Ver la forma como la sangre se posaba en su boca era aterrador. Ruki tenía una extraña expresión en su rostro…era extraño, algo parecido a una sonrisa pero, con algo de satisfacción. Me atemoricé bastante, todo mi cuerpo me dolía, sentí como si estuviese todo partido en pequeños pedazos, muy difícilmente podía dejar que un gemido de dolor se escapase de mi boca, yo estaba totalmente inmóvil e indefenso y para complementar asustado.
Esa punzada en mi cuello ardía y dolía bastante, sentí como la sangre corrí por todo el lugar haciéndome sentir un mareo inevitable, el olor a hierro no tardó en expandirse, ese olor lo odiaba y me hacia tener recuerdos perturbantes con respecto a mi querido Yutaka, son recuerdos que quiero olvidar pero que, sin querer, vuelven a mi mente torturándome y produciéndome insomnio, así lo desee mi vida no puede ser normal, está llena de sufrimiento y tristeza, la depresión no es un estado de ánimo extraño para mí.
Justo ahora…todos esos recuerdos llegan como si fuesen una pequeña película, una de terror llena de lamentos y gritos.
En ese momento, el dolor era inevitable. Me pude percatar que Ruki se encontraba en algo así como en un estado de convulsión cuando veía mi sangre, la tomaba, se la frotaba en su cara y en sus manos de una manera desquiciada y frenética. En ese momento vi lo peor, el muchacho tomo un poco de la sangre regada en el sofá, la tomó en sus manos y la bebió descontroladamente, mi sangre…no sé por qué, le excitaba.
¿Que-que estás haciendo?- Le pregunté con una voz muy débil, las palabras se atoraban en un nudo de mi garganta.
El niño con un travieso pero maligno gesto en su cara se acercaba cada vez más a mí con toda su ropa bañada en mi sangre y a la vez escurriendo de su boca. Se acercó lo suficiente como para besarme tomo mi cuello y lo admiró por un largo tiempo, clavo sus afiladas uñas en mi garganta provocándome sangrar aun mas. Se recostó en mi pecho y la sangre que salía de mi cuello la bebía de una manera salvaje, sus ojos cambiaron de ese negro profundo a un diabólico rojo sangre.
Lamia mi cuello de una forma muy extraña pero a la vez provocadora y excitante, sentí todo su cuerpo encima del mío, eso provoco una sensación de calor en mi cuerpo, sobretodo en mi miembro.
No podía contenerme y el tampoco, ambos sabíamos eso.
El dolor que me provocaban sus uñas era espantoso pero se mezclo junto a la excitación y eso formo una sensación que nunca antes había vivido. Era extraño…demasiado.
Sadomasoquismo.
El descontrolado niño comenzó a quitarme mi ropa muy rápidamente, hasta rasgar mi camisa, dejó todo mi torso descubierto y comenzó a acariciar mi pecho y a lamerlo al mismo tiempo.
Mordía uno de mis pezones y clavaba sus colmillos en ellos, sangré aun mas, pero, esta sangre no se desperdiciaba él la tomaba en sus manos y se la frotaba como si de agua se tratase. La bebía como si fuese alguna sustancia dulce y adictiva, como el chocolate…la bebía como si de chocolate se tratase.
Agh!- Un grito de dolor se escapo de mi boca…ahora el placer no se comparaba al dolor, al dolor de todo mi cuerpo y a la vez de mi lastimado corazón, me desangraba.
El pequeño reacciono a mis lamentos y se despegó un poco de mi, aun quedándose a mi lado.
Vi que sus ojos cambiaron de nuevo de color, esta vez, a la normalidad. La expresión de su rostro ahora estaba totalmente diferente, ya no era una traviesa mueca de placer, ahora era de horror y espanto. Sus bellos ojos se abrieron lo más que pudo asombrados de ver algo tan horrible.
Yo totalmente desangrado, inmóvil, lastimado y medio desnudo. El chico no dudo al verse a el mismo y pudo percatarse de sus manos y toda su ropa, bañadas en mi sangre, y al mismo tiempo, ese horrible sabor a hierro en su boca.
Espantado, se quedó inmóvil mirando lo que en mi había provocado. Volvió en el, esa misma cara tierna con la que lo vi por primera vez. Había regresado el dulce y angelical niño…pero mi duda es ¿En verdad se fue? No sabía si Ruki tenía extraños trastornos de personalidad, pero, lo que si sabía es que no era humano.
Con tantas dudas en mi cabeza, se me había olvidado lo que me hizo el pequeño en primer lugar, esa extraña mordedura en mi cuello que no paraba de sangrar, dejé mi mente volar mientras pensaba en el presente asunto.
De un momento a otro el dolor se hizo más fuerte provocando que me estremeciera moviéndome de una forma muy extraña tratando de evitar el dolor, todo mi cuerpo comenzó a doler de una manera indescriptible, era algo así como quemaduras, hasta en los lugares donde Ruki no me había podido lastimar.
Mi cuerpo se quemaba mis colmillos comenzaron a dolerme, también mis uñas y sentí que mi cabeza iba a explotar.
Yo siempre lo arruino todo - me dijo el pequeño con una cara de trauma y espanto.
¿ ¡¡Que-que me está pasando!!?- contesté espantado
Mi cuerpo ardía en llamas y mis dientes dolían…es como si al mismo tiempo mis uñas y mis dientes crecieran de una manera espantosa y sobrenatural y lamentablemente eso es lo que en ese momento ocurría.
Mire asombrado mi despedazado cuerpo y vi mis uñas el triple de largas que solían ser, y mis colmillos crecieron rápida y forzosamente, alcanzaban a sobresalir por mis labios de una manera dolorosa.
Sentí una extraña sed de sangre, no sé por qué…pero en ese momento la necesitaba. El dolor no se iría a menos que la bebiese.
Tú…tú… te estás convirtiendo en un vampiro-
No lo podía creer, acaso ¿los vampiros existen? ¡Agh! Claro que existen, la única prueba que tengo de ellos es Ruki, lo que en verdad es el, un ser que se alimenta de pecado, dolor y sangre, lo que ahora soy yo.
¡Ahhhhh!- grité de dolor, ese dolor horrible y extraño que sentía en mi boca.
Lo siento, ya arruiné tu vida, yo no quería es que…este dolor y esta sed ya no los puedo contener tuve que morderte para sobrevivir, yo lo siento…estaba fuera de control y no pensé en el daño que podía ocasionar a los otros para obtener mi satisfacción.-…
No importa, no duele mucho…enserio, yo sabré como sobrevivir..o tal vez esto es un sueño ¡sí! Eso mismo, es un sueño. Despertaré en cualquier momento.- yo no lo podía creer, ¿yo un vampiro? Una criatura horrorosa de fantasía, que al parecer si existe..Lo peor de todo, nada era un sueño.
Aki-chan, esto no es un sueño, es la fría y cruda realidad, pero tal vez, esto ayude un poco-
Casi llorando Ruki dijo estas palabras mientras tomaba suavemente mi rostro y lo acariciaba con sus manos, sentí pánico porque pensé que ocurriría lo anterior, desangrarme otra vez.
Pero fue lo contrario, acerco su dulce cara a dos centímetros de la mía y…sus labios me alcanzaron, esos dulces pero a la vez amargos labios que acogían a los míos haciéndome sentir confortable. Nos fundimos en un tierno beso.
[end flash back]