lado, con los ojos cerrados, llenos de lagrimas… y la nariz y oídos, brotando sangre…
-Naruto? –comencé a zarandearte, pero no despertabas-
-JIRAIYA!!!... DIOS MIO!, JIRAIYA!! –Llame a tu abuelo que descansaba sobre un sillón-
-Q-que…. Que pasa…
-ES NARUTO…. NO SE QUE… PASO… NO… NO ABRE LOS OJOS… NI RESPIRA…. –la desesperación se apodero de mi cuerpo, y sentí un gran dolor en mi pecho, jiraiya por su parte comenzó a llorar-
Un doctor y dos enfermeras irrumpieron en la habitación al instante, chequeando a Naruto… las enfermeras voltearon a verme con lastima, una era rubia de ojos azules, y la otra pelirosa de ojos jade…
-Nosotros… lo sentimos señores… el joven Uzumaki a… fallecido…
Desde que te alejaste para nunca volver solo me consuela la luna, que alumbra mi rostro humedecido, por las lágrimas que llevan tú nombre. En noches como esta, en las que me invade la tristeza, solo miro aquella redonda figura que todas las noches se hace presente en el cielo, preguntándole por ti esperando una respuesta que se, nunca llegara, preguntándole el porque no pude merecerme el amor que me profesabas mientras vivías; pero ni ella ni nadie me da la respuesta, a lo que la duda me carcome, que habré hecho mal, a caso seré merecedor de esta gran pena?
Será que no oyes mi llanto, será que no ves mi anhelo. Tal vez mi amor nunca te convenció, tal vez nunca merecí amarte; quisiera cerrar el libro del recuerdo, dejando paso al presente, encontrando el amor verdadero igual al que tú pudiste darme.
No hay más que tres acontecimientos importantes en la vida: nacer, vivir y morir. No sentimos lo primero, sufrimos al morir y nos olvidamos de vivir cuando perdemos lo que nos es amado.