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Esperanza por Kitara

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Notas del fanfic:

Obviamente Naruto y sus personajes no son míos.

Este fic se lo dedico a tod@s los que prefieren otra pareja que SasuNaru, que por cierto ya es aburrido.

 

Notas del capitulo:

Como único comentario me gustaría animar a tod@s los que escriben a que experimenten con otras parejas que no sean SasuNaru, hay un monton de personajes masculinos en la serie que pueden ser interesantes.

 

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Por fin mañana era el día en que uno de sus sueños se cumpliría y con este la posibilidad de cumplir con su mayor ambición, poder estar con su pareja elegida sin temor a nada.

 

Mañana cumplía 20 años y sería investido como el próximo Hokage, el Rokudaime, cuando era pequeño esta era su mayor ambición pero a lo largo del tiempo se volvió secundaria, solo era un paso más para poder estar cerca de él.

 

Recordó como se conocieron.

 

Un Naruto de 5 años se escondía de la multitud furiosa, estaba herido, cansado, asustado y temblaba de frío, pero estaba intentando ser valiente, sabía que debía sobrevivir, que debía seguir adelante.

 

Unos minutos después un joven de pelo negro y ojos rojo le sacó de su escondite con suavidad.

 

-¿Estás bien, pequeño?

-Sí…-el rubio no podía dejar de temblar, este joven llevaba uniforme Ninja pero podía hacerle mucho daño

-No voy a lastimarte, solo quiero ayudarte-y con eso lo cogió en brazos y desapareció del callejón, aparecieron en un campo de entrenamiento-vamos, tengo un refugio cerca y podré ayudarte mejor

-Gracias, pero…

-¿Porqué te ayudo?-el rubio asintió confuso-no has hecho nada malo, los civiles son estúpidos y no entienden que tú eres especial, que un día salvarás su vida a pesar de cómo te tratan-una pequeña sonrisa aparece en la cara pálida-y a mí me gustaría estar a tu lado cuando eso pase, Naruto-kun

-A mí también me gustaría que estuvieras a mi lado siempre-el joven rubio cierra los ojos, el calor del mayor le adormece y se deja llevar por el sueño.

 

Cuando despierta está en su cama calentito, solo una nueva manta deja constancia de su visitante, con suavidad acaricia el suave tejido y vuelve a dormirse sonriendo, sin percatarse de los ojos negros que le miran desde la ventana ni de la sonrisa que adorna la cara del Uchiha

 

Tuvieron que pasar varios meses hasta que volvió a ver a su salvador.

 

EL rubio estaba en un claro del bosque intentando imitar los movimientos que había visto en los ninjas que frecuentaban los campos de entrenamiento.

 

-Naruto-kun-la suave voz detuvo sus movimientos y una enorme sonrisa apareció en su cara al reconocer a su persona preciada

-Hola… No se tu nombre…-el rubio le miró confuso

-Mi nombre es Itachi

-Itachi… Es bonito… Como tú-el cuervo se rió ante las palabras del pequeño, la gente le halagaba por ser un genio pero el cumplido inocente del niño le había parecido muy dulce

-Gracias, Naruto-kun, tú también eres bonito-el niño sonrió aún más-¿Qué estas haciendo?

-Entrenar, quiero ser un Ninja muy fuerte

-Me parece bien, ¿quieres que te ayude?-el azabache había visto el entrenamiento descuidado y sin guía del más joven

-¡Sí!

 

Con paciencia el cuervo enseñó varias katas sencillas que el más joven sería capaz de recordar y practicar solo, también le dijo como debía empezar a ponerse en forma sin atrofiar su cuerpo, muchos ejercicios de flexibilidad y resistencia. Explicó porqué era importante cuando el rubio se aburría de escucharle y le hizo prometer que haría los ejercicios todos los días hasta que se volvieran a ver.

 

Durante los años siguientes ellos se encontraron una vez al mes en el mismo claro y el mayor cambiaría los ejercicios y le enseñaría cosas nuevas, como el control de chakra.

 

Hasta la noche antes de la masacre Uchiha.

 

-Naruto-kun

-¡Itachi!-el rubio de nueve años saltó de la cama ante la inesperada visita-¿qué haces aquí?

-Tenemos que hablar, tienes que prometerme que vas a escucharme y no decir nada a nadie-el joven ojiazul viendo a su amigo tan serio entendió que esto era importante

-Te lo prometo, Itachi, nunca diré a nadie lo que me cuentas hoy

-Mi familia quiere hacer algo terrible y el Consejo quiere que yo les detenga-los ojos azules se abren sorprendidos pero permanece callado-mañana por la noche tengo que matar a todo mi clan excepto mi hermano pequeño, son las órdenes del Consejo y luego debo irme a una misión muy larga para espiar a una organización muy peligrosa-el rubio abraza a su amigo que está llorando (sólo tiene 13 años)-Naruto-kun, no voy a poder verte en mucho tiempo, tienes que ser fuerte, entrenar muy duro para poder conseguir tu sueño, tal vez dentro de mucho tiempo pueda regresar y estaremos juntos como hablamos la primera vez…

-Itachi, seré el más fuerte, me convertiré en Hokage y ese día volverás al pueblo, no dejaré que nadie te haga daño, te protegeré como lo has hecho tú. Ten mucho cuidado y no mueras-ambos niños lloran abrazados, esta será su despedida por un largo tiempo-siempre confiaré en ti, Itachi

-Gracias, Naruto-kun, te pido que cuides de mi hermano-el niño asiente y se separa del cuervo que tras darle un casto beso sale por la ventana sin mirar atrás

 

El joven de 9 años llora toda la noche por la inocencia perdida de su amigo, por la suya y por la del hermano del cuervo, tres vidas que cambiarían irremisiblemente la siguiente noche.

 

Tres años tuvo que esperar para volver a verle y en ese entonces no pudieron hablar ya que el mayor iba acompañado por el chico tiburón. Pero sus ojos se encontraron y se reconocieron, la confianza, el cariño, seguía estando en ambos muchachos.

 

Cuando empezó a viajar con Jiraiya pudieron verse algo más pero las visitas eran relativamente cortas para que nadie les descubriera

 

El rubio estaba entrenando en un bosque cuando sintió la presencia del cuervo.

 

-¡Itachi!-el más joven se abalanzó a abrazarle y fue recogido con fuerza

-Naruto-kun, te extrañaba-la cara del mayor enterrada en el hombro del más joven

-Yo también, Tachi, ha sido muy difícil sin ti-sin romper el abrazo ambos se sentaron en el suelo para ponerse al día de sus vidas

 

-Es muy difícil, Naruto-kun, tengo que tener esta fachada fría todo el tiempo, no mostrar sentimientos, algunas veces creo que me vuelvo loco, que al final perderé la capacidad de ser feliz pero en esos momentos me acuerdo de ti, de tu sonrisa y siento calor, por eso no me he rendido…

-Itachi… Ojalá pudiera hacer más para ayudarte…

-No se puede, debes entrenar y ser más fuerte, mi hermano tonto casi te mata…

-No quería hacerle daño y me contuve pero al final se escapó igual…

-No te preocupes por él, nos ha traicionado y deberá pagar las consecuencias…

-Debes irte, Tachi, si Jiraiya te encuentra…

-No te preocupes, él sabe la verdad de lo sucedido, de hecho él es mi contacto con Konoha-los ojos azules se agrandan con la sorpresa y luego ríe feliz de poder pasar más tiempo con su “Tachi”

 

Durante los tres años de entrenamiento siguieron encontrándose más y más, el entrenamiento del rubio avanzaba a pasos gigantescos y estaba prácticamente irreconocible.

 

Una vez en Konoha las cosas se calmaron pero sus sentimientos ya habían cambiado sin que ninguno de los dos se diera cuenta.

 

No volvieron a verse hasta justo antes del enfrentamiento entre los dos hermanos.

 

-Tachi, tendrás cuidado, ¿verdad? No quiero que te mate-ambos jóvenes estaban abrazados (16 y 20 años respectivamente)

-No te preocupes, Naruto-kun, no dejaré que me mate, pero debe aprender una lección, ha hecho mucho daño y hay que pararle

-Te quiero, Tachi, si te pasara algo moriría-las palabras apenas un susurro dejan sorprendido al mayor pero muy contento

-Yo también te quiero, koibito, prometo que volveré a ti, no te dejaré solo-tras unos minutos abrazados el mayor se separa y con un pequeño beso en los labios sonrosados se aleja

 

Recordó encontrarle inconsciente pero vivo tras la enorme pelea junto al cuerpo también inconsciente de su hermano, antes de que llegaran sus compañeros formó un clon y se llevo a Itachi de allí, no quería que le vieran.

 

Tras llevar a Sasuke a Konoha dejó un clon y se fue a ver a su pareja, pasó una semana sanándole y cuidando de él hasta que se despertó.

 

-Tachi-la voz susurrante despertó al mayor

-Naru…

-Estás despierto, estaba tan preocupado…-el rubio le acercó un vaso de agua para que pudiera beber-quería que despertaras antes de que me fuera, mi clon en Konoha se está quedando sin chakra y debo volver o la gente sospechará

-¿Cuánto tiempo…?

-Una semana, Tachi, pero lo peor ha pasado, deberías estar recuperado en unos días, cuando tu energía regrese, Sasuke está en Konoha, en el hospital-el alivio es evidente en los ojos negros-te quiero koibito pero debo irme, dejaré un clon para ayudarte pero no creo que pueda volver pronto por lo que cuando estés bien sal de aquí y escóndete, para el resto del mundo estás muerto y nadie te está buscando, he dejado ropas y armas para ti, cuídate Tachi-el rubio se acerca y le besa con suavidad-nada me gustaría más que quedarme contigo…

-Vete, Naru, no queremos que sospechen justo ahora que estamos llegando al final, nos veremos pronto, koibito

 

Han pasado casi cuatro años desde aquel encuentro y en ese tiempo solo se han visto tres veces, pero se han escrito mucho, gracias a sus convocatorias las cartas de ida y vuelta han sido muchas.

 

Largas cartas donde se explicaban los detalles de sus vidas, sus sentimientos y todo aquello que se les ocurriese.

 

Pero mañana era el día, su primer acto como Hokage sería demostrar su inocencia para que pudiera volver a casa, al hogar largamente anhelado.

 

Recordó a Sasuke, ahora un civil, su castigo no fue la muerte, suplicó a la Gondaime por su vida, al final consiguió salvarle, el sello maldito desapareció cuando sellaron su chakra completamente pero su mente había tardado en recuperarse, pasó meses en el hospital sometido a terapia. Al final había valido la pena, habían conseguido que se recuperara, ahora estaba casado con Hyuuga Hinata, hacían buena pareja y pronto serían padres, eso le había dado otra perspectiva y era feliz. Con el consentimiento de Itachi le había contado la verdad hace dos años, había provocado otra crisis pero la superó.

 

La luna llena iluminaba Konoha, reconstruida totalmente tras la batalla contra los últimos miembros de Akatsuki, habían vencido a un alto precio pero ahora reinaba la paz.

 

Desde las cabezas de los Hokages, Naruto respiraba feliz por su pueblo y por el mañana.

 

-Koibito…-el rubio giró la cabeza violentamente al escuchar la tan anhelada voz

-¿Tachi? ¡Estás aquí!-ambos se abrazaron con fuerza

-Nunca me lo perdería, el cumplimiento de tu sueño…

-Mi sueño ya se ha cumplido, Tachi, estás aquí, junto a mí, nada más importa

-Nunca querré estar en otro sitio que a tu lado, te lo dije la primera vez que nos vimos-el cuervo es interrumpido por unos labios deseosos

-Te quiero, Tachi, este sueño es para los dos, la esperanza de un mundo en paz, la esperanza de una vida completa juntos…

-La esperanza es lo que nos ha mantenido unidos a pesar de tos, la esperanza de que este día llegara y pudiéramos estar juntos y en paz

 

La luz de la luna ilumina a los amantes reunidos después de tanto tiempo dando una nueva luz a la esperanza por la paz y el amor. Su sueño se ha cumplido.

Notas finales:

Gracias a todos los que lean este fic y espero que os guste mucho


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