El jueves por la tarde, después de clase, Afrodita, Shura y Shaka alumno de 2º de bachillerato, estaban en el jardín de la zona académica, estudiando para el examen de álgebra que tendrían al día siguiente. Camus les daba asesorías a sus amigos de como resolver ecuaciones de 2º grado, y al más joven de los 3, ecuaciones de primer grado, ya que era muy bueno para las matemáticas.
-Al parecer nuevamente me corresponde corromper a mis queridos compañeros – Milo se había detenido junto al grupito sentado en el pasto con aire altivo y confiado, llevaba unos lentes obscuros y ya se había cambiado el uniforme.
-Estamos estudiando Milo y lo mismo deberías hacer tú, si no quieres reprobar mañana. – dijo Camus en tono distante.
-No lo necesito, lo que ya aprendiste, ya está en tu cabeza y lo que no, en unas cuantas horas no lo entenderán. ¿Para que se estresan tanto?
-Para mantener mi óptimo rendimiento académico… – dijo Shaka que era un tanto soberbio en cuanto a su desempeño en el colegio.
-Rubito, ya sabemos que eres el alumno más brillante de 2º grado, no tienes que impresionar a nadie… - Milo le quitó el libro de las manos y lo arrojó a un lado.
-¡Hey no hagas eso! – el hindú se levantó para recoger su libro y se sentó lo mas alejado de Milo posible. – No trato de impresionar a nadie lo hago por superación personal, para trascender en la vida…
-Relájate Shaka, no tienes que hacerte la vida más complicada de lo que ya es… Hay que deslizarse a través de ella, como si estuvieras bailando, esquivando los golpes que te lanza y hacer que las penas sean fugaces, sin perder el estilo nunca. No lo medites tanto…simplemente déjate llevar como hago yo.
Milo se movía ejemplificando sus palabras, Afrodita lo escuchaba con atención, le divertía la filosofía de vida de su novio, tan relajada. Camus lo miraba de reojo pretendiendo estar resolviendo una ecuación y Shura sonreía ante sus ocurrencias.
-Y bueno, ¿todos irán al Stardust mañana por la noche?
-¡Por supuesto que irán! Nadie tiene permiso de faltar al evento…- dijo Dita mirándolos uno a uno, retándolos a decir que no.
-Pues yo no se si iré…
-Como que no Shaka, ya habíamos hablado de eso, ¿a poco dejarás plantado a Mu? – el joven peliceleste le picaba las costillas al rubio y le guiñaba un ojo. Shaka se puso rojo como un tomate ya que los otros tres jóvenes se miraban entre ellos y luego lo miraban sonriendo ya que se les había revelado un delicioso secreto.
-Ni siquiera le he pedido que vaya conmigo…
Afro se levantó de un salto, tomó Shaka de la mano y prácticamente lo arrastró detrás de él. Shura, Milo y Camus se reían a carcajadas, la escena era demasiado cómica.
-En este momento vas a invitarlo para que vaya contigo, si es que alguien más no lo a invitado ya…
- Pero…
- Ay Shakita, eres muy listo para algunas cosas, pero para otras… Si no te avientas en este momento puede que pierdas tu oportunidad con ese ángel de cabello lila…
Ese mismo día por la noche, Mu y DM se encontraban en el lobby del edificio Elite charlando con tranquilidad. Mask estaba parado frente a un cartel que anunciaba el evento del viernes.
- Es absurdo, ese niño consentido idea algo y toda la escuela le rinde culto junto a su evento social… - molesto negaba con la cabeza.
- Incluso yo… - Mu reía emocionado y nervioso. Angelo se giró para verlo sorprendido. – Voy a ir ¿¡No es increíble!? Shaka no se atrevía a invitarme, pero Afrodita lo animó y…
- ¡Afrodita! – gritó Mask – Ese presumido y sup…
-No se te ocurra decir algo en su contra Mask… Estoy a punto de tener una noche maravillosa gracias a él. Por primera vez desde que sufrimos el accidente voy a tener un momento de diversión, y con el chico que me gusta; y todo gracias a Afrodita. Desearía que hubiera algo que yo pudiera hacer para agradecerle. Angelo, siento que Shaka y yo estamos destinados a estar juntos y Dita lo hizo posible, por favor hermano trata de entender…-los ojitos verdes de Mu brillaban ilusionados.
DM no había visto a su hermano tan animado en mucho tiempo y eso lo alegraba, puso una mano con ternura en la cabeza de Mu…
-Te entiendo hermanito, claro que te entiendo. Pero es hora de que te lleve a dormir, ¿vale?
Mu asintió y juntos se dirigieron al loft del menor de los hermanos, el pelilila seguía hablando alegremente sobre Shaka y sobre lo que esperaba del evento la siguiente noche.
Una hora mas tarde Afrodita estaba en su habitación tratando de decidir que se pondría para la gran noche.
-Debo lucir perfecto, toda la escuela estará allí y no puedo darme el lujo de fallar en algún detalle. ¡Además quiero verme sexy para Milo!
Con él se encontraba Misty, su primo, un chico de 2º año, y aunque era un jovencito muy bello, no era mas que una copia no muy bien lograda de Afrodita, a todas luces trataba de quedarse con el título de “el chico mas popular de la escuela” cuando el sueco terminara el bachillerato. Pero tenía grandes defectos por los cuales no era muy apreciado, era terriblemente presumido, déspota y sumamente chismoso.
-¡Afrodita! ¡¿Por todos lo dioses que es esta cosa horrenda?! – Misty había sacado de una caja de regalo que estaba sobre la cama del peliceleste, un traje color gris rata espantoso, con un corte terriblemente pasado de moda.
-¡Por favor, haz como que nunca viste eso en esta habitación! – Dita, le arrebató el horrible traje tratando de ocultarlo – La abuela me sigue regalando la ropa más horrenda, pero no le digo nada por que no quiero herir sus sentimientos. Con gusto regalaría esta cosa nefasta pero no odio a nadie tanto como para dárselo…
Una chispa de maldad brillo en los ojos de Misty.
-Jaja si, si hay alguien… - dijo señalando hacia la puerta en dirección a la habitación de Death Mask.
-Oh no, no podría, sería demasiado…
-Si puedes… - Misty tenía una sonrisa malévola en su rostro, y tenía una expresión como diciéndole a Afro “si no lo haces, mañana toda la escuela sabrá de tu horrenda ropa y arruinaré tu reputación”
Dita lo miró un momento y conociendo a su primo decidió no tentar a su suerte, con desgano salió de su cuarto llevando el dichoso traje consigo.
Justo en ese momento Angelo llegaba al dormitorio, después de mucho pensarlo y con tal de hacer a su hermano feliz hablaría con Afrodita. Al ver al sueco salir de su cuarto se dirigió directamente a él.
-Escucha, Mu y yo estábamos hablando de ti y pensab…
-Que coincidencia, yo estaba hablando con mi primo sobre ti – Dita mostró una de sus mas adorables sonrisas, aunque por dentro no estaba muy de acuerdo con lo que iba a hacer – ¿Ves este traje? Es muy… ehm peculiar, ¿verdad? El gris..."roedor" es el color más “in” de esta temporada. Pensé que podrías utilizarlo para el evento de mañana…
-Ehmm, gracias pero yo tengo mi propia ropa y ….
- No, pero lo mandé traer especialmente para ti, desde que lo vi pensé que eran el uno para el otro, ambos son tan, tan… ahm únicos… Toma, con toda la bondad de mi corazón te lo doy, considéralo un ofrecimiento de paz.
Puso el traje en las manos de DM y no espero a que este respondiera, el sueco se fue rápidamente a su cuarto y cerró la puerta tras él. Angelo se quedó mirando a su compañero hasta que desapareció de vista, luego miró el traje ¿Ofrecimiento de paz entre ambos? Podía ser, después de todo Afrodita había hecho algo bueno por su hermano, tal vez no era tan desagradable. Pensando se metió en su habitación.
En la habitación de Afro.
-¿Gris “roedor”…? – Misty que había escuchado todo desde el interior de la habitación miraba a Dita con una ceja levantada.
-Bueno… no sabía que decirle…
-Jajajaja, eres bueno mi querido primo, realmente maquiavélico…
Afrodita le dio la espalda a su primo y fingió buscar algo en su armario, la verdad le molestaba mucho el comentario de Misty, no se sentía bien con lo que acababa de hacerle a su compañero de habitación.
Las clases del viernes transcurrieron sin novedad alguna, al ser técnicamente fin de mes, los alumnos estaban en exámenes, pero lo que realmente importaba ese día ere la fiesta en el “Stardust”, los chicos estaban ansiosos y en cuanto sonó la campana que daba por terminado el día académico, todos salieron disparados a prepararse para la gran noche.
Al ser presidente del comité organizador, Afrodita debía llegar antes que nadie al lugar, así que para las 6:00 de la tarde, él y Milo se dirigían al estacionamiento en donde el chofer de Milo los llevaría en su Land Rover roja hasta el club. Como el sueco aún tenía que supervisar detalles de la decoración y su novio le ayudaría, para no ensuciarse mientras tanto, llevaban portatrajes y unas pequeñas maletas, con lo que usarían esa noche.
Uno de los maestros llegó corriendo para poder alcanzarlos antes de que subieran a la camioneta, era Dohko, quien traía un sobre azul con unos papeles en su interior.
-Que bueno que pude alcanzarlos. Afrodita esto es para ti.
-¿Que es maestro?- dijo el joven tomando el sobre. – ¿De que se trata?
-Bueno, es la lista de libros y otras cosas que necesitarás para la clase extracurricular…
El rostro de Afrodita se iluminó, la mas linda y grande de sus sonrisas se formó en sus labios. Milo lo miraba feliz.
-Pero, si usted me dijo que yo no…¡Oh maestro muchas gracias!
-La verdad fue idea de tu compañero de dormitorio, a él debes agradecerle.
-¿Angelo Rovelli? Pero ¿por que?
-No tengo idea, pero esta mañana se presentó en mi salón argumentando que si no te permitía asistir a la clase, él renunciaría a ella. – El maestro Dohko, se escuchaba realmente intrigado – Y no podía permitir que Angelo renunciara, así que accedí. Espero que me demuestre que está al nivel señor Lindström. Bueno los dejo supongo que tienen muchas cosas por hacer antes del gran evento.
Unas vez dicho eso, el maestro se alejó. Afrodita se quedó mirando el sobre que tenía en las manos, su sonrisa se había esfumado.
-¿Que sucede dulzura? – a Milo le extrañaba la actitud de su novio.
-Obtuve lo que quería…
-¿Y eso no te hace feliz?
-Oh, solo olvídalo…
Sin mas palabras, ambos jóvenes subieron a la camioneta y se dirigieron a la zona comercial y de antros de moda de la ciudad de Atenas.
A las 8:30 P.M. el “Stardust” lucía esplendoroso, grandes reflectores habían sido colocados en el techo del lugar y a los lados de la entrada, una vayas flanqueaban el acceso al lugar, los del staff de seguridad del lugar se cercioraban que nadie ajeno al colegio se colara al evento.
Todo el mundo estaba ahí, los alumnos se sentían como grandes celebridades al caminar por la alfombra blanca para acceder al antro. Todos vestían de lo mas “trendy”, lo último que dictaba la moda de la temporada.
En el interior, el club tenía una decoración de estilo minimalista los muebles eran de color blanco, acero inoxidable y cristal; estaban dispuestos al azar y en desniveles, la iluminación era tenue, a base de pequeños spots en lámparas empotradas en la pared. La barra estaba en un extremo del lugar, había que subir 4 escalones para llegar a ella, botellas de bebidas de todas partes del mundo llenaban la estantería de cristal. La pista estaba al centro del lugar justo enfrente del escenario y el piso era de duela de madera de cerezo barnizada, sobre esta, en el techo, luces de colores, todas operadas por computadora, creaban el ambiente ideal. En las mesas, rosas blancas y pequeñas velas dentro de unas esferas de vidrio soplado le daban un toque sumamente sofisticado al ambiente.
Ya muchos de los estudiantes estaban repartidos por todo el lugar, los meseros les servían distintos cockteles de colores sin alcohol, ya que la mayoría eran menores de edad. Algunos de los profesores, estaban allí para cuidar de los jóvenes y también divertirse un rato.
Afrodita estaba radiante, con sus jeans Rock&Republic en color ultramar y el bordado de una rosa roja en la pierna izquierda, su camisa de diseñador en seda rojo sangre hacía juego con el bordado del pantalón y los zapatos italianos. Su cabello lucía hermoso, suelto a su espalda, perfectamente peinado, uelto en todo su esplendor, resplandecía con las luces y le daba un aire angelical y sexy a la vez. Miraba con orgullo desde la barra, el resultado del esfuerzo de los miembros del comité.
Milo estaba a su lado tomándolo de la mano, lo miraba lleno de amor y admiración, se sentía feliz y afortunado de que su novio fuera el jovencito mas hermoso del mundo. Pero el griego no se quedaba atrás, era toda una visión también, su cabello purpureo perfecto, su camisa negra de corte “strech” revelaba su bien formado torso y sus pantalones escarlata, bastante entallados, llevaba unas botas negras, que le daban un aire de rebeldía, era todo bombón ultra sensual.
En cierto momento Camus se les unió y les presentó a un chico de primer año que lo acompañaba, su nombre Isaac Kivelä. Sus amigos se extrañaron al verlos juntos, pues aunque el menor había buscado al francés con insistencia, este nunca había mostrado interés. ¿Quién sabe? Tal vez sólo lo había invitado con tal de no ir sólo.
Mu y Shaka habían llegado ya, ambos muy guapos, Mu llevaba una camisa de cuello Mao en color uva y unos pantalones color gris plata, el color de su camisa avivaba el tono de su cabello que estaba pulcramente peinado, sujeto con un listón plata.
Shaka empujaba la silla de ruedas con sumo cuidado, su largo cabello dorado brillaba bajo la iluminación. Llevaba una vaporosa camisa naranja de lino y sus pantalones y zapatos color tabaco, le daban un aire exótico y místico.
-¿Te sientes feliz Mu? – le preguntó el hindú a su acompañante con seriedad pero con suma ternura.
-Mucho Shaka, gracias por invitarme… - Mu lo volteaba a ver y su carita solo reflejaba felicidad e inocencia.
No tardaron en reunirse con Aldebarán quien había invitado a una chica de 3º de secundaria llamada Europa, y con Aioria quien iba acompañado de Marín, alumna de primero de bachillerato también; aunque extrañamente el castaño miraba insistentemente hacía donde su hermano y sus amigos de 4º año estaban reunidos.
Shura estaba con Aioros quien tenía su brazo rodeando los hombros de su novio español, estaban sentados en una especie de sala, en compañía de Saga y Radamanthys, peculiar pareja hacían pues ninguno de los dos hablaba mucho y no se podía decir que se distinguían por ser el alma de la fiesta. Todo lo contrario a Kanon, quien andaba de arriba para abajo afinando detalles con los miembros de su banda para su gran presentación. De tanto en tanto regresaba a la salita, para charlar un rato con el grupo allí reunido y robarle besos al inglés que se limitaba a gruñir un poco ante tanta muestra de afecto.
Al dar justo las 9:00 P.M., las luces ambientales se apagaron y la iluminación robótica de la pista se encendió, creando diseños en la pista, los gritos emocionados de los estudiantes no se hicieron esperar y el DJ, uno de los mejores de Europa, se puso manos a la obra en su cabina. La música llenó el lugar y la gran mayoría de los presentes saltaron a la pista a bailar.
-¡¿No es el mejor evento al que has ido en tu vida!? – Dita le preguntaba a su novio, al tiempo que bailaba a su alrededor, Milo lo pescó de la cintura y lo atrajo hacía él, bailaban tan pegados y haciendo unos movimientos tan sugerentes, que si algún maestro los hubiera visto se meterían en problemas. Pero nada pasó, había tanta gente en la pista que era difícil ver lo que hacía cada quien.
Shaka y Mu estaban ahora cerca de la barra, el rubio estaba sentado en uno de los escalones y juntos miraban a todos los que bailaban.
-¿Mu?
-Si dime…- El pelilila sonreía
-Mu, tengo algo que confesarte, la razón por la que te invité a venir…
-Oh Shaka yo lo sé… - Su vocecita se escuchaba un tanto triste.
-¿En serio? – Shaka no perdía la compostura, aunque se sentía intrigado por la respuesta.
-Si, es porque yo estoy en esta silla de ruedas y sentiste lástima por mi, ¿no es verdad?
El hindú no comprendía. ¿Lástima? En nombre de Buda que Mu no sabía lo que decía.
-¡No! ¡Por supuesto que no! Es… porque… porque eres tan hermoso y…¿Quisieras ser mi novio?
-¡Oh Shaka claro que quiero! – El corazón de Mu palpitaba como nunca antes, nunca se había sentido tan feliz – Eres maravilloso, tu y yo estamos destinados a estar juntos, es nuestra oportunidad, ¡¿no lo crees?!
-Claro que si – El rubio sonreía y una idea loca para ambos se le ocurrió- ¿Sabes que? ¡Vamos a bailar!
-¡¿Que!?
-Si a bailar… - Rápidamente se levantó y llevó a su ahora novio de cabello lila hasta la pista, Mu movía la parte superior de su cuerpo y sus brazos al ritmo de la música al tiempo que Shaka le daba vueltas a la silla.
El DJ mezclaba la música más popular de varios países, para satisfacer los gustos de todos, pues venían de muy diversas latitudes. Hubo una pausa dramática, en donde la música se detuvo y las luces de todo el lugar se encendieron al mismo tiempo. Y justo en ese momento, Death Mask entró al lugar usando el traje gris que Afrodita le había dado. Varios de los chicos que estaban mirando hacia la puerta soltaron una expresión de asombro y disgusto.
-¡¿Oigan ya se fijaron en ESO que acaba de llega?! - Misty no perdió oportunidad para hacer su despectivo comentario, lo que llamó la atención de todos los demás. Comenzaron a reírse del horrible aspecto del recién llegado.
Mu les imploraba a todos a su alrededor que no se burlaran, pero parecía que le hablaba al viento solo Shaka y sus amigos miraban la escena en silencio sintiéndose mal por los dos hermanos.
Angelo se quedó helado, pensó en darse media vuelta y salir corriendo, pero no les daría el gusto, así que armándose de todo su valor y dejando de lado la vergüenza que sentía, caminó justo hasta el centro de la pista. Todos se hacían a un lado para abrirle paso, como si no quisieran que los tocara por nada del mundo.
A pesar de que no sonaba música alguna, DM comenzó a moverse a un ritmo imaginario, lo que provocó mayores risas.
Afrodita y Milo estaban en una esquina de la pista, el bello sueco no podía ver, ni quería creer lo que estaba sucediendo.
-Por favor, no te le quedes viendo…- Le susurró Dita a su novio.
-¡Wah! Solo puedo decir algo en su favor, al menos no le importa un demonio lo que opinen de él.
-Claro que le importa, solo pretende que no… - Afrodita sentía un nudo en la garganta – Me siento fatal…
-Bueno dulzura, no es que su mal gusto sea tu culpa… - Milo miró a su novio y encontró remordimiento en su mirada. – ¿Oh si…?
- ¿Me disculpas un segundo? No te molestes por lo que haré, por favor…
Se alejó del griego y se encaminó al centro de la pista, en donde Mask seguía bailando su loca danza. Dita le tocó el hombro.
-¿Me permites acompañarte?
DM se detuvo y lo miró retándolo a burlarse de él, pero la expresión en el rostro de Afrodita hizo que simplemente asintiera con la cabeza. El peliceleste se puso a imitar los movimientos del italiano, dio un giro y fue a parar justo mirando de frente a Misty, quien le dedicó una mirada de desaprobación y disgusto; a lo que Dita hizo caso omiso, le dio la espalda y siguió con su baile al lado de Mask.
El DJ tratado de suavizar el momento, puso música que se adecuaba al ritmo y movimientos de ambos jóvenes. Los otros chicos miraban a Afrodita y este los invitaba a que se unieran a ellos, los primeros en acercarse fueron Mu y Shaka; Aioria y Marín, y Aldebaran y su pareja, inmediatamente se integraron. Aioros y Shura comenzaron a bailar de la misma forma. Camus jaló a Isaac para bailar al lado de sus compañeros y amigos. Kanon se acercó sólo y para asombro de muchos Saga y Radamanthys, abriéndose paso entre los estudiantes llegaron hasta el centro y comenzaron a bailar también. Los Gold Elite habían cerrado filas para apoyar a sus compañeros y todos los otros estudiantes los imitaron. Solo Misty, salió hecho una furia del Stardust y regresó al colegio, se sentía humillado por el rechazo de su primo ante toda la escuela.
Las miradas de Angelo y Dita se encontraron y se sonrieron, Milo se acercó y le extendió su mano a Mask, este la tomó aun receloso pero aun así le dio un fuerte apretón. La música siguió y todos bailaron como si nada hubiera pasado.
A las 11:00 PM Kanon y su banda “Sea Dragon” subieron al escenario, su guitarrista principal era Orfeo, un chico griego de 2º grado, quien era un virtuoso de la guitarra. Tocaron covers de varias bandas famosas de rock y metal; en su quinta interpretación, el gemelo hizo una dedicación.
-La siguiente rola, va con dedicación especial a mi hermano Saga – apuntaba con el dedo en dirección hacia donde su hermano gemelo estaba. – Podría decir que es porque tiene una mente retorcida y malvada, jajajaja. Pero no, simplemente va para ti hermanito porque se que te gusta, jajajajaja. ¡“Master of Puppets”!*
Saga se movía al ritmo de los acordes de la guitarra, al tiempo que se acercaba para hablarle a Radamanthys y este pudiera escucharlo.
-¡Te juro que un día de estos, lo mataré y haré parecer que fue un accidente, o mejor, haré que lo encierren en alguna parte y que no salga nunca!
-Jajajajaja, siempre he creído que el gemelo malvado era Kanon, pero ahora ya no se… jajajaja – Radamanthys se sentía tan bien y relajado, que se había dado la libertad de bromear un poco.
El ambiente llegó a tope, la potente voz de Kanon llenaba el lugar al tiempo que rasgaba las cuerdas de su guitarra, y todos saltaban y cantaban en la pista, Dita se impulsaba en los hombros de Milo y cantaba a todo pulmón. Mask saltaba como poseso y sacudía la cabeza de tal forma que parecía se le zafaría del cuello. Los tres estaban justo enfrente del escenario hasta adelante. Cuando llegó el solo, magníficamente interpretado por Orfeo, encendedores aparecieron por todos lados. La risa desquiciada de Kanon fue el final perfecto para la canción.
La velada siguió y siguió, todos bailaron y cantaron hasta no poder más. Ni Afrodita, ni Angelo, imaginaron que el rumbo de sus vidas terminaría cambiando en una pista, al bailar.
Continuará...