De lo que un demonio es capaz ....
En la elegante y oscura mansión Phantomhive, el sonido de madera quebrándose retumbaba incluso en los alrededores del bello inmueble, pero el sonido de pasos huyendo de ellos no, estaban ahogándose en la inmensidad de la propiedad.
Finny, Maylene, Bard y Tanaka no estaban ahí, habían ido a descansar, así es, estaban teniendo su día libre, después de todo Sebastian podría lidiar con las tareas de la mansión, el era perfecto.
A Ciel le encantaba hacer molestar a Sebastian, era uno de sus pasatiempos favoritos, ver esa molesta mirada al hacer algo despreciable y tenia que obedecer pues el era su amo.
Pero si tan solo no le hubiera dicho todas esas cosas esto no estaría pasando, podría seguir en su cómoda cama descansando sin la preocupación y temor de que un demonio lo estuviera persiguiendo, solo para demostrarle de lo que era capaz de hacer un demonio.
Flash back :::
Estaba el joven conde Phantomhive sentado en su escritorio , viendo algunos papeles de su exitosa empresa , cuando su elegante mayordomo entro,como siempre vistiendo su impecable atuendo, ahora trayendo consigo una bandeja de fina plata, sobre ella toda indumentaria necesaria para servir correctamente un té y lo que aparentaba ser un delicioso postre de chocolate.
-Aquí tiene Boochan –termino por decir el pelinegro con un falsa sonrisa.
-Sebastian sigue con tus labores y baña a pluto- dijo el aristócrata con malicia, mirándolo por el rabillo del ojo.
-Hai… boochan- le fastidiaba tanto ese mocoso a Sebastian, pero no podía negar que se veía delicioso.
Una vez afuera el mayordomo, el conde reía estruendosamente- jajajajaja , ese demonio es tan patético, jajajaja hacerle caso a un niño, atendiendo cada estúpida orden que le doy , jajajaja, definitivamente debe ser el más imbécil de todos los seres sobrenaturales que existen, hasta Grell tiene más orgullo que el- Ciel sabía que el ojirojo le estaba oyendo, de hecho planeaba hacerlo enojar , quería divertirse, tan solo divertirse.
Fin del Flash back :::
Pero jamás pensó esto terminaría así , que Sebastian hubiese llegado a las 3 de la mañana a su cuarto rompiendo estrepitosamente su puerta y en un segundo llegar hasta su cama aprisionándolo en ella , sujetando con sus blancas manos sin guante alguno que tapase el sello que los unía, tomando sus delgadas muñecas y susurrar a su oído …
-Mire conde Phantomhive , acaba de sobre pasar mi paciencia y tendré que enseñarle de lo que soy capaz- posteriormente mordió el lóbulo de la oreja con lujuria.
-Le daré cinco minutos de ventaja para que corra ratoncito- y después de esto desapareció.
El joven estaba atónito, sin creer que esto de verdad estuviera ocurriendo, cuando la voz del pelinegro resonó por toda la habitación.
-Acaso no piensa correr ratón, esto no es divertido así, vamos nada mas le quedan cuatro minutos - acompañado de una macabra risa.
Ciel se levanto corriendo, pasando por los escombros de lo que había sido su puerta , para después cruzar de cuarto en cuarto y cerrando tras si cada una que se encontraba hasta llegar a unas escaleras medias escondidas , las bajo a gran velocidad, esa era una ruta de escape por si llegaban a atacar a la mansión, pero con su mayordomo a su lado jamás creyó que algún día las utilizaría.
Cuando la reconstrucción de la mansión pensó seriamente en no rehacer la ruta, pero agradecía que Tanaka le hubiese convencido en volver hacer la mansión tal cual como estaba.
Si recordaba bien estas escaleras daban al sótano. Una vez abajo cerró con 5 seguros la puerta de metal, después corrió hasta unos costales y los quito , ya tirados estos una puertecilla se dejaba ver , al abrirla en su interior había algunos apoyos de madera que sostenían el rustico pasaje de tierra y piedras.
Poco le importaba si su pijama se ensuciaba o rasgaba mientras pasaba por ese lugar.
Pronto se escucho como se rompían puertas de madera, así es destrozaba todas y cada una de las puertas que había cruzado, dándole a entender que no importaba donde estuviera lo iba a encontrar.
El conde se arrastraba a mayor velocidad por el lugar , dejando a un lado el ardor en sus codos y rodillas raspadas, sentía como la sangre fluía manchando los blancos ropajes que traía puestos, el sudor hacia que varios mechones de cabello se pegaran en su rostro sucio con tierra adherida , se sentía atemorizado ya nada mas importaba ,mientras pudiera su orgullo por un segundo más lo haría.
Un fuerte golpe se escucho, la penúltima puerta había caído, su corazón latía con tanta rapidez que ahora si parecía un ratón, creía que en cualquier momento se iba a salir de su pecho , se arrastraba cada vez mas apresurado, pronto alcanzo a divisar lo que era la salida , pero a donde llegaba esta?
Cuando abrió la puertecilla lo primero que sus ojos captaron fueron varios frascos de comida en conserva, entonces, la salida era la cocina?, bueno tal parecía ser que si , trato de salir lo mas silenciosamente posible, pero en un momento unos recipientes cayeron rompiéndose en el acto, resonando por toda la estancia , ¨rayos, espero que no lo haya escuchado¨ se trataba de mentir a si mismo, claro que lo había escuchado, tratando de no cortarse con los trozos de vidrio intento salir de allí, entonces la vio , la nívea mano de Sebastian que aparecía para "auxiliarle" , su corazón se paralizo , el terror se apodero de el, no quería ver ese impecable rostro , sonriendo , viendo como claramente como un gato atrapo a su presa, su cuerpo reacciono solo retrocediendo con torpeza , sabia que Sebastian no tardaría en dar una carcajada , como lo predicho así fue, una demoniaca risa torturo sus oídos.
-Boochan usted es tan amable conmigo dándome tanta diversión- esas palabras hicieron a su cuerpo temblar.
Ciel veía como la mano de su mayordomo se internaba en la obscuridad del túnel para aprisionar su pierna con un fuerte agarre y sacarlo de allí.
El ojirojo acerco su rostro al de su amo hasta que sus alientos se colaban uno con el otro, los ojos de Sebastian cambiaron a un carmesí que pronto atraparon los zafiros del conde , este comenzó a sentir un cosquilleo en su cuerpo, a sus mejillas arder y una extraña sensación en su entrepierna.
Su agresor se dio cuenta de esto , sabia que cualquier humano sucumbiría ante ante el pecado de la lujuria , aun mas si el mismo estaba encarnado en persona frente a el, engatusando con su mirada, nadie se podía resistir.
El menor se dejo fácilmente llevar a su cuarto por los brazos del demonio mientras el le despojaba rudamente de sus ropas , viendo las heridas del peli-azul excitándole aun mas , verle tan débil e indefenso con las mejillas enrojecidas , sudando.
Ya en la cama el Phantomhive se ahogaba en los labios del ojirojo y una lengua intrusa saboreaba cada parte de esa deliciosa cavidad, una vez que dejo al niño respirar , vio como le escurría un poco de saliva , la cual lamio con tanta sensualidad que al pequeño hizo tiritar.
Sebastian comenzó a acariciar ese inocente cuerpo, provocando ligeros gemidos a Ciel , tocaba ese pecho y pellizcaba esos botones lamiéndolos con desesperación dejándolos duros y erectos.
-Ah… sebas….tian…
El ojiazul se dejaba hacer lo que fuera, sentía que lo necesitaba, que necesitaba todavía mas, no quería que su mayordomo para.
-Eres tan delicioso Ciel- ese sabor a inocencia corrompida era todo un manjar.
El pelinegro volvió a lamer sus pezones y poco a poco fue descendiendo sus lamidas hasta llegar al vientre, dejando un rastro de humedad que combinado con el frio de la habitación le provocaban exquisitos escalofríos.
Sebastian tomo sin delicadeza alguna el miembro medio excitado del menor, comenzó a masturbarlo con un vaivén rápido, el miembro estuvo completamente duro en poco tiempo, presionaba ligeramente la cabeza del pene haciendo que el conde estuviera apunto de correrse .
-Ahhhh!!... ahhh… mmm..Sebastian v-voy a correrme!!- sentía ya próxima su primera corrida.
Para el menor estas sensaciones era completamente nuevas, jamás en su vida había sucumbido a ese tipo de impulsos, ni si quiera se había masturbado antes
-Todavía no siente suficiente placer amo-la mano del pelinegro fue sustituida por la lengua del mismo , primero lamio la punta para seguir con toda la extensión , repito esto mientras escuchaba los excitantes gemidos del ojiazul, le enloquecían . Metió a su boca el pedazo entero, pero no logro dar más de tres chupadas cuando Ciel ya se había corrido, tenia ese néctar tan dulce desbordándose de su boca , lo trago completo, no quería que se desperdiciara ni una sola gota.
-Ahhhhh!!!!- el grito del menor se escucho por todo el cuarto, su pecho subía y bajaba , el primer orgasmo en toda su vida había sido tan placentero.
Sebastian acerco dos dedos a la boca del aristócrata para que este los lamiera, paso su lengua por entre los dedos, los mordía , disfrutaba tanto eso. El pelinegro ya no podía aguantar más , tenía que penetrar a ese niño, su miembro palpitaba con dolor , debía comenzar a preparar esa linda entrada.
-mm.. ah….- los suspiros regresaron al momento que el mayordomo metió el primer dedo forzando un poco en la cavidad , siendo usurpada por un pecaminoso dedo , luego el segundo , que no costo mucho trabajo meterlo, los clavaba y extraía cada vez mas rápido , humedeciendo sus dedos con sangre, que deseable pensó el mayor.
El pelinegro se desabrocho el pantalón, le apretaba tanto ahora, quería sentir esa estreches rodear su pene, abrió las finas piernas del Conde dejando a la vista ese hoyo ligeramente abierto.
De una sola estocada metió todo el miembro , desgarrando parte de la entrada de Ciel.
-Ahh!! Sebastian, sacalo!! duele!- El nombrado hizo caso omiso a las peticiones del menor , moviéndose con rudeza en su interior .
-Detente por favor!!... Duele mucho…Sebastian- las lagrimas se escapaban de los hermosos ojos del Phantomhive , mojando sus largas pestañas.
-Amo, pronto comenzara a disfrutarlo- volvió a tomar el pedazo de carne del niño y masturbarlo nuevamente , mordía su cuello hasta algunas veces sacarle sangre, degustando el carmesí liquido mientras oía los gritos de Ciel.
Poco a poco el aristócrata se iba relajando, sintiendo placer en cada embestida , en su pene , en todo su cuerpo, sus gemidos eran incontrolables , pronto se correría de nuevo.
La lascivia recorría todo el ser del menor, el pelinegro le penetraba con brutalidad , en algún momento pensó que si seguía lo partiría completamente, ambos estaban a punto de llagar al éxtasis sexual, faltaba tan poco…
-Ahhh!! T-t amo Sebastian- Ciel se corrió en la mano del ojirojo, mientras que el lo hizo en el interior del peliazul.
Cuando Sebastian salió del interior de su amo, todavía un poco de semen de desbordo de su entrada acompañado de sangre.
Pero el mayor no se espero siquiera a que el conde recuperara la respiración , pues ya le había alzado la cabeza para obligarle a chupar su verga aun con restos del liquido blanquecino, el niño se dejaba hacer lo que fuera, no ponía resistencia alguna y tampoco ayudaba, dejo que el demonio su cabeza a su gusto, sintiendo el gran miembro llegar hasta su garganta , dejando rastros blancos en sus labios , estaba tan cansado , no podría aguantar mas , en cualquier momento caería desmayado.
El pelinegro a fin de satisfacer sus retorcidos placeres obligo a Ciel a verle a los ojos mientras el le chupaba, que quien lo viera de así pensaría que era una puta, burlándose de el orgulloso conde era su forma de disfrutar aquel postre.
Se corrió por segunda vez y en esta ocasión en boca de su joven amo, observaba como toda su semilla se desbordaba de pequeña cavidad del niño junto con varios hilos de ese liquido espeso escurrir
¨Más hermoso no se podría ver¨ pensó el demonio con tan triste imagen, ver a Ciel en la cama , sudado, con la mirada perdida hacia la luna y con el semen en su boca y en su parte trasera con sangre, sin pureza alguna.
Por último tomo la barbilla del conde para obligarlo a verle nuevamente, sus ojos se volvieron carmesí otra vez , lo había liberado, el rostro de Ciel cambio a uno de terror , abriendo desmesuradamente sus ojos .
-Aléjate… Aléjate!..ALEJATEEEE!!- como pudo tomo una cobija, cubriendo parte de su cuerpo, su trasero le dolía se sentía tan sucio y un asqueroso sabor había inundado su boca- Es una orden aléjate de mi maldito!!
-Si joven amo- sonreía con prepotencia al salir del cuarto, ahora ya le había mostrado al mocoso de lo que un demonio es capaz de hacer, pero, el sabia que el te amo que Ciel había dicho no fue parte de aquel "hechizo" , entonces fue verdad , en verdad había herido al único ser que alguna vez le amo, vaya parece ser que un demonio es capaz de hacer cosas desastrosas.
En el cuarto un niño lloraba amargamente, en una sola noche volvió a perder tanto, su orgullo, su castidad que le fue robada por un ser despreciable, por ese demonio que alguna vez amo.